Relatos cortos para pasar la navidad

Jugodevida

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UNA NAVIDAD EN EL PUEBLO

Mi viejo nos dejó hace más de diez años y, como tenía mucha pasta, mi madre se quedó el piso, que luego cambió por otro más pequeño, una torre en la Plana de Vic y una pensión vitalicia, pero no por ello dejó de trabajar, aunque cambió su turno por el de noche. Eso hace que por la mañana duerma y por la tarde salga por ahí, que ella dice que aún necesita alguien que la consuele.

Yo sólo estoy en Barcelona el fin de semana, pero apenas la veo.

Pero en Navidad, aunque es una época fuerte de trabajo, nos cogemos 10 días y nos vamos a la torre. Ella dice que sólo así logra librarse de sus néuras.

El pueblo aburre hasta a las ovejas, por lo que se impone una salidita nocturna.

Con gran sorpresa me enteré que en la carretera de BCN, un poco hacia las afueras, habían abierto 2 grandes bares musicales. A pesar de la rasca que pegaba (20 de diciembre), me dirigí hacia allí.

Por lo oido, estaban muy cerca el uno del otro. Entré en el primero y ví que era enorme y que habían pocos caretos conocidos. O eran gente de fuera o eran nuevos, pero estaba tope de agobiante, así que me abrí hacia el segundo, que estaba algo menos lleno, aunque había mogollón de gente.

Era una nave industrial reconvertida a bareto o algo por ese estilo. El camarero me dijo que pasase hacia dentro, que ha- bía más sitio.

Me fuí al final de la barra y encontré un taburete libre y, cuando iba a sentarme, el pavo de al lado me paró y dijo: – Espera tío que te mancharás. A unas pavas que estaban aquí se les ha derramado el cubata. Llamó al camarero para pedirle un trapo y me lo dió para secar el taburete. Me fijé al girarme, que el tío estaba de vicio, a pesar de llevar una pata escayolada, recorrí con la mirada toda su cara y todo su cuerpo. Guau !. De muerte !.

Aparentaba unos 23 ó 24 años y estaba muy moreno, ese moreno de nieve que a mi tanto me atrae.

El pavo empezó a cascar conmigo. Lo primero, presentarnos , él se llamaba Míguel. Al poco me dijo que iba al meódromo . Yo también tenía ganas y le acompañé. Lo que no suponía era el tipo de meadero que se gastaban allí. Un rincón largo en forma de L y ningún tabique que separase a un tío de otro .

Me pidió si no me importaba que se apoyase en mi hombro, ya que a la pata coja le costaba mantener el equilibrio y se la sacó, tras el me la saqué yo y empezamos a mear. Noté que con el brazo ejercía una fuerza sobre mi cuello que me forzaba a girar la cabeza hacia él y hacia abajo, a lo cual no me opuse en absoluto…

Vi un rabazo de película, y eso que yo no gasto un mal nú- mero, pero aquello me superaba. Terminamos y volvimos al local. El empezó a contarme que había quedado semanas antes con sus primos, ya que padres y tíos estaban de viaje, en reunirse en la torre de los tíos. El fin de semana anterior a pesar de ser monitor de sky, se jodió la rótula al pasar sobre una raiz enterrada en la nieve y tenía para semanas. Los primos se habían ido a una disco de Vic y él se había quedado sólo.

Me contó que fisgando había encontrado unas pelis porno de sus primos y que al ponerse muy excitado, decidió, a pesar de la muleta, que lo mejor era salir. Me dijo también que , a pesar de todo y, visto que sus primos no volverían antes de las 6, se volvía a la torre para continúar con las pelis porque las echaba en falta.

– Te quedas, me preguntó ?.

Yo le dije que aquello era pelín aburridillo. El me pidió si no me importaría acompañarle. No me venía de paso, pero lo lo bueno que estaba el tío me invitó a hacerlo.

Nuevamente pasó su brazo sobre mi cuello y empezó a contar – me lo que disfrutaba con estas pelis. L e excitaba ver cómo se lo montaban, sobretodo si practicaban algún número nuevo.

Al llegar me invitó a pasar dentro. Joer, me faltó tiempo pa- ra decir que sí.

Segundos después, ya estaba la peli en marcha y la luz del salón, apagada.

Empezó a hablar él de lo grande que tenía la chorra uno de los protagonistas, luego apareció en escena un negro y los comen – tarios subían de tono. A continuación ya pasó al terreno per – sonal. Que si se estaba empalmando a 100, que si yo tenía ver- güenza de hablar de eso, que si alguna vez me la había masa – crado en grupo.

– Hi tio, te da corte si me la menéo ?. Le contesté que no, que yo no me cortaba por nada, (mintiendo como un pardillo), y tardó segundos en sacársela. Me preguntó si yo no estaba empalmado y me metió mano a saco.

Me puse duro, más aún de lo que estaba y él me instó a sacárme- la y a meneármela también.

– Tú no se la has chupado nunca a un tío. Está de muerte… – Mira, cómo me cuesta moverme, tú me la chupas a mí y yo a ti. – Hace ?. Dijo, dando por sentado que yo era un experto xarrudor, lo cual no era cierto, pero alguna vez tenía que ser la 1ª y, aquella polla, merecía un buen estreno…

Me amorré al pilón con cierto temor. Recordé otras experiencias oidas y paré para decirle que no se corriese dentro de mi boca.

El pivo no contestó, asintió con la cabeza y la apretó hacia abajo, le noté muy excitado. cogió mis manos y las llevó sobre sus pezones que empezé a tocar. Qué buena está una polla. No sé a que venían mis temores ?. Distraido con su duro pecho y con el maravilloso sabor de su picha, no me percaté de que el pavo se había puesto como una moto. Su mano se agarrotó sobre mi nu- ca y un lapazo enorme se me coló en la boca. Un lapazo que esta ba ardiendo y era enorme. Un empujón enorme sobre mi cogote me hizo que su polla me entrase hasta los huevos. Ahora sí, que a pesar de la fuerza de su cuerpazo, retiré mi boca, tosiendo y con unas lágrimas enormes de las arcadas que me daban. A pesar de todo, no pude liberar lo suficiente mi cabeza como para que todos sus lapos no dieran en mi cara. Estaban calientes y no me daban asco, eran excitantes, tanto que mi polla me pedía guerra por un tubo. No quería tocármela, porque sino… Petaba !.

Cuando el pavo terminó, me dijo que fuera al baño, que mojara una toalla en agua y que nos limpiásemos. Yo los 2 primeros la- pos del tío, cuando pude soltarme, se los había escupido sobre su vientre y, mi cara, chorreaba.

Le obedecí, nos limpiamos y yo me encargué de repasar su picha que estaba ahora floja y descansada, al revés que la mía que se encontraba aún a cien.

De una forma un poco brusca, retiró mis manos y la toalla de su rabo. Volví nuevamente a acariciar sus pectorales y también me retiró las manos. Me puse de pié, acerqué un poco mi polla a su boca y el tío me soltó:

– Tío, no ves que me he corrido. Ahora no me apetece. Anda dé – jalo y ya lo haremos otro día.

A mi no se me ocurrió otra cosa más que agarrarlo por el cogote como él había hecho conmigo e intentar metérsela en la boca, ya que de lo contrario me iba a explotar.

El pavo me soltó un galleto que caí al suelo. Por fortuna no me dió en la cara, ya que sino, habría tenido que dar más de una explicación.

Cabreado, Míguel se levantó cojeando y me gritó:

– Eres patético, me oyes. Eres patético como todas las mamonas ! – No te quiero ni ver, ábrete de una puta vez !

