Me llamo Goyo, o mejor D. Gregorio puesto que voy a hacer 60 años y les voy a contar un secreto de juventud que tenia guardado y que nadie sabia , pero el otro día leyendo un relato de un chaval que se follaba a su madre dormida vino a mi memoria una experiencia que aunque no se crean, fue muy real en mi vida , y que ahora recuerdo con nostalgia
Corrían los años 70 en una España rancia y reprimida sobre todo en materia de sexo, más aun si vivías, como era mi caso ,en un pueblo de la puritana Castilla. Yo era un chaval de unos 17 años que gracias al esfuerzo de mis padres estudiaba en la capital de la provincia, pero que pasaba el verano en la casa familiar echando una mano en los quehaceres familiares.
Era hijo único , mi padre Antonio, de una complexión parecida a la mía, tenia un pequeño negocio familiar , además de algunas tierras de labranza que nos permitían vivir de forma desahogada y mi madre Puri se dedicaba a las tareas de hogar, era una mujer muy religiosa y nunca hizo nada que pudiera despertar mis instintos más bajos. Eran una cuarentona, no muy alta, bastante guapa de cara y con un cuerpo que no seria referente de belleza hoy, unas tetas grandes y algo caídas, algo de barriga y de anchas caderas que dibujaban un culo bastante gordo
Pero en aquella época mis hormonas estaban revolucionadas. No fantaseaba con ella, pero si con sus amigas y vecinas y me la cascaba pensando en todo lo que tenia falda. Mis sueños con la mujer del cartero o con nuestra vecina Juana eran de lo mas sucios y me las follaba en mil posiciones inimaginables, pero como digo, nunca había pensado en mi madre para tales fines
El punto de inflexión de mi historia fue una calurosa tarde de verano. Yo había estado con mis amigos tomando unas cervezas y al llegar a casa tenia la vejiga a punto de explotar. Entre rápido y me dirigí con prisa al cuarto de baño que abrí de golpe y lo que me encontré me dejo embobado.
Mi madre, la casta Doña Puri, salía de la bañera totalmente en pelotas y mi mente trato de procesar lo mas rápido posible aquella bella estampa. Me quede como petrificado ante aquellas tetazas blancas de oscuros pezones y algo caídas que en décimas de segundo fuero cubiertas por su brazo derecho. Luego baje mi mirada ante aquellos muslazos blancos como la leche y me dejo absorto aquel triangulo oscuro que dibujaba su sexo, ese “ jardín prohibido” que fue protegido y de forma muy rápida con su mano izquierda
Luego se giro para coger una toalla y su culazo con algo de celulitis también quedo ante mis ojos, temblando como una flan de gelatina
Salí de mi embobamiento al oír sus palabras:
- Niño sal de aquí que me estoy bañando, dijo con un tono enfadado
Cerré la puerta tras de mi y me fui a mi habitación intentando procesar y no olvidar las imágenes que acababa de presenciar. Entonces me percate que tenia una erección de caballo, me dolía pues me estaba meando, pero bajando mis pantalones libere mi pene y con un par de sacudidas me corrí de pie en el centro de mi habitación con la imagen de mi madre en pelotas en mi mente
Aquello cambio mi relación con el sexo y desde entonces mi puritana madre paso a ser la musa de mis interminable pajas. En sueños me la follaba de mil maneras, me corría en sus tetas , en su cara, en su blanco culazo.. Uufff como disfrutaba aquello
Pero quería ir mas allá y no sabia como. Intente espiarla , ver si follaba con mi padre o si podía volver a verla desnuda, pero no conseguí nada. Lo máximo que puede conseguir es robarle una bragas blancas de su cajón que con el tiempo pasaron a estar amarillas de la cantidad de semen que descargue sobre ellas
Una noche al llegar a casa ( serian como las 23:00 ) mi padre dormía y mi madre estaba viendo la televisión en su sillón, con ese camisón raso que si ser bonito a mi me parecía muy sexy, pues se pegaba a su cuerpo y dibujan sus poderosas curvas.
