Jugodevida
Estrella Porno
Hola, mi vida es muy tranquila, me llamo Luis, tengo 35 años, estoy casado con una mujer estupenda, guapa, liberal, con un cuerpo de ensueño, tiene 33 años, se llama Andrea, los amigos le decimos Andri o Andre, pero el ahorro es sustantivo, por una letra le diré su nombre completo.
No tenemos hijos aún, más que por mi, por Andrea, dice que desea de gozar la vida antes de dedicársela a los niños. Tenemos multitud de amigos, algunos de ellos de la infancia, otros del colegio o del trabajo, ha veces organizamos partís, con juegos de mesa o roles, nos lo pasamos estupendamente, de eso se trata.
Las navidades pasadas de entre el grupo de amigos vino una pareja nueva, conocidos o parientes de uno de los habituales, coincidió de que se sentaron en la mesa al lado nuestro, entremedias de sus conocidos y mi mujer y yo, por lo que entablamos bastante conversación, lo primero presentarnos, la chica dijo llamarse Carmen, su marido Fernando, que podíamos llamarlo Fer, que es como le conocen sus allegados. Carmen estaba embarazada, ya se le notaba la barriguita, de cinco meses, según nos contó, tengo que decir que ella estaba al lado de Andrea, por lo tanto casi toda la conversación salía de las chicas, yo era casi un mero observador , a pesar que también preguntaba algo.
La velada paso muy amena, juegos, risas, divertimentos, al despedirnos esta pareja nos dijo que se lo habían pasado muy bien, que volverían a juntarse con nuestro grupo de amigos, así fue, nos juntamos alguna vez más en diversas ocasiones, luego dejaron de venir porque ella estaba muy panzona por el embarazo, hasta mayo que dio a luz.
Pasaron unos meses, en agosto nos llamaron, nos dijeron que habían alquilado un bungaló en una zona de montaña, que si nos apetecía ir y pasar allí algún día, yo noté como Andrea se ilusionó, le gustó la idea, les dijimos que sí, que iríamos para el próximo fin de semana, nos mandaron la ubicación de la zona, preparamos la maleta con lo necesario, no era mucho para dos días, pero si echamos unas botellas de vino y otra de vodka, al llegar el sábado, sobre media mañana nos dirigimos en busca de ese bungaló.
El sitio era precioso, era una zona de monte bajo ya urbanizado, con sus calles alumbradas, servicios de basura, hasta un supermercado, aparcamos el coche y Fer nos estaba esperando en la acera, nos saludamos y nos dirigimos al interior de la casa, nos presentan a su bebé, apenas tenía cuatro meses, era una niña preciosa, con ojos claros saltones, un encantó.
Andrea dice que le apetecía un baño en la piscina, ya que aún era temprano para comer, por lo que nos ponemos la ropa de baño y salimos al patio, Fer tenía un cuerpo atlético en bañador, no era raro que lo tuviera, ya que era profesor de surf en verano y de sky en invierno, así que el tío estaba cuadrado, además de organizar viajes de recreo.
Después del primer baño nos sentamos en unas sillas que habían de jardín, con una mesa de aluminio, nos pregunta Fer si nos apetecía cerveza o ginebra, las mujeres se pidieron unas cervezas, nosotros preferimos unos cubatas, iniciamos una conversación los cuatro muy amena, repetimos una nueva ronda de bebidas, después de hablar de varios temas Fer y Andrea se decantaron por los gimnasios, en esos tiempos Andrea iba a uno también casi a diario, destacó un ejercicio en el cual cada vez que lo hacía le dejaba un malestar de espalda.
Fer le dijo de qué ejercicio se trataba, Andrea le explicó cómo era el ejercicio en cuestión, Fer le dijo que se levantara, que le iba a decir cómo hacerlo para que no le doliera en la próxima vez, por lo que se apartaron unos cuantos metros de la mesa, mientras ellos hacían gestos de cómo había que hacer ese ejercicio, yo me fui al agua y me tumbé en una colchoneta.
