La Profesora Teresa – Capítulos 001 al 003

heranlu

Veterano
Registrado
Ago 31, 2007
Mensajes
6,204
Likes Recibidos
2,514
Puntos
113
 
 
 
-
La Profesora Teresa – Capítulos 001 al 003

La Profesora Teresa – Capítulo 001



Joseph y Joey, amigos desde los 4 años, el dotado tímido junto al mujeriego corto. Han pasado por todo, las más feroces peleas, los momentos de necesidad más álgidos, siempre uno para el otro, más unidos que un matrimonio. Una verdadera amistad inquebrantable, eso es lo que pensaban ellos.

Joseph y Joey, de 22 y 23 años respectivamente, estaban disfrutando de su último año de universidad, tan amigos que coincidieron en todas las clases en sus 4 años de universidad, no había un puto momento en el que estos dos se separan, eran gemelos de diferentes madres, siameses, marido y mujer.

Y te estarás preguntando: ¿pasando tanto tiempo juntos quizás sean gais, muerde almohadas, maricones, tragasables? Pues no, sorprendentemente no. Cada uno tuvo sus parejas, sus problemas de parejas y cada uno consoló al otro cuando lo dejó su pareja.

Claro que Joey tuvo muchas más parejas que Joseph, el mujeriego corto de Joey era todo un casanova, un pito loco, no había semana en la que no lo vieras bien abrazado y manoseando a una de las distinguidas damas de esa universidad. ¿Cómo lo hacía si en la parte de abajo estaba por debajo del promedio? Eso es algo que solo él y quizá Joseph sabrán, lo cierto era que Joey buscaba mujer que pueda saciar su enorme hambre de sexo.

Y hablando del rey de Roma, Joseph, el Dotado Tímido, el sumiso, este chico era todo un intenso. En sus palabras, lo dio todo en sus relaciones, el chico era un “romántico”, quizá este era el motivo del fracaso de sus relaciones. Lo cierto es que Joseph solo buscaba a una mujer tan intensa como él, este dotado tímido tenía el deseo mundano de querer ser amado, genuinamente amado.

Esta bonita amistad cursaba su último año en la universidad, un nuevo año con nuevos cursos y nuevos profesores, iba a ser un año aburrido como los otros 4 que habían pasado, pero si estos dos estaban en el mismo salón la joda estaba asegurada.

De los 6 infelices mal pagados profesores que le tocaron a Joseph y Joey, sobresalía una mujer. La profesora del curso de máquinas eléctricas, la profesora Teresa. De 39 años, morena, 1.85 de sensual figura, pechos grandes y un culo enorme que resaltaban esas curvas pronunciadas y como toque final un aura tropical, toda la sabrosura brasileña, “la profesora gostosa” le decían todos en la facultad.

Era la envidia de todas las profesoras de la universidad, todas esas viejas celosas porque Teresa se robaba todas las miradas, profesores, directores, alumnos, e incluso había rumores de que esta milf brasileña había mantenido relaciones con varios profesores y alumnos.

Cuando Joseph y Joey entraron al salón de la profesora Teresa, ambos quedaron embobados. Teresa observó a todo su salón, los que llamaron su atención obviamente fueron Joseph y Joey, “interesante” pensó ella.

Joey vio un nuevo reto, quería coger el enorme culo de la profesora. Desde el minuto uno Joey utilizó toda su inteligencia para impresionar a su profesora, participando continuamente y recibiendo elogios por parte de esta…

“Muy bien hecho corazón” “Excelente exposición amor mío” “Mi hombre tan brillante como siempre”

Eran unos de los muchos elogios que esta milf le decía a Joey. El primer paso era impresionar a la profesora, el segundo hacer que se enamore y el tercero coger ese enorme culo.

El caso de Joseph no era muy diferente, su apariencia más adorable que la de Joey le causó ternura a miss Teresa, esta lo trataba con cariño, casi como una madre a un hijo, una mami morbosa y un hijo con complejo de Edipo, enamorado perdidamente de su mami y que eventualmente terminaría chupando de esas enormes tetas.

“Tan lindo mi hombrecito” “Tan guapo y tan inteligente” “Mami está orgullosa de ti”

Eran los elogios que esta milf le decía al pequeño Joseph, el resto del salón tenía que tragarse este coqueteo descarado.

La profesora Teresa notó que seducir a estos dos aumentaba las notas de sus exámenes y sus trabajos. Para Teresa jugar con este par era su diversión personal, y podría ponerse mejor. ¿Por qué no hacer que sus dos mejores alumnos se peleen por ella? Solo un ganador. El premio era obviamente un momento de pasión, que esto también lo quería conseguir la milf garota, los rumores de ella teniendo sexo con alumnos y profesores no eran del todo falsos.

Para la siguiente clase esta profesora calentona arrojó el anzuelo, un trabajo de mitad de curso. Una exposición donde el alumno debía demostrar todo lo aprendido hasta el momento. Explicó todos los detalles sobre la tarea y al final con un tono seductor dijo lo siguiente…

- Profesora Teresa: Haber mis niños hambrientos de conocimiento, hambrientos de placer, este trabajo es importante para ustedes y es muy especial para mí, porque el que obtenga la mayor nota en este trabajo, yo le daré un premio especial, algo que solo yo podría entregar…

- Joseph: ¿Cuál es ese premio querida profesora?

- Profesora Teresa: Te la enseñaré si obtienes la mayor nota…

La propuesta indecente estaba sobre la mesa, solo faltaba alguien que la tomada. Todos sabían a qué se refería y todos querían su premio.

Cayó el fin de las clases, cuando Joseph y Joey se dirigían a casa, caminando, platicando, en algún momento tenían que tocar el tema…

- Joseph: tu crees que de verdad lo haga

- Joey: es obvio que le entregará el culo al que obtenga la mayor nota

- Joseph: no creo que sea capaz

- Joey: no has oído los rumores, todo el mundo sabe que ella coge con alumnos y profesores de la universidad

- Joseph: son rumores, no verdades

Hasta que empezó la rivalidad

- Joey: se que te gusta la profe, no te preocupes, le tomaré una foto a su enorme trasero cuando gane y me la coja

- Joseph: ya quisieras, yo ganaré

- Joey: siempre he estado por delante de ti

- Joseph: esta vez voy enserio

Joey subestimó a Joseph y este al sentirse ofendido respondió con un tono de voz furioso, Joey no se dejó intimidar por esto y también le respondió enojado, hacía tiempo que estos dos no se dirigían la palabra de manera agresiva.

Si la profesora Teresa viera esto se estaría tocando, estaría jubilosa, su plan estaba saliendo a la perfección.

Llego el día tan ansiado por Joey y Joseph, ambos sumamente preparados, dispuestos a darlo todo… ¿Por la nota? Eso no importaba.

Joey no aguantaba más, había pasado las noches enteras fantaseando con semejante culo que llevaba miss Teresa, y que su mejor Joey lo hubiera retado alimentaba más sus deseos de ganar

Joseph no quería que nada ni nadie toque a su querida miss Teresa, la quería solo para él. Él sabía como era Joseph, alguien que solo quería aprovecharse de miss Teresa y por tal motivo no podía permitir que gane.

La profesora Teresa se sentó al fondo del salón, cruzó las piernas, sacó su registro de estudiantes y uno a uno escuchó las exposiciones.

Los demás alumnos presentaron un trabajo aceptable, la propuesta indecente de esta milf calentona motivó a todo el salón.

Llegó el turno de Joseph, él muchacho había pasado todos los días, desde que anunció el trabajo hasta ahora, afinando su exposición. Una investigación vasta, noches sin dormir, excelente declamación, lo tenía todo y más de lo que pedía la profesora Teresa.

La profesora Teresa quedó maravillada:

- Profesora Teresa: No podía esperar menos de mi hombrecito, esa fue una excelente exposición. Parece que alguien se llevará su premio especial.

Todo el salón se dio por vencido. Ya estaba resuelto, el ganador era Joseph, solo quedaba ver la exposición de Joey.

El muchacho presentó un trabajo igual o mejor que el de su compañero, que de igual manera era producto de mucho esfuerzo y noches sin dormir.

- Profesora Teresa: Impresionante, muy buen trabajo Joey tú si que sabes complacer a una mujer

Ya todos habían expuesto, solo quedaba anunciar al ganador.

