Historias el macho
Pajillero
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El origen de la criatura era oscuro y turbio, un experimento que había salido horriblemente mal. Todo comenzó cuando el Dr. García, un brillante pero ambicioso científico, decidió explorar las posibilidades de la biotecnología. Junto con su equipo, compuesto por Lupita y otros dos investigadores, el Dr. Rodríguez y la Dra. Silva, habían estado trabajando en el proyecto "Híbrido Perfecto" durante meses.
El objetivo era crear una nueva forma de vida, una mezcla de lo animal y lo vegetal, que pudiera sobrevivir en los entornos más hostiles. Pero algo salió mal en el proceso de fusión genética. La criatura resultante no era lo que habían planeado.
La criatura era una masa palpitante de carne y tentáculos, cada uno finalizado en una cabeza con ojos rojos brillantes y una boca llena de dientes afilados. Desde su creación, había demostrado ser increíblemente violenta, especialmente con las mujeres. Los tentáculos se movían independientemente, buscando siempre una forma de penetrar a cualquier fémina cercana.
Lupita había sido la primera en darse cuenta del problema, pero antes de que pudiera hacer algo al respecto, la criatura ya había atacado a la Dra. Silva. La pobre mujer había sido encontrada muerta y cubierta de semen, su cuerpo lleno de marcas de mordiscos y contusiones, su ano y su coño presentaban una dilatación inhumana.
La Dra. Rodríguez, por su parte, había desaparecido sin dejar rastro. Se sospechaba que la criatura lo había matado, pero nunca se encontró el cuerpo.
Desde entonces, Lupita había estado trabajando arduamente para encontrar una solución al problema. Había leído todo lo que pudo sobre la criatura y sus patrones de comportamiento, buscando cualquier debilidad que pudiera explotar.
Después de semanas de investigación, Lupita finalmente había descubierto algo interesante. La criatura parecía tener un punto débil: su sistema de reproducción. Los tentáculos que usaba para violar a sus víctimas estaban diseñados para eyacular grandes cantidades de semen, lo suficiente como para asegurar la fertilización de varias hembras. Pero ¿qué pasaría si se forzara a la criatura a eyacular en exceso?
Lupita sabía que era una idea arriesgada, pero también sabía que no había otra opción. La criatura estaba matando a sus colegas y destruyendo todo por lo que habían trabajado. Así que, con determinación y un toque de locura, Lupita decidió sacrificarse por el bien común.
Se desnudó frente a la jaula de la criatura, dejando caer su bata al suelo.
La criatura gruñó al verla, sus ojos rojos clavados en su cuerpo desnudo. Lupita pudo sentir el calor de su mirada mientras se acercaba a la jaula, sus tentáculos moviéndose ansiosamente. Cuando llegó a la puerta, la abrió lentamente y entró.
Inmediatamente, los gruesos tentáculos de la criatura se enredaron alrededor de su cuerpo, acariciando y explorando cada curva. Uno de ellos encontró su entrada vaginal y se deslizó dentro sin esfuerzo, llenándola completamente.
Lupita gimió ante la sensación invasiva, pero se obligó a mantenerse concentrada. Sabía que esto era necesario si quería salvar a todos los demás.
La criatura gruñó mientras otro tentáculo se deslizaba en la boca de Lupita, forzándola a chuparlo. Ella luchó contra la náusea y el esfuerzo de abrir tanto la boca para que el grueso tentáculos entrars, sentía que su mandíbula se dislocaria, pero se obligó a seguir adelante. Mientras tanto, un tercer tentáculo comenzaba a presionar contra su ano, buscando entrar.
Lupita se estremeció cuando finalmente se abrió paso, llenándola completamente y desgarrando su tierno culo. Estaba siendo penetrada por todas partes, cada agujero lleno de carne palpitante. La sensación era abrumadora, una mezcla de dolor y placer que la hacía gritar sin control.
La criatura comenzó a moverse dentro de ella, sus tentáculos bombeando furiosamente. Lupita podía sentir el semen caliente llenando sus cavidades, goteando por sus piernas y formando un charco en el suelo debajo de ella.
Ella luchó por mantenerse consciente, sabiendo que necesitaba aguantar hasta que la criatura hubiera eyaculado todo lo que pudiera. Los tentáculos se movían más rápido ahora, golpeando sus paredes internas con fuerza brutal.
Finalmente, después de lo que pareció una eternidad, la criatura lanzó un rugido ensordecedor y su cuerpo comenzó a convulsionar violentamente.
Lupita sintió una explosión de calor dentro de ella mientras la criatura alcanzaba su clímax. Los tentáculos se sacudieron y temblaron, eyaculando enormes cantidades de semen en sus tres agujeros. Ella gritó, su cuerpo temblando incontrolablemente mientras era llenada hasta el borde.
La criatura continuó eyaculando durante lo que pareció una eternidad, sus tentáculos bombeando sin parar. Lupita podía sentir el semen goteando por sus piernas, formando un charco cada vez mayor debajo de ella.
Finalmente, después de lo que pareció una eternidad, los tentáculos comenzaron a aflojarse. La criatura gimió débilmente y se desplomó en el suelo de la jaula, su cuerpo temblando y convulsionando.
Lupita quedó tirada encima de la criatura, jadeando pesadamente. Se sentía débil y agotada, su cuerpo cubierto de semen y sudor. Pero cuando miró hacia abajo y vio a la criatura inmóvil debajo de ella, supo que había logrado su objetivo.
La criatura estaba muerta, su sistema reproductivo sobrecargado por la eyaculación masiva. Había funcionado.
Lupita se arrastró débilmente fuera de la jaula, su cuerpo cubierto de semen y fluidos corporales. Cada movimiento era doloroso, pero sabía que necesitaba salir de allí antes de que alguien más descubriera lo que había sucedido.
Se vistió lentamente, haciendo una mueca de dolor mientras se ponía la ropa. Luego, con paso tambaleante, salió del laboratorio y caminó hacia su casa.
Cuando llegó, encontró a su esposo David esperándola en la entrada. Él frunció el ceño al ver su apariencia desordenada.
"¿Dónde has estado?" preguntó, preocupado. "Estaba a punto de llamar a la policía..."
Lupita levantó una mano para calmarlo. "Estoy bien," dijo débilmente. "Solo tuve un día largo en el trabajo."
David la miró con escepticismo, pero no presionó más. Lupita agradeció en silencio por eso. No estaba segura de poder mantener su historia juntos si él seguía haciendo preguntas.
Durante las siguientes semanas, Lupita trabajo incansablemente para poner fin al proyecto "Híbrido Perfecto". Inicio una investigación interna en el laboratorio, recopilando pruebas de las actividades ilegales del Dr. García y presento un informe detallado a las autoridades.
Mientras tanto, Lupita comenzó a experimentar cambios extraños en su cuerpo. Al principio eran pequeños: náuseas matutinas, fatiga extrema y una sensibilidad aumentada en sus senos. Pero a medida que pasaba el tiempo, los síntomas se volvieron más evidentes e imposibles de ignorar.
Una mañana, Lupita se despertó con un fuerte dolor abdominal y descubrió que su período no había llegado. Con creciente horror, se dio cuenta de que podía estar embarazada.
Corrió a la farmacia más cercana y compró una prueba de embarazo. Mientras esperaba los minutos interminables hasta que se mostraran los resultados, su mente daba vueltas con posibilidades aterradoras.
Al final, la criatura había logrado su objetivo, reproducirse.