Carmen aprovecha para coger al bebé y darle su ración de pecho, por lo que yo flotando en la colchoneta veía ambas situaciones, Fer cargaba a mi mujer en sus espaldas, con las tetas de ella bien aplastadas contra sus costillas, pero más me gustaba mirar a Carmen, que sacó sus pechos del sostén del bikini y daba a chupar a su bebé, los ojos se me pusieron como platos, esta chica tenía unas aureolas como dos galletas María.
Los pechos los tenía de gordos a reventar, como si crearan más leche que le sacaba el bebé, a mi me entró un morbo incleible, desvío de nuevo la mirada hacia Fer y mi mujer, ahora era ella la que cargaba a él, supongo que viendo como hacerlo, pero Fer tenía su polla bien dura, se notaba el bulto en el bañador y la tenía en todo el culo de mi mujer.
Ya llegó la hora de comer, entramos dentro y preparamos unas ensaladas, unos aperitivos y algo de embutido, todo frío, la idea era de picar un poco y a la tarde hacer una barbacoa, después de comer. A la tarde nos damos otro baño y hablamos de preparar la merienda-cena, Carmen y Andrea salen a la calle a comprar algo de carne, Fer y yo nos quedamos encendiendo la barbacoa, lo que aprovecha él y me pregunta que si me gustaba Carmen, su mujer, ¿porque me preguntas eso? le contesto yo, porque a mí me pone mucho Andrea, he pensado en hacer un intercambio de parejas, si vosotros lo toleráis, —por mi parte no hay problema, después de la merienda lo hablamos con ellas, si están de acuerdo lo hacemos a la noche.
Durante la cena, le digo Andrea si le gustaría hacer ese intercambio con Fer, ella me dice que si a mi me parecía bien, le digo que sí, que me conoce bien, que lo importante era gozar del sexo de mutuo acuerdo, Fer y Carmen ya lo tenían hablado, por lo que ya estaban de acuerdo, salimos de nuevo a la terraza a darnos otro baño, ya comenzaba a caer la tarde, nos metemos al agua los tres, Carmen se queda en la silla dándole el pecho a su niña, noto que lo hacía algo más descarada, pues se quitó del todo el sujetador del bikini, yo también la miré con más atención, esas tetas llenas de leche me estaban obsesionando.
Andrea y Fer seguían con sus clases dentro del agua, para mí que ya se había metido mano por debajo del bañador, Carmen dejó a su bebé dormido y también entró a la piscina, veo que no se pone el sujetador, la carga de sus pechos las balancean de un lado al otro al bajar las escaleras, viene hacia donde yo estaba, me mira fija a los ojos, me dice con voz dulce, sabes Luis, me gustas mucho, te pareces mucho a Fer en vuestras maneras, sois agradables y tolerantes, quisiera pasármelo bien contigo esta noche.
Yo le digo que me tenía excitado desde que la vi darle de mamar a su bebé la primera vez, que deseaba desde los vi chuparle sus pezones y sacar de su alimento todo el sobrante, Carmen me dice que nada le gustaría más, que tenia leche para un bebé y también para un chico grande, que porque no comenzaba a chuparlos, así lo hice, ella misma levantó uno de sus pechos, yo la cogí con mis manos de la cintura, metí su pezon en mi boca y comencé a chuparlo, jajaja, se reía Carmen, no sabes sacarme la leche, no te acuerdas de cuando eras un bebé, mira Luis, a la vez que chupas debes de aspirar, porque solo chupando no sacarás nada, jejeje, reía yo también, ¡vale, probaré de nuevo!, acércame el pezon.
Carmen cogió con sus manos de nuevo el pecho y lo acercó a mi boca, le pegué un chuponazo a la vez que succione, me entró una cantidad de leche que me hizo toser, jajaja, rieron todos, ¡te vas a ahogar y no va a ser de agua! así gritó Fer riéndose, a lo que todos reímos al unisono,…jejeje.. jijiji… Ya caía la noche, la oscuridad cada momento era más acuciante, nadie decía de encender las luces, tan solo llegaba un tenue resplandor del alumbrado de la calle, el momento era mágico y excitante, yo chupaba esos pezones que me encantaban y tragaba su leche.
