Mi Mama Es mi Esclava Sexual

heranlu

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Vivo en casa de mis padres, mi padre trabaja en oficinas gubernamentales así que no está en casa hasta que es de noche, mi madre se dedica únicamente al hogar y últimamente nos hemos distanciado un poco, el estrés de está vida moderna le ha echo asistir a terapias psicológicas, así que cuando llegó a casa de la escuela me encierro en mi habitación a jugar videojuegos o cuando me da la gana me masturbo.

Mientras me masturbaba fantaseaba con chicas de la universidad que me atraían o en ocasiones fantaseo con mi madre.

Mi madre es una mujer castaña de 38 años tiene unas tetas enormes 40D, averigüé ese dato cuando me atreví a incursionar entre sus cajones para ver su talla de su sostén su culo es grande y firmé con unas caderas y piernas igual de generosas.

Debería ser enfermizo que mi propia madre me excite pero simplemente es algo que no puedo evitar.

Cierto día llegaba de la universidad, había sido un día largo y solo quería meterme a mi habitación y conectarme a internet cuando para mi sorpresa mi madre me estaba esperando en la entrada de la casa, usando unos jeans, una blusa blanca y unos zapatos bajos.

—Ángel, necesito que me acompañes— dijo mi madre.

— Pero mamá, tengo bastante tarea que entregar— dije intentando zafarme de esa situación.

— Angel no pongas una excusa tan barata— respondió mi madre con mirada severa— después de mi terapia iré de compras y necesito ayuda con las bolsas—

Sabía que no ganaría esa discusión así que no me quedó otra opción que acompañarla.

El consultorio de aquel loquero estaba prácticamente vacío ya que mi madre era la última cita del día, los juegos de mi móvil ya me habían aburrido y no sabía en qué mas entretenerme, incluso intenté hablar con la recepcionista para pasar el tiempo pero era casi como hablar con un robot.

Estuve un buen rato pensando en que hacer para no aburrirme en ese lugar, hasta que vi que la recepcionista se levantaba y salía del recibidor por lo que decidí aprovechar ese momento y espiar a mi madre en su consulta.

Me acerque a la puerta y la empecé a abrir lentamente para tener una pequeña rendija por la que fácilmente podría ver lo que pasaba dentro de esa oficina sin ser notado.

Mi madre estaba recostada en un amplió diván color vino frente a ella un hombre que parecía estar en su madurez por el color de su cabello, él parecía estar tomando notas con una amplia sonrisa en su rostro.

Nada fuera de lo común de no ser por qué mi madre estaba desnuda de la cintura para arriba y jugaba con sus grandes pechos para deleite de su único espectador.

—Muy bien Penélope— dijo aquel sujeto que supuse era el psicólogo— dime ¿cómo van tus sesiones de masturbación?—

—Me masturbo 3 veces al día amo, como usted me lo ordenó— respondió mi madre con un tono de voz un tanto mecánico

—¡Enserio!— dijo aquel sujeto sin dejar de sonreír— por favor dame todos los detalles—

—Me masturbo en la mañana en mi cama antes que mi marido despierte, en la tarde lo hago en la sala antes de que mi hijo Angel llegué de la universidad y en la noche en la ducha antes de ir a dormir—

En cada una de esas afirmaciones mi madre apretaba sus pezones y parecía que los hacía girar un poco.

—¡Excelente vaca tetona!— dijo aquel sujeto bastante satisfecho por la respuesta— ¿y en qué piensas mientras te masturbas?—

—En usted mi amo como me lo ha ordenado— respondió mi madre sin vacilar

—¿Has tenido relaciones con tu marido?— preguntó con toda la calma del mundo

—¡No amo!, como usted lo ordenó, mi mente y cuerpo solo son de quien diga la palabra mágica— respondió mi madre sin vacilar.

—¡Muy bien mi vaca!— respondió el doctor—ahora quítate el pantalón y muéstrame tu encantador culo—

Enseguida mi madre obedeció aquella orden se levantó del diván y empezó a desabrochar sus jeans para revelar que usaba una diminuta tanga de color negro, me quedé boquiabierto jamás había visto ese tipo de ropa en sus cajones de ropa interior.

El inescrupuloso doctor disfrutaba mucho ese momento, lo que se comprobaba por su amplia sonrisa.

