Su primera vez anal (tiempo lectura aprox. 15 minutos)

Toulouse

Pajillero
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Saludos familia! No tenía previsto poner por aquí este relato, pero como ha tenido bastante buenas críticas cuando lo he publicado en el blog y redes, creo que entonces puede ser bueno para dejarlo por aquí. Es un relato más largo de lo que solemos escribir. Nos centramos más en el relato corto de unas 1000 palabras y este tiene unas 3000. Pero dicen que se hace muy llevadero el leerlo. Espero vuestra feedback y sobre todo que os gusta y os ponga muy calientes :devilish:



Merche: ¿Y ahora qué hago?
Alberto: ¿Quieres comer polla o prefieres que empiece yo?
Merche: No, no, te la como. Que lo otro me da un poco de vergüenza.
Alberto: Tranquila, tú ve a tu ritmo. (Le guiña un ojo con media sonrisa)


Alberto se desabrocha los vaqueros y con una serie de pequeños saltitos sobre el sofá se baja los vaqueros y calzoncillos ligeramente. No le llegan ni a medio muslo. Merche se levanta del sofá y se arrodilla frente a Alberto. Con algo de timidez, Merche sujeta la polla semi erecta de Alberto con los dedos. Sin mucha seguridad se la lleva a la boca y saca su lengua para lamerla.


Alberto: No le tengas miedo. No hace nada, además ya me has dicho que has comido alguna antes, ¿no?
Merche: Sí, pero esto no es lo mismo. Ya la tienes durísima y ni tan mal.
Alberto: Disfrútala. Cómetela entera. (Susurra a la vez que la acaricia con los dedos el perfil de la mandíbula)


Sin poder mirarle a la cara, Merche se introduce la polla ya erecta de Alberto en la boca. Lentamente va avanzando por ella hasta encontrar su máximo que lo marca una pequeña arcada que hace que se aparte automáticamente.


Alberto: (Riéndose) ¿Pero qué ha pasado?
Merche: ¡Perdón! Es que no me cabe entera.
Alberto: (Condescendiente) Traanquiiiila. Ya te he dicho que no pasa nada. Tú a tu ritmo. Hazlo como tú lo hagas normalmente.
Merche: ¿De verdad?
Alberto: Sí, de verdad.


En ese momento Merche sujeta ya con algo menos de vergüenza la polla de Alberto y lo pajea a la vez que chupa el glande con sus labios como si fuera un chupa-chus. Así pasan los minutos y ella va ganando confianza y soltándose en el sexo oral.


Alberto: Cuando creas que es el momento pasamos al siguiente nivel.
Merche: Pues la verdad que ya voy teniendo mucho calor. (risas nerviosas)
Alberto: Eso tiene fácil solución, quítate ropa.
Merche: Vale


Merche arrodillada, se echa un poco hacia atrás sentándose sobre sus talones. Con algo de nerviosismo se quita la sudadera que lleva, quedándose con una camiseta crop top. Ella con dudas se queda mirando a Alberto.


Alberto: ¿Ya? ¿No quieres quitarte nada más? ¿No quieres hacer topless?
Merche: ¿Sí? ¿Me quito todo? No, nunca hice topless.
Alberto: Hoy es el día de probar.


Merche coge aire de forma profunda y se saca la camiseta crop top. Sin mirar a Alberto se desabrocha el sujetador y lo deja caer.


Alberto: ¡Muy bien! ¿Cómo te sientes?
Merche: No sé explicarlo, rara. Es la primera vez que enseño las tetas.
Alberto: Pues tienes un pecho precioso. Deberías plantearte enseñarlo mucho más. (risas). Ven, ponte de pie.


Alberto sentado en el sofá se inclina hacia adelante y pega su cara al vientre de Merche. Le da varios besos según se va moviendo por su vientre.


Alberto: ¿Puedo? (Pregunta a Merche mientras él tiene sus manos abiertas a unos centímetros de los pechos de ella, con intención de tocarlas)
Merche: Con un hilo de voz temblorosa por nervios, dice que sí a la vez que afirma con su cabeza.


Alberto posa sus manos con suavidad sobre la tersa piel de los pechos de Merche. En ese mismo instante, ella suspira. Alberto se detiene y la mira con dudas. Merche le hace un gesto de no pasar nada. Ambos se comunican con las miradas. Alberto acaricia las tetas con gran delicadeza y suavidad. Coloca sus dedos por los huecos de entre las costillas de ella dejando sus pulgares en los pezones. Estimulándolos así individualmente. Después de unos minutos de manosearla, Alberto eleva la mirada y descubre a Merche mirándole con mucha atención.


