Al Rescate de mi Hermana – Capítulos 01 al 04

heranlu

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Al Rescate de mi Hermana – Capítulos 01 al 04

Al Rescate de mi Hermana – Capítulo 01


Un golpe fuerte que se escuchó desde la cocina donde estaba Luis asustó a toda la familia. Sus padres se levantaron corriendo para ver que había sucedido en el baño donde estaba Rocio sollozando. Se habiá escurrido al salir de la bañera y se retorcia en el suelo sujetando su mano quebrada.

Mi padre le ayudó a levantarse por que entre el sobrepeso que tenía y el dolor no podía ni moverse. Rapidamente la llevaron al hospital y volvieron con mi hermana con la mano vendada hasta el codo y en cabestrillo y con una faja protectora por un golpe en las costillas. La pobre no podía moverse mucho y tenía que tomar calmantes. Todo esto a 4 días de irnos de vacaciones, vaya mala suerte.

Llegó el día de salir y mi hermana se encontraba mucho mejor de los dolores pero su mano buena iba a estar durante más de un mes tapada hasta que soldara bien los huesos. Con cremas para el golpe que le ponía mamá iba mejorando pero aún se movía con dolor y dificultad.

Llegamos al hotel con ganas de buffét libre. Somos bastante tragones en mi familia así que estamos bien rellenos. Mi madre una BBW de manual y mi padre con una barriga que ni se ve los pies, mi hermana más pechugona y culona que mi madre pero con una bonita barriga. Yo con kilos por todos los lados pero me mantengo sin mucho sobrepeso por el deporte.

Al llegar al hotel hubo un problema con las habitaciones y nos pusieron en dos habitaciones pero con camas de matrimonio, que aunque había confianza me da un poco de corte compartir cama con mi hermana. Además ella tenía aún dolores y tenía que dormir boca arriba, así que sus ronquidos iban a ser fuertes.

Al llegar la noche mi madre vino hasta nuestra habitación para ayudar a mi hermana a vestirse y ponerse el pijama y untarle la crema por el pecho. Yo por mi parte me puse a mirar la habitación aunque mi hermana me pidió que saliera al balcón para poder cambiarse. Por supuesto, sin problemas me fui al balcón a mirar la piscina que a esa hora estaba sola y sin nadie. Qué bien se vive de vacaciones.

Mi madre se fue y nos dejó en la habitación diciendo que si necesitamos algo les llamaramos, pero ya eramos mayorcitos.

Mi hermana propuso ver algo en la tele desde la cama de la habitación auque yo estaba reventado del viaje y del día en la piscina así que le dije que por mi nos fueramos a dormir a lo que ella accedió.

A las 7 de la mañana entraba sol por la ventana de la habitación y me desperté con un rayo de sol directo a mis ojos, despezandome le di un codazo a mi hermana sin querer despertándola también.

-Buenos días , ¿qué hora es?- dijo ella somnolienta-

-Las 7 y algo- dije mirando el reloj bostezando mientras seguía estirándome.

Mi hermana se levantó dolorida y me ofrecí a ayudarla pero dijo que ella podía sola.

Después de ella fui al baño también para la meada matutina hasta que llegué a la taza dándome cuenta que llebaba una erección tremenda. Me había paseado por la habitación con la polla bien dura delante de mi hermana y caí en la cuenta que llevaba varios días sin correrme. El picorcito del rabo ya empezaba a ser importante.

Nos tumbamos en la cama a ver un poco la tele pero mi hermana estaba molesta con la faja protectora así que me pidió ayuda para quitarsela puesto que durante el día no debía llevarla. El problema es que había que quitarse la camiseta y desbrocharla por detrás , así que si o si , tenía que quedarse en tetas.

-A ver, es que me molesta pero tampoco quiero despertar a mamá por esto. Venga, ayudame- dijo ella como dando explicaciones.

- Eh si si, sin problemas. A ver, ponte de pie y te ayudo.- Dije con toda mi buena intención.

Empecé a levantarle la camiseta y con ese simple gesto, visto mil veces en pelis, mi polla dió síntomas de animación. Aunque estuviera detrás, las ubres de mi hermana se salían por los lados. Que jodida maravilla tenía de hermana.