Cojeando, en bolas, me obligó a vestirme y a empujones me puso en la puta calle.

Estaba totalmente destrempado, humillado y con un dolor de cojo- nes irresistible. Bonito estreno !!!.

Al día siguiente me levanté tope de tarde y con cara de perro. Aún no había olvidado la humillación que había supuesto mi es- treno.

Pasé el día casi sin hablar con mi vieja hasta que llegó la noche y decidí salir. Por supuesto, al bareto aquel de mierda yo no volvía. Para encontrarme con el hijodeputa aquel. Ojalá se hubiese roto el rabo en lugar de la rótula !. (Aunque he de reconocer que estaba buenísimo y que, comerse un rabo, tampoco es tan difícil, sobretodo si no tienes a un joputa delante…)

No, no iba a ir al segundo bareto, seguro que no, cuando me en contre abriendo la puerta del mismo…

Mi primera reacción fué la del labavo y, como un autómata fuí hacia allí, aunque sin ganas de verle.

Jo !. Es que acaso meábamos sincronizados. Justo a la entrada, donde mis pasos me habían conducido, allí estaba él, que vol – vió a pedirme apoyo para su brazo.

En el otro lado de la L, había un pavo. Total éramos 3 perso – nas. El se acerco aún más, a mi oido y me susurró:

– Perdona, ayer iba muy pasado de vueltas. Demasiada bebida , pero hoy no será igual. Yo sé que tú eres novatillo, no ? , y no te mereces un estreno así. Tío ha de ser tú noche y la mía, pero sobretodo tu noche. Me dejas que te lo demuestre ?

Del primer codazo que le dí, un poco más y se va al suelo, pero él insistió y me dijo que su reacción habría sido la misma, pe- ro había que dar paso al cerebro…

Como un perro, como un puto perro, le seguí, pero pensando que, una segunda humillación, no cabía en mi. Palabra !.

Qué equivocado andaba… Me hallaba ante un pavo distinto. So- lo entrar en la casa, sus labios se dirigieron a los míos. Em- pezó a besarme, algo brutalmente, eso sí, pero creo que es la forma de ser suya y me pidió le ayudase a desnudarse. El por su parte, lo intento conmigo, aunque yo le dije que me dejase hacerlo a mi sólo. Me llevó a una habitación con una cama de matrimonio y, apoyado en mi se tumbó. Me dijo que yo también lo hiciera.

Se apoyó sobre su pierna chunga y me empezó a morrear. Su sali va sabía tope de bien. Una vez más repitió que esta noche iba a ser distinta.

Su saliva era caliente, muy suave y más buena que ninguna otra bebida. Jo, cómo me gustaba. Ahora fué él quien magreaba mis pezones. Guau !. Me cogió por la cintura, me levantó y se puso mi rabo ante su boca. Empezó a CHUPARMELA !!!.

Se la saqué rápidamente, ya que si no…

Volvió a cogerme y me giró hacia abajo. Tenía tanta fuerza que me movía como una caña. Nos metimos las pollas en la boca, que diferencia con la anterior noche.

El se la sacó y empezó a chuparme los cojones, yo le imitaba , luego se dirigió a mi culo, yo al suyo. Uhmmm, qué bien sabía .

Su dedo empezó a hurgar hasta hacerme daño. Acojonado, tras la experiencia de la noche anterior, le dije que parara y lo hizo en el acto. Joer, Vaya cambio…

Empezamos a chupárnosla en serio. Yo le repetí lo de que no se corriese en la boca. El asintió con un «Vale». Yo podía con me- dia polla de la suya, él, a pesar de mis 21 cms. se la tragaba entera. De pronto, empezó a farfullar, «Córrete, córrete». Jo ! No me faltaban ganas. El retiró su rabo de mi boca y empezó a lapar como un loco. Yo quise retirar el mío, pero no me dejó.

Mi polla empezó a trallar y él tragaba todo lo soltable. Joder!

Entre gruñidos le oí decir «Más, más».

Al fin terminamos, pero eso fué la primera parte, ya que entre aquella hora y media, nuestro instinto bestial nos llevó a ha – cerlo un par de veces más.

Serían cerca de las cinco y media cuando Míguel me despertó. Me pidió si lo había pasado bien, Asentí y me invitó a vestirme, a causa de la problable llegada de sus primos.

Lo hice. El se envolvió en una toalla. Me acompañço hasta la puerta y una vez allí, me volvió a morrear. Jopé, otra vez em – palmado !.

Arrimó su pollón al mío y echo sobre sus dedos un salivazo. Me- tió su mano por la parte de atrás de mis tejanos y humedeció mi culo.

Volvió a besarme, volvió a mojar sus dedos, volvió a sukar mi culo y me metió la yema de su dedo medio. (He de decir que tenía unos dedos enormísimos).

Otro morreo, otro lapo y ahora era medio dedo el que me penetra ba. Joder, dolía demasiado !.

Esta vez no fué un beso, fué un magreo, fué un recorrido de su lengua por todo mi cuerpo y, sin darme apenas cuenta, me metió TODO su dedo medio en el culo.

Noté cómo se retiraba. Su toalla cayó al suelo, se giró y tralló todo lo que pudo y más… El suelo había quedado impresentable y mis huevos incontenibles, pero mi picha no levantaba vuelo…

Le aparté, dolido. Le besé. Me besó y me dijo: «Lo quiero !».

Al llegar a casa, me fuí en silencio al piso de arriba. Por el camino me había parecido que la saliva de Míguel me empapaba el culo, por lo que decidí remeterme los gallumbos entre las nalgas. Al llegar al meo del primer piso, me empeloté y ví que mis gallumbos, por la parte de atrás, estaban llenos de sangre.

Llené el bidet de agua. Eché champú y empezé a lavarme el culete. Al rozármelo me excitaba. Pensé. «Por fuera sí, por dentro no» y noté como el pino se me desarrollaba . Era otra corrida a la salud de Míguel…

Ah, sé quiénes son sus primos y pienso llamarles…​
 

Jugodevida

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NICOLAS CELEBRA LA NAVIDAD
EN CASA DE SU ABUELA.

Mi nombre es Nicolás tengo 18 años, en mi familia no festejamos la navidad porque no somos creyentes sin embargo está vez mi excéntrica abuela Magda de 62 años nos invitó a su mansión ya que ella es millonaria debido a su trabajo de terapeuta, fuimos con mi padre Sergio de 52 años, mi madre Claudia, hija de mi abuela, de 43 años y mi hermana Vanesa de 20 años.

Llegamos a la mansión el 24 de diciembre a la tarde, al entrar nos recibió una empleada de la abuela, ella nos comunicó las reglas, la más interesante era la prohibición del uso de ropa, después de recibirnos se fue, nos fuimos a nuestras habitaciones que fueron asignadas por la misma empleada en una de las reglas, ahí nos quitamos la ropa, hacía mucho calor, pensé que producto del verano, ya que en la ciudad donde estábamos transitábamos esa estación, al desnudarme, me vi la entrepierna tenía una gran erección, estaba cachondo y no entendía porque, estaba asimilando todo cuando la puerta del cuarto de baño de la habitación se abrió, apareció mi hermana desnuda, me dijo:

- Perdón

Cerró la puerta, fue un segundo pero vi su pelo rubio largo, su figura delgada y más importante, sus grandes senos, sus areolas rosadas y pezones, me dirigí hacia la puerta, la abrí, detrás del grifo había otra puerta, también la abrí, esta conectaba con la habitación de mi hermana, entre y ella me gritó:

- QUÉ HACES?..VOLVE A LA HABITACIÓN

Vanesa estaba acostada en la cama, volví a ver su cuerpo desnudo, su coñito rasurado, sus finos labios vaginales rosados, le pregunté:

- Vos también tenés calor?

