tantomorbo
Virgen
VIOLADA Y SOMETIDA POR LOS AMIGOS DE SU HIJO V
Habían pasado dos semanas después del último encuentro entre Rosa y los amigos de su hijo, su hijo Pedro estaba cada día más abstraído y notó que le pedía dinero constantemente y evitaba hablar de cualquier tema e incluso de sus amigos.
Un día llego por la noche muy alterado y Rosa lo siguió hasta su habitación, Pedro estaba visiblemente alterado, se sentó al lado de su hijo en la cama.
- ¿Qué te pasa cariño? - le pregunto tiernamente Rosa - explícaselo a mama.
- Mis amigos me acosan - le explico Pedro entristecido - me obligan a hacer cosas que no quiero hacer.
- ¿qué te obligan a hacer? - preguntó Rosa sorprendida.
- Este fin de semana quieren ir al puticlub - confeso su hijo - y quieren que te quite el dinero a ti para pagar la fiesta.
- Te vas a tener que buscar otros amigos - le dijo Rosa, pensando que lo mejor era que su hijo se apartara de ellos - ya encontraras otra gente.
- Me cuentan mentiras sobre ti - susurró Pedro.
- ¿Qué te cuentan de mi? - le preguntó Rosa con inquietud.
- Sancho dice que te acuestas con ellos - le dijo Pedro avergonzado - que eres una marrana en la cama y que se la chupas muy bien.
Rosa hizo un gesto de contrariedad, sabía que su hijo era muy influenciable, una viva imagen de su padre, se metía en problemas y luego tenía ella que solventarlos.
- ¡No es cierto verdad mama! - le exigió Pedro una contestación al ver a su madre abrumada.
- ¡Cómo vas a pensar eso de mi! - le exclamó Rosa contrariada.
- Me han dicho que si no les doy el dinero para ir al puticlub - le confesó Pedro - vendrán y abusaran de ti.
- Dame su móvil - le pidió Rosa - les voy a llamar y te solucionare todo esto.
Pedro les dio el móvil y Rosa salió de la casa y se encendió un cigarro nerviosa, llamó a Sancho y estuvieron un rato hablando de forma alterada, finalmente colgó y volvió a entrar en casa.
- Mañana hablare con ellos - le comento Rosa a su hijo - y conseguiré que te dejen en paz.
Rosa y su hijo cenaron en silencio, tanto uno como el otro, tenían diferentes pensamientos, cuando acabaron de cenar Pedro se despidió de su madre y se fue a su habitación, Rosa recogió la cocina y se fumo un cigarro pensativa, antes de ir a acostarse paso por la habitación de su hijo en silencio, se asomó por la puerta entreabierta y vio como las sabanas se movían de manera elocuente y su hijo soltaba bufidos, se estaba haciendo una manola, Rosa se quedo sorprendida, veía a su hijo como un niño y se estaba volviendo adulto. Se dirigió a su habitación en silencio, se estiro en la cama y dio vueltas pensativa y preocupada, lo acontecido aquel día, escuchar la voz de Sancho y ver como su hijo se hacía una paja le hicieron sentir que estaba cachonda y su coño húmedo, se masturbo salvajemente sin saber que su hijo que se había levantado estaba escuchándola gemir cuando se metía sus dedos en su coño y se corría.
Al día siguiente cuando acabo de trabajar le envió un whatssap a Sancho para quedar con él y hablar del problema de su hijo, Sancho le contesto que lo fuera a buscar a su casa. Rosa llego y sancho entro en el coche, Rosa arranco con cara de pocos amigos, condujo en silencio y se paro en un semáforo.
- ¡Tengo ganas de follarte guarra! - le susurró Sancho mientras le metía la mano por entrepierna y le sobo el coño por encima del pantalón.
- ¡No me toques! - le contestó Rosa enfurecida y le apartó la mano con rabia - ¡Cómo te atreves a contarle a mi hijo que me acuesto contigo!
El semáforo se puso en verde y Rosa arranco el coche y condujo hacía su casa, allí podría tener tranquilidad y privacidad.
- Me gusta que te pongas rebelde - le susurró sancho mientras la volvía a sobar las piernas - ¡Así luego te follare más duro!
- ¡Déjame en paz a mi hijo y a mí! - vociferó Rosa con los ojos llorosos - ¡no quiero verte más!