Aunque ahora venía lo mejor. Esas enormes tetas estaban aprisionadas en el corsé que cuando lo abrí, saltaron de su prisión.

-Uau Rocio, ¡qué tetazas! ufff- Mi voz traicionó a mi mente y lo dije en voz alta.

-Calla, venga, rápido. ¡Ponme la camiseta! que así no te doy asco- Dijo ella de forma brusca.

-Eh si si, perdona- Dije mientras le pasaba la camiseta por la cabeza - pero a mi no me das asco. Yo te quiero mucho Rocio y me gusta todo de ti. Me encanta que seas mi hermana y no quiero que tengas esos pensamientos feos de tu precioso cuerpo.

Ella había empezado a sollozar sentándose en el borde la cama.

-¿Qué te pasa?- le pregunté quitándole la mano que tapaba su cara.

-Pues que estoy gorda y no le gusto a nadie de clase. Además estas tetas no son bonitas- se quejaba.

-Bah Ro, estamos gorditos pero somos super bellos- Dije mientras me levantaba la camiseta y me daba golpes en la barriga. Este gesto siempre le hacía reir. Al levantar la camiseta también deje ver mi tremenda erección que había provocado ayudar a mi hermana y sus preciosas tetas.

-¿Eso es por verme las tetas? - Inquirió ella señalándome con la mirada el paquete.

-eeeeh perdona- tartamudee - No he podido evitarlo y...- Me armé de valor- Y... ya me gustaría verlas otra vez- Dije sin pensar mucho.

Mi hermana mirándome a los ojos, llevó su mano buena había el extremo de su camiseta, mientras su cabeza debía ser un torbellino de ideas, empezó a subirla poco a poco.

Yo no podía apartar la mirada como iba revelando su preciosa barriga y sus tremendos pechos. Se subió completamente la camiseta y acarició un pecho mientras me miraba sonriendo- ¿Te gustan? ¿Quieres tocarlas?- me preguntó.

Como himnotizado me arrodillé delante de ella mientras mis manos se posaban en aquellas tetas blancas gigantes coronadas con un pequeño pezón rosadito. Empecé a amasarlas con las dos manos pero me resultaba imposible abarcar tal cantidad de carne así que sin pensarlo acerqué mi boca a un pezón para saborearlo. Estaba completamente en trance mientras ella acaricibia mi pelo como quien da a un niño de mamar.

No me cansaba de chupar, comer, mordisquear, mamar las tetas de mi hermana. Ella había echado su cabeza para atrás gimiendo al notar el ardor con el que le devoraba el cuerpo. Las ganas le pudieron así que sin pensarlo mucho metió su mano que le quedaba y empezó a tocarse su clítoris mientas su hermano le comía las tetas. No tardó ni un minuto en correrse, dando pequeños botes en la cama y diciendome que se corría.

Yo seguía comiéndole las tetas pero notaba como su cuerpo tembloroso se apartaba de mi.

-Ven, ponte de pie- Me pidió mientras yo como zombi me colocaba delante de ella. -Baja el pijama- me dijo con voz dulce.

Como un autómata deslicé mi pantalón de pijama dejándo mi polla al aire y con un tamaño que nunca lo había visto. Estaba extasiado viendo como mi hermana miraba asombrada el tamaño de mi pene y acercando su mano para cogerlo.

Era la primera paja que hacía en su vida y la primera que me hacían pero ha sido desde luego la mejor. Empezó un movimiento lento de paja pero con la excitación no iba a durar mucho.

-Me voy a correr- le avisé

-Hazlo en mis tetas- mientas acercaba sus pechos a mi polla sin dejar de pajearme.

El primer chorro le salpicó en la cara tapándole boca y nariz. El segundo le llenó el cuello y barbilla mientras ella seguía su paja. El tercero y cuarto lo dirigió a sus tetas. Hubo un quinto que se quedó en su mano mientras sacaba todo el semen de mi polla. En ese momento, la puerta de la habitación se abrió.

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Al Rescate de mi Hermana – Capítulo 02


Después de una paja de su hermana ahora toca disfrutar con su madre

-¡Mamá!- Exclamé con vergüenza mientras mi hermana aún sacaba las últimas gotas de semen de mi rabo.