Alberto: ¿Todo bien?
Merche: (Solo asiente con la cabeza)
Alberto: Por si acaso, si necesitas que pare, dímelo.
Merche: Vale, es que estoy un poco nerviosa. Pero va todo muy bien. Me está gustando muchísimo.
Alberto: Por eso pregunto, porque se nota que estás tensa. Tienes las tetitas duritas. (A Merche se le sonrojan las mejillas) ¿Quieres que siga?
Merche: Sí.


Alberto en ese momento se acerca más al cuerpo de ella y le da un lametazo por el escote y continua por el cuerpo de ella bajando hacia el ombligo y el vientre. De forma simultánea, desliza sus manos hasta la espalda de Merche e introduce sus manos bajo el pantalón y las braguitas de ella. A continuación, saca las manos y las coloca en la cintura sujetando el borde del pantalón y las braguitas. En ese momento interrumpe Merche.


Merche: ¡Para, para, para!
Alberto: Ok. Tranquila. paro, paro paro. (Dice de forma repetitiva a la vez que se echa hacia atrás en el sofá y levanta las manos)
Merche: (Un poco avergonzada) Perdón, es que me he puesto muy nerviosa. Es la primera vez que me voy a desnudar.
Alberto: Bueno, en verano vas a piscinas ¿verdad?
Merche: Si claro
Alberto: Pues esto es parecido, ¿Te quedas solo en braguitas si quieres y es como en verano?
Merche: Es tanga
Alberto: Lo sé, me he dado cuenta al meterte mano. (Merche se ríe de forma nerviosa). ¿Quieres ponerte de espaldas y así no me ves?
Merche: Vale. (Se da la vuelta quedándose a un paso de Alberto)
Alberto: Ahora si quieres bájate tu misma el pantalón y te quedas en tanga.


Merche obedece y se quita con cierta naturalidad el pantalón. Alberto no hace ruido tras ella y también se desnuda. Ella se queda de pie delante del sofá dándole la espalda.


Alberto: Muy bien Merche. ¡Lo has conseguido! ¿Bien?
Merche sin girarse: No sé. Estoy nerviosa.
Alberto: Tienes un culo para estar muy orgullosa. Es maravilloso. Creo que puede ser el mejor que haya visto.
Merche dubitativa: ¿Sí? Gracias. (Sacude las caderas para que se le muevan los glúteos)
Alberto: ¡Oh! Buena forma de mover el culo. Si quieres no te gires, pero acercate a mi.


Merche da un paso hacía atrás y enseguida Alberto le apoya las manos en la espalda y la guía despacio para que se ponga junto a él.


Alberto: Así, muy bien. Si te incomoda algo dímelo.


Merche se deja llevar y guíar por Alberto. Este pasa sus manos a las caderas de ella y acerca su cara a los glúteos para darle un beso en uno de ellos. Merche contrae los muslos y los afloja rápidamente. Alberto la relaja con más besos y deslizando sus manos por las nalgas a modo de masaje. Como si estuviera amasando sus nalgas. Merche resopla.


Alberto: Tranquila. Ahora siéntate despacito sobre mí. Yo te sujeto.


Merche se va dejando caer lentamente hasta que cae sobre el regazo de Alberto.


Merche ligeramente sorprendida: ¿Eso es tu polla?
Alberto con tono pícaro: Sí.
Merche inquieta: Joder. Me va a dar un ataque. Tengo taquicardias. Estoy a mil.
Alberto: ¿Sí?
Merche: Puff….
Alberto: Era una pregunta retórica. Yo también noto en la polla el calor que desprendes y como estas de húmeda.


Merche pasa una de sus manos por su entrepierna y ella misma se sorprende de la cantidad de humedad que tiene.


Alberto riéndose: Si eso te parece mucho, ya verás como vas a mojar ahora después. Esto es solo el precalentamiento. ¡Levántate y quítate el tanga!


Merche no lo duda ni un segundo y así lo hace con gran seguridad y decisión.


Alberto: Y ahora vamos para el dormitorio que va a ser mejor.


Merche se dirige decidida hacia el dormitorio. Alberto la sigue unos pasos detrás contemplando su culo pequeño de chica delgada y con cierto movimiento de tener nalgas blandas. Según llega al dormitorio Merche se da la vuelta. Alberto se le acerca y le coge una mano levantándosela para que de una vuelta sobre sí misma.


