Mariana Presidenta de la Comunidad - Capítulos 001 al 003

heranlu

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Mariana Presidenta de la Comunidad - Capítulo 001


mi nombre es Mariana, soy una chica del sur, felizmente casada y con una maravillosa hija de cinco años, soy contable desde hace quince años en una multinacional, si bien no es el trabajo más apasionante del mundo me permite vivir cómodamente, estoy casada con mi novio de toda vida lo conocí a los 16 y llevamos 20 años juntos él es directivo en una multinacional, lo cual nos reporta por un lado un tren de vida muy alto y por otro lado sus innumerables viajes me proporcionan la independencia que siempre he querido.

En el aspecto físico soy una chica normal, algo rellenita pero con unas curvas increíbles gasto una talla 110 de sujetador mi marido y mis amigas me dicen que aunque me sobran algunos kilos soy un verdadero pivón.

En el aspecto sexual soy una persona muy tradicional si bien los primeros años de noviazgo, fueron ardientes y variados, con el paso del tiempo solo practicábamos sexo dos veces al mes durante tres o cuatro minutos y siempre en la postura del misionero.

Os paso a relatar un suceso que cambio por completo mi vida y la de mi pareja, hace cinco años compramos un apartamento en una concurrida zona turística de Almería, en la reunión de vecinos del año pasado medio por obligación y medio porque soy una de las pocas personas de la comunidad con formación me eligieron presidenta, en la última reunión tediosa como siempre me encomendaron que visitara al dueño de los tres locales que tiene el bloque, en un principio pusieron un restaurante chino y una pequeño supermercado pero el año pasado los compro un Ruso y madre mía había puesto un sex-shop y un pub que habría normalmente a las 23:00 y permanecía abierto toda la noche, es mas en este pub se rumoreaba que se consumían sustancias estupefacientes.

Como mi marido iba a pasar cuatro días en Barcelona cerrando el mes de julio antes de iniciar las vacaciones yo le deje mi hija a mi madre y me fui unos días al apartamento, para descansar e intentar meter a este señor en vereda.

Llegue la mañana del lunes y a cosa de las 10:00 baje al pub con la esperanza de que estuviera abierto, solo me encontré a la limpiadora, le dije que si podía informarle al dueño que saliera que era la presidenta y que tenía que hablar con él, a los pocos minutos salió el dueño junto a otra persona se presentó como Karei, el otro señor, un guaperas, ni se presentó, me dio su tarjeta y me dijo que se iba a cerrar unos negocios pero que si quería que volviera a las 23:00 y que hablaríamos, yo no tenía otra opción. Me fui pase todo el día en la playa y a cosa de las 09:00 me vestí con un vestido veraniego que me llegaba por las rodillas y arriba iba atado al cuello con los hombros al descubierto me puse una especie de mantilla pues nunca salía con los hombros al descubierto y baje a cenar, pedí una ensalada pues estaba a dieta no había comido prácticamente nada, me apetecía tomar una copa de vino pero el metre me dijo que solo servían botellas, pedí una botella y serían como las 10:45 cuando me había tomado la botella entera, yo lo más que solía tomar era un copa ya que el resto se lo suele tomar mi marido, cuando pagué y me levante estaba un poco mareada pero me arme de valor y fui al pub, cuando entre me presente al portero un señor ruso de metro noventa un poco gordo pero impecablemente vestido como Mariana la presidenta de la comunidad, le dije que quería hablar con Karei, el por un aparato de comunicación hablo en ruso y no antes de darme un repaso visual completo me dijo que pasara que me sentara en la barra que ahora vendría Karei.

Me senté, el pub era especialmente oscuro y al fondo se veía una zona reservada, y una pequeña puerta por la que se accedía a lo que entendí como el sex shop.

Nada más sentarme en un taburete de la barra se acercó una camarera, esta sonriéndome me dijo que Karei tardaría algo más pero que tenía barra libre, yo no estaba acostumbrada a este tipo de situaciones, pero no quería desagradar, le pedí que me trajera algún combinado, ella me dio la carta y pedí algo que se llamaba deep blue, parecía un combinado suave, leí que tenía mucha azúcar y ron, me lo trajeron me pareció algo fuerte pero empecé a bebérmelo, sin saber cómo permanecí en la barra como 50 minutos iba por el tercer combinado cuando en la pista empezó una especie de espectáculo de baile, coño era un espectáculo porno y el actor era el acompáñate de karei de por la mañana, joder yo contable madre y esposa más mojigata que nadie en el mundo estaba sola en un pub de dudosa reputación medio borracha y viendo porno en directo, desde luego mi posición en la barra me daba tranquilidad, veía la puerta y solo la camarera me veía, el espectáculo era muy fuerte dos chicos y una rubia espectacular follaban salvajemente, joder no sé como pero me estaba mojando, estaba casi empapada, el espectáculo iba más a más, yo ni me imaginaba que se pudiera hacer todo lo que hacían nunca había visto porno, es más en un momento dado se estaban follando los dos chicos a las vez coño por el culo y coño, lo había escuchado pero entendía que era una leyenda sexual, justo antes de empezar el sexo anal pude ver claramente como la chica olía un tarrito pequeño al olerlo se le vio como poseída los chicos habilidosamente le daban a oler el frasquito cada medio minuto y la cara de vicio de la chica era un poema.

El espectáculo terminó y note una mano fuerte en mi hombro era Karei que en un muy correcto español me dijo que disfrutando un rato no, yo me puse como un tomate sin darme cuenta y en la intimidad de mi rinconcito en la barra tenía una mano metida en mis bragas, yo no sabía qué hacer, el solo sonrió y me dijo, no te preocupes voy a estar con mi socio en el reservado, si quieres entramos y hablamos de la problemática de la comunidad.

