Al Rescate de mi Hermana – Capítulos 01 al 04
Al Rescate de mi Hermana – Capítulo 01
Un golpe fuerte que se escuchó desde la cocina donde estaba Luis asustó a toda la familia. Sus padres se levantaron corriendo para ver que había sucedido en el baño donde estaba Rocio sollozando. Se habiá escurrido al salir de la bañera y se retorcia en el suelo sujetando su mano quebrada.
Mi padre le ayudó a levantarse por que entre el sobrepeso que tenía y el dolor no podía ni moverse. Rapidamente la llevaron al hospital y volvieron con mi hermana con la mano vendada hasta el codo y en cabestrillo y con una faja protectora por un golpe en las costillas. La pobre no podía moverse mucho y tenía que tomar calmantes. Todo esto a 4 días de irnos de vacaciones, vaya mala suerte.
Llegó el día de salir y mi hermana se encontraba mucho mejor de los dolores pero su mano buena iba a estar durante más de un mes tapada hasta que soldara bien los huesos. Con cremas para el golpe que le ponía mamá iba mejorando pero aún se movía con dolor y dificultad.
Llegamos al hotel con ganas de buffét libre. Somos bastante tragones en mi familia así que estamos bien rellenos. Mi madre una BBW de manual y mi padre con una barriga que ni se ve los pies, mi hermana más pechugona y culona que mi madre pero con una bonita barriga. Yo con kilos por todos los lados pero me mantengo sin mucho sobrepeso por el deporte.
Al llegar al hotel hubo un problema con las habitaciones y nos pusieron en dos habitaciones pero con camas de matrimonio, que aunque había confianza me da un poco de corte compartir cama con mi hermana. Además ella tenía aún dolores y tenía que dormir boca arriba, así que sus ronquidos iban a ser fuertes.
Al llegar la noche mi madre vino hasta nuestra habitación para ayudar a mi hermana a vestirse y ponerse el pijama y untarle la crema por el pecho. Yo por mi parte me puse a mirar la habitación aunque mi hermana me pidió que saliera al balcón para poder cambiarse. Por supuesto, sin problemas me fui al balcón a mirar la piscina que a esa hora estaba sola y sin nadie. Qué bien se vive de vacaciones.
Mi madre se fue y nos dejó en la habitación diciendo que si necesitamos algo les llamaramos, pero ya eramos mayorcitos.
Mi hermana propuso ver algo en la tele desde la cama de la habitación auque yo estaba reventado del viaje y del día en la piscina así que le dije que por mi nos fueramos a dormir a lo que ella accedió.
A las 7 de la mañana entraba sol por la ventana de la habitación y me desperté con un rayo de sol directo a mis ojos, despezandome le di un codazo a mi hermana sin querer despertándola también.
-Buenos días , ¿qué hora es?- dijo ella somnolienta-
-Las 7 y algo- dije mirando el reloj bostezando mientras seguía estirándome.
Mi hermana se levantó dolorida y me ofrecí a ayudarla pero dijo que ella podía sola.
Después de ella fui al baño también para la meada matutina hasta que llegué a la taza dándome cuenta que llebaba una erección tremenda. Me había paseado por la habitación con la polla bien dura delante de mi hermana y caí en la cuenta que llevaba varios días sin correrme. El picorcito del rabo ya empezaba a ser importante.
Nos tumbamos en la cama a ver un poco la tele pero mi hermana estaba molesta con la faja protectora así que me pidió ayuda para quitarsela puesto que durante el día no debía llevarla. El problema es que había que quitarse la camiseta y desbrocharla por detrás , así que si o si , tenía que quedarse en tetas.
-A ver, es que me molesta pero tampoco quiero despertar a mamá por esto. Venga, ayudame- dijo ella como dando explicaciones.
- Eh si si, sin problemas. A ver, ponte de pie y te ayudo.- Dije con toda mi buena intención.
Empecé a levantarle la camiseta y con ese simple gesto, visto mil veces en pelis, mi polla dió síntomas de animación. Aunque estuviera detrás, las ubres de mi hermana se salían por los lados. Que jodida maravilla tenía de hermana.
