Como empecé de ver a mi tía de otra manera
Este relato lo estoy escribiendo con la mayor veracidad, sin exagerar o inventar párrafos buscando que la historia sea más interesante. Aquí vamos….
Todo empezó en mi adolescencia aproximadamente, vivía en una casa multifamiliar de 7 pisos, en aquella época ya me iba interesando cada vez más en el cuerpo femenino sobretodo de las personas que se encontraban más cerca mío, mi mamá, mis tías que vivían en pisos inferiores y también la chica que trabajaba en mi casa. En ese momento pasaba mis días mirándolas imaginando que traían debajo de sus vestidos o ropa de andar por casa, cada vez buscaba dar un paso adelante tratando de ver un poco más, estaba pendiente de algún descuido al trata de recoger algo o quizás al momento de cambiarse y no cerrar por completo la puerta conocer un poco más de sus cuerpos, podría escribir varios relatos sobre las vivencias que tuve en esa época pero en este escrito me enfocaré en mi tía.
Mi tía se llama Clavel, ella es la hermana menor de mi papá y vive en el primer piso de lugar donde yo vivía, para describirla brevemente es una mujer bajita de tez clara, cabello castaño, de senos medianos, unas caderas normales y un culo pequeño acompañado de piernas no tan largas pero muy bonitas. En ese entonces ella tenía 38 años y por lo general la veía usar faldas un poco más arriba de la rodilla porque era la forma en la cual asistían a su trabajo. Todas las mañanas ella se iba en un taxi y yo desde el trece piso buscaba ver su ropa interior al momento en que ella subiera al carro, en algunas oportunidades tuve suerte y podía ver sus bonitos calzones de color blanco, en ese momento no contaba con algún dispositivo para poder grabarla solo esas imágenes quedaban en mi mente.
Esa era mi rutina de todos los días antes de ir a estudiar, la verdad que me gustaba mucho ver a mi tía en falda, una vez me acuerdo que ella se encontraba trapeando las escaleras para lo cual era necesario agacharse, yo abrí la puerta y me sorprendí con esa imagen, su falda se había subido hasta dos centímetros antes de empezar sus nalgas y me quedé contemplándola por unos segundos sin hacer bulla tratando de buscar nuevamente un primer plano de sus pantaletas que se asomaron brevemente hasta que notó mi presencia se paró y me pidió que pase para que ella pueda continuar. Ya me había quedado con esa imagen en la cabeza pero quería ver más y más, esta vez quería ver sus bonitos y redondos pechos, lo cual no sería una tarea fácil ya que no vivía con ella.
Toda esa tarde estuve pensando cómo ver un poco más del bello cuerpo de mi tía, y pude notar que desde la terraza de mi casa se podía ver algo del baño del primer piso donde ella vivía, lamentablemente la ventana era demasiado pequeña y por lo general se encontraba a medio abrir por lo cual no se podía ver bien de todo lo que pasaba en el baño. Sin embargo, era lo mejor que tenía y tenía que aprovecharlo, también tenía que tener cuidado que mis papás no se dieran cuenta de lo que estaba haciendo.
Tenía que levantarme temprano y estar listo para cuando se prendiera la luz del baño y ver si era mi tía la que había entrado, un par de veces con un ángulo bastante pequeño (ya que la ventana estaba casi cerrada) pude ver qué pasaba mi tía con una toalla estaba a punto de bañarse, vi cómo caía su ropa interior al piso, pude apreciar algo de sus bonitas piernas pero en esa ocasión no pude ver sus bonitos senos. Todos los días trataba de repetir esta actividad sin que se dieran cuenta en mi casa, hasta que una vez, era de noche, vi que se prendió la luz del baño y busqué la mejor posición para poder observar a mi tía, pude ver sus piernas nuevamente (era lo que permitía ver el ángulo se encontraba abierto de la ventana) pero en esta ocasión ella se acercó, seguramente para pedirle algo a mi tío, y en ese momento me sentí en el cielo, pude ver unos senos de tamaño mediano con unas areolas de color marrón y unos pezones pequeños dignos de ser tocados las 24 horas. Tuve esta imagen por 10 segundos las cuales todavía tengo en la mente, hasta el día de hoy.
Al transcurrir de los días pude verla en distintas oportunidades, no siempre logré ver sus ricas tetas pero a cambio de eso alcancé a ver su sexo, se veía deliciosa con pocos vellos que adornaban ese monte de Venus, estaba para comérsela totalmente. La verdad que ya mi tía me empezaba gustar demasiado, por eso la iba a visitar más seguido a veces la encontraba en bata y transparentaba un poco su ropa interior, siempre llevaba puesto brasier y calzón, mi tía era muy reservada en ese sentido, no le gustaba mucho mostrar sus atributos.
Continuará…..
PD: espero sus comentarios, es mi primer relato.
