tezcatlipoca12
Estrella Porno
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En el 2020 se propuso que hubiera una dinámica mensual de temáticas para los relatos de este foro. Empezamos en octubre con la idea de que los relatos debían tener una temática de día de brujas y varios autores contestaron a la dinámica.
Pero la dinámica quedó olvidada para el mes siguiente.
En el 2021, quise revivir la dinámica, hacerla anual, publiqué mi relato y un par de autores más se unieron.
Para el 2022 decidí qué, aunque ya no hubiera dinámica, yo seguiría con mi propia tradición de escribir un nuevo capítulo de la historia que inventé para esta dinámica cada octubre.
Para ello, por si alguien no lo sabe, yo he publicado una serie de capítulos protagonizados por dos hermosas hermanitas, Brenda y Esmeralda. Y de como en los últimos tres años, ciertos hombres del pueblo se han aprovechado de su inocencia, para en noche de brujas, hacer un festín con sus tiernos y deliciosos cuerpecitos. Cosa que a las hermanas les ha encantado, pese a que no se han enterado muy bien de todo lo ocurrido.
Así que vamos allá, por cuarto año consecutivo.
Por cierto, si alguien guardo los relatos de los años 2021 y 2022, le agradecería mucho que me los hiciera llegar.
.....................................................................
El pueblito se San Fermín es pintoresco y muy bonito, perdido en la cierra, casi no tiene visitantes y cuenta con pocos habitantes, por lo que casi todo mundo se conoce entre sí y todo mundo se lleva bien con los vecinos. El clima es cálido y agradable, la comida es buena y la gente es amable y cálida.
El lugar perfecto para vivir una vida tranquila y feliz.
Si se lo preguntas a sus habitantes todos te dirán que es el mejor lugar del mundo, en especial si se lo preguntas a la población masculina del lugar. Y esto es por un par de razones...unas pequeñas y deliciosas razones.
Y es que, si miras a la calle que da a la plaza, y doblas en la esquina, te encontrarás con una linda casa naranja, ahí habita una familia, la abuela, los dos padres, un hijo mayor y dos hijas. Brenda y Esmeralda.
Nadie sabe explicar bien cuál es la razón, pero esas hermanitas son algo así como el tesoro oculto del pueblito. Y es que son tremendamente hermosas, son perfectas, poseen una belleza fuera de este mundo.
Las dos flores más bellas del lugar, pero es que estuvieran donde estuvieran, seguirían siendo las nenas más hermosas que hayas visto en tu vida.
Nadie lo dice en voz alta, pero todos los hombres suspiran al verlas pasar, solo verlas ir a la tienda es razón suficiente para alegrarles el día. Más de uno está perdidamente enamorado de ellas, y seguramente hasta el último hombre del pueblo ha fantaseado con poseer sus tiernos y bien formados cuerpos.
Todos en el pueblo las tienen en alta estima, son educadas y bien portadas, ambas llevan buenas notas en la escuela y todavía es hora que no han demostrado el más mínimo interés en andar tonteando con ningún chico.
Tan bellas y perfectas que son, que nadie pensaría que no son vírgenes y castas. Dos verdaderos angelitos bajados del cielo.
Aunque la verdad, es que esas hermanitas, tienen un muy obscuro y sucio secreto.
Están muy lejos de ser vírgenes y castas. Pese a su juventud han jugado con más vergas que la mayoría de las señoras maduras o que las jovenes de cascos ligeros del pueblo, han bebido litros de semen, manos y lenguas les han recorrido cada centímetro de piel y han sido cogidas por todos sus orificios. Sus jóvenes mentes han sido corrompidas. Conocen el placer de la carne y son adictas a él. Y créanlo o no, en sus inocentes mentes, ni siquiera figura la palabra sexo.
Aunque para ser justos, ellas no lo buscaron y, a decir verdad, ni siquiera acaban de entender bien las cosas que han hecho. Para ellas solo han sido extrañas y divertidas aventuras que han tenido con seres del más allá.
Seres que tiene una extraña pero rica forma de jugar con sus cuerpecitos, juegos que les han hecho estremecer de placer.
Todo empezó hace cuatro años, unos días antes de la noche de muertos, Don Roque, el viejito dueño de la tienda más grande del pueblo, les dijo que les tenía una sorpresa muy especial.
