Penetrando a mamá

ricosuave

Pajillero
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Ene 10, 2007
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Era aún muy pequeño cuando garabateaba todo papel que llegaba a mis manos. “Ema me ama…Mamá me mima…mamá me mimaâ€�. Desde allÃ*, y como elemento recurrente, la calidez de mi madre se posó en mi vida como nudo central y, paulatinamente, fue tiñendo con su color particular todos mis actos.
Silvia se llama mi madre y es aún una mujer muy atractiva. Sus 42 años la muestran como una dama que combina perfectamente la formalidad con una muy especial sensualidad. Es profesora de BiologÃ*a en varias escuelas de educación media y polimodal, lo que le brinda la posibilidad de tener un manejo solvente del vocabulario juvenil y, más aún, una correcta comprensión de las caracterÃ*sticas propias de una etapa tan compleja como la adolescencia.
A sus 42 años, Silvia es todavÃ*a una mujer bellÃ*sima. Yo dirÃ*a, sin temor a equivocarme, que es una de esas mujeres que excitan a los hombres a primera vista. Mamá no provoca…solo insinúa. Mamá no se regala…hace que el hombre ofrezca sus mejores recursos en pos de lo que desea. Su cabello, ni muy largo ni muy corto, es castaño claro y sus ojos marrones. Mide 1.68 mts. y sus turgentes senos hacen que los señores se vuelvan a mirarla a su paso. Su cola, sin ser muy grande, es aun firme y sabe moverla con toda la gracia propia de una dama elegante y sensual.
Todo comenzó un sábado por la noche del pasado mes de Septiembre. Un clima más veraniego que primaveral invitaba al paseo y, ocasionalmente, a disfrutar de una bebida fresca. Mis amigos Javi y Andrés, integrantes de un equipo juvenil de rugby habÃ*an viajado al interior del paÃ*s para enfrentar un compromiso del calendario anual.
-“Mamiâ€�- grité, mientras salÃ*a del baño envuelto en un toallón, -“¿Qué hago esta noche? Los chicos fueron a Salta a jugar un partido y la noche está demasiado linda como para encerrarse en casa. Ella, que preparaba sus clases semanales, no alzó la vista de los papeles y replicó: -“Yo tampoco tengo con quien salir. ¿Qué te parece si vamos a tomar algo juntos? Hace mucho que no lo hacemosâ€�-
Su propuesta me sorprendió y no encuentro una explicación para ello. No serÃ*a nuestra primera salida juntos, pero…no sé…noté algo especial en su voz o quizás, inconscientemente, hacÃ*a mucho tiempo que esperaba que esta situación se diera asÃ*, naturalmente.
-“Cómo no, mamiâ€�-, respondÃ*…-“¿tenés alguna idea de dónde podemos ir?â€�-
-“No lo sé, Ale. Lili me habló, el otro dÃ*a, de un sitio muy piola, accesible, con muy buena atención y cerca de casa. Podemos probarâ€�-, respondió.
AsÃ* fue. A la hora convenida salimos en su coche. Estaba hermosa, quizás era la más deliciosa versión de mamá que haya visto hasta ese momento. TenÃ*a puesto un conjunto celeste de casaquilla y pollera. LucÃ*a un importante escote que dejaba ver el nacimiento de unos pechos maravillosos. Su falda, que no llegaba a ser mini, sugerÃ*a más que lo que mostraba, y lo que sugerÃ*a prometÃ*a ser inolvidable.
El lugar elegido, como lo habÃ*a prometido Lili, se mostraba como acogedor y discreto. Mostraba una intimidad que, combinada con un sobrio buen gusto, hacÃ*a que uno se sintiera identificado con el ambiente y dispuesto a brindarse por entero a la persona que lo acompañaba. Una música suave, magistralmente interpretada por piano, saxo y baterÃ*a, servÃ*a de delicado fondo auditivo para conversar en un tono intimista apto para la confidencia.
Comenzamos bebiendo cerveza a mi elección. Mami me dijo que yo, esa noche, era el mimado y podÃ*a elegir. Estaba realmente deliciosa, muy suave y helada. Conversábamos amablemente sobre nimiedades cuando le pregunté sobre algunos señores que –en distintos momentos- supuse sus amantes. Ella, con su habitual velocidad mental, salió fácilmente del paso quitándole toda trascendencia a las relaciones mencionadas.
