Vacaciones de Verano

heranlu

Veterano
Registrado
Ago 31, 2007
Mensajes
6,204
Likes Recibidos
2,517
Puntos
113
 
 
 
Transcurrieron las fiestas navideñas en familia, muchos regalos un buen clima de hogar y mucha diversión. Llegado el mes de enero nos iríamos de vacaciones al campo como acostumbrábamos siempre los tres, mi madre, mi padre y yo.

La vida de campo siempre me ha gustado, puedes hacer de todo desde descansar solamente hasta comprometerte con el trabajo de la hacienda, la casa era amplia, con un gran tanque donde se acumulaba el agua que se saca del pozo y te puedes bañar y a unos trescientos metros están los establos donde la gente que allí trabaja prepara sus tareas y se guardan los implementos y herramientas.

Hacia el otro lado, a unos ciento cincuenta metros la casa del capataz y peonada (empleados del campo), allí la esposa del capataz se encarga de la comida diaria que casi siempre son comidas típicas regionales.

Pues bien, partimos el 3 de enero para el campo con mis padres, en el viaje programamos las mínimas actividades que nos gustaban y tras el largo recorrido en la camioneta llegamos por la tarde donde nos esperaban todos con mucha impaciencia y alegría.

Enseguida nos acomodamos en la casa y a la noche cenamos con el capataz y su esposa para que mi padre recibiera las novedades de la producción del campo y como estaban allá las cosas y temprano nos fuimos a dormir todos.

Los días siguientes transcurrieron con normalidad, recorrimos la hacienda a caballo, realizamos faena de carnes y la fabricación de quesos caseros, nos bañamos en el estanque del agua e, incluso, un par de días pasamos de puro encierro por una tormenta enorme que no nos dejaba salir de la casa.

Como a la semana de estar allá mi padre tuvo que volver a la ciudad por unos días por las actividades de la empresa que lo requerían y nos quedamos en el campo solos con mi madre.

Al segundo día de partir mi padre decidimos con mamá ir a dar una vuelta a caballo y nos dirigimos hacia los establos para ensillar rumbo al paseo pero al llegar todo cambio.

Entramos por la puerta doble del frente y sentimos ruido en el interior. Nos acercamos hacia el lugar de los ruidos que era uno de los boxes donde estaban guardados los caballos y al asomarnos vaya sorpresa.

El padrillo que usaba siempre mi padre había quedado suelto y se estaba montando a una yegua que usa el personal en su trabajo. Era todo un espectáculo la imagen de los caballos en esa actividad y tanto mi madre como yo nos quedamos de una pieza como piedras mirándolo.

Ninguno de los dos decía nada, permanecimos estáticos allí viendo lo ocurría y de inmediato comencé a excitarme con la vista que teníamos del primer plano de los animales. El padrillo tenía su verga completamente erecta y creo que sus dimensiones eran de unos 50 ó tal vez 60 centímetros. de largo y tan gruesa como una cañería y parado sobre sus patas traseras ensartaba a la yegua que mansamente estaba atada allí mientras le mordía el cuello y relinchaba resoplando por la nariz.

Ninguno de los atinaba a moverse ni dar comentarios de la escena pero, tampoco nos apartábamos de allí, ni siquiera lo intentamos tampoco. No se cuanto tiempo paso, si mucho o poco, pero al rato giro mi cabeza para ver a mi madre que estaba parada a mi lado y la vi allí en todo su esplendor.

Nunca antes la había visto como una mujer, sólo era mamá, mi dulce y cariñosa madre pero ahora, ella estaba ahí con sus pantalos de jean, su camisa blanca, su cabello oscuro suelto mirando fijamente la escena y con su boca entreabierta como en gesto de asombro.

La mire con detenimiento y note que se estaba excitando con la escena animal que transcurría frente a nuestros ojos y note como sus pezones se marcaban bajo la camisa blanca y como con nerviosismo frotaba sus palmas de ambas manos por las caderas y pernas como quien se seca las manos.

Yo estaba ahí, con mis pantalones de campo y una remera y zapatillas y la erección que me había provocado todo eso formaba una carpa en mis pantalones que era inocultable y temiendo que ella me viera del mismo modo que yo lo estaba haciendo, suavemente me corrí por instinto hacia atrás alejándome de su ángulo de visión hasta quedar viendo todo desde atrás.

Volví a mirar al frente y el padrillo estaba en su mejor momento de la cogida, daba estocadas cada vez mas rápido dentro de la vagina de la yegua y aquella movía sus ancas y daba cada tanto una patada hacia atrás en clara señal de que esa herramienta era lo suficientemente grande y fuerte para que la sintiera en su interior.

