Un Convento Lleno de Monjas Lujuriosas – Capítulos 001 al 005

heranlu

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Un Convento Lleno de Monjas Lujuriosas – Capítulos 001 al 005


Un Convento Lleno de Monjas Lujuriosas – Capítulo 001



La vida de Tomás ha sido dura, huérfano desde que nació y con un constante recorrido por orfanatos, siempre esperando ser adoptado, nunca pasó. Esto afectaría a la mayoría de personas en esta situación, pero a él no. Tomás tuvo la gran suerte de tener a una mujer a su lado, una pelirroja exuberante llamada Fiorela.

Fiorela cuidó al pequeño Tomás, ella lo vio desde niño hasta adulto, vivió todo ese proceso. Al principio Tomás la veía como una madre, a medida que crecía esta mentalidad fue cambiando hasta llegar a la adolescencia. Con las hormonas revoloteando Tomás notó la bella figura de su amiga Fiorela.

“¿Todo el tiempo fue así?” llegó a preguntarse

Ciertamente tardó bastante en darse cuenta que su amiguita, madre adoptiva, hermana adoptiva, como sea, tardo en darse cuenta que Fiorela ya era toda una milf. Y que mala suerte para él, porque se perdió el proceso de como esas tetas iban creciendo hasta alcanzar su gran tamaño y también se perdió cómo se fue formando ese enorme culo.

Tomás hasta este punto solo quería solo una cosa, ver que había bajo esos pantalones, ver ese coñito pelirrojo y obviamente fallársela como nadie lo había hecho nunca.

Esta parejita ya tenía un trato calentón, comentarios picaros por parte de ambas partes…

“que buena estás Fiorelita”, “que buen culito”, “y cuando me enseñas que hay ahí abajo”

Aún no lo habían hecho, pero no faltaba mucho…

El carro que los transportaba había llegado pro fin al nuevo convento, el convento de Santa Angela, su nuevo hogar. Este convento era más grande que los demás en los que han estado, se nota que tenían mucho más presupuesto. Pero ese no era la única mejora de este convento, lo que más llamó la atención de Tomás, fueron las monjas.

Las monjas del convento de Santa Angela eran todas milfs, mujeres maduras y exuberantes. Mujeres provenientes de Alemania y Austria, la mayoría altas, rubias y de ojos claros, que, a pesar de tener hábitos negros, sus pechos eran tan grandes que se notaban, del mismo modo estas mujeres caminaban realzando el culo. Era regla para ellas andar realzando sus mejores atributos, así lo ordenaba su patrona Santa Angela.

Estas monjitas recibieron a los nuevos inquilinos con emoción, besos y abrazos…

“Nuestros nuevos hermanos han llegado” “Que la Santísima Angela los bendiga” “Por la santísima que lindos son” “Fiorela es una mujer muy hermosa” “el joven Tommy es muy guapo también…”

Tommy…

Toda su vida Tomás ha luchado contra ese nombre, “Tommy”. Antes le daba igual, ya que era un niño, pero hoy ya tenia 20 años, ya era un hombre y tenía que hacérselos saber. Además, era nuevo aquí, una nueva vida, tenía que empezar con buen pie…

Tomás: Hermosas mujeres, encantado de verlas y gracias por recibirnos en su casa, pero mi nombre es Tomás, no Tommy…

No funcionó, al contrario, esto solo hizo peor las cosas…

“Que lindo, nuestro pequeño Tommy es todo un caballerito” “Te equivocas, nuestro Tommy ya es todo un hombrecito” “Que alegría tener a un hombrecito tan educado, bienvenido seas Tommy” – Respondieron las monjas.

Tomás se rindió por ahora, pero no quería que lo trataran como a un niño otra vez. No todo era tan malo, al decir esto todas las monjas se echaron encima de Tomás y a Fiorela, Tomás sintió como los pechos de esas mujeres se estrujaban contra él.

Tomás y Fiorela fueron guiados por las monjas a través de todo el convento, nuevamente mostrando el lujo del convento y lo buenas que estaban las monjas. Los sacerdotes parecía que no estaban o quizás estaban ocupados en otros asuntos, los cierto es que este convento era controlado por las maduras con túnica.

En lo alto del convento, en el tercer piso, Tomás vio de lejos a la mejor de todas estas mujeres, la hermana superiora Angela. Él la miro mientras conversaba con unos sacerdotes, ella le devolvió una mirada mucho más pícara y una sonrisa lasciva. La mujer retornó a su habitación, Tomás no supo más de ella hasta la noche

El día siguió, terminado el recorrido ambos recibieron instrucciones de lo que tenían que hacer en su nuevo hogar. Tomás tenía que ayudar en las funciones del hogar y a acomodar la sala de las santas misas, Fiorela haría lo mismo y luego haría su conversión a monja del convento, Tomás pensó que cuando se vuelva monja no tendría oportunidad de tener sexo con Fiorela, debía darse prisa.

Tomás y Fiorela trabajaron arduamente en el convento hasta que llegó la noche, Fiorela fue la primera en irse a su habitación, Tomás tuvo que realizar algunos encargos más, situación que le disgustó ya que quiso acompañarle.

Estaba muy oscuro para cuando Tomás terminó sus labores del día y era un largo trayecto desde la sala donde estaba hasta su habitación. Tomás recorrió los oscuros pasillos sin saber lo que encontraría…

“Ayyy no tan fuerte” “más duro, no te detengas” “sigue así, que bien lo haces putita”

¿Eran gemidos? ¿En un convento? Estaba seguro que no era una mala jugada de su mente, eso eran gemidos tanto de hombres como mujeres.

Había unos 4 portones, definitivamente los gemidos provenían de dentro. Todos esos portones estaban cerrados, salvo uno.

[lindo gatito, vamos…entra]

La curiosidad le ganó, entró sigilosamente hasta llegar al gran salón y no podía creer lo que estaba frente a sus ojos…

Era la orgía más bizarra que había visto en su vida, un banquete sexual tan bizarro que no se podría comparar ni con las pelis porno más guarras que había visto, la realidad había superado la ficción. Las monjas que lo habían recibido ese mismo día, esas señoras encantadoras estaban dándole placer a unos hombres en traje, algunos de ellos eran políticos que si pudo reconocer. Las monjas estaban chupándoles la polla a esos hombres, les entregaban el culo, algunas estaban satisfaciendo a dos o tres al mismo tiempo, por otro lado, los sacerdotes estaban haciendo lo mismo con guapas mujeres de alta clase. Las figuras de rectitud y santidad que la tenía en mente, eran los personajes más guarros y salvajes.

El joven miró lo suficiente, salió de ahí antes de que se den cuenta. Miro detrás de uno de esos portones y habían 3 más. ¿Esto era un convento o un prostíbulo? Al menos ya sabía de donde sacaban tanto presupuesto.

Su querida Fiorela en algún momento se convertiría en una de esas monjas, Fiorela era una mujer bella que encajaría con ese perfil. ¿Algún día Tomás se convertiría en uno de esos sacerdotes? Por un lado le gustaba la idea de complacer a bellas mujeres de alta sociedad, pero no conocía la opinión de su querida Fiorela…

Cuando entró a su habitación las sorpresas no se detuvieron, ahí estaba la mujer de sus pensamientos, Fiorela, encima semidesnuda…

- Fiorela: Oh…Tomás, me asustaste (Dijo la mujercita mientras se tapaba con la sabana)

- Tomás: lo siento, no quería asustarte

- Fiorela: yo…estaba a punto de bañarme, no encontraba mi ropa y me di cuenta que esta era tu habitación, lo siento…

- Tomás: no pasa nada linda, esta es tu habitación también…

- Fiorela: Que locura…tú también oíste

- Tomás: si lo oí, este convento no es para nada como los demás. Entré a una de las salas…

- Fiorela: ¿tú también entraste? Digo…a mi me ganó la curiosidad, nunca pensé que esas amables señoras sean así de calientes…fue muy intenso…

El solo recordar lo que vio tras esa puerta hizo que Fiorela se calentara, ya estaba desvariando, en ropa interior y en frente del chico que crio desde que era un bebé…

- Fiorela: jeje ya no se ni lo que estoy diciendo, lamento haber entrado a tu habitación, ya me voy…

[es tu oportunidad… ¿dejarás que se valla?]

Fiorela recogió su ropa, cuando le dio la espalda a Tomás este aprovechó y la abrazó

- Fiorela: Tomás…que…que haces

- Tomás: Tu y yo vimos lo que hacen esas monjas, algún día tú te volverás una monjita…

- Fiorela: yo…yo no lo se

- Tomás: serías una monja hermosa

- Fiorela: ¿tú crees?

- Tomás: tengo entre mis brazos a una mujer hermosa, una mujer caliente y hermosa

- Fiorela: no es lo que piensas, es que lo que vi me impactó mucho…

Tomás ya tenía la polla dura, tomó por la cintura a su mujer y frotó su entrepierna contra ese culito

- Tomás: y dime, ¿esto te pone caliente?

- Fiorela: Tomás…parece que si te gustó lo que había en esa sala…

- Tomás: no es eso, es tu cuerpo lo que me la puso dura, estos pechos…

- Fiorela: ay, no…no los toques así nomás

- Tomás: me encantaba mirarlas, pero tocarlas se siente mucho mejor

- Fiorela: puedo sentir…tu miembro, ya estás empalada

- Tomás: quieres que me detenga

- Fiorela: no…pero…podrías quitarte tu…

No terminó de decirlo y Tomás ya se estaba quitando los pantalones. Frotó su miembro contra los muslos carnosos de la mujer…

- Fiorela: wow sí que estás caliente

Tomás también aprovechó para quitarle el sostén…

- Tomás: Estos pezones están duros, tú también estás caliente

- Fiorela: este lugar nos ha puesto así, nos vuelve locos…

- Tomás: yo siempre te he tenido ganas…

- Fiorela: te he criado desde pequeño, sería raro hacerlo…por eso no me atrevía…

- Tomás ¿esto se siente raro?

Pasó su polla por debajo del calzoncito de Fiorela, estaba rozando su coñito con su miembro.

- Fiorela: wow…Tomás, está dura, caliente

- Tomás: te convertirás en una monjita en este convento, ¿no quieres que practiquemos un poco?

- Fiorela: si, ayúdame a convertirme en una monja

Le metió la polla, “ayyyy” gimió Fiorela. La mujercita disfrutaba los empujones que le aventaba su hombre, abrió más las piernas y alzó el culo todo lo que pudo, Tomás aceptó esta invitación.

- Fiorela: estás hecho todo un hombre…mi hombre

- Tomás: Te gusta como te coge tu hombre

- Fiorela: si, si me gusta

Tomás le sacó la polla de golpe, tomo a la mujer y la puso de espaldas contra la cama, ella lo recibió con las piernas abiertas.

En esta pose Tomás podía ver por completo el cuerpo desnudo de Fiorela…

- Fiorela: en esta pose…me da un poco de vergüenza…

- Tomás: ¿te avergüenza que tu hombre te vea desnudo? Me encargaré de solucionar eso…

Tomás en esta pose podía llegar más profundo del coñito de Fiorela…

- Fiorela: está entrando mucho, no voy a aguantarla más

El hombre se acercó al rostro de Fiorela y la besó, ella lo abrazó y le siguió con un beso más profundo.

Ambos se quedaron abrazados y besándose por un buen rato, Tomás no dejó de penetrar ese coñito cada vez más mojado. El hombre era resistente, más que Fiorela, ya que hizo que se corriera primero.

Fiorela estaba cansada pero no quería frenar a Tomás, apretó su coñito para hacer que Tomás se corriera rápido o sino se iba a desmayar…

- Tomás: Estás más apretada…

- Fiorela: apenas puedo resistir…

- Tomás: en ese caso terminaré de una vez…

Tomás aumentó el ritmo, ambos estuvieron muy intensos hasta que el varón llegó al orgasmo. Fiorela sintió como esa polla la llenaba de leche caliente…la mujer terminó rendida, estaba satisfecha, era la mejor manera de empezar una nueva vida en ese convento.

Tomás se acercó una vez más a su mujercita y le dio un beso, la chica se quedó dormida, satisfecha. Seguido, tomó una toalla y se dirigió a las duchas.

Habían varios sacerdotes duchándose, Tomás sabía de la clásica de que a los sacerdotes les gusten los chicos, pero le dio igual, el iba a lo suyo, le daba igual…

Estaba ahí para bañarse y le daba igual quien más estuviera en el baño…o eso era lo que pensaba…

Cuando el joven volteó la mirada el baño estaba vació, estaba solo pero no por mucho.