Aunque ahora venía lo mejor. Esas enormes tetas estaban aprisionadas en el corsé que cuando lo abrí, saltaron de su prisión.
-Uau Rocio, ¡qué tetazas! ufff- Mi voz traicionó a mi mente y lo dije en voz alta.
-Calla, venga, rápido. ¡Ponme la camiseta! que así no te doy asco- Dijo ella de forma brusca.
-Eh si si, perdona- Dije mientras le pasaba la camiseta por la cabeza - pero a mi no me das asco. Yo te quiero mucho Rocio y me gusta todo de ti. Me encanta que seas mi hermana y no quiero que tengas esos pensamientos feos de tu precioso cuerpo.
Ella había empezado a sollozar sentándose en el borde la cama.
-¿Qué te pasa?- le pregunté quitándole la mano que tapaba su cara.
-Pues que estoy gorda y no le gusto a nadie de clase. Además estas tetas no son bonitas- se quejaba.
-Bah Ro, estamos gorditos pero somos super bellos- Dije mientras me levantaba la camiseta y me daba golpes en la barriga. Este gesto siempre le hacía reir. Al levantar la camiseta también deje ver mi tremenda erección que había provocado ayudar a mi hermana y sus preciosas tetas.
-¿Eso es por verme las tetas? - Inquirió ella señalándome con la mirada el paquete.
-eeeeh perdona- tartamudee - No he podido evitarlo y...- Me armé de valor- Y... ya me gustaría verlas otra vez- Dije sin pensar mucho.
Mi hermana mirándome a los ojos, llevó su mano buena había el extremo de su camiseta, mientras su cabeza debía ser un torbellino de ideas, empezó a subirla poco a poco.
Yo no podía apartar la mirada como iba revelando su preciosa barriga y sus tremendos pechos. Se subió completamente la camiseta y acarició un pecho mientras me miraba sonriendo- ¿Te gustan? ¿Quieres tocarlas?- me preguntó.
Como himnotizado me arrodillé delante de ella mientras mis manos se posaban en aquellas tetas blancas gigantes coronadas con un pequeño pezón rosadito. Empecé a amasarlas con las dos manos pero me resultaba imposible abarcar tal cantidad de carne así que sin pensarlo acerqué mi boca a un pezón para saborearlo. Estaba completamente en trance mientras ella acaricibia mi pelo como quien da a un niño de mamar.
No me cansaba de chupar, comer, mordisquear, mamar las tetas de mi hermana. Ella había echado su cabeza para atrás gimiendo al notar el ardor con el que le devoraba el cuerpo. Las ganas le pudieron así que sin pensarlo mucho metió su mano que le quedaba y empezó a tocarse su clítoris mientas su hermano le comía las tetas. No tardó ni un minuto en correrse, dando pequeños botes en la cama y diciendome que se corría.
Yo seguía comiéndole las tetas pero notaba como su cuerpo tembloroso se apartaba de mi.
-Ven, ponte de pie- Me pidió mientras yo como zombi me colocaba delante de ella. -Baja el pijama- me dijo con voz dulce.
Como un autómata deslicé mi pantalón de pijama dejándo mi polla al aire y con un tamaño que nunca lo había visto. Estaba extasiado viendo como mi hermana miraba asombrada el tamaño de mi pene y acercando su mano para cogerlo.
Era la primera paja que hacía en su vida y la primera que me hacían pero ha sido desde luego la mejor. Empezó un movimiento lento de paja pero con la excitación no iba a durar mucho.
-Me voy a correr- le avisé
-Hazlo en mis tetas- mientas acercaba sus pechos a mi polla sin dejar de pajearme.
El primer chorro le salpicó en la cara tapándole boca y nariz. El segundo le llenó el cuello y barbilla mientras ella seguía su paja. El tercero y cuarto lo dirigió a sus tetas. Hubo un quinto que se quedó en su mano mientras sacaba todo el semen de mi polla. En ese momento, la puerta de la habitación se abrió.