Siguieron conduciendo hasta que llegaron a su casa, Rosa se bajo del vehículo enfurecida, Sancho la siguió con una sonrisa, ella abrió la puerta y cuando entraron Sancho la arrincono contra la pared.
- ¿Qué le cuentas a mi hijo? - aulló Rosa crispada.
- Solo algunas cosas - le susurro Sancho pegándose a ella y sobándole las tetas - ¡Te quedarías sorprendida de lo pervertido que es tu hijito!
- ¡Le obligáis a quitarme dinero! - vocifero ella - ¡Para saber que!... para iros a un puticlub.
- ¡Eso es lo que te cuenta tu hijo! - le dijo Sancho - ¡Que engañada te tiene!
Sancho cogió la mano de Rosa y la llevo a su paquete, se desabrocho el pantalón y se saco la polla y hizo que la mano de ella se moviese de arriba abajo.
- ¡hazme una paja! - le murmullo Sancho - y te contaré lo que hace tu hijito.
- ¡Cuéntame lo que hace mi hijo! - le susurro Rosa mientras agarraba la polla de Sancho con las dos manos y empezó a hacerle una paja.
- Cuando vamos al puticlub él es el único que sube con furcias - le confesó Sancho - es el más pervertido y vicioso de todos.
Rosa seguía haciéndole la paja con una mano en tanto que con la otra le masajeaba los huevos.
- ¿Qué más? - pregunto Rosa excitada.
- ¡Él sabe que te hemos follado! - le susurró con voz ronca Sancho presa de la excitación - ¡Lo planeo desde el principio!
- ¡No te creo! - susurró Rosa estrujándole y apretándole la polla y los huevos.
- ¡Te lo aseguró! - dijo Sancho soltando un grito al sentir como Rosa le apretaba los huevos - ¡él sabe que yo estoy contigo ahora!
- ¡Te sigo sin creer! - le grito Rosa.
- ¡Mira esto! - le dijo Sancho enseñándole el móvil, era una conversación de whatssap.
Rosa cogió el móvil y observo atenta la conversación:
Pedro: ¨¿has quedado con mi madre?¨
Sancho: ¨me pegará un toque cuando acabe de trabajar¨
Pedro: ¨¿vais a ir a algún sitio discreto?¨
Sancho: ¨Si tengo ganas de follármela¨
Pedro: ¨Esta cachonda, ayer se masturbaba, la escuche cómo gemía ¡me puso muy cachondo!¨
Rosa se quedo estupefacta, sabía que el único que podía saber que la noche antes se masturbo era su hijo si es que la escuchó. Sancho se dio cuenta que Rosa se sentía traicionada por su propio hijo.
- ¡Hazme una buena mamada! - le dijo Sancho haciéndola agachar, Rosa estaba boquiabierta y no opuso ninguna resistencia, se agacho y se llevo la polla de sancho a la boca y empezó a hacerle una buena mamada.
- ¡Cómo la chupas! - susurraba Sancho - ¡Que guarra que eres!
Rosa estaba cada momento más excitada, aquella situación de sorpresa y engaño la habían puesto muy cachonda y su lengua recorría toda el tronco de la polla de Sancho.
- Tú hijo ésta obsesionado contigo - balbuceaba Sancho - ¡quiere follarte!
Sancho notó como aquellas palabras habían excitado a Rosa, que empezó a morderle los huevos con ansía mientras su mano le apretaba y masajeaba la verga.
- ¡Me voy a correr! - le anunció Sancho.
- ¡Córrete en mi cara! - le balbuceo Rosa excitada.
Sancho se agarró con las manos en la cabeza de Rosa y empezó a temblar y soltar gruñidos y se corrió en la boca y la cara de Rosa, que recibió aquella leche caliente complacida. Durante un buen rato Rosa siguió pajeando y apretando la polla de Sancho, ordeñándola mientras él bufaba y contemplaba la mirada perversa de Rosa.
- Dame tú móvil - le ordeno Rosa.
Sancho se lo dio después de desbloquearlo y Rosa escribió un Whatssap, al momento recibió una respuesta, Rosa frunció el ceño al leerla, se levanto y se fue al lavabo a limpiarse la cara, Sancho observo los whatssaps de su móvil.
Rosa ( móvil de Sancho): Me ha hecho una mamada de cine ¡me he corrido en su cara y la he llenado de leche!
