Recuerdos incestuosos

airsoft

Virgen
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Jul 23, 2009
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Saludos, este es mi primer relato, espero criticas, ya sean buenas o malas , todas serán aceptadas; el relato me ha salido algo largo, creo y eso que solo es la primera parte, espero que haya una segunda o quien sabe si mas , depende de la aceptación. No espero el Pulitzer, je, je. Es un compendio de ideas refritas y alguna que otra experiencia personal, espero que no se haga aburrida, pero tenia muchas ideas y habia que intentar enlazarlas un poco. Espero haberlo conseguido al menos un poco.

Recuerdos incestuosos

Ando ya por la cuarentena y vienen a mi recuerdos de la niñez provocados por una conversación con mi hermana pequeña, cuatro años menor que yo; pero antes de ir con el relato voy a describir a los protagonistas del mismo.

Tengo dos hermanas, una un año mayor que yo (Rosa) y otra cuatro años menor (Maria) , la mayor vive en otra provincia y la menor en un pueblo a escasos 20km de donde vivo, con Rosa tengo menos trato porque al vivir bastante lejos se hace dificil tener una relación mas allá de llamadas por teléfono y visitas en vacaciones, a Maria en cambio por la cercania la trato a menudo, mas aun desde que nació mi sobrina (Blanca) que actualmente tiene 4 años. Mi nombre es Alex.

Pues vamos al grano.

Estaba en casa tranquilamente viendo la TV, eran las 7:00 de la tarde, con el calor que hace y lo mal que lo soporto, ando por casa en pelota picada, siempre con un pantaloncito corto de pijama a mano por si se presenta alguna visita inesperada, sonó el interfono y contesté, era mi hermana Maria, sale de trabajar sobre esas horas y me extraño que pasase por aqui, hacia casi una semana que no veia a la familia y casi siempre que la veo es cuando nos reunimos el fin de semana en casa de mis padres para comer o cenar.

- ¡ Hola ! - me dijo

- ¡ Hola !, ¿como has pasado por aqui?

- Como no te dejas ver a menudo - dijo sonriendo - hacia casi una semana que no sabemos de ti y tu sobrina pregunta por ti todos los dias.

- Ya sabes que soy un poco perro y me cuesta salir de casa si no tengo que trabajar, sobre todo con este calor, siéntate, ¿quieres tomar algo?.

- Vale , ¿que tienes por ahi?

- Pues poca cosa , cerveza, zumo, horchata ...

- Una horchata bien fria- dijo

Me fui a prepararla e instantes después regresé con las bebidas, nos sentamos en la cheslón, mi hermana vestia una faldita cortita y una blusa de tirantes, he de decir que siempre ha tenido un pecho impresionante, aunque tubo que reducirlo hace tiempo por problemas de espalda, es de constitución fuerte, voluptuosa, con curvas no los esqueletos que se estilan ahora, es rubia cobriza, labios carnosos , vamos que siempre ha estado de toma pan y moja, a sus 38 años seguia impresionante. De pequeños me tenia loco, como ya veréis mas adelante y por muchos años que hayan pasado sigo teniendo una predilección especial por mi hermanita pequeña.

- Bueno - dijo Maria seria - tenemos que hablar seriamente de un asunto, lo llevo pensando mucho tiempo y creo que es el momento.

Puff, yo me quedé pensativo, no siempre hemos tenido una relación tan cordial, sobre todo desde un determinado momento que relatare mas adelante y estaba dando vueltas a la cabeza intentando recordar algo que hubiese hecho mal, pero hacia tiempo que no metia la pata en nada... que yo recordara.

- Tu dirás.

- Pues llevo tiempo observando tu actitud con Blanca (mi sobrina), veo que andas esquivo cuando la abrazas y siempre me miras cuando sucede como buscando mi aprobación - mi cara se iba tornando colorada de vergüenza, porque ahora si que empezaba a tener sospechas de por donde iban los tiros - ¿no será por lo que nos pasó de pequeños? - preguntó.

- ¿ Lo, lo...- balbuceaba - que nos pasó de pequeños? - acerté a preguntar.