Alberto: Qué maravilla de cuerpo. Espectacular. Una musa. (Le da una palmada en el culo)
Merche: ¿Sí? Eres el primero que me ve así.
Alberto: Pues es todo un honor (comenta mientras la escanea con los ojos) ¡Y depilada! (dice sorprendido)
Merche: Sí. Me he hecho el láser por todo el cuerpo, el poco que me ha salido. Pero creo que no soy la única. Tú tampoco tienes pelo por ningún sitio. (Dice mientras le mira fijamente la polla) ¡Te la como! (Se arrodilla delante de él para darle sexo oral)
Alberto: Come, come. Pero de rodillas no, ponte de cuclillas aquí. Que va a ser mejor.
Merche: ¿Cómo?
Alberto: Ponte de cuclillas. Aquí. Que te pueda ver también en el espejo.
Merche mientras mira hacía un lado: ¡Oh que tienes un espejo! ¡Que morbo y que cerdo! ¿Es para verme?
Alberto: Para verte yo no tú. Tú tienes que comer. (Merche se mete la polla en la boca) Así, así. Mientras tú comes, yo te veo el culo y el coño en el espejo.
Merche: Eres un tío muy salido y guarro. (Dice entre los lenguetazos que está dando)
Alberto: No como tú que no dejas de mirarte en el espejo.
Merche: Es que nunca hice esto.
Alberto con la voz excitada: Pues mira bien porque será la última vez que tengas esos agujeros cerrados.
Merche para de dar sexo oral de forma abrupta y dice exaltada: ¡Eh no había dado cuenta! Es verdad que voy a dejar de ser virgen. ¿Eso se nota? (Sin llegar a dejar responder a Alberto que está distraído mirando el cuerpo de Merche) ¡Hazme una foto de recuerdo!
Alberto: ¿Qué? ¿Qué hás dicho?
Merche: Qué me hagas fotos… Espera.


En ese momento sale corriendo Merche hacía el salón para buscar su teléfono móvil. Según entra en el cuarto está grabando un audio de Whatsapp y le hace el gesto de silencio mientras termina de hablar.


Merche hablándole al móvil: tíaaa que me lo voy a follar. (Mira a Alberto y le sonríe entusiasmada)
Alberto: Más bien te voy a follar yo. Desvirgar. Abrir esos jóvenes agujeros


(Suena un mensaje de Whatsapp y Merche le da reproducir y se escucha una voz femenina) << A ver si es verdad y dejas de ser boquerona y te parte a pollazos ¡Qué eres la única sin estrenar! Ya me diras como folla el boomer (risas) >>


Merche al escuchar el final del mensaje se queda paralizada con cierta vergüenza ajena. Alberto la mira y le devuelve una sonrisa. Merche respira aliviada.


Alberto: Ven, ponte en la cama a 4 patas. Que te voy a hacer una foto para que se la envíes a tu amiga. (Merche le da el móvil con la cámara abierta) Ponte así. Separa un poco las rodillas. Apoya la cabeza en la cama. Arquea la espalda. Saca culete. Sácalo más.


Alberto le da un azote en una de las nalgas con la mano abierta con fuerza. Hasta el sonido de azote genera picor en quién lo escucha. Merche grita por dolor y automáticamente se lleva las manos al culo mientras se tumba en la cama y se retuerce sobre sí misma.


Alberto: Lo siento, tenía que ser así, no te podía avisar. Quita las manos. Quitalas, que te haga la foto del azote bien marcado.
Merche: No me lo esperaba. Pica. uffff. Pero me ha gustado. Venga haz la foto y enséñamela.


Alberto enfoca en primer plano el culo de Merche con la marca muy definida en rojo de su mano por el azote. Suena el ruido del obturador varias veces seguidas. Y en un momento dado le pide que le mire y dispara un par de fotos más. Justo al terminar, le acerca el móvil para que las vea.


Merche: ¿Ese es mi culo? ¡Madre mía! ¡Pero si tengo marcada toda la mano! ¡Mira que rojo está mi culo! Esto es de ser guarra de verdad. Parezco del porno. (Risas) Va. Le paso esta. (risas) Va a flipar.
Alberto: Venga, déjala que te enfrias.
Merche: Qué va, no hace frío.
Alberto: Digo que dejas de estar cachonda. Que ya no tienes mojado el coño
Merche: ¡Ahh! ¡Qué va! (se ríe de forma nerviosa)
Alberto: Pues ponte que te hago la foto de los agujeros vírgenes.
Merche: Sí si si. La última vez que van a estar cerraditos y sin usar.