—¡Muy bien vaca!— dijo el doctor mientras le cedía el paso— ahora acuéstate en el escritorio—

—¡Sí amo!— respondió ella

Mi madre se acostó en el escrito de aquel doctor, y se abrió de piernas formando una sexy "V" él estuvo un rato observando la obscena posición que había tomado su paciente se acercó a ella y comenzó a frotar su vagina por encima de su tanga lentamente después de unos minutos comenzó a meter dos dedos hasta que logró que se viniera.

—Me encanta lo rápido que te vienes vaca tetona— dijo el doctor mientras lamía los fluidos íntimos de sus dedos— Eres una pervertida adicta al sexo verdad—

—¡Si mi amo! soy una pervertida adicta al sexo— respondió ella con voz entrecortada.

El doctor se bajó el cierre de su pantalón para dejar en libertad su erecto miembro, sin más ceremonia le hizo de lado la tanguita y comenzó a penetrarla.

Toda aquella escena erótica me tenían bastante excitado, mi verga dura como una piedra se notaba claramente en mi pantalón y yo luchaba por mantener el control y no masturbarme en ese mismo lugar.

Mientras aquel doctor se cogía a mi madre le hacía las preguntas más obscenas que podría formular.

—Dime vaca, ¿que verga te gusta más la mía o la de tu marido?— dijo aquel sujeto sin dejar a lado su labor.

—ha… ha… La… suya mi amo… es más… grande… haha… ha— respondió mi madre entre gemidos.

—¿Tu marido ha hecho que te vengas como yo?— fue la siguiente pregunta del psicólogo

—Nooo… hahaha… jamás… lo ha logrado… mi amo— fue la respuesta de mi madre.

—¡Tu marido es un completo inútil!, una hembra de tu calibre debe ser usada con frecuencia hasta que tenga varios orgasmos— fue la cínica respuesta del psicólogo

—¡Si… sii… sii!, una hembra de mi calibre debe venirse muchas veces… Sii… siii… haha— respondió mi madre con una expresión que solo puedo describir como de felicidad

Así estuvieron un buen rato que para mí fue eterno hasta que vi como el se vino dentro de ella.

Tras el momento post orgásmico el psicólogo limpio su verga y el color de mi madre con unos pañuelos desechables que fue desechando en un basurero cercano.

—¡Estuviste muy bien vaca tetona!— dijo el psicólogo mientras se guardaba su pene en los pantalones—ahora vístete y quiero que me dejes la tanguita que traes—

—Si mi amo como ordene— respondió mi madre mientras se levantaba del escritorio de su psicólogo.

Mi madre se quitó aquella mini tanga negra que traía puesta y se la dió en la mano de inmediato aquel inescrupuloso doctor quien comenzó a oler la prenda húmeda con los fluidos de mi madre ella comenzó a vestirse como si eso fuera lo más normal del mundo.

—¡Y no olvides agregar tu desastre vaca!— dijo el psicólogo para continuar con la diversión.

Mientras mi madre limpiaba el escritorio el doctor jugaba con sus grandes tetas masajeandolas.

—Mira vaca sé dónde exactamente están tus pezones— decís aquel psicólogo sin dejar de sonreír

—Si mi amo usted conoce completamente mi cuerpo— respondió mi madre sin desocupar su misión.

Cuando el psicólogo estuvo completamente satisfecho vio él gran reloj en su pared y al parecer el tiempo de mi madre había terminado.

—Bien ahora acuéstate en el diván— fue la siguiente orden del psicólogo

—Sí amo— fue la respuesta de mi madre.

Aquel sujeto se sentó tras su escritorio con una calma que hasta a mí me incómodo y simplemente dijo.

—Bien Penélope cuando despiertes te sentirás bien recordarás haber hecho progresos en la terapia y agendará más citas por teléfono con mi secretaria— fueron las primeras órdenes para mí madre— también quiero que te compres más micro tanguitas y pantimedias y dejes de usar esos feos jean's— continúo el sujeto mientras guardaba la prenda intima de mi madre en un cajón de su escritorio — quiero que uses vestidos cortos y tacones ya sean zapatillas o Botas de tacón alto—

—Si amo como ordene— respondió mi madre sin vacilación.

—¿Y dónde escondes la ropa que te compras, para satisfacerme?— preguntó aquel sujeto.

—En la habitación de mi hijo amo en una caja donde su padre jamás buscaría algo mío— respondió mi madre— y en caso de encontrarla creerá que es de Angel y que tiene algún fetiche—

—Haha,¡eres una vaca muy lista!— respondió el psicólogo mientras reía levemente

—Sí amo— respondió mi madre.