Ya desnudo en mi cama y empalmado con los pensamiento incestuosos que me consumían pensé en salir. Le diría que me dolía el pene , que me lo mirara, me podría delante de ella con mi barra a la altura de su cara, lo cogería de la base estirando al máximo su esplendor y en cuanto notara su mano en mi capullo explotaría en un orgasmo interminable llenando su carita de mi semen, así como su camisón a la altura de sus tetas. Pero no me atreví. Tan solo seria un sueño mas
Pasaron los días y los meses y aunque mi calentón no bajaba, perdí toda esperanza de ir mas allá con mi madre, pero volvieron a renacer cuando mis padres me dijeron que septiembre tendría que ir de boda a Madrid, y aunque la boda era un sábado mi madre y yo iríamos un viernes para hacer turismo en la capital. Estaría un día entero con su noche a solas con madre. ¿ Pasaría algo más?. Mi calenturienta mente empezó a imaginar mil situaciones morbosas
Llegamos a un céntrico hotel el viernes por la mañana, donde se alojarían muchos de nuestros familiares, nos dieron una habitación amplia con una cama muy grande de matrimonio y un sofá-cama que seria donde dormiría yo. Las vista estaban muy bien y en general la habitación nos gustaba, pero tenia en pequeño inconveniente desde el punto de vista de mi madre, pues la persiana no bajaba totalmente y ella estaba acostumbrada a dormir en total oscuridad. En la recepción del hotel nos argumentaron que el personal de mantenimiento no volvería hasta el lunes y como solución nos dieron unos antifaces para dormir que mi madre acepto a regañadientes.
Salimos a hacer turismo por la ciudad y lo pasamos genial. Por la noche cenamos con unos tíos míos que habían venido de Barcelona. Mi madre estaba radiante, y algo mas contentilla de la cuenta por el vino de la cena. Yo la miraba embobado. Me estaba enamorando locamente de ella
Cuando subimos a la habitación , rápidamente se derrumbaron todas mis expectativas.
-Goyo, me dijo, tu duermes en el sofá que hace mucho calor y entro en el baño a cambiarse. Salio con el camisón puesto y a oscuras , no permitiendo que pudiera atisbar ni una sola de las generosas curvas que me tenían hipnotizado
A regañadientes me dormí con un cabreo de pelotas. Mi gozo en un pozo.
Serian como las 06:00 de la mañana cuando los primeros rayos de sol entraron por la persiana estropeada. Yo no me había puesto la mascara de dormir y me empecé a desperezar con la mano en mi polla y un tremendo dolor de huevos
Entonces me percate que al lado a escasos 2 metros estaba mi madre tendida en el centro de la cama, las sabanas estaban areguñadas en la base de la cama, supongo que por el calor. La musa de mis pajas si se había puesto el antifaz y dormía placidamente, sus grandes pechos caídos uno para cada lado subían y bajaban al compás de sus profundas inspiraciones. Estaba como un tronco
Muy sutilmente me levante y me puse de pie delante de ella. Me percate que el camisón que llevaba eran mas cortito de lo habitual y le llegaba a medio muslo , era de raso , de un color salmón que destacaba con su piel blanca
Me arme de valor para intentar algo, pensando que si despertaba tenia tiempo suficiente hasta que se quitara el antifaz para inventar cualquier excusa y con uno de mis dedos acaricie unos de los puntiagudos pezones que se dibujaban en el camisón. Luego muy despacio y con el corazón en un puño abarque con mi mano uno de sus pechos. Me entraron unas ganas terribles de apretar y sobar aquellas tetas. Yo seguía de pie, instintivamente me había sacado el pene y comencé un lento pajote