Madre mía no sabía qué hacer, por un momento decidí irme pero los vecinos me preguntarían que había pasado y a qué acuerdo habíamos llegado, me arme de valor al levantarme me di cuenta de que los combinados habían hecho su efecto, pero me dije Mariana entra y demuestra que nadie se puede reír de ti, entre en el reservado, estaban los actores y la actriz en una mesa al fondo, vi claramente como estaban esnifando el tarro y unos polvos blancos, enseguida se levantó Karei y me dijo que me sentara, en la mesa había dos tarros más, me dijo que si quería beber algo más, lo correcto hubiera sido pedir un zumo pero quería parecer fuerte, pedí un cuarto combinado al probarlo parecía aún más rico que los anteriores, empecé a hablar y a trasmitirle los problemas de la comunidad al estar ya medio borracha no me di cuenta de que se me había levantado la falda hasta los muslos.

Mi mirada iba de la cara de Karei a la escena que se producía a su espalda, ya no estaba tan cohibida, parecía que los combinados me estaban desinhibiendo, le plantee al dueño todas las quejas de la comunidad y él siempre con una sonrisa en los labios, me dejaba hablar, en ningún momento me corto, ni me dijo nada desagradable, parecía más bien que mis argumentos le parecían razonables, de pronto a la espalda de Karei pude ver como la chica que no dejaba de oler el frasquito se desnudo del todo, yo por mi parte de forma automática deje caer mi mantilla de los hombros hasta el suelo, estaba empezando a sentir mucho calor, la chica coño se estaba tumbando en el sofá boca arriba, unos de los chicos le abría las piernas y le metía, coño, un dedo en la vagina, el chico saco el dedo mojado y lo paso por los polvos blancos que previamente había esparcido por la mesita y coño, se lo volvió a meter.

Mariana!!!, era Karei que estaba llamando mi atención, se ve que me había quedado tan absorta en lo que estaba viendo que deje de hablar, cuando lo miré y volví en mí, tosí y di un sorbo de mi combinado, Karei sonrió, como había perdido el hilo de la conversación miré nuestra mesa sin saber muy bien como continuar, en ella junto con nuestros combinados y un paquete de tabaco, estaban los tarritos que había visto oler a la chica y polvo blanco, los mire con curiosidad, en principio aunque no estoy muy puesta en drogas pensé que era coca, pero cuando vi que se la metía a la chica en la vagina, pensé que sería algún otro producto del sex-shop, de los tarritos no tenía ni idea.

Karei al ver mi cara de curiosidad, cogió uno de ellos y me dijo, es Popper, yo no había escuchado en mi vida ese nombre, dije popper?, si, cuando lo hueles aumenta el placer sexual, solté una carcajada nerviosa, pensé en mi marido y pensé en que no estaría mal aumentar nuestro placer sexual, últimamente lo hacíamos poco y demasiado rápido, yo casi no me enteraba, definitivamente necesitaba aumentar mi placer sexual. Pero claro estos eran mis pensamientos y de ningún modo se los iba a trasmitir al ruso, ni le dije que, no me vendría mal un tarrito de esos o más de dos. Karei como si estuviera leyéndome el pensamiento abrió el tarrito y me dijo, huélelo, te gustará, yo que soy muy recatada normalmente habría dicho que no, pero claro la curiosidad mato al gato y llevaba unos cuantos combinados encima y coño sentía curiosidad.

Al olerlo, note un olor dulzor, parecido a la acetona de las uñas, totalmente inofensivo y lo hice de nuevo, una sensación de calor ardiente empezó a recorrerme el cuerpo, me sentía muy bien, me apoye en el respaldo de la silla, me levante la melena con los brazos, eleve mis pechos y suspire, definitivamente el popper te hacia sentir muy bien, alargue mi mano hacia el combinado, di un sorbo y volví apoyar la espalda, en estas maniobras de echarme hacía adelante y hacía atrás, y al hacerlo sin ningún tipo de cuidado, mi vestido había dejado ya hace mucho tiempo de taparme los muslos, y difícilmente me tapaba las bragas. Pero claro entre lo que había bebido, la cálida sensación y una especie de euforia que me estaba embargando, yo no me di ni cuenta. En este momento al mirar a Karei, escuche que estaba argumentando sobre los problemas de la comunidad, pero una sonrisa burlona asomaba a sus ojos, mire a su espalda y vi al chico entre las piernas de la chica chupándola, lamiéndola, mi calor se hizo más intenso y entreabrí mis piernas. Karei que no me quitaba ojo, me dijo quieres olerlo de nuevo, como una autómata dije que si con mi cabeza, sentándose a mi lado, me lo dio a oler.

La sensación fue liberadora, como si me faltara el aire, abrí más la boca, el oxígeno me parecía llegar cada vez más adentro, no jadeaba pero respiraba muy profundamente, vi a los actores y uno estaba follándola a cuatro patas, mientras ella se comía la polla del otro, que lenguaje, Mariana, mi calor ya no podía subir más, de repente note como una mano subía por la cara interna de mi muslo, la comunidad, mi familia no me acordaba de ellos, mi cuerpo estaba totalmente receptivo, esa mano subía y yo ansiaba que encontrara la puerta de mi deseo, abrí más las piernas para indicarle el camino, poco a poco note como unos dedos desconocidos se abrían paso entre mis bragas, si, bragas, si yo hubiera planeado esto quizás me habría puesto ese conjunto tan mono que me había comprado en el Corte Inglés, las rebajas pasadas, pero coño yo venía a hablar de la comunidad, la mano conocedora de lo que se hacía aparto el algodón y encontró lo que buscaba, el primer dedo fue liberador, no se si abrí más las piernas, no sé si podía abrirlas más, pero el anhelo que sentía fue calmándose, primero fue uno, luego dos, de pronto me encontré con tres dedos en mi interior, me recosté en la silla y me deje llevar, me gustaba, hacía mucho tiempo que nadie se paraba a hacerme disfrutar, esa mano no buscaba nada más que mi disfrute no satisfacer de forma rápida un instinto primario, me acariciaba, entraba y salía. No se como me encontré recostada en el suelo, había moqueta con lo que la sensación era muy agradable, vi mi mantilla en el suelo, y casi sonreí, para que quería yo una mantilla con el calor que tenía.