Nuestras rodillas, de vez en cuando, chocaban bajo la mesa y yo –en principio- solo atinaba a retirar las mÃ*as. En una oportunidad, no las alejé e hice presión sobre sus muslos para intentar profundizar el contacto, a lo cual accedió momentáneamente, para replegarse. Miré fijamente su rostro y noté una sonrisa pÃ*cara bailando en sus labios.
De pronto, el volumen de la música subió y dos o tres parejas encararon decididamente hacia una pista del baile que, hasta el momento, nos habÃ*a pasado inadvertida quizás por su oscuridad. –“Lili no me habÃ*a comentado que aquÃ* se bailaâ€�-, dijo. –seguro que se le ha olvidado. A propósito, Ale…¿cómo te llevas vos con el baile?
La miré a los ojos y le contesté: -“Más o menos, soy bastante tronco, pero con esta música lenta seguro me las arreglo. Con Mariana –mi ex novia- salÃ*amos seguido a bailar, y tenÃ*a que cumplirâ€�-.
Se paró, me tomó de la mano y llevándome hacia la pista, me dijo: -“VenÃ*, vamos a probar. Tal vez sea una buena maestra para vos…â€�-.
Nos paramos frente a frente. Comenzamos a movernos a un ritmo superior al que proponÃ*a la música, bastante separados. Mi brazo derecho ceñÃ*a tÃ*midamente su talle y su mano izquierda se posaba en mi hombro como para mantenerme a distancia. Esto me hizo sentir molesto. Ella pareció notarlo, sonrió y recostó su cabeza sobre mi pecho, oprimió mi mano y me acarició suavemente la nuca al tiempo que decÃ*a: -“Esto se baila asÃ*…más apretaditos, Dejémonos llevarâ€�-.
SentÃ* en mi pecho el contacto con sus pechos y no pude evitar que mi miembro despierte del letargo. Apoyé mi mano en su espalda y la apreté más contra mi cuerpo para sentirla plena y vibrando. Ella amagó a detenerme con su mano en mi pecho, pero se detuvo y comenzó a moverse muy insinuante, pegadita a mi cuerpo. La sensación de sus tetas palpitando sobre mÃ* era fascinante y mi mano –quizás en una actitud refleja- principió a acariciar suavemente su espalda desnuda.
-“Ale, Aleâ€�-, susurró-, -“Ale, portate bien, bebéâ€�-, dijo, pero no se separo de mÃ* ni un palmo. Solté su mano, y llevé la mÃ*a hacia su cintura para, junto con la otra, incrementar la presión y arrimarla contra mÃ*. Su mano, ya libre, fue hacia mi cuello y se enlazó con la que tenÃ*a en mi hombro. Su rostro estaba muy junto al mÃ*o y sentÃ*a que su aliento me quemaba.
Mis manos oprimieron su talle pegando su sexo al mÃ*o. Mi pierna derecha forzó a sus muslos a franquear el paso y sintió, por primera vez, el miembro erecto de su hijo establecer contacto con su sexo ardiente. No dijo nada, solo sentÃ* que sus dedos ejercieron mayor presión sobre mi cuello y que sus lolas comenzaron a refregarse contra mi pecho.
Mi calentura comenzó a tornarse inconmensurable. Mi pija crecÃ*a incesantemente y ella la sentÃ*a, sobre la ropa, moverse en su entrepierna.
-“Ale…Aleâ€�-, musitó.-“¿Qué me estás haciendo?â€�-, y su cintura empezó a cimbrear, impulsando a su vagina a ir al encuentro de mi bulto que la estaba subyugando. –“Ale, soy tu mami…Ale, por favor…â€�- No pudo terminar la frase, mi boca buscó la suya. Al sentir el calor de mis labios quiso retirarse. La apreté contra mÃ* sin violencia pero con decisión. Tomé su mentón, la besé largamente, la obligué a abrir su boca para recibir mi lengua contra la suya. –“Yo mando esta noche, mami, no lo olvides, dame esa lengua que te la como todaâ€�-.
Levantó la vista y me miró como insinuando una queja. No la dejé hablar. –“Ya es suficiente, Silvia, no te resistas más. La realidad dicta que esta noche será mi hembra y ya no hay retorno. Dejate llevar, hermosa mÃ*a…mi yegüita adoradaâ€�-.