Casi se me para el corazón cuando emitió un leve gruñido y levanto su pierna derecha haciendo que resbalara el camisón por su muslo. Me quede muy quieto hasta que su respiración volvió a coger ritmo. Esta profundamente dormida, me repetía una y otra vez para dar alas a mi osadía
Volví a envalentonarme y muy lentamente le subí el camisón dejando ante mi vista esos blancos muslazos al final de los cuales apareció el objeto de mi deseo , una mata de pelos negros y rizados, el “jardín prohibido”, la puritana de mi madre dormía sin bragas
De repente subió la otra pierna dejando las dos en 90 grados, su tripa tapo su vello púbico, pero agachándome y por el ángulo de sus piernas pude observar su coño en todo su esplendor, dos gruesos labios que dibujaban una raja rosadita que destacaba sobremanera entre su negros y ensortijados pelos rizados, puede incluso adivinar su ano oscuro un poco mas abajo. Me estaba embriagando su olor a hembra, pues mi nariz estaba a muy pocos centímetros de semejante manjar. Duro muy poco pues volvió a estirar la piernas sobre la cama dejando todo el matojo ante mi vista
No podía mas, estaba a punto de explotar y se me nublo la razón, me volví a poner de pie delante de ella y con dos meneos mi pene empezó a escupir la esencia de mis huevos . El primer lefazo le cayo en el vientre a la altura del ombligo y 2 más cayeron sobre su negro coño. Me puse muy nervioso, pues no sabia que hacer. Si se lo intentaba limpiar lo mismo se despertaba, y por otro lado como limpiárselo, seguramente la dejaría un engrudo en sus pelos rizados al intentarlo, así que la cubrí como pude con su camisón, dejándola bien regadito el jardín
Me metí en mi cama y me quede placidamente dormido.
Lo siguiente que oí fue la voz de mi madre: - Vamos perezoso, levántate
Ella ya estaba duchada y vestida – Te espero abajo para desayunar
Se la veía feliz y contenta, yo respire aliviado. No se ha dado cuenta
Luego me contó que había tenido un sueño muy raro y aunque lo intente no quiso darme ningún detalle
El día de la boda , ya con mi padre entre nosotros, lo pasamos muy bien. No voy a entrar en detalles y me voy a centrar en lo realmente importante
Yo estaba cabreado pues me hubiera encantado repetir la escena de la noche anterior y sabia que pocas oportunidades iba a tener en vida como aquella
Todos bebimos y comimos mas de la cuenta y al llegar al Hotel mi madre se subió a la habitación a descansar pues ya era tarde. Mi padre y yo nos quedamos con unos familiares tomando la ultima copa. Pensé que si se emborrachaba lo mismo podía repetir la escena de la noche anterior.
Cumplí mi objetivo con creces y a duras penas pudo subir la escaleras del hotel. Al llegar a la habitación le sugerí que pasaba yo primero al baño, que era mas rápido, y que el mientras tanto se fuera desvistiendo , pero cuando salí me lo encontré en mi sofá –cama dormido como un tronco y roncando, no se había ni quitado los zapatos. La suerte me volvía a sonreir
Sobre la cama, como la noche anterior, con su antifaz, estaba mi madre
Me acosté a su alado en calzoncillos , intentando que pasara rápido el tiempo para comenzar con mis juegecitos y al cabo de un par de horas y muy sigilosamente me levante para contemplarla y con la intención de volver a hacerme un buen pajote.
Igual que la noche anterior muy despacio le subí el camisón dejando todo su coñazo ante mi vista. Me puse a los pies de la cama, y cuando mis ojos se acostumbraron a la penumbra, pude ver como sus piernas estaban mas abiertas, así que enfebrecido con semejante espectáculo me fui acercando en cuclillas hasta que mi cara quedo entre sus piernas. No la tocaba, pero podía oler el aroma de su sexo, estaba muy cerca.