Karei saco su mano de mí, me abrió las piernas y empezó a chuparme, no lo hacía por cumplir como pasaba últimamente con mi marido, parecía que le gustaba, cada lametón me hacía casi elevar todo mi cuerpo, de pronto note como su lengua me penetraba, no era profunda pero si exigente, como si me taladrara, al mismo tiempo cuando salía sus dientes mordían mi clítoris. Estaba en el séptimo cielo cuando mi ruso, acerco el delicioso tarro a mi cara, no pregunto, lo abrió y yo deseosa acerque mi nariz y olí, otra oleada de placer se apoderó de mi, arquee mi espalda y me expuse todo lo que podía, en un momento dado, poco a poco los actores se acercaron a donde estábamos, siguieron a su rollo pero más cerca de nosotros, de pronto miré a la mesa y a Karei, él sin pregúntame, como si hubiera escuchado mis deseos, cogió los polvos de la mesa y me miró, yo toda laxa, asentí y esa lengua que me taladraba hace un minuto volvió a hacerlo esta vez cubierta de polvo blanco, la sensación fue indescriptible, nunca antes en mis muchos años había experimentado nada así.

Me volví caliente, zorrona y dándome la vuelta con el vestido en la cintura y sin mis bragas, le ofrecí mi coño a cuatro patas, Karei se bajo la cremallera y sin bajarse los pantalones siquiera, se cogió la polla, yo miré curiosa y abrí los ojos como platos al ver semejante instrumento en sus manos, mi marido estaba bien, pero claro no tenía con que comparar, ya que había sido mi único novio, la de Karei era gruesa y venosa, no más larga que la de mi marido, pero si más gruesa, sin preguntarme, ni más preámbulos, me empaló, la embestida casi me hace caer de bruces sobre la moqueta, pero afiance mis manos y espere gustosa la siguiente embestida, con cada una de ellas mi placer iba en aumento, parece que el popper y la coca estaban haciendo de las suyas y yo estaba en el cielo, a la mierda la comunidad, la familia y mis prejuicios, el ruso estaba haciendo que me olvidara hasta de mi nombre, entre embestida y embestida, uno de los actores, el guaperas de la puerta del día anterior, se acerco mucho a nosotros, estaba prácticamente pegado a mi, y en un momento dado, al abrir los ojos me encontré con su polla delante de mis ojos, era sonrosada y muy muy grande, se la había cubierto de polvo blanco y yo como sin querer saque mi lengua y la lamí, mas que nada para chupar el polvillo.

Pero me gusto, me gusto mucho, empecé a chupar esa polla sonrosada, mientras Karei una y otra vez me embestía, dos hombres para mí, mi cerebro no podía registrar una situación similar, pero como me gustaba, no pensé más, de repente mi ruso entre embestida y embestida me puso un dedo en el culo, quieto rusito pensé, por ahí no paso, bien que me estáis tratando como una reina, que me encanta que me follen y chupar algo al mismo tiempo, pero mi culo es sagrado y por ahí no entra ni el pelo de una gamba, pero el muy puñetero se relajo y con vida propia, podría decirse que se abrió.

Karei que parecía un pulpo porque le faltaban manos, pareció acercarse a la mesa y embadurnarse un dedo de nuevo en el bendito polvo blanco, después de habérselo chupado con deleite, ese dedito blanco, fue directamente a mi culo y mi culo, como si lo estuviese esperando toda la vida se dejo hacer, no me dolió al contrario parecía que lo estuviera deseando, me corrí con dos entradas.

Mariana, un tío follándote y con un dedo en tu culo y otro con su polla en tu boca, vamos a ver que tu eres una señora que se viste por los pies, que eres la presidenta, pero me encantaba. Karei como si leyera mis pensamientos dejo de follarme y se dedico a chupar esa parte de mi cuerpo que hasta hace un minuto estaba virgen, me lo rodeaba con la lengua y a cada pasada una oleada de calor me recorría desde la punta de los pies hasta la polla del guaperas. Me descoloque, tenía una lengua en el culo, me acababa de correr, una polla en la boca y otra lengua que me chupaba el clítoris. A ver organización, quien puede explicarme esto, son muchas lenguas.

Me volví y vi a la rubia espectacular tumbada entre mis piernas, chupándome con un deleite, que me dejo fría, perdón caliente muy caliente, al mismo tiempo me pellizcaba los pezones, Dios cuando me había quitado mi vestido, no, simplemente me habían desatado el nudo del cuello y colgaba de mi cintura, pero mi 110 liberada bamboleaba bajo mi cuerpo y la rubia no dejaba de masajéamelas. De repente, note unos dedos en mi coño, la rubia que aparte de chupar buscaba donde agarrarse, y unos dedos finos entraban y salían, aferrándose a mí.