En eso estábamos con mi madre mirando cuando instintivamente y no se como siento la cercanía del cuerpo de ella al mío y eso aumento mi excitación al máximo. Tan sólo las palabras de mi madre me volvieron a la realidad en ese momento cuando dijo: "Dios, nunca había visto algo como esto".

Yo tuve que pensar lo que había oido, porque entre la escena y el cuerpo de mi madre cerca estaba como en el limbo y le respondí, "Ni yo mamá" y ella entonces se río con nerviosismo.

No sabia que hacer en ese instante, estaba empalmado como nunca, viendo una porno animal frente a mis narices en vivo y directo y el cuerpo de mi madre cerca del mío y sentí el impulso de tocarlo y lo hice.

Estire mi mano derecha hacia sus caderas, casi como tomándola de la cintura y sólo la apoye ahí y de inmediato sentí su reacción al roce corporal, pues ella con su mano izquierda pasándola por frente a ella se puso sobre la mía. Inmóviles quedamos varios segundos en esa posición, ambos mirando al frente y nada mas.

No se de donde saque fuerzas y jale mi mano de sobre sus caderas un poco acercándola a mi y ella sólo se deslizo hasta que estuvimos pegados uno con el otro, ella por el frente y yo desde atrás mirando sobre su hombro.

Eso me llevo a cerrar los ojos fantaseando con el momento y al no poder ver sentí el sonido de la respiración algo agitada de mi madre por todo lo que pasaba en ese momento. Mi dios, que placer oirla casi gemir de ese modo, ahí y junto a mi, no me lo podía creer, jamás me hubiera imaginado algo como eso ni en la mejor de mis fantasías sexuales.

Fueron tan solo unos segundo en esa posición pero era la gloria infinita en mi interior. Note las manos con sudor de mi madre tocando la mia y como sus dedos se movían sobre mi mano con nervios y no se quedaban quietos y me dije, esta es mi oportunidad, si no es hoy, no será jamás lo que pienso y me aventure a cruzar ese límite de lo prohibido.

Tan solo moví mi rostro para adelante hasta quedar a la altura de su cuello mientras que ella mantenía la vista en los animales y ahí la bese, suave, tiernamente, solo posando mis labios en su piel y percibiendo la fragancia de su cuerpo. Dos, tres, tal vez cuatro segundos y me aleje. De inmediato sentí la respiración de mi madre que dio un suspiro y nada más.

Ahí me di cuenta que no sería rechazado, la barrera que separaba estaba franqueada y que todo podría ser ahí mismo. Tomé con mi otra mano el cuerpo de mi madre junto al mío por su cintura mientras ella sostenía mi mano del otro lado y me pegue a ella y ella me dejo hacer sin hablar y la volví a besar mas largo.

Al dejar de besarla y erguir mi cabeza la vi. Ella estaba inmóvil, su cabeza levemente reclinada para atrás y sus ojos que antes miraban los animales ahora estaban cerrados y en su cara se notaba el brillo de disfrutar y gozar el instante.

Sin perdida de tiempo dirigí mi boca a la suya y puse mis labios sobre los de ella. Primero solo fueron mis labios tocando los suyos y un par de segundos después saque mi lengua y comencé a recorrerlos de un lado a otro con suavidad humedeciéndolos y ella sólo abrió su boca y me dejo entrar hasta sentir el contacto con su lengua.

Ahí estábamos, madre e hijo, besándonos como dos amantes y nunca antes había cruzado esto por mi pensamiento pero el instinto es mas fuerte y aumente el ritmo para seguir besándola con pasión, hambre y calentura mientras ella sólo se reclinaba mas sobre mi hasta sentir el contacto de mi verga sobre sus nalgas.

Fue un beso increíble, mientras sentía su lengua devorar la mía solté su cintura y subí mis manos por delante hasta tomarla por los pechos. Eran deliciosos, bien carnosos, no muy grandes pero si bien firmes y lo mejor, podía sentir los pezones que se querían salir de debajo de su brasier completamente duros.

Lo que estábamos por hacer no tenía paso atrás y comprendí que ninguno de los dos quería detenerse entonces.

Deje de besarla y sin soltar su cuerpo la gira un poco hacia mi para verla de frente y nos miramos a los ojos y dije: "Mamá, cuanto te amo" y ella sonrió mostrando todos sus dientes blancos y dos hoyuelos en sus mejillas.

Fue ella la que tomo ahí la iniciativa y me llevó de la mano hasta los fardos de pasto de alimento de los animales del establo y ahí me hizo recostar colocándose a mi lado y seguimos besándonos.

Su cuerpo junto al mío, su boca devorándome y mis manos que ya no se podían quedar quieta introduciéndose por bajo la camisa para acariciar sus magnificas tetas. La erección que todo esto me había provocado literalmente me dolía.