-“Ale…Aleâ€�-, susurró. Sus labios abrieron y su lengua se disparó al encuentro de la mÃ*a. Más abajo, nuestras pelvis se buscaban con desesperación, iniciando un movimiento casi propio del coito.
-Ale…Ale, mi bebé, ¿qué le hacés a mami? Me estás haciendo mojar toda, mi machito lindo�-.
-“Hace tiempo que te deseo, Silvia. Esta noche vas a ser mÃ*a. Quiero cogerte hasta que amanezca. Quiero que te sientas mÃ*a, que me desees, que me reconozcas, que esperes anhelante mis penetraciones y que gimas como una potranca cuando la tengas toda adentro. Me vas a dar tu concha cuando yo quiera. Voy a coger tu culo cuando yo disponga. Vas a ser mÃ*a…mami, enteramente mÃ*a. Quiero llenarte de leche…Silviaâ€�-.
“-Mi amor, mi Ale..yo también quiero ser tuya esta noche. Deseo ser tu hembra, entregarme totalmente a tus caprichos. Siento que me dominás, que podés hacer conmigo lo que quieras. Ã�mame, Ale. Ã�mame como un hombre quiere a su puta. Soy toda tuya…guachito mÃ*o…â€�-
Nuestros cuerpos estaban como fundidos en medio de la pista, nuestros labios se devoraban y la humedad de su concha era perceptible a través de la ropa. Los primeros jugos preseminales tendÃ*an a escapar de mi verga enhiesta y Silvia gemÃ*a…!como gemÃ*a mi madre!â€�-
-“Vamos a casa, por favor vamos casa�-, rogó. –“No puedo más, quiero ya tenerte adentro y siento que la gente nos mira. Vamos a casa, Alejandro�-.
¿Cómo negarse ante semejante pedido? ¿Qué hombre con sangre en las venas puede ignorar tal llamado a la lujuria más anhelada?
Abrazados como novios salimos del boliche. Mi abrazo amarrado a su cintura y su mano derecha acariciando mi pecho a través de la camisa. Ninguno de los presentes podÃ*a siquiera sospechar que esa pareja amante que se retiraba estaba integrada por madre e hijo.
El viaje en el coche se hizo interminable. Ni bien partimos levanté su falda y acaricié sus muslos, mientras mis labios buscaban su cuello y bajaban traviesos hasta el nacimiento de sus senos.
-“Alejandro, mi amor, esperá que lleguemosâ€�-, gemÃ*a, -“Ay, bebé, cuidado que podemos tener un accidenteâ€�-. Mi mano ya arribaba a su bombacha y jugueteaba en su raja sobre la tanga. Luego, metÃ* mi dedo por debajo del elástico inferior y con él recorrÃ* los labios inflamados de su conchita, pudiendo comprobar la humedad que emanaba de ella. Silvia, mi madre, no hacÃ*a más que gemir, abriendo más sus piernas como invitándome a avanzar en mi exploración por sus fantásticos montes.
-“Ale…Ale, no puedo más, no seas malito. Estoy muy caliente amorcito. Mami ha estado mucho tiempo sin tener un hombre en su cama y no ve la hora de sentirte muy adentro. Quiero tenerte, hijito, que me cojas como lo hacÃ*a tu padre, que me des y des durante todo el tiempo que quieras. Quiero recibir esa pija enorme que tenés, que me abra toda. Haceme tuya…no puedo más.â€�-
Consideré, entonces, que mi expedición de reconocimiento habÃ*a finalizado y que era hora de internarse en la espesura. Lentamente…muy lentamente, fui hundiendo mi Ã*ndice en su concha, arrancándole un gemido estremecedor: -“Bebé….mi bebé, me estás matando. ¿Ves como pusiste la cachucha de mamita?â€�-. No era para menos, su sexo estaba tan rebozante de jugos como si un hombre se hubiera derramado en su interior. No cabÃ*an dudas que Silvia, mi mami, me habÃ*a regalado su primer orgasmo.
-“Ale, mi vida, quisiera tener tu pija en mis manos y no puedo. Mamá quiere darte mucho placer, hermoso, pero ahora debe atender al volante�-