De repente, paso algo que rompió mis esquemas, mi madre me puso una mano en la cabeza y hundió mi cara en su sexo, y aunque durante unos segundos me quede paralizado al ver que empezaba a mover sus ingles contra mi cara, le seguí el juego y me comí aquel hermoso coño que tanto deseaba. Se lo lamí bien , jugando con su clítoris e incluso le metí la lengua en su ojete lo que que me proporciono un sabor diferente . Ya no había vuelta atrás. Mis manos subieron a sus pechos y se los amase como tantas veces había deseado. Luego me incorpore y me puse entre sus piernas. Baje uno de los tirantes de su camisón y me metí un pezón en la boca, ella suspiro y dijo muy bajito y medio adormilada:
-Antonio ten cuidado y no hagas ruido no vayamos a despertar al niño
Mi madre se pensaba que era mi padre el que se la quería follar, y la tenia a mi entera disposición, pero mi padre roncaba placidamente en la cama de al lado. Supuse con el antifaz no se daría cuenta de nada, así que me acomode bien y la bese, ella abrió su boca y dejo entrar a mi lengua mientras mi pene resbalaba hasta el fondo de su coño
Empezamos el lento baile del amor, muy despacito, pero muy profundo, metiendo toda la poya por donde había salido hace 18 años. Los envites empezaron a acelerarse y mi madre empujaba su pelvis contra mí abriendo todo lo que podía sus piernas que pasaron a rodearme los riñones. Baje mis manos a su culo y se lo sobé empujándolo mas contra mí y metiendo hasta el ultimo centímetro. En un momento extremo de pasión le metí un dedo por el culo y dio un respingo al tiempo que me decía muy bajito:
-Que me haces cabrón
Empezó a convulsionar como un flan mientras el sonido del chapoteo de su coño se metía en mi cerebro. No lo pude aguantar mas, apretó su ano contra mi dedo como si se lo quisiera tragar y me derramé en lo profundo de su útero
Aquello era un rio que había formado mi semen y sus caldos
Me baje agotado sacando mi dedo de su culo y lo lleve a mi nariz, quería saber como olía el culo de mi madre. No hubo ni una palabra mas y nos quedamos profundamente dormidos
Cuando amanecía, me levante y desperté con cuidado a mi padre, que en silencio de desvistió y se metió en su cama , yo hice lo propio en la mía
Corrían los años 70 en una España rancia y reprimida sobre todo en materia de sexo, más aun si vivías, como era mi caso ,en un pueblo de la puritana Castilla. Yo era un chaval de unos 17 años que gracias al esfuerzo de mis padres estudiaba en la capital de la provincia, pero que pasaba el verano en la casa familiar echando una mano en los quehaceres familiares.
Era hijo único , mi padre Antonio, de una complexión parecida a la mía, tenia un pequeño negocio familiar , además de algunas tierras de labranza que nos permitían vivir de forma desahogada y mi madre Puri se dedicaba a las tareas de hogar, era una mujer muy religiosa y nunca hizo nada que pudiera despertar mis instintos más bajos. Eran una cuarentona, no muy alta, bastante guapa de cara y con un cuerpo que no seria referente de belleza hoy, unas tetas grandes y algo caídas, algo de barriga y de anchas caderas que dibujaban un culo bastante gordo
Pero en aquella época mis hormonas estaban revolucionadas. No fantaseaba con ella, pero si con sus amigas y vecinas y me la cascaba pensando en todo lo que tenia falda. Mis sueños con la mujer del cartero o con nuestra vecina Juana eran de lo mas sucios y me las follaba en mil posiciones inimaginables, pero como digo, nunca había pensado en mi madre para tales fines
El punto de inflexión de mi historia fue una calurosa tarde de verano. Yo había estado con mis amigos tomando unas cervezas y al llegar a casa tenia la vejiga a punto de explotar. Entre rápido y me dirigí con prisa al cuarto de baño que abrí de golpe y lo que me encontré me dejo embobado.
