-Me llamo Antonio, vivo en una "ciudad dormitorio", tengo ahora 15 años y voy al colegio de al lado de mi casa, hasta ahí todo bien. Soy un chico normal, ni muy estudioso ni poco, hago el deporte justo pero me gusta mucho salir al barrio y divertirme con mis colegas. La verdad es que soy un poco pícaro, lo normal, alguna gamberrada que otra. Mi padre es conductor de camión, con lo que le veo por rachas y mi madre es ama de casa. Mi padre trabaja mucho para ganar dinero, y lo gana, pero no está casi nunca. Mi madre, Teresa, no es un monumento, pero está muy bien. Debido al trabajo en casa y que de vez en cuando sale da andar, su físico no se conserva mal, tenía cuando todo empezó 35 años y yo 12.
Cuando nos íbamos a la calle a jugar, lo normal para mi edad, hablábamos de chorradas de la TV, maldecíamos a los profes mientras comíamos unas pipas y conversábamos o jugábamos al fútbol. Sin embargo ya empezábamos a mirar revistas porno que los hermanos mayores de alguno compraban y hablábamos de tías. Por supuesto que también hacíamos competiciones de pajas: cúantas nos hacíamos al día, cuanto durábamos, cuanto tiempo pasaba entre la 1ª y las siguientes.....lo normal de pequeños sacos de hormonas. Muchas veces, cuando uno se quedaba sólo y tenía la casa para él durante unas horas nosotros íbamos para allá y veíamos también alguna película X.
La única mujer que podía ver yo era mi madre y comencé a fijarme en ella cada vez que podía y me dí cuenta, con sus conversaciones con algunas amig@s que es muy abierta, coqueta, seductora y bastante calienta......Se ve que le gusta llamar la atención y que se fijen en ella, mejor para mí, más fácil me sería verla.
Mis padres siempre han pensado que soy bueno, educado e inteligente. No es que fuera mentiroso, es que en público sabía comportarme, más que nada porque la mano de mi padre era muuuuuuuy larga y muy suelta!
En casa, pues cuando llegaba tocaba paja claro, después de ver tías en pelotas....y en verano, puf....como me aburría como una ostra cuando las vacaciones no coincidían con mis amigos.....me mataba a ellas.
Un día, creo que era la 4ª paja del día y me costaba mucho llegar al orgasmo (aún no me salía lefa), y creo que me hice un poco de daño con las ansias. Cuando se me aflojo el mástil, quedó un poco hinchado.
Un rato más tarde, me fui a duchar y mi madre me vio desnudarme en el cuarto de baño. Se fijó en que tenía el pene hinchado y me dijo:
¿Antonio, qué te ha pasado?
Nada mamá......nada - al ver que yo no decía algo coherente me dijo
¿Oye...no te estará tocando alguien? Que tú con tu cuerpo puedes hacer lo que quieras pero nadie puede tocarte sin tu consentimiento hijo.
Y ahí fue cuando pensé aprovecharme de la situación a sabiendas de que mi madre no pensaría nada malo de lo que yo fuera a decirla.
Es que..........unos colegas me han dicho algo de frotarse aquí y que mola.
Pero hijo....eso se hace con cuidado
Ya supongo, pero yo no sé. Me dijeron que me frotara y que me lo pasaría bien.
Pues menudas formas tienen tus amigos de decirte las cosas. ¿Y no te han explicado cómo? – me dijo ya algo sonrojada.
No, que con la mano se frota hacia arriba y hacia abajo y ya está.
Pufff, te vas a hacer una escabechina. Verás hijo, a eso se le llama masturbarse, es para comprender a tu cuerpo, para que sepas lo que sexualmente te gusta y qué no, pero de una forma natural y además muy privada. Deberías leer un libro de sexología que te ayudará mucho, ¿quieres que te compre uno?
........vaya pues prefiero que me lo expliques tú, porque no sé si voy a entender algo.
Se quedó medio callada, supongo que pensando qué hacer, decir y cómo.
Bueno, vamos a ver.....lo que tendrías que hacer es agarrarte el pene con la mano y suavemente, que éso es importante, subirla y bajarla. Eso hará que la piel frote el glande, que es la puntita que tienes ahí, y te producirá el placer que tus amigos te han dicho. Tú solo sabrás cuando parar, porque sentirás un placer enorme, una especie de shock, y lo dejarás.
Si eso es lo que he intentado hacer antes, pero me he hecho daño.
Mi última frase la había entendido mi madre a la perfección, decía entre líneas "házmelo tú mamá". Y ella también lo entendió. Volvió a ponerse colorada y a quedarse pensativa, parecía también algo molesta.
A ver, date la vuelta- me dijo remangándose la camiseta del pijama. Fue decir esas palabras y mi pequeña polla se levantó como lo hace un militar cuando tocan corneta por las mañanas.- Lo que voy a hacer es la 1ª y la última vez que te lo hago –ya!, pensé yo para mí- y sólo es para que veas cómo se tiene que hacer y que si tú te lo haces no te hagas daño.
Suavemente agarró con su mano derecha mi polla, me estremecí cuando noté su tacto...y comenzó a frotar su mano despacio, muy despacio. Yo cerré los ojos y me dispuse a disfrutar lo que había logrado, que mi madre me hiciera una buena paja! Lo que no quería era correrme enseguida, porque aunque esta era la 5ª del día, disfrutaba como si fuera la primera.
Notaba el aliento de mi madre detrás de mí. De pronto, además de pajearme con su mano derecha me empezó a sobar suavemente los huevos.....ummmmm qué bueno.
Mamá, lo haces muy bien, me gusta mucho.....más deprisa por favor- dije entre tanto placer.
Mi madre aceleró el ritmo y no tardé en llegar al orgasmo........dejando salir una respiración fuerte y agitando mi cuerpo por los espasmos de ese placer. Aún no tenía leche así que no manché nada.
Antonio, como es algo íntimo debes hacértelo tú a partir de ahora.
Jo mamá, que no quiero hacerme daño otra vez, házmelo tú por fa...
......bueno, pero no se lo digas a nadie, no quiero que te hagas daño. Y ahora sal del baño un momento, ya te ducharás luego.
En ése momento ví que mi madre me pajearía todas las veces que yo quisiera con la excusa de que yo no me hiciera daño. Lo que no entendí entonces es porqué no me dejaba ducharme mientras ella estaba en el WC, a fin de cuentas lo ha hecho muchas veces, pero mucho más adelante percibí que lo que en realidad hacía era autosatisfacerse después de hacérmelo a mí. A mi madre le excitaba pajearme, no era una obligación...era su pequeño placer también!!!