Afortunadamente, llegamos a casa. Mamá detuvo el motor y me abrazó y besó con suma pasión. Buscó mi lengua con desesperación mientras su mano se posó apresuradamente en mi bragueta. –“Qué hermosa verga, mi hombre, me morÃ*a por agarrarla. No puedo creer que ese pitito que entalcaba hace no mucho tiempo sea la misma pija que me va a coger hasta el hartazgo esta noche. La quiero. ¡Cómo la quiero!
Bajamos del auto, abrimos la puerta de entrada y subimos casi corriendo las escaleras que nos conducÃ*an a su dormitorio. Una vez allÃ*, Silvia empezó a desabotonar mi camisa muy despacito. La abrió y su lengua, muy suavemente, recorrió mi pecho desde arriba hacia abajo, deteniéndose en mis tetillas y bajando luego hacia mi abdomen. Su mano ya se habÃ*a adueñado de mi poronga y procedÃ*a a pajearla con mucho amor. Apretaba el glande como queriendo reconocer la pija que se iba a comer, lo acariciaba y su boca iba hacia la mÃ*a y mordÃ*a mis labios y se apropiaba de mi lengua y gemÃ*a…mi mamita gemÃ*a.
“-Tranquila, Silvi…mi amor. Bajame el pantalón y quitame el slip. Podés tragarte mi pija ahoraâ€�:- le decÃ*a, mientras mis manos magreaban sus tetas, metiéndose por encima de su generoso escote. –“Chupala, mami, hace años que lo espero. Dame lengua hasta que vuelque en tu boca toda la leche que guardo para vos. Tragate mi semen, mi hembrita caliente, que después voy a clavarte hasta que digas, basta por favor. Vas a obedecerme, turrita mÃ*a. Te voy a montar en todas las posiciones. Mi verga va a entrar y salir de tus agujeros cuando quiera, y no se te ocurra detenerla porque tus nalgas van a conocer mis manos. Te voy a dar mucha pija…mami…toda la que te ha faltado en este tiempo.
Silvia, mi mamá, mÃ* querida Silvia. ¡Como chupaba mi garrote! ¡Con qué deleite rodeaba con su lengua mi rosado glande! ¡Con qué alborozo iniciaba un furioso mete y saca! Empapaba la verga con su saliva, para secarla luego. –“Silvia, yegüita,…!Cómo te la comés, mami. AsÃ*…cometela asÃ*, preciosura. No pares, por favor, que estoy llegando. Más…dame más que me vengo. Ya llego, mami. AsÃ*…AsÃ*. Ay…hummmmmmmmm, ¡qué hermoso! Tragá puta, tomatela, no dejes que se escape nadaâ€�-
Mi pija eyaculó todo el lÃ*quido guardado para mamá durante tantos años. La boca de Silvia no bastaba para contener tanta leche acumulada y chorros del lÃ*quido blanco y viscoso caÃ*an por la comisura de sus labios. –“AsÃ*, mi potranquita. Toda la leche de tu bebé es para vos. Ahora limpiá bien mi pija, no quiero que quede una sola gotaâ€�-
Mami se dedicó con devoción a la tarea de limpieza. –“Qué rico, bebé. BebÃ* toda la leche de mi potrito y ahora te quiero llenándome toda. Quiero que me hagas tuya, que me sometas, que me poseas, que me uses como si fuera la puta más grande del mundo. Cogeme Ale, por favor, haceme sentir bien mujer. Mi concha te pide a gritos. Cogeme, vidita…no me hagas esperar más. Estoy muy caliente…muy calienteâ€�-
Los veinte centÃ*metros de mi verga ya daban muestras de recuperación. Mami, como cuando era niño, procedió a quitar mi pantalón. Estaba, él también, muy mojado por mi lechita. Mami me quitó hasta la última prenda y dijo: “Ahora si, bonito, estás como cuando viniste al mundo. En bolas para mami, mi vida. Te quiero…te quiero.â€�-
La besé tiernamente en la boca, la tomé de la mano, la conduje amablemente hacia la cama y, con firmeza, la obligué a tenderse boca arriba. BebÃ* sus labios con vehemencia y, sin dejar de besar su piel, fui bajando hasta sus maravillosas tetas. LamÃ*, en forma circular, la aureola de sus pezones mientas sus manos apretaban mi cabeza contra su cuerpo. –“Chupá, mi amor, como cuando eras chiquito. Comete nuevamente las tetas de mamá. Tragate esos pezones que te alimentaron, dame tu lengua…â€�- No dejé que Silvia rogara demasiado y sus erectos capullos fueron, alternativamente, desapareciendo en mi boca. Los mordisquee delicadamente, los apreté entre mis labios y los agasajé hasta el cansancio.