No sabía donde mirar y que hacer pero estaba en el paraiso con la paja que me acababa de hacer mi hermana.

-¿Pero que hacéis hijos mios?- Exclamó nuestra madre cerrando la puerta -¡Esto no puede ser!-

-No mamá, ven, deja que te explique- le decía mi hermana mientras seguía con su mano agarrando mi rabo -Ven, es maravilloso-

No entendía que estaba pasando. Mi cabeza era remolino y no sabía ni que hacer, si subirme el pantalón e irme o seguir disfrutando de la mano de mi hermana, pero en realidad no podía moverme. Estaba como paralizado.

-¡Mamá, me he corrido y he mojado hasta las sábanas!- Dijo mi hermana mientras mi madre se acercaba -¡Mira!- dijo ella mientras se levantaba bajándose como podía su pijama y mostrando su coño completamente mojado y las bragas empapadas.

-Pero... pero cariño, ¿es posible?.... Es un milagro, ¡por fin!- Exclamó mi madre acercando su mano para comprobar la humedad que salía del coño de mi hermana.

Yo no daba crédito. Estaba en pie delante de las dos mujeres de mi familia con la polla completamente erecta y aún con semen recién sacado por la mano de mi hermana. Mi madre acariciando el coño de mi hermana y ella con la cara llena de mi corrida. Esto era un sueño muy extraño y raro.

-Es gracias a él, mamá. Me ha comido las tetas y ha conseguido mi orgasmo. Luego lo siento, no he podido evitarlo pero necesitaba sentir lo mismo que tú- Explicaba mi madre ante la atenta mirada de nuestra madre.

-Lo entiendo amor. Rocio, estoy emocionada y muy feliz por ti- le contestó mi madre - Luis, tenemos que hablar - dijo mirándome.

Yo por mi parte no sabía que estaba pasando pero mi rabo seguía también sin saber que pasaba con su erección completa, así que claro, mi madre y hermana tampoco entendían que me pasaba.

-Pero Luis hijo, ¿no te acabas de correr? Aún tienes el pene completamente erecto- Preguntó mi madre con cara de asombro.

-Es verdad, mira la corrida en mi cara mamá. Y además sale un montón- Exclamó mi hermana.

-Eh pero a ver que pasa aquí - Dije flipando - Si, es cierto. Tengo que correrme varias veces para poder quedarme tranquilo pero quiero saber que le pasa a Rocio-

Mi madre lo entendió pero no paraba de mirarme el rabo y mi hermana entendió lo que necesitaba.

-Claro mamá, prueba tu ahora- le conminó mi hermana cogiendole de la mano y dejándo a mi madre de rodillas delante de mi rabo -Tranquilo hermanito que yo te explico-

Mientras mi hermana me hablaba mi madre cogió mi rabo y empezó un movimiento de paja muy lento. Descapullando mi rabo hasta el final y luego empezar de nuevo, haciendome subir de nuevo al cielo. Mi hermana mientras tanto me relataba, aunque no podía hacerle mucho caso puesto que miraba como mi madre me estaba pajeando, que ella estaba teniendo problemas con su cuerpo y sus orgasmos. Habían probado muchas cosas y no conseguía nunca correrse, ni con juguetes, con estimulación ni tampoco con otras personas. Que se lo había contado a mamá y se sentía muy frustada tanto por eso como por el sobrepeso pero que yo le había hecho sentir cosas que pensaba que no podía. Todo eso mientas mi madre seguía extasiada pajeandome y mi hermana me acaricia el cuerpo para tranquilizarme.

Mi madre se levantó y me pidió que me sentara en la cama. Yo me dejaba hacer y era como un robot. Se agachó entre mis piernas y abriendolas se acercó hasta mi rabo.

-Rocio cariño, dale de mamar a nuestro pequeño amor que quiero ver como te corres- Indicó mi madre a mi hermana.

Un segundo después tenía un pezón de mi hermana llenándome la boca justo antes de notar como la boca de mi madre engullía mi rabo hasta la mitad. Mi hermana me dejaba su ubre para comersela mientas su mano acariciaba su clítoris descubriendo los placeres que tenía ocultos, mientras mi madre seguía engulliendo mi rabo hasta más da la mitad en una mamada que me estaba dejando al borde del clímax.

