Jugodevida
Estrella Porno
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¡¡La cena!!
El maduro- lV
Cuando se fue la camarera, ya con la mesa preparada Lucia enciende la televisión, busca un canal donde emitían música clásica, era un bonito auditorio en donde una gran orquesta tocaban una tras otra pieza, a cual de ellas más bonitas, así hicimos la cena, sin mucho hablar, ella estaba muy pendiente de la tele, me dijo que era su música preferida.
La cena era ligera, ensalada, bistecs al horno con una sabrosa salsa de guarnición, fruta fresca y una delicatessen de postre.
Acabado de cenar retiramos la mesa, yo me senté en la cama, ella comenzó a dar unos pases de baile al compás de una bonita melodía que tocaba la orquesta, yo estaba embobado, su estilo era genial, parecía una bailarina profesional, se libero de su bata sin parar de moverse, era como estar en el teatro viendo un espectáculo musical.
Al terminar de tocar esta pieza, paro ella de bailar, apago la tele viniendo hasta mi, se sento a mi lado pasando un brazo por detrás de mí cuello, me pregunta si me ha gustado, yo le dije que si, ¿donde aprendiste a bailar así? me dijo que desde niña está yendo a una academia de danza, que forma parte de un grupo de ballet y hace giras por otros pueblos en tiempos festivos, además practica yoga para mantenerse en forma, ¡¡Verás!!
Tal como estaba desnuda baja sus brazos al suelo, los apoya por los codos y baja su cabeza hasta ellos, dejando que apoye, levanta sus piernas flexionadas por sus caderas, subiendo en vertical sus pies desde sus rodillas, quedó su coño a un jeme de mi boca, me dijo "chupa" solo tuve que mover un poco mi culo de la orilla de la cama, pase mis brazos por debajo de sus muslos, apoyando en mis hombros sus rodillas, mis manos llegaban a toda la zona de su culo, mis dedos los metí entre las paredes de su coño, lo abrí para curiosear por dentro, nunca había visto un coño de tan cerca, esto si que era un primer plano.
Le di un lameton, pase mi lengua desde el pubis hasta su ano, volviendo succionando con mis labios, le comi toda la zona de su clítoris, lo excite con la punta de mi lengua, le como toda su raja, como lobo hambriento a una presa la devoraba, estaba a mil, todo era perfecto, quería darle mucho placer, pero los nervios se me amontonaban, la solté de mi presa, saque mis brazos de su enredo, le ayude a volver a su posición normal, con los pies en el suelo.
A ver su cara note que estaba muy excitada, comprendí que quería que la follara, se subió a la cama, se colocó a cuatro, todo sin decir palabra, me quite la bata, mi polla parecía que me traicionaba, la quería grande y dura, parecía que no se enteraba "la jodía".
Me fui para el lado de su cabeza, subí un pie a la cama, el otro desde el suelo, ella llegó hasta donde yo estaba y busco mi polla para meterla en su boca, yo la follaba, ella estaba quieta, tan solo tragaba, en pocos movimientos se puso dura de nuevo, el ver cómo la metía y la sacaba de su boca hasta donde yo quería, me estremecia, le aplaste mis huevos entre sus labios, deseaba de meterlos también dentro, "ahora se lo que es codicia" nunca tienes bastante con nada, quieres más y más, puede que también sea por la excitación.
De un salto me cambio al otro lado de la cama, allí me espera "la gran montaña" está no la llenaré de carne, por mucho que me empeñara, no hizo falta de mojar su coño con mi saliva, estaba que goteaba, arrime mi polla cual ascuas, la dominaba con mi mano, la puse entre los labios, frotando de arriba abajo para separarlos, metido mi capullo fue cosa fácil, mi pene solo se deslizó hacia dentro, un cosquilleo siento cada vez que entro o salgo, no me había fijado, pero en una de las paredes de la habitación había un buen espejo, en esta posición de la cama se veía lo que estábamos haciendo como en una pantalla.