Les contó que él personalmente era muy amigo de un fantasma, al que le gustaban mucho las chicas bonitas. Y que esa noche de muertos vendría al pueblo expresamente para conocerlas a ellas dos y darles un dulce especial, eso sí, solo se los daría a probar si demostraban ser buenas y obedientes.
Las dos hermanitas se emocionaron mucho, les encantaba la idea de conocer a un verdadero fantasma y ya querían probar ese dulce especial.
Así que sin rechistar obedecieron todas las instrucciones del avispado viejito, no le contaron a nadie del fantasma y se presentaron en la tienda por la noche ataviadas con disfraces que el mismo Don Roque les había dado, un par de trajecitos de muñeca, como el de Alicia en el país de las maravillas, azul el de Brenda y rosa el de Esme.
El conjunto incluía brillantes zapatitos de charol, calcetas blancas hasta medio muslo y un par de tanguitas tan delgadas que se les metían entre los gordos cachetes del culo por detrás y entre los labios de las puchitas por delante, eran de una fina tela transparente y llenaban un bonito moño rojo de adorno.
Estos trajecitos, se terminarían por convertir en algo así como en los uniformes para la lujuria de las hermanas, pues siempre que fueron folladas, los traían puestos.
Conocieron al señor fantasma y este junto a un amigo les dieron de su dulce especial, una especie de extraño hongo de carne que sobre salía de entre sus pantalones.
Las hermanas se hartaron de chupar esos dulces duros y calientes, que les llenaban las boquitas de líquido espeso y acido. Pero no solo eso, ambos fantasmas les enseñaron a comerlo no solo con la boca, a Brenda le dieron dulce por la vagina y Esme recibió su ración por el culito.
Ambas quedaron encantadas.
Aunque en su inocencia no supieron ver qué en realidad todo eso había sido un perverso y elaborado plan de don Roque. Que vestido de fantasma y en compañía de un amigo suyo, habían diseñado especialmente para poder agasajarse con las nenas.
Para el año siguiente las hermanitas no habían olvidado al señor fantasma y su dulce, y se morían de ganas de probarlo de nuevo, habían esperado pacientemente la noche de brujas para hacerlo. Pero está vez tuvieron una experiencia distinta. Está vez recibieron una invitación de los chicos del club de teatro del pueblo.
Los chicos del club les dijeron que unas calaveritas harían una fiesta a la que estaban invitadas, pues ellas eran lasas bonitas del pueblo, y si ganaban una serie de pruebas, les darían un tesoro lleno de dulces.
Una vez más las hermanitas se sentían sumamente emocionadas y afortunadas. Llegaron al viejo teatro del pueblo, con sus vestiditos puestos y ahí empezó la fiesta.
Las doce calaveritas las retaron una y otra vez a distintos juegos, juego que les gustaron y les daban mucho placer, y las inteligentes hermanas ganaron cada uno de los juegos. Gozando bastante de paso.
Durante los juegos las calaveritas se dieron gustó con los ricos cuerpos de las dos nenas, acariciando y lamiendo cada rincón, restregándo sus dulces entre las gorditas nalgas y sobre sus puchitas calientes.
A Brenda y Esmeralda les quedaron claras varias cosas, aparentemente todos los seres del más allá poseían esos dulces especiales, pues las doce calaveritas les mostraron sendos dulces especiales igual de duros y calientes que los de los fantasmas del año pasado.
Y aparentemente a todos los seres del más allá les gustaba jugar con chicas bonitas como ellas, centrándose sobre todo en sus tiernas conchitas y apretados culitos. Las calaveritas llamaban a sus vaginas, los tesoritos y desde entonces a las hermanas les dio por referirse así a sus propias vaginas.
Cómo ahora tenían doce dulces para ellas solitas, las nenas se dieron un verdadero atracón con ellos, un verdadero festín, las dos degustaron los doce dulces varias veces y de nuevo no solo con las boquitas, sus puchitas y culitos recibieron buenas dosis de dulce duro y líquido caliente.
Pese a ser jóvenes, las dos hermanitas ya habían recibido dulce especial por todos sus hoyitos. Y no solo eso en algún momento, para su placer, las calaveritas habían hecho que ambas se comieran las vaginas entre ellas. Situación que le había gustado sobre todo a Esme.