Como si supiera lo que iba a pasar el guaperas de la polla sonrosada se retiró de mi boca, justo en el momento que Karei hacía una incursión en mi culo, al principio no fue bien recibida, me dolía era muy gruesa, pero junto con los mordiscos y los dedos de la rubia mis defensas huyeron en retirada y una polla gruesa lleno mi agujero, al principio, sin mucho movimiento pero en cuanto encontró, su espacio, bombeaba a su ritmo y yo me partía en dos de placer, grité, maldecí, me corrí, como nunca creo que me corriera, la rubia no paraba y el guaperas de la polla sonrosada volvió al ataque, esta vez yo la chupe con fruición, la necesitaba era mi punto de escape, hasta que Karei se corrió, se salio de mi y yo caí tumbada en la moqueta. Entonces el guaperas le dijo algo en ruso a Karei, y estos se rieron, se sentó en un pequeño taburete y me indico que me subiera, tenia las piernas entumecidas pero mi cuerpo aun quería más, me subí y me la metí de golpe en el coño, era mucho mas grande y larga que la de Karei pero mi coño se la comió entera, empecé a menearme con furia, de pronto note algo en mi culo mire para atrás y era la rubia espectacular con un consolador metido en una especie de cinturón no me lo podía creer, ella, me sonrió maliciosamente, embadurno el consolador en una especie de gel y lo fue introduciendo poco a poco, en unos minutos me encontré con dos pollas dentro de mi que no paraban de bombearme placer, creo que me corrí dos veces mas, perdí la cuenta.

La rubia que era una guarra de mucho cuidado, mientras me partía el culo en dos me pellizcaba los pezones, me mordía el cuello con furia y me daba fuertes cachetadas en mi culito. De esta forma estuvieron al menos cuarenta minutos más, me cambiaron de postura varias veces, parecía una muñeca, en un momento de movimiento vi como Karei estaba cerca nuestro con una cámara, madre mía me estaban grabando pero no lejos de incomodarme y en el estado de perversión en el que estaba me excitó aún más, casi esbocé una sonrisa a la cámara.

Justo cuando creía que iba a desmayarme de placer el guaperas se levantó y apuntando su polla a mi cara se masturbo unos segundos, la corrida fue descomunal cinco o seis grandes chorros de espeso y caliente semen cayeron sobre mi cara, y este empezó a chorrearme, la rubia se me acerco y empezó a lamerlo, hábilmente no dejo que nada cayera a la moqueta, lamía mi sudor y el semen, mi frente, mis ojos, mi boca, después nos fundimos en un tremendo y húmedo muerdo que me dejó sin respiración.

No se como y sin despedirme, recogí como pude y me fui corriendo, me acosté y prácticamente no tarde ni unos segundos en dormirme.

A la mañana siguiente, cuando desperté, tenia un mensaje en mi móvil de Karei, recordaba haberle dado mi teléfono durante la charla inicial, en el junto a dos fotos mías una durante la penetración doble y otra con toda la cara llena de semen, me decía, eres libre de elegir tu camino.

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Mariana Presidenta de la Comunidad - Capítulo 002



Estaba mirando el móvil en la cama, observando las fotos que Karei me había enviado cuando su sonido me sobresalto, me quede mirando unos segundos hasta que al final reaccioné, era Pablo mi marido, tosí me aclare la voz y dije,

Hola cariño,

Hola Mami, que tal tus días solitarios en el paraíso, has podido arreglar los problemas de la comunidad, me pregunto mi marido con algo de coña.

Mami?, cuándo había dejado de ser Mariana, cuándo había dejado de ser una mujer para convertirme en solo una madre, estuvimos un rato hablando de tonterías y acordamos que como a él le faltaban un par de días para cerrar su trabajo y yo no había terminado mis gestiones en la comunidad, me quedaría un par de días más sola y después vendría mi marido después de recoger a mi hija, que estaba encantada con mi madre y sus primos. Un par de días que yo disfrutaría relajándome y terminando lo que había venido a hacer, después de colgar, me estiré en la cama y note como me dolía cada trocito de mi cuerpo, la noche anterior me estaba pasando factura, aparte de una resaca tremenda por mi poca tolerancia al alcohol, al levantarme de la cama me costaba andar y mi culo parecía que tenía todavía una polla dentro, de lo abierto que lo tenía.

Me dirigí al baño, al mirarme al espejo me asusto mi aspecto, tenía los ojos muy enrojecidos, el pelo sudado y pegajoso, sin más me metí bajo la ducha y el agua caliente fue despertando mis sentidos, me enjabone y mis pezones al contacto con el agua se pusieron duros, me los pellizque y sentí un calambrazo de placer, la esponja fue bajando y el jabón llegó hasta mi coño que también seguía muy abierto y sensible, el simple roce de la esponja hizo que me calentará de nuevo, mi clítoris estaba muy hinchado y mi ano me dolía con la sola presión de la esponja, al frotarlo y retirar los restos secos empecé a fantasear con lo ocurrido la noche anterior, las imágenes se sucedían en mi cabeza, Karei, la rubia espectacular y el otro tipo del que no sabia ni su nombre, vinieron a mi mente, no podía ni creer lo que había pasado, como me habían utilizado, como había disfrutado, sus pollas a mi alrededor, como les hacía una mamada sin ningún remilgo, como habían desvirgado mi culo y me había corrido como nunca, desde luego el popper era un artículo muy peligroso, me había convertido en una p…, en una puta, esa era la palabra que mi mente no quería pronunciar.

Esa noche mi cuerpo pedía más y más, cuando hasta ahora me contentaba con un misionero tradicional y cortito, ya nada iba a ser igual, después de experimentar el placer con mayúsculas, mi antigua vida sexual me iba dejar muy poco satisfecha, pero claro Pablo, mi marido, es a lo que me tenía acostumbrada y no podía de un día para otro, encontrarse con una loba sexual. Definitivamente este tenía que ser mi secreto, yo era una mujer tradicional y respetable, que simplemente había tenido una noche loca. Salí de la ducha y todavía dolorida, me vestí, mis pezones muy sensibles e irritados solo me permitieron colocarme un kaftan muy ligero de gasa casi transparente, que venía a juego y de regalo, con un bikini que me había comprado, nunca lo había utilizado para bajar a la playa, era demasiado transparente y mas que tapar enseñaba, pero estaba sola y mis pezones no podían soportar nada más, me puse unas braguitas y el simple roce del algodón con mi cuerpo, hizo que me las quitara inmediatamente.