- Si

Pensé en mi abuela y mi hermana dijo:

- Qué vieja loca y ahora que quiere que me folle a mi hermano?

- Quieres follarme?

- NO...deberías irte a tu habitación

Fui a mi habitación, me acosté y me hice una jalada para calmar mi erección, me puse a pensar en mi madre, ella es rubia, no tiene tan grandes los senos como Vanesa pero están bastante bien además de que su mejor atributo es su enorme culo, en tamaño y firmeza, acabe intensamente lanzando varios chorros de leche.

Sin poder creerlo seguía empalmado, hacía tiempo que no me pasaba algo así, tocaron a mi puerta, la abrí, era mi padre, estaba desnudo pero con una toalla que le cubria la parte baja, me contó que mamá fue a buscar a la abuela para que le diera una explicación de las "reglas" y como él estaba tan cachondo, se había dado una ducha, mi hermana apareció, seguía desnuda, mi padre al verla le dijo:

- Uff nena...me vas a dar un infarto, ten ponte esto

Se quitó su toalla y se la dio, su vergota, gruesa, venosa y dura nos saludaba, a mi hermana se le caía la baba viéndola, después mi padre nos dijo:

- Vuelvo a la habitación, ustedes pórtense bien, cuando su madre aparezca nos prepararemos para cenar si?

Le dijimos que estaba bien, nos acostamos los dos en la cama, Vanesa pasaba sus dedos por su coñito, yo tenía la verga a punto de estallar, nuestras miradas se cruzaron y...nos besamos, fue largo e intenso, las lenguas se metían dentro de la boca del otro, quedamos acostados, yo sobre ella, baje hasta sus melones, les di mordiscos, los pellizque con mis dedos, mi verga estaba entre sus piernas que se abrían cada vez más, se la metí, empecé a follarla, violentamente le metí toda la verga y me sacudi dentro de ella que me dijo:

- SI SI SIII...Esto necesitaba

Seguí follándola, su interior era apretado, me gustaba, tenía mis manos entre su cadera y sus senos y la follaba fuerte, los dos gemíamos sin control, me termine acostando, Vanesa aprovecho estar encima mío para montarme, era una vaquerita impresionante, saltaba hasta casi quitarse mi verga y caer para clavarsela entera, me hacía gemir sin restricción mientras ella también aullaba al mismo tiempo que me gritaba:

- SI PAPIII SIII

Supuse que a ella la ponía tan cachonda mi padre como me pasaba a mi con mi madre, pero no podía pensar en eso la excitación era muy alta, le grite:

- ME CORRO

Mi hermana salió de mi verga y se la metió en la boca al mismo tiempo que yo me corría, nuevamente fue largo y espeso, pero está vez todo fue a parar a la boquita de mi hermana que se trago todo.

Decidimos que la idea de nuestro padre no era mala y antes de cenar nos duchamos, justo después tocaron a mi puerta, era mi madre, verla desnuda era un poema en mis ojos...sus areolas y pezones eran rojizas, al igual que los labios de su chocho que eran más gruesos, Claudia también me miró la verga y dijo:

- Vamos a cenar

Se dio vuelta entonces pude ver su culo, era tan grande, quería comerlo, nos fuimos a cenar, vimos a mi abuela, su pelo ya canoso, sus senos grandes pero algo caídos y el resto de su cuerpo bastante normal, nos beso a cada uno y nos dijo:

- Vaya que creciditos están, espero que mis nuevas costumbres no los molesten

Entre risas le dijimos que no, cenamos, se acercaron las 00.00 brindamos, vimos fuegos artificiales, alrededor de la 01 nuestra abuela dijo:

- Ahora tengo un regalo sorpresa para ustedes

Nos llevó a una habitación, la cama era enorme para 5 personas tal vez, también había dildos, plugs y arneses entre otras herramientas de sadomasoquismo, después del nudismo esto ya no me sorprendía, mi abuela nos explicó:

- Este lugar lo uso a veces, ya saben...para divertirme

- Y qué querés mamá?

- Que se diviertan

Mi hermana se sentó en la cama, mi padre la siguió entonces está se abrazo a él, mi madre al verlos dijo:

- Bueno nos quedamos acá pero solo un rato

Ella se sentó en la otra punta, yo la abrace desde su espalda, mi abuela nos dejó, yo toque a mi madre, sus senos, su chocho, ella me miraba reprovándolo pero no hacía nada, mi hermana se levantó y dijo:

- Te voy a dar un bailecito papi

Empezó a mover su cuerpo, se arrodillaba, gateaba y tocaba todo su cuerpo, papá con la voz entrecortada le dijo:

- Ven aquí

La tomo, la beso, dejo que se metiera su vergota en ese pequeño coñito, minutos después ya lo estaba montando, mi madre me miró y me beso, se dio por vencida, también empezó a montarme, las dos mujeres nos follaban, a mi hermana no le cabia toda la verga y gemía desesperada, mi madre se metía toda mi verga y saltaba sobre mi bamboleando sus senos, cambiamos de posición, mi padre pasó a castigar a su niña en misionero, yo me di el gusto con el culo de mi madre, lo nalguié y azote hasta dejarle las nalgas rojas por mi mano, acabe dentro de ella que también tuvo un orgasmo, mi hermana tuvo múltiples orgasmos y mi padre le dio la lechita en la boca, cambiamos de pareja, ahora nalgueaba a mi hermana y mi padre se follaba a mi madre en una vaquera invertida, en algún momento de la noche apareció mi abuela, primero le metió verga mi padre pero después lo hice yo, su chocho se notaba muy abierto, la folle muy duro y rápido, al mismo tiempo lami sus senos y disfrute de follarla, me corrí dentro de ella, pasamos toda la noche de navidad follando, cada uno había cumplido su deseo
 

Jugodevida

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EL MEJOR REGALO DE NAVIDAD

Un 25 de diciembre después del recalentado en mi casa estaba muy cachonda y me puse a ver en el baño videos zoo y hentai, por obvias razones yo me masturbe cuando acabe de eso baje estaban platicando mis padres y mis abuelos (mi hermano no estaba), con eso de que apenas había terminado de masturbarme fui directo a mi cocina para beber un poco de agua y bajarme lo cachonda, mi perro que estaba en la cocina porque hacía frío afuera se me acercó a olerme y lamerme un poco ahí abajo lo bueno que lo quite a tiempo por qué estaba entrando mi madre y me preguntó que hacía en la cocina? yo le dije que estaba ahí por qué me dió sed y necesitaba un poco de agua, en resumen no le dió importancia.

Después de un rato me dijeron que iban a salir por un rato a comprar la comida me preguntaron si iba a lo que les contesté que no ya que me iba a bañar y podría tener un resfriado me dijeron que okay (yo ya sabía que se iban a tardar unas 3 a 4 horas debido a día festivos y que tenían que dejar a los abuelos y no se que otra cosa mas) cuando se fueron me espere entre unos 5 a 10 minutos esperando a que se fueran totalmente y que no regresarán.