Una vez más las nenas quedaron encantadas y una vez más su inocencia no les había permitido ver qué todo había sido un elaborado y sucio plan de los miembros del club de teatro, para agasajarse con los cuerpos de las hermanitas.
Si después de la experiencia con los fantasmas, las niñas habían quedado encantadas y de vez en cuando lo remoraban, sintiendo que sus cuerpecitos se calentaban. Ahora después de las calaveritas, las hermanitas no pasaban un solo día sin pensar en ello.
Sentían que sus cuerpos les pedían a gritos repetir ese tipo de juegos. Y más de una noche sus propias manitas les ayudaban un poco a calmar el ardor.
Al menos dos veces a la semana ambas hermanas se masturbaban cada una en su cama, recordando esos ricos dulces. Y no solo eso, más de una vez Esme se metía entre las piernas de Brenda para comerle todo el tesorito.
Aunque la boquita de su hermana menor la llenaba al cielo y de regreso, mamando incansable y bebiéndose todos sus juegos, a Brenda esto le hacía sentir un poco culpable, así que no lo permitía a menudo, pese a que Esme podía rogarle toda la noche que se dejará comer el tesorito.
Si, esas chicas ya eran unas putitas hambrientas de verga, pero no lo sabían aún.
Tanta era su necesidad y deseo, que al año siguiente ellas mismas decidieron buscar a un nuevo fantasma para jugar.
Así que fueron a una antigua mansión a las afueras del pueblo, que se decía estaba embrujada. Y allí lo encontraron.
Este nuevo fantasma era muy distinto a los demás, parecía una persona normal, un joven alto y delgado, que al inicio se negó a jugar con ellas. Pero las hermanitas solo tuvieron que explicarle el juego y enseñarle que eran buenas nenas. Para que el fantasma decidiera compartir con ellas su dulce especial.
Y de nuevo todo fue diferente a las veces anteriores el fantasma se desnudó y mostró un muy atractivo y fuerte cuerpo masculino que despertó aún más instintos de pequeñas putitas de las hermanas. Y como cereza al pastel el dulce especial de este fantasma era sumamente enorme, más grande y gordo que todos los demás de los que habían visto las chicas, y tenía una extraña forma curvada hacia arriba.
Además, este fantasma las trato diferente, era más cariñoso y cuidadoso con ellas. Y esto las hizo gozar mucho más que las veces pasadas.
Pese a que está vez solo había un dulce para las dos, el fantasma demostró una potencia desbordada y sin mayor problema les dio dulce a las dos por todos lados y más de una vez.
El enorme dulce les dio a conocer nuevos placeres, que las volvieron locas.
Por tercer año consecutivo las nenas quedaron encantadas. Y de nuevo su inocencia no les permitió ver qué todo había sido una serie de malos entendidos y coincidencias. Que en realidad le habían dado la noche de su vida a un joven abogado que estaba en la mansión por casualidad.
Después de esa tercer aventura, ahora sí las hermanas se volvieron por completo en unas pervertidas, sus cuerpos les pedían placer y más dulce especial. Pero seguían creyendo que era algo que solo encontrarían en seres del más allá y por eso mismo, debían esperar a una nueva noche de muertos para disfrutar de esos placeres.
Pero era tanta la calentura que había despertado en ellas, que ahora las noches en su cuarto eran un delirio lésbico e insestuoso.
No era solo que ahora Brenda solicitaba los trabajos orales de su hermana menor cada noche, ahora ella misma estaba dispuesta a regresarle los favores.
Así las nenas podían pasar varias horas antes de dormir comiéndole el tesorito a su hermana, ambas se fueron volviendo muy buenas en ello, pronto, descubrieron el 69 y así se regalaban orgasmos orales todas las noches.
Y creanlo o no, ellas seguían sin saber que era el sexo. Aún eran así de inocentes, era como que sus mentes no acababan de entender lo que sus cuerpos hacían. Lo hacían por qué era rico y ya, no sé detenían a preguntarse nada, se dedicaba solo a disfrutar.
Esmeralda es la más bonita de las dos, su rostro es tan bello que parece pintado por el mejor artista, si viviera en la ciudad sin duda ya habría protagonizado varios comerciales en tv.