“Alta, rubia, grandes pechos, caderas anchas, era la lideresa del convento, la reina, la madre superiora Angela”

La había visto de lejos pero ahora estaba a pocos metros, ella entró completamente desnuda, ni cubriéndose con la toalla ni nada, con total firmeza entró y encendió su ducha.

La hermana superior Angela empezó con su aseo, sin ninguna preocupación, ella estaba sola en su baño. ¿Por qué se había metido a un baño de hombres? Sepa Dios esa respuesta, igual no importaba ya que todo el convento le pertenecía.

¿Por qué el joven se había escondido? ¿No se suponía que iba a imponerse ante todos en ese convento? Parece que el aura de la madre superiora era más intimidante que la del pequeño Tomás.

“No me importa, terminaré de bañarme y me iré” pensó ingenuamente Tomás, pero no, ni el mismo se lo creía…

[Eres un gatito adorable, no tengas miedo, ven con mami…]

Otra vez presa de la curiosidad, Tomás intentó acercarse a la fuente de la lujuria en un patético intento sin dejar de esconderse claro…

Se posicionó en una caseta más cerca a la de la mujer enorme…

“¿Qué haces?, si te descubre estás jodido, ¿no es manera de presentarte ante ella?” “O mejor si, anda y muéstrale la polla, no tienes por qué tenerle miedo” “ESTÁS JODIDAMENTE LOCO, ES LA JEFA, ABORTA LA MISIÓN, ABORTA”…esos fueron los pensamientos divididos que tuvo el muchacho en medio de esta complicada situación.

Y ciertamente el chico estuvo a punto de abandonar la iniciativa, tomar su toalla e irse de ahí, pero…

“Ayy…si justo ahí…hazlo más duro…”

Gemidos, otra vez escuchando gemidos en este convento, definitivamente tenían que ser de ella, no había de otra. Se le puso dura de solo presenciar este porno auditivo…

Tomás se siguió acercando a la fuente de los gemidos, como gritaba esta mujer, y cómo lo estaba poniendo al pequeño Tommy…

Tomás llegó a ver de cerca como los dedos de la madre superiora la satisfacían, como se autocomplacía, estaba más húmeda por la acción de sus dedos que por el agua de la ducha.

Automáticamente Tomás se empezó a masturbar también, lo poco que vio de la madre superiora le sirvió para estimularse.

La mujer le subió al agua caliente al máximo casi, el vapor inundó todo el baño. Una gran jugada de la mujer grandota

[si quieres ver más, acércate si te atreves]

Que mala suerte para el muchacho, estaba en plena masturbada y su fuente se le había apagado. No quería cortar el rollo, cerró los ojos y con las pocas imágenes que tenía de la madre superiora Angela simuló más en su mente, masturbarse con los recursos de tu memoria, un clásico.

El hombre estaba dándole muy duro al onanismo, eventualmente la mujer le cortaría el rollo, no por esconderse dentro de esa neblina, si no por algo más intenso…

- Hermana Angela: no le des tan duro querido, te podrías hacer daño

- Tomás: woah…madre superiora…no…

La madre superiora Angela apareció en frente de Tomás, sorprendiéndolo…

- Hermana Angela: ¿qué tenemos aquí? Nuestro pequeño Tommy haciendo cosas lascivas en frente de mí…

- Tomás: no sabía que estaba ahí, lo siento…un momento, me llamo Tomás, no Tommy

- Hermana Angela: haces estos actos perversos delante de mí y aún así ¿exiges un trato especial?

- Tomás: No es un trato especial, mi nombre real es Tomás, todas aquí tienen que llamarme así

- Hermana Angela: eres el pequeño Tommy, mi pequeño Tommy, y veo que tendremos que hacer algo contigo, debemos corregirte…

- Tomás: no necesito corrección

- Hermana Angela: eso lo decido yo…

La hermana superior Ángela acarició la mejilla de su pequeño Tommy, este intentaba no encogerse, la tenía muy difícil. Era una mujer que imponía respeto, temor, tanto en estatura como en su mirada filosa.

La enorme mujer luego se puso de cuclillas en frente de Tomás, le agarró la verga…

- Hermana Angela: tiene buen tamaño, ¿te gustó lo que viste cierto?

- Tomás: apenas vi algo…

- Hermana Angela: Claro que si querido Tommy…ay mira se pone más dura cuando la acaricio, que tierno…

- Tomás: es usted quien me está agarrando la verga, ¿Cómo quiere que me ponga?

- Hermana Angela: Awww, tomaré eso como un cumplido

Agarró con fuerza el miembro de Tomás y lo agitó rápido…

- Hermana Ángela: ¿quieres que te respetemos aquí cierto? Veamos si realmente te lo mereces…

- Tomás: NO…que… ¿qué hace?

- Hermana Ángela: si eres tan hombrecito como aparentas, supongo que aguantarás esto…

Con la reputación en juego, Tomás aguantó como nunca lo había hecho. Si lograba que la mismísima jefa lo respetase, entonces todos en el convento lo harían. Aguantó todo lo que pudo, por el honor…

- Hermana Ángela: vaya vaya, te estás haciendo el fuertecito. En ese caso, veamos si aguantas esto…

La hermana superiora usó su mortífera lengua, acariciando gentilmente la cabecita de la polla de Tomás. Con una mano sostenía el miembro del joven y para rematar con la otra se acariciaba el coño.

Fue un duro golpe para el muchacho, demasiada estimulación para un hombre. Tomás empezó a temblar, estaba en problemas

- Hermana Angela: ¿Y bien? Es este el “Tomás” que me pide respeto, “Tomás” no puede aguantar este simple aperitivo

- Tomás: ¡JODER! (Gimió temblando)

- Hermana Angela: esa boquita sucia, también merece un castigo. Hay tanto que castigar en este pervertido hombrecito, me voy a divertir mucho contigo…

La mujer siguió, sin piedad…

[Necesitarás más que esto si crees que puedes ganarme]

La carne es débil, y lo fue aquí también. La hermana superiora Angela hizo que Tomás acabara, el semen que largó de su polla le cayó en la cara, tal y como ella quería…

- Hermana Angela: que desastre has hecho…pero bueno…Vaya presentación oficial ¿no?

- Tomás: Yo…lo siento, no quería…lo siento

- Hermana Angela: tú primer encuentro con tu jefa, TÚ DUEÑA, no veo un hombre, veo un pequeño Tommy pervertido que no sabe aguantar sus impulsos primitivos

- Tomás: No pude evitarlo, es usted muy hermosa, quería verla…

- Hermana Angela: SILENCIO…ya fue suficiente, limpiarás este desastre y volverás a tu habitación. Mañana te castigaré severamente por lo que has hecho

- Tomás: lo siento…

[¡Recupera tu Orgullo HOMBRE!]

- Tomás: NO…Esto no se ha acabado

- Hermana Angela: ¿Perdón? He dicho que se acabó Tommy…

- Tomás: Mi nombre es Tomás y te dije que no se ha acabado. Haré todo lo posible para que me respetes, para que llames por mi verdadero nombre

- Hermana Angela: que adorable, el pequeño Tommy se cree un hombre

- Tomás: SOY UN HOMBRE, y te prometo que terminarás reconociéndome como tal…

- Hermana Angela: parece que tienes agallas, pero solo parece…está bien, demuéstralo si tienes valor para ello

- Tomás: lo haré

- Hermana Angela: pero…ni sueñes que te lo pondré fácil

- Tomás: me da igual, ponlo tan difícil como quieras

- Hermana Angela: lo haré, y cuando falles, te arrepentirás de jugar a ser hombrecito, te aventaré a los lobos…veremos si sobrevives

- Tomás: y cuando yo gane, me respetarás, seré tu hombre y serás mía y de nadie más

- Hermana Angela: trato hecho

La guerra estaba declarada, una lucha de egos únicamente por el honor…

Un jugoso premio para el ganador y un humillante castigo para el perdedor…

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Un Convento Lleno de Monjas Lujuriosas – Capítulo 002



Este sagrado convento está controlado netamente por mujeres, así fue en el pasado y así será en el futuro. Los pocos hombres que hubo en el pasado fuero reducidos a escoria, fueron disminuidos por Santa Angela hace décadas. Hoy su cuarta descendiente, la hermana superiora Angela IX es quien está a cargo, es la dueña de todo y si es que aparece en escena algún intento de hombre arrogante, entonces será la hermana superiora Angela quien se encargará de ese pobre diablo…

Explicaba Madre Silvana a Tomás, el chico nuevo del convento. Madre Silvana era una de las maduras que estaba a cargo en el convento, una mujer culona y de grandes pechos, grandes atributos que debían tener las mujeres de alta jerarquía en el convento. Tomás le estaba ayudando en la cocina y por curiosidad le preguntó porqué este lugar estaba siendo gobernado por un conjunto de monjas maduras y lujuriosas…

Así que viste lo que pasa en las noches… ¿Por qué mis niñas dejan salir todo su lívido en la noche? Santa Angela tenía esas practicas en sus días de gloria. Contra todos los prejuicios de la época ella lo dio todo por las mujeres que defendía, siempre veló por ellas hasta el último de sus días. Recurrió al oficio más antiguo, le dio resultado, solo mira el enorme lugar en donde estamos…

Se enriquecen mediante la prostitución, lo tienen tan normalizado que ya a nadie le importa.

Seleccionamos solo a los mejores sacerdotes para que puedan atender a las delicadas duquesas y mis chicas se encargan de darle su bendición a políticos, magnates, millonarios…ellos ganan, nosotras ganamos…todo con la bendición de Santa Angela.

Esta fue toda la explicación que Madre Silvana tan calmadamente le dio a Tomás. Sin embargo, las formalidades se perdieron al final de su discurso…

- Madre Silvana: así que...no me hagas reír niño, aquí los hombres no existen, y si te pasas de listo lo lamentarás mocoso, aprende tu lugar…

- Tomás: No soy un niño

- Madre Silvana: bueno, o eres un niño o nuestra mascota. Solo tienes esas 2 opciones, no hay más

Tomás estaba recibiendo la humillación de su vida, no lo iba a permitir…

- Madre Silvana: no juegues a querer ser hombre…

- Tomás: así que ¿soy un niño?

- Madre Silvana: así es

- Tomás: ¿un niño haría esto?

Tomás levantó el habito de Madre Silvana y metió sus dedos en la vagina de la mujer, desde el inicio la dedeo intensamente, cobrándose las palabras que la mujer le había dicho. Madre Silvana recibió un sacudón inesperado por parte de Tomás, apenas pudo sujetar los trastes que estaba acomodando

- Madre Silvana: mocoso insolente, que crees que estás haciendo

- Tomás: ¿qué esto? Es un juego de niños, no me digas que te va a poner nerviosa un juego de niños

- Madre Silvano: mocoso mal educado, me las pagarás

Apretó más fuerte el interior de ese coñito y para meter más presión metió su pulgar en el culo de Madre Silvana.

- Madre Silvana: Hey eso es…

- Tomás: ¿demasiado? No lo creo. No te estoy estorbando ¿no?

- Madre Silvana: ay…ufff…

El primer movimiento tenía que ser el mejor, tenía que tomar ventaja. Tomás metió sus dos dedos hasta el fondo del coño de Madre Silvana, luego en círculos, estimulando al mismo tiempo la vagina y el ano de Madre Silvana hasta que lo logró, logró que Madre Silvana se mojara.

- Tomás: parece que un niño hizo que te mojaras, es más humillante eso que…

- Madre Silvana: Buen movimiento…me toca

Madre Silvana apartó la mano de Tomás, acto seguido le apretó la verga por encima del pantalón, con fuerza…

- Tomás: oye… ¿qué haces? Cuidado

- Madre Silvana: así que ya no es divertido cuando te lo hacen a ti ¿cierto? Demasiado fácil para mí…

Tomás le lanzó una sonrisa pícara, no iba a rendirse ante Madre Silvana

- Tomás: una madura mojada me está sujetando la verga, ¿Quién es fácil aquí?

- Madre Silvana: sigue parloteando, esa sonrisa no durará mucho

- Tomás: se nota que estás hambrienta…

- Madre Silvana: si…estoy hambrienta y ya no aguanto…

Madre Silvana le bajó los pantalones a Tomás, su polla estaba dura. La madura se la metió a la boca al instante, se la chupó intensamente. Cuando Tomás le metió los dedos le dio cuerda a esta mujerzota perversa. Tomás se había metido en la boca de la loba, Madre Silvana era una mujer con un apetito sexual voraz, una vez que le dabas cuerda no habría marcha atrás.