Se fueron y lo que hice fue desvestirme solo me quede con el bra y la bragas rojas busque a mi perro que estaba ya en mi cuarto y no se si has visto como se disculpan los japoneses bueno básicamente así le dije -pido que me disculpes como te trato está perra hace rato como símbolo de disculpa acepta mi culo y que por este pequeño rato se me dueño y yo la mascota - sonara medio raro pero me ladro como aceptación y comenzó la acción así que lo comencé a acariciar y con un poco de crema de cacahuate me unte en las tetas y en mi vagina y que rico se sintió hasta que salio su vulva y después de que la saco comencé a chupársela por un rato pare un poco y comencé a hacerle una rusa se corrió entre mis tetas y dije que rico pero todavía lo tenía a fuera pero creo solo es el comienzo?

Me puse en cuatro me hice a un lado las bragas yo me puse boca arriba y el boca abajo y me follo todo la vagina grite en voz baja

-Aaahhh que rico se nota que eres el puto amo de esta perra

Continuo por un rato más hasta que sentí que se iba a correr pero no era el si no, yo era la que se corrió todavía le digo

- preñame quiero tener tus cachorros ahh-

Me salió tremendo squirt que salió su polla y otra vez le pedí disculpas pero solo lamió mis jugos yo creo que ya había pasado como hora y media pero eso no me importo y tal cual como le dije mi culo era para el así que me quite mi sostén y ahora sí venía lo mejor me coloque, y se avalanso contra mi y me cogió por ahi ( hay que aclarar que soy nueva en el anal) ,duro un rato cogiendome yo gritando de dolor y placer al mismo tiempo cuando de repente me marca mis padres obvio lo tuve que contestar

- Bueno - dijo mi madre yo conteste y le dije -hola madre que paso? -

Me dijo que todavía seguían con mis abuelos en su casa y que iban a tardar mas yo dejé que ok que no se preocupara pero con quejidos y me soltó una pregunta estás bien? Le dije que si solo que me había pegado contra un muro y que por eso estaba así solo me dijo cuídate mucho y hay comida que sobró el día anterior (en mi mente dije chingue todavía tengo más tiempo con mi amante)

Justamente estaba pensando y sentí como me lleno y que quería despegarse de mi en fin y al cabo dure abotonada como unos 5 minutos se escuchó un blop yo por poco y me desmayo la cuestión es que también el se canso y yo me metí a la ducha salí del baño y como milagro mi hermano dijo que iba a tardar un rato más en llegar y como otro milagro mi perro se recuperó pero me dió hambre así que comí pavo y se me ocurrió una idea un poco rara como mi perro todavía la tenía afuera en un vaso agarre exprimi su salchicha su semen en mi vaso con con agua y le servi el croqueta y como bebida mis fluidos y los comí con el acabó de comer y todavía estaba un poco caliente cuando de repente llegó mi hermano y ya no hice nada, un rato después llegaron mis padres.

Con regalos y todo cuando yo acabe de cenar les dije a mis padres que afuera hace frío y el perro debería permanecer adentro me dieron la razón así que cuando se durmieron lo subi y se la chupando pero obvio ya no tenía mucha recarga y de nuevo cuando ya me iba a dormir boca abajo solo sentí que mi perro estaba haciendo aun lado mi ropa yo le ayude le susurré todavía no olvidó mi promesa yo creo que le di motivación por qué está vez se fue muy duro solo alcance mis calcetines para que funcionase como silenciador así me duró una hora cogiendo mi ano por segunda vez caí y antes desmayarme le dije bonita noche un beso en su lengua y su pene y caí, ya en la mañana lo encontré durmiendo en el piso quien sabe porque cuando me toco resulta que también me follo por la vagina aun estando desmayada, solo espero qué me siga follando asi
 

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Medidas desesperadas​

Una mujer necesita dinero para su amante, y sabe que el sexo es el que mejor paga..

Paulina Isabel quería darle todo a Roberto, su amante. Viajes, joyas, ropa… Sin embargo, su marido, Daniel, no le permitía trabajar.
Cuando se casaron estuvo de acuerdo con esa cláusula, pero tras tantos años siguiéndola estaba harta.
Nunca supo cuando le comenzó a desagradar su marido. Físicamente, estaba incluso mejor que cuando lo conoció: era un hombre alto, de rostro refinado, con un cuerpo trabajado gracias a las rutinas intensas de gimnasio, cubierto de pelos rubios en todas partes. Lo más atractivo eran sus gordas y duras nalgas, la razón por la que muchas mujeres y varios hombres se giraban a verlo. Rebotaban con cada mínimo gesto, y eran objeto de muchas pajas y fantasías.
Nunca fue grosero con ella, mucho menos tacaño. Su trabajo como director ejecutivo de la compañía familiar le aseguraba un sueldo mensual de —mínimo— siete cifras.
Pero eso no fue suficiente. Lo odiaba. Mucho, por eso se buscó a otro.
Desesperada porque Roberto no contestaba sus llamadas y mensajes, ella creyendo que había sido por su imposibilidad de regalarle una moto último modelo para su cumpleaños, recurrió a su viejo plan de emergencia.
Cuando Daniel se fue al trabajo en la mañana, tomó su teléfono y llamó a Gonzalo, el hermano de su marido.
—Y ese milagro, cuñada —respondió Gonzalo, un hombre grande en todos los sentidos; más alto que Daniel, musculoso, y un pene que parecía erecto siempre aunque durmiera.
—Necesito dinero, y estoy ansiosa —dijo Paulina—. Lo necesito lo más rápido posible. ¿Estás disponible hoy?
—Pero no voy solo, querida.
Paulina apretó el teléfono hasta que sus dedos se pusieron blancos.
—No. Ni hablar. Sólo tú.
—Entonces no hay trato. Descubrí que me gusta compartir, sobretodo con los chicos del gimnasio. Tienen buenas pollas… Piénsalo.
Gonzalo terminó la llamada. Paulina sólo necesitó un vodka y tres insultos para pensarlo.
—Te cobro el triple —dijo apretando los dientes—. A tí y a tus amigotes.
—Como si el dinero fuera un problema.
Ya en la noche, Paulina echó a todo el personal doméstico de su casa, no sin antes hacerlos organizar una cena.
Cuando Daniel llegó, se sorprendió.
Durante una hora, Paulina sostuvo una sonrisa ortopédica y una sensualidad ensayada, con comentarios aislados, toques y caricias que despertaban la carne de su marido. Hacia el final, logró que su marido se bebiera el champán sin prestarle atención al sabor.
—¿Por qué no vienes y me recuerdas quién es mi dueño? —dijo con una incomodidad en el estómago, a punto de vomitar.
En el cuarto, al empezar a besarse, Daniel cayó dormido. Paulina se lo quitó de encima y fue a vomitar.
Unos minutos después, llegaron Gonzalo y tres amigos igual de grandes y guapos que él, con ropa ajustada que marcaba penes, testículos, pechos y piernas.
Gonzalo le pasó una maleta a Paulina, que la abrió y comprobó que la cantidad de billetes fuera la correcta.
—Le dí una dosis mayor que la última vez —dijo ella poniéndose una chaqueta, acomodándose el cabello y repintando sus labios—. Dormirá hasta mañana al mediodía.
Se fue.
Gonzalo se desnudó, y los otros tres lo imitaron.
—Ay, hermanito —dijo arrancándole la ropa a Daniel, rasgándola—, esa mujer tuya si es toda una perra.
—¿Cuantas veces lo has violado, Gonzalo? —preguntó uno de los compañeros con el cuerpo depilado y el pene curvo.
—Perdí la cuenta.
Terminaron de desnudarlo y lo pusieron en cuatro. Se turnaron para comerle el culo, ensalivándolo y tirando del vello con los dientes. Le dieron nalgadas que dejaron marca, lo arañaron, mordieron. Gonzalo metió cuatro dedos, sabiendo que el agujero de su hermano lo soportaría, y si no, no lo sabía, estaba dormido.
Le estiraron el culo lo suficiente como para meter una botella de un litro. Gonzalo mojó un poco su pene con su saliva y lo metió de una sola estocada. Daniel liberó un gemido, balbuceó incoherencias.
—Pareciera que le gusta —comentó uno de los hombres, el que tenía el pene más grueso, mientras se masturbaba—, mira su cara.
—Claro que le gusta —dijo Gonzalo al tiempo que penetraba. Sus testículos chocaban con los de su hermano. Agarraba los pelos rubios de las nalgas de Daniel y tiraba de ellos, a veces los arrancaba, otras los usaba para sujetarlo y así hundirse más—, sólo que algunas putas se hacen las santas.
Pasados unos minutos eyaculó. Su semen sirvió para que el siguiente entrara más fácil.
Una vez que los cuatro ya se habían corrido, decidieron hacerle una doble penetración. El de pene curvo se acostó, puso a Daniel encima de él y le metió la verga. El tercero de los hombres, con el pene como un hongo, se le unió. Como un baile, se coordinaron para que el culo de Daniel se tragara ambas pollas hasta el fondo.
Daniel, de vez en cuando, gemía y murmuraba palabras sucias.
—¿Lo oyen? —dijo Gonzalo—. ¡Mi hermano es toda una zorra!
Los dos primeros lo preñaron, y Gonzalo y el de pene más grueso los reemplazaron. Costó un poco más; estaban estirando ese culo a sus límites. Cuando lo lograron, optaron por un vaivén individual; cada quien culeaba al ritmo que quería, rozando sus pingas y maltratando el hueco de Daniel.
Para las cuatro de la mañana, Daniel estaba tirado en el suelo, con la cara, cabello, y el resto de su cuerpo cubierto de semen. Lo habían escupido. Tenía marcas rojas y moradas, de golpes y arañazos, por toda su tonificada figura.
—A mí ya no me queda leche en las pelotas —dijo el de pene con forma de hongo fumando un cigarrillo.
—Ni a mí —secundó el de pene curvo con los brazos cruzados sobre la cabeza—, ese culo me ordeñó hasta la última gota.
—¿Qué hay de tí? —preguntó Gonzalo al de pene grueso. Se masturbaba, seguían brotando hilos de semen.
—¿Bromeas? No voy a desperdiciar ese culo.
Gonzalo y el de polla gorda lo cogieron doble. Los otros dos recargaron energías y se unieron. Incluso intentaron meter tres vergas al mismo tiempo, y aunque lo lograron, no era una posición muy cómoda. Se decantaron por llenar su boca con dos pingas, estirando sus labios hasta límites dolorosos.
Hacia las dos de la tarde, Daniel se despertaría duchado y cambiado, en su cama, con Paulina al lado diciéndole lo bien que lo habían pasado.
 