Ella comenzó a desvestirme y yo a ella. Las camisas fueron a dar al piso en menos de lo que canta un gallo, su brasier quedo bajo nuestros cuerpos tan rápido que ni cuenta nos dimos de eso, nos descalzamos usando los pies y mientras tanto nos besábamos como dos adolescentes en su primer sesión de sexo.

La ayude a quitarse sus pantalones de jean y quedo con sus calzones negros y también se los quite con premura. Ella se tomo un instante y me ayudo con mis pantalones de campo y junto con ellos me saco el boxer dejándome totalmente desnudo, recostado sobre los fardos de pasto y con mi erección de 19 centímetros como un mástil apuntando al techo.

En su movimiento de soltar los pantalones y volver hacia mi se abalanzó sobre mi verga y tomándola con ambas manos la introdujo directamente a su boca para comenzar a mamarla. Sentí como la introdujo toda hasta su garganta y luego, lento y saboreándola la fue quitando hasta soltarla con un sonido estridente y la volvió a meter.

Comenzo con sus manos un movimiento de paja sobre mi pene y mientras tanto jugaba con su lengua en el glande para luego chuparlo con fuerza. La solto levemente de entre sus dedos y la recorrió con su lengua hasta llegar a los huevos y, uno a uno, se los puso en la boca para comenzar a mover la lengua con ellos dentro.

Nunca me habían hecho eso mis novias y la verdad que es una descripción indescifrable, ni el mejor relato daría cuenta de la realidad de ese instante y sólo puedo decir que "MAMA TE LA CHUPA COMO NINGUNA OTRA MUJER".

Yo estaba a mil y ya no aguantaría mucho y le dije: "Mamá, me vas a hacer terminar si seguís" y ella me miro, sonrió y dejando de hacer lo que hacia se trepó a mi como un felino caminando a cuatro patas hasta quedar justo uno sobre el otro y nos besamos mas.

Yo tome sus nalgas y comencé a acariciárselas, a hurgar con mis dedos en su interior yendo y viniendo entre su culo y su sexo que estaba tan mojado y chorreante como jamás me lo imaginaría.

Éramos puro instinto, ella se fregaba junto a mi rozando su clítoris sobre mi verga y pelvis. Mientras tanto yo le abría sus nalgas y la pegaba con mas fuerza a mi y esa sensación de ansiedad y deseo me tenia loco y de un movimiento rápido la gire para ue ella fuera por abajo.

Mi verga en ese movimiento se quedo calzada a la entrada de su vagina y aunque me hubiera gustado darle una chupada para hacerla correr, mis instintos animales me llevaron a clavarme dentro de ella sin mas miramientos.

Ella abrió más sus piernas y yo tome impulso para la penetración y entonces sentí sus manos sobre mis nalgas empujándome hacia adentro, llevándome a sus entrañas y allí sonó por todo el ambiente un grito de ambos "AHHHHHHHGGGGGG".

Sentí el calor de su vagina abrazando mi verga que para mi era como un fierro al rojo vivo y la humedad abundante de su sexo ayudo el movimiento para que en un instante estuviera en el lugar de mis origines, el interior de mama, el lugar a donde todos desean alguna vez regresar, sea por su seguridad y calor o como yo en ese instante, porque la amaba tanto que no podía expresarlo de otro modo más que cogiéndola como una feroz bestia animal sin razón.

Las manos de mamá me indicaron que me comenzara a mover dentro de ella y así respondí, eran estocadas largas, pausadas, llegando bien hondo cada vez y al ensartarle todo mi miembro era la voz de ella con sus gemidos que me mostraban el camino de que estaba haciendo lo correcto.

Los ruidos de relinchos y movimientos de los caballos en ese instante se incrementaron haciendo notar que estaba el padrillo corriéndose sobre la yegua y eso me excitó mas, fue como si mi orgullo me pidiera no ser menos que aquella bestia y levantándome un poco sobre la palma de mis manos colocándolas por debajo de las piernas de mi madre y haciéndoselas flexionar comencé a embestirla como un poseso.

Ella me dejo hacer y se dispuso a recibir todo el placer que le brindaba, cerro sus ojos y mordiendo su labio inferior gemía cada vez más fuerte. Mis embates eran como nunca, casi parecía un taladro que trepana la madera y la clama que sucedió tras el estruendoso final de los caballos fue quebrada ahora por nosotros dos en esta cogida monumental.

Tome las piernas de Mamá por detrás de sus rodillas y se las hice flexionar sobre su pecho quedando ella hecha casi un bollo y yo, con mis piernas y caderas cada vez le daba con mas fuerza y vigor.

Fueron embestidas cortas, rápidas, profundas, no se cuentas pero no mas de diez o quince y casi aullando le dije: "Mamá te acaboooo" y ella me tomo de mis glúteos y me introdujo bien a fondo esperando recibir ahí mi esperma.