- Si, dudo que lo hayas olvidado , porque yo tampoco lo he echo, ya sé que jamás hablamos de ello, pero al ver tu reacción con Blanca he supuesto que tendria algo que ver con aquello.

Yo estaba tan rojo que si se fuese la luz alumbraria toda la sala.

Si, empezaba a recordar y sobre todo sospechar el porque de esta conversación; de pequeños siempre andábamos juntos mis dos hermanas y yo, ibamos de vacaciones al pueblo de mis abuelos y como la casa estaba a las afueras del pueblo casi siempre jugábamos juntos nosotros tres, pues los vecinos de nuestra edad del pueblo nos eran casi desconocidos, lo normal cuando las visitas eran de verano en verano; yo tenia 12 años, Rosa 13 y Maria 8, estábamos en pleno despertar de la sexualidad sobre todo Rosa y yo, Maria al ser mas pequeña andaba despistada pero veia como nos comportábamos Rosa y yo y algo sospechaba. Rosa y yo habiamos echo nuestro pinitos eróticos hace tiempo, pues hasta que Maria empezó el colegio estuvo en casa de los abuelos Rosa y yo viviamos en la ciudad. Aunque mis recuerdos de aquellos tiempos son vagos si que tengo viva aun en mi memoria los escarceos con Rosa, los besos, caricias, toqueteos, el descubrimiento del sexo, aunque si llegar muy lejos por supuesto.

Cuando nos juntamos los tres a veranear la cosa fue cambiando, Rosa y yo ya teniamos alguna noción de nuestros cuerpos y como buenos hermanos quisimos compartirlo con Maria, comenzamos a jugar con nuestros cuerpos, enseñamos a Maria algunos de nuestros secretillos; nos juntábamos en el patio de atrás donde habia una pequeña piscina haciamos "pases de modelos" donde yo me hacia a un lado el bañador paseando con mis atributos al aire haciendo poses mientras mis hermanitas me miraban, después ellas hacian lo mismo con sus bañadores desfilando con aquellos chochines peladitos y rosaditos, a mi por supuesto se me caia la baba y asomaba una leve erección que picaba la curiosidad de ellas y se acercaban para mirar y tocar, preguntándose porque crecia aquello, yo me dejaba hacer y mientras ellas tocaban con rubor mi pene yo les acariciaba el chochito, con esas edades era mas bien una exploración que sexo , pero por supuesto era agradable y no veiamos nada malo en aquello, aunque lo intuiamos porque siempre estábamos al tanto de que no nos viera ningún adulto; tampoco los juegos fueron mucho mas allá, lo mas "heavy" que recuerdo con mas risa que otra cosa es estar en la siesta con mis dos hermanas en la cama grande de la abuela toqueteándonos por debajo de las sábanas y mis "arriesgadas" incursiones hacia el fondo de la cama para besar y chupetear sus chochitos con mas curiosidad que malicia; si que me viene a la memoria una vez que Maria y yo estábamos en el sobrado de la casa sobandonos, no se donde estaria en ese momento Rosa y el "calentón" que teniamos me llevó a ponerme detrás de Maria frotando mi pene semierecto en su culete y chochito sin mucho conocimiento, pero recuerdo haber tenido un principio de orgasmo que la abuela corto desde lo lejos llamándonos para merendar, ya os digo esto lo recuerdo mas con una sonrisa que otra cosa, parecian "cosas de crios".

Las cosas empezaron a cambiar con la edad, Rosa empezó a ir al Instituto, a salir con las amigas y a hacerse mas independiente, yo siempre he sido algo timido y preferia quedarme en casa mas a menudo y por eso mi convivencia con Maria nos llevaba a estar mas unidos entre nosotros, no tengo conciencia de cuando Rosa dejó de juguetear con nosotros, pero como es sabido que las mujeres salen antes que el hombre de la pubertad, cosas de la edad, por aquel entonces Rosa tenia ya 15, supongo que ya tendria algún noviete y se fue alejando de Maria y de mi en ese sentido, yo con 14 seguia siendo un crio en mis relaciones con el sexo opuesto, salvo con mi hermana Maria.