Este relato lo estoy escribiendo con la mayor veracidad, sin exagerar o inventar párrafos buscando que la historia sea más interesante. Aquí vamos….
Todo empezó en mi adolescencia aproximadamente, vivía en una casa multifamiliar de 7 pisos, en aquella época ya me iba interesando cada vez más en el cuerpo femenino sobretodo de las personas que se encontraban más cerca mío, mi mamá, mis tías que vivían en pisos inferiores y también la chica que trabajaba en mi casa. En ese momento pasaba mis días mirándolas imaginando que traían debajo de sus vestidos o ropa de andar por casa, cada vez buscaba dar un paso adelante tratando de ver un poco más, estaba pendiente de algún descuido al trata de recoger algo o quizás al momento de cambiarse y no cerrar por completo la puerta conocer un poco más de sus cuerpos, podría escribir varios relatos sobre las vivencias que tuve en esa época pero en este escrito me enfocaré en mi tía.
Mi tía se llama Clavel, ella es la hermana menor de mi papá y vive en el primer piso de lugar donde yo vivía, para describirla brevemente es una mujer bajita de tez clara, cabello castaño, de senos medianos, unas caderas normales y un culo pequeño acompañado de piernas no tan largas pero muy bonitas. En ese entonces ella tenía 38 años y por lo general la veía usar faldas un poco más arriba de la rodilla porque era la forma en la cual asistían a su trabajo. Todas las mañanas ella se iba en un taxi y yo desde el trece piso buscaba ver su ropa interior al momento en que ella subiera al carro, en algunas oportunidades tuve suerte y podía ver sus bonitos calzones de color blanco, en ese momento no contaba con algún dispositivo para poder grabarla solo esas imágenes quedaban en mi mente.
Esa era mi rutina de todos los días antes de ir a estudiar, la verdad que me gustaba mucho ver a mi tía en falda, una vez me acuerdo que ella se encontraba trapeando las escaleras para lo cual era necesario agacharse, yo abrí la puerta y me sorprendí con esa imagen, su falda se había subido hasta dos centímetros antes de empezar sus nalgas y me quedé contemplándola por unos segundos sin hacer bulla tratando de buscar nuevamente un primer plano de sus pantaletas que se asomaron brevemente hasta que notó mi presencia se paró y me pidió que pase para que ella pueda continuar. Ya me había quedado con esa imagen en la cabeza pero quería ver más y más, esta vez quería ver sus bonitos y redondos pechos, lo cual no sería una tarea fácil ya que no vivía con ella.
Toda esa tarde estuve pensando cómo ver un poco más del bello cuerpo de mi tía, y pude notar que desde la terraza de mi casa se podía ver algo del baño del primer piso donde ella vivía, lamentablemente la ventana era demasiado pequeña y por lo general se encontraba a medio abrir por lo cual no se podía ver bien de todo lo que pasaba en el baño. Sin embargo, era lo mejor que tenía y tenía que aprovecharlo, también tenía que tener cuidado que mis papás no se dieran cuenta de lo que estaba haciendo.
Tenía que levantarme temprano y estar listo para cuando se prendiera la luz del baño y ver si era mi tía la que había entrado, un par de veces con un ángulo bastante pequeño (ya que la ventana estaba casi cerrada) pude ver qué pasaba mi tía con una toalla estaba a punto de bañarse, vi cómo caía su ropa interior al piso, pude apreciar algo de sus bonitas piernas pero en esa ocasión no pude ver sus bonitos senos. Todos los días trataba de repetir esta actividad sin que se dieran cuenta en mi casa, hasta que una vez, era de noche, vi que se prendió la luz del baño y busqué la mejor posición para poder observar a mi tía, pude ver sus piernas nuevamente (era lo que permitía ver el ángulo se encontraba abierto de la ventana) pero en esta ocasión ella se acercó, seguramente para pedirle algo a mi tío, y en ese momento me sentí en el cielo, pude ver unos senos de tamaño mediano con unas areolas de color marrón y unos pezones pequeños dignos de ser tocados las 24 horas. Tuve esta imagen por 10 segundos las cuales todavía tengo en la mente, hasta el día de hoy.
Al transcurrir de los días pude verla en distintas oportunidades, no siempre logré ver sus ricas tetas pero a cambio de eso alcancé a ver su sexo, se veía deliciosa con pocos vellos que adornaban ese monte de Venus, estaba para comérsela totalmente. La verdad que ya mi tía me empezaba gustar demasiado, por eso la iba a visitar más seguido a veces la encontraba en bata y transparentaba un poco su ropa interior, siempre llevaba puesto brasier y calzón, mi tía era muy reservada en ese sentido, no le gustaba mucho mostrar sus atributos.
Continuará…..
PD: espero sus comentarios, es mi primer relato.
