MARORI69
Pajillero
- Registrado
- Feb 4, 2025
- Mensajes
- 49
- Likes Recibidos
- 170
- Puntos
- 28
Afortunadamente, o no, para nosotros, si alguien de la otra lancha había visto algo, lo disfrutaron en silencio, porque no vimos a nadie en ella, ni mirando. Estaba lo suficientemente alejada como para no haber visto, pero tampoco tanto como para poder estar seguros de que no lo habían hecho. Pablo comentó que iba acercarse a mirar. Cuando nos aproximamos, a mercede de las olas y la corriente, que nos acerco silenciosamente, vimos en la popa de la lancha, una pareja tumbada, comiéndose a besos. Nos reímos de la situación, arrancamos y pusimos rumbo a la costa.
Pasaron un par de semanas, y quedamos con Pablo y Belén varias veces, planeando nuestras primeras vacaciones juntos. En esos días no hubo sexo con ellos, y nunca se hablo nada de lo que había pasado el fin de semana, pero yo no podía quitármelo de la cabeza, había sido sin duda, mi mejor fantasía hecha realidad. Acordamos al fin destino y fecha. Nos iríamos a mediados de Julio al sur de Portugal a disfrutar del sol, la playa, la pesca, y quien sabe, si de algo más, yo al menos lo ansiaba, y en la última quedada, saque el tema, dado que nadie lo hacía
Nos miramos los cuatro y rompimos a reír a carcajadas.
Llegó la fecha de marchar, cargamos todo en la furgoneta Mercedes Vito que habíamos alquilado para marchar todos juntos, y partimos hacia el destino. El viaje fue muy ameno, entre conversaciones triviales, risas, y varias paradas para comer, beber y estirar las piernas, y casi 9 horas después, llegamos a Tavira, a una preciosa casa de vacaciones que teníamos reservada. Las vistas, a pie de costa, y la piscina en medio del jardín, intimo y cerrado, lejos de miradas indiscretas, presagiaban unas vacaciones difíciles de olvidar.
Nos instalamos rápidamente para disfrutar a tope desde el primer momento. La casa la había reservado Belén, sin darnos ningún tipo de dato sobre ella. La primera sorpresa no tardó en llegar. Era tipo loft, sin ninguna división interior, salvo el baño, que era lo único aislado del resto del edificio. Salón, cocina y habitación, si, digo habitación, compartían un espacio único. La cama, de generosas dimensiones, por no decir enorme, debía tener unos 2,50 x 2,50, y la íbamos a compartir los 4 durante más de una semana.
Vamos a proteger estas dulzuras, no vayan a quemarse el primer día, y a la vez dándome una indicación con la cabeza, para que yo hiciera lo propio con Belén.
Tome el otro bote, y me dirigí a la hamaca en la que ya me esperaba, boca arriba, invitándome a ponerle la crema. Se la eché ávidamente por todo el cuerpo. Comencé por su vientre, subiendo a sus turgentes pechos, donde me entretuve un buen rato, jugueteando con sus pezones, después baje por sus piernas, hasta los pies, era bronceador en aceite, por lo que su piel brillaba al sol, muy sensual. Volví a subir, con las dos manos por la cara interna de sus muslos, y Belén, instintivamente, separo las piernas, dejando su húmedo sexo expuesto delante de mí. Iba a acercar mi cara a él, para comenzar a comérmelo, llevaba semanas deseándolo. Pude ver, antes de enterrarme entre sus piernas, como mi mujer, de rodillas, le hacía una mamada profunda a Pablo, que le sostenía la cabeza por el pelo, con fuerza. Acerque mi boca mas y con la lengua separé los labios de Belén. Jugueteé un poco con su clítoris, lamiendo y succionando, y dos dedos se perdieron dentro de ella mientras mi otra mano atrapaba una de aquellas esplendidas tetas, retorciendo y pellizcando el pezón. Belén me rodeó la cabeza con las piernas, y comenzó a jadear fuerte
Joder, joder, joder, si,si sigue, sigue ahh aaah me corro, me corro ¡!!
