Por eso nosotros sólo lo practicábamos fuera de nuestra provincia y cuando estábamos de vacaciones o similar, para que luego no pudieran darse situaciones incómodas.A últimas fechas mi marido también me insiste en que volvamos a esas prácticas sexuales que a él le encantan. Cuando hacemos el amor me dice que quiere ver como otro hombre me posea, que me haga gemir, que me use, como él dice, que me haga sentir una puta. Para el calentón del momento está bien pero para volver a eso no estoy tan segura.
No me gusta la idea de que sea con alguien del trabajo de mi marido, ni con alguien de mi oficina; creo que tiene más inconvenientes a futuro.
Tampoco quiero que escoja a cualquier tipo, porque dice que mientras menos sepa de quién se trata, sería mejor para el morbo.
Ya tenemos cierta experiencia de solteros y también de cuando nos casamos, pero ahora ya dudo mucho en eso. Por eso insisto en recurrir a las fantasías verbales, le cuento cosas, claro inventadas pero ya no le satisfacen como al principio.
A lo que acabo de acceder es a acompañarlo a una sala de cine donde van parejas a tener cierto tipo de encuentros casuales; solo estoy dispuesta a tocar y dejarme tocar pero nada más, y a lo mucho a masturbar a alguien pero creo que ya es mi límite. No sé, a lo mejor estoy loca o tal vez me estoy haciendo vieja pero no quiero volver a caer en esos excesos sexuales de hace unos años atrás.
La verdad es que te llegas a enganchar pero no quiero que el día de mañana mientras voy con mi hijo por la calle me encuentre a un fulano o fulana de estos encuentros; ahora donde vivimos no es una ciudad muy grande y eso es lo que me detiene.
Lo cierto es que puedes llegar a disfrutar mucho este tipo de prácticas, solo hay que ser valientes y nada de celos, que eso llega a echar a perder la ocasión; lo digo por experiencia, porque en un encuentro mi esposo estaba muy entusiasmado por una chica "gordibuena" y pues me entraron los celos y tuvimos un disgusto de por lo menos dos meses.
Si lo quieren practicar, pues entonces ¡mucha suerte!
Nunca que sea con alguien de tu círculo cercano.despues ni arrepentirse es buenoA últimas fechas mi marido también me insiste en que volvamos a esas prácticas sexuales que a él le encantan. Cuando hacemos el amor me dice que quiere ver como otro hombre me posea, que me haga gemir, que me use, como él dice, que me haga sentir una puta. Para el calentón del momento está bien pero para volver a eso no estoy tan segura.
No me gusta la idea de que sea con alguien del trabajo de mi marido, ni con alguien de mi oficina; creo que tiene más inconvenientes a futuro.
Tampoco quiero que escoja a cualquier tipo, porque dice que mientras menos sepa de quién se trata, sería mejor para el morbo.
Ya tenemos cierta experiencia de solteros y también de cuando nos casamos, pero ahora ya dudo mucho en eso. Por eso insisto en recurrir a las fantasías verbales, le cuento cosas, claro inventadas pero ya no le satisfacen como al principio.
A lo que acabo de acceder es a acompañarlo a una sala de cine donde van parejas a tener cierto tipo de encuentros casuales; solo estoy dispuesta a tocar y dejarme tocar pero nada más, y a lo mucho a masturbar a alguien pero creo que ya es mi límite. No sé, a lo mejor estoy loca o tal vez me estoy haciendo vieja pero no quiero volver a caer en esos excesos sexuales de hace unos años atrás.
La verdad es que te llegas a enganchar pero no quiero que el día de mañana mientras voy con mi hijo por la calle me encuentre a un fulano o fulana de estos encuentros; ahora donde vivimos no es una ciudad muy grande y eso es lo que me detiene.
Lo cierto es que puedes llegar a disfrutar mucho este tipo de prácticas, solo hay que ser valientes y nada de celos, que eso llega a echar a perder la ocasión; lo digo por experiencia, porque en un encuentro mi esposo estaba muy entusiasmado por una chica "gordibuena" y pues me entraron los celos y tuvimos un disgusto de por lo menos dos meses.
Si lo quieren practicar, pues entonces ¡mucha suerte!
En eso estamos mi mujer y yo solo en fantasear en el momento del folleteo, yo quiero avanzar,pero ella de momento no se atreve.A últimas fechas mi marido también me insiste en que volvamos a esas prácticas sexuales que a él le encantan. Cuando hacemos el amor me dice que quiere ver como otro hombre me posea, que me haga gemir, que me use, como él dice, que me haga sentir una puta. Para el calentón del momento está bien pero para volver a eso no estoy tan segura.
No me gusta la idea de que sea con alguien del trabajo de mi marido, ni con alguien de mi oficina; creo que tiene más inconvenientes a futuro.
Tampoco quiero que escoja a cualquier tipo, porque dice que mientras menos sepa de quién se trata, sería mejor para el morbo.
Ya tenemos cierta experiencia de solteros y también de cuando nos casamos, pero ahora ya dudo mucho en eso. Por eso insisto en recurrir a las fantasías verbales, le cuento cosas, claro inventadas pero ya no le satisfacen como al principio.
A lo que acabo de acceder es a acompañarlo a una sala de cine donde van parejas a tener cierto tipo de encuentros casuales; solo estoy dispuesta a tocar y dejarme tocar pero nada más, y a lo mucho a masturbar a alguien pero creo que ya es mi límite. No sé, a lo mejor estoy loca o tal vez me estoy haciendo vieja pero no quiero volver a caer en esos excesos sexuales de hace unos años atrás.
La verdad es que te llegas a enganchar pero no quiero que el día de mañana mientras voy con mi hijo por la calle me encuentre a un fulano o fulana de estos encuentros; ahora donde vivimos no es una ciudad muy grande y eso es lo que me detiene.
Lo cierto es que puedes llegar a disfrutar mucho este tipo de prácticas, solo hay que ser valientes y nada de celos, que eso llega a echar a perder la ocasión; lo digo por experiencia, porque en un encuentro mi esposo estaba muy entusiasmado por una chica "gordibuena" y pues me entraron los celos y tuvimos un disgusto de por lo menos dos meses.
Si lo quieren practicar, pues entonces ¡mucha suerte!