Pasamos un año así, aunque ella ya no se ponía detrás sino que se arrodillaba en el suelo del cuarto de baño y, con mi polla enfrente de su cara, me pajeaba sin piedad. Algunas veces se quejaba de la de veces que lo hacíamos en un día, pero también era acto reflejo que ella se masturbara las mismas veces que a mí, con lo que.....muy mal no debía pasarlo. Como en muchas ocasiones llevaba camisetas anchas lograba ver cómo se balanceaban sus tetas cuando movía el brazo para pajearme...puf qué vistas.
Cuando llegué a los catorce mi madre además de pajearme ya me la mamaba.....joder y qué bien lo hacía. Solía mamármela en vez de pajearme cuando no estaba cansada de las cosas de la casa o incluso de pajearme.
Volvió a llegar el verano y estuve hablando con mi mejor amigo, Pepe, ése que te guarda el mejor secreto del mundo y que te respeta por lo más sagrado, que una cosa es que te regodees de que tu madre te pajée y otra que los colegas del colegio digan que tu madre es una puta claro. No se lo había contado a nadie, sinceramente a nadie, excepto a él. Cada vez que se lo decía notaba que se le levantaba "la bandera". Y una vez me imaginé a mi madre con los dos, me puso a mil y quise probar a ver si mi madre.....
Un día que volvimos de la piscina municipal, mi amigo Pepe y yo, mi madre estaba en casa. Nos recibió con una merendola y cada vez que se acercaba a mí, mi amigo Pepe estaba muy pendiente de ver qué podía pasar. Cuando mi madre nos dejó un rato en el cuarto jugando con la consola le expuse a Pepe mi plan, que era que él asintiera a lo que yo diría a mi madre para que también se lo hiciera a él.
Mamá....- vino de la cocina y dijo..
Dime Antonio, queréis algo?
Sí....mamá es que Pepe me ha contao que se ha hecho daño y su mamá no le ayuda y he pensado que igual tú le puedes ayudar un poco por favor
Pero bueno Antonio.....pero cómo.....mira eh, que una cosa eres tú...A quién más se lo has dicho? - preguntó algo enfadada.
A nadie mamá, a nadie, pero es que Pepe es mi mejor amigo y también tiene problemas.....
¿Es eso verdad Pepe? A ver, bájate el bañador.....- Pepe no pudo evitar dar un respingo y bajarse el bañador más rápido que Superman – Pues....parece que no le pasa nada.
Ya mamá, pero es que como le dolía no lo ha vuelto a intentar, pero yo se la ví hace una semana y la tenía como yo.
......No sé no sé.....Pepe tú que dices???
Es verdad Teresa....- aunque lo dijo algo recatado, afirmó mi teoría y fue suficiente para que mi madre no desistiera.
Bueno.....pero prométeme una cosa Pepe, esto no se lo vas a decir a nadie, nadie más debe saberlo, es algo muy íntimo y bastante con que te lo haga yo vale....No es malo, sólo es muy privado, ok?
Sísísisi!
Pues....ea....vente conmigo para el baño
Pepe me miró con ojos de....toma ya!!!!
Mamá....que a mí me apetece ahora...
Ahora???? No voy a ayudar a Pepe???
Y yo no puedo a la vez?
¿A los dos a la vez?????? - Se quedó extrañada pero no le desagradaba – Puf...menudas cosas me pides Antoñito...venga pa el cuarto de baño los dos...
Fuimos los tres, Pepe y yo algo nerviosos, cuando estuvimos allí, ya sin bañadores ni camiseta, mi madre se puso en medio de los dos. Pepe enfrente mía, los dos mirando hacia abajo, donde estaba mi madre, con un cojín en las rodillas, como siempre. Yo estaba a la derecha de mi madre y Pepe a la izquierda. Nuestras pollas ya estaban tiesas y mi madre se quedó algo sorprendida de no tener que comenzar a excitar a Pepe como lo hacía de vez en cuando conmigo. Creo que comprendió de qué iba el rollo porque esta vez, antes de empezar nada se quitó la camiseta.....y en casa suele ir sin sujetador, con lo que Pepe sí que tuvo suerte, ¡fue llegar a mi casa y besar al Santo!
Nos agarró la polla y empezó a frotar suavemente de una forma muy rítmica a los dos....ohh que bueno, mi madre se ve que estaba disfrutando mucho, porque nos miraba las caras y las pollas con cara de esperar que disfrutáramos mucho.
Después de hacer esto por un rato se metió la mía en su boca y mientras con la mano izquierda pajeaba a Pepe, a mí me pajeaba y me la mamaba a la vez, ohhhhh qué bueno, menuda madre tengo.....qué bien lo hace. Como perdía algo de concentración con la mano izquierda de vez en cuando paraba sin darse cuenta y continuaba dejando a Pepe un poco insatisfecho cuando me lo hacía a mí, por lo que le dije:
Mamá....a Pepe por favor.....que le estás descuidando.
Y eso hizo, cambió las tornas, se la mamó a Pepe mientras le pajeaba con la mano izquierda y a mí con la derecha. Yo "sufrí" también sus despistes por la concentración que tenía con lo que hacía con la boca, pero eran pocas, y además se fue turnando.
Como era mi primer placer del día yo me corrí antes que Pepe, pero ésta vez, y para sorpresa de mi madre, sí que eché lefa. Cuando aceleró para que me corriera lo hizo chupándomela con lo que me corrí en su boca, la pobre se atragantó un poco debido a que tampoco lo esperaba y escupió lo que pudo y me dijo....
Vaya!!! Si mi niño ya es un hombrecito.......anda límpiate en el videt.
No tardó mucho más en terminar con Pepe, y esta vez lo hizo sólo pajeándole, no tendría ganas de beber más semen, pero tuvo suerte porque Pepe no echó nada aún....Menudos jadeos dio mi amigo cuando mi madre le regaló ese precioso orgasmo...
Bueno Antonio......termina de limpiarte rápido y salir del WC por favor.
Sí mamá, venga Pepe, espérame en el cuarto que te voy a dar una paliza con la consola.
Pepe se fue dándole las gracias a mi madre
Gracias Teresa, muchas gracias....ha sido maravilloso- y la dio un beso en la mejilla
De nada.....pero recuerda que no debes decírselo a nadie. Si algún día estás por casa y vuelves a tener ganas, yo te lo hago para que no te hagas daño vale?
Si Teresa gracias.
Cuando Pepe se fue, mi madre me echó una pequeña bronca y me dijo que como se lo dijera a alguien más dejaría de pajearme, yo la prometí que así haría y nunca me falló. A los únicos a los que pajeaba éramos a Pepe cuando estaba en casa y a mí.
Pepe vino varias veces a casa, lógicamente, ya no sólo por el aliciente de jugarse unas partidas conmigo sino de que mi madre le dejara exhausto a base de pajas y felaciones. También mi madre me seguía satisfaciendo y además cada vez mucho mejor, no sólo porque ya conocía mis ritmos, sino porque cada vez lo hacía de una forma más sexy, por ejemplo, me acuerdo de la primera vez que me lo hizo totalmente desnuda, en el salón.
