Una prima de mi esposa me mira con dulzura, en una oportunidad que veniamos de una fiesta, estábamos en el asiento trasero del auto en una punta ella y en otra yo, en el medio mi esposa. Con mi brazo estirado sobre el respaldo le jugaba con su cabello y le rozaba el cuello, aproveché el alcohol que habíamos tomado y me devolvía sonrisas a mis caricias, mi esposa ni enterada. Nunca me atreví a avanzar más que eso