- Profesora Teresa: Bueno mis pequeños, todos han expuesto y todos han obtenido una muy buena nota, pero solamente hay un premio y solo uno de ustedes obtuvo la máxima calificación…

Lo siguiente le rompió el corazón a uno de los alumnos, tardó minutos en asimilarlo, pero por más que quisiera cambiarlo, no había marcha atrás…

- Profesora Teresa: Joey, felicidades, has obtenido la máxima calificación

Esto fue lo que destrozó a Joseph, la mujer que amaba y su mejor amigo juntos, quería evitarlo, quería huir, quería llorar de impotencia por no haber presentado un mejor trabajo, pero no había marcha atrás.

Salió corriendo, incluso sin despedirse de su querida profesora Teresa ni de Joey, a quien simplemente no quería ver nunca más.

Joey había ganado limpiamente, pero Joseph no quería que él se acerque a la profesora Teresa y no podía simplemente pedírselo, por más que le explicara que estaba enamorado de ella, todo lo que sentía era rabia consigo mismo por no haberle ganado.

Joey logró alcanzar a Joseph antes de que se fuera, lo tomó del brazo para hablar con él, no sabía que decirle, no quería restregarle en la cara que había ganado, pero tampoco podía renunciar a su premio. Joseph le quitó la mano de encima, con ojos lagrimeando le dijo: “no me molestes, solo ve por tu premio” y se marchó.

Luego de este incómodo momento Joey cambió el chip de lastima por su amigo a modo sexo, fue a su encuentro con la profesora. Esta lo encontró por el pasillo:

- Profesora Teresa: aquí tenemos a mi ganador, mi hombre…

Teresa lo besó en los labios, tomó por sorpresa a Joey y este la tomó por sorpresa a ella al tocarle el culo, algo que quería hacer desde el primer día que la vio en el salón…

- Profesora Teresa: no tan rápido tigre, aquí nos van a ver, ve a mi oficina, firmaré unos papeles y voy para allá

Joey le dio un beso en los labios y obedeció a su amante. “No debiste hacer eso querida profesora, de verdad, no sabes lo que te espera” pensó el muchacho.

Cuando la profesora Teresa entró a la sala de profesores estaba oscuro, y no había rastros de Joey por ningún lado. La profesora cerró la puerta, dio unos cuantos pasos y sintió como alguien la sujetaba por detrás…

- Profesora Teresa: ay…que rudo, ¿tantas ganas me tenían?

- Joey: no se hace idea de lo mucho que he esperado esto…

Joey apretó los enormes pechos de la profesora Teresa, uno a uno quitó los botones de su saco, desabrochó la camisa, el sostén…poco a poco hasta llegar a su codiciado tesoro. Por tenia en sus manos los pechos enormes de aquella guarra profesora.

- Profesora Teresa: aprétalas

- Joey: te gusta que te traten rudo…

- Profesora Teresa: me encanta que tomen la iniciativa

Valió la pena esforzarse tanto…

Joey acarició todo el cuerpo de la profesora Teresa mientras besaba su cuello. “Joder que buena está esta perra” pensó, la tenía bien pegada contra su cuerpo. Estaba erecto ya y con eso punteaba el enorme culo de Teresa

- Profesora Teresa: uy ¿ya está dura? ¿tan pronto?

- Joey: usted me pone así, me tiene así todo el día

El alumno recorrió el abdomen firme de su maestra, bajando lentamente, pasando sus dedos por debajo del calzoncito de la milf hasta sentir su sexo.

“Dios, esta perra está muy caliente” pensó Joey

Rápidamente se adentró un poco más hasta meterle los dedos…

- Profesora Teresa: ¡Ay!

- Joey: qué bonito gemido

- Profesora Teresa: no me lo esperaba, se nota que tienes hambre

La mujer sentía un cálido cosquilleo en su sexo, Joey apretó el coño de su maestra, con fuerza, la tenía entre sus brazos. La profesora Teresa aguantó, no quería dejárselo fácil a su alumno, pero su cuerpo la traicionó…

- Joey: vaya, parece que alguien se está mojando

- Profesora Teresa: No…es, es una reacción normal

- Joey: ¿así? Déjeme ver…

Joey empujó a la profesora Teresa contra la mesa, la presionó fuerte mientras frotaba entrepierna contra el culo de la profesora, que en esa pose se veía aún más grande.

De un tirón Joey le bajó el pantalón y el calzón a la mujer, era todo lo que se esperaba de una milf tan guarra como ella, definitivamente era el mejor culo que se iba a coger.

Agarró fuerte sus enormes nalgas, las abrió para ver el tesorito de Teresa, lo que le correspondía por derecho, su premio. Nuevamente dedeó el sexo de su amante…

- Joey: todo esto es lo que me voy a comer

- Profesora Teresa: te lo ganaste hombrecito

- Joey: Joder, estás muy húmeda, ya no aguantas más ¿cierto? Si que eres una mujer muy guarra

- Profesora Teresa: Te dije que es algo normal…

- Joey: Claro que no, hay que corregirte

El muchacho le dio una fuerte nalgada y luego otra…

- Profesora Teresa: ¡Ay!

- Joey: con un culo así solo apetece darle fuertes nalgadas

- Profesora Teresa: ¡Ay! Estás siendo muy duro

- Joey: si…duro te quiero dar…

No podía más, Joey se bajó los pantalones, Teresa se emocionó y se preparó para recibir lo que tanto había anhelado, el alumno se la metió a su profesora…

- Profesora Teresa: ¡Ay! ¡Si!

Joey sujetó esas enormes caderas y lo dejó salir.

Ella recibía una a una los fuertes embestidos que le daba su hombrecito. El sonido del paquete del chico chocando contra el culo de la madura, el ambiente de la sala de maestros cada vez más caliente, Teresa estaba realizada en ese momento.

Él las sujetaba fuerte, ese enorme culo ahora le pertenecía, vaya que si se la cogía con ganas y iba a coger todas las veces que quisiese. La profesora Teresa ahora era una más en su harem de perritas, y también la mejor de todas ellas.

Joey levanto una de las piernas de la profesora Teresa, la milf ahora completamente abierta estaba a punto de recibir toda la leche de su alumno…

- Profesora Teresa: siento que…ya te vas a correr

- Joey: Preparate…

- Profesora Teresa: Si dámelo todo…

Joey embistió con todas sus fuerzas a la profesora Teresa, la mujer calentona gemía pidiendo que no se detuviera. Una enorme sonrisa se dibujó en el rostro de la mujer cuando Joey soltó toda su leche en su coñito, ella estaba abierta de piernas sobre el escritorio, Joey estaba exhausto y se echó encima. La profesora abrazó a su querido alumno.

- Profesora Teresa: lo hiciste muy bien cariño, descansemos un poco, lo necesitaremos para el segundo round.

De este modo se avivó más el rumor de aquella profesora guarra que tenía sexo con sus estudiantes.

Otra semana empezaba, Joey caminaba por los pasillos de la universidad, recibiendo miradas juzgonas que sabían exactamente lo que había hecho, caminaba solo, su fiel compañero Joseph no quería verlo. Joey se sentía mal por ello, pero se le pasaba rápido al saber que tenía a una madura guarra en su harem de hembritas.

La otra cara de la moneda, la profesora Teresa, disfrutó el momento, pero había que volver al trabajo, y era un dolor de cabeza lo que le tocaba ahora. Presentar un ensayo escrito por un alumno, que tenía que ser enviado al ministerio de educación del gobierno, era una patata caliente que ningún profesor quería hacer y que esta vez le tocaba a ella.

Quizá no era una tarea tan difícil, tenía un haz bajo la manga que ya había tenido excelentes resultados. Oh si, repetiría la jugada, aventar un anzuelo para pescar a uno de sus alumnitos lujuriosos.

Ese día fue con un conjunto de saco y una falda más corta de lo que le permitía el reglamento de la universidad, todo el salón pudo admirar las enormes piernas de la profesora más buena de la facultad. Miss Teresa, había mucho en juego y poco tiempo.

- Profesora Teresa: Muy bien chicos lindos, la situación es la siguiente. El gobierno nos está pidiendo un informe escrito por alguno de ustedes, y ya que la ultima vez que probé este método obtuve buenos resultados, lo repetiremos. El alumno que presente el mejor informe se llevará un premio incluso mejor que el anterior, puede que Joey repita su premio, o puede que alguien más lo tenga…

- Joey: No se preocupe, yo me llevaré el premio otra vez…

Pero lo cierto es que había alguien en el salón que no lo iba a permitir.