Estaba viendo el Canal Disney, echaron una parte de Blancanieves y me imaginé a esa princesa con los enanitos alrededor dándola placer. En seguida me entraron ganas de que mi madre me soliviantase, con lo que la llamé:
Mamá, ¿puedes venir?
Dime Antonio....qué quie..- no le dio tiempo a terminar la pregunta cuando vió mi bulto en la entrepierna del pantalón corto del pijama. - ¡otra vez hijo! ¡Muchas fuerzas tienes tú, vas a acabar con tu madre!
Entonces, también supongo por el calor que hacía en casa en verano se quitó el pijama por completo, tanto la camiseta como los shorts. Estaba totalmente desnuda.......sus tetas están algo caídas, pero yo tampoco es que hubiera visto millones por aquel momento y menos a ésa distancia tan próxima, aunque los suyos sí, me maravillaba cada vez que los veía. Y qué decir del pubis.....mi madre ha tenido siempre poco bello en todo su cuerpo, ha tenido suerte y no se ha depilado mucho con lo que lo tenía medio vacío de bello muy liviano y se le notaba bien la raja....
Ella se sentó en el sofá con las piernas algo abiertas, yo me puse enfrente y comenzó directamente a mamar y a pajearme al ritmo que sabía que yo iba a responder bien y rápido. Ohhhhhhh, qué bueno, qué bien lo hace.......En ése momento dejé de mirar a mi madre y comencé a imaginarme ésa escena que originó la idea de la paja, pero en vez de Blancanieves me imaginé a mi madre follada, satisfecha y dando satisfacción a los siete enanitos...No paraba de imaginar que mamaba las pollas de todos esos enanos y que la follaban sus agujeros con sus no tan diminutos miembros. Entre unas cosas y otras avisé a mi madre de que me corría, sacó mi polla de su boca y me pajeó delate de sus tetas para que cuando me corriera no ensuciara mucho, ohhhhhh, qué placer más grande.
La siguiente vez que lo hizo de una forma más provocativa fue cuando me lo hizo tumbada con zapatos de tacón, os podéis imaginar.......
Habíamos llegado de una comunión, mi padre se había ido el viernes por la mañana y no pudo venir con nosotros, y fuimos mi madre y yo solos. Cuando volvimos le dije a mi madre que había estado todo el día sin nada de sexo y que me gustaría un poco....
Bueno pero espera, me quito al menos el vestido – me dijo en plena acción de desvestirse – y lo siento mucho cariño pero te lo haré tumbada en el sofá, ¿te importa?
No mamá, no te preocupes muchas gracias – ¿Que si me importaba? ¡Si era mucho mejor!
Disfrutaba de unas vistas excelentes, muy sensuales con mi madre pajeándome. ¿A quién le importa éso?
Cuando ya cumplí los quince, 3 años de pajas de mi madre, la volvieron muy caliente. Cada vez que llegaba mi padre de un viaje largo mi madre se desfogaba con él de una forma increíble, pero unas veces mi padre tenía ganas y podía y otras no. A la pobre mi padre había algunas veces que no la podía satisfacer pues llegaba muy cansado y tenía que ir al día siguiente a un viaje corto.
Cada vez los trabajos que fue cogiendo mi padre fueron de viajes largos, o doblando turnos en un camión con otro conductor, porque pagaban bien y le llamaban más, con lo que mi madre comenzó a necesitar más alivio que antes y ésto también hizo que se descuidara con el pestillo del baño.
Un día, después de satisfacerme a mí, fue consigo misma, como solía hacer, pero esta vez no cerró la puerta. Yo al principio quería dejarla sola pero...lo que vi y oí y me hizo recapacitar.
Estaba en mi habitación, cargando un juego en la consola y empecé a oir suspiros suaves.....como la única TV que estaba puesta era la mía de la consola y aún no sonaba nada, esos suspiros tenían que ser de mi madre, así que me acerqué a mirar al WC. Mi madre estaba de pie en frente del inodoro tapado, apoyándose en él, con las piernas entre abiertas y frotándose el coño, que veía lubricado, de abajo arriba rápidamente. Tenía los ojos cerrados, la boca entre abierta y soltando esos quejiditos placenteros....ella intentaba no hacer ruido para que yo no la oyera, pero sí lo hice.
La polla "saltó" de nuevo, pero en vez de hacerme una paja me entraron ganas de aprovechar ese coño que parecía que esperaba que lo penetraran. Con algo de valor, porque mi madre nunca me había dejado verla masturbarse ni tocarla cuando ella me lo hacía, entré en el cuarto. Ella se sobresaltó un poco y dejó de tocarse....
¡Antonio hijo! – dijo dando un respingo – qué susto me has dado hijo, por favor sal y cierra la puerta.
¿Mamá...eso que estabas haciendo es lo mismo que me haces a mí?
Sí hijo sí, pero ¿te acuerdas que te dije que es muy íntimo? Pues eso te pido que me dejes sola un momento por favor – Me dijo totalmente sonrojada y tapándose un poco las zonas púbicas. Casi ni me miraba a la cara de la vergüenza que parecía estar pasando.
Bueno mamá, lo entiendo, pero si tú me lo haces a mí, ¿no quieres que yo te ayude a ti?
Por un rato se quedó pensando si aceptar o no....
No hijo, yo te lo hago a ti para que no te hagas daño, pero yo sé hacérmelo sola, venga Antoñito márchate ya...
Jo mamá.....que no me importa de verdad, venga ponte como estabas – y sin dejarla muchas opciones a responder casi, me puse detrás de ella y la agarré la vulva que la tenía muy pero que muy mojada e imité el movimiento que hacía ella.
Al principio hizo ademanes de resistirse un poco, pero no eran siquiera con intención pues no opuso ninguna resistencia física, simplemente me miraraba y me decía entre suspiros "hijo ohhhhhh no deberías........ohhhhh......ésto no es lo mismo que te ohhhhhhhhh hago yo a ti ohhhhhhhhh".
Seguí jugando con el coño de mi madre a su merced, ella guiaba mi mano con sus palabras "máass despacio, así ohhhhhh, abre los dedos y frota alrededor, ohhhh síiiiiiii, ohhhh", no estuve mucho tiempo la verdad, porque poco después de cambiar el ritmo dos veces y frotar más arriba o más abajo me empezó a decir "sigue más deprisa....ohhhhhhh, más deprisa siiiiiii, ohhhhhhhhhhhhhhhhhh, siiiiiiiiiiigueeeeeee", y se corrió entre gemidos, ya poco contenidos, arqueando la espalda hacia arriba y hacia abajo. Tenía la mano empapada...
Mientras mi madre se recuperaba de ese orgasmo yo me bajé los pantalones muy deprisa mostrando mi erección con gotitas de presemen en mi capullo, con mi mano mojada me froté un poco la polla y sin mediar palabra le metí la polla en el coño a mi madre...