Esa respuesta me sorprendió bastante porque mi madre guarda cosas suyas en mi habitación y jamás lo había notado.

Creo que después de todo tendré que hacer limpieza profunda en mi habitación como me a pedido mi madre por meses.

Después de eso el doctor dijo "Princesa bobina" a lo que mi madre se levantó de aquel diván.

Tomé ese momento como mi señal para ir al baño del consultorio y no ser descubierto.

—Valla doctor hoy me sentí muy bien con la terapia— dijo Penélope mientras se levantaba sintiéndose renovada—

—Vas muy bien Penélope aún no te abres por completo para poder resolver tus problemas pero estas evolucionando muy bien— respondió el psicólogo mientras revisaba su agenda— Si no tienes inconvenientes te agendare un par de citas para las siguientes semanas—

—¡Gracias doctor!— respondió Penélope— llegando a casa le hago la transferencia a su cuenta por la sesión de hoy—

—¡Excelente Penélope!— respondió el psicólogo sonriendo amable—aquí la estaré esperando—

Mientras Penélope se estaba despidiendo de aquel doctor su hijo trataba de mantener la compostura referente a lo que había visto pero le fue imposible, dentro de aquel pequeño baño Angel se masturbo con furia para desahogarse de la escena tan obscena y erótica de la que había sido testigo.

Una vez que estuvo más calmado salió de aquel cubículo donde su madre ya lo estaba esperando.

—Perdóname Ángel la consulta se alargó bastante el día de hoy— dijo mi madre sonriendo dulcemente— pero en compensación por el aburrimiento que te hice pasar que tal si comemos juntos en tu restaurante favorito después de mis comprás—

—¡Sí mamá vamos!— respondí yo sabía que es lo que iba a comprar mi madre pero le seguiré el juego hasta que procese bien lo que acaba de pasar tengo tantas dudas y preguntas y no se que hacer.

Habían pasado unos días desde que acompañé a mi madre a una sesión de terapia psicológica y descubrí que de alguna manera el psicólogo la estaba manipulando para usarla a una muñeca sexual viviente.

Mantuve eso como mi secreto pero empeze a investigar un poco más está extraña situación.

Empece por revisar discretamente los gastos de mi madre, pude ver cómo maquillando un poco los gastos en la casa ella había comprado varias prendas íntimas muy reveladoras y demasiado pequeñas que seguramente serían del gusto de su psicólogo.

Esto explicaba porque se demoraba tanto esos largos viajes de compras.

Después empecé a revisar con detenimiento mi habitación y pude localizar el pequeño escondite donde mi madre guardaba su "colección secreta", una pequeña caja de madera oculta en un falso fondo de mi closet debajo de libros que ya casi nunca usaba.

Cuando abrí la caja encontré bastantes prendas diminutas, tangas y brasieres que solo eran unos triángulos que cubrían solo lo "apropiado" al parecer aquel loquero la había tenido bajo trance por mucho mucho tiempo y nadie se había dado cuenta.

Guarde nuevamente aquella caja y mirando al techo de mi habitación empecé a meditar sobre mis siguientes acciones.

Al siguiente día, una de las usuales discusiones que sostenían mis padres me despertó temprano, algo me decía que el loquero era culpable del aumento en esos conflictos.

Espere hasta que mi padre se hubiera ido para bajar a tomar el desayuno

—Ángel tú levantándote temprano, pensé que a estas horas estarías aún dormido— dijo mi madre al verme bajar de mi habitación

—Me despertó su pequeña discusión— respondí a mi madre.

—Lamento eso— respondió mi madre avergonzada—es que a veces tu padre es muy necio—

Si no fuera consciente de la bizarra situación actual la actitud de mi madre no me hubiera importado pero era evidente que el psicólogo era el causante de todas sus discusiones desde hace varios meses.

—¿Tienes algún inconveniente en que desayune en mi habitación?— pregunté tranquilamente a mi madre

—Está bien solo no se te olvide bajar los platos que uses, cuando termines — respondió mi madre sin darle mayor importancia.

—Está bien— respondí y me dirigí a la cocina.

Tomé un tazón de cereal y regresé a mi habitación donde comí en completo silencio pensando cada una de mis opciones en esta extraña situación.

