Ha sido la fantasía de toda mi vida, desde que tengo uso de razón. Si, lo confieso, desde que era un enano siempre me llamo la atención lo cuerpos voluptuosos de las mujeres maduras. Mi corta estatura me permitía gozar de esa fabulosa visión de un culo maduro. En un comienzo eran mis maestras, luego las madres de mis amigos, para terminar en adolescencia con mi propia madre. Que tiempos aquellos...!!