Carmen comenzó a hurgar en mi bañador, soltó el nudo del cordon que lo sujetaba, hasta meter su mano por el elástico, no tardó en tocar mi polla que asomaba la punta, como pretendiendo salir, la abarcó con toda su mano, la pajeo a la vez que con la otra mano bajaba mi bañador, yo intenté de simularla, solté los lazos que ataban la braga a sus caderas, cayendo hasta el fondo, apenas se veía ya nada, la noche se había hecho el ama, no sabía que hacían Fer y Andrea, creo que casi ni me importaba, Carmen me tenía a cien.
Ella era como yo de alta, quedaba todo al mismo nivel, Carmen se pega a la pared de la piscina, anclada en el rincón, el agua nos llegaba por el esternón, coge mi polla y se la coloca entre sus labios, empuja con su pelvis con la intención de meterla dentro de su coño, a la vez que pasa una pierna por detrás de mi culo, aprieta con ella al unísono que empuja con su cuerpo, yo también bajo mis manos a sus glúteos, una mano en cada parte de su culo, ella apoya sus codos en la orilla de la piscina en forma de anclaje, después sube la otra pierna y rodea mis caderas, empuja con ellas y yo la presiono contra la pared de la piscina, llevando mi polla hasta topar con mis huevos en su entrepierna.
Así anclados, nos movemos lento, a la vez que retorcemos nuestros cuerpos para hacer notar la follada, Carmen tenía la facultad de contraer los músculos de su vagina, cosa difícil en una reciente parida, gracias a sus clases de yoga según me iba contando después, ella era de fácil orgasmo, yo notaba como si un pequeño bulto rozara la parte alta de mi pene, era su clitoris, que era muy desarrollado, lo que en esta posición lo rozaba muy bien con el pene al movernos.
Después de un buen rato, por petición de ella me dice que me siente en el borde , con los pies dentro del agua, ella siguió dentro, se colocó entre mis piernas, a la vez que me acariciaba con sus manos por todo mi cuerpo, desde los muslos hasta mi espalda, me fue haciendo una mamada, me hizo varias secuencias de garganta profunda, siempre con el cuidado para que no me corriera, era toda una experta, me dio cuanto quería, me hizo todo lo que me gustaba, cuando quiso me corrio, tragó toda mi leche, me quedé exhausto, luego se encendió una leve luz, Fer y Andrea habían también acabado, estaban preparando unos cubatas, yo desperté como de un sueño, pocas veces me había corrido tan intenso.!!
Jugodevida.
No tenemos hijos aún, más que por mi, por Andrea, dice que desea de gozar la vida antes de dedicársela a los niños. Tenemos multitud de amigos, algunos de ellos de la infancia, otros del colegio o del trabajo, ha veces organizamos partís, con juegos de mesa o roles, nos lo pasamos estupendamente, de eso se trata.
Las navidades pasadas de entre el grupo de amigos vino una pareja nueva, conocidos o parientes de uno de los habituales, coincidió de que se sentaron en la mesa al lado nuestro, entremedias de sus conocidos y mi mujer y yo, por lo que entablamos bastante conversación, lo primero presentarnos, la chica dijo llamarse Carmen, su marido Fernando, que podíamos llamarlo Fer, que es como le conocen sus allegados. Carmen estaba embarazada, ya se le notaba la barriguita, de cinco meses, según nos contó, tengo que decir que ella estaba al lado de Andrea, por lo tanto casi toda la conversación salía de las chicas, yo era casi un mero observador , a pesar que también preguntaba algo.
La velada paso muy amena, juegos, risas, divertimentos, al despedirnos esta pareja nos dijo que se lo habían pasado muy bien, que volverían a juntarse con nuestro grupo de amigos, así fue, nos juntamos alguna vez más en diversas ocasiones, luego dejaron de venir porque ella estaba muy panzona por el embarazo, hasta mayo que dio a luz.
Pasaron unos meses, en agosto nos llamaron, nos dijeron que habían alquilado un bungaló en una zona de montaña, que si nos apetecía ir y pasar allí algún día, yo noté como Andrea se ilusionó, le gustó la idea, les dijimos que sí, que iríamos para el próximo fin de semana, nos mandaron la ubicación de la zona, preparamos la maleta con lo necesario, no era mucho para dos días, pero si echamos unas botellas de vino y otra de vodka, al llegar el sábado, sobre media mañana nos dirigimos en busca de ese bungaló.