Al terminar la clase Joseph salió muy rápido, Joey le llamó para que se fueran juntos, pero este lo ignoró completamente…

- Profesora Teresa: ¿pasó algo entre ustedes dos? Antes solían estar juntos todo el tiempo

Joey sabía exactamente lo que pasaba, pero no se lo iba a contar a su nueva amante, a la mujer de la que estaba enamorado Joseph.

- Joey: la verdad no lo sé, espero que se le pase pronto. Y usted espéreme, que yo ganaré este premio también

- Profesora Teresa: ¿tan confiado estás? Ya lo veremos, el premio que daré ahora es mucho más especial que el de la vez pasada

Manos a la obra, Joey se concentró una vez más, exprimir su cerebro al máximo para obtener el nuevo premio de su profesora favorita, tenía el plan perfecto para dominarla por completo, pero este premio especial le daba mucha curiosidad y estaba convencido de que ganarlo sería pan comido.

El muchacho presentó su trabajo, otro resultado de horas sin dormir y máxima concentración, solo quedaba esperar que dijeran su nombre para que pudiera cogerse nuevamente a su madura favorita.

3 días después, y ya revisados todos los trabajos del salón, la hermosa mujer anunciaría al ganador del jugoso premio…

- Profesora Teresa: Como me lo esperaba, todos ustedes han presentado excelentes trabajos, y vaya que me encantaría entregarle este premio extra especial a cada uno de ustedes, pero solo puede haber un ganador.

Joey ya saboreaba el cuerpo caliente de su amante, pero la realidad le dio un baldazo de agua fría que apagó toda su libido

- Profesora Teresa: Joseph, tu trabajo fue el mejor de toda la clase, felicitaciones

- Joey: PERO QUE CARA…

- Joseph: Me alegra que le haya gustado mi trabajo profesora, un placer.

Transcurrió el resto de la clase y Joey no podía creerlo, miró a su amigo, este le devolvió la mirada junto a una sonrisa que decía intensamente: “Perdedor”

Terminada la jornada escolar Joseph acompañó a la profesora Teresa a que firmara su asistencia en la oficina académica y luego irían a la sala de maestros para que esta le diera su recompensa al niñito bueno. La profesora Teresa tomó de la mano a Joseph todo el trayecto, el corazón del chico latía acelerado, Joseph era un chico tímido pero intenso, con la cualidad de confesar sus verdaderos sentimientos a lo más mínimo de conocer a una persona, se lo iba a decir ahora…

- Joseph: profesora, antes que nada, quería decirle algo

- Profesora Tereas: está bien mi niño, espera a que lleguemos a la sala de profesores y podremos conversar todo lo que quieras…

La espera impacientaba al muchacho, más que el placer, quería confesarle su amor a la maestra, pero no sabía que tendría que esperar un poco más.

Una vez dentro, la profesora Teresa cerró la puerta con seguro y aventó a Joseph contra la pared…

- Joseph: Profesora, yo…quería decirle que…

No pudo terminar su confesión porque la profesora lo besó apasionadamente

- Profesora Teresa: no perdamos el tiempo mi niño, solo deja que mami te consienta…

La mujer lo abrazó y continuó besándole, Joseph fue invadido por un calor que nubló todas sus ideas, solo la abrazó con cariño y le continuó el beso.

Le llegó el turno al pequeño y tímido Joseph, un hombrecito ahora consentido por la mujer que tanto amaba. La profesora Teresa sentía la calidez que transmitía Joseph, era su pequeño angelito que no quería soltar ni dejar de besar, más adelante notaría que este chico no tenía todo tan pequeño.

La profesora Teresa se puso de rodillas frente a Joseph, estaba caliente, quería sentir su carne de una vez.

Desesperadamente desabrochó su pantalón y quedó impactada…

- Profesora Teresa: ¡Caramba!

Joseph cerró los ojos, avergonzado…

- Joseph: No…no le gusta

- Profesora Teresa: al contrario…cariño ¿tenías esto escondido todo este tiempo?

La mujer estaba hirviendo de ver el enorme paquete de Joseph, se lo metió a la boca y saboreó gustosa del paquete de su nuevo alumno favorito

- Joseph: uff…profesora…se siente…rico

La felación de su maestra le dejó la mente en blanco. Olvidó por completo que quería confesarle su amor, pero le estaba dando más amor del que nadie pudiera hacerlo, y esto apenas comenzaba.

-
 

heranlu

Veterano
Registrado
Ago 31, 2007
Mensajes
6,204
Likes Recibidos
2,514
Puntos
113
 
 
 
-

La Profesora Teresa – Capítulo 002

Las malas lenguas difundían los rumores acerca de aquella universidad en la que estudiantes y profesores tenían relaciones todos contra todos, realizaban orgías nocturnas, los profesores abusaban de las indefensas alumnas y las profesoras seducían a sus alumnos para aprovecharse de ellos y así saciar su infinita calentura.

Las personas difundían estos rumores, pero en el fondo no los creían. Todos estos rumores eran falsos, salvo uno.

Efectivamente existía una profesora que había tenido relaciones sexuales con sus alumnos. Se podría asegurar que esa mujer habría tenido sexo con mínimo dos de sus alumnos, engañándolos o haciendo un trato con ellos.

La profesora Teresa le ofreció un premio especial, su tesoro, algo que solo ella podía entregar, al alumno que obtuviera la mejor calificación en una tarea. El primero en ganar dicho premio fue Joey, uno de sus mejores alumnos. El segundo alumno en obtener este premio fue Joseph, quien estaba siendo devorado por esta mujer fogosa ahora mismo.

...

El aula de maestros estaba cerrada y a oscuras, alumnos y maestros que pasaban por ahí creían escuchar voces y gemidos al otro lado la puerta. No se equivocaban, eran los gemidos de una profesora hambrienta disfrutando de su bien dotado alumno. La segunda vez, al menos en esta historia, que Teresa probaba a uno de sus alumnos. De momento Joseph estaba obteniendo muchos más puntos que Joey solo por el tamaño de su paquete.

Era una mujer encantada de tener la boca llena. De rodillas y con los ojos cerrados disfrutaba del miembro de Joseph en un acto inmoral que iba en contra de todos los reglamentos de la universidad.

Joseph también estaba disfrutando el momento, tenía a la mujer que tanto amaba haciéndole una felación, pero no estaba tranquilo.

Cuando entraron a la sala de profesores Joseph sintió que era el momento. En su romántica mente simuló un escenario donde le confesaba sus sentimientos a la profesora Teresa, esta aceptaba y ambos terminaban teniendo sexo y viviendo felices para siempre.

Demasiada fantasía para una mujer como Teresa.

La profesora solo quería sexo, así de sencillo. Y cuando vio el tamaño del paquete de Joseph, le dijo que se ahorre sus palabras y que vayan directo a la acción.

Y es por eso que Joseph en un segundo intento por confesar sus sentimientos…

- Joseph: Profesora…de verdad hay algo importante que quiero decirle

Parecía que la profesora no escuchaba a Joseph, estaba muy ocupada cantándole ahí abajo…

- Joseph: Profesora Teresa, yo de verdad estoy enamora…

La profesora se levantó y lo besó, deteniendo su segundo intento de confesión.

- Profesora Teresa: Hablas mucho querido… por que mejor no usas esa boca para algo mejor…

La mujer se sentó se bajó el calzón lentamente, el corazón del corazón se aceleró cuando vio esto, y su paquete se endureció aún más.

La mujer le dio su prenda intima a Joseph diciendo “Ten un bonito recuerdo”. Seguido, se sentó en el escritorio y abrió las piernas. Los ojos del muchacho brillaron al ver la vagina de su maestra, los impulsos por confesar sus sentimientos desaparecieron al instante…

El muchacho disfrutó del coñito de la profesora Teresa…

- Profesora: así es, buen chico, buen chico…

La mujer sentía el cosquilleo en su sexo, la lengua de Joseph recorrió cada rincón de esa vagina. Por momentos la profesora sentía cierta incomodidad. Joseph era muy brusco con el sexo oral, iba directo al grano, muy rápido, no dejaba que la profesora Teresa disfrutara el momento…

Si seguía así iba a hacer que la mujer se corriera al instante, ese no era el plan de Teresa.