El orgasmo me llego como un rayo que partiera en dos, estallo directamente desde mis entrañas en mi cabeza y creí por momentos que perdía la conciencia de todo lo que sucedía y sólo comprendí la majestad de ese instante cuando oía a mi madre decir.

"SI HIJO, SIIII, ASIIIII DALE TODO A MAMAAAAA" y ella también terminó ahí e un orgasmo con convulsiones, tensionando sus piernas y clavando sus largas uñas en mis carnes hasta hacerme doler en forma deliciosa.

El momento además de glorioso fue interminable. Agitado quede recostado sobre el cuello de mi madre intentando recobrar la respiración mientras ella me repetía "Te amo, cuanto te amo mi niño" y sólo se produjo un silencio sepulcral cuando me levante y nos volvimos a besar con pasión.

Ya más relajados ella siguió acariciando mis nalgas y espalda mientras sus piernas volvieron a posarse sobre los fardos de pasto y yo la abrazaba por la cintura. Nos besamos hasta cansarnos, nos dábamos caricias mutuas y ninguno decía nada.

Intente hablar en ese momento y balbucee: "Mamá, yo ...." y ella me interrumpió: "Mamá, nada. Cállate y disfruta este momento". Hice silenció, no sabía que nos pasaria luego pero no quería que eso terminara jamás.

Ella me colocó de espaldas en el pasto y volvió a chuparme otra vez como antes. Ya algo mas relajado me extasié viéndola comerme la verga, su rostro blanco y radiante, su cabello que por momentos lo cubría, sus ojos entrecerrados, las manos acariciándome los huevos o pajeandome, que visión fue eso, como si un milagro (que de hecho lo era) ocurriera ahí mismo ante mis ojos.

Cuando ya la tenia bien dura otra vez, ella se corrió a un lado, tomo mi mano y me jalo con fuerza para hacerme poner de pie y me dijo: "Ahora dame a mi como le dieron a esa yegua" y yo me fui por detrás y se la clavé sin miramientos ni demoras.

La tomé por las caderas, le abrí sus nalgas un poco y coloqué mi verga a la entrada de su sexo que soltaba nuestros jugos de un instante antes. Fue ella la que con un movimiento de sus piernas y cadera se dejo venir para atrás cuando yo comenzaba la penetración y con violencia inusitada e inimaginable en ella vi su sexo tragarse el mío por completo.

Ella comenzó a darme las embestidas, cada vez con mas ímpetu y yo solo acariciaba sus nalgas y caderas mientras acompañaba el movimiento con mis caderas. Fue ahí que se me ocurrió jugar con su ano y ella lo recibió bien. Coloque mi dedo pulgar sobre el hoyo y frote sintiendo como le latía, se expandía y contraía y quise meterlo.

Lo vi entrar sin ningún inconveniente y mi el rostro de mi madre, feliz mirando como uhijo la embestía por detrás y sonriendo aprobando todo lo que hacia. Pense: Mi dios, a mi madre le gusta por el culo".

Saque mi dedo, humedecí en saliva otro y sin dudar se lo metí también y ella reaccionó levantando mas el culo para permitir que entrara ese dedo. Eso me dio el coraje para intentarlo y saque mi verga chorreante de nuestros jugos y la apoye en su ano al quitar mi dedo. Sentí la mano de Mamá en mis caderas y su voz sonó suave como algodón. "SI BEBE, DAMELO POR AHÍ QUE ES TODO TUYO".

Me deje llevar y embestí como si fuera su sexo haciendo que entrara la cabeza y hasta la mitad del tronco y ella pego un grito descomunal que sólo ahogo con su mano mordiéndose. Volví a empujar y entro todo el rabo en su culo y me quede un instante así pudiendo sentir como el esfínter apretaba mi sexo sin alcanzar aun una dilatación suficiente y casi me lo ahorcaba.

Ella se relajo y su culo también y me dijo: "MOVETE BEBE, COGELO" y yo comence el mete y saca, lento primero para sentir la presión del esfínter y luego aumentando el ritmo conforme ella me fue guíando.

Fueron los diez minutos de máxima gloria en mi vida, mi madre ahí entregándome el culo, empujando como una yegua para recibir la verga de su amante, gimiendo, pidiendo más verga, diciendo palabras fuertes, resoplando y volviendo a gemir y yo, completamente desquiciado, me movía atrás de ella como el piston de un motor de combustión acelerando y aumentando el ritmo cada vez.

"MI DIOS, ME PARTIS BEBE" decía. "QUE HIJO DE PUTA, CLARO CON ESTA PUTA, SI SOS MI PROPIO HIJO", "MAS, QUIERO MAS, LA QUIERO TODA, DAMEEELAAAA".

Era tal el ruido y desorden que se armaba que de seguro eran ahora los caballos los que observaban nuestra escena. Yo no resistí más y le anuncie mi orgasmo y ella me pidió que fuera yo abajo.

