Veronica la tetona

roman74

Pajillero
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Esto me sucedió cuando estudiaba en una preparatoria en México y gracias a Dios es una historia real.
Me atraÃ*a muchÃ*simo una chava que se llamaba Verónica. MedÃ*a aproximadamente 1.65m. Morena, delgada y con unas tetas muy grandes riquÃ*simas (algunos de la escuela decÃ*an que eran silicones pero yo más adelante comprobé que no). No tenÃ*a un culo muy bueno, pero su cara era cachondÃ*sima y se parecÃ*a, más o menos, a Susan Sarandon. Era una de esas mujeres que exudan sexualidad. Total que por ese entonces tenÃ*amos 16 años.
Desde el primer año de preparatoria se convirtió en mi obsesión. Ella sabÃ*a que tenÃ*a unos senos hermosos porque siempre se vestÃ*a con blusas apretadas que los dejaban ver en toda su magnitud, además de que se arreglaba muy bien, por lo que siempre se veÃ*a hermosÃ*sima.
Yo para ese entonces era muy tÃ*mido y la verdad no me acercaba mucho, si bien cruzaba algunas palabras con ella y la observaba durante la clase. Algunas veces la cachaba que ella me estaba mirando también. Por mucho tiempo (y todavÃ*a ahora) me masturbo pensando en ella.
El primer año de preparatoria no paso nada. Yo nada más fantaseaba como loco al ver como sus senos se recargaban en el pupitre.
Sin embargo, el siguiente año fue el de la suerte. Cerca de Navidad, yo estaba con un amigo en la escuela y ella llegó a saludarnos y nos dio un abrazo felicitándonos por la Navidad. Ese ha sido uno de los mejores momentos de mi vida, ya que cuando nos dimos el beso en el cachete y me abrazo pude oler su aroma que era completamente excitante y pude sentir su cuerpo junto al mÃ*o. Sé que ella deliberadamente presionó sus senos contra mi pecho. Esos segundos querÃ*an que se convirtieran en horas.
Después de ese incidente, empezamos a platicar más. Para ese entonces yo ya tenÃ*a coche y un dÃ*a ella nos invito a mi y a unos amigos a su fiesta de cumpleaños. Desde luego que fuimos. El cabrón de uno de mis amigos le llevó un ramo de rosas y yo me puse bien pinché celoso. La fiesta fue mas o menos. Al rato ya nos tenÃ*amos que ir y nos despedimos. Yo fui el último en despedirse, estábamos en la cocina y ahÃ* me despedÃ* de ella, al darle el abrazo ella se pego otra vez a mi cuerpo (estaba vestida con un vestido pegadito y se veÃ*a buenÃ*sima, los pezones se le marcaban a través de la ropa) y al darme el beso en el cachete casi nos besamos en la boca, nos separamos y nos vimos a los ojos y me dijo: Gracias por venir. Yo le dije que no habÃ*a problema que me caÃ*a muy bien. A eso ella me dijo: oye me podrÃ*as ayudar mañana a estudiar historia? (ella sabÃ*a que yo era muy bueno en esa clase). Yo le dije que sÃ* y quedamos de vernos en la mañana.
Obviamente llegué a mi casa y me masturbé salvajemente pensando en Verónica. Al otro dÃ*a fui a su casa tempranito, por ahÃ* de las nueve de la mañana y no habÃ*a nadie en su casa. Me abrió la puerta y casi me desmayo, estaba vestida con unos shorts de jeans y con una blusa negra de seda que le hacÃ*a resaltar las tetas, se veÃ*a que no traÃ*a brassier y que las tetas no le colgaban nadita.
Pues entré con la cara de pendejo porque bien que se dio cuenta de que no podÃ*a dejar de verle las tetas. Nos sentamos en la mesa y empezamos a repasar los apuntes. Yo obviamente ya traÃ*a una erección cabrona y hasta estaba sudando y me sentÃ*a un poco mareado. Cada vez que la veÃ*a a la cara, me le quedaba viendo a sus labios. Después de unos minutos me dijo: "siempre me has gustado", yo no sabÃ*a ni que hacer y le dije: "en serio?". Luego ella me dijo que le gustaba desde la secundaria (yo la verdad ni me acuerdo de ella porque no estaba tan desarrollada), a eso yo le dije que la verdad a mi me encantaba y que me morÃ*a por besarla. En ese momento mi corazón estaba a mil y hasta sentÃ*a gotitas de sudor caer de mis axilas. Nos besamos tiernamente con tantita lengua y luego empezamos a hacerlo más profundamente, después de estar fajando un rato, me tomo una de mis manos y la puso sobre su seno, yo sentÃ*a que me iba a venir en ese momento. Ella se paro y se sentó en mi sobre la silla, le quite la blusa y pude ver por primera vez esos hermosos morenos senos con un pezón puntiagudo, se los chupe por un rato mientras ella gemÃ*a.
Me dijo que fuéramos a su cuarto. Cuando llegamos me empezó a desnudar y se metió mi pito a la boca. Me la estaba mamando riquÃ*simo, la verdad me vine como en 15 segundos. Nos tiramos a la cama y ya desnudos nos empezamos a tocar por todos lados, le empecé a acariciar la vagina y le metÃ* un dedo con la sorpresa de que no era virgen (aunque en realidad era la primera vez que lo hacÃ*a con un hombre, ya que luego me entere que su mejor amiga se lo habÃ*a roto con un consolador). Yo tampoco era virgen, ya que me habÃ*a cogido a mi sirvienta como tres veces antes de que la corrieran (esa es otra historia que luego contare). Total que yo me la estaba dedeando en la cama mientras nos besábamos apasionadamente y nos lamÃ*amos el cuello, ella el pecho y yo sus tetas. Para esto yo no habÃ*a tomado mucho tiempo en tener otra erección. De un solo movimiento ella se trepo en mi y se metió mi pito poco a poquito, yo sentÃ*a como iba abriendo camino mientras ella gemÃ*a y movÃ*a las caderas bien rico y se tocaba los senos.
Una vez que llegue hasta el fondo, los dos gritamos de placer y ella se empezó a mover cachondisimamente, yo no le dejaba de lamer y tocar sus tetas. Al cabo de un rato los dos nos venimos y nos quedamos tirados en la cama todos sudados. Al cabo de una hora, después de haberlo hecho otras dos veces, oÃ*mos que llegaba su mama y nos vestimos rapidÃ*simo. Desde ese dÃ*a tenÃ*amos relaciones sexuales cada vez que podÃ*amos. Ella empezó a tomar la pÃ*ldora para que no se embarazara.
Cortamos después de un año y medio debido a que yo me iba a otro paÃ*s. Ahora, han pasado cerca de 13 años desde esa vez y todavÃ*a sigo calentándome muchÃ*simo cuando pienso en ella. La verdad la extraño y si tuviera la oportunidad de volver con ella, lo harÃ*a. Hace poco le hable por teléfono y me cambie el nombre, me contesto ella y dije que creÃ*a que tenÃ*a el numero equivocado. Al fondo alcance a oÃ*r a un niño de brazos llorando y nada más me decepcione. Ojala yo fuera el cabrón que esta ahorita con ese bombón.
 
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