Infidelidad en mi salón. Primera parte.

Stanach

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Aun estoy terminando de escribir este relato. Espero tenerlo acabado en unos dias.


Infidelidad en mi salón. Primera parte.

Desde la pandemia sigo teletrabajando, es lo que tiene ser jefa, use la habitación de invitados para montar una oficina desde la que trabajo cómodamente. Aunque, a veces, me gusta salir a ver a los clientes, los días que más cachonda estoy.

Soy una mujer casada, una esposa infiel que disfruta del sexo sucio y salvaje y me excita hasta limites insospechados el poder ser descubierta por mi marido Pedo.

Soy una MILF en toda regla, ya he pasado los 40 años, conozco mi cuerpo, se lo que me gusta y se como usarlo para obtener el máximo placer posible. No soy una modelo ni tengo un cuerpo trabajado en el gym, tengo el cuerpo de una mujer que ya ha sido madre. Tengo un gran par de tetas, y un culo que es la envidia de muchas y el deseo de muchos, y se como usarlos en beneficio de mi propio placer.

Esta mañana estaba tremendamente excitada, no me podía concentrar en el trabajo, estaba pensando en salir a visitar a algún cliente y montarlo como una amazona a su mejor semental hasta que mi deseo quedase satisfecho cuando sonó el telefonillo y vi por el videoportero a Don Jose luís, uno de los mejores clientes de mi consultoría, uno de los 3 clientes que tienen mi dirección, y que mejor polla tiene, no por ser muy larga ni muy gorda, esta dentro de la media, pero a sus 60 años tiene un aguante, que muchos veinteañeros desearían.

Nadas verle, se despertaron mis mas bajos instintos, mi excitación subió hasta poder notar el calor por todo mi cuerpo, ya no me hacia falta salir a buscar el placer que calmase mi libido, el placer había venido a buscarme, pero tan pronto como llegó, se fue. Antes de poder abrir apareció a su lado una mujer, muy formalmente vestida con un traje de chaqueta y una gran carpeta llena de papeles. Después de todo iba a tener que salir de visita a algún otro cliente.

Saludé formalmente, pulsé el botón y los vi entrar por el portal.

Estire mi falda, me cerré un botón más de la camisa y les espere con la puerta abierta y mi mejor sonrisa de profesional. Don Jose luís es un hombre muy afable, nada más salir del ascensor Abrió sus brazos, puso una gran sonrisa en su cara y me dio un gran abrazo, aprovechando para agarrarme el culo con más bien poco disimulo. Su acompañante nos miró y esbozó una sonrisa, no pareció extrañarle en lo más mínimo el comportamiento de Jose luís ni la confianza con la que me había agarrado. Es un "viejo verde", pensé, seguro que se folla a la mulata.

- Buenos días Jose luís, que gusto verte, ¿teníamos una cita? estamos a final de año y hay mucho trabajo, igual me he olvidado de apuntarla en la agenda...
- Buenos días Marías, gusto el mío de ver lo prieto que tienes ese culito, veo que has seguido mi consejo y te estas tomando en serio el pilates, ya verás como a la larga me lo vas a agradecer.

Me puse colorada, ¿qué estaría pensando esa mujer?

- ¿Qué tal si pasamos al despacho? - disimule lo mejor que pude, no es un hombre lo que se dice discreto, y no quería que se enterasen todos en descansillo.
- Tranquila, no he venido por trabajo, es una visita social. Estaba resolviendo unos asuntos aquí cerca y pensé en pasar a saludarte y presentarte a Femi, mi nueva secretaria. Es la hija de un buen amigo y socio comercial de Guinea.
- Bueno pasemos al salón entonces y tomemos un café.

Los acomode en el salón y fui a la cocina a preparar el café. Encendí la Nespresso, y mientras preparaba unas tazas y el azúcar pude observar a Femi y vi como Jose luis le acariciaba las piernas y los muslos sin el menor disimulo. Definitivamente estaba cumpliendo el mayor cliché de los jefes, se acostaba con su secretaria, y a ella le gustaba, eso era seguro.