Mi madre, la casta Doña Puri, salía de la bañera totalmente en pelotas y mi mente trato de procesar lo mas rápido posible aquella bella estampa. Me quede como petrificado ante aquellas tetazas blancas de oscuros pezones y algo caídas que en décimas de segundo fuero cubiertas por su brazo derecho. Luego baje mi mirada ante aquellos muslazos blancos como la leche y me dejo absorto aquel triangulo oscuro que dibujaba su sexo, ese “ jardín prohibido” que fue protegido y de forma muy rápida con su mano izquierda
Luego se giro para coger una toalla y su culazo con algo de celulitis también quedo ante mis ojos, temblando como una flan de gelatina
Salí de mi embobamiento al oír sus palabras:
- Niño sal de aquí que me estoy bañando, dijo con un tono enfadado
Cerré la puerta tras de mi y me fui a mi habitación intentando procesar y no olvidar las imágenes que acababa de presenciar. Entonces me percate que tenia una erección de caballo, me dolía pues me estaba meando, pero bajando mis pantalones libere mi pene y con un par de sacudidas me corrí de pie en el centro de mi habitación con la imagen de mi madre en pelotas en mi mente
Aquello cambio mi relación con el sexo y desde entonces mi puritana madre paso a ser la musa de mis interminable pajas. En sueños me la follaba de mil maneras, me corría en sus tetas , en su cara, en su blanco culazo.. Uufff como disfrutaba aquello
Pero quería ir mas allá y no sabia como. Intente espiarla , ver si follaba con mi padre o si podía volver a verla desnuda, pero no conseguí nada. Lo máximo que puede conseguir es robarle una bragas blancas de su cajón que con el tiempo pasaron a estar amarillas de la cantidad de semen que descargue sobre ellas
Una noche al llegar a casa ( serian como las 23:00 ) mi padre dormía y mi madre estaba viendo la televisión en su sillón, con ese camisón raso que si ser bonito a mi me parecía muy sexy, pues se pegaba a su cuerpo y dibujan sus poderosas curvas.
Ya desnudo en mi cama y empalmado con los pensamiento incestuosos que me consumían pensé en salir. Le diría que me dolía el pene , que me lo mirara, me podría delante de ella con mi barra a la altura de su cara, lo cogería de la base estirando al máximo su esplendor y en cuanto notara su mano en mi capullo explotaría en un orgasmo interminable llenando su carita de mi semen, así como su camisón a la altura de sus tetas. Pero no me atreví. Tan solo seria un sueño mas
Pasaron los días y los meses y aunque mi calentón no bajaba, perdí toda esperanza de ir mas allá con mi madre, pero volvieron a renacer cuando mis padres me dijeron que septiembre tendría que ir de boda a Madrid, y aunque la boda era un sábado mi madre y yo iríamos un viernes para hacer turismo en la capital. Estaría un día entero con su noche a solas con madre. ¿ Pasaría algo más?. Mi calenturienta mente empezó a imaginar mil situaciones morbosas
Llegamos a un céntrico hotel el viernes por la mañana, donde se alojarían muchos de nuestros familiares, nos dieron una habitación amplia con una cama muy grande de matrimonio y un sofá-cama que seria donde dormiría yo. Las vista estaban muy bien y en general la habitación nos gustaba, pero tenia en pequeño inconveniente desde el punto de vista de mi madre, pues la persiana no bajaba totalmente y ella estaba acostumbrada a dormir en total oscuridad. En la recepción del hotel nos argumentaron que el personal de mantenimiento no volvería hasta el lunes y como solución nos dieron unos antifaces para dormir que mi madre acepto a regañadientes.
Salimos a hacer turismo por la ciudad y lo pasamos genial. Por la noche cenamos con unos tíos míos que habían venido de Barcelona. Mi madre estaba radiante, y algo mas contentilla de la cuenta por el vino de la cena. Yo la miraba embobado. Me estaba enamorando locamente de ella
Cuando subimos a la habitación , rápidamente se derrumbaron todas mis expectativas.