“¿Te gusta, mi putita? Mirá como tu nene te come las tetas. SentÃ* mi dedo, hermosa, ahÃ* va…abrÃ* ese culo…abrilo te digo que lo estoy preparando para despuésâ€�- Y Silvia, obedeció…ya estaba aprendiendo a obedecer y, mientras disfrutaba de una esplendida chupada de tetas, gozaba de un dedo moviéndose en forma de tirabuzón en su cola, dilatándola para la culeada que, indefectiblemente, iba a tener luego.
-“Cogeme ahora, Ale, por favor. Damela ya. La quiero asÃ*, sin forro, Quiero sentir su calor. Quiero gozarte vaciándote dentro de mÃ*. Dasela a mami, vida. ¡Te deseo tanto!
Mami tenÃ*a razón, ya estaba lista para ser poseÃ*da. Me acosté encima de ella y la besé largamente en la boca, enredando mi lengua en la suya que la esperaba ansiosa. Mi pija, que de tan parada tenÃ*a vida propia, buscaba afanosamente su entrepierna. Separaba sus rodillas movÃ*a su talle, gemÃ*a como loca. Tomé sus piernas y las coloqué sobre mis hombros, dejando su concha indefensa, a entera disposición de mi monstruito sediento. Mamá, mi Silvia, incrementaba el volumen de sus gemidos. –“Ahora si, hembrita mÃ*a, vas a ser cogida como nunca, Recibimeâ€�-
De un solo empellón le clavé mi pija hasta que mis huevos hicieron tope. Dio un alarido desgarrador -¡Ayyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy!, despacio, mi alma, que me partÃ*s!â€�-, se quejó.
-No, mami, putita. Aguantá la pija asÃ*, metida hasta el fondo. Mové esa concha. AsÃ*…asÃ*…asÃ*. ¡Eso, mami…eso! AhÃ* está, toda adentro…cometela, es tuya, sentila moverse. Apretá las piernas, yegüita, que acaricien mis bolas. Si…dame esa lengua en mi boca…, te estoy cogiendo, mami, te estoy cogiendoâ€�-
-“SÃ*, mi ángel, ya no me duele. Me estás volviendo loca. Movete asÃ*…no parés…sentÃ* como mi concha quiere retenerte. Mi amor…escuchá el ruido de mis liquidos…estoy empapada. Quiero esa pija, dame más…no te parés, guachito…besame, mordeme, apretame las tetas. Soy tuya…tuya…
Mami gemÃ*a, deliraba. Me pija no paraba de moverse dentro suyo y su concha acompañaba cada una de sus embestidas. Sus espléndidas tetas se balanceaban al ritmo de la cogida y mi dedo Ã*ndice volvÃ*a a sodomizarla, lo cual la hacÃ*a gritar de calentura.
¡â€�Ay bebé, mi bebé, mi hermosa criatura! ¡Qué polvo me estás echando! Mami es tuya…toda tuya. Haceme la concha, hermoso…asÃ*. Seguite moviendo, potrito mÃ*o que estoy llegando. Quiero que acabemos juntos, vida. Dame tu lechita, la quiero. Llename. Dale…asÃ*…movete turrito que ya estoy. Damela..quiero pija. Más…más…más.â€�-
¡Ay mami, es la concha más hermosa que he cogido! ¡Cómo te la comés, putita! SentÃ* como mis huevos te golpean. Si, mi amor, vamos a acabar. Movete, puta, movete. SentÃ* cómo mi pija entra y sale. Mové esa concha que te la lleno de leche. Tomá, hermosa…para vos. Ay mami…me vengo..me vengo…te quiero mami….maaaaaaaaamiâ€�-.
-“Aleeee, Aleeee, siiiiii, siiiiii, bebé, bebé, bebé, si…si…si. Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii, ¡Cuánta leche, amorcito, cómo me entra! Dale esa lengua a mami. ¡Ay Ale, cómo acabo, amor! ¡Ay, mi vida, no parás de llenarme de leche! ¡Qué calentita, guachito! NO…no me las saque todavÃ*a. AsÃ*…asÃ*…quiero sentir tus últimas sacudidas.
Mi semen corrÃ*a por las piernas de mamá que no pudo retenerlo todo. Yo mojaba mis dedos en él y lo untaba en sus labios. Ella, lo recogÃ*a con su lengua y lo saboreaba como al manjar mas deseado.