En cuestión de un minuto, mi hermana empezó a convulsionar emitiendo gemidos de placer mientras eyaculaba empapandose la mano. Unos segundos después conseguí separar mi boca del pezón de mi hermana para indicar a mi madre que iba a explotar.

-Correte en la cara de mamá amor- pidió mi madre sacando el rabo de su boca y pajeando con fuerza a su hijo.

Los dos primeros chorros inundaron la cara de mi madre completamente desde los ojos a la boca. El tercero fue certero y entro en su boca. Los dos últimos fueron a parar a la camiseta de mi madre.
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Al Rescate de mi Hermana – Capítulo 03


Ufff esto si que es una corrida… uhmmm me encanta tu leche, es súper buena y sabe genial- Decía mi madre recogiendo mi corrida facial con los dedo y chupándolos con pasión.

-Estoy soñando…. esto es muy raro- Dije mientras alternaba la mirada entre mi hermana que aún se estaba recuperando de su corrida y mi madre deleitándose con mi semen.

-Venga, a desayunar- Anunció mi madre mientras se limpiaba los restos de semen de la camiseta.

Llegamos mi hermana y yo al bufé del hotel con un hambre tremenda después de la sesión de sexo en nuestra habitación. Al rato bajaron mi madre con un vestido limpio y mi padre con una sonrisa de oreja a oreja.

-Me alegro mucho por ti hija. Ya eres toda una mujer- Saludó mi padre a mi hermana con un beso en la mejilla.

-Que crack que eres hijo, menos mal que has sabido dar en su punto- Me dijo mientras me daba un puñetazo en el brazo de broma.

Hablamos durante el desayuno sobre los problemas mi hermana de impotencia y lo achacaban al sobrepeso familiar pero gracias a mi actuación, las dudas se despejaron.

Al terminar mi padre me dijo que subiera con el a su habitación para tener una charla de padre e hijo mientras mi hermana y mi madre se iban a una clase de aquagym.

-Ven, vamos a hablar sentados- Me indicaba sentándose en un borde de la cama -Lo que has hecho por tu hermana es genial y te estamos muy agradecidos mamá y yo- Decía mientras se llevaba la mano a su rabo.

-Lo que pasa es que ahora no voy a poder follarme más a tu hermana- Dijo levantándose de la cama y poniéndo su paquete mirando a mi boca.

-¿Pero que pasa? ¿qué haces?- Dije flipando echándome para atrás.

-A tu hermana no le pasaba nada lo que pasa es que siempre le daba una medicina para bajar su lívido y así poder follarme su boquita o que me hiciera unas cuantas paja- Mientras me revelaba su secreto, sacó su polla completamente erecta.

Yo no podía moverme puesto que se había puesto tan pegado a mi que su enorme barriga casi me tapaba por completo y su rabo ya estaba pegado a mi boca.

-Así que ahora, te toca a ti chuparmela. Venga, abre esa boquita.- Dijo mientras me cogía con sus gordas manos la cabeza y la apretaba contra su polla.

Como estaba tan gordo y su polla tan pegada no podía respirar, tuve que abrir la boca y aprovecho ese momento para metérme su rabo hasta el fondo. Sin ningún pudor, empezó a follarme la boca hasta que en un minuto me inundó con su corrida. Casi me ahogo de la corrida y no poder separarme de sus grandes carnes.

-Muy bien hijo, así, sigue tragando hasta el final- Dijo mientras dejaba de follarme la boca. -Venga, a la piscina- Dijo mientras se subía el bañador y se marchaba de la habitación.

Yo me fui directo a mi habitación a asimilar lo que había pasado. Esa misma mañana me acababa de pajear mi hermana después de comerle las tetazas, después me había hecho una mamada mi madre mientras le comía de nuevo las ubres a mi hermana. Ahora mi padre acababa de follarme la boca y correrse en ella. Esto no podía estar pasando.

Me lavé los dientes siento entre asco, pudor y algo de excitación cuando entró mi madre a la habitación.

-Buenas cariño, ¿por qué no bajas a la piscina? Me ha dicho papá que no te encontrabas bien- Decía mientras se acercaba a darme un abrazo.