Su boquita es grande, de hermosos labios gorditos en forma de corazón, una boquita hecha para besar y mamar sin cansancio. Su figura es muy delgada, sus pechos solo son dos montecitos dé pezones puntiagudos, pero sus piernas aunque delgadas, están muy bien formadas y sus nalgas si bien son chicas, tienen una firmeza espectacular, duras y redondas, su culo es un durazno de carne.
Por su lado Brenda, aunque también es hermosa, es un poco menos bella del rostro que su hermana menor. Pero indiscutiblemente tiene un cuerpo mucho más desarrollado, ya es toda una señorita hermosa y deliciosa.
Sus tetas son bastante grandes, del tamaño suficiente como para abarcar unas manos, redondas y firmes, doscabtaros de los que se antoja beber, con pezones pequeños y hermosos. Tiene unas caderas de infarto, una cintura de avispa, y culo bien gordo y redondo.
Al ser la mayor, Brenda ya empieza a cuestionarse ciertas cosas, ya le están empezando a surgir ciertas dudas sobre las vivencias de los años anteriores. Le cuesta un poco pensar que todo lo vivido fuera real.
Pero aun es inocente y quiere creer que todo ha Sido real.
Ambas hermanas están vueltas locas, pues se acerca el nuevo día de muertos. Ambas esperan tener una nueva, rica y divertida aventura
Y seguramente lo lograrán, pues hay más personas en el pueblo que están esperando lo mismo que ellas, que saben que el día de muertos se acerca y que es la ocasión perfecta para gozar de esas ricas hermanitas.
Pues don Roque y su amigo, los 12 miembros del club de teatro y el joven abogado, saben de la realidad de las aventuras de este par de bellas chicas y se mueren por repetir. Y no olvidemos que debe haber por ahí otros hombres en el pueblo, dispuestos a todo para gozar de las nenas, pues no olvidemos que cualquier hombre que se haya cruzado con ellas las desea con desesperación, lo que incluye a los miembros de la propia familia de las hermanitas.
¿Qué nueva aventura tendrán Brenda y Esmeralda este año?
..........................................
Ok, esto era el inicio del nuevo relato de Brenda y Esmeralda. Pero como he visto que bajó el nuevo regla
mento, se han borrado incluso algunos comentarios. Me queda claro que hay que ir con cuidado. Lo dejo por aquí, para tantear el terreno y ver qué tan posible es continuarlo.
Gracias.
Pero la dinámica quedó olvidada para el mes siguiente.
En el 2021, quise revivir la dinámica, hacerla anual, publiqué mi relato y un par de autores más se unieron.
Para el 2022 decidí qué, aunque ya no hubiera dinámica, yo seguiría con mi propia tradición de escribir un nuevo capítulo de la historia que inventé para esta dinámica cada octubre.
Para ello, por si alguien no lo sabe, yo he publicado una serie de capítulos protagonizados por dos hermosas hermanitas, Brenda y Esmeralda. Y de como en los últimos tres años, ciertos hombres del pueblo se han aprovechado de su inocencia, para en noche de brujas, hacer un festín con sus tiernos y deliciosos cuerpecitos. Cosa que a las hermanas les ha encantado, pese a que no se han enterado muy bien de todo lo ocurrido.
Así que vamos allá, por cuarto año consecutivo.
Por cierto, si alguien guardo los relatos de los años 2021 y 2022, le agradecería mucho que me los hiciera llegar.
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El pueblito se San Fermín es pintoresco y muy bonito, perdido en la cierra, casi no tiene visitantes y cuenta con pocos habitantes, por lo que casi todo mundo se conoce entre sí y todo mundo se lleva bien con los vecinos. El clima es cálido y agradable, la comida es buena y la gente es amable y cálida.
El lugar perfecto para vivir una vida tranquila y feliz.
Si se lo preguntas a sus habitantes todos te dirán que es el mejor lugar del mundo, en especial si se lo preguntas a la población masculina del lugar. Y esto es por un par de razones...unas pequeñas y deliciosas razones.
Y es que, si miras a la calle que da a la plaza, y doblas en la esquina, te encontrarás con una linda casa naranja, ahí habita una familia, la abuela, los dos padres, un hijo mayor y dos hijas. Brenda y Esmeralda.
Nadie sabe explicar bien cuál es la razón, pero esas hermanitas son algo así como el tesoro oculto del pueblito. Y es que son tremendamente hermosas, son perfectas, poseen una belleza fuera de este mundo.