Me hizo recostar en los fardos otra vez, se subió dándome la espalda y sola tomo mi verga para meterla otra vez en su culo y comenzar a cabalgarme. Vi entrar mi verga en su ano y ella en posición como de cuquillas sobre mi comenzó a subir bajar de una manera deliciosa. Al llegar al tomo de la parte superior, literalmente se dejaba caer clavándosela toda otra vez y lo repetía.

No resistí y comencé a soltarle mis leches en su culo y ella ahí tomo un movimiento distinto, empujando para abajo en lugar de subir, empujaba cada vez mas y aferrándose a mis rodillas acabo con un estridente "AAAHHHGGGGG, AHHHHHAAA SIIIIIII, SIIIII LLENAME EL CULO DE LECHE BEBE" y eso hice.

Aun habiendo acabado ella seguía moviéndose y teniendo pequeños orgasmos como espasmos cada momento, recuerdo haber contado que eso lo hico cinco veces y sólo después de la ultima se movió dejando salir mi verga que ya estaba algo mas flácida y casi se salía sola de su culo.

Se acerco a mi, me beso con ternunra, casi como si nada hubiera pasado entre nosotros y me dijo: "Vestite, vamos para la casa" y nos vestimos en silenció, tal como había empezado todo estaba concluyendo. Nos acomodamos la ropa, controlamos el lugar y salimos en dirección a la casa.

Caminamos los trescientos metros que separan la casa de los establos bajo el sol de la tarde, uno junto al otro y al verla podía ver a una mujer hermosa, satisfecha y radiante que brillaba tanto como el astro rey casi hasta eclipsarlo.

Entramos en el mismo silencio en la casa y no se si por temor o porque no había palabras en ese momento. Ella se encaminó a su cuarto y yo me desvié para la cocina. Ella no todo y de inmediato sentenció con voz firme: "DONDE VAS? VENI CONMIGO QUE AUN NO TERMINO CONTIGO MUCHACHITO" y yo le obedecí caminando tres pasos detrás de ella.

Pensé que al entrar se desataría el terror, vendrían las reprimendas, la charla moral y esas cosas. No fue así, no señor, no fue así.

Me tiro sobre la cama, se puso sobre mi, me miró a los ojos y me dijo: "NI UNA PALABRA A NADIE PORQUE SI LO DECIS TE MATO" y tras un breve silencio, concluyó "ESO ADEMÁS DE QUE SI LO HACES, ESTO SE TERMINA Y NUNCA MAS ME VAS A TENER, ENTENDES". Solo atiné a responder "SI MAMA, SI ENTIENDO" y ella comprendiendo que aun seguía siendo la madre, el adulto, la autoridad con su hijo, volvió a besarme mientras me quitaba otra vez los pantalones para seguir lo que habíamos comenzado en el establo hasta que volviera mi padre.

Entre mamá y yo se había quebrado una barrera que hasta entonces no me di cuenta que existía y cómplices de ello los dos, continuamos disfrutando de esos encuentros furtivos durante todo el verano, incluso con papa en el campo a su regreso y aun hoy seguimos haciéndolo.

La cosa es que aquel primer día fue increíble, los caballos en el establo, la calentura de esa imagen que no se borraría jamás de mis recuerdos y el fascinante descubrimiento de la gran puta que era mamá y su insaciable necesidad de sexo.

De regreso en la casa ese primer día creí que ya todo había pasado pero ella no lo dejo ahí y después de advertirme claramente las reglas de lo que nos ocurría volvió a disponer todo para cogerme ahí mismo, sobre el lecho de su cama matrimonial.

Yo estaba recostado sobre su cama y ella subida a mi cuerpo, sus piernas a cada lado, tomándome por los hombros y su cara a pocos centímetros, con habilidad había bajado mis pantalones hasta dejarlos en mis tobillos y en esa posición dominante manejó todo a su deseo y antojo.

Sin mediar más palabras que su advertencia estaba otra vez comiendo mi boca con desesperación, mis manos la aferraban por el culo sobre sus jean y ella con movimientos de caderas fregaba su pelvis sobre mi sexo buscando que se irguiera otra vez y vaya que lo logro, ni un minuto después ya estaba listo para darle mas de mi verga ese día.

Sin demoras se saco sus ropas ayudada por mi y se me volvió a echar encima esta vez en pelotas y se movía sobre mi como una serpiente arrastrándose arriba abajo, frotando sus pechos sobre el mío y su concha sobre mis boxer.

Con un movimiento agil se corrio hacia mis pies, tomo mis boxer del elástico de la cintura y los jalo con fuerza desnudándome y asi como mis boxer bajaban, ella se movio arqueando su espalda y sólo guiada por el instinto se comió mi verga durísima de una sola vez.