Antonio, éso nooooo, estás llegando demasiado lejos! – me dijo sin todavía poder casi moverse de la falta de fuerzas que le produjo el orgasmo.
Mamá – dije yo ya bombeando torpemente – ¿porqué no? ¿No es mejor que disfrutemos los dos en vez de que te canses tú sola entre hacérmelo a mí y hacértelo a ti?
Ahhhh ohhhh Antonio espera, hijo espera un poco ohhhhhhh, vamos a la habitación y ahí te ahhhhhhh te digo cómo se hace.
Yo, saqué mi mástil de ella con algo de desconfianza, no sabía si hablaba en serio o quería que la dejara. Pero ella respiró hondo, se irguió, me agarró de la mano y me llevó efectivamente a su habitación. Me dijo que me tumbara boca arriba, no tardé claro, de un cajón de su coqueta sacó un preservativo y me lo puso diciéndome "hijo, que ya eres un hombre, si tienes sexo con alguien debes ponértelo como yo te lo voy a poner", y procedió a desenrollar el condón despacio con la mano sujetando el pequeño depósito con sus dedos. Cuando me lo hubo puesto se puso de rodillas a la altura de mi cintura, formando una especie de puente y se fue introduciendo mi picha en ella, ohhhhhhhh qué placer....
Hijo, acaríciame el cuerpo- atinó a decirme mientras me cabalgaba.
Sí mamá.....ohhhhhhh, así?, ohhhhh
Sí hijo.......tócame el pecho, ohhhhhh así sí, ohhhhhhhhhh
Estaba disfrutando mucho, follarme a mi madre o mejor dicho, que ella me follara era delicioso, pero el condón le estaba quitando un poco de sensibilidad a mi glande con lo que noté que mi orgasmo tardaba en llegar un poco más de lo normal.
Hijo, ¿quieres intentarlo tú? – me dijo sudando algo ya.
Sí mamá.
Y cambiamos de postura, ella se puso "a cuatro patas", con sus piernas abiertas lo suficiente como para que mi pene estuviera a la altura perfecta de su entrada y puso el culo inclinado hacia arriba.
Ahora, agárrame de la cintura y muévete hacia adelante y hacia atrás ayudándote también con las manos.- me dijo mirándome por encima del hombro izquierdo
Se la clavé despacio y empecé a moverme como ella me había dicho, no tardamos en gemir, sobre todo ella, que parecía que esa postura le gustaba mucho.
Ohhh síiii, hijo, síiiiiiii. Sigue asíiiiiii, ohhhhhhhhh, ohhhhhhhhhh siiiiii
Le cogí el tino al movimiento y empecé a moverme más rápido.
ohhhhh, síiii más rápido hijo, muy bien, ohhhhhhhhh
Con una de sus manos comenzó a frotarse el clítoris mientras yo la penetraba. Yo ya no podía más......¡menudo espectáculo visual y físico estaba teniendo!
Mamá me voy a correr, ohhhhhhhh
Vale hijo ohhhhhhhhhhhh pero no pares, no pares, ohhhhhh
Me voy mamá, me voy yaaaaaaa, ohhhhhhhhhhhhhhhh
Mientras yo me estaba corriendo, mi madre aceleró su mano para poder correrse también con mi pene aún dentro de ella y lo consiguió jadeando y jadeando. Noté como el interior de su coño se contraía y expandía con su orgasmo estrangulándome y soltándome el pene.....Ohhhhh qué forma de terminar nuestro primer polvo.
Cuando ambos recuperamos un poco la respiración mi madre me dijo que no estaba demasiado bien lo que habíamos hecho, que pasaba por ser la primera vez, pero que no hiciéramos esto más, que ella sólo me pajearía y ya está, sin embargo yo siempre aprovechaba cuando ella se iba a masturbar para entrar cuando no se acordaba de cerrar la puerta y terminábamos follando.
Un día, mi madre, limpiando mi habitación hojeo una de las revistas que yo tenía escondidas donde había un especial anal....cuando entré en mi cuarto, ya la ví masturbándose mirando la revista. Me iba a acercar a ella, pero me dijo...
Antonio, trae la botella de aceite de oliva de la cocina y un preservativo de mi coqueta por favor.
¿Para qué querrá eso mi madre? Pensé yo en ese momento, ¿qué querrá hacer con el aceite y el condón, ¿lanzar globos a la calle y mojar a alguien? Era ridículo, no tenía ningún sentido con la situación ni con el acto en sí de hacerlo. Luego me quedó claro que es una muuuuuuy buena combinación.
Antonio, ponte el condón- me dijo cuando llegué a la habitación con los "utensilios". No tardé mucho en ponérmelo y luego, dándose la vuelta y ofreciéndome su culo me dijo – ponme un poco de aceite en mi ano hijo.
Ya me quedó claro, mi madre quería que se la metiera por ahí. A mí siempre me había gustado ver como a las tías les follan el culo, pero no creía que mi madre lo querría hacer, es más pensaba que eso no da placer realmente, que era sólo cuestión de morbo.
Vale, ahora vas a meter tu pene muuuuuuuuuuy despacito hijo y si te digo que pares hazlo por favor.
Vale mamá – me estaba asustando un poco con éso que me decía mi madre, a las tías de las revistas no parecía que las doliese en absoluto. Fuy metiendo mi picha en ese agujerito, que se fue perdiendo poco a poco dentro, muuuuuy poco a poco – vale así mamá?
Ahhhh sí así vale – parecía que no la estaba molestando demasiado.- Ahora muévete despacio hijo.
Comencé a meterla y sacarla muy despacito, pero, joder qué gusto nos estaba dando a los dos, ohhhhhhhhh, qué estrecho lo tenía y qué placer nos propinaba, ohhhhhhhh. Después de unos segundos el ritmo se aceleró y la follaba al ritmo de siempre.
Ohhhhhhhh, sí hijo, ohhhhh, qué bueno es éstoooooo, ohhhhhhhh
Sí mamá, me gusta, ohhhhhhhhhhhhhh
Los dos gemíamos y disfrutábamos de esta nueva experiencia para ambos. Entonces mi madre en vez de acariciarse el clítoris como siempre hacía, se metió dos dedos en su coño que la hicieron jadear aún más fuerte.
No pares hijo ohhhhhhhhh, no pares, ohhhhhhhhhhhh
Mamá me voy a correr ya, ohhhhhhhhh
Entre espasmos me corrí en el culo de mi madre mientras ella seguía masturbándose su coño hasta correrse poco después. El ano también tenía espasmos abriéndose y cerrándose, cosa que me sorprendió, pero me excitó muchísimo.
Después de ésa vez, mi madre y yo tardamos en hacerlo un poquito otra vez por el culo. A mí me daba igual por dónde se la metiera con lo que cuando ella quería por el culo pues bien, cuando no, pues también bien.