El sitio era precioso, era una zona de monte bajo ya urbanizado, con sus calles alumbradas, servicios de basura, hasta un supermercado, aparcamos el coche y Fer nos estaba esperando en la acera, nos saludamos y nos dirigimos al interior de la casa, nos presentan a su bebé, apenas tenía cuatro meses, era una niña preciosa, con ojos claros saltones, un encantó.
Andrea dice que le apetecía un baño en la piscina, ya que aún era temprano para comer, por lo que nos ponemos la ropa de baño y salimos al patio, Fer tenía un cuerpo atlético en bañador, no era raro que lo tuviera, ya que era profesor de surf en verano y de sky en invierno, así que el tío estaba cuadrado, además de organizar viajes de recreo.
Después del primer baño nos sentamos en unas sillas que habían de jardín, con una mesa de aluminio, nos pregunta Fer si nos apetecía cerveza o ginebra, las mujeres se pidieron unas cervezas, nosotros preferimos unos cubatas, iniciamos una conversación los cuatro muy amena, repetimos una nueva ronda de bebidas, después de hablar de varios temas Fer y Andrea se decantaron por los gimnasios, en esos tiempos Andrea iba a uno también casi a diario, destacó un ejercicio en el cual cada vez que lo hacía le dejaba un malestar de espalda.
Fer le dijo de qué ejercicio se trataba, Andrea le explicó cómo era el ejercicio en cuestión, Fer le dijo que se levantara, que le iba a decir cómo hacerlo para que no le doliera en la próxima vez, por lo que se apartaron unos cuantos metros de la mesa, mientras ellos hacían gestos de cómo había que hacer ese ejercicio, yo me fui al agua y me tumbé en una colchoneta.
Carmen aprovecha para coger al bebé y darle su ración de pecho, por lo que yo flotando en la colchoneta veía ambas situaciones, Fer cargaba a mi mujer en sus espaldas, con las tetas de ella bien aplastadas contra sus costillas, pero más me gustaba mirar a Carmen, que sacó sus pechos del sostén del bikini y daba a chupar a su bebé, los ojos se me pusieron como platos, esta chica tenía unas aureolas como dos galletas María.
Los pechos los tenía de gordos a reventar, como si crearan más leche que le sacaba el bebé, a mi me entró un morbo incleible, desvío de nuevo la mirada hacia Fer y mi mujer, ahora era ella la que cargaba a él, supongo que viendo como hacerlo, pero Fer tenía su polla bien dura, se notaba el bulto en el bañador y la tenía en todo el culo de mi mujer.
Ya llegó la hora de comer, entramos dentro y preparamos unas ensaladas, unos aperitivos y algo de embutido, todo frío, la idea era de picar un poco y a la tarde hacer una barbacoa, después de comer. A la tarde nos damos otro baño y hablamos de preparar la merienda-cena, Carmen y Andrea salen a la calle a comprar algo de carne, Fer y yo nos quedamos encendiendo la barbacoa, lo que aprovecha él y me pregunta que si me gustaba Carmen, su mujer, ¿porque me preguntas eso? le contesto yo, porque a mí me pone mucho Andrea, he pensado en hacer un intercambio de parejas, si vosotros lo toleráis, —por mi parte no hay problema, después de la merienda lo hablamos con ellas, si están de acuerdo lo hacemos a la noche.
Durante la cena, le digo Andrea si le gustaría hacer ese intercambio con Fer, ella me dice que si a mi me parecía bien, le digo que sí, que me conoce bien, que lo importante era gozar del sexo de mutuo acuerdo, Fer y Carmen ya lo tenían hablado, por lo que ya estaban de acuerdo, salimos de nuevo a la terraza a darnos otro baño, ya comenzaba a caer la tarde, nos metemos al agua los tres, Carmen se queda en la silla dándole el pecho a su niña, noto que lo hacía algo más descarada, pues se quitó del todo el sujetador del bikini, yo también la miré con más atención, esas tetas llenas de leche me estaban obsesionando.
