las amistades ¿peligrosas? V

MARORI69

Pajillero
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Feb 4, 2025
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Ya en casa, y con las mujeres aún con el susto en el cuerpo, nos preparamos unas copas antes de darnos una ducha. Lara y Belén estaban visiblemente nerviosas, e intentamos quitarle hierro al asunto, diciendo que era una anécdota para recordar, que quien las vería con media docena de machos, y tonterías por el estilo, pero cuando se fueron a la ducha, Pablo me comentó, bastante serio, que hasta arrancar el barco y marchar, pasó algo de miedo. Me comentó, que estando aún en activo, habían llegado avisos de Interpol, sobre mujeres y parejas, desaparecidas por esta zona, una pasarela por donde cárteles de Sur América, introducían drogas en Europa, así como mujeres para sus burdeles en el viejo continente.

Acordamos no hablar más del tema, ni por supuesto, volver por aquella zona en los días que nos quedaban de vacaciones, que ya eran pocos. Nos acicalamos y nos fuimos a cenar fuera, para pasar el mal trago. Llamamos a Fátima, para invitarla a unirse a nosotros, y aceptó, diciendo que vendría acompañada de su nueva conquista. Aceptamos sin problema.

Fátima, llego con una chavala de su misma edad, aproximadamente. Su piel blanca, y su melena pelirroja, contrastaban con la piel morena y tatuada de nuestra amiga. Vestían las dos muy parecidas, con cómodos shorts vaqueros y camisetas de tirantes. Lía, que así se llamaba, tenía una buena delantera, firme, piel tersa, y muchas pecas. Me hizo gracia, cuando las 4 se sentaron juntas en una terraza, frente a nosotros, ver los 8 pezones, o mejor dicho, adivinar los 8 pezones que tenía en frente, atravesados con sus piercing, que no pasaban desapercibidos al no llevar ninguna sujetador. Fátima, precisamente estaba contando, que la había conquistado en el estudio, poniéndoselos, bueno, mas bien, después de ponérselos, curándoles y dándole “amor” para calmar el ardor en ellos, le provocó ardor en otra zona, que por supuesto, apaciguó de buena gana. Hacían buena pareja, y así se lo hice saber.

Pedimos la cena, vino, postres, copas, y Belén y Lara, contaban con pelos y señales a Fátima y Lía, lo acontecido en la cala. Fátima, nos dijo que de haber sabido nuestra excursión, nos habría prevenido de donde no ir, pues todo el mundo por el lugar, sabía lo que pasaba allí. Pablo le hizo una seña para que no diera mas información. De todos modos, en un momento que quedamos a solas con ella, nos preguntó donde habíamos alquilado la lancha, y dijo que conocía al dueño. Automáticamente, sacó el móvil, y le llamó. Hablaron un rato en portugués, cuando colgó, nos dijo que ya no había ningún dato de la reserva en las oficinas, ni físico ni virtual, por si alguien hacía preguntas, nunca estaba de más prevenir con ese tipo de gente. Se lo agradecimos pidiendo otra ronda de copas. Después de un par de horas más, bebiendo y charlando animadamente, decidimos retirarnos, pues Fátima al día siguiente tenía una sesión de tatuaje de más de 6 horas. Antes de marchar, nos pidió enseñarle los nuestros, para ver cómo iban curando, y para que Lía los viese, pues le había contado nuestra relación, y tenía mucho interés en verlos. Todos fueron fáciles de enseñar, salvo el de Lara. Hicimos un poco de pantalla, mientras ella se subía la falda y apartaba el tanga para enseñárselo. Lía quedo fascinada, y dijo,