Y entre convulsiones, estalló en mi boca y cara, empapándome. Le había provocado un squirt, se ve que estaba a 100, porque no duró ni 5 minutos. Cuando me liberó, Pablo tenía a Lara a 4 patas sobre la hamaca, y se la estaba follando por el culo. La visión de mi mujer, con el culo en pompa, empalada por el mástil de mi amigo, ella, con la cara aplastada contra la tela de la hamaca, el cuerpo brillante por la crema y el sudor, Buuf, que visión. Pablo se aferraba a sus caderas, y la penetraba hasta el fondo, la sacaba lentamente hasta casi asomar su glande fuera, y otra vez hasta el fondo, la estaba volviendo loca de placer. Belén mientras, se arrodillo a chuparme la polla. Se la tragaba entera, sentía en mi punta, el roce con su garganta. Me aferré a su cabeza, con fuerza, y le follé la boca, muy profundo, dejándola dentro impidiéndole respirar con normalidad, lo que le provocaba ganas de toser y movimientos involuntarios de la garganta, que acentuaban mas mi excitación. La sacaba para que tomara aire, y otra vez hasta dentro, viendo como le follaban a la vez el culo a Lara. Quise metérsela a Belén también. Quería correrme dentro de ella. La coloqué y mi polla se deslizó en su coño, sola, sin apenas resistencia, estaba empapada. No me gustaba, yo también quería su culo. Le di la vuelta y con un poco de aceite solar, dilaté su esfínter, con un par de dedos, que se perdieron dentro sin mayor problema. Acerque mi polla a su entrada, y poco a poco se la fui metiendo sin resistencia. Mientras, Lara gritaba, fuera de si, embriagada de placer, mientras estrenaba su primer orgasmo en Portugal
Comencé a bombear dentro del culo de Belén, con aquella escena delante de mí y no tarde ni dos minutos en correrme también, clavando mis dedos en aquellas deliciosas nalgas
Siiiii!!!! Siiiiii!!! Humm, Siiii!! Toma, toma, Aaaaaggg!!
Pablo y yo, descabalgamos casi al mismo tiempo, con las pollas aun soltando hilos de leche. Ayudé a Belén a incorporarse y fuimos donde ellos. Pablo ayudaba también a Lara, y las dos chicas se fundieron en un beso profundo, antes de arrodillarse frente a nosotros a chuparnos las pollas, medio flácidas ya, para acabar de limpiarlas. Mi mujer con la mía, y Belén con la de Pablo. Cuando consideraron que habían terminado, dejándonos a los 2 ya medio listos de nuevo, nos tomaron de la mano y nos fuimos a la piscina. El chapuzón fue agradecido por los 4.
Después del reconfortante baño, y un poco de sol, entre tonteos y toqueteos entre todos, decidimos vestirnos e ir a dar una vuelta por los alrededores y cenar algo. El pueblo era precioso y encontramos una terraza que nos ofreció una preciosa puesta de sol, entre copas de Vinho Verde bien frio, y tapas varias de manjares de la zona. Durante la cena, hablamos de la relación que se había forjado, de cómo jamás hubiéramos pensado, al menos Lara y yo, terminar en una a cuatro bandas, y que sería bonito, plasmarlo de alguna manera permanente, como un Tattoo o algo similar, para que nunca nos olvidáramos, pasara lo que pasara en nuestras vidas. Brindamos por la ocurrencia de Lara, que me sorprendió que saliera de ella, y decidimos hablarlo al día siguiente con calma y decidir qué hacer. Pagamos y nos dirigimos a la casa. El día había sido largo, y estábamos cansados, y ahora, un poco “alegres” también, todo sea dicho
Llegamos y comenzamos a desnudarnos para acostarnos, después de pasar por el baño, en este punto, habíamos perdido ya todo resquicio de pudor entre nosotros y estábamos muy cómodos desnudos. El aire acondicionado, hizo su efecto en los pezones de las mujeres, que se erguían desafiantes e insinuantes. Nos acostamos, ellas en el medio, juntas, y nosotros a los lados. Mientras yo jugueteaba con un pezón de Lara, viendo los e Belén, comenté cuanto me ponían los pezones atravesados por piercing, pero Lara jamás quiso hacerlo, por miedo al dolor.
Desperté sobre las 7 de la mañana con las primeras luces del día. La cama olía a sudor, sexo, pasión. Lara estaba girada hacía mí. Su cara presentaba los signos de la batalla, con el maquillaje corrido y el pelo alborotado. Detrás Belén, abrazada a ella, con sus tetas pegadas a su espalda, y una mano en la cadera. Y detrás, Pablo, pegado a su mujer, y abrazando a las dos.
La escena era perturbadora y excitante.