Sólo con la prenda de gasa como indumentaria me fui a la cocina, al pasar por el pasillo, vi mi reflejo en el espejo y me sorprendió, mi cuerpo estaba totalmente expuesto a través del tejido, mis pechos, mi 110 parecía más grande aún, los tenía hinchados y erectos, se marcaban perfectamente los pezones y mi vello púbico se veía sombrear, me sentía muy atractiva, tanto que durante un rato estuve mirándome y girándome ante el espejo.

Ya en la cocina, me preparé un té y unas tostadas, al sentarme en una taburete de la barra de la cocina, note mi culo muy dolorido y añadí a mi desayuno un par ibuprofenos, que bajarían la inflamación. Terminado el desayuno, me fui al salón y me deje caer en el sofá del salón, estaba sola y no tenía mucho que hacer, eran las 12 de la mañana y el sopor hizo que me quedara de nuevo dormida.

Al rato me desperté sobresaltada, estaban llamando al timbre de la puerta, mire el reloj y eran las 5 de la tarde, un poco atontada me dirigí a la entrada y miré por la mirilla, para ver quién estaba llamando, era una chica rubia, alta que me resulto familiar, pero no acertaba a recordar quién era, entreabrí un poco la puerta y asome la cabeza.

Hola, me dijo la rubia, soy Britta te acuerdas de mi, en ese momento el recuerdo del morreo que nos habíamos dado, me hizo subir los colores, pero claro, la rubia espectacular iba de calle, con una faldita y una nadadora negra, su pelo recogido en una cola alta, parecía una chica normal, con las gafas de sol sobre la cabeza y un gran bolso bandolera colgado al hombro. Yo debía tener cara de tonta, ruborizada y solo con la cabeza asomada fuera de la puerta, entonces volví a escucharla, Mariana estás bien, ese era tu nombre no?, volví en mi, y entreabrí un poco más la puerta.

Si, perdona estoy un poco aturdida, me había dormido un rato. No importa, me dijo, lo entiendo, entro a trabajar a las ocho en el Sex Shop, pero acordándome de la fiesta de anoche, y pensando que quizás no estabas muy acostumbrada, decidí pasarme por tu casa para traerte algo que creo que te vendrá muy bien, metió la mano en su bandolera y sacó un bote rosa, es una crema calmante, tiene rosa mosqueta y aloe, creo que te refrescara y bajara la inflamación que seguro que tienes. Sin acordarme de cómo iba vestida, abrí del todo la puerta, y me acerque a coger el tarro, Britta en ese momento me miro de arriba abajo, con una sonrisa se quedó mirando mis pechos, seguía con los pezones duros y erectos, todo mi cuerpo se trasparentaba a través de mi kaftan, intentando tapar mi desnudez, me eche un poco hacia atrás para no quedar tan expuesta, y ella lo tomo como una invitación a entrar, ya que yo ya no le franqueaba la puerta.

Una vez ella estaba dentro, y para que ningún vecino me pudiera ver desnuda cerré la puerta, ella volvió a coger el tarro de mis manos y se dirigió al salón, empezó a contarme, que la crema no me provocaría ninguna reacción alérgica, que era una producto que se vendía mucho en la tienda y que no solamente era buena para después de una buena sesión de sexo, sus propiedades calmantes me vendrían de perlas para después de tomar el sol por ejemplo, Britta hablaba de sus productos, como si de una promotora de la perfumería del Corte Inglés se tratara, para ella hablar de sus propiedades era lo más natural, yo la seguí al salón y al sentarme a su lado, note de nuevo el dolor en mi culo y mi coño, mi cara tuvo que cambiar y el gesto de dolor tuvo que ser claro, ya que ella dejo de hablar y con una sonrisa me dijo, que no me preocupara, tumbate te hará mejorará en un momento.

Yo como si estuviera hablando con mi médico, hice lo que me decía, era tal la confianza que me inspiraba y el dolor que sentía, que no me lo pensé dos veces, lentamente me eche hacía atrás, quedando recostada en los cojines de cara a ella. Britta, me abrió un poco las piernas y se sentó en medio, lentamente me fue subiendo el Kaftan hasta dejar mis pechos al descubierto, era una locura, estaba completamente expuesta a una total desconocida y no sentía ningún pudor, es más notaba como un calorcito muy agradable me subía desde la entrepierna.

Ella sin dejar de sonreír, abrió el bote, metió tres dedos y con ellos embadurnados en un gel rosa se acerco a uno de mis pechos, lentamente, con mimo fue rodeando mi aureola y mi pezón, que aunque duro y sensible después del maltrato del día anterior, agradeció la sensación de frescor que me produjo de forma inmediata, Britta no dejaba de mirarme a los ojos y yo me sentía prisionera en esos ojos azules, fue ampliando sus refrescantes caricias, hasta masajear por completo esa teta, ya no empleaba sus tres dedos sino la mano entera, el masaje era muy agradable, en un momento note que paraba y mire de nuevo su mano, simplemente volvía al tarro rosa para recoger más gel y emplearse con el mismo mimo en mi otro pecho, ansiaba su contacto y al recibirlo deje de mirarla a los ojos y entrecerré los míos, era increíble como me estaba dejando tocar por una mujer, una desconocida que sabía perfectamente lo que necesitaba.