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EL INICIO INESPERADO​

DE UNA SUMISA​

Aquí relato como mi amo me fue convirtiendo en una sumisa ejemplar
y el camino a ser una esclava.


Mi nombre es Pamela y soy la zorra de Juan, conocí a Juan cuando ambos íbamos a secundaria, el siempre me llamo la atención desde que lo vi, alto, con voz grabe que de sólo decirme para ese culo zorrita, me hace mojarme la conchita.
Soy una chica bajita de 1.53 metros, con tetas medianas y un enorme culo desde pequeña, este siempre hacia que los hombres voltearan a verme cuando pasaba y eso me exitaba, siempre fui muy coqueta, mis grandes nalgas, anchas caderas y piernas robustas son mi mayor atractivo, junto con mi pequeña cintura que resalta aún más mi figura.
Bueno volviendo al dia donde todo empezó, en la escuela nos dejaron un trabajo en parejas, la maestra eligió las parejas y a mi me tocó con el, decidimos juntarnos en su casa para hacer el trabajo pues el tenía computadora, cabe mencionar que su familia tenía relativamente dinero en comparación con los demás el siempre se comportaba atento y muy respetuoso con todos.
El día en cuestión llegue a su casa alrededor de las 5pm, el se encontraba solo, me dijo que sus padres habían salido por cuestiones de trabajo y regresarían algo tarde.
No tardamos demasiado en terminar la tarea y me dijo si quería ver una pelicula, yo acepte y la empezamos a ver, en algún punto de la pelicula, la pantalla mostró una escena de sexo, el se apeno y quiso quitarla, yo lo detuve y le dije en tono sensual que quería ver la junto a el, no sabía que eso llevaría a un cambio rápido de personalidad por parte de el.
Tomando mi coqueteo como luz verde el me tomo de la cintua, me jaló hacia el y me beso, esto me tomo por sorpresa pues no creía que el se atrevería a eso. Mientras estaba perdida en mis pensamientos y no me resistía, el pensó que yo lo aprobaba y siguio besandome, metiendo la lengua en mi boca explorandola, al mismo tiempo sus manos recorian mi cuerpo deteniéndose en mis nalgas y las apretaba sobre mi falda, siendo honesta no era mi primer beso, ni mi primer faje, pero todo paso muy rápido yo solo me dejaba hacer, en un momento el empezó a meter la mano bajo mi falda y a acariciar mis nalgas por encima de mis bragas que ya se encontraban húmedas por mis jugos, mi coñito escurria y el podía sentirlo, empezó a tratar de introducir un dedo por mi ojete, eso me tomo por soeprea, en lugar de ir por mi coño, el estaba llendo por mi ano, jugaba con el, colocaba su dedo índice en mi agujerito y rozaba los bordes para luego tratar de introducir la punta en mi hoyo pero sin éxito pues mi ano se encontraba muy cerrado, dejó de besarme y me decía el oído lo mucho que le gustaba mi trasero y que deseaba meter su verga en el, le dije que me daba miedo y que me doleria el dejó de tratar y dijo que entonces se conformaría con mi coño.
Al instante me arrojó sobre el sofa, tiro de mis bragas quitándolas, me abrió de piernas y se dedicó a chupar mi húmedo coño, mientras que con sus dedos me masturbaba el coño, su lengua jugaba con mi clitoris, succionandolo y con los jugos que choreaban de mi coño me lubricaba mi ano y trataba de meter un dedo por ahi, yo presa de la excitación que me daba los lenguetasos en mi concha me dejaba hacer, tomaba su cabeza y la empujaba contra mi entrepierna como si tratara de meter su cabeza por mi coño, le rogaba que me la chupe más fuerte y eso lo exitaba, pues sentía que succionaba con más fuerza.
Momentos antes de mi orgasmo, el se detubo, yo no entendía que pasaba, sólo quería que siguiera. El me vio y se río con malicia, yo estaba desesperada por llegar al orgasmo que me había negado, con calma se bajo el pantalon, los bóxers y ahí lo vi, una verga gruesa y larga, con las venas marcadas y palpitando, hacerco la cabeza de su pene ala entrada de mi vagina y hacia presión sin penetrarme, sólo la mobia alrededor jugando con mi coño, yo presa de la desesperación de no tener mi orgasmo le suplique: por favor metemela, ya no aguanto necesito que me la metas. El me pregunto si estaba segura, me dijo : luego de esto seras mía y de nadie más, me dejaras usar tu cuerpo como yo quiera, estaras disponible para mi cuando yo lo desee.
Sólo atine a decirle que si. Pero el insistió con que lo dijera.
En ese momento no se de donde salió de mi decirle, si seré tuya en el momento que lo desees, mi cuerpo siempre estará a tu dispocicion, pero por favor follame ya, necesito tu verga dentro de mi coño.
En ese momento me tomo de la cadera, apuntó su verga y lento pero sin detenerse me empezó a romper el culo, el muy hijo de puta me estaba rompiendo el ejete con su verga y lo peor yo lo estaba disfrutando, las Intensas ganas de llegar al orgasmo combinado con el dolor de la penetración anal me dieron un orgasmo terrible que me dejo la mente en blanco, sólo sentía a el metiendo y sacando su pene de mi ojete lo cual prolongaba mi orgasmo. Lo escuche decir: que se siente que te cojan primero por el culo que por la concha. Se siente increíble atine a decir aún recuperandome de mi orgasmo. Pues acostúmbrate perrita que a partir de ahora este culo tiene dueño y voy a entrenarlo para mi uso. A partir de ahora soy tu dueño y voy a hacer de ti una perrita muy obediente.
Luego de eso me sigui menetrando asta que llegue de nuevo al orgasmo y caí desmayada de cansancio.
Al despertar me encontraba en la cama de mi cuarto, el culo me dolía orrores y no es para menos el muy cabron me había metido una botella de desodorante por el ano y me había colocado las bragas para mantenerlo adentro de mi, al sacarlo, de mi ano escurrio una gran cantidad de semen.
Tome mi teléfono para ver la hora y VI un mensaje suyo en el había 3 fotos, una donde se me veía empinada siendo follada por el ano, otra donde se vei mi cuerpo totalmente desnudo y con las piernas abiertas mostrando mi chocho, en la última se vei su polla dentro de mi boca.
Además de un mensaje de el que decía: eres mía putita, esto apenas empieza, prepara esas nalgas para lo que sigue, las fotos son divertidas pero la próxima vez quiero un vídeo.
Ese mensaje hiso que se me mojara de nuevo el chocho y me palpitara el ano, ni yo sabía realmente lo zorra que podía llegar a ser para que ese mensaje me prendiera tanto.
 