Continuara………………
Pasaron un par de semanas, y quedamos con Pablo y Belén varias veces, planeando nuestras primeras vacaciones juntos. En esos días no hubo sexo con ellos, y nunca se hablo nada de lo que había pasado el fin de semana, pero yo no podía quitármelo de la cabeza, había sido sin duda, mi mejor fantasía hecha realidad. Acordamos al fin destino y fecha. Nos iríamos a mediados de Julio al sur de Portugal a disfrutar del sol, la playa, la pesca, y quien sabe, si de algo más, yo al menos lo ansiaba, y en la última quedada, saque el tema, dado que nadie lo hacía
- Vamos a hablar en algún momento de lo que hicimos en tu lancha, o qué? Dije
- Menos mal, ya pensábamos que no lo dirías nunca, dijo Pablo riendo
- Lo hemos hablado, y como no sacabas el tema, pensamos que no te había gustado después de todo, dijo Belén
- Exacto, comento Lara, que venía de la cocina, lo hable con ellos y como ni a mí me comentaste nada, creí que no querías hablar ni saber nada del tema
- Joder, yo pensé que, como en las pelis, lo que pasa en el barco se queda en el barco! Dije
Nos miramos los cuatro y rompimos a reír a carcajadas.
Llegó la fecha de marchar, cargamos todo en la furgoneta Mercedes Vito que habíamos alquilado para marchar todos juntos, y partimos hacia el destino. El viaje fue muy ameno, entre conversaciones triviales, risas, y varias paradas para comer, beber y estirar las piernas, y casi 9 horas después, llegamos a Tavira, a una preciosa casa de vacaciones que teníamos reservada. Las vistas, a pie de costa, y la piscina en medio del jardín, intimo y cerrado, lejos de miradas indiscretas, presagiaban unas vacaciones difíciles de olvidar.
Nos instalamos rápidamente para disfrutar a tope desde el primer momento. La casa la había reservado Belén, sin darnos ningún tipo de dato sobre ella. La primera sorpresa no tardó en llegar. Era tipo loft, sin ninguna división interior, salvo el baño, que era lo único aislado del resto del edificio. Salón, cocina y habitación, si, digo habitación, compartían un espacio único. La cama, de generosas dimensiones, por no decir enorme, debía tener unos 2,50 x 2,50, y la íbamos a compartir los 4 durante más de una semana.
- Os gusta la sorpresa? Dijo Belén mientras comenzaba a desnudarse?
- Es una gran sorpresa, dijo Lara
- No puedo estar mas de acuerdo, respondí
- Esto promete! Afirmó Pablo, ya completamente desnudo y con su miembro bastante “despierto” ya
Vamos a proteger estas dulzuras, no vayan a quemarse el primer día, y a la vez dándome una indicación con la cabeza, para que yo hiciera lo propio con Belén.
Tome el otro bote, y me dirigí a la hamaca en la que ya me esperaba, boca arriba, invitándome a ponerle la crema. Se la eché ávidamente por todo el cuerpo. Comencé por su vientre, subiendo a sus turgentes pechos, donde me entretuve un buen rato, jugueteando con sus pezones, después baje por sus piernas, hasta los pies, era bronceador en aceite, por lo que su piel brillaba al sol, muy sensual. Volví a subir, con las dos manos por la cara interna de sus muslos, y Belén, instintivamente, separo las piernas, dejando su húmedo sexo expuesto delante de mí. Iba a acercar mi cara a él, para comenzar a comérmelo, llevaba semanas deseándolo. Pude ver, antes de enterrarme entre sus piernas, como mi mujer, de rodillas, le hacía una mamada profunda a Pablo, que le sostenía la cabeza por el pelo, con fuerza. Acerque mi boca mas y con la lengua separé los labios de Belén. Jugueteé un poco con su clítoris, lamiendo y succionando, y dos dedos se perdieron dentro de ella mientras mi otra mano atrapaba una de aquellas esplendidas tetas, retorciendo y pellizcando el pezón. Belén me rodeó la cabeza con las piernas, y comenzó a jadear fuerte
Joder, joder, joder, si,si sigue, sigue ahh aaah me corro, me corro ¡!!