Alberto vuelve a tomar el móvil y le va haciendo fotos a Merche en pompa. Algunas más de detalle de sus agujeros y otras un poco más distantes para que se la vea. Incluso en alguna le pone su polla semi-erecta entre las nalgas. Que hace reaccionar a Merche y excitarse mucho más pidiéndole que le haga fotos así para después ver hasta donde le ha entrado. La voltea bocarriba y le hace lo mismo con la polla por encima de su vientre. Sin muchas más distracciones. Con ella bocarriba le comienza a estimular con sus dedos el clítoris. Se lo come. En esos momentos siente en su lengua un cierto sabor metálico. Alberto al ser experimentado, se aparta y examina con más detalle el coño de Merche sin llegar a penetrarla. En el que aparece un poco flujo vaginal con sangre.


Alberto sorprendido: ¿Tienes la regla?
Merche: Es posible. ¿Es malo? ¡Tomo pastilla! (Alarmada) ¿No me vas a poder follar?
Alberto: Sí se puede pero no es buena idea, vas a manchar mucho. Y encima si es desvirgarte.
Merche: ¿En serio? (Con cierta frustración) ¡Joder! ¡Esto es una mierda! Soy gafe no voy a desvirgame en la vida.
Alberto: No hagas drama Merche.
Merche: ¡Hostia no hago drama! Es que soy una looser. No voy a follar nunca. ¿Tan difícil es? El por culo que da la regla. ¡Joder! ¡Una puta mierda!
Alberto: Pss… paaaaara. Literalmente te puedo dar por culo. (breve silencio) Si quieres claro. (Merche se queda balbuceando unos segundos sin dar ninguna respuesta) También puedes tener orgasmos y sentir como me corro dentro de ti
Merche: ¿Entrará?
Alberto: Hasta donde tu quieras que entre.
Merche: Yo quiero toda.
Alberto: Entrará. Relájate. (Le dice mientras le acaricia el muslo y con un dedo le roza el ano)


Merche da un pequeño respingo.


Merche: Perdón. ha sido sin querer. involuntario.
Alberto: Lo sé, al principio pasa. Por eso tu tranquila. (Sigue manoseando el ano de Merche mientras habla) Estate relajada, disfrútalo y se te irá abriendo solo. Yo me encargo de todo.
Merche: Puff… Si ya estoy cachonda. ¿Me puedo tumbar?
Alberto: Debes tumbarte y estar cómoda. (Le presiona con el dedo y le entra la punta)
Merche: ¡Ay, ay ay! (Alberto se sonríe y la mira a través del espejo) (Agitada) ¿Un dedo no?
Alberto: La puntita. Relájate. (Le escupe cerca del ano, le saca el dedo, se lo humedece y lo vuelve a introducir un poco más profundo)


Merche gime según penetra el dedo en su agujero. Alberto con muy buen tacto, va jugando con suavidad y aprovechando la lubricación de saliva para introducirle el dedo incrementando la profundidad. Se lo va moviendo en círculos para que vaya dilatando. Entre los gemidos de Merche, comienza a sumarse un ruido como de cierta plasticidad que se sincroniza con el movimiento de la mano de Alberto y el movimiento fluido de la zona de alrededor el ano y los glúteos.


El agujero de Merche se va dilatando sin problema. Ya le entran 2 dedos y 3 con cierta tensión. Según los saca ya se le queda abierto para segundos más tarde, cerrarse con una contracción. Mientras Alberto está preparando el agujero Merche no deja de gemir.


Merche: ¡Uff! Ahora si que me estas follando el culo. Madre mía. ¡Ahh!
Alberto: ¿Bien? ¿Placer? Son dedos aún.
Merche (con la respiración sobresalta e hiperventilada) Sí. Mucho. Está muy bien. ¡Solo dedos? Yo creí que ya era polla si me siento rellena y abierta.


Alberto se escupe en la cuenca de la mano y se frota la punta de su polla.