- ¿Cómo os gusta el café? - Pregunte asomándome por encima de la barra de la cocina americana.
- Yo lo tomo solo y sin azúcar, a Femi le gusta con leche, caliente.

La sonrisa de Femi era cada vez mayor, sin duda le gustaba aquel trato. ¿Y a mi?, Si hubiese sido cualquier otro hombre el que hiciese aquel comentario, con sus segundas y terceras intenciones, le hubiese sacado a patadas de mi casa, pero Jose luis es de la vieja escuela, y hay cosas que no se pueden cambiar.

Mientras preparaba los cafés me dediqué a observar a aquella mulata, si bien no era una belleza, tenía un rostro agradable y una sonrisa amplia y afable. En aquel serio traje que llevaba, apenas le cabían las tetas, los botones de la camisa amenazaban con salir volando a la menor ocasión posible. No es que tuviese unas tetas gigantes, pero eran bastante grandes para una mujer de apenas 1'70m y unos 45 kilos. Sus vientre y su cintura, al igual que sus piernas se veían firmes, bien trabajadas en el gym, no había dudas.

Soy una mujer casada, una mujer madura, segura de mi misma, de mi feminidad y de mi sexualidad. En otras circunstancias me hubiese podido sentir celosa de aquella mujer, de su cuerpo e incluso del trato que estaba recibiendo, pero ahora no. He aprendido a obtener el trato y el placer que deseo, donde y cuando quiero. Aún así sentía ciertos celos del trato que ella estaba recibiendo en ese momento, estaba muy cachonda y ver aquello no me estaba ayudando en nada hoy.

Cuando salí de la cocina llevando los cafés vi que Femi se había puesto cómoda abriendo su chaqueta, pude ver con total claridad que no llevaba sujetador, pues se notaban perfectamente sus pezones, que llevaba con sendos piercings nada discretos.

Me senté frente a ellos y empezamos una intrascendente conversación, el tiempo, el tráfico, la política... Mientras avanzaba la conversación Femi se iba relajando, y Jose luis se iba envalentonando, había seguido metiendo mano a Femi, subiendo parte de su falda y deslizando su mano por debajo de vez en cuando.

Cuando su mano desaparecía debajo de la falda, aquella mulata daba un casi imperceptible suspiro y separaba ligeramente sus piernas, intentando facilitar el acceso de aquella mano invasora. Ver aquello estaba haciendo que mi excitación subiera, necesitaba una polla.

Jose luís se levantó y me pregunto por el aseo, le indique donde estaba y mientras él desaparecía por el pasillo aquella exótica mujer se recostó un poco en el sofá, abrió su camisa y empezó a acariciar sus pechos mientras me lanzaba una intensa mirada y ponía una sonrisa que no supe interpretar en aquel momento.

- ¿Te ha gustado ver como me metían mano? he disfrutado viendo cómo intentas contener tu calentura.

Me quedé bloqueada, me había cogido por sorpresa. Estaba a punto de levantarme y echarla de mi casa cuando las manos de Jose luís me sujetaron por la espalda. Puso una de sus manos en mi hombro, impidiendo que me levantase, metió la otra por el escote de mi camisa cogiéndome un pecho me dio un pellizco en el pezón.

- ¿Te gusta? Tiene unos pechos preciosos verdad
- No me gustan las mujeres Jose luís, no me gusta esto, para por favor
- ¿Estas segura? tienes los pezones duros como piedras

Sin darme cuenta, me había soltado el hombro y tenia mis pezones en sus manos, y sin lugar a dudas estaban duros, y yo muy cachonda.

Femi seguía acariciándose los pechos, no podía, o no quería dejar de mirarla y no sabia muy bien por que. Mientras ella se acariciaba Jose luis me había abierto la camisa, había sacado mis tetas del sujetador y las estaba masajeando como solo alguien con años de experiencia sabe hacerlo, alternando pellizcos en los pezones con caricias y pequeños tirones.