-Goyo, me dijo, tu duermes en el sofá que hace mucho calor y entro en el baño a cambiarse. Salio con el camisón puesto y a oscuras , no permitiendo que pudiera atisbar ni una sola de las generosas curvas que me tenían hipnotizado
A regañadientes me dormí con un cabreo de pelotas. Mi gozo en un pozo.
Serian como las 06:00 de la mañana cuando los primeros rayos de sol entraron por la persiana estropeada. Yo no me había puesto la mascara de dormir y me empecé a desperezar con la mano en mi polla y un tremendo dolor de huevos
Entonces me percate que al lado a escasos 2 metros estaba mi madre tendida en el centro de la cama, las sabanas estaban areguñadas en la base de la cama, supongo que por el calor. La musa de mis pajas si se había puesto el antifaz y dormía placidamente, sus grandes pechos caídos uno para cada lado subían y bajaban al compás de sus profundas inspiraciones. Estaba como un tronco
Muy sutilmente me levante y me puse de pie delante de ella. Me percate que el camisón que llevaba eran mas cortito de lo habitual y le llegaba a medio muslo , era de raso , de un color salmón que destacaba con su piel blanca
Me arme de valor para intentar algo, pensando que si despertaba tenia tiempo suficiente hasta que se quitara el antifaz para inventar cualquier excusa y con uno de mis dedos acaricie unos de los puntiagudos pezones que se dibujaban en el camisón. Luego muy despacio y con el corazón en un puño abarque con mi mano uno de sus pechos. Me entraron unas ganas terribles de apretar y sobar aquellas tetas. Yo seguía de pie, instintivamente me había sacado el pene y comencé un lento pajote
Casi se me para el corazón cuando emitió un leve gruñido y levanto su pierna derecha haciendo que resbalara el camisón por su muslo. Me quede muy quieto hasta que su respiración volvió a coger ritmo. Esta profundamente dormida, me repetía una y otra vez para dar alas a mi osadía
Volví a envalentonarme y muy lentamente le subí el camisón dejando ante mi vista esos blancos muslazos al final de los cuales apareció el objeto de mi deseo , una mata de pelos negros y rizados, el “jardín prohibido”, la puritana de mi madre dormía sin bragas
De repente subió la otra pierna dejando las dos en 90 grados, su tripa tapo su vello púbico, pero agachándome y por el ángulo de sus piernas pude observar su coño en todo su esplendor, dos gruesos labios que dibujaban una raja rosadita que destacaba sobremanera entre su negros y ensortijados pelos rizados, puede incluso adivinar su ano oscuro un poco mas abajo. Me estaba embriagando su olor a hembra, pues mi nariz estaba a muy pocos centímetros de semejante manjar. Duro muy poco pues volvió a estirar la piernas sobre la cama dejando todo el matojo ante mi vista
No podía mas, estaba a punto de explotar y se me nublo la razón, me volví a poner de pie delante de ella y con dos meneos mi pene empezó a escupir la esencia de mis huevos . El primer lefazo le cayo en el vientre a la altura del ombligo y 2 más cayeron sobre su negro coño. Me puse muy nervioso, pues no sabia que hacer. Si se lo intentaba limpiar lo mismo se despertaba, y por otro lado como limpiárselo, seguramente la dejaría un engrudo en sus pelos rizados al intentarlo, así que la cubrí como pude con su camisón, dejándola bien regadito el jardín
Me metí en mi cama y me quede placidamente dormido.
Lo siguiente que oí fue la voz de mi madre: - Vamos perezoso, levántate
Ella ya estaba duchada y vestida – Te espero abajo para desayunar
Se la veía feliz y contenta, yo respire aliviado. No se ha dado cuenta
Luego me contó que había tenido un sueño muy raro y aunque lo intente no quiso darme ningún detalle
El día de la boda , ya con mi padre entre nosotros, lo pasamos muy bien. No voy a entrar en detalles y me voy a centrar en lo realmente importante
Yo estaba cabreado pues me hubiera encantado repetir la escena de la noche anterior y sabia que pocas oportunidades iba a tener en vida como aquella
Todos bebimos y comimos mas de la cuenta y al llegar al Hotel mi madre se subió a la habitación a descansar pues ya era tarde. Mi padre y yo nos quedamos con unos familiares tomando la ultima copa. Pensé que si se emborrachaba lo mismo podía repetir la escena de la noche anterior.