Nosotros dos seguimos con nuestras incursiones "sexuales", Maria con 10-11 años ya parecia mas "mujer" y seguiamos con nuestros toqueteos aunque la cosa ya iba a mas, ahora cuando haciamos nuestras incursiones sobre nuestros cuerpos no habia tanta inocencia como antes yo por mi edad ya tenia mas idea sobre el sexo, las revistas y charlas con los amigos hacian que estuviera mas avanzado en lo que se podia hacer con nuestros cuerpos que mi hermana, también iba llegando a mi conciencia que aquello empezaba a "no estar bien", pero los hombres siempre hemos sido mas "echaos palante" sin sentido en lo que a los instintos animales se refiere. Como os digo mi hermana ya empezaba a despuntar como un prototipo de mujer impresionante en la que se convertiria después y como "hombre" que era pensaba mas en satisfacer mis instintos que en pensar si aquello estaba bien o no y si habia que dejarlo.

Como ya digo nuestros escarceos eran cada vez menos inocentes, Maria estaba receptiva a mis caricias y manoseos , ibamos a mas ya no solo era tocarnos, yo me arriesgaba a chupetearle el chochito, meterle la lengua, creo que mas de una vez tuvo algún diminuto orgasmo, se dejaba hacer siempre habia sido mas parada y yo era el que proponia juegos eróticos, nos poniamos a corretear y saltar persiguiéndonos , cuando la alcanzaba la abrazaba, pegaba mi erección en su culete, esa erección ya no era la de antaño, no voy a decir que tengo un aparato de 20 o 25cm como suele exagerar la imaginación masculina, el mio está en la media unos 16cm y 4cm de diámetro, ella sentia el roce y se pegaba a mi moviendo el culo para que se colocase entre sus cachetes, de vez en cuando se sentaba encima de mi cuando estaba delante del ordenador, se vestia solo con una camiseta larga y sin nada debajo, yo como ahora siempre iba con los shorts del pijama, nunca me ha gustado estar en casa con slips que recojan mis atributos, como digo ella se sentaba encima de mi y tonteábamos con el ordenador, pero ambos sabiamos que el ordenador era la excusa para toquetearnos, ella se levantaba la camiseta y yo hacia a un lado los shorts para que el contacto fuera total, nos moviamos despacio para disfrutar del contacto y no hacer mucho ruido "no apropiado" porque no estábamos solos en casa, aunque si en la habitación mas alejada después de un largo pasillo, no habia penetración por supuesto, pero si que llegábamos ambos a tener mas de un orgasmo, siempre teniamos en la mesa del PC papel higiénico para quitar las "pruebas" del delito.

Esto ocurrió durante varios años, entre los 11 - 14 de Maria y los 15 -18 mios, con 18 yo ya deberia de haber madurado dejando de practicar estos juegos con mi hermana, pero ya desde pequeño era introvertido, poco sociable, al menos no tanto como deberia haberlo sido, también he de reconocer que según iba viendo crecer a Maria y que se estaba convirtiendo en toda una mujer mi interés por acabar con aquello iba desapareciendo aun a sabiendas de que no estaba bien.

No tengo conciencia de cuando la cosa empezó a cambiar, quizás cuando Maria comenzó el instituto, intuia que se iba alejando de mi pero yo seguia ciego por sus encantos y no supe o quise darme cuenta de que aquello tenia que terminar.

Ese verano fuimos al pueblo con los abuelos, Rosa ya hacia vida mas independiente y pasaba de ir al pueblo, preferia estar con sus amigos que "perder" el tiempo con los pueblerinos. Nosotros dos en cambio aun disfrutábamos del pueblo, dormiamos en la misma habitación pero en camas separadas claro. Aunque yo no queria darme cuenta Maria poco a poco habia ido esquivando nuestro juegos, pero yo erre que erre no queria perder ese pedazo de mujer, durante ese año fueron desapareciendo nuestros juegos o no tan juegos de frotarnos, aquellos orgasmos conjuntos de antes habian desaparecido y casi ni me di cuenta, lo mas asombroso es que todo pasó sin hablarlo, era como un sexto sentido.

Pero yo cometi el error de no darme cuenta y aunque nuestros juegos desaparecian yo no renunciaba totalmente a ellos y cuando tenia opción la seguia abrazando, rozando su trasero con mi pene, ese verano nos estábamos distanciando mas e hice algo de lo que me arrepenti después; ya a mediados del verano mis toqueteos se iban haciendo cada vez mas lejanos en el tiempo.