Allí estaba yo, completamente dominado por mamá en su cama, de espaldas al colchón, ella sobre mi comiéndome la verga y mis ojos tan sólo posados sobre su rostro oculto bajo sus cabellos oscuros. Corrí con una mano el cabello de su rostro para verla trabajar en su mamada y que placer ver que es mamá la que se come mi verga y no mi novia, poder comprobar una vez más que eso no era un sueño y ella allí, golosa, tragando y tragando hasta saciarse.

Gracias al sexo del establo la resistencia mía era enorme y lo que en otro tiempo y espacio hubiera sido unos treinta segundos para acabar con esa imagen y caricias, duro más de 15 minutos.

Aquella fue la mamada de verga que mejor recuerdo de todas las que tuve, incluso de ella, no sólo porque eran nuestros primeros encuentros sino porque pareció eterna. Primero ella me tomaba de las nalgas y solo me la mamaba con su boca, subiendo y bajando, una vez metiendo mi verga toda en su boca y hasta llegarle a la garganta y otra por fuera, recorriéndola con la lengua mientras yacía inmóvil sobre mi vientre y bajando hasta mis testículos.

Dios mio, gracias por hacerme vivir esto pensaba y sólo podía admirarla en su faena y asombrado del esmero que ponía en cada movimiento me limitaba a acompañar rítmicamente los movimientos de su cabe en el sube y baja con mis manos apoyadas a ambos lados sosteniendo su cabello para verla ahí.

Que voracidad la de mi mamá, jamás pensé que fuera tremenda comedora de pijas y al cabo de los primeros cinco minutos iniciales ya me tenía gimiendo y gozando ese instante y mi actividad sólo era mirarla y nada más.

Los movimientos de su cabeza eran lentos, pausados, haciendo que a cada embestida hacia abajo y al hacer tope mi verga en su garganta un segundo o dos de inactividad dejándome sentir como estaba toda adentro y luego con movimientos suaves de su cabeza de lado comenzaba a subir hasta aprisionar mi glande con sus labios pasándole la lengua por dentro de la boca y nuevamente bajando firme y directo hasta tenerla otra vez bien adentro.

Al cabo de un rato, soltó mis nalgas y comenzó junto a la mamada a usar sus manos pajeandome como nunca antes. Escupió saliva en la palma de su mano derecha en cantidad abundante y comenzó a moverla. Cuando subía apretaba con fuerza desde la base hasta que entre sus dedos se perdía mi glande y luego aflojando un poco la baja suave, lento, dejando reluciente la cabeza que entraba directo a su boca para que jugara con su lengua.

El movimiento se repetía una y otra vez, subía apretando y bajaba deslizando su mano hasta la base y metiendose la verga en la boca. Era tanto el placer que me hacia sentir con ese movimiento que solte su cabeza y sólo podía aferrarme al cobertor de la cama bajo mi cuerpo, retorciéndolo a cada movimiento que ella daba sobre mi miembro y comenzando a sentir el cosquilleo que anuncia que te vas a correr de un momento a otro.

No quería terminar y tuve que concentrarme en lo que sucedía, me concentre en verla y tratando de no pensar que era mamá pues note de inmediato que cuando la identificaba de ese modo mi morbo se disparaba y me ponía al límite de mis resistencias.

Ella seguía sus movimientos como si nada más le importara, sabiendo que estábamos solos en la casa se tomaba su tiempo para disfrutar del momento. Sin soltar mi verga bajo por el tronco lamiendo con su lengua fuera las venas que lo surcan y hasta que su lengua se poso en mis huevos. Ahí abrió su boca y se metió primero uno para jugar con el y luego lo soltó y repitió el movimiento con el otro.

Así estaba jugando con mis huevos hasta que dijo: "Me encanta bebe que tengas tanto aguante pero quiero mi ración de leche ahora" y de inmediato se humedeció un dedo de la otra mano sin soltar mi verga ni un instante. Me hizo flexionar un poco mis piernas y cuando lo hice ZASSSS nunca me lo hubiera imaginado antes.

Su dedo húmedo se poso en mi culo, acaricio en redondo mi ano y sin decir agua va, comenzó a metermelo por ahí. Nunca antes me habian tocado, acariciado, ni mamado el culo y allí estaba ella tratando de meter su dedo por atrás y yo, sumiso, completamente entregado a sus caricias, no pude articular ni una sola palabra.

Se dio cuenta de mi estupor y saco la punta de su dedo que recien comenzaba a entrar y acerco su cara a mi ano y lo lamio con dulzura, jugo con su lengua dándome sensaciones indescriptibles. Literalmente me quemaba el culo con esos besos, no queria que dejara de hacer eso sólo pude decir "SIII MAMAAA" y ella supo de inmediato que podría hacer en ese instante lo que quisiera.