Me gusta de siempre de ver a la mujer a cuatro, será porque es nuestra postura primitiva, hasta que nos fuimos levantando, pero la caída de los pechos en su verticalidad, siempre me han emocionado, se lo advertí a ella, ¿Te has fijado? Señalando el espejo, parecía que no se había percatado, porque no dejaba de mirarlo desde ese momento, por lo visto también la ponía mirar como la follaba, entonces comenzó hacer gestos la condenada, sacaba su lengua y me hacía ver qué me lamía, movía su cabeza de alto en bajo, a ratos la mantenía abierta como señal para que se la follara, gestos para provocarme, a mí me venían bien, ya que hacían que me descentrara y así alargar mi corrida, que de otra forma sería inminente.
Ella comprendio que por sus gestos frente al espejo había bajado mi excitación, así que me quiso compensar, cambio su postura y me hizo bajar a mí de la cama, quedando yo de pie en el suelo, ella se sentó en el borde buscando mi cuerpo, me atrajo hacia ella hasta meter mi polla en su boca, me dio unas chupadas para reanimarla, lo hacía tan bueno
que chupaba hasta mis huevos, así seguía una y otra vez, hasta que sentía que me iba a correr, no sabía si advertirla de que iba a eyacular dentro, con mi mano en su frente quise separar su cabeza para eyacular fuera, pero ella la mantenía dentro y chupando, una explosión de júbilo sacó mi leche a presión, lejos de retirarse hacia atrás la mantuvo dentro toda, no paro de bombear, yo notaba como mi semen salía con mis pulsaciones, hasta vaciar la última gota, entonces dejo salir mi polla, hizo un gesto de tragar y abrió su boca, comprobé que había tragado toda mi lefa, sonrió y se pegó con un abrazo a mi pecho.
Me senté en el borde de la cama a su lado, su oído pegaba a mi boca, con voz tenue y emocionada le dije; sabes Lucía, me he enamorado de ti, no sé hasta donde va ha llegar esta historia, para mí esto que está ocurriendo entre nosotros es como un sueño, mañana cuando despierte me daré cuenta de que tú no existes, que eres una creación de mi debilidad emocional, pero quiero que sepas que eres el sueño más bonito de mi vida ¡¡Te quiero!! (Continúa)
Jugodevida
El maduro- lV
Cuando se fue la camarera, ya con la mesa preparada Lucia enciende la televisión, busca un canal donde emitían música clásica, era un bonito auditorio en donde una gran orquesta tocaban una tras otra pieza, a cual de ellas más bonitas, así hicimos la cena, sin mucho hablar, ella estaba muy pendiente de la tele, me dijo que era su música preferida.
La cena era ligera, ensalada, bistecs al horno con una sabrosa salsa de guarnición, fruta fresca y una delicatessen de postre.
Acabado de cenar retiramos la mesa, yo me senté en la cama, ella comenzó a dar unos pases de baile al compás de una bonita melodía que tocaba la orquesta, yo estaba embobado, su estilo era genial, parecía una bailarina profesional, se libero de su bata sin parar de moverse, era como estar en el teatro viendo un espectáculo musical.
Al terminar de tocar esta pieza, paro ella de bailar, apago la tele viniendo hasta mi, se sento a mi lado pasando un brazo por detrás de mí cuello, me pregunta si me ha gustado, yo le dije que si, ¿donde aprendiste a bailar así? me dijo que desde niña está yendo a una academia de danza, que forma parte de un grupo de ballet y hace giras por otros pueblos en tiempos festivos, además practica yoga para mantenerse en forma, ¡¡Verás!!
Tal como estaba desnuda baja sus brazos al suelo, los apoya por los codos y baja su cabeza hasta ellos, dejando que apoye, levanta sus piernas flexionadas por sus caderas, subiendo en vertical sus pies desde sus rodillas, quedó su coño a un jeme de mi boca, me dijo "chupa" solo tuve que mover un poco mi culo de la orilla de la cama, pase mis brazos por debajo de sus muslos, apoyando en mis hombros sus rodillas, mis manos llegaban a toda la zona de su culo, mis dedos los metí entre las paredes de su coño, lo abrí para curiosear por dentro, nunca había visto un coño de tan cerca, esto si que era un primer plano.