Otro día, en la piscina, estaba con mi amigo Pepe y le estaba comentando todo lo que había hecho con mi madre, tuvo que quedarse boca abajo durante un buen rato y que habláramos de fútbol para que se le pasara la erección que estaba teniendo. En ese momento me vino a la cabeza otra vez la escena de Blancanieves y los siete enanitos y se me ocurrió que un día que Pepe viniera a casa intentáramos que mi madre se sintiera......"Blancanieves"
Cuando nos íbamos a la calle a jugar, lo normal para mi edad, hablábamos de chorradas de la TV, maldecíamos a los profes mientras comíamos unas pipas y conversábamos o jugábamos al fútbol. Sin embargo ya empezábamos a mirar revistas porno que los hermanos mayores de alguno compraban y hablábamos de tías. Por supuesto que también hacíamos competiciones de pajas: cúantas nos hacíamos al día, cuanto durábamos, cuanto tiempo pasaba entre la 1ª y las siguientes.....lo normal de pequeños sacos de hormonas. Muchas veces, cuando uno se quedaba sólo y tenía la casa para él durante unas horas nosotros íbamos para allá y veíamos también alguna película X.
La única mujer que podía ver yo era mi madre y comencé a fijarme en ella cada vez que podía y me dí cuenta, con sus conversaciones con algunas amig@s que es muy abierta, coqueta, seductora y bastante calienta......Se ve que le gusta llamar la atención y que se fijen en ella, mejor para mí, más fácil me sería verla.
Mis padres siempre han pensado que soy bueno, educado e inteligente. No es que fuera mentiroso, es que en público sabía comportarme, más que nada porque la mano de mi padre era muuuuuuuy larga y muy suelta!
En casa, pues cuando llegaba tocaba paja claro, después de ver tías en pelotas....y en verano, puf....como me aburría como una ostra cuando las vacaciones no coincidían con mis amigos.....me mataba a ellas.
Un día, creo que era la 4ª paja del día y me costaba mucho llegar al orgasmo (aún no me salía lefa), y creo que me hice un poco de daño con las ansias. Cuando se me aflojo el mástil, quedó un poco hinchado.
Un rato más tarde, me fui a duchar y mi madre me vio desnudarme en el cuarto de baño. Se fijó en que tenía el pene hinchado y me dijo:
¿Antonio, qué te ha pasado?
Nada mamá......nada - al ver que yo no decía algo coherente me dijo
¿Oye...no te estará tocando alguien? Que tú con tu cuerpo puedes hacer lo que quieras pero nadie puede tocarte sin tu consentimiento hijo.
Y ahí fue cuando pensé aprovecharme de la situación a sabiendas de que mi madre no pensaría nada malo de lo que yo fuera a decirla.
Es que..........unos colegas me han dicho algo de frotarse aquí y que mola.
Pero hijo....eso se hace con cuidado
Ya supongo, pero yo no sé. Me dijeron que me frotara y que me lo pasaría bien.
Pues menudas formas tienen tus amigos de decirte las cosas. ¿Y no te han explicado cómo? – me dijo ya algo sonrojada.
No, que con la mano se frota hacia arriba y hacia abajo y ya está.
Pufff, te vas a hacer una escabechina. Verás hijo, a eso se le llama masturbarse, es para comprender a tu cuerpo, para que sepas lo que sexualmente te gusta y qué no, pero de una forma natural y además muy privada. Deberías leer un libro de sexología que te ayudará mucho, ¿quieres que te compre uno?
........vaya pues prefiero que me lo expliques tú, porque no sé si voy a entender algo.
Se quedó medio callada, supongo que pensando qué hacer, decir y cómo.
Bueno, vamos a ver.....lo que tendrías que hacer es agarrarte el pene con la mano y suavemente, que éso es importante, subirla y bajarla. Eso hará que la piel frote el glande, que es la puntita que tienes ahí, y te producirá el placer que tus amigos te han dicho. Tú solo sabrás cuando parar, porque sentirás un placer enorme, una especie de shock, y lo dejarás.
Si eso es lo que he intentado hacer antes, pero me he hecho daño.
Mi última frase la había entendido mi madre a la perfección, decía entre líneas "házmelo tú mamá". Y ella también lo entendió. Volvió a ponerse colorada y a quedarse pensativa, parecía también algo molesta.
A ver, date la vuelta- me dijo remangándose la camiseta del pijama. Fue decir esas palabras y mi pequeña polla se levantó como lo hace un militar cuando tocan corneta por las mañanas.- Lo que voy a hacer es la 1ª y la última vez que te lo hago –ya!, pensé yo para mí- y sólo es para que veas cómo se tiene que hacer y que si tú te lo haces no te hagas daño.
Suavemente agarró con su mano derecha mi polla, me estremecí cuando noté su tacto...y comenzó a frotar su mano despacio, muy despacio. Yo cerré los ojos y me dispuse a disfrutar lo que había logrado, que mi madre me hiciera una buena paja! Lo que no quería era correrme enseguida, porque aunque esta era la 5ª del día, disfrutaba como si fuera la primera.
Notaba el aliento de mi madre detrás de mí. De pronto, además de pajearme con su mano derecha me empezó a sobar suavemente los huevos.....ummmmm qué bueno.
Mamá, lo haces muy bien, me gusta mucho.....más deprisa por favor- dije entre tanto placer.
Mi madre aceleró el ritmo y no tardé en llegar al orgasmo........dejando salir una respiración fuerte y agitando mi cuerpo por los espasmos de ese placer. Aún no tenía leche así que no manché nada.
Antonio, como es algo íntimo debes hacértelo tú a partir de ahora.
Jo mamá, que no quiero hacerme daño otra vez, házmelo tú por fa...
......bueno, pero no se lo digas a nadie, no quiero que te hagas daño. Y ahora sal del baño un momento, ya te ducharás luego.
En ése momento ví que mi madre me pajearía todas las veces que yo quisiera con la excusa de que yo no me hiciera daño. Lo que no entendí entonces es porqué no me dejaba ducharme mientras ella estaba en el WC, a fin de cuentas lo ha hecho muchas veces, pero mucho más adelante percibí que lo que en realidad hacía era autosatisfacerse después de hacérmelo a mí. A mi madre le excitaba pajearme, no era una obligación...era su pequeño placer también!!!
Pasamos un año así, aunque ella ya no se ponía detrás sino que se arrodillaba en el suelo del cuarto de baño y, con mi polla enfrente de su cara, me pajeaba sin piedad. Algunas veces se quejaba de la de veces que lo hacíamos en un día, pero también era acto reflejo que ella se masturbara las mismas veces que a mí, con lo que.....muy mal no debía pasarlo. Como en muchas ocasiones llevaba camisetas anchas lograba ver cómo se balanceaban sus tetas cuando movía el brazo para pajearme...puf qué vistas.