Alberto: Aguanta un poquito ¿vale?
Merche: ¿Eing? (Alberto coloca a Merche para que le entre mejor la polla y sea más cómodo follarla analmente. Le pone su polla en el culo de Merche, en sus nalgas) Follame mi culito virgen. (Alberto empuja para que entre la cabeza que es ligeramente más gruesa que el tronco) ¡Dioooss!! ¡La noto, la noto! Ahora siiii. Esto si que es polla. ¡La notooo muchoo!
Alberto: Aguanta, aguanta, aguanta.
Merche: ¡Mi culo! ¡Aahh! ¡AAAAhhh! (grita y resopla hiperventilando mucho. Comienza a sollozar y llorar) La tengo en mi culo. ¡Aah!
Alberto: ¡Dios! (hablando sobreexcitado) Es un culo maravilloso. Aguanta. Que lo tienes estrecho y hay que abrirlo
Merche jadeando: Uff uff uff. Me lo estás abriendo. ¡Muuuchooo!! ¡Me lo estás rompiendo! ¡Está muy dentro!?? (resopla con fuerza y tiene la respiración agitada)
Alberto con voz agitada: ¿Aguantas o la saco?
Merche: ¡No la saques por Dios! ¡No la saques! ¡Ahhh!! (Alberto empuja un poco más para seguir penetrándola) ¡Noo!! ¡Más dentro noo! (Entre gemidos) No la saques pero tampoco empujes. Me estás reventando por dentro. ¡Joder! ¡Qué polla! Me estas rompiendo el culo. ¡Lo noto! Se está rompiendoooo..
Alberto: Va bien, va bien. Es un culo delicioso. (Vuelve a empujar hasta que ya entra completa)
Merche gime y grita sin parar durante unos segundos: La noto en el estomago. ¡Dios! Dios! Arrggg!!! ¡Pégame un azote! (Alberto le da un azote) ¡Sii! Madre miaa!! ¡Ahh ahh ahh!! Me estas follando el culo. ¡Mi cuulooo!! Arrgg!!!
Alberto: ¿Duele?
Merche: Noo. noo. Es una locura. ¡Follame así! Antes un poco pero ahora es placer… mucho. buff… (Merche pega su boca a la cama pero no se entiende lo que dice, solo que grita)
Alberto: La tienes clavada completa en el culo.
Merche: Lo siento.. ufff. Creo que tus huevos están en mi coño.
Alberto agita su caderas: Eso
Merche: Me mataaaaa. Me mataaaa. No se si me cago o me meo. ¡Oohh!! ¡OOOHHH! ¡Las dos cosas a la vez! (Vuelve a gemir y gritar contra la cama y dar palmadas en el colchón con una mano)
Alberto: No pienses en eso. Tu dejate llevar. Disfruta. Te doy polla, te doy polla. (Alberto comienza a bombear en su culo. Merche gime mucho y solo emite quejidos) ¡Vamos! ¡Relaja el culo! ¡Ahora aprietaa! ¡Aprietaa!
Merche entre sollozos de placer: ¡Me rompes! Me arde el culo. ¡Me está ardiendo el culo! Mi culoooo
Alberto: Me estoy corriendo. Me corro. Me corro. Aguanta y aprieta. (Alberto hecha todo su peso sobre Merche)
Merche revolviendo su cabeza de un lado a otro: ¡Aarrgg!! Me rompes el culo, me rompes. ¡Joder!! Sí. Mi primera corrida. Dámela toda dentro que la siento profunda.


Alberto termina de correrse dentro del culo de Merche y se acuerda del móvil para hacerle fotos al terminar.


Alberto: Vamos, tienes el culo abierto, pero sujétate las nalgas para que se vea mejor.
Merche: Ufff.. ya no me acordaba de eso. Pero siento que tengo el culo muy abierto. Me entra frío y me sale aire. Qué vergüenza. (Suenan pedos mientras tiene contracciones anales)
Alberto: Te sale la corrida, no te avergüences.
Merche: En serio, lo noto muy abierto y dolorido. Que no me cierra el culo. (Echa su mano atrás y se toca con sus dedos el ano) Es que está abierto el agujero. ¿Esto es desvirgarlo?
Alberto: Abrirlo, partirlo, romperlo. No sé, llámalo como quieras. Para las siguientes verás que te entra más fácil la polla.





**Recuerda que si te ha gustado, podemos escribirte alguno para ti personalizado.
 

Dioni

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Hay que ver con la Merche, gracias por compartir este buen relato con nosotros, espero os animéis a compartir más relatos aunque sean cortitos.
 

Toulouse

Pajillero
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Hay que ver con la Merche, gracias por compartir este buen relato con nosotros, espero os animéis a compartir más relatos aunque sean cortitos.
jejeje Claro que sí, ya hemos puesto alguno hace tiempo, pero intentaremos publicar aquí también según los pongamos en nuestro blog ;)
 
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