Yo una mujer normal, madre y esposa que hasta el día anterior jamás había tenido más contacto sexual que con mi marido y nunca, nunca, nunca había pensado en una mujer, ahora me estaba dejando masajear por una rubia espectacular llamada Britta, que el día anterior me había penetrado con su lengua, con sus dedos y con un aparato enorme atado a su cintura, era una locura. Cuando terminó de masajear mi otra teta, abrí los ojos, la quemazón había desaparecido, mis pezones aunque erectos por el contacto y el frescor, ya no me dolían, la vi levantarse y arrodillarse junto al sofá, al mirarla me di cuenta que no llevaba sujetador, sus pezones también estaban duros y se transparentaban a través de la camiseta, en ese momento sonó su móvil, se puso de pie y me pidió disculpas por contestar, de su conversación pude deducir que alguien le estaba anulando una cita.

Perdona, esta tarde tenía una reunión de Tuppers sex, concertada desde el sex shop y me la acaban de anular, parece ser que no han podido reunir al suficiente número de chicas, y lo han aplazado para la semana próxima, yo me quede mirándola sin saber que decir. No sabía que era una reunión de Tuppers sex, ella entendió perfectamente mi cara y acercó su bandolera, arrodillándose de nuevo junto a mí, metió la mano y saco una cajita blanca, que parecía un estuche de joyería, al abrirlo sobre un terciopelo rosa aparecieron dos canicas metálicas, del tamaño de nueces.

Una reunión de Tuppers Sex, es una reunión de amigas, a la que invitan a una experta en productos eróticos, en este caso yo, de forma amena y con un café les voy enseñando las últimas novedades en productos de nuestro sex shop, aconsejándolas como utilizarlos y recomendándoles los productos que más salida tienen según sus gustos, esto primero que te he enseñado son una bolas chinas, sirven para darte placer con sus movimientos y para fortalecer las paredes de tu vagina, sobre todo si has tenido niños, yo cogí la cajita y las saque, pesaban un poco y al chocar entre ellas, producían un sonido metálico. Britta me miró y dijo, quizás quieras probarlas, tengo tiempo, ya que me han anulado mi cita y como veo que no conoces mucho estás cosas, ya que estoy en tu casa, puedo hacerte una reunión privada y así justifico mi tiempo fuera de la tienda.

Mariana, verás como te gusta, además como tenemos la crema aquí, puede ser una forma estupenda de refrescar tu irritada vagina, tumbate de nuevo, yo que me había sentado para ver que sacaba del bolso, me volví a recostar en mi sofá de piel y la gasa de mi vestido se quedo pegada por el gel a mis pechos, dejándolos más marcados si cabe. Cogió las bolas, las embadurno en el gel y de rodillas, me abrió un poco las piernas, cogiendo una bola entre sus dedos y acercándola a mi coño, la pasó suavemente por mis labios vaginales, de arriba a abajo, hasta que note una pequeña presión que enseguida dio como resultado que la bola estaba en mi interior, la sensación fue muy extraña y refrescante, inmediatamente cogió la otra bola y realizó la misma operación, la paso por toda mi raja y después de una leve presión, también mi vagina la engulló sin ningún problema, al entrar la segunda, note como un leve choque en mi interior, que volvió a producir una oleada cálida en mi.

Levántate un momento Mariana, verás el movimiento que vas a notar en un interior, se levantó y dándome la mano me ayudó a incorporarme, al ponerme de pie, mi vestido siguió arriba ya que estaba pegado por el gel a mis pechos, y mi culo y mi coño quedo expuesto, las bolas en mi interior, pesaban y tiraban de mi vagina hacia abajo, yo tenía que contraerla para evitar que se salieran y eso hacía que rebotaran en mi interior, produciendo un cosquilleo que iba calentándome.

Vuelve a tumbarte, me dijo.

Volvió a meter su mano en la bandolera y saco otra cajita, esta vez metálica, al abrirla, vi en su interior una especie de punta con un brillante, esto es un Plug Mariana, es mini, sirve para dilatar y estimular el ano, pero en tu caso como veo que todavía lo tienes dilatado, supongo que, la penetración de anoche fue tu primera vez, lo podemos embadurnar también con gel y te calmara por dentro, para que no te duela al introducirlo si quieres te puedo dar a oler un poco de popper.

Popper, era la palabra mágica para una mujer que como yo, se había dejado llevar hasta la locura la noche anterior, me había gustado y quería volver a experimentar la misma sensación, me sentía segura con Britta, estaba en mi casa, en mi sofá, le dije que si, abrió de nuevo su bandolera de los deseos y saco un frasquito de cristal, lo destapo y me lo dio a oler, de nuevo el olor a acetona, de nuevo el calor, la sensación de euforia, aspira dos veces por cada orificio y recuéstate.

Me deje hacer, me sentía tan bien, relajada, eufórica, desinhibida, esta vez Britta, mojo el plug en el gel, pero no me lo metió, lo paseo por toda mi raja, subiendo y bajando, hacía presión en mi clítoris, me lo metía en la vagina, volvía a acariciar mi clítoris, yo abrí más las piernas, el placer me estaba embargando, junto con el plug también sus dedos me acariciaban, sus dedos resbaladizos por el gel iban abriéndose paso por mis labios mayores, menores, mi ano, estaba en el cielo, me acerco de nuevo el frasquito y lo volví a oler dos veces más, seguía acariciándome, volvió a mojar el plug y esta vez lo poso en mi y con una leve presión me lo introdujo, al mismo tiempo lo iba girando y las sensaciones en mi interior se iban multiplicando, lo dejo allí, te gusta Mariana, si, si, SI,…, me encantaba, esa presión me estaba volviendo loca y al mismo tiempo las bolas se hacían más presentes, chocando entre si y con el plug.