- Tomás: vas muy rápido

- Madre Silvana: ¿y qué? No puedes seguirme el ritmo

- Tomás: ¿tan desesperada estás por tu leche?

- Madre Silvana: no vas a durar nada

Madre Silvana era el arma mortal del convento, quería terminar a Tomás lo más rápido posible. La mujer le dio placer a su vagina para calentarse más y así hacerle una felación con más ganas. Iba a durar poco, pero estas eran ordenes de la Hermana Superiora Angela, acabar con el chico rápido.

Tomás no aguantó más, su polla largó chorros de semen sobre el rostro de la mujer madura. “Joder ha soltado mucho, que caliente, este chico es increíble” Pensó Madre Silvana.

- Madre Silvana: no te desanimes, te lo puse difícil desde el inicio, aunque reconozco que no lo hiciste nada mal…

- Tomás: no hemos terminado

- Madre Silvana: ¿Qué?...

- Tomás: solo echa un vistazo

Madre Silvana bajó la mirada, la polla de Tomás seguía dura. No lo podía creer, después de lo que le había hecho no lo podía creer, aunque por dentro estaba muy feliz, la fiesta continuaba.

Violentamente Tomás le quitó el habito a Madre Silvana, la dejó desnuda y contra el lavadero. La mujer estaba muda por lo rudo que estaba siendo Tomás, le gustaba esto por parte del chico. Tomás le metió la verga hasta el fondo, la mujer dio un gemido fuerte. Tomás iba a seguir siendo rudo, embistiéndola con fuerza, ella quería dominarlo y no se iba a dejar.

El chico le unas buenas nalgadas a la mujer para apagar su actitud arrogante

- Tomás: ¿qué pasó con la mujer dominante? ¿no dijiste que iba a durar poco?

La mujer estaba callada, disfrutando como Tomás se la estaba cogiendo, su coñito estaba empapado, entraba y salía con facilidad. “Que rico se siente, sigue así, no pares” pensaba Madre Silvana, pero no se atrevía a decírselo…

- Tomás: un hombre ha dejado muda a esta mujer ruda

- Madre Silvana: ¿Quieres ver a la mujer ruda?

Otra vez la mujer tomó el control, se quitó de encima a Tomás y lo aventó al suelo. Se colocó encima, puso la polla en la entrada de su vagina y bajó de golpe. Ambos soltaron un gemido al mismo tiempo.

Madre Silvana apretó su coño tratando de exprimir la polla de Tomás. El muchacho aguantaba tanto como pudo, pero estaba en una difícil situación. Tenía una mujer madura y buenísima cabalgando sobre él con ira y pasión, sonaba mucho cómo la vagina de Madre Silvana impactaba contra la verga de Tomás

- Madre Silvana: Esta es la mujer ruda ¿te gusta?

- Tomás: Joder sí que me gusta

- Madre Silvana: No te librarás de esta…

Madre Silvana siguió presionando contra el suelo a Tomás, semejante culo, los sentones eran su especialidad. No era fácil para ella, la polla de Tomás seguía dura y le estaba golpeando en su interior…

- Madre Silvana: Santa Angela, como pega esto…

- Tomás: maldición…

- Madre Silvana: puedo sentirlo, ya no puedes aguantar ¿cierto?, ya estuvo bueno terminemos con esto…

La técnica de Madre Silvana fue efectiva tanto para Tomás como para ella misma, ambos acabaron al mismo tiempo. Tomás derramó su leche dentro de ese coñito. La mujer sintió este líquido caliente, lo recibió con júbilo.

Madre Silvana estaba convencida de que lo había terminado. Trató de levantarse, estaba chorreando…Tomás la había llenado bien…

- Madre Silvana: ya está, se acabó…

Dijo muy cansada la mujer, Tomás aprovechó su momento de debilidad y la puso contra el suelo con las piernas al hombro…

- Madre Silvana: que…¿Qué estás haciendo? Ayyyy

En esta pose Tomás siguió follandose a Madre Silvana, con la fuerza que le caracterizaba desde el principio, eran embestidas desesperadas, pero no podía perder

- Madre Silvana: ¿Cómo puedes seguir? Basta, estoy muy cansada, por favor detente

- Tomás: ¿No puedes seguir? ¿A dónde se fue la mujer dura?

- Madre Silvana: Por favor detente

- Tomás: ¿No te gusta?

- Madre Silvana: si me gusta, pero…estoy cansada, me duelen las piernas

- Tomás: Un hombre te acaba de dominar, dilo, di que soy un hombre

- Madre Silvana: ¿Qué´?

- Tomás: DILO…

- Madre Silvana: ay…ay…si… si eres un hombre, ahora por favor detente

- Tomás: no te lo creo, dilo en serio, di que soy tu hombre

- Madre Silvana: SI TOMÁS ERES MI HOMBRE, ERES MI HOMBRE

Tomás gastó sus ultimas fuerzas en taladrar ese coñito, lo había conseguido…

- Tomás: así me gusta, una mujer obediente, aquí está tu premio…

Volvió a correrse dentro de ella…

- Madre Silvana: ¡Ay si!

La mujer estaba perdida en su orgasmo, se quedó desnuda en el piso y completamente húmeda. Tomás se vistió, estaba a punto de irse, pero ver a Madre Silvana tumbada en el suelo se lo impidió. Le ayudo a levantarse y a limpiarse, tanto a ella como al desastre que habían hecho. Mientras la vistió acarició su bello cuerpo. Madre Silvana ahora lo miraba con cariño, este gesto le impactó, le dio una buena impresión acerca de Tomás. El hombre le dio un beso en la boca y ahora si abandonó la cocina.

El día siguió normal, dentro de lo normal que podía ser en ese convento. Tomás se “relajó” un poco con las actividades que le asignaban. En su mente seguía pensando en como se había cogido a Madre Silvana, de vez en cuando se quedaba mirando al vacío mientras pensaba en ello, pero ahí estaba Fiorela para darle un sacudón y traerlo al mundo real otra vez.

Mientras caminaba realizaba sus encargos, caminando por los pasillos del convento, las otras monjas se le quedaban mirando. Las noticias volaban en este lugar, ya todas sabían que Tomás había sometido sexualmente a Madre Silvana. Esas miradas de cariño ahora eran miradas de deseo…todas excepto…

- Hermana Lucía: ¿ese es el retoño que le gustaba a Madre Silvana?

- Hermana Georgia: ¿De verdad? Pero míralo, si es apenas un bebe

- Tomás: las hermanas Georgia y Lucia que gusto encontrarme con ustedes, pero…no tenían labores que hacer a esta hora

- Hermana Lucia: estamos aquí para molestarte un momento

- Hermana Georgia: así es, considérate afortunado

- Tomás: estoy honrado, pero ya enserio váyanse

- Hermana Georgia: no lo haremos, enserio tenemos ordenes de molestarte

- Tomás: y quien les dio esas órdenes…que tonta pregunta, es obvio que fue ella

- Hermana Lucia: un niño tonto haciendo preguntas tontas

- Hermana Georgia: no puedo creer que un simple niño pudo contra madre Silvana

- Hermana Silvana: de seguro Madre Silvana tuvo una noche ajetreada y estaba cansada, eso es todo.

- Tomás: dices eso porque no estuvieron ahí. Se lo hice, ahora soy su hombre, y si no la abandoné en el piso fue por pura cortesía

- Hermana Georgia: ¿su hombre? JAJAJAJA no nos hagas reír

- Hermana Lucia: eres solo un niño, ni siquiera podrías contra nosotras dos

- Tomás: te equivocas, ustedes dos no podrían contra mi

- Hermana Georgia: en tus sueños

- Tomás: a que le tienen miedo entonces…

El muchacho no dudo en retar a las hermanas, era una trampa y sabía que era una trampa, pero tenía un objetivo en mente, lograr que todas en el convento lo reconozcan como a un hombre y era tan terco como para caer en provocaciones muy fáciles.

Las damas arrastraron a su habitación al pobre Tomás, cerraron con llave la celda donde tenían planeado torturarlo…

- Hermana Lucia: cayó muy fácilmente

- Hermana Georgia: lo atrapamos en nuestra telaraña

- Tomás: el que está atrapado no soy yo…

Las mujeres estaban siendo arrogantes con el chico, él tenía que serlo más, demostrar que no iba a ceder ante ella. Repetía la técnica que usó con Madre Silvana, estaba cansado y tenía que actuar rápido.

Tomás besó en la boca a las 2 chicas, los 3 se fundieron en besos y toqueteos. Tomás les tocaba las tetas a ambas mujeres. Le pellizcaba los pezones, estas mujeres se calentaron al instante cuando lo hizo, un punto débil que tenía que aprovechar.

Se movía bien para satisfacer a ambas damas, ellas desesperadamente buscaban desnudarlo. Lograron quitarle la camisa, cuando intentaban bajarle el pantalón este lo evitaba, él quería presionarlas a ellas y no al revés. Sin embargo, esto era un dos contra uno, y cuando se descuidó un momento las mujeres le quitaron el pantalón y empezaron con la felación.

Georgia fue la primera en meterse la polla a la boca, Lucía recorría el resto del miembro del chico. De este modo se turnaban ambas, estás chicas eran intensas lujuriosas, entrenadas personalmente por la Hermana Superiora Angela.

Las Hermanas estaba haciendo un buen trabajo, entre las dos estaban llevando a Tomás al límite, parecía que este era el fin del muchacho, sin embargo…

- Hermana Georgia: la tienes mucho tiempo, dámela

- Hermana Lucia: tu la has chupado bastante antes que yo

- Hermana Georgia: que te apartes, es mi turno…

Las chicas se estaban peleando por la verga de Tomás, esto le dio tiempo para tomar aire.

Las chicas luego se pelearon de manos, ignorando a Tomás completamente

- Hermana Georgia: siempre te lo quieres quedar todo, guarra

- Hermana Lucia: tu eres la guarra, estás presionando para quedarte con la leche, egoísta

- Hermana Georgia: tu eres la egoísta y dijiste que íbamos a compartir, hipócrita…

Había que poner orden, Tomás le dio una cachetada a cada una, esto las sacó de onda…

- Tomás: YA BASTA…o se comportan o lo paramos todo

- Hermana Lucia: no por favor

- Hermana Georgia: está bien lo sentimos

- Tomás: haremos las cosas a mi manera, ¿entendido?

Las hermanas asentaron y obedecieron. Tomás las turnaba para que ambas se la chuparan un momento uno y luego la otra, estas estaban mudas, el sacudón fue muy efectivo.

Las mujeres sintieron el momento en el que Tomás estaba a punto de acabar, sacaron la lengua para recibirlo todo. Ante tal acto de sumisión Tomás se masturbo y terminó en la cara de ambas, las mujeres se lamieron entre sí para tragarse toda la leche, como un par de perras sedientas.

Tomás las puso en cuatro, les apretó las nalgas a ambas…

- Hermana Georgia: Tomás ya no aguanto por favor métemela

- Hermana Lucia: Tomás no puedes hacernos esperar más no así

- Tomás: un par de perras viciosas como ustedes necesitan a alguien que los eduque

- Hermana Georgia: no juegues con nosotras

- Hermana Lucia: ya fue suficiente no seguiré con esto ¡AY!

- Hermana Georgia: ¡AY! No tan duro

Tomás era el encargado de educarlas, ante la falta de respeto de estas maleducadas, Tomás hizo lo propio y les dio un par de nalgadas.

- Tomás: les dije que haríamos las cosas a mi manera, este es su castigo por ser unas niñas malcriadas

- Hermana Georgia: AY

- Hermana Lucia: AY está bien, lo sentimos

Tomás siguió, no estaba convencido de esas disculpas, el castigo debía continuar.

Nalgada tras nalgada el muchacho les enseñó quien mandaba a este par de zorritas. Las bandidas tenían unas enormes nalgas, perfectas para recibir un castigo ejemplar como el que el chico les aplicaba, perfectas para que suene el impacto de la palma de su mano.