La mujer detuvo a Joseph, hizo que se pusiera de pie frente a ella. Era hora del plato fuerte.

Teresa agarró el pene de Joseph e hizo que este apunte directo a su vagina. “¿De verdad esta cosa enorme va a entrar en mi coño?” se pregunto así misma. Estaba a punto de averiguarlo…

- Profesora Teresa: ¡OH JODER!

Era más de lo que podía aguantar…

- Joseph: ¿Quiere que me detenga profesora?

- Profesora Teresa: NI SE TE OCURRA, no te detengas…

Era una cosa o la otra, hacerlo con este alumno era doloroso. Teresa sabía lo que se estaba metiendo, nunca mejor dicho.

Por otro lado, Joseph estaba en el cielo ahora mismo, sujetando las enormes piernas de Teresa y cogiendo como el tímido semental que era. El chico la penetraba tan rápido que no tardó mucho en empezar a jadear por el cansancio. Una adolorida profesora Teresa también estaba en su lucha por evitar gemir demasiado fuerte, al principio le dolió cuando Joseph la ensartó por primera vez, pero la veterana no tardó nada en pasar del dolor al placer.

Teresa vio mucho potencial en Joseph, tenía una gran herramienta que usaba torpemente. Necesitaba a alguien que le enseñe a usar semejante miembro, pensar en esto solo aumentaba el morbo de Teresa, Joseph era el sujeto indicado para liberar todas sus fantasías.

Una compatibilidad que no duraría mucho.

Volviendo a la faena, Joseph se quedaba sin fuerzas, al igual que Teresa. El muchacho apretó con fuerza las anchas caderas de la hermosa mujer y la penetró como si su vida le fuera en ello, Teresa perdía la concentración, su lado más morboso le decía que se deje llevar, pero su lado dominante se lo impedía.

La competencia por ver quien acababa primero iba a tener un final muy reñido. Teresa estaba contra las cuerdas, las piernas no le daban para más, el final ere inminente.

Afortunadamente el destino le sonrió a esta mujer fogosa. Alguien tocaba la puerta. “¿Hay alguien ahí?” escuchó la parejita caliente. Se nota que no habían controlado sus gemidos.

Teresa entró en pánico y para callar a Joseph lo abrazó fuertemente, de manera que le cerraba la boca con sus enormes pechos.

El pobre alumno no entendía nada, solo que estaba siendo asfixiado por unas enormes tetas. Esta sensación de asfixia repentina elevó todos los sentidos de Joseph, una sensación electrizante que empezó en su cerebro y terminó en la punta de su miembro, dándole un enorme regalo al coño de Teresa

La voz al otro lado de la puerta siguió tocando y preguntando por unos minutos, como no obtuvo respuesta se marchó.

Esta situación de peligro asustó a Teresa, quien no se dio cuenta que casi termina asfixiando con sus pechos al pobre Joseph, cuando por fin lo soltó el muchacho estaba exhausto, pero no solo por la asfixia.

Asfixiar a Joseph hizo que derramara una gran cantidad de semen dentro de su querida profesora. La mujer quedó impactada cuando Joseph le sacó la polla y de su coño brotó mucha leche caliente, pero ahí no acababa la cosa. La mujer estaba más impresionada de que Joseph siguiera duro aún después de haber cogido intensamente…

Una sonrisa pícara se dibujó en el rostro de la mujer, pero había que llamarle la atención al alumno por hacer semejante desastre.

- Profesora Teresa: ¡Mira lo que hiciste!

- Joseph: Profesora…yo lo siento, no…no sé qué me ocurrió

- Profesora Teresa: Que desastre ¿Qué voy a hacer contigo? Tienes una herramienta maravillosa y la usas torpemente

- Joseph: no… ¿no le gustó?

- Profesora: No dije eso, me has dejado muy llena. Lo disfruté mucho, pero necesitas a alguien que te enseñe a usar esa polla, afortunadamente yo estoy disponible.

- Joseph: Profesora…

¿Era el momento? ¿Por fin se lo iba a decir?

Hacerlo le bajaría toda la libido a su amada.

Por su cabeza pasó el hecho de que su “amigo” Joey también lo había hecho con la profesora. No le confesaría su amor por ahora, pero le demostraría que coge mejor que Joey…

- Joseph: Profesora, me enseñaría a usar mi polla…

“¿Qué cosas dice este muchacho?” pensó Teresa. El joven le sacó una carcajada a la profesora, ciertamente no se esperaba esto, pero le gustó. La mujer madura lo miró con ternura…

- Profesora Teresa: encantada te daré clases privadas, pero no aquí…

Dijo esto y besó a su alumno favorito.

No aguantó sus deseos de sentir nuevamente el paquete de Joseph, tomó de la mano al muchacho y lo arrastró a toda velocidad hasta su auto, necesitaba un lugar indicado para darle las lecciones privadas a su alumno estrella.

Poco a poco Joseph aprovecharía la enorme libido de la profesora Teresa, para ganarse su corazón.

Pobre ingenuo…

...

Mientras Joseph ganaba más puntos con su querida profesora, Joey estaba furioso. El creía que siempre iba a poder ganarle a Joseph y así quedarse con la profesora Teresa, pero no fue así.

No paraba de pensar en lo que estaba haciendo su “amigo” Joseph con la mujer que lo tenía loco.

Pero, Joey no estaba enamorado de la profesora Teresa. Cuando se la folló se enamoró de su cuerpo, de lo caliente que era esa perra. Y precisamente, Joey quería que la profesora Teresa fuera una más de sus perras, solo para él.

Joey tenía en sus manos la herramienta perfecta para esclavizar a la profesora Teresa. “Mañana se acabarán tus jueguitos y serás solo mía” pensó.

Apenas pudo dormir, no paraba de pensar en las palabras exactas que le iba a decir a la profesora Teresa, en la estrategia para acorralarla.

Mientras se dirigía a la sala de maestros vio a Joseph, sintió pena por el pobre diablo, le iba a quitar a su amada…o podría usarlo para sus ruines planes…

- Joey: hey Joseph

Joseph se detuvo, pero no volteó para mirar a su ex amigo…

- Joey: ya se que estás molesto, pero ahora que te la has cogido ¿crees que no estoy enojado también?

- Joseph: eso ya no importa, soy su alumno favorito ahora, se acabó…

- Joey: ¿de verdad eres así de ingenuo?

- Joseph: me elegirá a mí, tengo más ventaja que tu ¡Y lo sabes!

- Joey: ¡Ella no te ama! Lamento decírtelo…

- Joseph: Aún no le he dicho que la amo, pero poco a poco haré que ella se enamore de mi

- Joey: Ella está jugando con nosotros, jugó conmigo y jugó contigo…

- Joseph: me dará clases privadas…

- Joey: QUE DEJES DE SER INGENUO JODER

- Joseph: sigue llorando, perdiste, yo gané.

- Joey: ¿Qué pasará cuando aparezca alguien mejor que nosotros? Esa mujer nunca dejará de ser una puta

- Joseph: no sucederá, seré mejor que tú y mejor que todos en el salón…

- Joey: ¿Y si aparece alguien mejor que nosotros en sus otros salones? y ¿qué pasará cuando nosotros terminemos la universidad y ella siga enseñando? ¿De verdad podrás soportarlo?

- Joseph: …

- Joey: ¿y si aparece alguien más dotado que tú? Cómo te dije, esa mujer nunca dejará de ser una puta, y dudo que tu puedas competir contra un negro…

Joseph no tenía palabras para refutar lo que Joey le decía, se quedó callado, por más que se tapaba los oídos seguía escuchando la triste verdad revelada por quien algún día fue su mejor amigo. El muchacho solo se sentó en el suelo, esperando que su ex mejor amigo termine de escupirle la dolorosa verdad a la cara…

Joey notó la tristeza de su amigo, se sentó al lado de Joseph…

- Joey: ¿De verdad esa perra rompió nuestra amistad? ¿De verdad nos peleamos por ella?

- Joseph: …

- Joey: tengo una manera de hacer que la profesora Teresa sea nuestra. Lo iba a hacer yo solo, pero si me ayudas tendremos a la profesora Teresa las veces que queramos…

- Joseph: ¿hablas enserio?

- Joey: es mejor que nada ¿cierto?

Recuperó a su mejor amigo, ahora solo quedaba recuperar a su perra…

...

