Historias el macho
Virgen
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Por fin llegó el día, unas vacaciones familiares son el remedio perfecto para el agobio y la rutina del trabajo en el hospital. Y que mejor para esos días de calor, que pasar el rato en un balneario natural, el rio es una zona muy concurrida últimamente.
El sol brillaba intensamente sobre el río, reflejándose en el agua cristalina que invitaba a un refrescante baño. Lulu, José y Emily habían llegado a este balneario para disfrutar de unas merecidas vacaciones. José estaba ocupado jugando con Emily en la orilla, construyendo castillos de arena y riendo con sus inocentes juegos. Sin embargo, Lulu estaba distraída, su mente divagaba entre la culpa que sentía por su aventura con Ricardo y la excitación que le provocaba la idea de tener nuevas experiencias.
Lulu miraba a su alrededor, observando a los hombres bronceados y musculosos que disfrutaban del sol y el agua. Su mirada se detuvo en un grupo de chicos jóvenes que jugaban con un balón a la orilla del rio. Eran altos, atléticos y llenos de energía. Sin poder resistirse, Lulu se acercó a ellos, dejando a su familia atrás.
Los chicos la recibieron con miradas interesadas. Uno de ellos, un moreno con ojos verdes, se acercó a ella. "Hola, ¿quieres jugar con nosotros?", le preguntó con una sonrisa pícara. Lulu aceptó encantada. Pronto, se encontró jugando y riendo junto a ellos, olvidándose por completo de su vida cotidiana y de la familia que había dejado atrás.
La tarde avanzaba y el sol comenzaba a ocultarse, pintando el cielo de naranjas y rojos intensos. Lulu, sudorosa y excitada por el juego, decidió dar un paseo por la orilla del rio. Los chicos la acompañaron, atraídos por su belleza y carisma. En un momento dado, uno de ellos sugirió dar un paseo rio abajo, por dónde los vacacionistas no suelen ir. Lulu aceptó emocionada.
Una vez lejos, escondidos entre la vegetación del lugar y lejos de miradas curiosas, los chicos comenzaron a acercarse a ella. El moreno de ojos verdes fue el primero en besarla, mientras otro chico comenzaba a acariciar sus piernas. Lulu se dejó llevar, disfrutando de las atenciones y la excitación del momento. Pronto, estaba siendo besada y acariciada por todos lados, mientras los chicos se desvestían frente a ella.
Los chicos la tumbaron sobre un montón de hierbas desnudándola con prisas y deseo. Lulu se entregó completamente, abriendo las piernas para recibir a uno de ellos que se colocó entre sus muslos, penetrándola con fuerza. Mientras era follada vaginalmente, otro chico se posicionó detrás de ella, introduciendo su miembro en su ano. Lulu gimió fuerte, disfrutando de la doble penetración. Un tercer chico se acercó a su boca, ofreciéndole su erección para que se la chupara. Lulu obedeció, saboreando el sabor salado su verga sudada.
Los chicos se turnaban para penetrarla en diferentes orificios, llenándola completamente. Lulu se sentía plena y satisfecha, disfrutando de cada embestida y caricia. Su cuerpo estaba cubierto de sudor y fluidos, mientras los chicos la usaban para su placer. Ella gemía y se retorcía, pidiendo más y más. Los chicos, excitados por sus reacciones, aumentaban la intensidad de sus movimientos, llevándola a un clímax tras otro.
Después de varias horas de sexo desenfrenado, los chicos finalmente se saciaron. Lulu quedó tumbada, agotada y satisfecha. Los chicos se vistieron y se despidieron de ella con sonrisas y guiños. Lulu regresó rio arriba intentando limpiar los restos de su adultero encuentro de su rostro antes de reunirse con su familia, pero sus esfuerzos fueron en vano, al llegar parte de su rostro, y su cabello seguía con una gran cantidad de semen, afortunadamente José la recibió con una sonrisa, sin sospechar nada.