Retiró su rostro, volvió a mojar ese dedo otra vez y acometió sobre mi nuevamente. Esta vez ya estaba preparado de lo que haría y sólo atiné a quedarme esperando y con la misma delicadeza de antes lo giro alrededor de mi ano y luego presionó y yo la deje entrar sin más resistencia.

Su dedo entro dos falanges y ella comenzó a moverlo en circulos por dentro para luego hacer que lo flexionaba y estiraba y luego para adelante y atrás. Me estaba cogiendo el culo mi madre y no temo en decir que me gustaba.

Alce mi cabeza de la cama para verla y lo que vi me sorprendio. Su rostro era pura lujuria y deseo, con una mueca en su boca como mordiendo el costado de su labio inferior y jugando con su lengua, sus ojos clavados en su mano y dedo que entraban en mi ojete sin remordimiento alguno y con su otra mano jugando con mi verga, sube y baja y entonces sus ojos se cruzaron con los mios y por segunda vez me hablo.

Viendo mis ojos me dijo: "Como cambia todo Bebe, hace muchos años yo te ponia aceites cuando te cambiaba y nunca pensé lo que ahora". Yo le inquerí que me dijera que pensaba y me contesto: "Ahora pienso en ponerte mis jugos, mi saliva, mi flujo y tomármelo todo de ahí mismo".

"Mamááá!!!!!" le dije y ella se rió fuerte y me dijo: "Porfi Bebe, dejame hacerlo si" y solo asentí con un movimiento de cabeza. Saco su dedo de mi ano y se lo llevo a su sexo, tomo parte del abundante jugo que allí tenia y volvio para ponérmelo ahí y después se lamió el dedo hasta que lo limpio por completo y con un movimiento más fuerte me lo hundió todo en mis carnes.

"AHORA SABES LO QUE ME HICISTE SENTIR EN EL ESTABLO BEBE" "ESTAMOS A MANO CON ESTO Y ESPERO QUE TE GUSTE COMO A MI"

Fue cosa de un minuto o menos para el final. Ella comenzó a mover su dedo con fuerza y firmeza penetrando mi culo y con su mano me pajeaba mientras colocaba mi cabeza en su boca y me dijo:

"Vamos bebe, no te aguantes más dale a mamá toda esa leche que guardas" y no resistí ni un segundo más y llegó mi orgasmo. No me lo podía creer, a diferencia de otras veces donde lo sentía recorrer mis huevos hasta salirse por mi verga, ahora la energía el orgasmo me salía de las mismísimas entrañas. El culo me ardía, pero me gustaba lo que me estaba haciendo y vi como saltaron dos, tres chorros desde la cabeza de mi pija hacia su boca abierta y ella los recibía y una ultima gota escurrió por el tronco de mi verga y sus dedos.

Ella movió la lengua saboreando la leche, cerro su boca y trago con un gesto en su cara de éxtasis total. Abrió sus ojos, saco su mano de mi culo y montándose sobre mi se arrastró hasta quedar cara a cara y me beso con los restos de mi leche en su boca intercambiándolos con mi saliva y obligándome a beberla también.

Nos quedamos allí besándonos unos instantes para luego ella echarse en la cama de espaldas y decirme: "AHORA TE TOCA A VOS, A VER COMO ME COMES HIJITO DEL ALMA" y yo me dedique a ella como jamás lo hiciera (antes o después) con otra mujer.

Me comí sus pechos con pasión, jugué con sus pezones hasta sentir que estaban tan duros como si fueran dos piedras de ebano. Baje por su vientre hasta encontrarme con la mata de pelos de su sexo y ahí me quede largo rato besándoselo.

Jugué con su botón de placer haciendo que se le hinchara tanto que parecia como un pene en miniatura sobresaliendo por la parte superior de su sexo. Ella me ayudaba con sus dos manos abriendose la concha para mi y yo me bebia sus jugos directamente de la fuente.

Después de varios minutos así, baje por su sexo metiendo mi lengua en él. Sorbí todo el líquido que había allí y seguí mi viaje hacia su culo hasta rozarlo con mi lengua. Ella se movio y se colocó boca abajo, poniendo su colo en pompa bien empinado para que se lo comiera.

Yo entendí sus intenciones y me dedique a hacerle lo mismo que ella me hizo a mi, moje un dedo con mi saliva y se lo enterre sin piedad ni miramientos. Ella dio un grito ensordecedor y pensé que me retaría pero no, no lo hizo así sino que dijo "HIJO DE PUTA .... CLARO CON ESTA MAMA QUE TE SALIO, COMO NO VAS A SER TREMENDO HIJO DE PUTA"

Yo movi mi dedo hasta que sentí su esfínter dilatarse para recibirlo con comidad y entonces lo saque, moje dos dedos y juntos se los volví a meter por atrás. Ahí ella me alento a que siguiera con eso y yo comencé de inmediato a cogermela con dos dedos como si ellos fueran mi pija.