La profesora Teresa estaba a punto de irse cuando Joey entró por sorpresa a la sala de profesores…

- Joey: Profesora Teresa, ¿tiene un momento?

- Profesora Teresa: Joey, querido me asustaste…

- Joey: no era mi intención asustarla, solo…estaba preocupado por mi amigo Joseph

- Profesora Teresa: ¿Ya se llevan bien? Me alegro

- Joey: si…cómo el ganó el premio la vez pasada, quería saber si no había sido muy duro con él

- Profesora: Ya veo, así que estás celosito…no tienes nada de qué preocuparte. Yo lo trate bien, más bien, si quieres ganar tu premio tendrás que ser el mejor de la clase la próxima vez…

- Joey: si sabe que Joseph está enamorado de usted ¿verdad?

- Profesora Teresa: lo se…

- Joey: ¿y aún así seguirá ofreciendo este tipo de premios?

- Profesora Teresa: es lo mejor para todo el salón y para ti también, si te esfuerzas quizás puedas repetir el plato…si Joseph quiere tenerme tendrá que ser el mejor siempre…

Teresa estaba ansiosa porque Joseph vuelva a ganar, de ese modo volvería a saborear su enorme paquete una vez más…

Por otro lado, quien diría que Joey se preocupaba tanto por su querido amigo. La verdadera naturaleza de la profesora Teresa se estaba desvelando, y desafortunadamente Joseph estaba fuera de la sala de maestros oyendo todo.

Los ojos de Joseph se humedecieron, todo lo que su mejor amigo dijo era verdad, así era realmente la mujer que tanto amaba.

Siguiendo con la conversación entre Joey y la profesora Teresa:

- Joey: Que le parece si…ya que le vamos a romper el corazón a mi mejor amigo, hagamos algo en lo que los 3 salgamos beneficiados: hagamos un trío

- Profesora Teresa: espera… ¿Romper su corazón? ¿Un trío?

- Joey: ya que usted ha tenido sexo con ambos ¿por qué no tener sexo con los dos al mismo tiempo?

- Profesora Teresa: querido…te estás emocionando demasiado. No me gusta tener sexo con dos alumnos al mismo tiempo…

- Joey: ya se está follando a 2 alumnos, daría igual si lo hace con ambos a la vez

- Profesora: será mejor que salgas de la sala, voy a cerrar…

- Joey: muy bien, ya que usted se niega a tener un trío conmigo y con Joseph, no me deja más opción que…

- Profesora Teresa: ¿Qué vas a hacer?

- Joey: difundiré el video de nosotros cogiendo…

- Profesora Teresa: estás mintiendo…no existe ese video

Joey sacó su celular y le mostró la evidencia. El día en que Joey ganó el premio de la profesora, este se adelantó y colocó una cámara en la sala de profesores, una cámara que grabó en alta definición como la profesora Teresa fue empalada por su alumno favorito de ese entonces…

La profesora Teresa no podía creerlo, eran las imágenes de aquella tarde de calentura en la sala de maestros…

- Joey: todos verán que son ciertos los rumores de aquella profesora que coge con sus alumnos…

La mujer entró en desesperación, en un rápido movimiento la profesora logró quitarle el celular a Joey…

- Profesora Teresa: Dime como borrar estas imágenes o te juro que destrozo tu celular

- Joey: no hay necesidad de ser tan brusca querida profesora

- Profesora Teresa: DIME COMO BORRAR LAS IMÁGENES O DESTROZARÉ TU CELULAR

- Joseph: no importa…

Entró a la sala de profesores el ultimo elemento de este triángulo amoroso, Joseph.

El muchacho entró mostrando en su celular las mismas imágenes de aquella profesora guarra e inmoral con su alumno.

- Joseph: tenemos copias del video, así rompa ambos celulares seguiremos teniendo copias…

- Profesora Teresa: ¿Joseph? Querido… ¿qué estás haciendo?

- Joseph: TIENE QUE ELEGIR AHORA

- Profesora Teresa: Joseph…

La profesora Teresa ahora sí que estaba aterrada, temblaba, sudaba por la presión del momento. Sus dos mejores alumnos amenazando con arruinar toda su carrera si no aceptaba su morbosa petición…

- Joey: Entonces, querida profesora, ¿Qué elige?
-
 

heranlu

Veterano
Registrado
Ago 31, 2007
Mensajes
6,204
Likes Recibidos
2,514
Puntos
113
 
 
 
-
La Profesora Teresa – Capítulo 003


“Necesito tiempo”, fueron las palabras que la profesora Teresa les dijo a sus ex alumnos favoritos, Joseph y Joey. El golpe que esos dos le habían dado fue crítico, estaban a punto de arruinar toda su carrera como profesora. Si no accedía a hacer un trío, estos dos arruinarían su vida para siempre…

- Profesora Teresa: Necesito tiempo para pensarlo…

- Joey: ¡queremos una respuesta ya!

- Profesora Teresa: ESTÁS A PUNTO DE ARRUINAR MI VIDA… ¿crees que puedo pensar con claridad en un momento como este?

Se armo toda una discusión entre los tres. El intercambio de ataques culminó luego de varios minutos, la profesora pudo escapar. Por ahora esos dos no iban a difundir los videos donde ella tenía sexo con Joey, por el momento estaba a salvo.

“¡TENGO QUE SALIR DE AQUÍ!” pensó. La profesora Teresa subió a su auto y se dirigió a su departamento, no puso música ni nada, fue un silencio sepulcral, solo ella y sus recuerdos de cómo sació sus deseos carnales con esos dos canallas.

“¡SALGAN DE MI CABEZA!” gritó la mujer. La profesora quería olvidar todas las escenas eróticas de su mente. Constantemente se decía a sí misma “solo conduce” pero la mente le hacía malas jugadas…

“¿Una profesora que se coge a sus alumnos?” “Esto te pasa por zorra” “No debiste jugar con los sentimientos de Joseph”

Era difícil seguir manejando con tanto estrés, y se iba a poner peor…

Cuando finalmente entró a su departamento, los sentimientos de rabia y culpa la inundaron nuevamente. Hace un día había tenido sexo con Joseph en este lugar.

Hace un día, más o menos a esta hora, la profesora Teresa invitaba a pasar a Joseph a su humilde morada. Desde el momento que Joseph puso un pie dentro del departamento, Teresa como toda una depredadora lo aventó contra la pared y lo besó con deseo. Recorrió todo el cuerpo del muchacho, este con carta libre también puso sus manos en el enorme culo de la profesora, sintió sus enormes caderas, todo eso se lo iba a comer…

Joseph quiso tomar la iniciativa y cargó a Teresa y la puso contra la mesa, le quitó los tacones, la camisa, la falda y la ropa interior, el muchacho quería tenerla desnuda, no podía aguantar más. La mujer estaba ardiendo de placer, contenta de tener a un hombre tan fogoso. Sintió especial placer cuando Joseph besó sus enormes pechos…

- Profesora Teresa: ¿Te gustan cierto? Adelante, tu profesora favorita te va a dar de lactar…

El muchacho deleitó a su mujer recorriendo todo su cuerpo, empezó lamiendo esos pechos, bajó por su abdomen firme haciéndole cosquillas y terminó comiéndole el coño, la profesora Teresa lo estaba recibiendo con las piernas abiertas como siempre…

- Profesora Teresa: Ya vas aprendiendo, por fin usas la lengua para algo bueno

La mujer sentía como este chicho mejoraba con la práctica, en la sala de profesores le comía el coño más apresurado, pero ahora era un poco más delicado y atento a que zonas de su sexo debía estimular…

“aprende rápido”

“hubiera sido bonito hacerlo por más tiempo”

La profesora Teresa oyó entonces como el muchacho se quitaba el cinturón, sabía lo que venía a continuación, estaba ansiosa…

Joseph estaba con la polla bien dura, ver a su amada desnuda con las piernas abiertas sobre la mesa lo tenía muy encendido. Era la misma situación que ocurrió en la sala de profesores, pero ahora Joseph no lo echaría a perder…

La profesora Teresa sintió como nuevamente este muchacho la partía en dos, el semental no tomó precauciones a la hora de cogerse a su hembra, la embistió con fuerza.

- Profesora Teresa: Quieres que me corra primero ¿cierto?