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Al Rescate de mi Hermana – Capítulo 01
Un golpe fuerte que se escuchó desde la cocina donde estaba Luis asustó a toda la familia. Sus padres se levantaron corriendo para ver que había sucedido en el baño donde estaba Rocio sollozando. Se habiá escurrido al salir de la bañera y se retorcia en el suelo sujetando su mano quebrada.
Mi padre le ayudó a levantarse por que entre el sobrepeso que tenía y el dolor no podía ni moverse. Rapidamente la llevaron al hospital y volvieron con mi hermana con la mano vendada hasta el codo y en cabestrillo y con una faja protectora por un golpe en las costillas. La pobre no podía moverse mucho y tenía que tomar calmantes. Todo esto a 4 días de irnos de vacaciones, vaya mala suerte.
Llegó el día de salir y mi hermana se encontraba mucho mejor de los dolores pero su mano buena iba a estar durante más de un mes tapada hasta que soldara bien los huesos. Con cremas para el golpe que le ponía mamá iba mejorando pero aún se movía con dolor y dificultad.
Llegamos al hotel con ganas de buffét libre. Somos bastante tragones en mi familia así que estamos bien rellenos. Mi madre una BBW de manual y mi padre con una barriga que ni se ve los pies, mi hermana más pechugona y culona que mi madre pero con una bonita barriga. Yo con kilos por todos los lados pero me mantengo sin mucho sobrepeso por el deporte.
Al llegar al hotel hubo un problema con las habitaciones y nos pusieron en dos habitaciones pero con camas de matrimonio, que aunque había confianza me da un poco de corte compartir cama con mi hermana. Además ella tenía aún dolores y tenía que dormir boca arriba, así que sus ronquidos iban a ser fuertes.
Al llegar la noche mi madre vino hasta nuestra habitación para ayudar a mi hermana a vestirse y ponerse el pijama y untarle la crema por el pecho. Yo por mi parte me puse a mirar la habitación aunque mi hermana me pidió que saliera al balcón para poder cambiarse. Por supuesto, sin problemas me fui al balcón a mirar la piscina que a esa hora estaba sola y sin nadie. Qué bien se vive de vacaciones.
Mi madre se fue y nos dejó en la habitación diciendo que si necesitamos algo les llamaramos, pero ya eramos mayorcitos.
Mi hermana propuso ver algo en la tele desde la cama de la habitación auque yo estaba reventado del viaje y del día en la piscina así que le dije que por mi nos fueramos a dormir a lo que ella accedió.
A las 7 de la mañana entraba sol por la ventana de la habitación y me desperté con un rayo de sol directo a mis ojos, despezandome le di un codazo a mi hermana sin querer despertándola también.
-Buenos días , ¿qué hora es?- dijo ella somnolienta-
-Las 7 y algo- dije mirando el reloj bostezando mientras seguía estirándome.
Mi hermana se levantó dolorida y me ofrecí a ayudarla pero dijo que ella podía sola.
Después de ella fui al baño también para la meada matutina hasta que llegué a la taza dándome cuenta que llebaba una erección tremenda. Me había paseado por la habitación con la polla bien dura delante de mi hermana y caí en la cuenta que llevaba varios días sin correrme. El picorcito del rabo ya empezaba a ser importante.
Nos tumbamos en la cama a ver un poco la tele pero mi hermana estaba molesta con la faja protectora así que me pidió ayuda para quitarsela puesto que durante el día no debía llevarla. El problema es que había que quitarse la camiseta y desbrocharla por detrás , así que si o si , tenía que quedarse en tetas.
-A ver, es que me molesta pero tampoco quiero despertar a mamá por esto. Venga, ayudame- dijo ella como dando explicaciones.
- Eh si si, sin problemas. A ver, ponte de pie y te ayudo.- Dije con toda mi buena intención.
Empecé a levantarle la camiseta y con ese simple gesto, visto mil veces en pelis, mi polla dió síntomas de animación. Aunque estuviera detrás, las ubres de mi hermana se salían por los lados. Que jodida maravilla tenía de hermana.