Cuando llegué a los catorce mi madre además de pajearme ya me la mamaba.....joder y qué bien lo hacía. Solía mamármela en vez de pajearme cuando no estaba cansada de las cosas de la casa o incluso de pajearme.
Volvió a llegar el verano y estuve hablando con mi mejor amigo, Pepe, ése que te guarda el mejor secreto del mundo y que te respeta por lo más sagrado, que una cosa es que te regodees de que tu madre te pajée y otra que los colegas del colegio digan que tu madre es una puta claro. No se lo había contado a nadie, sinceramente a nadie, excepto a él. Cada vez que se lo decía notaba que se le levantaba "la bandera". Y una vez me imaginé a mi madre con los dos, me puso a mil y quise probar a ver si mi madre.....
Un día que volvimos de la piscina municipal, mi amigo Pepe y yo, mi madre estaba en casa. Nos recibió con una merendola y cada vez que se acercaba a mí, mi amigo Pepe estaba muy pendiente de ver qué podía pasar. Cuando mi madre nos dejó un rato en el cuarto jugando con la consola le expuse a Pepe mi plan, que era que él asintiera a lo que yo diría a mi madre para que también se lo hiciera a él.
Mamá....- vino de la cocina y dijo..
Dime Antonio, queréis algo?
Sí....mamá es que Pepe me ha contao que se ha hecho daño y su mamá no le ayuda y he pensado que igual tú le puedes ayudar un poco por favor
Pero bueno Antonio.....pero cómo.....mira eh, que una cosa eres tú...A quién más se lo has dicho? - preguntó algo enfadada.
A nadie mamá, a nadie, pero es que Pepe es mi mejor amigo y también tiene problemas.....
¿Es eso verdad Pepe? A ver, bájate el bañador.....- Pepe no pudo evitar dar un respingo y bajarse el bañador más rápido que Superman – Pues....parece que no le pasa nada.
Ya mamá, pero es que como le dolía no lo ha vuelto a intentar, pero yo se la ví hace una semana y la tenía como yo.
......No sé no sé.....Pepe tú que dices???
Es verdad Teresa....- aunque lo dijo algo recatado, afirmó mi teoría y fue suficiente para que mi madre no desistiera.
Bueno.....pero prométeme una cosa Pepe, esto no se lo vas a decir a nadie, nadie más debe saberlo, es algo muy íntimo y bastante con que te lo haga yo vale....No es malo, sólo es muy privado, ok?
Sísísisi!
Pues....ea....vente conmigo para el baño
Pepe me miró con ojos de....toma ya!!!!
Mamá....que a mí me apetece ahora...
Ahora???? No voy a ayudar a Pepe???
Y yo no puedo a la vez?
¿A los dos a la vez?????? - Se quedó extrañada pero no le desagradaba – Puf...menudas cosas me pides Antoñito...venga pa el cuarto de baño los dos...
Fuimos los tres, Pepe y yo algo nerviosos, cuando estuvimos allí, ya sin bañadores ni camiseta, mi madre se puso en medio de los dos. Pepe enfrente mía, los dos mirando hacia abajo, donde estaba mi madre, con un cojín en las rodillas, como siempre. Yo estaba a la derecha de mi madre y Pepe a la izquierda. Nuestras pollas ya estaban tiesas y mi madre se quedó algo sorprendida de no tener que comenzar a excitar a Pepe como lo hacía de vez en cuando conmigo. Creo que comprendió de qué iba el rollo porque esta vez, antes de empezar nada se quitó la camiseta.....y en casa suele ir sin sujetador, con lo que Pepe sí que tuvo suerte, ¡fue llegar a mi casa y besar al Santo!
Nos agarró la polla y empezó a frotar suavemente de una forma muy rítmica a los dos....ohh que bueno, mi madre se ve que estaba disfrutando mucho, porque nos miraba las caras y las pollas con cara de esperar que disfrutáramos mucho.
Después de hacer esto por un rato se metió la mía en su boca y mientras con la mano izquierda pajeaba a Pepe, a mí me pajeaba y me la mamaba a la vez, ohhhhh qué bueno, menuda madre tengo.....qué bien lo hace. Como perdía algo de concentración con la mano izquierda de vez en cuando paraba sin darse cuenta y continuaba dejando a Pepe un poco insatisfecho cuando me lo hacía a mí, por lo que le dije:
Mamá....a Pepe por favor.....que le estás descuidando.
Y eso hizo, cambió las tornas, se la mamó a Pepe mientras le pajeaba con la mano izquierda y a mí con la derecha. Yo "sufrí" también sus despistes por la concentración que tenía con lo que hacía con la boca, pero eran pocas, y además se fue turnando.
Como era mi primer placer del día yo me corrí antes que Pepe, pero ésta vez, y para sorpresa de mi madre, sí que eché lefa. Cuando aceleró para que me corriera lo hizo chupándomela con lo que me corrí en su boca, la pobre se atragantó un poco debido a que tampoco lo esperaba y escupió lo que pudo y me dijo....
Vaya!!! Si mi niño ya es un hombrecito.......anda límpiate en el videt.
No tardó mucho más en terminar con Pepe, y esta vez lo hizo sólo pajeándole, no tendría ganas de beber más semen, pero tuvo suerte porque Pepe no echó nada aún....Menudos jadeos dio mi amigo cuando mi madre le regaló ese precioso orgasmo...
Bueno Antonio......termina de limpiarte rápido y salir del WC por favor.
Sí mamá, venga Pepe, espérame en el cuarto que te voy a dar una paliza con la consola.
Pepe se fue dándole las gracias a mi madre
Gracias Teresa, muchas gracias....ha sido maravilloso- y la dio un beso en la mejilla
De nada.....pero recuerda que no debes decírselo a nadie. Si algún día estás por casa y vuelves a tener ganas, yo te lo hago para que no te hagas daño vale?
Si Teresa gracias.
Cuando Pepe se fue, mi madre me echó una pequeña bronca y me dijo que como se lo dijera a alguien más dejaría de pajearme, yo la prometí que así haría y nunca me falló. A los únicos a los que pajeaba éramos a Pepe cuando estaba en casa y a mí.
Pepe vino varias veces a casa, lógicamente, ya no sólo por el aliciente de jugarse unas partidas conmigo sino de que mi madre le dejara exhausto a base de pajas y felaciones. También mi madre me seguía satisfaciendo y además cada vez mucho mejor, no sólo porque ya conocía mis ritmos, sino porque cada vez lo hacía de una forma más sexy, por ejemplo, me acuerdo de la primera vez que me lo hizo totalmente desnuda, en el salón.
Estaba viendo el Canal Disney, echaron una parte de Blancanieves y me imaginé a esa princesa con los enanitos alrededor dándola placer. En seguida me entraron ganas de que mi madre me soliviantase, con lo que la llamé:
Mamá, ¿puedes venir?
Dime Antonio....qué quie..- no le dio tiempo a terminar la pregunta cuando vió mi bulto en la entrepierna del pantalón corto del pijama. - ¡otra vez hijo! ¡Muchas fuerzas tienes tú, vas a acabar con tu madre!