-Ehhhh no, estoy un poco mareado por todo lo del día….- Me justifique.

-Ya, es comprensible. Demasiadas cosas para ser sólo las 12 de la mañana- Dijo ella mientras me abrazaba

Sentir su grandes curvas y su generoso cuerpo me hizo sentir de nuevos niño y me reconfortó. Aunque inmediatamente sentí que mi respuesta a su abrazo era otra cosa. Mis manos recorrían esa inmenso cuerpo disfrutando de sus gruesas carnes, ese culo tan generoso mientras subía cubriendo esos rollitos de carne que se formaba en sus laterales hasta llegar a sus tremendas ubres.

-Uy amor… que cariñoso estás- Decía mi madre mientras se dejaba manosear por mis manos.

Yo disfrutaba cada paso de mi mano por sus curvas y aproveché para meter mis manos por debajo del vestido, pero tenía puesto un bañador y no podía disfrutar del todo.

-Ven- Me dijo separándose de mi y cogiendo mi mano en dirección a la cama.

Me senté en el mismo borde de la cama donde hacía unas horas ella me había mamado la polla hasta correrme. Mi madre se separó y empezó con un baile sensual a quitarse el vestido, dejándolo caer. Allí apareció al completo la figura de mi gorda madre con toda su sensualidad cubierta por un bañador que no era capaz de apretar todas las tetas ni esa barriga.

Mi madre lucía preciosa con un color de piel rojo por el día de piscina pero seguía siendo igual de blanquita que mi madre.

Mi madre con gesto muy sexual desprendió un tirante del bañador y luego otro para enseñarme unas tetas que se descolgaban hasta donde empezaba su barriga. Eran gigante por delante y los laterales y terminaban con unos pezones rositas muy pequeños pero ya empezaban a estar duros.

Dándose la vuelta empezó a bajar su bañador mostrando su enorme culo y un raja con unos labios rositas, sin casi pelos pero con un brillo que demostraba que mi madre estaba excitada.

Se dio la vuelta y cruzando las manos para cubrir su pubis me preguntó si le gustaba.

-Uffff me encantas, eres preciosa mamá- dije mientras me levantaba para empezar a chuparle las tetazas.

-Uhmmm si, así amor, que bien lo haces. aaaa- Gemía mi madre mientras yo gozaba de sus tetas.

-gllllggssihhhiiiii- Conseguía decir con sus pezones en la boca y mis manos abarcando tanta inmensidad de tetas.

Estaba desatado y necesitaba más. Acompañé a mi madre a la cama mientras seguía comiendole las tetas, haciendo que su tumbase en la cama.

Ver a mi madre tumbada en la cama, colmando de carne aquel colchón y viendo como sus tetas casi no me dejaban ver su cara. Ella al verme, encogió sus enormes piernas y se abrió ofreciéndome todo su coño abierto y que ya estaba completamente mojado.

No dudé en arrodillarme para empezar una comida de coño que mi madre se corrió 5 minutos después, llenando mi cara de su caliente flujo vaginal y soltando un grito que se debió escuchar hasta en la piscina.

Por mi parte, estaba saciado de mi madre pero ahora necesitaba poseerla. Así que me subí encima de ella pero entre su barriga y la mía no era casi posible la penetración.

-Espera hijo, déjame- Dijo ella mientras se bajaba de la cama para ponerse de rodillas en el suelo y darme su culo en pompa.

Sin pensar mucho, me coloqué también de rodillas y acercando mi polla a su coño, empujé con fuerza hasta el fondo de mi madre.

Los dos gemíamos de la follada que estábamos teniendo. Así hasta que pasados unos minutos anuncié que me corría.

-Afueraaah aaaah amor, fueraaaaa ahhh- Suplicó mi madre mientras se acariciaba su coño.

-Siiii- Accedí a la petición de mi madre y agarrándome el rabo empecé a bañar su espalda con mi corrida. Hasta 5 lefazos llenaron la espalda de mi madre que aprovechaba para correrse.

Aún con el rabo tieso y viendo como mi madre se retorcía de gusto, me agaché un poco doblando mis piernas para pasar mi rabo por el culo de mi madre para darle más placer.