Las dos flores más bellas del lugar, pero es que estuvieran donde estuvieran, seguirían siendo las nenas más hermosas que hayas visto en tu vida.
Nadie lo dice en voz alta, pero todos los hombres suspiran al verlas pasar, solo verlas ir a la tienda es razón suficiente para alegrarles el día. Más de uno está perdidamente enamorado de ellas, y seguramente hasta el último hombre del pueblo ha fantaseado con poseer sus tiernos y bien formados cuerpos.
Todos en el pueblo las tienen en alta estima, son educadas y bien portadas, ambas llevan buenas notas en la escuela y todavía es hora que no han demostrado el más mínimo interés en andar tonteando con ningún chico.
Tan bellas y perfectas que son, que nadie pensaría que no son vírgenes y castas. Dos verdaderos angelitos bajados del cielo.
Aunque la verdad, es que esas hermanitas, tienen un muy obscuro y sucio secreto.
Están muy lejos de ser vírgenes y castas. Pese a su juventud han jugado con más vergas que la mayoría de las señoras maduras o que las jovenes de cascos ligeros del pueblo, han bebido litros de semen, manos y lenguas les han recorrido cada centímetro de piel y han sido cogidas por todos sus orificios. Sus jóvenes mentes han sido corrompidas. Conocen el placer de la carne y son adictas a él. Y créanlo o no, en sus inocentes mentes, ni siquiera figura la palabra sexo.
Aunque para ser justos, ellas no lo buscaron y, a decir verdad, ni siquiera acaban de entender bien las cosas que han hecho. Para ellas solo han sido extrañas y divertidas aventuras que han tenido con seres del más allá.
Seres que tiene una extraña pero rica forma de jugar con sus cuerpecitos, juegos que les han hecho estremecer de placer.
Todo empezó hace cuatro años, unos días antes de la noche de muertos, Don Roque, el viejito dueño de la tienda más grande del pueblo, les dijo que les tenía una sorpresa muy especial.
Les contó que él personalmente era muy amigo de un fantasma, al que le gustaban mucho las chicas bonitas. Y que esa noche de muertos vendría al pueblo expresamente para conocerlas a ellas dos y darles un dulce especial, eso sí, solo se los daría a probar si demostraban ser buenas y obedientes.
Las dos hermanitas se emocionaron mucho, les encantaba la idea de conocer a un verdadero fantasma y ya querían probar ese dulce especial.
Así que sin rechistar obedecieron todas las instrucciones del avispado viejito, no le contaron a nadie del fantasma y se presentaron en la tienda por la noche ataviadas con disfraces que el mismo Don Roque les había dado, un par de trajecitos de muñeca, como el de Alicia en el país de las maravillas, azul el de Brenda y rosa el de Esme.
El conjunto incluía brillantes zapatitos de charol, calcetas blancas hasta medio muslo y un par de tanguitas tan delgadas que se les metían entre los gordos cachetes del culo por detrás y entre los labios de las puchitas por delante, eran de una fina tela transparente y llenaban un bonito moño rojo de adorno.
Estos trajecitos, se terminarían por convertir en algo así como en los uniformes para la lujuria de las hermanas, pues siempre que fueron folladas, los traían puestos.
Conocieron al señor fantasma y este junto a un amigo les dieron de su dulce especial, una especie de extraño hongo de carne que sobre salía de entre sus pantalones.
Las hermanas se hartaron de chupar esos dulces duros y calientes, que les llenaban las boquitas de líquido espeso y acido. Pero no solo eso, ambos fantasmas les enseñaron a comerlo no solo con la boca, a Brenda le dieron dulce por la vagina y Esme recibió su ración por el culito.
Ambas quedaron encantadas.
Aunque en su inocencia no supieron ver qué en realidad todo eso había sido un perverso y elaborado plan de don Roque. Que vestido de fantasma y en compañía de un amigo suyo, habían diseñado especialmente para poder agasajarse con las nenas.
Para el año siguiente las hermanitas no habían olvidado al señor fantasma y su dulce, y se morían de ganas de probarlo de nuevo, habían esperado pacientemente la noche de brujas para hacerlo. Pero está vez tuvieron una experiencia distinta. Está vez recibieron una invitación de los chicos del club de teatro del pueblo.