Cumplí mi objetivo con creces y a duras penas pudo subir la escaleras del hotel. Al llegar a la habitación le sugerí que pasaba yo primero al baño, que era mas rápido, y que el mientras tanto se fuera desvistiendo , pero cuando salí me lo encontré en mi sofá –cama dormido como un tronco y roncando, no se había ni quitado los zapatos. La suerte me volvía a sonreir
Sobre la cama, como la noche anterior, con su antifaz, estaba mi madre
Me acosté a su alado en calzoncillos , intentando que pasara rápido el tiempo para comenzar con mis juegecitos y al cabo de un par de horas y muy sigilosamente me levante para contemplarla y con la intención de volver a hacerme un buen pajote.
Igual que la noche anterior muy despacio le subí el camisón dejando todo su coñazo ante mi vista. Me puse a los pies de la cama, y cuando mis ojos se acostumbraron a la penumbra, pude ver como sus piernas estaban mas abiertas, así que enfebrecido con semejante espectáculo me fui acercando en cuclillas hasta que mi cara quedo entre sus piernas. No la tocaba, pero podía oler el aroma de su sexo, estaba muy cerca.
De repente, paso algo que rompió mis esquemas, mi madre me puso una mano en la cabeza y hundió mi cara en su sexo, y aunque durante unos segundos me quede paralizado al ver que empezaba a mover sus ingles contra mi cara, le seguí el juego y me comí aquel hermoso coño que tanto deseaba. Se lo lamí bien , jugando con su clítoris e incluso le metí la lengua en su ojete lo que que me proporciono un sabor diferente . Ya no había vuelta atrás. Mis manos subieron a sus pechos y se los amase como tantas veces había deseado. Luego me incorpore y me puse entre sus piernas. Baje uno de los tirantes de su camisón y me metí un pezón en la boca, ella suspiro y dijo muy bajito y medio adormilada:
-Antonio ten cuidado y no hagas ruido no vayamos a despertar al niño
Mi madre se pensaba que era mi padre el que se la quería follar, y la tenia a mi entera disposición, pero mi padre roncaba placidamente en la cama de al lado. Supuse con el antifaz no se daría cuenta de nada, así que me acomode bien y la bese, ella abrió su boca y dejo entrar a mi lengua mientras mi pene resbalaba hasta el fondo de su coño
Empezamos el lento baile del amor, muy despacito, pero muy profundo, metiendo toda la poya por donde había salido hace 18 años. Los envites empezaron a acelerarse y mi madre empujaba su pelvis contra mí abriendo todo lo que podía sus piernas que pasaron a rodearme los riñones. Baje mis manos a su culo y se lo sobé empujándolo mas contra mí y metiendo hasta el ultimo centímetro. En un momento extremo de pasión le metí un dedo por el culo y dio un respingo al tiempo que me decía muy bajito:
-Que me haces cabrón
Empezó a convulsionar como un flan mientras el sonido del chapoteo de su coño se metía en mi cerebro. No lo pude aguantar mas, apretó su ano contra mi dedo como si se lo quisiera tragar y me derramé en lo profundo de su útero
Aquello era un rio que había formado mi semen y sus caldos
Me baje agotado sacando mi dedo de su culo y lo lleve a mi nariz, quería saber como olía el culo de mi madre. No hubo ni una palabra mas y nos quedamos profundamente dormidos
Cuando amanecía, me levante y desperté con cuidado a mi padre, que en silencio de desvistió y se metió en su cama , yo hice lo propio en la mía