Subió una mano a mis pechos y pellizco un pezón, arquee la espalda, al mismo tiempo seguía acariciando mi coño con la otra mano, mi clítoris, me metía un dedo, dos, empujaba las bolas más dentro de mi, acariciaba el plug desde dentro. Entonces me llegó un orgasmo, que me dejo toda desmadejada y temblorosa en el sofá, había tenido un orgasmo con una mujer, una mujer me había acariciado hasta hacerme perder el control y había conseguido que me corriera. Era una locura, a mi no me gustan las mujeres. Sin dejarme respirar y de improviso Britta metió su cara entre mis piernas y empezó a comerme, a devorarme el coño, parecía querer beberme entera, y yo todavía con las piernas temblando del orgasmo anterior, no solo la deje hacer sino que las abrí más para que me tomara toda, gemía, resoplaba, me restregaba con su boca, me agarre yo misma los pezones y los pellizque, tire de ellos y tuve otro orgasmo que me hizo cerrar las piernas, pero ella se hacía fuerte entre ellas y seguía chupando, mordiendo, metiendo los dedos,…, de repente escuche caer algo sobre el parquet, el sonido me sobresalto, al mirar al suelo, vi rodar una de las bolas, había conseguido sacármela con los dedos, al momento la otra también caía, me dejaron un vacío en mi interior, Britta empezó a hurgar en su bandolera y con dificultad, saco un consolador de él.

Pero no era un consolador normal, era como dos pollas unidas por la base, el tamaño era enorme, cada una tenía un tamaño de unos 20 centímetros y un grosor de más de tres dedos, con él en la mano, se acerco a mi, me acarició la cara y beso mis labios, al principio solo fue un leve roce, pero cada vez se fue haciendo más exigente, yo notaba el sabor salado de mis flujos en sus labios y su lengua recorriendo mis labios, abrí mi boca y la recibí con mi lengua, nunca hasta ayer había besado a una mujer, era un beso suave, húmedo, cálido, nuestras lenguas jugaban, nos acariciábamos, se separó un momento para quitarse la nadadora y unos pechos más pequeños que los míos aparecieron, tenían un tono tostado, igual que el resto de su cuerpo, con unas aureolas oscuras por el sol y unos pezones pequeños y duros. Los acaricie con los dedos, nunca antes había tocado los pechos de otra mujer, con un movimiento ágil, se bajo la falda, no llevaba ropa interior, estaba totalmente depilada y su coño al igual que sus tetas era de color tostado, seguramente hacía nudismo o se bronceaba en alguna cabina, la noche anterior no me había fijado, volvió a besarme y yo acaricie sus tetas, las pellizque, no sabía que hacer, sólo hice lo que sabía que me gustaba a mí.

Se incorporo y con su mano llevo mi mano a su entrepierna, note su humedad, su suavidad, su calor, me agrado el contacto, empecé a recorrer su rajita con mis dedos, haciendo presión en los lugares que a mi me gustaban y con la otra mano seguía acariciando sus pechos, se inclinó y volvió a besarme, primero en el cuello, luego las orejas, acercándose cada vez más a mi boca, yo a esas alturas ya no sólo le acariciaba el clítoris, le metí un dedo, al no estar muy acostumbrada a masturbarme, el calor de su cuerpo me sorprendió. Dejamos de besarnos y mirándonos, lentamente fue introduciendo parte del consolador en mi vagina, notaba como me abría a ella, estaba tan lubricada, que a pesar del tamaño, no me produjo ningún daño, cuando ya llevaba más de la mitad, se colocó, y fue introduciendo la otra parte en su vagina, la última parte, la hicimos juntas, nos penetramos la una a la otra, cada movimiento de una suponía una penetración en la otra, nos seguimos besando y entre embestida y embestida, me volví a correr, mis espasmos junto a sus movimientos hicieron que Britta también se corriera.

No se cuántos orgasmos me dio Britta esa tarde, perdí la cuenta, perdí la cabeza y hasta la conciencia, me desperté sobre las doce de la noche, estaba en el sofá de mi casa, con una colcha por encima, al incorporarme, tenía todavía el vestido de gasa por encima de mis pechos, pegado, estaba toda embadurnada de gel y con el plug puesto, no me dolía nada, me sentía bien, junto al sofá, estaba la crema, la caja de las bolas, la caja del plug y una nota de Britta que decía:

Mañana reunión de Tuppers sex en Moncloa, 33. Anímate.
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heranlu

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Mariana Presidenta de la Comunidad - Capítulo 003

A la mañana siguiente me levante, todo estaba cambiando en mí, me levante y me sentía algo más sexi algo más joven, algo más salvaje…fundamentalmente algo más guarra.

Mientras estaba preparándome mi café matutino, sonó mi teléfono.

* Ángeles: hola mami.

* Mariana: hola hija.

* Mama estoy abajo no puedo abrir la puerta, baja a ayudarme por favor.

* Dame 5 min y bajo el portero electrónico esta estropeado.

Me recompuse como pude me vestí rápido y baje, cuando estaba en el ascensor me di cuenta que iba sin sujetador y que el mini plug aún estaba en mi culito.

Cuando llegue abajo no veía a mi hija la busque y estaba enfrente hablando con el portero del establecimiento de Karei, cruce la carretera como pude, y me dirigí a ella, diciéndole:

* Mariana: ángeles vamos (no quería que mi nenita pudiera ni por asomo caer como caí yo).

* Angelita: maaamaaaa

Angelita tenía 17 añitos, cumplía 18 en 4 meses, si bien estaba en edad legal para hacer todo lo que quisiera, era muy inocente, había estudiado toda su vida en un colegio femenino, y su padre se había esforzado en que fuera una buena alumna y una buena hija, no tenía un gran sentido de la realidad, era la inocencia personificada.