-Ahhh sii amor, pasa tu rabo por mi coño- Me pedía mi madre.

Pero en esa posición me costaba mantenerme así que puse mi manos en el culo de mi madre para no caerme acercado mi polla dura a su ano.

-Nooo amor, el culo nooo- Me dijo mientras se intentaba quitar mi peso de encima.

No era mi primera intención pero al moverse ella y levantarse mi polla entro en contacto con su culo y mi reacción fue empujar.

-aaaaaaaaaaaaaaaaa noooooooo- Gritó mi madre de dolor- paraaaaaaahhh por favor aaaaaaah- gemía

-Tomaaaaa joder- Empecé un mete-saca fuerte, sujetando a mi madre por la cintura.

Mi madre no podía más que dejarse violar por su hijo por el culo puesto que no podía moverse por mi peso mientras yo no dejaba de meter más y más profundamente mi rabo.

Dos minutos después rellené el culo de mi madre con mi semen y dejando a mi madre apoyada en la cama quejándose de su culo.
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Al Rescate de mi Hermana – Capítulo 04



-Lo siento mamá. Estoy loco no sé qué me ha pasado- Decía mientras ayudaba a mi madre a ponerse de pie viendo como aún le dolía el culo después de haberselo violado.

-Hijo mio, me has roto el culo. Ni tu padre me lo había follado. ¡Eres un salvaje!, al menos podías habermelo lubricado un poco antes y no del tirón con tu polla- Decía caminando con dolor de camino al baño.

-Lo siento de verdad. Entre lo de mi hermana, luego tu, mi padre que me contando lo que ha hecho con mi hermana y me violado la boca, luego verte...- Decía dandole vuelta a la cabeza.

-¡¿Qúe tu padre qué?!- Preguntó ella extrañada mientras se limpiaba la lefa de la espalda y el culo.

-Si, me ha dicho que le daba no sé que para que le bajara la lívido y así aprovecharse de ella. Luego me ha follado la boca y se ha corrida en ella- Confesé mirandole a los ojos.

-No es posible. ¡Será desgraciado! Todo este tiempo de médicos y terapias para que el cabrón se aprovechara de ella y a mi me dejara de lado. Las va a pagar- Dijo ella mientras se colocaba la ropa como podía. Aún le dolía bastante la penetración anal por mi parte perpetrada hacía minutos.

Nos pusimos hablar sobre como nos había mentido, y a mi ocultado, que se benificiaba a su hija con un problema falso mientras mi madre le creía, como le decía que follandosela seguro que se le pasaba. Menudo pieza mi padre y encima luego le follaba la boca a su hijo.

Por la noche estabamos todos serios mi hermana después de las corridas de la mañana. Ella estaba en su mundo feliz. Mi padre se olía algo porque nos miraba altivamente y con el ceño fruncido sabiendo que habíamos hablado.

-¿Qué, ya has ido a llorar a tu mamá diciendo que te he follado la boca?- Me preguntó en un momento en que mi madre y mi hermana se habían levantado a por comida en el bufé de la cena.

-No, pero no entiendo por qué sólo me has follado la boca y no el culo. Por eso estoy enfadado- Mi respuesta le dejó patidifuso.

-¿Así que te gusta que te follen el culete? jejeej que bien nos lo vamos a pasar tu y yo. Nos vemos después de la cena en mi habitación- Respondiendo a mi mentira.

Ya le teniamos. Había caído en nuestra trampa. Estaba tan salido que ni dudaba que fuera mentira.

Una vez terminamos la cena mi madre y mi hermana se fueron a la terraza a charlar y mi padre dijo que se subía a su habitación. Hice tiempo mientras mi padre subía jugando al billar.

-Toc toc. ¿puedo?- Pregunté llamando a la puerta de su habitación.

-Claro que si hijo- Contestó abriendo la puerta completamente desnudo y con una erección enorme, su barriga no podía ocultar ese trozo de carne bien duro.

-Papá, nos pueden ver- Dije entrando en su habitación.

-Pasa pasa y desnudate, que te voy a follar bien duro- Dijo cerrando la puerta.

-Espera, voy a asearme y tomo una ducha. Ponme una coca cola mientras- Dije mientras iba al baño.