- Joseph: Ya no hay nadie que nos arruine el momento, esta vez te correrás antes que yo

- Profesora Teresa: No subestimes a tu maestra…

Joseph sujetó con fuerza esas carnosas piernas, la profesora Teresa aún estaba apretada, pero gracias a Joseph eso estaba a punto de cambiar…

En toda la habitación se escuchaba como la polla de Joseph golpeaba duro con la vagina de la profesora Teresa. El alumno estaba a prueba, concentrado por aguantar más que su amada profesora, controló su respiración para no cansarse y se la metió hasta el fondo para vencer a su amada…

- Profesora Teresa: ¡Joder! Como pega…

- Joseph: haré que se venga profesora…

- Profesora Teresa: eso ya lo veremos

La mujer empujó a Joseph, el muchacho estaba ganándole y ella no lo podía permitir. Caminó hacia el sofá y se puso en 4, una gentil invitación a su alumno.

El chico sujetó con fuerza el enorme culo de su profesora, le dio una buena nalgada y se la metió nuevamente, cayó en la trampa. Joseph sintió como el coñito de la profesora apretaba más que antes, sin embargo, no se detuvo. La profesora sabía cómo acabar con los hombres que cayeran entre sus piernas.

La mujer hizo que a su querido alumno le cueste más complacerla…

No iba a darse por vencida, apenas estaban comenzando…

- Joseph: sí que está apretada querida profesora…

- Profesora Teresa: yo no nací ayer querido, sé cómo acabar con chiquillos insolentes como tú

- Joseph: joder...

El muchacho no se detuvo, pero comenzó a sudar y a exhalar del cansancio. Su determinación era mayor que su cansancio, cogerse ese culo era más difícil de lo que imaginó. La profesora Teresa tenía lo suyo, pero Joseph también.

El muchacho abrió un poco más las enormes nalgas de su profesora y le metió un dedo en el culo

- Profesora Teresa: Ay, uff que rico

- Joseph: no sabía que le gustaba por ahí profesora, quizá podríamos intentarlo

- Profesora: Ni siquiera lo pienses, me dolerá muchísimo si lo metes por ahí…

- Joseph: si no puedo hacerlo por ahí, entonces…

Joseph cargó a su amada y la llevó a la cama, se echó encima de ella y la besó apasionadamente, la profesora Teresa le continuó este romántico momento…

- Joseph: apenas estamos comenzando ¿cierto?

- Profesora Teresa: cierto…

Todos estos recuerdos atormentaban a Teresa, todo en su departamento le recordaba a Joseph.

La mujer tuvo un ataque de ira. Vio unas tijeras, las tomó y empezó a destrozar todo lo que le recordaba a ese canalla. La mesa donde Joseph se la cogió, la ralló, la cargó y la tiró contra el suelo. El sofá donde se puso en 4 para recibir a su macho, destrozó los cojines, los apuñaló, por momentos pensando que era Joseph y entonces apuñalando con más rabia.

La cama, el colchón, las sábanas, también sufrieron la ira de Teresa. Las rasgó y apuñaló llorando y gritando. Todo le recordaba a Joseph. Intentó darle vuelta a la cama, pero se tropezó en el intento, con la mala suerte de caer encima de una chaqueta que tenía el olor de su alumno. Teresa tomó la prenda y la olió una última vez antes de rasgarla como con el resto de objetos.

Terminó cansada, la habitación era un desastre. Dejó salir toda su tristeza y frustración. Sentada en la oscuridad de su departamento derramó las ultimas lágrimas. La tristeza fue reemplazada por un enorme odio hacia esos ingratos.

Los días pasaron, la profesora fue ganando tiempo cada vez que su par de alumnos “favoritos” le exigían una respuesta, hasta que llegó el viernes. Joseph y Joey estaban esperando afuera de la sala de profesores, Teresa llegó al punto de encuentro, abrió la puerta y los invitó a pasar…

- Profesora Teresa: Cierren la puerta con seguro

Los muchachos obedecieron…

- Joey: ¿Y bien querida profesora, ¿qué eligió?

- Profesora Teresa: he decidido que accederé a su pedido, tendremos un trio, bajo mis condiciones

Ella les dio un papel, era el anuncio de un hotel lujoso…

- Profesora Teresa: al termino de las clases en esa dirección, sin juegos, sin grabar nada, solos los 3 tres teniendo sexo

- Joseph: ¿por qué en ese hotel?

- Profesora Teresa: ya que esta será la última vez que lo hagamos, quiero disfrutarlo. He pagado una habitación lujosa para que la pasemos muy bien. Ustedes vayan y espérenme en la recepción.

La profesora Teresa les dio estas instrucciones sin su característico tono de voz seductor. El ambiente morboso de estos tres desapareció, solo quedó una incómoda tensión.

Llegó el fin del día y los muchachos fueron los primeros en dirigirse al lugar del placer…

- Joey: Por fin, lo que tanto esperábamos

- Joseph: Ella dijo que sería la última vez

- Joey: no le creas, solo tenemos que seguir amenazándola con los videos

- Joseph: eso quizás funcione

- Joey: pondré una cámara en la habitación para grabar más videos

- Joseph: ¡Ya basta!

- Joey: tenemos que asegurar nuestra ventaja

- Joseph: ya tenemos la ventaja, terminemos con esto…

- Joey: mira…colocaré el celular en mi mochila y apuntaré a la cama, nunca se dará cuenta…

- Joseph: vale está bien…

Todavía en la escuela la mujer terminaba con sus trámites en la sala de profesora, dejó en su escritorio todo el material que la volvía una profesora universitaria, por último, sacó de su casillero una bolsa morada con finos detalles dorados, un arma letal que iba a usar contra esos dos bastardos. Por ultimo y antes de dirigirse al hotel, pasó por el casillero de Joseph y le dejó una carta, sintió tristeza al hacerlo, pero era lo mejor para ambos.

Ya en el hotel Teresa guio a sus dos alumnos a la habitación donde se iba a desarrollar la última de sus pasiones. En los pasadizos Joey acomodó su celular en la mochila de manera que la profesora no pudiera verlo. Teresa se dio cuenta que algo tramaba Joey, pero no le importaba, no era el único que tenía sus trucos.

Llegaron a la habitación, estaba decorada con rosas y esencias aromáticas y repleta de chocolates y champagne. No escatimó en gastos la mujer.

Teresa se dirigió al baño para prepararse y les dijo a sus muchachos que se pusieran cómodos. Joey aprovechó este tiempo para colocar la mochila en frente de la cama, sin que su profesora Teresa se dé cuenta de que grabaría toda la escena.

Cuando Teresa salió del baño ambos chicos quedaron boquiabiertos, tenía una fina lencería negra, con finos bordados y tela transparente en sus zonas intimas, no dejaba nada a la imaginación. Este era el primer activador para poner guarros a estos chicos, pero no era el único. La mujer cogió 3 copas, a los muchachos les sirvió champagne y para ella vino, a Teresa le gustaba más el licor dulce.

Los tres elevaron sus copas y brindaron porque esta fuera una noche inolvidable, vaya que iba a ser una noche inolvidable, para ella…

La mujer se echó en la cama, procedió a apretarse los pechos y a dedearse, masturbarse en frente de sus machos era una cordial invitación. Ellos se desnudaron tan rápido como pudieron y se unieron a ella.

Joseph la besó en la boca, el enamorado muchacho llevaba días sin tocar esos labios carnosos, los extrañaba. La mujer le continuó el beso, jugó con su lengua como dándole una última lección.

Joey por su parte apretó esos enormes pechos, le bajó el sostén, liberando sus grandes tetas. Metió su cara entre esas dos, las apretó, pellizcó esos pezones. Lamió su seno izquierdo, como si fuera un infante siendo amamantado, intentó apretar la otra ubre, pero se topó con la mano de Joseph, su amigo se había apoderado de la otra teta. Joseph soltó los labios de Teresa y al igual que su amigo Joey se puso a chupar del seno de Teresa. La mujer bajó la mirada y vio como amamantaba a sus dos hombres, casi sintió ternura de ellos por un momento.

Ambos muchachos, sin dejar de mamar, bajaron la mano hasta llegar al sexo de Teresa, se peleaban para ver quien metía sus dedos dentro del coño de la bella mujer. Esta pelea por ver quien se apoderaba más de su cuerpo, calentaba mucho a Teresa.

“¿Dos machos pelándose por mí? Que adorable”

Suficiente de amamantar a los niños, ahora le tocaba mamar a ella. La mujer se puso de pie y les invitó chocolates a sus hombres, tenían un sabor a alcohol dulce curiosamente adictivo, los muchachos comieron un montón de ellos.