Cuando estos preciosos culitos estaban rojos de tal paliza, Tomás pensó que ya habían aprendido la lección. Era momento de una pequeña recompensa

- Hermana Georgia: ay si…

- Hermana Lucia: si, por fin…

Tomas dedeó a ambas al mismo tiempo, no quería meterles la verga todavía, seguía cansado. Usó sus dedos, el objetivo: hacer que se corran para luego dar el golpe de gracia y terminar con ambas…

- Hermana Georgia: ay, más profundo…

- Hermana Lucia: asi, justo así, en círculos…

Hizo presión en ambas, pero esto obviamente no sería suficiente…

- Hermana Georgia: ¿Qué? Que haces

- Hermana Lucia: Tomás mas despacio, tengo un culo sensible

- Hermana Georgia: Suave, por favor, no seas brusco…

Tomás también dedeó el ano de ambas mujeres. “No podrán con esto”

“Ya casi, un poco más y serán mías” pensó Tomás sin dejar de mover los dedos, no era tan sencillo, el muchacho siguió ejerciendo presión en ese par de coñitos, esto también lo cansaba, no era fácil lidiar con dos al mismo tiempo.

Estaban empapadas, ya era el momento…

- Hermana Georgia: Ay me corro…

- Hermana Lucia: lo tienes, no pares por favor…

- Hermana Georgia: no me dejes así, déjame terminar por favor

Lo logró, se corrieron en las palmas de sus manos. No fue sencillo, le dolían un poco las muñecas y los dedos, pero valió la pena.

Tomás vio a ambas mujeres echadas en la cama, realizadas, perdidas en sus orgasmos.

Estaban en un momento de debilidad, “terminemos con esto” les dijo…

- Tomás: esto era lo que querían ¿cierto?

Dijo Tomás sacudiendo su polla en frente de ellas

- Tomás: esto era lo que querían ¿cierto?

- Hermana Georgia: si, si por favor

- Hermana Lucia: Si, por favor dánoslo

- Tomás: respondan, ¿Quién es su hombre?

- Hermana Lucia: Tú, tu eres nuestro hombre Tomás

- Hermana Georgia: Tú eres nuestro hombre, somos tuyas

- Tomás: buena respuesta. Ahora, Hermana Lucia échese en la cama y abra las piernas

- Hermana Lucia: si señor

- Hermana Georgia: pero… ¿y yo?

- Tomás: tu colócate encima de la hermana Lucia, en 4

- Hermana Georgia: Si señor, entendido…

Una vez que se pusieron una encima de la otra, Tomás se colocó detrás, apuntando con su miembro a la vagina de la hermana Lucia

- Tomás: quiero que se besen en todo momento, solo así podré concentrarme para follarme a las dos

- Hermana Georgia: esta…está bien

- Hermana Lucia: de acuerdo hermana Georgia, permítame…

Las mujeres se besaron como lo indicó Tomás, este empezó con la mujer de abajo. Le metió la polla lentamente hasta llenar por completo el coñito de la hermana Lucia, esta mujer estaba todavía sensible, no pudo aguantar gemir…

- Hermana Lucia: ¡AY! Si…por fin

- Hermana Georgia: hermana Lucia…cómo se siente

- Hermana Lucia: increíble, se siente increíble

- Tomás: no les dije que se detuvieran

- Hermana Lucia: si…lo siento…

Las mujeres retomaron su beso y Tomás continúo penetrando a la hermana Lucia. “esta vagina es increíble” pensó Tomás, su polla entraba y salía con facilidad.

Él también estaba sensible por toda la faena que había aguantado durante el día, este era su ultimo esfuerzo y ahora le tocaba también a la hermana Georgia.

Sujetó con ambas manos ese culo y se la metió hasta el fondo a la monja viciosa.

- Hermana Georgia: ¡AY! Como entra, tenía razón hermana Lucia, esto se siente espectacular

- Hermana Lucia: te lo dije, ven, no sueltes mis labios…

“Joder que buen culo tiene esta zorrita” pensó Tomás follandosela a ella también.

Tomás continuo a este ritmo, primero un coñito y luego el otro. Las hermanas estaban en un beso apasionado, con una polla que las perforaba continuamente, era mucha leña para el fuego.

Más pronto que tarde los 3 perversos tuvieron su final feliz. Tomás se corrió dentro de ambos coñitos, las hermanas jubilosas recibieron el esperma del hombre.

La escena culminó con el trio tumbados en la cama, exhaustos. La noche estaba cayendo y Tomás aún no había finalizado sus encargos

El muchacho se vistió nuevamente y también ayudó a las hermanas a arreglar todo el desastre que habían hecho. Les dio un beso a ambas, las mujeres vieron un rostro pálido, casi muerto. Ellas sabían lo que se venía y no podían sentir lástima y disculparse con el joven.

El pasillo era interminable, los mareos y el dolor corporal solo aumentaban las ganas de morir de Tomás. En un estado moribundo recorrió el convento a la vista de las monjas, algunas de ellas esperaban el final del chico, un final que estaba literalmente detrás de la siguiente puerta.

Al cruzarla, otro pasillo, iluminado únicamente por la luz de la luna. Al final de este pasillo se encontraba la mismísima muerte, representada por la Hermana Superiora Angela

- Tomás: por supuesto, tenía que terminar así…

Era momento del encuentro final con la hermana superiora Angela, tenía que ser justo ahora, así siempre lo quiso la hermana superiora Angela. La mujer conocía el estado de Tomás, cansado, adolorido. Era un juego muy sucio por parte de la hermana superiora Angela, pero ella era capaz de todo por las mujeres de su convento.

- Hermana Angela: Buenas noches Tommy

- Tomás: Hermana superiora Ángela, buenas noches

- Hermana Angela: ¿qué ocurre? luces cansado, un ¿día difícil?

- Tomás: ciertamente, fue un día agotador

- Hermana Angela: tonterías, un jovencito como tú de seguro que debe guardar energías para un polvo más

- Tomás: ¿qué?

- Hermana Angela: para un encuentro más, tenemos que discutir algunos temas en mi habitación. Andando

- Tomás: Justamente ahora no puedo acceder a su reunión

- Hermana Angela: no te lo estaba pidiendo, dije andando

- Tomás: estoy ocupado…

- Hermana Angela: ¿ocupado con qué? No te atrevas a mentirme mocoso

- Tomás: …

El muchacho se quedó sin palabras, sin excusas, sin ideas, sin nada. Este parecía su fin, pero detrás de él oiría una voz que sería su salvación…

- Fiorela: ¡Tomás!

- Hermana Angela: ¿Fiorela?

Era Fiorela, quien vino corriendo en bata al rescate de Tomás…

- Fiorela: Hermana superiora Angela, mil perdones, pero tengo una reunión con Tomás ahora mismo, le suplico nos disculpe por no haberle notificado

- Hermana Angela: ¿así? ¿Y de qué trata su reunión?

Fiorela abrió su bata, le mostró su cuerpo desnudo a la hermana superiora Angela…

- Fiorela: él…él me iba a ayudar con mi conversión a ser monja, de verdad lo necesito en este momento…

La hermana superiora Angela no se esperaba esto, con un rostro hinchado en ira caminó hacia los chicos, no podía tolerar esto.

Fiorela en su desesperación tomó la mano de Tomás y lo arrastró corriendo a su habitación

- Hermana Angela: los castigaré a ambos por esto, no olvidaré esto…

Fiorela le salvó la vida a Tomás.

Lo llevó a su habitación y cerró la puerta con llave.

- Tomás: Fiorela yo…

- Fiorela: se que estás exhausto, tuviste un día difícil con esas 3

- Tomás: ¿lo sabes?

- Fiorela: en este lugar las noticias vuelan

- Tomás: lo siento…

- Fiorela: está bien, sé lo que quieres hacer, te apoyo solo…por favor quédate a mi lado

- Tomás: hasta el final, es una promesa ¿recuerdas?

- Fiorela: hasta el final, si lo recuerdo

Finalmente, Tomás cayó en los brazos de Fiorela hundido en un profundo sueño.

Debía guardar fuerzas, todas las fuerzas que pueda.
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heranlu

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Un Convento Lleno de Monjas Lujuriosas – Capítulo 003


Tomás y Fiorela son los chicos nuevos del convento, un convento repleto de monjas lujuriosas que lo tratan como si fuera un niño. Tomás ya ha tenido un encuentro con 3 de estas monjas lujuriosas y parece que la manera de ganarse su respeto es fallándoselas hasta que se rindan.

Tomás despertó renovado, al lado de su querida Fiorela. Él día anterior ella lo salvó pues llegó en el momento en el que la hermana superiora Angela le iba a desafiar estando sin energías y casi deshidratado, se había enfrentado a 3 monjas viciosas, 3 monjas que lo estrujaron y le succionaron el alma.

Tomás abrazó y besó a su querida Fiorela, ambos sabían lo que venía. Fiorela le dio un ultimo beso en la frente a su querido hombre y le deseo toda la suerte del mundo.

El hombre subió las escaleras hasta la guarida de la bestia, el enfrentamiento final, la más ruda de las monjas, la hermana superiora Angela. Se encontró con algunos rostros conocidos por el camino, monjas y sacerdotes que sabían de lo que era capaz, sus rostros preocupados contrastaban con la mirada determinante de Tomás. Este iba a ganar.

Llegó al tercer piso y se encontró con la enorme mujer. 1.90 de altura, de finos cabellos dorados, redondos pechos y caderas anchas envueltos por un habito blanco y negro. De procedencia austriaca era la líder absoluta del convento, dueña de todo y todos los que habitaban su palacio.

- Hermana Angela: bienvenido Tommy, que coraje tienes al presentarte ante mí luego del alboroto que causas en mi convento

- Tomás: Buen día hermana superiora Angela, le repito por enésima vez que mi nombre es Tomás y acerca del “alboroto” que menciona, ellas se lo buscaron, a la próxima deme un reto más difícil

- Hermana Angela: pues aquí está lo que tanto buscas, una vez cruces es puerta ya no habrá marcha atrás, te arrepentirás de haberme desafiado

- Tomás: lo mismo le digo a usted querida hermana Angela

El hombre cruzó el portón, emprendió el camino sin retorno.

La habitación de la hermana superiora era la más lujosa de todo el convento, muebles elegantes y un tapizado de los muebles con telas finas. Tomás ya había visto a la hermana superiora Angela desnuda, pero ahora que no estaba cubierta por la niebla, ahora podía ver más. Su habito estaba confeccionado con una tela más fina que los hábitos de las otras monjas, era una pena que se lo tuviera que quitar para sacar a la luz sus mejores atributos.

- Hermana Angela: quieres convertirte en hombre ¿cierto?

- Tomás: yo ya soy un hombre

- Hermana Angela: ya lo veremos, haremos lo mismo que le hiciste a mis pobres monjas, el ultimo en quedar en pie gana

- Tomás: y del mismo modo, le demostraré de lo que soy capaz y ganaré

- Hermana Angela: tuviste suerte, tus trucos no funcionarán conmigo

- Tomás: ya lo veremos. Si yo gano dejarán de tratarme como a un niño

- Hermana Angela: me parece bien y si yo gano te destruiré, te aventaré a los lobos

- Tomás: ¿lobos?

- Hermana Angela: te arrepentirás de haber entrado a mi casa. Has escuchado lo que algunos curas suelen hacer con sus monaguillos, te pasará exactamente lo mismo, no habrá noche en el que tu ano descanse…

- Tomás: trato hecho

La hermana superiora Angela le extendió la mano para cerrar el trato y Tomás aceptó, sin saber que esto era una trampa. Anteriormente Tomás empezó duro cuando se enfrentó a las monjas, pero ahora este fue tomado por sorpresa.

La hermana superiora Angela cargó al muchacho y lo estampó contra la pared, estrujo todo su cuerpo contra el suyo y lo besó apasionadamente.

- Hermana Angela: ¿esto es lo que tanto querías? Disfrútalo…

Tomás sintió como los senos de la enorme mujer se pegaban a su pecho, sentir los pezones contra su cuerpo lo excitaba y apenas estaban comenzando. Su intento de quitársela de encima no dio resultado así que la abrazó y le continuo el beso esperando que dejara de ejercer presión contra él.

Besar esos besos carnosos elevó la temperatura. El muchacho acarició el suave rostro de la hermana Angela, ella lo besaba de manera intensa y el en cambio estaba calmado. De este modo logró apaciguar a la hermana superiora Angela. Ya no lo presionaba tan fuerte contra la pared así que tenía que aprovechar la situación.