Pedro: buffff…¡cómo me pone!
Habían pasado dos semanas después del último encuentro entre Rosa y los amigos de su hijo, su hijo Pedro estaba cada día más abstraído y notó que le pedía dinero constantemente y evitaba hablar de cualquier tema e incluso de sus amigos.
Un día llego por la noche muy alterado y Rosa lo siguió hasta su habitación, Pedro estaba visiblemente alterado, se sentó al lado de su hijo en la cama.
- ¿Qué te pasa cariño? - le pregunto tiernamente Rosa - explícaselo a mama.
- Mis amigos me acosan - le explico Pedro entristecido - me obligan a hacer cosas que no quiero hacer.
- ¿qué te obligan a hacer? - preguntó Rosa sorprendida.
- Este fin de semana quieren ir al puticlub - confeso su hijo - y quieren que te quite el dinero a ti para pagar la fiesta.
- Te vas a tener que buscar otros amigos - le dijo Rosa, pensando que lo mejor era que su hijo se apartara de ellos - ya encontraras otra gente.
- Me cuentan mentiras sobre ti - susurró Pedro.
- ¿Qué te cuentan de mi? - le preguntó Rosa con inquietud.
- Sancho dice que te acuestas con ellos - le dijo Pedro avergonzado - que eres una marrana en la cama y que se la chupas muy bien.
Rosa hizo un gesto de contrariedad, sabía que su hijo era muy influenciable, una viva imagen de su padre, se metía en problemas y luego tenía ella que solventarlos.
- ¡No es cierto verdad mama! - le exigió Pedro una contestación al ver a su madre abrumada.
- ¡Cómo vas a pensar eso de mi! - le exclamó Rosa contrariada.
- Me han dicho que si no les doy el dinero para ir al puticlub - le confesó Pedro - vendrán y abusaran de ti.
- Dame su móvil - le pidió Rosa - les voy a llamar y te solucionare todo esto.
Pedro les dio el móvil y Rosa salió de la casa y se encendió un cigarro nerviosa, llamó a Sancho y estuvieron un rato hablando de forma alterada, finalmente colgó y volvió a entrar en casa.
- Mañana hablare con ellos - le comento Rosa a su hijo - y conseguiré que te dejen en paz.
Rosa y su hijo cenaron en silencio, tanto uno como el otro, tenían diferentes pensamientos, cuando acabaron de cenar Pedro se despidió de su madre y se fue a su habitación, Rosa recogió la cocina y se fumo un cigarro pensativa, antes de ir a acostarse paso por la habitación de su hijo en silencio, se asomó por la puerta entreabierta y vio como las sabanas se movían de manera elocuente y su hijo soltaba bufidos, se estaba haciendo una manola, Rosa se quedo sorprendida, veía a su hijo como un niño y se estaba volviendo adulto. Se dirigió a su habitación en silencio, se estiro en la cama y dio vueltas pensativa y preocupada, lo acontecido aquel día, escuchar la voz de Sancho y ver como su hijo se hacía una paja le hicieron sentir que estaba cachonda y su coño húmedo, se masturbo salvajemente sin saber que su hijo que se había levantado estaba escuchándola gemir cuando se metía sus dedos en su coño y se corría.
Al día siguiente cuando acabo de trabajar le envió un whatssap a Sancho para quedar con él y hablar del problema de su hijo, Sancho le contesto que lo fuera a buscar a su casa. Rosa llego y sancho entro en el coche, Rosa arranco con cara de pocos amigos, condujo en silencio y se paro en un semáforo.
- ¡Tengo ganas de follarte guarra! - le susurró Sancho mientras le metía la mano por entrepierna y le sobo el coño por encima del pantalón.
- ¡No me toques! - le contestó Rosa enfurecida y le apartó la mano con rabia - ¡Cómo te atreves a contarle a mi hijo que me acuesto contigo!
El semáforo se puso en verde y Rosa arranco el coche y condujo hacía su casa, allí podría tener tranquilidad y privacidad.
- Me gusta que te pongas rebelde - le susurró sancho mientras la volvía a sobar las piernas - ¡Así luego te follare más duro!
- ¡Déjame en paz a mi hijo y a mí! - vociferó Rosa con los ojos llorosos - ¡no quiero verte más!