¡Qué hermoso cogida, Alejandro! Creo que nunca he gozado tanto. Tu padre tenÃ*a una hermosa verga pero le faltaban pasión e imaginación. Por lo que estoy vendo, creo que de eso a vos te sobra, cielo.
La besé en la boca, manchandome con mis propios jugos y le dije: -TodavÃ*a falta lo mejor mami. Vas a ver cuánta creatividad tengo en la cama. Tu culito, que me parece muy estrecho, va a ser penetrado sin piedad. Vas a tener que bancarme adentro, mami. Te guste o no, voy a hacerte el culo y creo que lo vas a disfrutar. Me has demostrado que sos una putita divina y como tal te la vas a tragar por detrásâ€�-
-“Ay amor, no puedo decirte que mi cola es virgen. En verdad, tu padre era bastante formal y nunca me cogió por allÃ*. Pero, un amante ocasional, me sedujo hasta tal punto que me la dio por el culo. No lo gocé demasiado porque creo que no lo hizo bien. La metió de golpe y comenzó a moverse rápidamente. Cuando me estaba acostumbrando a su tamaño, acabó adentro de mi. En verdad, fue una gran decepción ya que habÃ*a fantaseado mucho con una buena culeadaâ€�-
-“Qué hermosa mina sos, Silvi Si no fueras mi madre podrÃ*a enamorarme de vos. Si, divina, me encanta que me acaricies la pija asÃ*. Me parece, putita, que la estás excitando para que te haga la cola. ¿Querés que te coja por el culo, no? Te veo apuradita. Te encanta la verga, mami. PodrÃ*a cogerte durante horas…muchas horas…â€�-
-“Si, mi bebé, quiero sentirte en mi culo, ahora. Esta noche sos mi dueño, soy totalmente tuya. Mi culo te desea…te quiere adentro. Pero querelo, cariño, haceme gozar no sufrir, quiero volverme loquita y que me lo llenes de lechita. Sos mi amor,,,Ale…mÃ*oâ€�-
-“Hoy te dije que iba a cogerte como se me antojara y que no podÃ*as resistirte. Pero te amo, Silvi, y quiero que disfrutes. SÃ*, mami, voy a llenarte el culo de leche…pero no voy a rompértelo…voy a amarloâ€�-.
Mi verga ya estaba nuevamente al palo por sus continuas caricias. Me tendÃ* con mi palo apuntando al cielorraso y la tomé amorosamente de la mano. –“VenÃ*, Silvi, sentate arriba de mi pija y manejá la penetración con la cintura. Andate enterrandola a medida que la soportes. Tu culito te irá pidiendo verga según la deseesâ€�-
Me miró y sonrió con expresión de novia enamorada. Lubriqué la puerta de su ano con mi saliva y esperé impaciente. Tomó mi vara con amor, pasó su lengua por la cabeza rosada, abrió sus piernas y comenzó a sentarse, a autosodomizarse con la verga enhiesta de su amado retoño.
Su mirada no se separaba de la mÃ*a. Su mordÃ*a el labio inferior en una mezcla de lascivia y sufrimiento. Mi glande ya era agradecido huésped de ese deseado anfitrión. Silvi gemÃ*a suavemente: -¡Ay Ale!…me duele pero me gusta…la siento entrar muy suavecito.muy lubricada, ¡Ay Ale! Me está abriendo toda, mi amor, como me culeás. ¡Ay, vida! Enterramela un poquito vos, movete despacito, yo te freno si no aguanto. ¡Ay, guachito hermosoâ€� AsÃ*, hasta ahÃ*. ¡Cómo la siento! ¡Me quema el orto, vida, pero me encanta! AsÃ*, acariciame el clÃ*toris. Sos hermoso, es bárbaro como me lo hacés..asÃ* vale la pena. ¡Ay Ale…Ay Ale…Ay Ale…! Enterramela amor…la quiero toda…damela…llename el culo. Ayyyyyy asi, asi, asiâ€�.
Mis testÃ*culos golpeaban contra las nalgas de Silvi. Mi verga estaba hundida hasta el fondo en su culo, La mujer que, hasta hace un momento, pedÃ*a clemencia en la penetración, mi madre, ya se movÃ*a furiosamente con veinte centÃ*metros de pija llenándole el ano. –“AsÃ*, turrito, ¡Qué culeada me estás pegando! La tengo toda adentro. ¡Como me llena! Movete guachito, rompeme el culo, hacé que acuerde de tu pija por varios dÃ*as. Dame fuerte…muy fuerte..culeame bien culeada. AsÃ*…asÃ*, ¡Cómo me gusta!