El hombre recorrió los enormes muslos de la hermana Angela, semejante culo era difícil de recorrer por completo. Aplicando mucha fuerza la cargó y la llevó a la cama. Se puso encima de ella y arrebató su habito descubriendo todo ese bello cuerpo. Fue directo a sus tetas, las cuales besó y mordió con hambre…

- Hermana Angela: estas si son unas tetas de verdad

- Tomás: me encantan, son las mejores

Estimuló ambas tetas, quería romper la determinación de la hermana superiora Angela, ablandar a esa mujer dura iba a ser un reto…

- Hermana Angela: asi lo hiciste con las hermanitas Georgia y Lucia verdad

- Tomás: cayeron fácilmente

- Hermana Angela: necesitarás más que eso

Luego bajó por el abdomen firme de la enorme mujer, besando con cariño y bajando poco a poco hasta llegar al tesoro de la monja lideresa.

- Hermana Angela: woah que… ¿Qué haces?

Cambió de un tono cariño a ser brusco y violento, le arrebató el calzón de un solo tirón y la levantó hasta poner su lengua en el coño de la hermana Angela.

- Tomás: Finalmente, esto es lo que realmente quería

- Hermana Angela: entonces hazlo, intenta darme placer

Tomás tenía su cara sumergida en la vagina de la hermana Angela, abrazaba esos muslos, no quería soltar por nada. Recorrió ese coñito, desde los costados hasta meter su lengua hasta el fondo. La hermana superiora Angela había oído que de este modo cayeron las monjas que le mandó al chico, era cierto. La hermana superiora Angela sintió el recorrido de la lengua del chico, sintió un hormigueo intenso cuando llegó a su clítoris, cerró los ojos y se sumergió en un mini orgasmo casi perdiendo el rumbo…

Esto no podía ser así, ella no podía dejarse dominar.

La monja aventó a Tomás, le quitó la ropa con rabia. Luego se colocó encima de él…

- Hermana Angela: haremos las cosas a mi manera…si tanto te gusta el sabor de mi vagina, ten entonces…

La mujer se sentó sobre la cara de Tomás, presionando con sus enormes nalgas, casi ahogándolo. Tomás sencillamente no podía con semejante trasero encima de él, se estaba quedando sin aire.

La hermana Angela no quería matar a Tomás, no ahora por lo menos, solo quería cansarlo. Levantó su retaguardia y observó un rostro colorado del pequeño Tommy. Como sintió un poco de compasión, esta vez apoyó su vagina sobre el rostro de Tomás sin mucha presión para no matarlo, luego se inclinó hacia el miembro de Tomás, haciendo un 69.

Muy predecible por parte del muchacho, abrazar esos muslos nuevamente y comer ese coñito de manera intensa. La Hermana Angela ya se la sabía, la mujer se metió a la boca el miembro del chico.

El chico soltó la vagina de la mujer, experimento una sensación indescriptible en su zona baja. Era hermana Angela quien estaba succionando con fuerza el miembro de Tomás…

- Tomás: ¿qué haces? Más despacio

- Hermana Angela: ¿qué pasa? ¿El chico rudo no puede aguantar una simple felación?

No era una simple felación, la hermana Angela sabía realizar una felación llegando al punto medio entre placer y dolor, motivo por el cual el cuerpo de Tomás no sabía si experimentar agonía o éxtasis.

La hermana Angela masajeó los testículos al mismo tiempo que realizaba la felación. Tomás seguía con el trabajo oral pero no podía contra el doble trabajo que le estaba haciendo la hermana Angela. Tomás lamió intensamente la vagina de la hermana Angela, pero ella, aunque lo estaba disfrutando, lo aguantaba bien. La técnica de la monja fue demasiado para Tomás, la mujer consiguió que el chico se corriera en su boca.

- Hermana Angela: ya extrañaba este sabor, es refrescante…

- Tomás: ya tienes lo que querías…

- Hermana Angela: te equivocas, quiero más…

La madura agitó el miembro del chico, seguía duro. Una vez que probó el sabor del jugo masculino, esta mujer se activaba, se encendía el hambre de sexo de la hermana Angela.

El chico estaba en problemas. En un intento desesperado usó todas sus fuerzas para empujar el enorme culo de la hermana Angela, esta terminó en 4, la posición perfecta para darle la vuelta a la situación.

Con ese enorme culo solo se podía hacer una cosa…

- Hermana Angela: ¡AY!

Resonó en toda la habitación tanto el gemido como el sonido de las nalgadas.

- Hermana Angela: Como te atreves, yo soy tu jefa

- Tomás: sería un pecado no darle nalgadas a este culo…

Una tras otra iba pegándole a esas nalgas, los gemidos de hermana Angela escapaban de la habitación. Tomás pensaba que la estaba dominando, pero no podía estar más equivocado.

- Hermana Angela: las nalgadas funcionaron con Georgia y Lucia ¿cierto? Espero que tengas algo mejor que esto

El chico solo elevó la lujuria de la madura, tenía que probar algo mejor…

- Hermana Angela: ¡Uy! Ok, eso está mucho mejor

Tomás dedeó los dos agujeros de la enorme mujer, estimularla por ambos lados al mismo tiempo tenía que ablandarla, y efectivamente así fue.

Ese masaje al interior de hermana Angela, esas cosquillitas en su coñito eran un deleite para ella. “Después de todo si que tienes tus trucos” dijo hermana Angela, el primer halago sincero que le decía la monja superior.

Cuando la vagina de la hermana Angela ya estaba húmeda Tomás finalmente cumplió la fantasía que tuvo desde que llegó al convento.

Hermana Angela sintió como el chico le metía la verga, estaba muy caliente. La madura hasta el momento estaba concentrada en aguantar lo que le hacía Tomás, pero al sentir como entraba esa polla, cerró los ojos y gozó ese bello momento.

Tardó y tardó mucho la verdad, pero por fin Tomás estaba haciendo gozar a la hermana Angela.

Tomás bajó la guardia al ver como la hermana Angela disfrutaba el momento. El duelo se dejó de lado por un momento.

- Hermana Angela: maldición…chico…

- Tomás: ¿cómo se siente?

- Hermana Angela: joder se siente bien, no puedo creerlo se siente bien no pares

- Tomás: No puedo parar, este coñito es increíble

- Hermana Angela: ¿te gusta? ¿Lo estás gozando?

- Tomás: joder que si lo estoy gozando

- Hermana Angela: es la mejor vagina que has probado

- Tomás: definitivamente…eres la mejor

- Hermana Angela: que bueno que…ay, ay por la santísima

La enorme mujer estaba temblando, el chico estaba a punto de lograrlo, este sujetaba la cintura de la mujer y con pasión penetraba esa vagina. Lo estaba haciendo bien, hubiera seguido así, pero ver a hermana Angela en un momento débil como ese, le dio ternura.

Sin dejar de embestirla, Tomás abrazó a la mujer, masajeando sus tetas y besándole el cuello y la mejilla. Hermana Angela intentó abrazar al muchacho, buscó juntar sus labios con los de él. Ebria el placer la mujer se corrió, el chico consiguió aguantar. La mujer pensó que el chico iba a durar menos que ella, estaba enojada y sorprendida.

Terminaron abrazados en la cama, el orgasmo que experimento hermana Angela la dejó exhausta…

- Tomás: ¿cansado cariño?

- Hermana Angela: solo es un respiro

- Tomás: ¿enserio? Si quieres podemos terminarlo aquí…

- Hermana Angela: DIJE QUE ES SOLO UN RESPIRO

- Tomás: está bien linda, tomate tu tiempo

Seguido de esto el muchacho le dio un beso en la mejilla, la mujer quedó sonrojada, lo abrazó…

- Hermana Angela: tengo que reconocértelo, lo disfruté mucho

- Tomás: a mí también me gustó

- Hermana Angela: no pensé que fueras tan dulce mientras lo hacíamos…agradezco ese detalle

- Tomás: quería que te sintieras bien

- Hermana Angela: yo quería que te rindieras

- Tomás: igual yo, pero verte alegre me hizo cambiar de opinión

La mujer dudaba, no sabía si eran palabras de verdad o si en realidad era otro intento para dominarla.

- Hermana Angela: No sé si me estás mintiendo, igual no puedo reconocerte como hombre, aquí no hay hombres, la Santísima Angela dio su vida para librarnos a todas de esos cerdos…

- Tomás: ¿tienes miedo de que me vuelva como ellos?

- Hermana Angela: …

- Tomás: Cuando llegué me di cuenta que la única manera de demostrarles de lo que soy capaz, es en la cama. Pienso que solo así puedo demostrarles que soy un hombre y quiero que me vean como tal, ya lo logré con 3 de tus monjas…

- Hermana Angela: si te reconocemos como un hombre, eso incentivará a los sacerdotes, se revelarán contra mis niñas, tomarán el control del convento

- Tomás: no quiero el control del convento, quiero hacer mis tareas tranquilo y continuar con mi rutina. Si alguno de los sacerdotes intenta algo tú déjamelo a mi…

- Hermana Angela: no podrías hacer nada…

- Tomás: las manchas que tengo en las mejillas, ocurrieron cuando tenía 18 años, un encargado del orfanato intentó pegarle a Fiorela, agarré la escoba y se la rompí en la cabeza…desafortunadamente él no estaba solo, pero al menos Fiorela logró escapar

- Hermana Angela: amas a Fiorela ¿cierto?

- Tomás: si la amo, me crio desde pequeño y por eso hice de todo para defenderla a lo largo de estos años…

La hermana Angela se puso celosa al oír esto, Tomás no había ganado el duelo, pero si la había enamorado…

- Hermana Angela: tu… ¿tu harías lo mismo por mí, digo, por nosotras?

- Tomás: si me lo pides si, después de todo eres la jefa

La hermana superiora Angela está aliviada de oír esto

- Hermana Angela: bueno, suficiente descanso, nuestro duelo tiene que continuar…

Ambos cambiaron a una mentalidad competitiva. El ultimo encuentro comenzó, es hora de definir al verdadero ganador.

La hermana superiora Angela y Tomás sacaron sus mejores movimientos. Tomás volvió a cogérsela en 4, dándole nalgadas a la enorme mujer. Hermana Angela volvió a torturar de placer al muchacho sentándose en su cara y también cabalgándolo, dándole potentes sentones hasta que se corriera. Tomás aún resistente cargó a la hermana superiora Angela y le metió la verga, sostenerla a esa enorme mujer le quitó mucha energía pero afortunadamente pudo hacer que ella se corriera también…

La hermana superiora Angela fue el reto más complicado para Tomás, pero ya era hora de terminar este enfrentamiento.

Tomás colocó su polla en el dilatado ano de la mujer enorme y presionó hasta tenerla bien adentro…

- Hermana Angela: ¡Ouch! Joder como arde…

Se la metió y sacó rápido para que el dolor se convirtiese en placer. Al cabo de unas embestidas la hermana Angela disfrutó como nunca antes, ayudaba también toda la lujuria que habían desatado anteriormente.

Ambos se echaron de costado en la cama, la hermana Angela abrió las piernas para sentir mejor como entraba el miembro de Tomás. La mujer cerró los ojos y se concentró en lo que estaba sintiendo en el trasero. Su enorme culo siendo azotado por Tomás…

- Hermana Angela: esto es increíble…

- Tomás: puede ser mejor

Tomás dedeó el coño de la hermana Angela, ella no se lo esperaba.

La hermana Angela estaba acabada, comenzó a temblar, apenas tenía energía para mantener las piernas en esa posición. Por otro lado, Tomás estaba embistiéndola a buen ritmo…

- Hermana Angela: ay…ay…más lento

- Tomás: ¿quieres que lo haga más lento? ¿ya no puedes aguantar? ¿te rindes?

- Hermana Angela: JAMÁS…y ni se te ocurra parar

La lideresa del convento era demasiado orgullosa como para rendirse. La mujer aceptó su destino y disfrutó los últimos momentos de este encuentro.

La hermana Angela fue la primera en correrse, gimió tan fuerte que varias monjas y sacerdotes pudieron oírlo, lentamente se fue quedando dormida, disfrutando su ultimo orgasmo.

El único que quedó en pie fue Tomás, completamente exhausto, pero en pie.

Cuando la mujer despertó no lo pudo creer. Fue derrotada por Tomás, fue derrotada por un hombre. Tomás ya estaba vestido y ordenando la habitación de la hermana Angela, la cual había quedado echa un desastre. Recogió también las prendas de la hermana superiora Angela y la ayudó a vestirse y a ponerse en pie, ella al principio no quiso pero el muchacho insistió.

Cuando la hermana superiora Angela se puso de pie, se arrodilló ante Tomás, este estaba confundido, la mujer le suplicó al chico “Por favor no lastimes a mis niñas”, estaba suplicando por el bienestar de las monjas del convento.