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Perdí mi Virginidad con mi perro​


Como por curiosa perdí mi virginidad con mi perro, fue una gran experiencia-.


Hoy les quiero contar un historia real que vive hace apenas unos meses, de mi les diré que soy joven, tengo 18 años cumplidos, me llamo Lisbeth estoy estudiando secundaria, vivo con mis padres y dos hermanos más, mi hermana mayor de 20 años y mi hermano menor que tiene 14 , todos estamos estudiando la secundaria,, yo estudio en las mañanas y mis otros hermanos en la tarde, esto con el fin de ayudar en las labores de la casa, además tenemos un hermoso perro pastor Alemán de 2 años que se llama Káiser y a quien por supuesto adoramos todos.
En cuanto a los hechos les diré: Era un día martes y resulta que mi papá en horas de la noches nos dijo a todos, mi amigo Juan Luis mañana va a traer una perra Pastor Alemán con el fin de cruzarla con Káiser y de ahí nos darán un cachorro ya sea para venderlo o quedárnoslo, todos estábamos de acuerdo, no se si la traiga por la mañana o por la tarde, pero en todo caso, ya saben y quien este en la casa la recibe y la suben a la azotea, pues ella se quedara aquí por espacio de cuatro días, todos aceptamos incluida mi mamá que es un poco simple con los perros, bueno el día miércoles a eso de las 5.30 de la mañana me fui a clases y la verdad ni me acordaba de la dichosa perra, ya después de regreso del colegió llegue a mi casa a eso de las 2:30 de la tarde, como siempre no hay nadie en la casa, solo Káiser quien me saludo todo efusivo como siempre, llegue puse a calentar mi almuerzo, mientras subí a quitarme el uniforme y ponerme ropa ligera, había pasado como una hora estaba acabando de hacer mis tareas, cuando sonó el timbre, me asome para ver quién era y era el amigo de papá Juan Luis, quien estaba con una perra en la puerta, baje le abrí y entonces me dijo vengo a dejar la perra, se llama Katyuska , ha le dije si mi papá nos dijo sobre ella, lo hice pasar, le dije es brava, dijo no es mansita, en eso bajaba como un loco Káiser, a lo que me toco cogerlo y encerrarlo en una alcoba mientras Juan Luis subía a la perra a la terraza, ya en la terraza acaricie a la perra era toda mansita bien bonita y grande, cerré la terraza y bajamos, me dijo ahí se las recomiendo y se fue por que se le hacía tarde para su trabajo, yo fui a abrirle la puerta a Káiser quien estaba ladrando como loco, le dije te voy a subir no te vayas a poner a pelear y lo subí y me puse a observarlos a ver si peleaban, pero no, Káiser llego a olfatear a la perra y fue como que se cayeron bien y comenzaron a jugar.

Yo de verlos así también me puse a jugar con ellos pues siempre lo hago con Káiser cuando estamos solos, pero en vista de que Katyuska era mansita también me puse a jugar, en un rato mi perro comenzó a lamer a la perra en el trasero y yo toda ingenua no sabía que pasaba, cuando en un momento Káiser se le subió a la perra y comenzó a moverse, ella se quedó quieta, en un ratico chillo duro yo pensé que Káiser le estaba pegando entonces regañe a Káiser y él se bajó por un lado y quedaron pegados, yo no salía de mi asombro pues nunca había mirado hacer el amor a los perros, me acerque a ellos y estaban prácticamente cola con cola, y cada uno de ellos jalaba para su lado, yo me senté en el piso a mirarlos, la perra se acercó a mi jalando a Káiser, yo le acaricie la cabeza, se alejaron habían pasado treinta minutos y seguían ahí pegados y nuevamente se acercaron a donde yo estaba y prácticamente la perra paso sobre mis piernas quedando yo ahí en medio, en una de esas Káiser jala y chilla duro y se despegaron saliendo de adentro de ella el pene del perro bien grande y rojizo y ella boto una cantidad de líquido que me cayeron encima , ya que ellos estaban sobre mis piernas y me mancharon toda yo trate de limpiarme pero lo que hice fue untarme más, era un líquido como lechoso y ensangrentado, yo lo que estaba admirada era todo lo que Káiser le había metido a esa pobre perra, pues su pene llegaba casi al suelo, yo nunca pensé que káiser tuviera esa herramienta así de grande
Él se puso a lamerse hasta que en un momento desapareció en el capullo que tiene, la perra también se lamia, bueno lo cierto es que mi perro se acercó a mí a lamerme todo lo que me había ensuciado, yo toda enojada me baje y me cambie de ropa y tome un poco de agua y la enjuague y la puse a secar, ya después me quede mirando televisión y al rato llegaron mi padres con mis hermanos y me preguntaron sobre la perra, yo les dije allá en la terraza esta, ellos fueron a conocerla y estaban todos entusiasmados, yo calenté la cena, les serví, arregle la loza y después me puse a chatear.

ya se hizo tarde y me fui a dormir pues tengo que madrugar. Así pasamos el dichoso fin de semana, ya el domingo en horas de la noche, llego Juan Luis el amigo de papá para llevar a la perra, pregunto que como les había ido, mi papá le dijo que bien, que se aparearon como unas diez veces, bueno bajaron a la perra y él se fue y pues de ahí todo volvió a la normalidad mi padres trabajando y nosotros estudiando y todo volvió a la rutina, hasta que pasados como unos quince días más o menos, llegue como siempre del colegio, Káiser me saludo, yo puse a calentar mi almuerzo y subí a cambiarme el uniforme y me puse una ropa ligera, cuando baje a almorzar, Káiser se acercó a mi todo efusivo, me olfateaba por todas las partes, en principio no le di importancia, ya en el comedor y como seguía con su insistencia, me llamo mucho la atención de ver que era lo que le pasaba, entonces le dije que es que te pasa perro loco, pero solo me miraba y seguía con su olfateadera por todos los lados
Pensé que lo que quería era jugar y entonces subimos a la terraza y comencé a jugar con el como siempre lo hago, en una de esas me agache para sacarle la pelota que se fue debajo de un escaparate y el de una llego y se me subió y comenzó a moverse como aquel día que estaba con Katyuska y en uno de sus movimientos me puyo duro en medio de mi vagina que mi hizo saltar, yo quede atónita, lo grite y le dije que es que te pasa loco, pero él estaba más concentrado en mí que en el juego con la pelota, entonces me baje y me fui a mi pieza a hacer mis tareas y allá llego y seguía olfateándome y tratándome de mover con sus patas, no entendía que le pasaba y el por qué estaba así, por lo que opte por subirlo a la terraza y dejarlo encerrado.