Andrea y Fer seguían con sus clases dentro del agua, para mí que ya se había metido mano por debajo del bañador, Carmen dejó a su bebé dormido y también entró a la piscina, veo que no se pone el sujetador, la carga de sus pechos las balancean de un lado al otro al bajar las escaleras, viene hacia donde yo estaba, me mira fija a los ojos, me dice con voz dulce, sabes Luis, me gustas mucho, te pareces mucho a Fer en vuestras maneras, sois agradables y tolerantes, quisiera pasármelo bien contigo esta noche.
Yo le digo que me tenía excitado desde que la vi darle de mamar a su bebé la primera vez, que deseaba desde los vi chuparle sus pezones y sacar de su alimento todo el sobrante, Carmen me dice que nada le gustaría más, que tenia leche para un bebé y también para un chico grande, que porque no comenzaba a chuparlos, así lo hice, ella misma levantó uno de sus pechos, yo la cogí con mis manos de la cintura, metí su pezon en mi boca y comencé a chuparlo, jajaja, se reía Carmen, no sabes sacarme la leche, no te acuerdas de cuando eras un bebé, mira Luis, a la vez que chupas debes de aspirar, porque solo chupando no sacarás nada, jejeje, reía yo también, ¡vale, probaré de nuevo!, acércame el pezon.
Carmen cogió con sus manos de nuevo el pecho y lo acercó a mi boca, le pegué un chuponazo a la vez que succione, me entró una cantidad de leche que me hizo toser, jajaja, rieron todos, ¡te vas a ahogar y no va a ser de agua! así gritó Fer riéndose, a lo que todos reímos al unisono,…jejeje.. jijiji… Ya caía la noche, la oscuridad cada momento era más acuciante, nadie decía de encender las luces, tan solo llegaba un tenue resplandor del alumbrado de la calle, el momento era mágico y excitante, yo chupaba esos pezones que me encantaban y tragaba su leche.
Carmen comenzó a hurgar en mi bañador, soltó el nudo del cordon que lo sujetaba, hasta meter su mano por el elástico, no tardó en tocar mi polla que asomaba la punta, como pretendiendo salir, la abarcó con toda su mano, la pajeo a la vez que con la otra mano bajaba mi bañador, yo intenté de simularla, solté los lazos que ataban la braga a sus caderas, cayendo hasta el fondo, apenas se veía ya nada, la noche se había hecho el ama, no sabía que hacían Fer y Andrea, creo que casi ni me importaba, Carmen me tenía a cien.
Ella era como yo de alta, quedaba todo al mismo nivel, Carmen se pega a la pared de la piscina, anclada en el rincón, el agua nos llegaba por el esternón, coge mi polla y se la coloca entre sus labios, empuja con su pelvis con la intención de meterla dentro de su coño, a la vez que pasa una pierna por detrás de mi culo, aprieta con ella al unísono que empuja con su cuerpo, yo también bajo mis manos a sus glúteos, una mano en cada parte de su culo, ella apoya sus codos en la orilla de la piscina en forma de anclaje, después sube la otra pierna y rodea mis caderas, empuja con ellas y yo la presiono contra la pared de la piscina, llevando mi polla hasta topar con mis huevos en su entrepierna.
Así anclados, nos movemos lento, a la vez que retorcemos nuestros cuerpos para hacer notar la follada, Carmen tenía la facultad de contraer los músculos de su vagina, cosa difícil en una reciente parida, gracias a sus clases de yoga según me iba contando después, ella era de fácil orgasmo, yo notaba como si un pequeño bulto rozara la parte alta de mi pene, era su clitoris, que era muy desarrollado, lo que en esta posición lo rozaba muy bien con el pene al movernos.
Después de un buen rato, por petición de ella me dice que me siente en el borde , con los pies dentro del agua, ella siguió dentro, se colocó entre mis piernas, a la vez que me acariciaba con sus manos por todo mi cuerpo, desde los muslos hasta mi espalda, me fue haciendo una mamada, me hizo varias secuencias de garganta profunda, siempre con el cuidado para que no me corriera, era toda una experta, me dio cuanto quería, me hizo todo lo que me gustaba, cuando quiso me corrio, tragó toda mi leche, me quedé exhausto, luego se encendió una leve luz, Fer y Andrea habían también acabado, estaban preparando unos cubatas, yo desperté como de un sueño, pocas veces me había corrido tan intenso.!!
Jugodevida.