Tomás le repitió que el no quería tomar el control ni lastimar a nadie…

Le aclaró esto a la lideresa del convento y luego abrió la puerta para salir de la habitación, nuevamente se quedó en shock con lo que vio del otro lado de la puerta. Un montón de monjas estaban de rodillas, inclinadas ante el muchacho, este se volteo y vio a la hermana superiora Angela también de rodillas otra vez…

- Hermana Angela: de verdad no entiendes la repercusión de lo que acabas de hacer…eres el líder ahora

- Tomás: QUE NO QUIERO…

Tomás rechazó por segunda vez el puesto, esta vez ante todas las monjas que estaban ahí y solo pidió que dejen de tratarlo como a un niño. La hermana superiora Angela lo abrazó y besó, las otras monjas emocionadas se unieron a esta muestra de afecto, Tomás una vez más terminó estrujado entre los senos carnosos de las monjas lujuriosas de aquel peculiar convento.

La rutina de Tomás no cambio mucho después de su travesía con las monjas del convento, estas lo seguían tratando con mimo y cariño, salvo que esta vez si lo llamaban por su nombre: Tomás…aunque la mayoría de las veces se referían como “mi niño” o “mi pequeño”, con el tiempo dejó de importarle este asunto…

Fiorela culminó su entrenamiento para convertirse en monja del convento, se convirtió en una de las monjas más hermosas del convento, algunos afirman que era casi tan bella o más que la hermana superiora Angela.

Tomás tuvo la oportunidad de convertirse en sacerdote de la iglesia, pero prefirió no ir por ese camino, aunque si colaboró en las orgías nocturnas que ahí se desarrollaban, junto a Fiorela y hermana Angela.

Tomás disfrutaba terminar su trabajo temprano y tener tiempo a solas con su querida Fiorela, a veces caminaban por los enormes espacios abiertos del convento o también se les permitía salir de este. Esta parejita disfrutaba su momento a solas, pero había alguien que no disfrutaba como ellos, la hermana superiora Angela. Esta mujer siempre los espiaba a lo lejas, vigilando como se daban amor mutuo, no lo toleraba, quería a Tomás solo para ella…

La enorme mujer fue en busca de lo que según ella le pertenecía. Entró en la habitación que compartía la parejita y esperó a que estos se dignaran en aparecer…

- Hermana Angela: Finalmente aparecen

- Fiorela: hermana Angela ¿Qué sorpresa?

- Tomás: ¿Qué hace en nuestra habitación?

- Hermana Angela: vine a informarles de unos cambios sobre los trabajos asignados

- Tomás: Cambios, por supuesto

- Hermana Angela: así es, Tomás, serás promovido a mi acompañante personal

- Fiorela: ¿acompañante?

- Hermana Angela: por supuesto, ahora que recibiremos más visitas necesitaré a un acompañante especial que me ayude en mis tareas, no puedo administrarlo todo yo sola

- Tomás: tu acompañante personal dormirá en la misma habitación que tú, como una pareja, ¿cierto?

- Hermana Angela: exacto, me alegra que lo entiendas

- Fiorela: no puede hacer eso, Tomás tiene que dormir aquí conmigo, el es mi pareja, así nos asignó

- Hermana Angela: querida, como te dije son una serie de cambios que tienen efectuarse

- Tomás: no puedes hacer esto

- Hermana Angela: Claro que puedo hacerlo, soy la jefa de este convento, pudiste serlo tu pero rechazaste el cargo…

- Fiorela: pues no dejaré que lo haga, no se llevará a Tomás, no tan fácilmente…

- Hermana Angela: ¿me vas a retar a mí a un duelo?

- Fiorela: así es…

La hermana superiora Angela se quitó su habito, sacando al aire su espectacular cuerpo.

- Hermana Angela: enserio crees que puedes luchar contra esto…

Fiorela también se quitó su habito, mostrando sus bellos senos y sus sensuales caderas

- Fiorela: no le tengo miedo hermana Angela

Tomás solo se quedó atónito al ver a dos bellezas enojadas frente a él…

- Fiorela: entonces Tomás, decide, con quien te quedas

- Tomás: yo te elijo…

- Hermana Angela: no seas tonta, es obvio que te elegirá a ti, tiene que ser de otra manera

- Fiorela: como quiera, la que lo haga correrse más veces será su pareja

- Hermana Angela: me gusta como piensas pequeña, está bien, que así sea

- Tomás: yo…creo que debería haber otra manera…

- “TU CALLATE” dijeron ambas mujeres al mismo tiempo.

Un duelo entre la lideresa y la ultima monja del convento estaba a punto de empezar, aunque pareciese que el beneficiado de todo esto fuera Tomás lo cierto es que este par de milfs lo iban a exprimir hasta sacarle la última gota.
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heranlu

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Un Convento Lleno de Monjas Lujuriosas – Capítulo 004


El segundo domingo de abril de cada año en la iglesia de Santa Angela ocurre uno de los eventos más esperados, un evento en donde se confirma nuestra fe una vez más hacia la santísima Angela.

La Divina Orgía es un Festival sexual organizado por la Hermana Superiora Angela. Su alteza nos abre las puertas de su convento a un gran número de feligreses, todos seleccionados y aprobados por ella. Hay aquellos que esperamos esta sagrada fecha y ya es la segunda o tercera vez que asistimos a este evento, otros tienen su primera vez, para los afortunados que asistiremos a este glorioso evento la Hermana Superiora Angela nos ofrece un castillo llena de monjas con un apetito sexual inmenso, monjas muy bien entrenadas en satisfacer morbo habido y por haber.

“Bienvenidos, fieles seguidores de Santa Angela, por favor entre a mi hogar y sean atendidos por mis chicas”

Esas fueron las palabras que la hermosa Hermana Superiora Angela nos dijo cuando se abrieron las puertas de su castillo

“Que la Divina Orgía empiece, disfruten y hagan felices a mis hijas, háganlo por la Santísima”

Tuvimos una cálida bienvenida, un conjunto de monjas calientes que nos atendían a todos, parecía como si ellas estuvieran más excitadas que nosotros los visitantes, cual será la preparación especial que les da la hermana superiora Angela, lo desconozco la verdad.

Estas monjas nos llevaban a los enormes salones que tenía ese convento, pude contar como 4 o 5, el lugar era inmenso. La atmosfera de ese lugar liberaba tus instintos más primitivos, tu deseo de querer follar. Cada salón tenía una atracción en el centro, un pequeño aperitivo para entrar aún más en la temática

La atracción central del salón en el que estaba era un trío entre 2 curas con una monja, porque si, habían curas también, al festival venían personas de todo tipo, hombres, mujeres, gais, lesbianas, transexuales, el convento estaba listo para atenderlos a todos, así lo habría querido la santísima Angela.

La monja que estaba en centro del salón, recibiendo el cariño de esos dos sacerdotes, se llamaba Raquel, tenía lindos pechos, una lencería con bordados debajo de ese habito y una mirada pícara. Era una mujer que sabía lo que quería de ti, vendría a tomarlo y seguiría así con el siguiente.

Todos en el salón teníamos una monjita cariñosa, pero nuestras miradas no podían separarse de Raquel. Era muy caliente como esos dos curas la manoseaban, le jalaban el habito hasta desvestirla por completo, tocaban sus pechos, le besaban el cuello, la boca, recorriendo todo su cuerpo en un juego por ver quien dominaba a quien.

Ella los dominaba a ambos, esta veterana era un arma letal, si tenías la buena o mala fortuna de caer en sus brazos ibas a terminar acabado totalmente.

La mujer les hizo una felación a estos dos curas, tenía una maestría en ello, se los chupaba tan fuerte que vi como en pocos minutos estos dos hombres terminaban sudando, apenas estaba empezando, Raquel por su parte seguía radiante, fresca, como si les chupara la vida a esos dos…

Uno de los curas se colocó detrás de ella, a ver si metiéndosela calmaba a la bestia. Sin lubricar ni nada, el hombre se la clavó hasta el fondo de golpe

“uff que bien se siente” Dijo Raquel

El hombre la penetró con fuerza, la nalgueo, le dedeó el culo. “esta perra es insaciable” dijo el hombre y no se equivocaba. El otro cura se follaba la hambrienta boquita de la monja, ella encantada recibía este regalo y lo chupaba con gusto. Desde mi posición vi la expresión en el rostro de Raquel, estaba plena, disfrutando, era su lugar feliz, los otros hombres estaban casi muriendo

“No puedo aguantar más” dijo el hombre mientras se corría por segunda vez en la boca de la veterana

La insaciable mujer recibía con gusto la leche que estos ya cansados hombres le ofrecían… “No me digan que ya se cansaron” les dijo toda risueña

Uno de los curas terminó tumbado en el piso, fuera de combate. El otro tratando de conservar su honor, cargó a Raquel y colocó su polla en el ano de la mujer…

“Uy por ahí, ¿Enserio?... Vamos hazlo” Dijo la mujer, riéndose de su amante.

El hombre agotó sus últimos recursos cogiéndose a Raquel por el ano.

Toma esto guarra” Dijo el cura, dando su último aliento

“¿Es esto o castigo o una recompensa?” replicó Raquel, burlándose del hombre…

Todos en la sala vimos como aquel hombre lo dio todo con tal de que esa bestia insaciable cayera. Todos queríamos estar en su lugar, dándole por el culo a esa veterana…o bueno alguno no.

Raquel, siempre con una sonrisa pícara, disfrutaba del placer del sexo anal, sabia tan poco de esta mujer, pero diría que esto era lo que más le gustaba, que monjas más extrañas había en este convento.

Era una muerte segura, el cura se corrió dentro del culo de la monja Raquel, el hombre terminó rendido en el piso. La mujer se limpió y se colocó su habito, lista y en busca de su siguiente víctima.



El siguiente fue un rostro ya conocido por muchos, el boxeador más conocido de esta ciudad, Theodor Jonhson. Un hombre letal, rico, mujeriego y con la cábala de tener sexo con varias mujeres días u horas antes de su siguiente pelea, el motivo principal de porqué estaba aquí y ahora.

Raquel y Theodor cruzaron miradas, un verdadero choque de egos. Theodor la miraba y acariciaba, era un predador analizando a su presa. Pero se trataba de una presa peligrosa.

Que fiera tenemos aquí, ¿lista para conocer a un verdadero semental?” le dijo Theodor a Raquel, mala elección…

“¿Un verdadero semental? De esos ya no existen” Replicó Raquel… “serás dotado, pero con esa cabeza vacía no la sabrías usar, no podrías contra mí” añadió la veterana

“No solo podría contigo, podría con todas aquí” respondió un enfurecido Theodor

“Entonces… ¿no te molestara que traiga a una amiguita?” dijo Raquel

“mientras más mejor, tengo para todas” respondió Theodor

Grave error, Raquel trajo como aliada a Judith, una monja morenaza que tenía casi la misma antigüedad que ella, pero que también era una experta matadora de hombres, una verdadera negra culona que ahorcaba a todos los que caían en sus garras.

El luchador tomó a sus dos perras y las llevó a uno de los sofás de cuero negro, las mujeres de fe dieron un pequeño rezo a la santísima Angela, pidiendo fuerzas para acabar con este insolente.

El hombre no respetó nada, tomó a Judith y la besó en la boca, acarició esos negros pechos, “que brusco eres, más despacio” dijo la morena, “con gentileza no se derriba a los rivales” dijo Theodor.

Judith se encargaba de la parte de arriba, mientras tanto Raquel le quitó el pantalón de buzo a Theodor. Ambas estaban coordinadas, querían excitarlo y derribarlo tan rápido como fuera.

Esta era la estrategia de estas guarras, atender rápido a los hombres para que se fueran y puedan entrar más, el vino y los aperitivos que repartían tenía un efecto vigorizante, vino que tomaban los invitados como los anfitriones, estas mujeres también querían estar calientes, era un festival del descontrol.

Raquel succionaba con ganas esa polla, estaba más excitada que cuando lo hizo con los 2 curas, Theodor era un verdadero dotado, apuesto a que Raquel lo gozó de verdad…

“No tan rápido fiera, no creas que no me doy cuenta de lo que intentas hacer” dijo Theodor, con una mirada maligna, sorprendiendo a Raquel.