Me gusta tener el control, cuando le soy infiel a Pedro, me gusta hacerlo a mi manera, con mis reglas, y nunca juego en casa. pero esta vez... las reglas del juego habían cambiado, y no las había escrito yo.

- Femi es imponente, ¿Verdad?. ¿No te apetece probarla? te aseguro que tiene un sabor muy especial.
- No me van las mujeres, no es lo que busco...
- Puede que no te gusten, pero no le quitas el ojo de encima. Deseas probarla...
- Yo si que quiero probarte Maria, puedo probar tus pechos, me muero de ganas de hacerlo.

Femi se levanto del sofá con un movimiento casi felino, se acerco a mi gateando. estaba en shock, quería poner fin a aquello, pero no podía, mi cuerpo no respondía... estaba tan excitada que mi calentura había superado a mi razón y me estaba dejando dominar por una situación que no sabia, no podía o no quería controlar.

Femi me agarro el pecho derecho con una mano, mientras que con la otra agarraba el suyo, como queriendo ver cual de los dos era mas pesado, sus manos eran fuertes, pero suaves, tenia una expresión lasciva en el rostro. Acerco su cara a mi otro pecho, saco la lengua y paso la húmeda punta por el pezón de mi otro pecho, sentí un escalofrió recorrer todo mi cuerpo.

Cerré los ojos y me deje llevar, ya no podía hacer nada para evitar aquello, había perdido el juego antes siquiera de saber que estaba jugando.

Cuando abrí los ojos Jose luís estaba a mi lado, con la polla dura fuera del pantalón. Levante la mano cogí sus huevos y lo acerque a mi y empece a chupar aquella polla que ya conocía, y que nunca me defraudaba.

Femi por su parte estaba sobando mis pechos, lamiendo, chupando y apretándolos como toda una experta. Aquella mujer sabia lo que estaba haciendo, de eso no había dudas.

- Tienes unas tetas deliciosas, pero quiero mas, dame mas Maria, dejame probar el autentico sabor de tu placer.

Acto seguido sus manos bajaron a mi cintura, abrió el botón de mis pantalones y bajo la cremallera, yo la deje hacer, y levante un poco mi culo para facilitarle la tarea de quitarme el pantalón. Mientras Femi me quitaba el pantalón me concentre en aquella polla, que estaba mas dura que de costumbre, el espectáculo que le estaba dando aquella mujer lo había puesto a 1000 y se notaba.

Jose luís quito mi mano de su polla, dejando que le masajease los huevos con la otra, puso sus manos en mi cabeza y agarrándome del pelo, empezó a follarme la boca. me penetraba hasta el fondo, con fuerza y ritmo constante, hasta que su glande chocaba con mi garganta.

- Maria, hay que ver lo cachonda que estas para no gustarte las mujeres, tienen el coñito empapado.

Y acto seguido Femi se lanzo a lamer mi coño, al principio con suaves lamidas, de abajo a arriba, haciendo presión en mi clítoris al llegar a el, poco a poco empezó a aumentar el ritmo y la intensidad hasta hacerme llegar al borde del orgasmo. Ella lo noto, estaba claro que no era el primer coño del que disfrutaba, lo hacia con una autentica experta y disfrutaba con ello.

Jose luis se separo de mi, dejando mi boca y mis manos huérfanas de polla, se puso a mi espalda, agarro mis pecho y empezó a apretarlos y darles ligeros tirones a mis pezones. Aunque ya hace mas de 8 años que he sido madre, mis pechos reaccionaron al tratamiento que me estaban dado y empezó a brotar leche de ellos.

- Pensé que después de tanto tiempo ya no tendrías leche es estas ubres. Aunque ya no soy un bebe creo que voy a disfrutar mamando de ellas.