Una noche llevábamos unas horas en la cama, yo estaba despierto dándole vueltas a la cabeza, buscando la manera de que todo volviera a ser como antes, me arriesgué, me levante de la cama entre penumbras y me acerque a ella, empecé a acariciarla por encima de las sabanas, parecia que no habia reacción alguna por su parte, lo que me llevo a ir mas allá, retiré un poco las sábanas y pude ver entre penumbras su silueta, estaba de costado dándome la espalda, no llevaba mas que un camisón muy fino y unas braguitas, empecé a acariciarle la espalda, primero por encima del camisón y después me atrevi a meter la mano por debajo, o estaba profundamente dormida o no queria hacer caso, ante su pasividad yo segui adelante, en mi mente solo cabia justificarlo con que "como ya lo habiamos echo antes" ...

Segui adelante, empecé a acariciar el principio de su seno izquierdo, que ya con 14-15 años eran bastante generosos; como habia signos de ningún tipo baje mi mano hacia su trasero, con la otra me estaba haciendo una paja a las que tan asiduo era hacia ya un tiempo, desde que las cosas entre nosotros empezaron a cambiar, le sobaba el culo por encima de las bragas, pasaba cerca de su chochito tapado por las braguitas, cada vez estaba mas caliente, tras un rato de este sobeteo noté como se empezaban a mojar sus braguitas, eso era buena señal o eso creia yo, por lo tanto pasé al siguiente nivel, meti despacito la mano por debajo de las braguitas sobando el culo directamente, la cosa estaba que ardia, llegué a pasar los dedos por encima de su chochete llegando incluso a introducir uno de los dedos unos milimetros en el, ocurrió lo inevitable, me corri; creo que fue porque hacia ya mucho que no teniamos aquellas sesiones en las que ambos nos magreabamos casi a fondo, recogi aquello como pude y me volvi a mi cama con la sensación de que habia consentido, o al menos no habia dicho que no, tenia los dedos mojados de los flujos de Maria, mañana intentaria algo mas.

El dia pasó sin novedad, no hablamos de lo sucedido, como si no hubiese pasado nada, nos fuimos a montar en bici, dimos un paseo con los perros y poco a poco la noche se abrió paso.

Dejé pasar una hora aproximadamente, cuando supuse que ya deberia de estar dormida volvi a acercarme a su cama, esta vez iba a intentar algo mas arriesgado, sentia el latir del corazón como si fuese a salirse del pecho, una mezcla de miedo y morbo que hizo que se me pusiera mas dura de lo que nunca habia estado, comencé con la misma estrategia, acariciando por encima de las sábanas, escuchando su respiración, luego sobre el camisón y finalmente directamente sobre su piel, ya habia llegado al logro de la noche anterior, a partir de aqui se complicaba el asunto, volvi a notar como se mojaba, parece que iba por el camino correcto, me ensalive dos dedos y meti mi mano por debajo de las braguitas hasta su chochito, las señales eran buenas o al menos no habia señales contrarias asi que continué con la siguiente etapa, le fui bajando las braguitas poco a poco, parecia no oponer resistencia y se las dejé por medio muslo, respiré hondo y me subi a su cama, noté un cambio en la respiración y me paré en seco sin tocarla, estuve asi lo que me pareció una eternidad pero poco a poco recobré el animo y me prepare para continuar con la expedición; ella seguia de costado como dormia siempre, la acaricié el brazo y me pegue un poco a ella, aunque aun sin rozarla con mi pene, me acomodé como pude y volvi a acariciarle el brazo, pasando luego a sus caderas y terminando en su culo, su respiración se agitó un poco pero no hubo ninguna otra señal por lo tanto me acerque aun mas a su cuerpo y ahora si que puse mi pene rozando su culo, la excitación parecia insoportable , pero ante la falta de signos por su parte o dormia profundamente, cosa imposible, o me estaba dejando hacer; entonces llegaba la operación final, que esperaba que saliese bien, me jugaba mucho en ella, si salia bien seria como verse abrir el cielo, sino el desastre total; si lo hubiera pensado dos veces...
Yo ya estaba bruto perdido, mi pene parecia querer salirse de si mismo, asi que me ensalive la mano y lo lubrique a fondo, me junte a ella que casi no pasaba ni aire entre ambos, puse mi pene sobre la raja de su culo y el comienzo de su chochito comenzando a frotarlo ritmicamente, mi respiración se aceleró y noté que la de Maria también, quise llegar a mayores y acerque la punta de mi pene a la entrada de su chochito llegue a introducirla unos milimetros pero en ese momento una leve de gruñido que pareció de desaprobación me frenó en seco, estuve asi un par de minutos sopesando si lo que habia oido era lo que me parecia o no; tras unos minutos volvi a armarme de valor y recupere el movimiento anterior, segui un rato pasando mi pene sobre su rajita a ver que pasaba, otra vez mi respiración se volvió a acelerar también la suya por lo que decidi volver a intentarlo, le di un beso en el hombro y volvi a acercar la puntita a su entrada dando un par de toques sin meterla a ver que pasaba y no pasó nada, segui un ratito mas tocando su entrada buscando confianza, pasé mi lengua sobre su cuello, era imposible que estuviera dormida, tenia que sentir lo que estaba pasando y por tanto consintiendo, pase mi mano izquierda por encima de su brazo acercándolo a su pecho y lo acaricié por encima del camisón con delicadeza hasta rozar su pezón con mis dedos, noté como un escalofrio le recorrió el cuerpo, erizando los pelillos de su cuerpo, esa era buena señal, asi que tomé aliento y empujé un poco mas y logré meter un centimetro de mi cabecita, pero la reacción no fue la esperada, separó su culo de mi y volvió a soltar el gruñido de antes pero algo mas fuerte, creo que mi corazón se paró en seco.