El hombre no iba a permitir que estas 2 putas lo hicieran venirse antes que ella. Theodor cargó a Raquel y la tiró contra el sofá, le abrió las piernas y la penetró

“ay, cabeza hueca más despacio, me haces daño” dijo Raquel

“eres una perra, me gusta ser duro con las perras” le dijo Theodor, en un tono enojado

Era la primera vez que vi a Raquel en problemas. La mujer gemía, gemía genuinamente, se nota que lo estaba gozando, pero estaba en problemas.

Parecía que era una victoria más para el boxeador, Raquel ya estaba muy mojada y en cualquier momento se iba a correr…

“Ay…no es justo, a mi me tienes olvidada” dijo Judith, mientras se tocaba al otro lado del sofá

“no me distraigas puta” añadió Theodor, mientras seguía perforando a Raquel

“¿no que muy macho? ¿no que podrías con todas?” mencionó Judith, retando a Theodor, dándole en su orgullo, una provocación fácil…

El hombre dejó a Raquel y fue por la morenaza

“ponte en 4 negra puta” exigió Theodor. La morena había enojado a la bestia y ahora tenía que pagar las consecuencias.

El hombre le rompió el culo a la monja negra, esta mujer estaba en su paraíso, literalmente sacrificó el culo para que Raquel se recuperara.

Theodor hizo sonar el culo de Judith de tan potentes embestidas, luego vinieron las nalgadas, con las mismas manos que usaba en el ring…

“ay oye…te estas pasando” dijo una adolorida Judith

Fueron intensos y dolorosos momentos para esta negra culona. El hombre finalmente se corrió dentro del coñito de Judith, la mujer terminó destrozada y rendida en el sofá, no pudo predecir que recibiría un duro golpe por la espalda…

“¿eso es todo lo que tienes?” fue lo que dijo una enfurecida Raquel, nuevamente con la meta de acabar con este cabeza hueca, Theodor seguía en pie, pero por más que quisiera ocultarlo, Raquel notó que ya estaba cansado.

La mujer se puso en 4 y alzó el culo, Theodor dio un profundo respiro y más profundo se la metió a la veterana. Raquel notó que el boxeador ya no le daba con tanta fuerza, la batalla estaba ganada…

Siguieron follando, Judith encima del boxeador, ambas chupándosela nuevamente, Raquel cabalgando al toro, Theodor hizo un gran papel con esas dos guarras, se corrió un par de veces más dentro de estas perras, azotando esos coños viciosos como todo un campeón. Sin embargo, cuando tocó la campana el luchador terminó desplomado en el suelo.

El resultado final de la pelea: Theodor mordió el piso, Judith desplomada en el sofa y la única que quedó en pie fue Raquel.

¿Cómo es posible? ¿Cómo esta gran puta sigue con ganas de coger?

No se iba a detener hasta que todos los hombres de la sala terminaran como el pobre Theodor, mordiendo el suelo.



La fiesta siguió, claro que siguió, cómo lo había anticipado Raquel acabó con todos nosotros. Yo terminé inconsciente y también en el suelo al igual que muchos. Me desperté, me vestí y estaba dispuesto a irme, ya había tenido suficiente de estas monjas locas.

Cuando estaba en el pasillo una chica me jaló del brazo, me dijo que tenía una tarea que hacer, un pedido especial de la Hermana superiora Angela.

La chica me lo pidió varias veces, así que terminé aceptando, una más no haría daño.

“estamos seleccionando a los clientes más inofensivos para que puedan estrenar a nuestras monjitas primerizas” dijo la chica

“Inofensivos” eso me dolió un poco, pero me dio curiosidad cogerme a una de estas monjas novatas, así que no repliqué.

“esta es una monja muy especial para la hermana superiora Angela, trátala bien o te cortaremos el pene” dijo la monja, habría que ir con cuidado supongo…

La chica me llevó a la recamara de esta monja primeriza, se llamaba Fiorela, era muy bella. Se presentó ante mi muy amable y me invitó a que me siente en su cama con ella.

Nos abrazamos y la besé, tenía unos finos labios y una sonrisa encantadora…

“voy a bajarte el cierre del pantalón, perdona si no lo hago bien, estoy algo nerviosa”

Dijo la monja novata, le dije que estaba bien y que no importaba. Me esperé una mamada normal, algo que una primeriza hiciera, me equivoqué. Esta mujer me la chupaba increíblemente bien, ¿en qué puto sentido era primeriza?

Tenía buena técnica la condenada, era como si llevaran en los genes todas las habilidades para el sexo, no me sorprendería la verdad.

Hice fuerza y aguanté todo lo que pude, afortunadamente funcionó…

“Ay…no hice que te vinieras, tu ganas esta vez” dijo Fiorela

Se puso de pie y aproveché para acariciar su bello cuerpo, tenía unas tetas pequeñas, pero lo compensaba con un enorme culo que me volvía loco.

“¿Te gusta esto cierto travieso?” me dijo Fiorela con un tono juguetón

“de verdad me encanta” respondí a la novata chica…

Se notaba que Fiorela era nueva en el negocio, tenía la técnica, pero no estaba muy metida en el ambiente, no sería yo quien le enseñe sobre ello, a mi ya me había cautivado, era difícil ser duro con ella.

Entre besos y caricias logré quitarle el habito, pude ver por fin ese culo hermoso que me quería comer.

“ay…si…que bien se siente” dijo Fiorela mientras le comía el coño, recorrí todo su sexo mientras ella gemía, oírla solo me ponía más guarro.

Sus gruesas piernas me volvían loco, las recorrí todas, quería disfrutar el momento, a Fiorela no le habían enseñado lo de atender rápido a los clientes así que me aproveche de eso por un momento.

“por favor, usa mi cuerpo” dijo Fiorela, la chica se puso en 4 y abrió su vagina con los dedos.

Yo gustoso acepté la invitación. Se la metí despacio hasta tenerla completamente dentro, era un buen coño…

Al principio fui gentil, pero teniéndola en frente no pude evitar volverme violento, las embestidas no tardaron. Era muy linda y yo quería darle duro a su enorme culo.

“Ay…Ay…no pares” gimió Fiorela, bajé la mirada y noté su enorme culo siendo ensartado por mi polla, de verdad me sentí tentado a nalguearle, pero hacerlo quizá me costaría la verga…no era un buen trato la verdad.

Fiorela luego hizo que me sentara el sofá, se colocó encima de mí y cabalgó mi polla, me dio unos buenos sentones. Yo no me quería quedar atrás, dedee su peludo coñito para calentarla más, toqué todo su sexo hasta en entrar el punto donde se volvería loca…

“uff…si justo ahí” gimió la novata…

Mis dedos fueron demasiado para ella, no me importaba, yo quería todo de ella en ese momento.

Sentí como se humedecía poco a poco. Aproveché mi oportunidad, la tomé por la cintura y le dí con fuerza, con todo lo que tenía, este encuentro era mío

“Ay, me corro, me corro” dijo la monjita mientras se empapaba toda, pude hacer que se viniera antes que yo, me sentí increíble…

“Eso se sintió muy rico” dijo la mujercita, echada sobre mí, bañada en éxtasis…

“de verdad que se sintió increíble” le dije, mientras la abrazaba, sentía la suave piel de su bello cuerpo

“bueno, ¿listo para el segundo Round?” dijo la chica con una bella sonris
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heranlu

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Un Convento Lleno de Monjas Lujuriosas – Capítulo 005


El festival más esperado por los parroquianos, la reunión donde los más fieles estaban convocados a confirmar su fe un año más, la Divina Orgía, estaba en marcha. Todo estaba saliendo como la hermana superiora Angela lo había planeado, hombres y mujeres entrando a su castillo, entregando su lujuria, sus necesidades básicas y su enorme diezmo a la santa casa del placer.

La inocente Fiorela participó en este evento, como parte de su preparación para ser una monja oficial del convento. Tuvo una sesión tranquila con uno de los fieles a la iglesia, solos en uno de los cuartos privados del convento.

La Hermana Angela, la organizadora de este evento, tenía la idea de iniciarla en una orgía, cómo iniciaron casi todas sus monjas. Sin embargo, por un pedido especial, de alguien especial para ella, se le asignó una tarea más ligera por ser su primera vez.

La monja líder estaba molesta por esto, molesta con ella misma por haber aceptado este pedido de trato especial para alguna de sus monjas, pero no se iba a quedar con las ganas, esta perrita novata debía tener un inicio adecuado.

Cuando Fiorela se estaba en las duchas recibió un llamado, una monja le había dado su segundo encargo, Fiorela se colocó su lencería y su habito de monja y encantada fue a su encuentro.

La nueva cita era en una de las capillas. La chica entró y vio a dos hombres mayores de rodillas rezándole a la Diosa Ángela.

Su segunda misión era un trío con 2 viejos, esto encajaba con el pedido especial de su amigo…más o menos. Seguía siendo una tarea suave, esos 2 viejos devotos eran seres tranquilos, no iban a destrozar a Fiorela, creo…

Los señores eran Don Abel y Don Vásquez, dos parroquianos veteranos, leales y puntuales a todas las orgías organizadas por la hermana Ángela.

La Monja se arrodilló y se puso a rezar al costado de Don Abel. Los viejos la vieron, impresionados por la dulce apariencia de Fiorela, un caramelito para estos dos viejos pervertidos…

- Don Abel: niña bella, eres nueva ¿cierto?

- Fiorela: si, es mi primera vez participando en el festival

- Don Vásquez: ¿es tu primera vez también?

- Fiorela: no no…yo hace tiempo que tuve mi primera vez

- Don Vásquez: ¿dices que eres buena entonces?

- Fiorela: Soy muy buena haciéndolo

- Don Vásquez: Entonces no habrá problema si me lo demuestras

La mujercita se puso de rodillas ahora frente al viejo, le bajó el pantalón y se metió esa polla a la boca…

- Don Vásquez: muy atrevida, ni juego previo ni nada

- Fiorela: Cuando me retan yo me lo tomo enserio

Fiorela tragó esa polla intensamente, ahora el viejo tenía que tragarse sus palabras…

- Don Vásquez: ok, reconozco que me equivoqué, la Alta Angela si que sabe criar a sus chicas malas

Ni con esas palabras la chica soltó esa polla, siguió masajeando el miembro del señor mayor hasta que se rindiera ante ella, tal y como su maestra la había instruido.

“Tu primer golpe siempre debe ser con la lengua, y si puedes acabarlos solo con eso no lo dudes”

Esas palabras eran ley para todas las monjas del convento. Don Vásquez estaba a punto de acabar, para su suerte su compañero Don Abel intervino para

- Don Vásquez: la alta Ángela la ha entrenado bien…joder cómo lo haces…

- Don Abel: quizá…pero no le ha enseñado a rezar. En ocasiones anteriores las divinas orgías empezaban con las monjas rezando sin sus hábitos

- Don Vásquez: es cierto, hay que respetar las viejas tradiciones

Fiorela accedió al pedido de los viejos. La chica soltó la polla de Don Vásquez, estuvo a punto de acabarlo.

Se puso de pie y frente a estos dos viejos cerdos se quitó el hábito, mostrándoles su sostén blanco y sus lindas bragas con diseño ornamentado. Lo modeló para esos dos cerdos, ellos tocaron su bello cuerpo, una joven silueta que los rejuvenecía.

Los besos volaron en este trío, los viejos besaron su cuello, sus hombros y su boquita seductora. A Fiorela le gustaba esto, pero no podía decírselos, ella lo tenía que disfrutar y al mismo tiempo acabarlos antes de que ellos la acaben a ella.

- Don Abel: fue un buen inicio, pero ya es hora del plato fuerte

- Don Vásquez: es cierto, tienes que quitarte todo linda, así lo indica la Santa Angela

Era un decreto de la Santa Angela que todas sus hijas estén desnudas si iban a tener sexo en las capillas. Fiorela no quería desobedecer las viejas tradiciones así que se quitó el sostén y el calzón.

Don Abel se bajó los pantalones y tomo asiento en una de la silla del convento, era su turno de probar la boquita de Fiorela.

Siguiendo el juego, Fiorela fue gateando hasta las piernas de su macho, apretó fuerte la polla de don Abel, la sacudió para que se pusiera bien dura antes de metérsela a la boca…

- Don Abel: Ay por la santísima, tenías razón Vásquez, esta muñequita tiene una boca muy atrevida

- Fiorela: ¿ustedes dos no pueden resistir ante una linda chica como yo? Esto será muy fácil

- Don Vásquez: ya vas a ver

Mientras Don Abel recibía una mamada por parte de Fiorela, don Vásquez se colocó detrás de ella, apretó las enormes nalgas de la chica…

- Fiorela: ya quieres mi tesorito ¿cierto?