Enfrentar al loquero estaba fuera de discusión si logró convertir a mí madre en su esclava sexual tal vez a mi me volvería su eunuco o cosas peores.

Hablarlo con mi padre, últimamente ha estado tan distante que creo que esto no le importaría en lo más mínimo.

Ir con alguna autoridad, terminaría en algún psiquiátrico si me iba bien.

Aprovechar está situación y satisfacer una de mis fantasías favoritas,. Si esa era la solución correcta.

No tenía idea alguna de cuál era el propósito de ese psicólogo si solo era usar a mi madre hasta que se aburriera de ella y buscará una "paciente" más joven y con más dinero, o hacer que se separara de mi padre y convertirse en su nuevo esposo, sea cual sea su plan debía aprovechar ese momento que tal vez no se repetiría.

Me dispuse a poner manos a la obra para conseguir mi deseo, primero empecé buscar "cow girls" en mi tablet, primero porque eso llamaría la atención de mi madre y segundo si tengo e decir aquella frase tan estúpida no será sin una buena razón.

Cuando localice la imagen más escandalosa baje a dejar el plato vacío a la cocina donde busque dejar mi tablet al alcance de su vista mientras estaba fingiendo tomar un poco de agua

—¿Qué carajos estás viendo Angel?— dijo mi madre al descubrir la escandalosa imagen de una chica de generoso busto vestida con un biquini diminuto que simulaba el patrón de una típica vaca lechera

Era ahora o nunca mientras mi madre estaba completamente distraída así que decidí aprovechar.

— Bueno mamá solo se trata de Valeria la princesa bobina— respondió fingiendo nervios lo mejor que podía.

En ese momento ví como mi madre quedaba quieta con la espalda totalmente recta frente a mi tablet.

Espere un momento y después me acerque para verla más directamente, mi madre tenía la mirada completamente perdida viendo hacia la nada en ese momento mi excitación se multiplicó por mil pero me contuve, quería estar 100% seguro de que mi madre no estaba jugando conmigo o que el trance se disipará si hacía algo indebido.

—¿Vaca tetona me escuchas?— le dije casi susurrando en su oído si algo salí mal tendría tiempo de retirarme

—Si amo a sus órdenes— me respondió con la misma voz que usará con el psicólogo

—¿Sabes quién soy?— en ese momento sujete firmemente sus hombros para ver su reacción

—Si eres mi amo estoy a tus órdenes— me respondió mi madre sin dudar un poco.

—¡Bien vaca! ¿sabes quién realmente soy?— en ese momento baje lentamente mis manos de sus hombros y suavemente apreté sus pechos por encima de su ropa.

—Si eres Ángel mi hijo y también eres mi amo— respondió mi madre sin importarle donde tuviera mis manos en ese momento.

—¿Harás todo lo que yo te ordene vaca?— mientras decía eso empecé a jugar con sus grandes pechos haciendo círculos con ellos

—Soy totalmente obediente a ti— respondió con un gran sonrojó en su rostro—Haré cualquier cosa que mi amo me ordene—

—Me gustó lo de hijo y amo— respondí lleno de excitación — en adelante me llamarás así entendido vaca—

—Si mi hijo y amo como órdenes— fue la respuesta de mi madre.

—Bien, quiero que te quites la playera y el brasier y quedes con las tetas al aire— ordene a la que alguna vez fuera mi madre.

—Si, mi hijo y amo— respondió mi madre.

Enseguida mi madre se quitó la playera y el brasier dejando a mi merced esas tetas enormes que siempre desee, comencé a moverlas a mi antojo, pellizcando sus pezones hasta que empezaron a ponerse duros como piedras.

—Vaya mamá, tus pezones se han puesto duros— le dije sin dejar de apretarlos — te gusta que juegue con ellos ¿Verdad?

—Si…me…gusta— respondió con una sinceridad impropia de ella.

Habiendo comprobado que estaba en un trance profundo empecé a darle órdenes más complicadas y sugerentes.

—¡Vaca! — le ordene con firmeza y deseo—ponte la ropa interior más sexy y provocativa que tengas para tu amo—

—Si mi hijo y amo entendido— respondió mi madre

Mi madre se fue con las tetas al aire hacia mi habitación pasaron cerca de 10 minutos cuando volvió a bajar.

Ahora traía puesta una micro tanga de color rojo con una pezonera del mismo color unas medias a medio muslo y unas botas de tacón alto a juego sus labios pintados de color rojo y bien maquillada.