Al voltear a la cama vieron a una Teresa en 4 y con la boca abierta, “¿qué esperan?” dijo la mujer. Los dos se colocaron frente a ella, a punto de darle lo que tanto anhelaba.

Teresa sujetó fuertemente los miembros, un poco temerosa porque nunca había tenido dos al mismo tiempo, pero sin pensarlo se metió a la boca primero el de Joey.

- Joey: uff que bien se siente

Dijo el muchacho al sentir el trabajo oral de Teresa, Joey estaba muy duro, el alcohol lo ponía así. Mientras degustaba el miembro de Joey, con su mano frotaba la enorme polla de Joseph, tan grande y caliente, más aún que cuando se lo cogió en su departamento.

El plan iba en marcha, sus dos hombres bien erectos y fogosos, era cuestión de seguir dándole más dulces a sus chiquillos para que no paren.

Teresa sintió que Joey estaba temblando, no quería cansarlo todavía, por ello cambió los papeles y ahora se metió la polla de Joseph a la boca, no solo el tamaño le impresionaba, tenía un sabor intenso que volvía loca a la hermosa mujer.

“si no hubieras sido un completo imbécil, me hubiera divertido mucho contigo” pensó la mujer.

Joseph gemía de placer, las habilidades orales de Teresa volvían loco a cualquiera que cayera en su trampa.

A diferencia de Joey, Joseph aguantaba más…

- Teresa: ¿les gusta como su profesora les consciente?

- Joseph: si mami

- Joey: por favor no te detengas

- Teresa: veamos si esto les gusta…

Teresa se metió ambas pollas a la boca, ambos muchachos sintieron la polla del otro, era una sensación muy incómoda, erótica y gay. La mujer notó como estos muchachos sentían un descontento, una sensación que ponía en duda su heterosexualidad. Teresa disfrutó esto y continúo saboreando ambas pollas dentro de su boca, estaba jubilosa.

Con su lengua masajeaba ambos glandes, era su diversión y Joseph y Joey tenían que soportarlo.

Ambos muchachos entraron en más calor que antes, la sensación de incomodidad lentamente fue desapareciendo…

“Vaya…no se siente tan mal después de todo” fue un pensamiento mutuo que tuvieron. Teresa los siguió estimulando hasta que estos dos tuvieran la polla bien dura.

Joseph estaba a punto de estallar, “tengo que venirme” pensó el muchacho. Sacó su hinchada polla de la boca de Teresa y se puso detrás de ella, la mujer meneaba el culo de felicidad.

Joseph se meneó la polla, estaba muy hinchada. La metió hasta el fondo, estaba en el pico de su calentura. Todos lo estaban, Teresa estaba recibiendo placer por delante y por detrás, pero las embestidas que Joseph le hacía en el coño, eran algo que nunca había sentido. Ya antes lo sentía tan bien por el gran tamaño de esa polla, pero ahora con los efectos del alcohol, Joseph era una bestia descontrolada y el culo de Teresa era la victima de toda esa libido incontenible.

“Uff joder como arde” “sigue así, has feliz a mami” pensaba la mujer encantada, tenía la boca llena, no podía gemir.

Ese alcohol milagroso tuvo un efecto positivo en Joey también. A medida que le chupaba la polla, esta se hacía más grande dentro de su boca…

“Que bendición por favor” pensó Teresa.

Había que darle de este alcohol más seguido a Joey, sí que le ayudaría.

Este par de machos descontrolados se follaban duro a Teresa, la ensartaban por completo. Dentro y fuera de la habitación podía oírse como sonaba el impacto de la polla de estos muchachos con la vagina y la boca de la mujer, podía oírse los gemidos…

“Que mujer tan afortunada” pensaron algunas mujeres en el pasadizo…

- Joey: Joder no aguanto más…

El muchacho estaba en problemas, Teresa olió su desesperación y se puso más intensa. Succionó esa polla hasta que Joey no pudo aguantar más. Derramó su leche dentro de la boca de Teresa, la guarra mujer se lo tragó todo.

Joseph por detrás seguía cogiéndose el coño de Teresa, la mujer podría haberlo presionado para que termine rápido, pero lo dejó ir a su ritmo.

El dotado se apoderó de ese culo, la mujer se arqueó para sentir más adentro a su querido Joseph. Aguantó cuanto pudo, pero tener 2 era demasiado para ella, razón por la cual no quería aceptar un trío con ellos, no podría dominarlos.

Teresa terminó corriéndose, avergonzada agachó la cabeza. Joseph al ver esto tomó un impulso extra y le dio con todo lo que le quedaba.

“Por fin hice que te vengas” dijo Joseph

“¡AY SI!” gimió la guarra de Teresa al sentir los chorros de leche caliente dentro de su vagina.

Demasiado para una sola mujer. Teresa se echó en cama, ahogándose en múltiples orgasmos se quedó dormida.

Despertó con dolor de espalda, que buena había estado la cogida.

Debía seguir con el plan. Iba a ofrecerles más champagne y chocolates para encender el hambre de sexo de estos dos, pero resulta que ya se estaban sirviendo ellos solos.

“Sigan tomando mis plebeyos” pensó…

La mujer se acercó a estos dos, cogió su copa para servirse un poco de vino…

- Joseph: ¿le sirvo champagne profesora?

- Teresa: no querido, disfruto más el dulzor del buen vino…

Joey ya estaba muy duro nuevamente, tomó la mano de Teresa y la llevó a la cama. Teresa se lanzó sobre él y lo besó apasionadamente. El muchacho se sacudió la polla, la mujer estaba encima de él, puso la punta de la polla en la entrada de su vagina y bajó lentamente hasta tenerla completamente dentro.

La mujer lo cabalgó con ganas, Joey estaba extasiado. Lo que tanto ansiaba el muchacho por fin lo tenía, la perra que tanto ansiaba saltando y con ganas sobre su polla. El chico apretó los pechos de Teresa, la mujer se calentó más por esto…

- Teresa: no tan fuerte, son muy sensibles

La parejita siguió cogiendo, hasta que Teresa sintió algo en la entrada de su ano, era la enorme polla de Joseph.

- Teresa: cariño…

- Joseph: ahora si voy a entrar

- Teresa: está bien, pero para que no me mates, en la mesa de noche hay una botella de lubricante…

Joseph, en un acto de compasión, lubrico su verga y también el ano de la profesora Teresa. El chico la colocó en su ano y entró lentamente…

- Teresa: ¡AY, DUELE!

- Joseph: aguante profesora, solo un poco más

- Joey: así se hace Joseph, rómpele el culo

Fue una sensación dolorosa la de Teresa…

“Resiste, uf, resiste” pensaba Teresa. La mujer exhalaba fuerte, aguantando el dolor de tener una polla enorme bien enterrada en el culo.

- Joseph: Qué estas haciendo Joey, hazlo con más ganas

- Joey: la estoy metiendo con fuerza, tú rómpele el culo de una vez

- Teresa: chicos…más despacio, me van a partir al medio…

Los muchachos siguieron penetrándola, no bajaron el ritmo a pesar que Teresa gemía de dolor.

Era más el morbo que el dolor, era increíble su hambre de verga. Poco a poco la mujer sintió como el dolor se convirtió en placer.

- Teresa: Sigan, sigan, se siente bien…

Joey se la metía a un ritmo acelerado, Joseph era un poco más compasivo, pero seguía metiéndosela hasta el fondo con ganas. Ambos machos idiotizados por el champagne, este licor los volvía más violentos y feroces

Este trío estaba ardiendo y aunque Teresa estaba con un enorme resentimiento hacia estos dos, realmente disfrutó ser empalada por delante y por detrás.

Los muchachos lograron vencer a Teresa. La mujer se corrió por segunda vez.

Teresa estaba empapada. Pero, esto no hizo que los chicos se detuvieran. Estos dos estaban cansados y ebrios, la combinación perfecta que Teresa estaba esperando. Solo debía seguir aguantando, solo un poco más.

Y así ocurrió, los tres gimieron mientras liberaban sus últimos orgasmos. Joseph y Joey llenaron de semen los agujeros de Teresa, ese calorcito en su zona baja era una sensación deliciosa para la mujer, casi que la rejuvenecían.