  • Me enseñáis los piercing también? Mirar los míos, y levantando la camiseta, dejó a la vista sus dos majestuosas tetas, blancas, tersas, firmes, obra de la juventud que tenía, con dos pezones duros, desafiantes, erguidos, bordeados por una areola rosada. Los piercing, eran una barra, similar a la de Lara, que terminaba en dos bolas de acero quirúrgico también. A su vez de ambos lados pendía una cadenita que se unía bajo el pezón, y de esta colgaba un pequeño grillete. Como luego nos contó Fátima, estos grilletes tenían varias funciones aparte de la estética. A ellos se podían unir una cadenita que se conectaba a una gargantilla al cuello, muy sexy para llevar con escotes y tratar de adivinar hacia donde iba. También en ambientes sado, se podían usar para colgar pesos de los pezones, o conectar pinzas para descargas eléctricas. Lía aclaro, que de momento, solo cumplían función estética, entre risas.
  • Mira los míos, soltó de repente Lara, mientras separaba el vestido por el escote, dejando sus preciosas y bronceadas tetas a la vista
  • Que preciosidad, exclamó Lía
  • Y las mías, añadió Belén uniéndose a la fiesta
  • Es evidente que no sois unas crías, sin ofender, pero estáis muy buenas, ya me lo había dicho Fati, añadió Lía
  • Chicas, dijo Pablo, este espectáculo es una pasada, pero taparos, que viene gente, y ya estuvo bien de sustos por hoy, jejeje
  • Cierto, añadí, porque no vamos todos a casa, y allí os exhibís con total seguridad? Y aprovechamos la piscina, para darnos un baño?
  • No lieis, que mañana trabajo! Dijo Fátima
  • Tú crees que vas a dormir hoy, sea en tu casa o en otra? Dijo Belén
  • Yo estoy un poco golfi, dijo con un sonrisa pícara Lía
  • Bueno venga, vamos a vuestra casa, liantes, jajajaja
Con la expectación de que iba a ocurrir, llegamos a casa. Las 4 chicas fueron directas a la piscina, dejando la ropa por el camino, y se zambulleron en ella. La verdad que era una noche de mucho calor, finales de Agosto, debíamos rozar los 25 grados aún, y la piscina era un gran alivio. Pablo y yo nos desnudamos y las acompañamos. Estaban en un corrillo, tocándose las tetas, bueno, más bien los piercings, y Lía, miraba en detalle los tatuajes. Por primera vez, vi el trabajo que Fátima estaba realizando en ella. Era una espalda completa, con temática vikinga. El resultado final iba a ser espectacular.

  • Menuda currada te estás pegando en esa espalda, dije mirando a la artista
  • La verdad que sí, es un lienzo perfecto, piel clara, fina, me encanta, llevamos tres largas sesiones. Ahora toca esperar que cure y continuar, otras tres o cuatro para terminarlo
  • Tengo ganas de ver el resultado final, aclaro Lía


Ver a las 4 mujeres completamente desnudas en la piscina era un autentico placer para los sentidos, y mi polla era un fiel reflejo de ello; Bueno y la de Pablo, estábamos a tope, lástima que dos de ellas eran totalmente inaccesibles a nosotros. Además, estábamos un poco excluidos de la “fiesta” que las féminas tenían preparada en la piscina. Lara estaba apoyada contra un lateral, abrazando desde a tras a Lía. Su brazo izquierdo la rodeaba por la cintura, y se perdía bajo el agua entre sus piernas. La otra mano tenía su pecho sujeto, mientras dos dedos jugueteaban con su pezón. Lía con la cabeza ligeramente apoyada en el hombro de mi mujer, jadeaba de placer, mientras se fundía en un apasionado beso con ella. Por el otro lado, Belén y Fátima, estaban entrelazadas por las piernas, frotándose sus depiladas intimidades, mientras se cogían y retorcían los pezones entre ellas. Estaban las 4 en éxtasis. De repente, absorto en la orgía lésbica que estaba viendo, noté a Pablo detrás de mí, su gruesa polla se aplastó entre mis nalgas, me rodeó por la cintura y cogió mi miembro para empezar a pajearme. Jamás había estado así con un tío, por lo que me intenté zafar, pero con la otra mano, me cogió mi pezón derecho y empezó a estimularlo. Me dejé hacer y en menos de un minuto, empecé a correrme abundantemente, entre espasmos y jadeos, mientras Pablo seguía exprimiendo mi polla hasta la última gota de semen. Creo que si en ese me momento, la suya se abre camino en mi culo, buscando mi interior, hasta me hubiera gustado. Experimenté, con gran placer, la primera paja que me hacía un tío. No hubo besos, ni caricias, ni ningún atisbo de cariño o algo parecido. Solo fue sexo, placer por placer. Me sentí en la obligación de compensarle. Me giré hacia él, de frente. Su imponente miembro, duro y venoso, apuntaba hacia mi vientre. Le miré a la cara, cerró los ojos. Yo también. Cogí su polla con mi mano derecha y comencé a pajearlo con fuerza, apretando fuerte. Con mi otra mano, imitando lo que él había hecho instantes antes, juguetee con sus pezones. Comenzó a gemir y estremecerse, hasta correrse entre espasmos. El primer chorro de semen, potente, impactó por completo en mi barriga. El resto por mi brazo y mano. Reconozco que no me gustó demasiado, pero aún así seguí hasta que terminó. Lo solté y me giré sin mirarle. El se puso a mi lado y solo dijo:

  • Lo están pasado de miedo aquellas eh?
  • Si, respondí, acerquémonos


Lía, que ya había terminado, por lo visto, estaba comiendo ávidamente la entrepierna de mi mujer, mientras tres dedos estaban dentro de ella. Lara estallaba en ese momento en un sonoro orgasmo, entre jadeos y convulsiones, arqueando la espalda para hacer más fuerza con su pelvis en la cara de la pelirroja. Estaban tumbadas fuera de la piscina ya. Al lado de ellas, Belén y Fátima, se daban placer mutuamente en un 69 perfecto. Belén, puesta arriba, tenía sus fabulosas tetas colgando, rozando los pezones en la barriga de Fátima, que la agarraba con fuerza por las caderas, con sus dos dedos pulgares separando sus nalgas. Pablo, otra vez medio empalmado, se acercó por detrás, frotó un poco su polla contra su mujer y comenzó a penetrarla. Recordé las palabras del día anterior en la playa de Lara, y a medio empalmar me acerque a donde estaban. La incorporé hasta sentarla en una hamaca, le tomé la cabeza por el pelo y le acerque mi miembro a la boca. Lo tomo con las manos y tras varios meneos y lametones de lengua, me puso firme de nuevo. Comenzó a metérsela cada vez mas a dentro. Notaba mi polla pegar en el fondo de su garganta. Lía nos hizo parar. Acomodó a Lara en la hamaca boca arriba, con la cabeza colgando. Me mando ponerme de rodillas detrás de su cabeza y que se la metiera así. Lo hice y poco a poco de nuevo volví a llegar al fondo, solo que esta vez, podía pasar más allá. Veía a través de la piel de su cuello, la forma de mi falo en su garganta. Lara hacia milagros para respirar y cada vez que la sacaba fuera, espesa baba goteaba de ella. Yo se la esparcía por toda la cara, y volvía a la carga. Lara me rodeó con los brazos, cogiéndome por las nalgas, y comenzó ella a marcar el ritmo, mientras Lía volvía a acurrucarse entre sus piernas para empezar de nuevo a lamer y besar su intimidad. Noté el calor que emanaba de mis entrañas, y como mi pene se hinchaba ante la inminente descarga, que no se hizo esperar, directo dentro de la garganta de Lara. La saque y dos chorros manos fueron a parar a su cara y pecho, mientras ella se retorcía, teniendo un nuevo orgasmo provocado por su nueva amiga. Un chorro e líquido transparente salió hacia la cara de Lía, que seguía lamiendo y moviendo sus dedos dentro e ella, mientras con la otra mano hacia fuerza en el vientre desde fuera. Le había provocado su primer squirt.

Al lado nuestro, Pablo, ya se había corrido dentro de Belén, y al sacarla, para terminar de descargar en su espalda, un poco cayó sobre la cara de Fátima, que no le gustó mucho.

Buuaagg tío esto es asqueroso, exclamó riendo. Chicas no se como os puede gustar, que asco



Lía se acercó a ella y la limpió con su lengua para terminar besándola en la boca, profundamente.

Poco a poco nos fuimos relajando y “despegando” unos de otros. Nos repartimos por las dos duchas del jardín y la interior, y nos fuimos a dormir. 6 en la súper cama éramos bastantes, pero nos acomodamos. Amanecimos tarde, mas de las 12. Fátima se había ido ya al estudio y Pablo y Lía estaban preparando el desayuno. Yo estaba en medio de Lara y Belén, que aún profundamente dormidas, me rodeaban con sus cuerpos. Belén tenía su cabeza sobre mi cadera, abrazada a una pierna y mi pene, morcillón y a media asta descansaba muy cerca de su boca. Lara del otro lado, con la cabeza apoyada en mi pecho y rodeándome con su brazo. Pensé, que era un tío afortunado, y que me gustaría despertar el resto de mi vida, así.





Continuará…..……….
 
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