Siguieron conduciendo hasta que llegaron a su casa, Rosa se bajo del vehículo enfurecida, Sancho la siguió con una sonrisa, ella abrió la puerta y cuando entraron Sancho la arrincono contra la pared.
- ¿Qué le cuentas a mi hijo? - aulló Rosa crispada.
- Solo algunas cosas - le susurro Sancho pegándose a ella y sobándole las tetas - ¡Te quedarías sorprendida de lo pervertido que es tu hijito!
- ¡Le obligáis a quitarme dinero! - vocifero ella - ¡Para saber que!... para iros a un puticlub.
- ¡Eso es lo que te cuenta tu hijo! - le dijo Sancho - ¡Que engañada te tiene!
Sancho cogió la mano de Rosa y la llevo a su paquete, se desabrocho el pantalón y se saco la polla y hizo que la mano de ella se moviese de arriba abajo.
- ¡hazme una paja! - le murmullo Sancho - y te contaré lo que hace tu hijito.
- ¡Cuéntame lo que hace mi hijo! - le susurro Rosa mientras agarraba la polla de Sancho con las dos manos y empezó a hacerle una paja.
- Cuando vamos al puticlub él es el único que sube con furcias - le confesó Sancho - es el más pervertido y vicioso de todos.
Rosa seguía haciéndole la paja con una mano en tanto que con la otra le masajeaba los huevos.
- ¿Qué más? - pregunto Rosa excitada.
- ¡Él sabe que te hemos follado! - le susurró con voz ronca Sancho presa de la excitación - ¡Lo planeo desde el principio!
- ¡No te creo! - susurró Rosa estrujándole y apretándole la polla y los huevos.
- ¡Te lo aseguró! - dijo Sancho soltando un grito al sentir como Rosa le apretaba los huevos - ¡él sabe que yo estoy contigo ahora!
- ¡Te sigo sin creer! - le grito Rosa.
- ¡Mira esto! - le dijo Sancho enseñándole el móvil, era una conversación de whatssap.
Rosa cogió el móvil y observo atenta la conversación:
Pedro: ¨¿has quedado con mi madre?¨
Sancho: ¨me pegará un toque cuando acabe de trabajar¨
Pedro: ¨¿vais a ir a algún sitio discreto?¨
Sancho: ¨Si tengo ganas de follármela¨
Pedro: ¨Esta cachonda, ayer se masturbaba, la escuche cómo gemía ¡me puso muy cachondo!¨
Rosa se quedo estupefacta, sabía que el único que podía saber que la noche antes se masturbo era su hijo si es que la escuchó. Sancho se dio cuenta que Rosa se sentía traicionada por su propio hijo.
- ¡Hazme una buena mamada! - le dijo Sancho haciéndola agachar, Rosa estaba boquiabierta y no opuso ninguna resistencia, se agacho y se llevo la polla de sancho a la boca y empezó a hacerle una buena mamada.
- ¡Cómo la chupas! - susurraba Sancho - ¡Que guarra que eres!
Rosa estaba cada momento más excitada, aquella situación de sorpresa y engaño la habían puesto muy cachonda y su lengua recorría toda el tronco de la polla de Sancho.
- Tú hijo ésta obsesionado contigo - balbuceaba Sancho - ¡quiere follarte!
Sancho notó como aquellas palabras habían excitado a Rosa, que empezó a morderle los huevos con ansía mientras su mano le apretaba y masajeaba la verga.
- ¡Me voy a correr! - le anunció Sancho.
- ¡Córrete en mi cara! - le balbuceo Rosa excitada.
Sancho se agarró con las manos en la cabeza de Rosa y empezó a temblar y soltar gruñidos y se corrió en la boca y la cara de Rosa, que recibió aquella leche caliente complacida. Durante un buen rato Rosa siguió pajeando y apretando la polla de Sancho, ordeñándola mientras él bufaba y contemplaba la mirada perversa de Rosa.
- Dame tú móvil - le ordeno Rosa.
Sancho se lo dio después de desbloquearlo y Rosa escribió un Whatssap, al momento recibió una respuesta, Rosa frunció el ceño al leerla, se levanto y se fue al lavabo a limpiarse la cara, Sancho observo los whatssaps de su móvil.
Rosa ( móvil de Sancho): Me ha hecho una mamada de cine ¡me he corrido en su cara y la he llenado de leche!
Pedro: buffff…¡cómo me pone!