Los dos chicos la sacaron, sus pollas seguían duras. Teresa cogió ambos miembros y los frotó contra su coño…

- Teresa: Froten sus pollas contra mi vagina…

- Joey: ¿qué?

- Teresa: háganlo por favor, se siente tan caliente…

Los dos hicieron lo que les dijo la mujer. Teresa sintió esos calientes roses en su sexo, pero, lo que Joey no se había percatado era que Joseph estaba frotando su enorme polla contra la suya.

Lo que de verdad estaban sintiendo estos chicos era la polla del otro…

- Teresa: Se siente bien ¿cierto?

- Joseph: se siente rico

- Joey: esta tan caliente y dura, que bien se siente…

Estos chicos estaban descubriendo los atributos del otro, se estaban conociendo más, estaban a punto de descubrir un mundo nuevo gracias a Teresa.

Este adorable momento entre amiguitos, dibujó una sonrisa maliciosa en el rostro de Teresa…

- Teresa: me alegra que lo estén disfrutando, ahora vamos a probar algo nuevo…

Sábado 3 PM, Joseph se despertaba en el suelo, desnudo, con dolor en la cabeza, en la espalda y en la verga. No recordaba nada. Joey estaba tirado en algún lugar de la habitación, en las mismas condiciones.

Arrastrándose por el suelo Joseph encontró su camisa y su ropa interior, se la colocó e intentó pararse, fue difícil. El muchacho observó la habitación, era un desastre.

Le costaba mantenerse en pie, las piernas le temblaban por alguna razón, motivo por el cual se tropezaba con cada mueble en su camino.

Este ruido despertó a Joey, quien al igual que Joseph, tenía un dolor corporal inmenso y tampoco recordaba nada. Intentó ponerse en pie, pero la espalda y las piernas lo atormentaban más que a Joseph.

Los chicos buscaron a la profesora por toda la habitación, sin éxito. Joey revisó su mochila, quizás la cámara del celular grabó el momento en el que se fue.

El celular no estaba, la profesora Teresa tampoco estaba ni en la habitación, ni en recepción ni en todo el edificio.

- Joey: esa perra se salió con la suya, sabía que la íbamos a grabar, aprovechó que nos quedamos dormido y se robó mi celular

- Joseph: olvida eso, solo vámonos…

Joseph no podía aguantar el dolor de cabeza, solo quería largarse de ahí. La terquedad de Joey lo hizo quedarse para buscar su celular, pero por más que le dio vuelta a cada cosa de la habitación, no lo encontró.

Los muchachos aprovecharon todo el sábado y domingo para resucitar, completamente desconectados de todo, no se dieron cuenta de lo que estaba pasando.

Lunes a primera hora. Joseph y Joey se encontraron en la puerta de la universidad, Joseph había intentado contactar a la profesora, pero no respondió al teléfono ni a los correos.

Los chicos caminaron por el pasillo de la universidad rodeados de miradas juzgonas, miradas y risas de alumnos y maestros. Joseph y Joey se preguntaban ¿por qué todos los miraban? Un par de mujeres se cruzó en su camino, estas solo se rieron de ellos y se fueron corriendo. ¿Por qué todos se reían de ellos?

Por el altavoz se oyó la voz de la directora, llamó a Joseph y a Joey a la dirección. Esto solo hizo aumentar los murmullos alrededor de estos dos.

La directora estaba furiosa con ellos, alguien los había grabado teniendo sexo y había difundido los videos por diversas redes sociales y páginas porno.

Los alumnos se pusieron pálidos, era imposible, negaron estas acusaciones, Joey se descontroló y enojado no aceptó para nada lo que la directora le estaba diciendo. La directora abrió su laptop y con una búsqueda rápida les mostró a los muchachos los ardientes videos de su encuentro amoroso.

“Era la habitación del hotel en la que estuvieron con Teresa, Joey besaba y abrazaba con toda pasión y ternura a Joseph. Los muchachos estaban abrazados y rozando sus miembros mutuamente. En otro de los videos salía Joseph succionándole la verga a Joey, en 4 y con una misteriosa mano de mujer, metiéndole un consolador por el culo. El video más fuerte de todos, era Joseph cogiéndose a Joey, en el video se podía escuchar como este último gemía de placer por recibir el enorme miembro de Joseph. Eran muchos videos, de muchos ángulos diferentes y en todos ellos salían dos homosexuales cariñosos descubriendo sus cuerpos”

Joey confesó todo, confesó que la profesora Teresa los había llevado a ese hotel para hacer un trío con ella, pero que quizás ella los había drogado para grabar ese tipo de videos.

La directora enfurecida les gritó por sus actos indecentes, ella conocía los rumores acerca de esa profesora guarra, pero no se lo esperaba por parte de ellos dos.

Joey le dijo que tenía pruebas de que la profesora estaba cogiendo con alumnos, lastimosamente no tenía su celular, pero le mostró el celular de Joseph donde estaba el video de ella cogiendo con Joey, la directora se enfureció más y confiscó el celular. Joey se enojó con la directora, no podía quitarle las pruebas que tenía para hundir a la profesora Teresa, pero la directora no quería que se difundieran más pruebas de que las personas de su universidad realizaban este tipo de actos indecorosos…

Joseph estaba en shock, sin palabras, dio un paso al costado, se largó de la habitación. Joey lo siguió…

- Joey: ¿qué estás haciendo? Debemos recuperar tu celular…

- Joseph: Se acabó, lo arruinamos, nunca debí hacerte caso

- Joey: Joseph escucha…ella nos jodió

- Joseph: TÚ ME JODISTE A MÍ

- Joey: escucha…

- Joseph: Nunca debí hacerte caso, nunca debimos chantajearla de esa manera, si no te hubiera hecho caso no estaríamos en este problema…

La gente a su alrededor comenzó a murmurar al ver a estos dos discutir. “pelea de parejas” se oía por los pasadizos…

- Joseph: NO ME SIGAS, NO ME HABLES NUNCA MÁS EN TU PUTA VIDA

- Joey: Joseph…

- Joseph: se acabó…

Joseph se dirigió a su casillero, Joey trató de sacar fuerzas de donde pudo, regresó a la dirección para tratar de recuperar el celular de Joseph, cuando entró a la oficina de la directora le dijo que Teresa tenía la culpa de todo esto, la directora dijo que ya lo sabía antes de que le mostrara el video de su celular, la directora había mandado a buscar a la Teresa desde hace horas. En la sala de maestros encontraron su carta de renuncia y hace unos minutos la policía había llegado al departamento de Teresa, le pidieron al casero que abra la puerta, el departamento estaba vacío, no había rastros de la mujer.

- Directora: Tus padres ya llegaron

- Joey: ¿QUÉ? ¿POR QUÉ LOS HA LLAMADO?

- Directora: tuvimos que llamar a tus tutores, entiéndelo, esta es una situación delicada…

El padre de Joey entró a la oficina de la directora, esta le había contado una versión corta de lo que había pasado, pero cuando le mostró los videos, el hombre entendió la magnitud del asunto, Joey le suplicó a la directora que no le mostrara los videos, pero la mujer consideró que era necesario que los viera.

El padre de Joey tuvo un ataque de ira con el chico, le dio múltiples golpes en la cabeza mientras le insultaba por ser maricón, por ser una desgracia de hombre, le decía que ya tenía dudas por pasar mucho tiempo con el otro maricón de su amigo, pero que nunca pensó que lo decepcionaría de esa manera. Sorpresivamente, se escuchaban más los gritos de dolor de Joey, que los fuertísimos golpes que estaba recibiendo. La madre de Joey estaba aterrorizada, solo se quedó a un lado a llorar, mientras el padre de Joey le daba la paliza de su vida.

Joseph caminó hasta su casillero, estaba destrozado, quería recoger sus cosas e irse. Cuando abrió su casillero encontró una carta, tenía un olor muy peculiar, era el perfume de Teresa. El muchacho abrió la carta, pero ¿qué había en su interior? ¿una disculpa? ¿una despedida?

El muchacho se quebró, empezó a perder fuerzas, se apoyó en el casillero hasta que sintió que sus piernas fallaron. Joseph lloraba sin control, chillando, gritando el nombre de su profesora. El pobre chico temblaba tirado en el suelo mientras observaba la carta, la apretó con todas sus fuerzas, era última carta de la mujer que aún con todo lo que le había hecho, todavía amaba.
-
 
Arriba Pie