- Don Vásquez: lo quiero todo

Metió dos dedos en la vagina de la chica, masajeó todo su sexo mientras babeaba por ver semejante culo. Un par de palmadas resonaron en toda la capilla

- Fiorela: ay oye…

- Don Vásquez: eres una niña malcriada, atrevida, debo enseñarte modales

El hombre mantuvo el ritmo, la mujercita empezaba a calentarse, su sexo se estaba humedeciendo. Esta fue la señal para don Vásquez. El hombre con la polla bien dura la colocó en la entrada de ese coñito y presionó fuerte hasta tenerla dentro.

- Fiorela: SANTO DIOS

- Don Vásquez: así se educa a una rebelde, tú quieres ir rápido con nosotros, nosotros iremos rápido contigo

Don Vásquez sujetó fuerte las caderas de la chica y le dio unos buenos martillazos al coño de Fiorelita. El hombre demostró sus años de experiencia, los años que pasó tumbando a múltiples monjas, haciendo que se corran a chorros sin parar…

- Fiorela: JODER…sí que pegas duro…

- Don Vásquez: ¿te gusta?

- Fiorela: Se siente muy rico, pero…me estas…me estas…

- Don Vásquez: ¿qué pasa? ¿No puedes aguantar el ritmo de este viejo?

- Fiorela: Tú maldito…

- Don Abel: menos hablar y más chupar

Don Abel tomo por los cabellos a Fiorela y le metió toda su polla en la boca.

- Don Abel: joder que bien lo chupa esta bandida

Era un ataque doble, demasiado para la pobre Fiorelita. La chica se concentró, intentó presionar la polla de Don Vásquez con su vagina, pero el veterano se la había metido duro y sin descanso, por adelante Don Abel estaba follandole la boca, estaba babeando de tantas embestidas que le hacía. La chica se quedó sin tiempo para pensar, sin poder hacer nada.

En un intento desesperado escupió la polla de Don Abel, tomó un respiro que le duró poco…

- Fiorela: ¡AY! ¡NO PUEDE SER!

La monja comenzó a chorrear mucho más de lo normal, el viejo don Vásquez lo había logrado, había hecho que Fiorela se corra. Una sonrisa cruel se dibujó en su rostro, vio el coñito mojado de la chica, pensó en seguir follandosela hasta terminarla de una vez, pero al ver su rostro prefirió no hacerlo.

En un acto de compasión, el hombre sacó su polla y se levantó.

- Don Vásquez: eso si que estuvo bueno, tomaré un descanso e iré por unas bebidas, continúen sin mi…

La chica seguía en el suelo, exhausta, inmóvil. Don Abel la sentó en la silla e hizo que abriera las piernas…

- Fiorela: no…no más

- Don Abel: voy a limpiarte

El hombre limpio las piernas de Fiorela, su abdomen, pasando por su sexo.

- Fiorela: ¿Por qué se detuvo?

- Don Abel: ¿Vásquez? Creo que le gustaste jeje

- Fiorela: ¿enserio?

- Don Abel: puede ser, también puede ser que ambos ya tuvimos nuestra época donde hacíamos llorar de locura a las monjitas de Santa Angela

Mientras decía esto el hombre terminaba de limpiar el sexo de Fiorela. Don Abel vio el lindo coñito de Fiorela, con sus pulgares abrió esos labios jugosos y no pudo evitar meter su lengua…

- Fiorela: ¡Ay!

- Don Abel: lo siento, es que no pude evitarlo

Este masaje que Don Abel le hacía a Fiorela era muy reconfortante para la chica, un suave descanso antes de continuar con la faena.

- Fiorela: uff se siente bien

- Don Abel: Me alegro que te guste

- Fiorela: a ti… ¿a ti te gusta?

- Don Abel: por supuesto que me gusta

- Fiorela: me alegro…es mi tarea complacer a nuestros visitantes…

Ahora que había descansado un poco, Fiorela estaba lista para volver a la acción,

- Fiorela: Acompáñeme a rezar…

- Don Abel: con mucho gusto

- Fiorela: pero…recemos como se hacía antes…

- Don Abel: claro que si…encantado

Fiorelita se paró frente al altar de Santa Angela, detrás de ella estaba Don Abel, desnudo. La chica junto sus manos para elevar plegarías a la santísima Angela y por detrás Don Abel sujetaba las suaves nalgas de la chica.

El hombre entró en su vagina, con delicadeza…

- Don Abel: ¿Cómo se siente?

- Fiorela: muy rico, por favor no pare…

La parejita disfrutó su momento rezando en la capilla, eventualmente llegó Don Vásquez con 3 copas de vino para animar de nuevo la fiesta, así fue como culminó la participación de Fiorelita en su primera Divina Orgía, acompañada de 2 veteranos, aprendiendo un poco más como eran las cosas en este sagrado convento.

Cuando por fin terminó su trabajo Fiorela se colocó su habito negro y se dirigió a su habitación, le costaba caminar, los efectos afrodisiacos del vino que trajo Don Vásquez le habían pegado muy fuerte.

Caminando por el pasillo dio un tropiezo, pero afortunadamente hubo alguien ahí para detener su caída.

- Fiorela: per…perdón

- Cura Jonatan: no pasa nada, ¿estás bien?

- Fiorela: si…solo un poco mareada

- Cura Jonatan: de seguro te esforzaste mucho, una linda chica como tú debe haberlos acabado

- Fiorela: jaja si, más o menos

- Cura Jonatan: espero que a la próxima nos toque trabajar juntos

- Fiorela: sería lindo, si

El hombre que acompañó a Fiorela hasta su habitación era uno de los curas del convento, alto, calvo, con un aura inofensiva. A Fiorela le pareció un buen tipo, dulce y amable, no podía estar más equivocada.

El extraño cura luego fue a uno de los salones principales, vio que el ambiente estaba apagado, los clientes la mayoría cansados o desanimados, las monjas de igual manera, apenas interactuaban con los parroquianos.

El hombre entró junto a dos monjas con un habito corto y casi transparente, se colocó en el medio de la sala y les gritó a todos: “¿es esta la Divina Orgía? No lo parece”.

El hombre procedió a besar a sus dos acompañantes. Les comió la boca, les apretó los pechos, las jalaba de los pelos, les daba nalgadas. Esto ya no era un incentivo para que los demás se animen, él estaba haciendo lo que quería con sus monjas.

- Cura Jonatan: suficientes perras, de rodillas, es hora de chupar…

Las 2 monjas siguieron sus ordenes justo como un par de perras entrenadas, el cura se bajó el cierre y con su enorme polla comenzó a golpearle en la cara a esas dos viciosas.

- Cura Jonatan: Aún no les he dicho que chupen, ¿tengo que castigarlas antes de tiempo?

Los demás hombres del salón vieron esto y quedaron asombrados por como este cura se imponía ante estas dos monjas hambrientas…

- Cura Jonatan: Ahora si…pueden comer

Dicho esto, las monjas comenzaron a comerse la enorme polla del cura. Todos estaban boquiabiertos por cómo este hombre las tenía con la correa bien apretada al cuello…

- Cura Jonatan: Ellas están aquí por ustedes, estas perras hambrientas los quieren a ustedes, quieren que se corran y se vayan, demuéstrenles de lo que son capaces infelices.

Las puertas se abrieron y entraron monjas con hábitos transparentes, con lencería y algunas desnudas. Los parroquianos volvieron a la vida luego del discurso de este cura pecaminoso.

Las monjas se emparejaban con los clientes, había para todos, por el momento. Volvieron los besos, las caricias, las felaciones…las nalgadas, las cachetadas, los jalones de cabello. Algo era diferente, el ambiente romántico del principio se había vuelto más violento, más rudo. Todos inspirados por el nuevo líder de la fiesta…

- Cura Jonatan: ustedes 2 perras, ya han comido suficiente, en 4 ahora…

Las chicas temerosas obedecieron a su amo.

- Cura Jonatan: tengo que santificar estos culos desobedientes, que fastidio…

El cura les dio fuertes nalgadas a semejantes culos, las chicas gemían y aceptaban su justo castigo. El cura dedeó esos coños, profundo e intenso, presionó fuerte los sexos de sus dos pobres monjitas.

Las chicas gemían entre dolor y placer, suplicando que pare…que se las metiera de una vez, pero ellas no tenían la decisión aquí.

- Cura Jonatan: se acabará cuando yo lo decida, y más les vale que aguanten o será peor…

El hombre siguió presionando esos coños, los presionaba y los estimulaba al mismo tiempo, las chicas confundidas entre el dolor y el goce solo querían que se detuviera, pero no lo iba a hacer.

Fue demasiado para ellas, las dos pobres monjitas se corrieron…

- Cura Jonatan: que decepción…

Dijo el cura, acto seguido las nalgueo por desobedecerle. Todos miraban estos actos de dominación absoluta, se animaron a replicar lo que el cura Jonatan estaba haciendo con esas frágiles muchachitas.

- Cura Jonatan: pónganse una encima de otra, les daré lo que tanto quieren par de zorras

El cura nuevamente les dio un par de nalgadas a esos culitos luego les dio lo que tanto ansiaba. Las monjitas mostraban una sonrisa de puro placer cuando sentía la polla del cura. Este hombre se las metía con fuerza y alternando

- Cura Jonatan: putas novatas ya me han fallado una vez, más les vale que no lo vuelvan a hacer

Dijo el hombre mientras seguí sodomizando a esas pobres chicas. El hombre siguió sodomizando a estas pobres monjitas, enseñándole a los feligreses cómo se hace.

En un momento vio a todos los feligreses domando a las monjas. Esto dibujó una enorme sonrisa en su rostro, el hombre dejó a ese par de monjas y las entregó a 2 parroquianos hambrientos que, así como él, continuaron con el castigo de las pobres mujercitas

Su plan había salido mejor de lo que esperaba, el gran salón se llenó de feligreses, sobrepasó su capacidad máxima. En un momento encontró a 5 parroquianos que no estaban siendo atendidos.

Ante esto el cura Jonatan cogió a una de las monjitas que se estaba retirando de la sala. Su trabajo aún no había terminado. Le apretó las nalgas, los pechos, la mujer estaba bien buena, aunque muy cansada por su jornada cumplida, pero esto poco le importó.

El hombre tomó a esta cansada mujer y se las entregó a estos hambrientos hombres…

Cuando la pobre mujer cayó en las manos de estas hienas entró en pánico. Estos 5 caballeros entrados en locura, manosearon todo su cuerpo, sus pechos, sus nalgas, eran en total 10 manos que querían algo de ella.

No sabia por donde defenderse, ella solo quería descansar, pero ellos no le dejarían chance. Los tocamientos venían de todas partes, los besos, las cachetadas.

Entre los 5 la inmovilizaron e hicieron que levante el culo y baje la cabeza. Cuando por fin se aclararon, uno se colocó delante de la chica y otro detrás, la chica vio en frente de ella una polla erecta y sintió como se frotaba otra con sus nalgas. Así estos 5 señores descargaron toda su lujuria en una sola muchachita del convento.

La gente seguía entrando a los salones y era el cura Jonatan quien los juntaba en grupos de 3, 4 o 5 y a cada grupo les daba una o 2 monjas. Su cruel plan de sobrecargar a las pobres chicas estaba siendo efectivo.

El cura preparaba a las monjitas, las acariciaba al inicio, las besaba, para luego sorprenderlas metiéndoselas fuertemente. En este estado de confusión y cansancio el cruel hombre se las entregaba a los grupos de feligreses hambrientos, ellos terminarían el trabajo.

Todos los feligreses estaban contentos, cada uno en su grupo azotando a una zorrita. El trabajo del cura estaba hecho por el momento.

Mientras recorría el salón se encontró con una monja joven, echada sobre una de las mesas, como todas las chicas de la sala estaba exhausta, descansaba hasta que le llegara su momento. El cura Jonatan se sentó en la mesa al costado de la chica, le acarició la pierna...

- Monja: me toca a mí también ¿cierto?

- Cura Jonatan: tranquila, parece que ya todos están siendo atendidos

- Monja: mis hermanas…

- Cura Jonatan: solo hice lo mejor para el convento

- Monja: están sufriendo… ¿valió la pena?

- Cura Jonatan: Todos en este convento hemos hecho sacrificios así alguna vez

- Monja: ¿te sientes bien por ello?

El cura Jonatan se colocó encima de la monjita y la besó…nunca respondió su última pregunta.
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