Aunque ahora venía lo mejor. Esas enormes tetas estaban aprisionadas en el corsé que cuando lo abrí, saltaron de su prisión.
-Uau Rocio, ¡qué tetazas! ufff- Mi voz traicionó a mi mente y lo dije en voz alta.
-Calla, venga, rápido. ¡Ponme la camiseta! que así no te doy asco- Dijo ella de forma brusca.
-Eh si si, perdona- Dije mientras le pasaba la camiseta por la cabeza - pero a mi no me das asco. Yo te quiero mucho Rocio y me gusta todo de ti. Me encanta que seas mi hermana y no quiero que tengas esos pensamientos feos de tu precioso cuerpo.
Ella había empezado a sollozar sentándose en el borde la cama.
-¿Qué te pasa?- le pregunté quitándole la mano que tapaba su cara.
-Pues que estoy gorda y no le gusto a nadie de clase. Además estas tetas no son bonitas- se quejaba.
-Bah Ro, estamos gorditos pero somos super bellos- Dije mientras me levantaba la camiseta y me daba golpes en la barriga. Este gesto siempre le hacía reir. Al levantar la camiseta también deje ver mi tremenda erección que había provocado ayudar a mi hermana y sus preciosas tetas.
-¿Eso es por verme las tetas? - Inquirió ella señalándome con la mirada el paquete.
-eeeeh perdona- tartamudee - No he podido evitarlo y...- Me armé de valor- Y... ya me gustaría verlas otra vez- Dije sin pensar mucho.
Mi hermana mirándome a los ojos, llevó su mano buena había el extremo de su camiseta, mientras su cabeza debía ser un torbellino de ideas, empezó a subirla poco a poco.
Yo no podía apartar la mirada como iba revelando su preciosa barriga y sus tremendos pechos. Se subió completamente la camiseta y acarició un pecho mientras me miraba sonriendo- ¿Te gustan? ¿Quieres tocarlas?- me preguntó.
Como himnotizado me arrodillé delante de ella mientras mis manos se posaban en aquellas tetas blancas gigantes coronadas con un pequeño pezón rosadito. Empecé a amasarlas con las dos manos pero me resultaba imposible abarcar tal cantidad de carne así que sin pensarlo acerqué mi boca a un pezón para saborearlo. Estaba completamente en trance mientras ella acaricibia mi pelo como quien da a un niño de mamar.
No me cansaba de chupar, comer, mordisquear, mamar las tetas de mi hermana. Ella había echado su cabeza para atrás gimiendo al notar el ardor con el que le devoraba el cuerpo. Las ganas le pudieron así que sin pensarlo mucho metió su mano que le quedaba y empezó a tocarse su clítoris mientas su hermano le comía las tetas. No tardó ni un minuto en correrse, dando pequeños botes en la cama y diciendome que se corría.
Yo seguía comiéndole las tetas pero notaba como su cuerpo tembloroso se apartaba de mi.
-Ven, ponte de pie- Me pidió mientras yo como zombi me colocaba delante de ella. -Baja el pijama- me dijo con voz dulce.
Como un autómata deslicé mi pantalón de pijama dejándo mi polla al aire y con un tamaño que nunca lo había visto. Estaba extasiado viendo como mi hermana miraba asombrada el tamaño de mi pene y acercando su mano para cogerlo.
Era la primera paja que hacía en su vida y la primera que me hacían pero ha sido desde luego la mejor. Empezó un movimiento lento de paja pero con la excitación no iba a durar mucho.
-Me voy a correr- le avisé
-Hazlo en mis tetas- mientas acercaba sus pechos a mi polla sin dejar de pajearme.
El primer chorro le salpicó en la cara tapándole boca y nariz. El segundo le llenó el cuello y barbilla mientras ella seguía su paja. El tercero y cuarto lo dirigió a sus tetas. Hubo un quinto que se quedó en su mano mientras sacaba todo el semen de mi polla. En ese momento, la puerta de la habitación se abrió.
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