Me fascina pegarme como becerro, y es que hay unos que quisieras acabarte los a mamadas, hace tiempo por andar jugando con mi hermana y por andar en puros calcetines patine y me fui a pegar con la esquina del comedor en la mera mitad de la verga, no la pude usar como tres meses o poco más, y cuando me calentaba no podía usar el rifle pero me conseguí una donadora de jugos vaginales y me iba a buscarla era una señora de unos 40 bien guapa y bien vestida, llegaba abría las piernas y a darle con todo, tenía una raja exquisita a veces hasta repetía la mamada.
Ahorita pues a mi mujer le doy lengua casi todos los días