Cuando la cogí del brazo aparecieron por la puerta Karey y Britt.

* K&B: Buenos días Mariana, quien es esta preciosidad que va contigo no será tu novia verdad?jajjajjajja

* Mariana: noooo es mi hija (mientras mi nenita miraba para abajo y se ruborizaba)

* B&K: Mariana tráete a tu hija al curso de maquillaje que vamos a hacer esta tarde, seguro que le encanta.

* Angeines:siiiiiiiiii

* Mariana: no ni hablar si al fin y al cabo ni voy a ir yo Britta.

* Angelines: pero maaaaamaaaa

* Mariana: bueno nos vamos.

Salí con mi hija del brazo y me fui, entramos en casa, y o dios mío no había quitado nada de la mesa estaba todo, el Popper, la crema un consolador, y el cristal de la mesa tenia restos de coca.

* Angelines: maaaamaaaaa, esto que es.

Me quería morir, no sabía cómo reaccionar, no nada nena ayer no estuve en casa la vecina me pidió por favor que le prestara la casa, para una reunión se la deje llegue tarde, me acosté y ni mire la habitación, luego le pienso quitar las llaves esto es intolerable, mama esto que es (dijo cogiendo el tarro de Popper), yo ruborizada dije es Popper un inhalador…mama tu como sabes eso? No son de la vecina? Mama por que conoces a los de enfrente?, yo no sabía que decir, le dije: Angelines no se ahora lo tiro todo venga cámbiate y nos vamos al centro comercial a comprar anda dúchate cámbiate y yo haré lo mismo. Intente cortar la conversación y me puse a recoger todos los restos de la fiesta de la tarde anterior.

E intente cortar la conversación, me metí en mi cuarto y pensé que coño he hecho con mi vida, en unos días había pasado de fiel ama esposa, a infiel, tantear el sexo muy duro a tomar alcohol y flirtear con las drogas y a exponer a mi nenita a dos depravados sexuales.

Y lo peor de todo es que la situación me ponía un poco.

Salí de la habitación duchada vestida y maquillada, dispuesta a recoger todo, mi hija ya estaba vestida y junto a ella estaba brigitte, hablaban como amigas, al verme mi hija me sonrió, y me dijo mama mira quien ha subido, en tu amiga la del maquillaje, me quería morir, mama me está dando consejos de belleza, me ha regalado un pack para que baje cuando quiera, incluso me ha dicho que pueden darme un masaje relajante, yo no sabía que decir, brigitte por favor acompáñame un momento a la cocina, quiero comentarte una cosa, brigitte que tenía la mano puesta en el muslo de mi hija dijo Angelines ahora vuelvo no te vayas a escapar eeeee, mi hija ruborizada dijo aquí os espero.

En cuanto entre a la cocina brigitte me empujo contra la pared y acercándose a mi oreja me dijo que guapa estas hoy zorrita desde que te he visto he pensado seguro que esta tan excitada de ayer que no lleva ni braguitas, y tocando mi culito por detrás dijo joder tenia razón esta zorrita no lleva ropa interior, Mariana nos vamos a ir las tres al centro comercial, y si no quieres que tu hija lo sepa todo ya debes deja que venga con nosotras, con ella seré en principio más suave que contigo pero solo en principio, quiero comerme ese caramelito entero, quiero moldearla quiero emputecerla diciendo eso me mordió el cuello y metió si mano en mi coñito, y dijo joder te has mojado con todo lo que he dicho.

Era verdad estaba mojada y cachonda me había convertido en una enferma, y lo peor de todo es que estaba a arrastrando a mi hija por el mismo camino que a mi conociendo donde terminaría ese camino.

Salimos de la cocina veía a Angelines exultante, brigitte dijo vámonos las tres al centro comercial no?, yo le dije espera un momento que recoja esto diciendo ella no te preocupes luego podríamos volver a tu casa y lo recogemos entre las tres en ese momento brigitte le dio una palmadita a mi hija en su culito y le dijo cielo anda vámonos al centro comercial a comprarte ropita más sexi que tu madre te lleva como una monjita no? Angelines se ruborizo… se puso como un tomate incluso creo que se éxito.

Salimos de la casa y bri le echo el brazo por encima a Angelita, le hablaba y se iba ganando su confianza, angelita tienes novio tu madre me dice que no, que eres una niña, Angelita despechada dijo no soy ninguna niña mi madre no me entiende, eso mismo le diría yo a mama, obviamente no eres una niña, tienes cuerpo de mujer y a mi entender un cuerpo muy sugerente, angelita seguía colorada, seguro que mama te sigue comprando ropa interior de niña, verdad?, angelita respondió si, bueno eso lo solucionaremos hoy no mami, yo no sabía que contestar por una lado quería cortar pero por otro todo me estaba encendiendo…llegamos al coche y brit me dijo neni y yo iremos detrás te importa mami?, yo dije no..No como veáis., entro mi hija y antes que entrara yo brit me dijo: cuando te estabas cambiando le he dado un zumito a tu hija tenía un potente afrodisiaco y un poco de coca en unos minutos tu nenita será mi putita, se sentaron atrás y empezaron a hablar yo casi no las escuchaba pero a mi hija se la veía exultante no paraba de reír, brit hablaba y hablaba angelita se te ve muy acalorada, no? Mi hija no terminaba de contestar brit tenia su mano en el muslo de mi hija, y cada vez que podía lo acercaba más a la parte interna, mi hija obviamente por lo que podía ver por el retrovisor cada vez estaba más receptiva, llegamos al parquin del centro comercial, y cuando salió mi hija brit se dirigió a mí y me dijo zorry empieza el espectáculo.

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