Los chicos del club les dijeron que unas calaveritas harían una fiesta a la que estaban invitadas, pues ellas eran lasas bonitas del pueblo, y si ganaban una serie de pruebas, les darían un tesoro lleno de dulces.
Una vez más las hermanitas se sentían sumamente emocionadas y afortunadas. Llegaron al viejo teatro del pueblo, con sus vestiditos puestos y ahí empezó la fiesta.
Las doce calaveritas las retaron una y otra vez a distintos juegos, juego que les gustaron y les daban mucho placer, y las inteligentes hermanas ganaron cada uno de los juegos. Gozando bastante de paso.
Durante los juegos las calaveritas se dieron gustó con los ricos cuerpos de las dos nenas, acariciando y lamiendo cada rincón, restregándo sus dulces entre las gorditas nalgas y sobre sus puchitas calientes.
A Brenda y Esmeralda les quedaron claras varias cosas, aparentemente todos los seres del más allá poseían esos dulces especiales, pues las doce calaveritas les mostraron sendos dulces especiales igual de duros y calientes que los de los fantasmas del año pasado.
Y aparentemente a todos los seres del más allá les gustaba jugar con chicas bonitas como ellas, centrándose sobre todo en sus tiernas conchitas y apretados culitos. Las calaveritas llamaban a sus vaginas, los tesoritos y desde entonces a las hermanas les dio por referirse así a sus propias vaginas.
Cómo ahora tenían doce dulces para ellas solitas, las nenas se dieron un verdadero atracón con ellos, un verdadero festín, las dos degustaron los doce dulces varias veces y de nuevo no solo con las boquitas, sus puchitas y culitos recibieron buenas dosis de dulce duro y líquido caliente.
Pese a ser jóvenes, las dos hermanitas ya habían recibido dulce especial por todos sus hoyitos. Y no solo eso en algún momento, para su placer, las calaveritas habían hecho que ambas se comieran las vaginas entre ellas. Situación que le había gustado sobre todo a Esme.
Una vez más las nenas quedaron encantadas y una vez más su inocencia no les había permitido ver qué todo había sido un elaborado y sucio plan de los miembros del club de teatro, para agasajarse con los cuerpos de las hermanitas.
Si después de la experiencia con los fantasmas, las niñas habían quedado encantadas y de vez en cuando lo remoraban, sintiendo que sus cuerpecitos se calentaban. Ahora después de las calaveritas, las hermanitas no pasaban un solo día sin pensar en ello.
Sentían que sus cuerpos les pedían a gritos repetir ese tipo de juegos. Y más de una noche sus propias manitas les ayudaban un poco a calmar el ardor.
Al menos dos veces a la semana ambas hermanas se masturbaban cada una en su cama, recordando esos ricos dulces. Y no solo eso, más de una vez Esme se metía entre las piernas de Brenda para comerle todo el tesorito.
Aunque la boquita de su hermana menor la llenaba al cielo y de regreso, mamando incansable y bebiéndose todos sus juegos, a Brenda esto le hacía sentir un poco culpable, así que no lo permitía a menudo, pese a que Esme podía rogarle toda la noche que se dejará comer el tesorito.
Si, esas chicas ya eran unas putitas hambrientas de verga, pero no lo sabían aún.
Tanta era su necesidad y deseo, que al año siguiente ellas mismas decidieron buscar a un nuevo fantasma para jugar.
Así que fueron a una antigua mansión a las afueras del pueblo, que se decía estaba embrujada. Y allí lo encontraron.
Este nuevo fantasma era muy distinto a los demás, parecía una persona normal, un joven alto y delgado, que al inicio se negó a jugar con ellas. Pero las hermanitas solo tuvieron que explicarle el juego y enseñarle que eran buenas nenas. Para que el fantasma decidiera compartir con ellas su dulce especial.
Y de nuevo todo fue diferente a las veces anteriores el fantasma se desnudó y mostró un muy atractivo y fuerte cuerpo masculino que despertó aún más instintos de pequeñas putitas de las hermanas. Y como cereza al pastel el dulce especial de este fantasma era sumamente enorme, más grande y gordo que todos los demás de los que habían visto las chicas, y tenía una extraña forma curvada hacia arriba.
Además, este fantasma las trato diferente, era más cariñoso y cuidadoso con ellas. Y esto las hizo gozar mucho más que las veces pasadas.