Entonces, también supongo por el calor que hacía en casa en verano se quitó el pijama por completo, tanto la camiseta como los shorts. Estaba totalmente desnuda.......sus tetas están algo caídas, pero yo tampoco es que hubiera visto millones por aquel momento y menos a ésa distancia tan próxima, aunque los suyos sí, me maravillaba cada vez que los veía. Y qué decir del pubis.....mi madre ha tenido siempre poco bello en todo su cuerpo, ha tenido suerte y no se ha depilado mucho con lo que lo tenía medio vacío de bello muy liviano y se le notaba bien la raja....
Ella se sentó en el sofá con las piernas algo abiertas, yo me puse enfrente y comenzó directamente a mamar y a pajearme al ritmo que sabía que yo iba a responder bien y rápido. Ohhhhhhh, qué bueno, qué bien lo hace.......En ése momento dejé de mirar a mi madre y comencé a imaginarme ésa escena que originó la idea de la paja, pero en vez de Blancanieves me imaginé a mi madre follada, satisfecha y dando satisfacción a los siete enanitos...No paraba de imaginar que mamaba las pollas de todos esos enanos y que la follaban sus agujeros con sus no tan diminutos miembros. Entre unas cosas y otras avisé a mi madre de que me corría, sacó mi polla de su boca y me pajeó delate de sus tetas para que cuando me corriera no ensuciara mucho, ohhhhhh, qué placer más grande.
La siguiente vez que lo hizo de una forma más provocativa fue cuando me lo hizo tumbada con zapatos de tacón, os podéis imaginar.......
Habíamos llegado de una comunión, mi padre se había ido el viernes por la mañana y no pudo venir con nosotros, y fuimos mi madre y yo solos. Cuando volvimos le dije a mi madre que había estado todo el día sin nada de sexo y que me gustaría un poco....
Bueno pero espera, me quito al menos el vestido – me dijo en plena acción de desvestirse – y lo siento mucho cariño pero te lo haré tumbada en el sofá, ¿te importa?
No mamá, no te preocupes muchas gracias – ¿Que si me importaba? ¡Si era mucho mejor!
Disfrutaba de unas vistas excelentes, muy sensuales con mi madre pajeándome. ¿A quién le importa éso?
Cuando ya cumplí los quince, 3 años de pajas de mi madre, la volvieron muy caliente. Cada vez que llegaba mi padre de un viaje largo mi madre se desfogaba con él de una forma increíble, pero unas veces mi padre tenía ganas y podía y otras no. A la pobre mi padre había algunas veces que no la podía satisfacer pues llegaba muy cansado y tenía que ir al día siguiente a un viaje corto.
Cada vez los trabajos que fue cogiendo mi padre fueron de viajes largos, o doblando turnos en un camión con otro conductor, porque pagaban bien y le llamaban más, con lo que mi madre comenzó a necesitar más alivio que antes y ésto también hizo que se descuidara con el pestillo del baño.
Un día, después de satisfacerme a mí, fue consigo misma, como solía hacer, pero esta vez no cerró la puerta. Yo al principio quería dejarla sola pero...lo que vi y oí y me hizo recapacitar.
Estaba en mi habitación, cargando un juego en la consola y empecé a oir suspiros suaves.....como la única TV que estaba puesta era la mía de la consola y aún no sonaba nada, esos suspiros tenían que ser de mi madre, así que me acerqué a mirar al WC. Mi madre estaba de pie en frente del inodoro tapado, apoyándose en él, con las piernas entre abiertas y frotándose el coño, que veía lubricado, de abajo arriba rápidamente. Tenía los ojos cerrados, la boca entre abierta y soltando esos quejiditos placenteros....ella intentaba no hacer ruido para que yo no la oyera, pero sí lo hice.
La polla "saltó" de nuevo, pero en vez de hacerme una paja me entraron ganas de aprovechar ese coño que parecía que esperaba que lo penetraran. Con algo de valor, porque mi madre nunca me había dejado verla masturbarse ni tocarla cuando ella me lo hacía, entré en el cuarto. Ella se sobresaltó un poco y dejó de tocarse....
¡Antonio hijo! – dijo dando un respingo – qué susto me has dado hijo, por favor sal y cierra la puerta.
¿Mamá...eso que estabas haciendo es lo mismo que me haces a mí?
Sí hijo sí, pero ¿te acuerdas que te dije que es muy íntimo? Pues eso te pido que me dejes sola un momento por favor – Me dijo totalmente sonrojada y tapándose un poco las zonas púbicas. Casi ni me miraba a la cara de la vergüenza que parecía estar pasando.
Bueno mamá, lo entiendo, pero si tú me lo haces a mí, ¿no quieres que yo te ayude a ti?
Por un rato se quedó pensando si aceptar o no....
No hijo, yo te lo hago a ti para que no te hagas daño, pero yo sé hacérmelo sola, venga Antoñito márchate ya...
Jo mamá.....que no me importa de verdad, venga ponte como estabas – y sin dejarla muchas opciones a responder casi, me puse detrás de ella y la agarré la vulva que la tenía muy pero que muy mojada e imité el movimiento que hacía ella.
Al principio hizo ademanes de resistirse un poco, pero no eran siquiera con intención pues no opuso ninguna resistencia física, simplemente me miraraba y me decía entre suspiros "hijo ohhhhhh no deberías........ohhhhh......ésto no es lo mismo que te ohhhhhhhhh hago yo a ti ohhhhhhhhh".
Seguí jugando con el coño de mi madre a su merced, ella guiaba mi mano con sus palabras "máass despacio, así ohhhhhh, abre los dedos y frota alrededor, ohhhh síiiiiiii, ohhhh", no estuve mucho tiempo la verdad, porque poco después de cambiar el ritmo dos veces y frotar más arriba o más abajo me empezó a decir "sigue más deprisa....ohhhhhhh, más deprisa siiiiiii, ohhhhhhhhhhhhhhhhhh, siiiiiiiiiiigueeeeeee", y se corrió entre gemidos, ya poco contenidos, arqueando la espalda hacia arriba y hacia abajo. Tenía la mano empapada...
Mientras mi madre se recuperaba de ese orgasmo yo me bajé los pantalones muy deprisa mostrando mi erección con gotitas de presemen en mi capullo, con mi mano mojada me froté un poco la polla y sin mediar palabra le metí la polla en el coño a mi madre...
Antonio, éso nooooo, estás llegando demasiado lejos! – me dijo sin todavía poder casi moverse de la falta de fuerzas que le produjo el orgasmo.
Mamá – dije yo ya bombeando torpemente – ¿porqué no? ¿No es mejor que disfrutemos los dos en vez de que te canses tú sola entre hacérmelo a mí y hacértelo a ti?