—¡Excelente mi vaca! te ves muy bien— dije con gran deseo en mi voz—date una vuelta quiero contemplarte por completo—

Mi madre empezó a dar una vuelta para que pudiera apreciar mejor toda su anatomía de inmediato note la pequeña mancha de humedad en su tanga

—¿Ya estás mojada vaca?— pregunté tranquilamente mientras me animaba y acariciaba su entrepierna.

—Si mi hijo y amo—me respondió si dudar—me excita demasiado ser obediente y acatar órdenes—

—Bien ya que te gusta tanto ser obediente quiero que te pongas de rodillas y me hagas una paja rusa— dije mientras me sacaba el pene de entre los pantalones.

—Si mi hijo y amo—respondió mi madre

Enseguida mi madre se arrodilló ante mí y comenzó a dar pequeños besos en mi verga y la empezó a lamer como si fuera una paleta mientras con sus manos pellizcaba sus pezones después puso mi verga entre sus tetas y comenzó a masturbarme, mientras mi verga aparecía y desaparecía entre sus tetas ella le daba pequeños besitos en la punta.

Ese loquero debió darle mucha experiencia ya que mi madre siempre le negó esos placeres a mi padre por considerarlos muy obscenos

—Eres una experta chupando vergas— le dije mientras le acariciaba suavemente la cabeza.

—Si mi hijo y amo adoro chupar vergas— me respondió ella sin dejar un momento su labor

Ya no resistí mucho y me vine en su boca.

—Vaca tragate todo— ordene víctima de un inusitado placer— y limpias con tu lengua lo que haya caído al piso—

—Si, mi hijo y amo— respondió sin duda alguna.

Comenzó a limpiar con glotonería el semen que había caído en sus pechos para después inclinarse y empezar a lamer con su lengua el semen que había caído en el piso

—Terminé mi hijo y amo— respondió mi madre cuando se levantó del piso.

Si esto era un sueño no quería despertar jamás, mi madre era el objeto de mi deseo imposible y ahora estaba a mi completa disposición.

—¿Cuando estás en este estado recuerdas algo de lo que haces?— pregunté con curiosidad

—¡No amo! Mi mente está totalmente en blanco— respondió mi madre—está esclava no piensa solo obedece—

Cuando dijo esas palabras algo se apoderó de mí, mi erección se recuperó casi inmediatamente. Y sin meditar mis acciones arroje a esa voluptuosa hembra frente a mi al sofá, arranque los diminutos trozos de tela que la cubrían y sin más ceremonia la penetre.

Su vagina estaba tan húmeda debido a la excitación que mi penetración, simplemente se deslizó sin oposición alguna.

—¡Esto te gusta verdad vaca!— dije ya sin tapujos.

— Si me encanta cuando mi amo me toma fuertemente— me respondió la mujer que alguna vez consideré mi madre.

Durante este coito incestuoso mi mente se llenó de nuevas órdenes que tuve que darle a mi nueva hembra para que pudiera satisfacerme como era debido.

—¡En adelante dejarás que haga lo que yo quiera tú debes ser una vaca consentidora amorosa y sumisa con tu hijo y amo— le dije aumentando el ritmo de la penetración

—Si mi hijo y amo entiendo y obedezco— me respondió ella sin dejar de sonreír y gemir.

— Cuando estemos solos quiero que solo uses tangas pezoneras, tacones medias o pantimedias— le dije completamente poseído por el deseó.

—Si mi hijo y amo entiendo y obedezco— me respondió

— Cuando llegue tu marido quiero que actúes con normalidad, ¡pero sabes bien quien es tu amó!— no tenía intenciones de arruinar la relación de mis padres pero no compartiría a mi hembra con alguien que no la atendió como era debido.

—Si mi hijo y amo entendido— respondió mi hembra.

—Dejó de ser divertido lo de hijo y amo solo dime amo— ya no tenía sentido en mi mente que me llamara hijo cuando era evidente que era algo más.

—Sí amo— respondió mi hembra

—Sobre las sesiones de terapia vas a cancelar las citas— dije mientras sentía que faltaba poco para que me viniera— ya no la necesitas más, desde ahora me tienes a mi—

—Sí, amo— respondió mi hembra.

Mi resistencia había llegado a su límite y no me contuve vacíe todo el contenido de mis testículos en la vagina de la hembra que había deseado por tanto tiempo.