Pese a que está vez solo había un dulce para las dos, el fantasma demostró una potencia desbordada y sin mayor problema les dio dulce a las dos por todos lados y más de una vez.
El enorme dulce les dio a conocer nuevos placeres, que las volvieron locas.
Por tercer año consecutivo las nenas quedaron encantadas. Y de nuevo su inocencia no les permitió ver qué todo había sido una serie de malos entendidos y coincidencias. Que en realidad le habían dado la noche de su vida a un joven abogado que estaba en la mansión por casualidad.
Después de esa tercer aventura, ahora sí las hermanas se volvieron por completo en unas pervertidas, sus cuerpos les pedían placer y más dulce especial. Pero seguían creyendo que era algo que solo encontrarían en seres del más allá y por eso mismo, debían esperar a una nueva noche de muertos para disfrutar de esos placeres.
Pero era tanta la calentura que había despertado en ellas, que ahora las noches en su cuarto eran un delirio lésbico e insestuoso.
No era solo que ahora Brenda solicitaba los trabajos orales de su hermana menor cada noche, ahora ella misma estaba dispuesta a regresarle los favores.
Así las nenas podían pasar varias horas antes de dormir comiéndole el tesorito a su hermana, ambas se fueron volviendo muy buenas en ello, pronto, descubrieron el 69 y así se regalaban orgasmos orales todas las noches.
Y creanlo o no, ellas seguían sin saber que era el sexo. Aún eran así de inocentes, era como que sus mentes no acababan de entender lo que sus cuerpos hacían. Lo hacían por qué era rico y ya, no sé detenían a preguntarse nada, se dedicaba solo a disfrutar.
Esmeralda es la más bonita de las dos, su rostro es tan bello que parece pintado por el mejor artista, si viviera en la ciudad sin duda ya habría protagonizado varios comerciales en tv.
Su boquita es grande, de hermosos labios gorditos en forma de corazón, una boquita hecha para besar y mamar sin cansancio. Su figura es muy delgada, sus pechos solo son dos montecitos dé pezones puntiagudos, pero sus piernas aunque delgadas, están muy bien formadas y sus nalgas si bien son chicas, tienen una firmeza espectacular, duras y redondas, su culo es un durazno de carne.
Por su lado Brenda, aunque también es hermosa, es un poco menos bella del rostro que su hermana menor. Pero indiscutiblemente tiene un cuerpo mucho más desarrollado, ya es toda una señorita hermosa y deliciosa.
Sus tetas son bastante grandes, del tamaño suficiente como para abarcar unas manos, redondas y firmes, doscabtaros de los que se antoja beber, con pezones pequeños y hermosos. Tiene unas caderas de infarto, una cintura de avispa, y culo bien gordo y redondo.
Al ser la mayor, Brenda ya empieza a cuestionarse ciertas cosas, ya le están empezando a surgir ciertas dudas sobre las vivencias de los años anteriores. Le cuesta un poco pensar que todo lo vivido fuera real.
Pero aun es inocente y quiere creer que todo ha Sido real.
Ambas hermanas están vueltas locas, pues se acerca el nuevo día de muertos. Ambas esperan tener una nueva, rica y divertida aventura
Y seguramente lo lograrán, pues hay más personas en el pueblo que están esperando lo mismo que ellas, que saben que el día de muertos se acerca y que es la ocasión perfecta para gozar de esas ricas hermanitas.
Pues don Roque y su amigo, los 12 miembros del club de teatro y el joven abogado, saben de la realidad de las aventuras de este par de bellas chicas y se mueren por repetir. Y no olvidemos que debe haber por ahí otros hombres en el pueblo, dispuestos a todo para gozar de las nenas, pues no olvidemos que cualquier hombre que se haya cruzado con ellas las desea con desesperación, lo que incluye a los miembros de la propia familia de las hermanitas.
¿Qué nueva aventura tendrán Brenda y Esmeralda este año?
..........................................
Ok, esto era el inicio del nuevo relato de Brenda y Esmeralda. Pero como he visto que bajó el nuevo regla
mento, se han borrado incluso algunos comentarios. Me queda claro que hay que ir con cuidado. Lo dejo por aquí, para tantear el terreno y ver qué tan posible es continuarlo.
Gracias.
Gracias.