A veces simplemente me concedo algún tipo de capricho. Puede ser cocinar mi comida preferida o sencillamente la que me apetezca en ese momento.
A veces complicadamente, no me concedo un exclusivo capricho. Como pueda ser una prenda de lencería, pero no cualquier prenda. Desde un conjunto de lencería color fresa, con su encaje y transparencias. Hasta un liguero rojo, con su blonda, su encaje, su gasa. O incluso un body verde precioso que dejaría ver la espalda y el inicio de la tentación.
A veces, me acuerdo de mí.
A veces, me olvido de mí.