Empecé a darle mi pija como ella solicitaba. Su culo pedÃ*a y pedÃ*a y mi verga no podÃ*a negarse. La puse como un perrito, con su culo en pompa, y la ensarté sin lastima. Dio un fuerte grito pero ni amagó retirarse. Comenzó a moverse en dirección a mi verga buscando hacer cada vez más profunda la penetración. Gritaba como una loca…!Cómo gemÃ*a mami! Yo, loco de morbo, se la enterraba hasta lo huevos, la dejaba un rato allÃ* –bien clavada- y luego comenzaba a moverme como un poseso. Por momentos la sacaba fuera de su orto, dejando que solo la cabeza quedará en contacto con su orificio. Luego, casi con violencia, la hundÃ*a hasta que casi se comiera las bolas, y me mecÃ*a a su mismo ritmo. Ella, en ese instante, parecÃ*a lista a tragarse todo lo que se le ofreciera.
-“Silvi, putita, ya casi no doy más. Nunca te imaginé capaz de comerte semejante cogida. Silvi voy a acabar, vida. ¡Cómo te hago el culo, mami! Siento como te lo abro Silvi. Mové ese orto, yegua, damelo todo�-
“- Si, mi amor, mi culo es solo tuyo. Me lo rompiste, bebé, pero nunca he gozado tanto. Soy tu esclavo, llename el culo de leche, damela…damela…la quiero…�
Fui, una vez más un niño desobediente con mi madre. Saqué mi poronga de su culo, admirando como su orificio quedaba abierto y redondo, la di vuelta y la dejé mirando hacia mÃ*. Mi verga no necesitó más que dos sacudidas para comenzar a vaciarse en la cara de mami. Ella, gimiendo, comenzó a recibir un torrente de lÃ*quidos a la vez que convulsionaba llegando a su enésimo orgasmo. La leche chorreaba por la cara de madre, bordeaba sus tetas hinchadas y parecÃ*a querer llegar a su sexo.
“-Ay mi amor…mi amor…mi amor, cuánta leche para mami-“ ¡Ay Ale, nunca me han cogido como ahora, vidaâ€�- decÃ*a mientas limpiaba le leche que quedaba en mi garrote con su boca. –“Ale, mi vida, soy tu esclava. Culeame cuando quieras, bebé. Estaré todas las noches esperándote…siempre dispuesta, siempre lista. Soy tuya, vidita, para siempre tuyaâ€�-
Cogimos toda la noche. Mi mami y yo lo hicimos en todas las posiciones y en todas las formas.
En una próxima entrega relataré otros polvos con mami y cómo fuimos incorporando otros elementos a esta hermosa relación incestuosa.
 
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456qwe

Pajillero
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Exelente mis amigos. Un relato de primera. Mis felicitaciones a la feliz pareja. Gracias. :clap: :clap: :clap: :thumbsup: :thumbsup: :thumbsup: :icon_cool: :icon_cool: :icon_cool:
 

Nieves

Virgen
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Muy bueno me ha encantado espero leer pronto los siguientes :D
 

JIvpiter

Virgen
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Tengo una degeneracion enorme

pero no podria con mi vieja loco
 

echv

Virgen
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Buen relato, gracias por el aporte:thumbsup:
 

edpunkd

Virgen
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:enfermo::clap::thumbsup:de los mejores relatos ke he leido !!! en todos mis post he dicho ...
komo m gustaria una madre asi !!! :enfermo::clap:
 

gustavo alberto

Pajillero
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prestame a tu mama por favor y dale un besito y una cogida de parte mia
 

precioso

Virgen
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que buen relato, espero que se real y si lo es, exelente :34:
 
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