Ahhhh ohhhh Antonio espera, hijo espera un poco ohhhhhhh, vamos a la habitación y ahí te ahhhhhhh te digo cómo se hace.
Yo, saqué mi mástil de ella con algo de desconfianza, no sabía si hablaba en serio o quería que la dejara. Pero ella respiró hondo, se irguió, me agarró de la mano y me llevó efectivamente a su habitación. Me dijo que me tumbara boca arriba, no tardé claro, de un cajón de su coqueta sacó un preservativo y me lo puso diciéndome "hijo, que ya eres un hombre, si tienes sexo con alguien debes ponértelo como yo te lo voy a poner", y procedió a desenrollar el condón despacio con la mano sujetando el pequeño depósito con sus dedos. Cuando me lo hubo puesto se puso de rodillas a la altura de mi cintura, formando una especie de puente y se fue introduciendo mi picha en ella, ohhhhhhhh qué placer....
Hijo, acaríciame el cuerpo- atinó a decirme mientras me cabalgaba.
Sí mamá.....ohhhhhhh, así?, ohhhhh
Sí hijo.......tócame el pecho, ohhhhhh así sí, ohhhhhhhhhh
Estaba disfrutando mucho, follarme a mi madre o mejor dicho, que ella me follara era delicioso, pero el condón le estaba quitando un poco de sensibilidad a mi glande con lo que noté que mi orgasmo tardaba en llegar un poco más de lo normal.
Hijo, ¿quieres intentarlo tú? – me dijo sudando algo ya.
Sí mamá.
Y cambiamos de postura, ella se puso "a cuatro patas", con sus piernas abiertas lo suficiente como para que mi pene estuviera a la altura perfecta de su entrada y puso el culo inclinado hacia arriba.
Ahora, agárrame de la cintura y muévete hacia adelante y hacia atrás ayudándote también con las manos.- me dijo mirándome por encima del hombro izquierdo
Se la clavé despacio y empecé a moverme como ella me había dicho, no tardamos en gemir, sobre todo ella, que parecía que esa postura le gustaba mucho.
Ohhh síiii, hijo, síiiiiiii. Sigue asíiiiiii, ohhhhhhhhh, ohhhhhhhhhh siiiiii
Le cogí el tino al movimiento y empecé a moverme más rápido.
ohhhhh, síiii más rápido hijo, muy bien, ohhhhhhhhh
Con una de sus manos comenzó a frotarse el clítoris mientras yo la penetraba. Yo ya no podía más......¡menudo espectáculo visual y físico estaba teniendo!
Mamá me voy a correr, ohhhhhhhh
Vale hijo ohhhhhhhhhhhh pero no pares, no pares, ohhhhhh
Me voy mamá, me voy yaaaaaaa, ohhhhhhhhhhhhhhhh
Mientras yo me estaba corriendo, mi madre aceleró su mano para poder correrse también con mi pene aún dentro de ella y lo consiguió jadeando y jadeando. Noté como el interior de su coño se contraía y expandía con su orgasmo estrangulándome y soltándome el pene.....Ohhhhh qué forma de terminar nuestro primer polvo.
Cuando ambos recuperamos un poco la respiración mi madre me dijo que no estaba demasiado bien lo que habíamos hecho, que pasaba por ser la primera vez, pero que no hiciéramos esto más, que ella sólo me pajearía y ya está, sin embargo yo siempre aprovechaba cuando ella se iba a masturbar para entrar cuando no se acordaba de cerrar la puerta y terminábamos follando.
Un día, mi madre, limpiando mi habitación hojeo una de las revistas que yo tenía escondidas donde había un especial anal....cuando entré en mi cuarto, ya la ví masturbándose mirando la revista. Me iba a acercar a ella, pero me dijo...
Antonio, trae la botella de aceite de oliva de la cocina y un preservativo de mi coqueta por favor.
¿Para qué querrá eso mi madre? Pensé yo en ese momento, ¿qué querrá hacer con el aceite y el condón, ¿lanzar globos a la calle y mojar a alguien? Era ridículo, no tenía ningún sentido con la situación ni con el acto en sí de hacerlo. Luego me quedó claro que es una muuuuuuy buena combinación.
Antonio, ponte el condón- me dijo cuando llegué a la habitación con los "utensilios". No tardé mucho en ponérmelo y luego, dándose la vuelta y ofreciéndome su culo me dijo – ponme un poco de aceite en mi ano hijo.
Ya me quedó claro, mi madre quería que se la metiera por ahí. A mí siempre me había gustado ver como a las tías les follan el culo, pero no creía que mi madre lo querría hacer, es más pensaba que eso no da placer realmente, que era sólo cuestión de morbo.
Vale, ahora vas a meter tu pene muuuuuuuuuuy despacito hijo y si te digo que pares hazlo por favor.
Vale mamá – me estaba asustando un poco con éso que me decía mi madre, a las tías de las revistas no parecía que las doliese en absoluto. Fuy metiendo mi picha en ese agujerito, que se fue perdiendo poco a poco dentro, muuuuuy poco a poco – vale así mamá?
Ahhhh sí así vale – parecía que no la estaba molestando demasiado.- Ahora muévete despacio hijo.
Comencé a meterla y sacarla muy despacito, pero, joder qué gusto nos estaba dando a los dos, ohhhhhhhhh, qué estrecho lo tenía y qué placer nos propinaba, ohhhhhhhh. Después de unos segundos el ritmo se aceleró y la follaba al ritmo de siempre.
Ohhhhhhhh, sí hijo, ohhhhh, qué bueno es éstoooooo, ohhhhhhhh
Sí mamá, me gusta, ohhhhhhhhhhhhhh
Los dos gemíamos y disfrutábamos de esta nueva experiencia para ambos. Entonces mi madre en vez de acariciarse el clítoris como siempre hacía, se metió dos dedos en su coño que la hicieron jadear aún más fuerte.
No pares hijo ohhhhhhhhh, no pares, ohhhhhhhhhhhh
Mamá me voy a correr ya, ohhhhhhhhh
Entre espasmos me corrí en el culo de mi madre mientras ella seguía masturbándose su coño hasta correrse poco después. El ano también tenía espasmos abriéndose y cerrándose, cosa que me sorprendió, pero me excitó muchísimo.
Después de ésa vez, mi madre y yo tardamos en hacerlo un poquito otra vez por el culo. A mí me daba igual por dónde se la metiera con lo que cuando ella quería por el culo pues bien, cuando no, pues también bien.
Otro día, en la piscina, estaba con mi amigo Pepe y le estaba comentando todo lo que había hecho con mi madre, tuvo que quedarse boca abajo durante un buen rato y que habláramos de fútbol para que se le pasara la erección que estaba teniendo. En ese momento me vino a la cabeza otra vez la escena de Blancanieves y los siete enanitos y se me ocurrió que un día que Pepe viniera a casa intentáramos que mi madre se sintiera......"Blancanieves"