Le di un lameton, pase mi lengua desde el pubis hasta su ano, volviendo succionando con mis labios, le comi toda la zona de su clítoris, lo excite con la punta de mi lengua, le como toda su raja, como lobo hambriento a una presa la devoraba, estaba a mil, todo era perfecto, quería darle mucho placer, pero los nervios se me amontonaban, la solté de mi presa, saque mis brazos de su enredo, le ayude a volver a su posición normal, con los pies en el suelo.
A ver su cara note que estaba muy excitada, comprendí que quería que la follara, se subió a la cama, se colocó a cuatro, todo sin decir palabra, me quite la bata, mi polla parecía que me traicionaba, la quería grande y dura, parecía que no se enteraba "la jodía".
Me fui para el lado de su cabeza, subí un pie a la cama, el otro desde el suelo, ella llegó hasta donde yo estaba y busco mi polla para meterla en su boca, yo la follaba, ella estaba quieta, tan solo tragaba, en pocos movimientos se puso dura de nuevo, el ver cómo la metía y la sacaba de su boca hasta donde yo quería, me estremecia, le aplaste mis huevos entre sus labios, deseaba de meterlos también dentro, "ahora se lo que es codicia" nunca tienes bastante con nada, quieres más y más, puede que también sea por la excitación.
De un salto me cambio al otro lado de la cama, allí me espera "la gran montaña" está no la llenaré de carne, por mucho que me empeñara, no hizo falta de mojar su coño con mi saliva, estaba que goteaba, arrime mi polla cual ascuas, la dominaba con mi mano, la puse entre los labios, frotando de arriba abajo para separarlos, metido mi capullo fue cosa fácil, mi pene solo se deslizó hacia dentro, un cosquilleo siento cada vez que entro o salgo, no me había fijado, pero en una de las paredes de la habitación había un buen espejo, en esta posición de la cama se veía lo que estábamos haciendo como en una pantalla.
Me gusta de siempre de ver a la mujer a cuatro, será porque es nuestra postura primitiva, hasta que nos fuimos levantando, pero la caída de los pechos en su verticalidad, siempre me han emocionado, se lo advertí a ella, ¿Te has fijado? Señalando el espejo, parecía que no se había percatado, porque no dejaba de mirarlo desde ese momento, por lo visto también la ponía mirar como la follaba, entonces comenzó hacer gestos la condenada, sacaba su lengua y me hacía ver qué me lamía, movía su cabeza de alto en bajo, a ratos la mantenía abierta como señal para que se la follara, gestos para provocarme, a mí me venían bien, ya que hacían que me descentrara y así alargar mi corrida, que de otra forma sería inminente.
Ella comprendio que por sus gestos frente al espejo había bajado mi excitación, así que me quiso compensar, cambio su postura y me hizo bajar a mí de la cama, quedando yo de pie en el suelo, ella se sentó en el borde buscando mi cuerpo, me atrajo hacia ella hasta meter mi polla en su boca, me dio unas chupadas para reanimarla, lo hacía tan bueno
que chupaba hasta mis huevos, así seguía una y otra vez, hasta que sentía que me iba a correr, no sabía si advertirla de que iba a eyacular dentro, con mi mano en su frente quise separar su cabeza para eyacular fuera, pero ella la mantenía dentro y chupando, una explosión de júbilo sacó mi leche a presión, lejos de retirarse hacia atrás la mantuvo dentro toda, no paro de bombear, yo notaba como mi semen salía con mis pulsaciones, hasta vaciar la última gota, entonces dejo salir mi polla, hizo un gesto de tragar y abrió su boca, comprobé que había tragado toda mi lefa, sonrió y se pegó con un abrazo a mi pecho.
Me senté en el borde de la cama a su lado, su oído pegaba a mi boca, con voz tenue y emocionada le dije; sabes Lucía, me he enamorado de ti, no sé hasta donde va ha llegar esta historia, para mí esto que está ocurriendo entre nosotros es como un sueño, mañana cuando despierte me daré cuenta de que tú no existes, que eres una creación de mi debilidad emocional, pero quiero que sepas que eres el sueño más bonito de mi vida ¡¡Te quiero!! (Continúa)
Jugodevida