Mire el reloj en la pared y apenas tendría tiempo de arreglarme y salir rumbo a la escuela, no quería que llamarán a mi padre e informarán sobre mi ausencia.

Eso podría arruinar mi futura diversión…

Salí tranquilamente de mi madre dejando un poco de mi semen sobre su vello público, simplemente subí a mi habitación para tomar una ducha rápida, me cambié de ropa y preparé mis libros para irme.

Cuando bajé pude ver qué mi hembra seguía en el sofá con una estúpida sonrisa en su rostro mirando a la nada, era evidente que sin una nueva instrucción ellas se quedarían en ese lugar todo el día.

—¡Muy bien Vaca tetona, pon atención!— dije mientras me dirigía a la puerta.

— Si mi amo, lo escucho y obedezco— respondió mi hembra poniéndose de pie.

— Cuando despiertes limpiarlas todo el desastre que hiciste— le dije mientras veía la escena que habíamos hecho.

— Si amo, como usted ordene— me respondió.

Salí de mi casa y a través de la puerta dije. "Princesa bobina" para sacar a mi hembra de su transe.

Me hubiera gustado ver su rostro cuando se vio a sí misma desnuda en medio de nuestra sala pero se me estaba haciendo tarde para ir a la escuela

Había sido un día bastante productivo para mí juguete nuevo que es mi madre pero aún quería saber hasta dónde podía llegar con ella, por lo que aprovecharé que mi padre estará ausente unos días la próxima semana y disfrutaré de mi esclava lo más posible.

Había aprovechado la ausencia de mi padre para usar la modificación de memoria en la ya debilitada mente de mi madre, y convertirla en una muñeca fetichista viviente, lo primero que hice fue incluir su colección secreta a su cajón de lencería y hacer que fueran sus prendas favoritas.

Lo segundo fue exacerbar su cariño hacia m, para volverlo más un amor de pareja que de madre a hijo, y ahora cada que llego de la universidad soy recibido por mi madre la que estará usando reveladoras prendas que enaltecen su belleza natural.

Cada noche antes de dormir le ordenaba a mi hembra que tipo de prendas debería usar a mi regreso de la escuela y está a obedecido sin dudar cada vez.

Cuando llegué a casa de la universidad solo al cruzar la puerta pude escuchar los sonidos de unos tacones que se acercaban velozmente hacia la entrada.

Mi madre se había puesto una translúcida blusa que dejaba ver claramente el sostén de fantasía que tenía puesto, la falda negra era apenas un cinturón largo poco hacía por cubrir el tanga que antes ni de broma hubiera usado complementando el atuendo usaba unas medias negras a medio muslo y unos tacones que apenas usaba pero ahora eran sus zapatos de diario.

—¡Hola mamá!, qué linda te ves hoy eso que traes puesto te queda muy bien— dije al ver cómo me recibía mi hembra.

—¡Gr… gracias hijo!— respondió ella con un lindo rubor en sus mejillas—espero no sea muy vergonzoso ver a tu madre usando esto—

Desde hace unos días había hecho cambios en el comportamiento de mi hembra, cada vez era más fácil para ella estar casi desnuda en la casa, había dejado de usar ropa sosa y había empezado a comportarse más desinhibida migo aceptando que me acercarse más de lo apropiado para madre e hijo, también la deje de llamar "vaca" los sobre nombres denigrantes ya estaban por demás

—Descuida mamá jamás le diré a papá tu secreto está a salvó conmigo— respondí mientras me acercaba y acariciaba su trasero.

—¡Gracias hijo!— me respondió con un sonrojó— ve a lavarte y regresas a comer—

No tenía mucha hambre realmente estaba deseo de algo más

—Oye "Princesa bobina"— dije cuando recién mi hembra me dio la espalda

Mi hembra no tuvo tiempo de reaccionar su mente quedó totalmente en blanco a merced de mis deseos

—Lista para obedecer amo— respondió mi hembra dispuesta a obedecer mis órdenes.

—Penélope quiero que vayas a mi habitación y te acuestes en mi cama boca abajo— ordene a mi hembra

—Si amo como órdenes— me respondió ella

Enseguida mi madre subió las escaleras hacia mi habitación por mi parte fui a la cocina por un antojo que había tenido desde hace tiempo.