Al salir de la ducha me lo encontré tumbado en el suelo. Había caido a plomo antes de llegar al minibar. En la cena mi madre le había echado unas pastillas de somnifero en la comida y se has había comido todas. Ahora era nuestro y le ibamos a hacer pagar todo lo que nos había hecho.

-Papá, papá, despierta- Le decía mi hermana.

-¿dondé estoy? ¿qué ha pasado?- Balbuceaba mi padre despertando- ¿qué hacéis?-

Le habíamos atado a la cama y no podía moverse.

-Ahora vas a pagar lo que has hecho a esta familia- Le dijo mi madre al oido mientras me daba la señal.

Un palo del billar del hotel empezaba a hacer presión en el culo de mi padre mientras el intentaba soltarse. Al instante, mi hermana le pegaba un trozo de cinta en la boca para que no gritase.

-aaaaaaaaa- Gimió mi padre de forma acallada cuando la punta del palo empezaba a abrirse camino en su culo.

-Vamos papá, ¿te vas a quejar ahora? Bien que me follabas la boca hasta que casi vomitaba y no decías nada, cabrón- Decía mi hermana al oido de su padre.

-Venga, hasta dentro- Dijo mi madre dandome un señal mientras yo le introducía más el palo.

-Aaaaa paaraaaa- Gritaba mi padre sin casi poder oirse.

-Jajajajajaa, venga que es un palito jajajaja- Me reía mientras veía como se retorcía del dolor.

-Ahora, con el palito en tu culito, vas a ver como tus dos putitas le comen el rabo a tu hijo. Eso has conseguido, que él nos dé leche siempre que queramos- Decía mi madre desnudandose.

Su cuerpo gordito se expuso delante de él mientras su hija también iba desnudandose y quedando desnuda delante de los ojos de mi padre. Ante su mirada aparecí con mi miembro bien duro dispuesto a darles polla a mis mujeres que se había arrodillado para ponerse a la altura de mi rabo.

Sus bocas buscaban hueco entre mi rabo con sus lenguas para acariciarme el rabo dandome un placer exquisito, como disfrutaba con el juego de las lenguas de mi madre y mi hermana mientras lamían mi rabo y se besaban en la boca.

Mi padre no perdía detalle de la mamada a su hijo mientras yo acaricía sus cabezas ofreciendoles mi rabo como recompensa. Por el rabillo del ojo vi como mi padre intentaba quitarse el palo del culo pero también me percaté que su polla estaba de nuevo dura al ver como su mujer e hija le comían el rabo a su hijo.

Mi madre se tumbó en suelo dejando sus generosas curvas descansando mientras mi hermana se arrodillaba encima de la cara de mi madre ofreciendole su gordito coño para que su madre se lo lamiese. Yo mientras tanto me colocaba por encima de mi madre y le acercaba el rabo a mi hermana para que disfrutase de mi rabo mientras le comian el coño. Era el día especial de mi hermana así que todo el placer tendría que ser para ella.

Mi hermana cabalgaba la cara de mi madre frotandose con sus gruesos muslos sobre la cara de mi madre, llenándole de ese flujo retenido por culpa de mi padre, mientras se pellizcaba sus tremendas ubres a la vez que su boca tragaba todo mi rabo hasta los huevos. Con las folladas de mi padre se había convertido en una auténtica mamadora y ni se inmutaba al tragar todo el rabo.

Alcanzó el climax llenando a mi madre de su corrida y sacando mi polla de su boca para gritar de extasis. Tuvo que apoyar sus rechonchas manos para no desmayarse después de la corrida que le había provocado la boca de su madre.

Mientras mi hermana se recuperaba, mi madre se colocaba de rodillas ofreciendome sus gigantes tetas para que terminase de correrme en ellas. Enterré mi rabo en ellas y empecé un mete-saca en ellas hasta descargar mi leche calentita en ese precioso y abultado pecho.

Después de recuperarnos de las corridas y vestirnos. Nos despedimos de mi padre para siempre dejándole con el rabo duro de la sesión de sexo que habíamos tenido delante suya y con el palo de billar en el culo. Ya vendrían a limpiar la habitación.
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