Acto seguido se deslizo a mi lado para no estorbar a Femi, que en ese momento estaba penetrándome con su lengua, y se puso a mamar de mi pecho como si fuese un niño. Aquello hizo que mi cuerpo no aguantase mas explotando en un fantástico y placentero orgasmo.

Hacia meses que, aun teniendo buen sexo con mi marido, no tenia un orgasmo que hiciese que mi coño pareciese una fuente, de la que no paraban de manar el flujo del pacer recibido. Femi no era capaz de recogerlo todo, así que Jose luís se agacho y empezó a ayudarla en su cometido. Cuando terminaron de dejar limpio mi coño Jose luis limpio con su lengua los restos de mi corrida de la cara de Femi y los compartió con ella en un largo y profundo beso. Tan cachonda estaba que me levante y me uní a ellos en aquel beso.

La Lengua de Femi tenia un sabor agradable, sabia a mi, eso me excito mas aun. Deje su boca y empece a besar cada vez mas abajo, hasta llegar a sus tetas. Eran duras, pesadas y cálidas, con unos bonitos pezones erectos adornados con un par de gruesas anillas doradas. Sin duda eran artificiales, pero estaban muy bien hechas, y por algún motivo sabían a vainilla, podría volverme adicta a chupar aquellos pezones.

Jose luís me rodeo, me agarro con fuerza de la cintura y empezó a follarme, estaba tan lubricada que entro asta el fondo de un solo empujón y sin resistencia alguna. Jose luís me penetraba con fuerza y un ritmo constante, sentía sus pelotas rebotar contra mi. Si no hubiese estado agarrada a Femi chupando sus tetas no habría podido podido mantener aquella postura, que aun siendo incomoda, me estaba dando un gran placer.

Jose luís bajo el ritmo, sin sacarme la polla, separo mis piernas para facilitar la follada que me estaba dando. Agarrada como estaba a Femi, quise buscar una postura más cómoda aún así que levante una de mis piernas y la puse sobre la mesa de café. Ahora, en esa postura, Jose luís podía penetrarme mas a fondo y empezó a follarme con mucha mas fuerza y velocidad. Podía sentir como su polla me llegaba al cuello del útero.

Lo que había pensado que seria una visita aburrida se había convertido en una mañana de mucho placer.

- Joder Jose luís, dame mas polla, no pares.
- Se lo mucho que te gustan las pollas, y tengo una sorpresa para ti, espero que estés preparada para lo que va a venir.

Aquellas palabras me asustaron un poco, no sabia por que. Pero no deje de moverme, a aquellas alturas no me importaba lo que pudiese pasar, había caído en su trampa y me estaba gustando mas de lo que estaba dispuesta a admitir en aquel momento.

- Te gusta chupar las tetas de mi secretaria, ¿saben bien verdad?. pero tiene algo que te va a gustar chupar mucho mas que sus tetas.

Nunca había chupado un coño, pero si ese era el momento, estaba dispuesta a ello y lo pensaba disfrutar.

Jose luís me saco la polla, se tumbo en el sofá y me hizo montar sobre su polla. algo no estaba bien con aquella postura, así no podría chupar mi primer coño con comodidad.

- María, ¿estas preparada para lo que te voy a dar? espero que lo trates bien y lo disfrutes.

Acto seguido Femi se deshizo de su falda de tubo dejando al aire...la polla mas grande y gorda que había visto en mucho tiempo.

- Es toda para ti, disfrutala.
- Oh joder, esto es demasiado Jose luís, es increíble, no pensé que te gustasen también los hombres.
- Femi no es un hombre, es mi secretaria, mi ahijada y mi puta. ¿acaso no has visto las tetas que tiene? tienen un sabor delicioso.
 

Dioni

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Interesante y creo que eres afortunado por tener tiempo libre para disfrutar de tus aficiones
 

Stanach

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Interesante y creo que eres afortunado por tener tiempo libre para disfrutar de tus aficiones
Tengo un curro que me lo permite, tengo muchas horas muertas en el trabajo, y me permite dedicarlas a mis aficiones
 
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