Subí a mi habitación con un bote de crema batida y ahí estaba la mujer que había sido mi madre acostada boca abajo con su mirada totalmente perdida con deseo me acerque a ella y le quite su tanga para untarle crema batida en su culo y comenzar a lamerlo con la lengua, cuando termine le di vuelta e hice que ella abriera sus piernas lo más que pudiera quedando casi a la altura de su cabeza y comencé a untar crema en su vagina que estaba totalmente depilada, lentamente empecé a lamer la crema y a meter un dedo dentro de su húmeda intimidad mi madre tenía pequeños espasmos debido a la excitación y el placer que sentía pronto ella gemía descontroladamente debido a que mi lengua entraba en su vagina con crema Chantilly hasta que tuvo un orgasmo bastante fuerte.

Mientras me levantaba mi madre temblaba de lo exitada y el placer que había sentido

—Meter..aquí..quiero…yo..rápido— dijo mi hembra para mí sorpresa

—¡Vaya mamá!—respondí con sorpresa—eso no es algo que yo te ordene que dijera—

Me volví a sentar a su lado, coloque mi mano en su coño y dije.

—Tus deseos sexuales te traicionan— dije mientras acariciaba su coño— estoy seguro que deseas esto—

Mientras decía eso sace mi erecto miembro y solo lo puse en la cara con total descaro.

Ella empezó a lamerlo para mí sorpresa

Tomé esa acción eso como una aprobación y me desnudé por completo y puse mi verga en su vagina jugé con la cabeza de mi pene un momento y comencé a penetrarla.

—Más..yo.quiero — empezó a decir de forma entrecortada.

Eso me llenaba de orgullo porque su cuerpo se estaba acostumbrando tanto al mío que sé que deseará hacerlo conmigo sin necesidad de hipnotizarla.

—¿Me preguntó qué estará pasando por tu mente en estos momentos ,"madre"? — dije sin saber realmente si me estaban escuchando—¿Quieres hacer que lo que tú cuerpo te dicta verdad?—

En ese momento soltó sus piernas de improviso me abrazo con ellas y sus brazos encajando sus uñas en mi espalda y frenéticamente movía su cadera

—Tu…pene…tanto…yo…deseo— decía bajo el trance

—Debes aceptar que tienes la necesidad de que tu hijo te coja— le susurré a su oído

—Si..sii.siiii.siii.siii… lo necesito…mi amor…cogeme …cogeme— me respondió sin ningún tipo de estímulo extra.

Su mente había sido jodida bastante aquel terapeuta así que esto no me sorprendió en lo más mínimo, termine dentro de mi madre una vez más y saque mi verga para colocarla enfrente de ella

—¡Limpialo mamá!— ordene mientras la restregaba en su cara

—Si enseguida te amo— me respondió sin dudarlo.

Comenzó a limpiar mi verga y a tragar tanto mis fluidos como los de ella con gran habilidad

Me gustó este progreso mi madre inconscientemente empieza a desearme y como ahora que tengo control sobre su mente tengo nuevos planes e incluso podemos ganar algo de dinero

La llevé a su habitación donde la coloque en su cama le di un beso en su frente antes de salir dije la palabra gatillo y solo baje lentamente a la sala.

Unos minutos después bajó mi madre, parece que tomó un momento para vestirse con un camisón blanco semitransparente que dejaba ver qué no tenía nada más encima.

— Espero que no te moleste que use esto mientras comemos— dijo mi hembra, con un tono coqueto que no pude evitar excitarme.

—¡Por supuesto que no!— le respondí con sinceridad.

Mientras mi madre se dirigía a la cocina yo empecé a pensar en cómo crear una cuenta de Only fans tenía muchos planes y mi madre esclava me ayudaría y comienzo a pensar que ella lo disfrutará tanto o más que yo.
Consultorio de terapia

La secretaria entraba a la oficina del psicólogo

—¡Señor Isaac!, la señora Penélope canceló sus citas de 3 meses, mencionó que saldrá de viaje con su familia—

—¡Gracias señorita Guadalupe— respondió el psicólogo—entonces Putalupe prepárese para su terapia—

—Si amo como ordene— respondió la mujer mientras se levantaba su falda para quitarse un strapon anal

Minutos después ella estaba arrodillada frente a aquel psicólogo haciéndole una mamada metiéndose su enorme verga hasta la garganta sin dudarlo un instante.

—Así que mi vaca tetona saldrá de viaje con su idiota marido y su afeminado hijo— dijo aquel sujeto mientras acariciaba la cabeza de su secretaría— eso es algo para lo que no le di permiso—
 
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