Ya después llegaron todos, cenamos, mi papa subió a darle el alimento a Káiser y a ponerle agua, miramos televisión y cada quien a dormir, ya en mi pieza pensaba que era lo que le pasaba al tonto de nuestro perro, al otro día como siempre me fui al colegió, ya de regreso a casa mire unos perros tratando de montar a una perra y ahí me acorde porque mi perro reaccionaba así, pues el día que estuvieron pegados, cuando se despegaron me cayeron sus líquidos en la ropa y estaba ese día con la ropa que ayer me puse, cuando llegue como siempre Káiser me recibió normalmente, puse a calentar mi almuerzo, ya después fui a mi cuarto y me puse la misma ropa ligera que tenía ayer y baje a la sala, cuando Káiser me miro de una se acercó y comenzó nuevamente como loco a olfatearme y a pararse en sus patas traseras y a quererme abrazar, entonces me di cuenta que mi ropa era como que lo excitaba, y como dice el diablo es diablo, me entro la curiosidad de ver que hacia Káiser, si yo me le arrodillaba

Entonces cuando lo hice, de una se me trepo y comenzó a moverse como queriendo hacer el amor, eso me causaba risa pero a la vez me estaba excitando, el se baja me olfateaba, me daba besos en la cara y el cuello y se me volvía a subir y pues prácticamente con sus movimientos me tenía mojaba toda la parte de la vagina y las nalgas, en una de esas cuando me besaba la cara, lo cogí y lo abrace y aproveche para bajarme hasta las rodillas el pantalón de la piyama y quedar solo con la tanga y me volví a agachar, el de una se acercó a mi cola y me comenzó a lamer como loco tanto que me excito y comencé a mojarme bastante, el se me trepo y comencé a sentir su pene todo calientico y echando unos chorritos, puyarme en los labios de mi vagina, yo no sabía qué hacer, pues me daba miedo ya que no he tenido relaciones sexuales con nadie y además ya le había mirado la herramienta que tenía

Cuando se bajó de mí, lo agarre y lo acosté en el piso y me puse a acariciar su pene, pero sorpresa en su capullo se lo sentía bien delgadito, entonces le recogí el capullo y pude mirarle la punta y un poco más todo rosadito y delgadito, por lo que quede desconcertada, pensaba encontrarme con ese pene grandote y grueso pero no fue así, entonces pensé que de pronto al quedarse pegado se lastimo y por eso se le hincho, bueno el caso es que seguimos molestado ahí, pues contaba con más de tres horas molestar con Káiser, por lo que decidí quitarme el pantalón piyamero y la blusa, solo quede en tanga y me senté en el piso, el insistía en lamerme, entonces cogí el pantalón piyamero y la parte que tenía mojada, me la sobe en mis dos senos y el estómago y vaya que dio resultado, comenzó a lamerme los senos y a darme unos mordisquitos en los pezones que me hacían doler pero era agradable, luego me lamio la vagina por encima de la tanga, en vista de eso nuevamente me le arrodille y el de una se me trepo y se movía como un loquito y su pene me chuzaba por todas las partes de mi vagina y mi cola, se bajó y entonces vaya error que cometí

Hice a un lado la tanga para que me lamiera la vagina y así lo hizo y fue tan agradable que me hizo tener un gran orgasmo y el al sentir mis jugos me lamia con más fuerza y era como que me metía la lengua, me tenía en un éxtasis, cuando vuelve y se me trepa y yo aun sin reaccionar bien de mi orgasmo siento sus movimientos y de pronto sentí como su pene se deslizaba dentro de mi vagina, me dolió mucho , pero lo soporte, se aferró con sus patas delanteras bien duro a mi cintura que me dejo toda rasguñada y comenzó a moverse bien rápido que me hacía mover todo mi cuerpo y en esas comencé a sentir con su pene se iba volviendo más grueso que parecía que me iba a partir, de pronto se aferró más duro y sentí algo más grueso dentro de mi vagina que me producía mucho dolor y de pronto se quedó quieto y comienzo a sentir unos chorros calientes dentro de mi vagina pero en cantidades yo estaba disfrutando de esa sensación, cuando coge y de una baja su cuerpo por el lado derecho y eso si me dolió y como un rayo paso su pata trasera por encima de mis nalgas y hemos quedado pegados

Cuando jalo, me dolió muchísimo que pensé que me iba a partir, yo de una cogí una de sus patas y lo detuve, y así estuvimos por espacio de unos treinta y cinco minutos, casi todo el tiempo estuvo lanzando chorritos dentro de mí, hasta que comencé a sentir como su pene se iba deshinchando y los líquidos comenzaban a salir de mi vagina a presión y con un sonido como llenos de gas y chorrear por mis muslos de pronto jalo y de una nos despegamos y nuevamente le mire su gran herramienta, mi vagina me ardía y estaba bien abierta, y salió una gran cantidad de líquido viscoso y ensangrentado, pues Káiser me había desvirgado

De pronto me dolió mucho por ser mi primera vez, pero me gustó mucho, me limpie mi vagina maltrecha con el piyamero y me fui a bañar y luego limpie todo y echar bastante ambientador porque olía mucho a sexo, era un olor bien particular, no les miento, estuve casi una semana con la sensación de estar muy abierta, los primeros días me dolía mucho al sentarme, pero me fue pasando, otro día les contare mis nuevas experiencias.
 

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Sin querer mi padrastro me hizo su puta​


Desde que lo trajo mi mama a casa y me dijo mira bb, es tu nuevo papa, yo como que me quede prendida de él.