Y entre convulsiones, estalló en mi boca y cara, empapándome. Le había provocado un squirt, se ve que estaba a 100, porque no duró ni 5 minutos. Cuando me liberó, Pablo tenía a Lara a 4 patas sobre la hamaca, y se la estaba follando por el culo. La visión de mi mujer, con el culo en pompa, empalada por el mástil de mi amigo, ella, con la cara aplastada contra la tela de la hamaca, el cuerpo brillante por la crema y el sudor, Buuf, que visión. Pablo se aferraba a sus caderas, y la penetraba hasta el fondo, la sacaba lentamente hasta casi asomar su glande fuera, y otra vez hasta el fondo, la estaba volviendo loca de placer. Belén mientras, se arrodillo a chuparme la polla. Se la tragaba entera, sentía en mi punta, el roce con su garganta. Me aferré a su cabeza, con fuerza, y le follé la boca, muy profundo, dejándola dentro impidiéndole respirar con normalidad, lo que le provocaba ganas de toser y movimientos involuntarios de la garganta, que acentuaban mas mi excitación. La sacaba para que tomara aire, y otra vez hasta dentro, viendo como le follaban a la vez el culo a Lara. Quise metérsela a Belén también. Quería correrme dentro de ella. La coloqué y mi polla se deslizó en su coño, sola, sin apenas resistencia, estaba empapada. No me gustaba, yo también quería su culo. Le di la vuelta y con un poco de aceite solar, dilaté su esfínter, con un par de dedos, que se perdieron dentro sin mayor problema. Acerque mi polla a su entrada, y poco a poco se la fui metiendo sin resistencia. Mientras, Lara gritaba, fuera de si, embriagada de placer, mientras estrenaba su primer orgasmo en Portugal
- Joder! Pablo, Aaaaah, Aaaaaah, Joder, si, si, Cabron , me vas a romper el culo, siii, me corro, me corro aaaaahhh!!!!
- Yo también, yo también!! Aaahh!! Toma mi leche en tu culo! Aahhh!
Comencé a bombear dentro del culo de Belén, con aquella escena delante de mí y no tarde ni dos minutos en correrme también, clavando mis dedos en aquellas deliciosas nalgas
Siiiii!!!! Siiiiii!!! Humm, Siiii!! Toma, toma, Aaaaaggg!!
Pablo y yo, descabalgamos casi al mismo tiempo, con las pollas aun soltando hilos de leche. Ayudé a Belén a incorporarse y fuimos donde ellos. Pablo ayudaba también a Lara, y las dos chicas se fundieron en un beso profundo, antes de arrodillarse frente a nosotros a chuparnos las pollas, medio flácidas ya, para acabar de limpiarlas. Mi mujer con la mía, y Belén con la de Pablo. Cuando consideraron que habían terminado, dejándonos a los 2 ya medio listos de nuevo, nos tomaron de la mano y nos fuimos a la piscina. El chapuzón fue agradecido por los 4.
Después del reconfortante baño, y un poco de sol, entre tonteos y toqueteos entre todos, decidimos vestirnos e ir a dar una vuelta por los alrededores y cenar algo. El pueblo era precioso y encontramos una terraza que nos ofreció una preciosa puesta de sol, entre copas de Vinho Verde bien frio, y tapas varias de manjares de la zona. Durante la cena, hablamos de la relación que se había forjado, de cómo jamás hubiéramos pensado, al menos Lara y yo, terminar en una a cuatro bandas, y que sería bonito, plasmarlo de alguna manera permanente, como un Tattoo o algo similar, para que nunca nos olvidáramos, pasara lo que pasara en nuestras vidas. Brindamos por la ocurrencia de Lara, que me sorprendió que saliera de ella, y decidimos hablarlo al día siguiente con calma y decidir qué hacer. Pagamos y nos dirigimos a la casa. El día había sido largo, y estábamos cansados, y ahora, un poco “alegres” también, todo sea dicho
Llegamos y comenzamos a desnudarnos para acostarnos, después de pasar por el baño, en este punto, habíamos perdido ya todo resquicio de pudor entre nosotros y estábamos muy cómodos desnudos. El aire acondicionado, hizo su efecto en los pezones de las mujeres, que se erguían desafiantes e insinuantes. Nos acostamos, ellas en el medio, juntas, y nosotros a los lados. Mientras yo jugueteaba con un pezón de Lara, viendo los e Belén, comenté cuanto me ponían los pezones atravesados por piercing, pero Lara jamás quiso hacerlo, por miedo al dolor.
- Yo lo pensé alguna vez, dijo Belén, pero nunca me decidí. Si Lara me acompaña, nos los ponemos las dos
- Buuf, me dan miedo las agujas, no llevo ni tattoos, ya ves, dijo Lara
- Tampoco nunca pensaste en abrir la relación, y aquí estamos, dije yo
- Eso es cierto, es tiempo de cambios, dijo Pablo, y pasando un poco por encima de Belén, le dio un morreo a mi mujer, mientras yo seguía aferrado a sus tetas, pellizcándole los pezones
Desperté sobre las 7 de la mañana con las primeras luces del día. La cama olía a sudor, sexo, pasión. Lara estaba girada hacía mí. Su cara presentaba los signos de la batalla, con el maquillaje corrido y el pelo alborotado. Detrás Belén, abrazada a ella, con sus tetas pegadas a su espalda, y una mano en la cadera. Y detrás, Pablo, pegado a su mujer, y abrazando a las dos.
La escena era perturbadora y excitante.
Continuara………………