Mi mente decia que esa señal evidentemente no era buena, pero como bien es sabido cuando la sangre se agolpa allá abajo en un hombre su ausencia del cerebro no le deja pensar en otra cosa....

Dejé pasar unos minutos y parece que la cosa se calmó, me volvi a acercar a su culo con la intención de volver a la tarea de antes pero sin intentar mas allá, pasé mas de cinco minutos con el mismo movimiento, pensaba en conseguir correrme y dejarlo ahi para ver que pasaba al dia siguiente, pero el calentón y la aceleración del ritmo me hizo perder un instante la razón y el instinto me llevó a apretar mas de la cuenta, meti casi todo el glande en su chochito y ahi se abrió el infierno en la tierra, noté un empujón y con voz ronca aunque baja para que no se oyese mas allá de la habitación dijo, ¡¡¡ Estas loco !!!, yo cai de la cama y me quedé apoyado en la mia, con un susto de muerte balbuceando, intentando hacer creer tontamente que me estaba soñando, avergonzado me meti en mi cama y no logré conciliar el sueño mas que casi al despuntar la mañana, cuando me desperté Maria ya no estaba en su cama , he de decir que me levanté acojonado, consciente de habia echo algo malisimo, esperaba un broncazo de mi hermana o algo peor, pero no pasó nada de eso, eso si el dia lo pasamos sin hablarnos, mi mirada no era baja, estaba bajo tierra pero no tuve los mismos arrestos para pedirle perdón como los tuve para intentar lo de anoche. Quizás si lo hubiera echo no nos habriamos distanciado tanto en los siguientes años, pero ya no tenia remedio.

Esa noche Maria durmió en otra de las habitaciones y nuestra relación se enfrió desde entonces como nunca hubiera creido que fuese a pasar.

Jamas hablamos de aquello, ni aunque años despues retomaramos la relacion de hermanos, aunque siempre habia un algo ah�* que siempre nos ha llevado a evitar los contactos fisicos mas alla de los estrictamente necesarios, creo que es el recuerdo de aquello lo que nos prohibe mas licencias que las justas.

Y llegamos al momento actual y entenderéis el porque de mi angustia ante la conversación que me esperaba con mi hermana.

Si hay interés prepararé una segunda parte, ahora me voy de farra,je, je un saludo.
 

ricosuave

Pajillero
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muy interesante este relato se agradese y se espera la segunda parte,,saludos
 
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