Esa noche estaba yo cogiendo bien rico con mi nuevo papa, ya teníamos algunos meses coge y coge y, la verdad, me lo hacía bien rico, era uno de los pocos hombres que me hacía terminar tremendo.
El al poco tiempo se dio cuenta y pues como todo buen macho, me echo los perros y yo, como toda una buena putita caliente, lo acepte. Apenas tenía como un mes en casa algo así y yo ya le había dado las nalgas.
Y en verdad que no me arrepiento, luego de ver y escuchar como le daba verga a mi mama y como la ponía de lo más caliente y la hacía gemir y suspirar de excitación y pasión y de escuchar como ella se venía tremendo.
Lo peor fue que mi mama, toda pendeja, no dejaba de hablarme de él y de que rico se la cogía y pues la verdad que se me antojo de verdad.
Una cosa llevo a la otra y el día que mi padrastro me echo los perros, yo ya estaba más que ardiendo por meterme con él.
~Hola guerita, por cierto, tienes novio? ~ la pregunta fue directa y mirándome a los ojos.
Yo me puse toda colorada, muy nerviosa, noté como me miraba y se sonreía, sabiendo con toda certeza, que más pronto que tarde, yo cedería.
~No ~ Alcance a responder la voz temblando.
~En serio?, con ese cuerpo de tentación y esa carita de ángel, pensé que te andarías tirando a más de uno ~
~Como dices? ~
~No te hagas bb, estas bien buena y no creo que te estes desperdiciando, anda cuéntame ~
~Bueno, si ~
~ Lo sabía, te ves bien puta y claramente se nota que eres bien caliente, ¿cuántos años tiene? Me preguntaba medio burlón y yo ya me estaba excitando.
~Apenas tiene 18 igual que yo ~ Respondí la voz temblando y los pezones ya bien parados de excitación. ~
Él se levantó y se colocó detrás de mí, me tomo de los hombros primero y luego despacio, muy despacio, fue bajando las manos hasta colocarlas sobre mis senos.
Yo estaba a punto de explotar, sentía como mi clítoris se estremecía y me empezaba a mojar. Yo temblaba de emoción, muy a mi pesar sentía claramente como me estaba poniendo de lo más caliente.
~18? ~ preguntaba sonriendo medio burlón. ~Tu necesitas a un verdadero hombre no a un niño de pañales. Me decía cerca del oído haciéndome estremecer. Me empezó a besar el cuello y sus enormes manos apretándome las tetas bien cachondo. Yo sentí que me venía de lo tremendamente excitada que ya me tenía el muy perro.
Se dio vuelta y se paró frente de mi bastante cerca, Note como su enorme bulto sobresalía del pantalón y la verdad me dieron unas ganas tremendas de chuparlo. El pareció leer mis pensamientos, sin decir palabra se lo saco y yo lo miraba como hipnotizada, se veía enorme, grueso, palpitante a centímetros de mi cara.
Él puso una mano detrás de mi cabeza y me lo acerco a la cara, yo solo cerré los ojos y abrí la boca.
~Lo sabía, eres una puta caliente igual que tu madre ~ me decía al tiempo que me la daba a chupar. Yo ya dejé de fingir y se la empecé a mamar super delicioso. Que rica me sabia, su pedazo de carne ahora de lo más caliente dura y bien parada, sentía como palpitaba dentro de mi boca y me pasaba de la garganta, me hacía ahogarme, pero no la sacaba, al contrario, el muy perro, sabiendo que ya me tenía a su disposición me hacía garganta profunda haciendo que sintiera ganas de vomitar, el me la sacaba y me dejaba tomar un poco de aire y volvía arremeter contra mi garganta.
Se bajo el pantalón y entonces yo empecé a acariciarle sus huevotes, unas bolas bien grandes y calientes, sin pensarlo, se las empecé a lamer, quería chupárselas, pero la verdad, estaban muy grandes, así que me conformé con acariciarlas y lamerlas bien rico.
Él se agacho y me empezó a chupar las tetas, cosa que me puso a mil, más de lo que ya estaba y me metió mano entre las piernas. Yo de inmediato las separe para dejarlo hacer a su gusto y el enseguida noto como estaba ya de mojada de lo caliente que ya me tenía el muy desgraciado.
~No mames bb, estas bien caliente, sabía que eras una puta, pero sí que me sorprendes. Bien se nota a quien saliste. ~ me decía el también ya muy excitado ~ esto es mejor de lo que me imagine ~ decía sonriendo victorioso.
Me levanto como muñeca y me puso de espaldas sobre la mesa, de un tirón me quito los calzones y sin más se dispuso a mamarme la panocha, yo ya no aguanté más y me vine tremendo, el enseguida se bebió mis jugos.
Enseguida, se puso de pie y tomándome de las piernas me acerco hacia él, me las puso sobre los hombros y sin más me la dejo ir todita, mojada como estaba y en esa posición, sentí como se me fue todita completa.
Yo deje escapar un gemido de placer y excitación. Eso lo puso como loco y me empezó a coger rápidamente, como desesperado, hasta que de pronto, se estremeció, se puso rígido y se soltó en tremendos chorros abundantes de leche caliente llenándome todita por completo.
A partir de ese día, me hizo su amante, su puta de planta, así que, sin saberlo, mi mama lo compartía conmigo, el muy perro tenia de sobra para las dos y más.
Así que ya teníamos como 3 meses cogiendo de lo más rico, cuando un buen día, llego mi papa de visita y nos cacho. Yo me tape con una toalla y salí corriendo a mi habitación y el me siguió gritándome como loco, me atrapo y me empezó a dar de cachetadas y nalgadas.
Inesperadamente, la toalla se me cayó al suelo quedando todita encuerada frente a mi papa. Él se me quedo mirando sorprendido. Me pareció que el jamás se imaginó lo puta que era y el cuerpazo que me cargaba a pesar de mi edad.
El ya no se pudo aguantar y me empezó a abrazar y a besar gritándome lo puta que era. Me empezó a mamar las tetas acariciándome todo el cuerpo. Yo seguía bien caliente de la buena cogida que me estaba dando mi padrastro, así que poco a poco fui cediendo a sus caricias y finalmente, me entregué a él por completo por vez primera y sin reserva alguna.
Mi papa también se cargaba su buena verga así que me hizo sentir como mujer plenamente. Al paso de los días, pues empecé a coger con los dos, con mi papa y mi padrastro. No sabía a ciencia cierta lo zorra caliente que en verdad era yo, hasta que me hicieron su puta entre los dos, sentí que yo había nacido para eso ufff.
Tiempo después, llego de visita el compadre de mis papas, se quedó hasta muy noche, tomando y platicando con mi mama y mi padrastro. Ellos se fueron a dormir y le dijeron que podría quedarse en el cuarto de huéspedes.
Mas tarde, sentí que se abría la puerta de mi cuarto, yo estaba medio adormilada, así que me quedé quietecita pensando que era mi padrastro que venía a divertirse conmigo.
Sentí como retiraban las sábanas y alguien se acostaba a mi lado. Me empezó a tocar las nalgas, las piernas y finalmente las tetas. Yo ya estaba poniéndome caliente imaginándome a mi padrastro.
Me puse boca arriba y me abrí de piernas sin abrir los ojos. El hombre me empezó a meter mano en el sexo y me empezó a mamar las tetas, yo solo me retorcía de placer y excitación.
Baje una mano y le tome la verga y se la empecé a acariciar. El hombre jadeaba y suspiraba de placer. Me puso de a perrita y me empezó a coger de lo más rico, sentía una verga enorme entrando y saliendo de mi sexo que ardía de pasión.
El hombre me estuvo cogiendo a su gusto hasta que se terminó dentro de mí en una super venida, llenándome con toda su leche caliente. Cuando termino, me la dio a mamar para que se la limpiara, al tiempo que yo me tocaba para venirme.
Finalmente, el hombre salió de mi cuarto dejándome totalmente satisfecha.
Al día siguiente, al despedirse el compadre, alcance a escuchar como le decía discretamente a mi padrastro ~eres un suertudo, esta buenísima la putita esta ~. Yo comprendí enseguida que era el compadre quien me había estado cogiendo, sin querer me puse todita nerviosa y bien colorada.
Se despidió de mi con una sonrisa como de complicidad. Se acerco para darme un beso en la mejilla y sin que ellos se dieran cuenta me apretó las nalgas con una mano, haciéndome que me pusiera de lo más caliente, así que me quede ahí parada sin saber que hacer, jadeando de excitación.
Al paso del tiempo, finalmente me hice la puta de mi papa, de mi padrastro y del compadre de mis papas. Entre todos ellos me hicieron sentir que era la chica más puta y más feliz de todas.
 
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