Era todo un espectáculo verla revolear su culo de un lado para el otro mientras mis dedos se le metian hasta lo mas hondo. Su cara estaba completamente enterrada en el cobertor de la cama ahogando sus gritos de placer y dolor. Intente detenerme creyendo que la lastimaba y ella saco su cara y mirándome me dijo: "NI SE TE OCURRA PARARTE AHORA, SEGUIIIIII" y yo la obedecí otra vez, pues la me hablo con esa autoridad que siempre usa desde su lugar de madre y yo no podía resistirla o desobedecerla.

No tardó nada en venirse en mi mano. Fue ella la que llevó el momento a ese climax moviendo sus caderas para enterrarse cada vez mas mis dedos en sus tripas y cuando estalló ese orgasmo dejo caer todo su cuerpo sobre la cama y apretándose con sus manos en su sexo se retorcía toda del placer que le provocó.

Cuando reapareció la calma y se dio la vuelta ahí estaba yo a su lado, acariciendola por la espalda y costado de la cadera, arrodillado sobre la cama y con la verga en plena erección.

Estiró su mano, tomo mi falo y me tiró sobre su cuerpo calzándola en la entrada de su sexo. En su rostro había una sonrisa de satisfacción y con risas me dijo: "hasta que no se baje y esté como muerta hoy no te suelto" y me guió para que otra vez la penetrara.

Sus piernas estaban flexionadas a la altura de mi cadera, sus manos tomando mis nalgas y empujándome adentro y yo me abrace a su cintura y le hundí mi verga de una sola vez hasta que hizo tope en el interior de su cuerpo. Ahí comenzamos una cabalgata endemoniada, ella no dejaba de moverse a un lado y el otro, en círculos, como acomodándose la verga en su sexo y yo inicie el movimiento de penetración y coito, cada vez tomando mas impulso.

Ella levanto las piernas y las cruzo a mi espalda por sobre mi cintura y la cama comenzó a rechinar por el movimiento de los cuerpo sobre ella. Era un concierto de música, la mejor música que se puede escuchar en la vida, la de dos amantes entregándose sobre el lecho de su amor.

Fueron cinco, tal vez siete minutos, ninguno de los dos daba respiro a la situación. Yo con mis dos manos tomaba sus nalgas y la empujaba hacia mi a cada estocada mortal y ella sólo se aferraba con ambas manos al cobertor que por entonces era un bollo de tela bajo su espalda.

Nunca me sentí igual, parecía un taladro que se usa en perforación de pozos petroleros, una bomba a motor con el piston entrando y saliendo del pozo buscando el preciado y vital fluido y los liquidos de tan ardua búsqueda al fin salieron a la superficie.

Ella me anunció que estaba acabando y con sus fuertes gemidos sumados al rechinar de la cama aumente el ritmo de penetración. Ella comenzo a convulsionarse bajo mi cuerpo, era una seguidilla de orgasmo, uno detrás del otro, uno fuerte, dos o tres mas leves, otro más fuerte, que mujer no dejaba de acabar y orgasmar ni un instante.

Ella paso de los gemidos a sollozar y yo lance lance un aullido como si fuera una fiera salvaje anunciándole que me estaba coerriendo "AUUUGGGG AFFFSSSS AHHAAAHHH" y ella me dijo: "SIIII MI BEBE, SIIII OTRA VEZ, DAMELA, DAMELA TODA MAMI LA QUIERE AHORA" y le solte mi leche ahí en sus entrañas.

Mi cuerpo se tensionó como una viga sobre el de ella y sus piernas se soltaron y se estiraron a cada lado como varillas marcando que le llegaba el orgasmo mas fuerte de todos y en esa tensión clavo sus largas uñas en mi espalda haciéndome salir sangre de la carne bajo sus dedos.

Nada me importo en ese momento, todo era sublime, mágico, único, demasiado para quedar un gemido ahogado, habia en el ambiente una electricidad que lo recorria todo, atravesaba nuestros cuerpos uniéndonos por los sexos y buscaba su descarga a tierra.

Pasó no se cuanto tiempo mientras yacía yo sobre mamá intentando recobrar la respiración. Ni cuenta me di que mi verga se había bajado y que la presión de los músculos de la vagina la había expulsado fuera. Los jugos de mamá y mi semen manchaban el cobertor bajo su cuerpo y jamás olvidare sus dos manos tomando mi espalda, pegándome a su pecho y su boca besando mi cuello una y otra vez.

Cuando ambos nos recobramos de ese momento ella se hizo a un lado, se puso de pie y caminando hacia su baño se dio la vuelta y me dijo: "Me voy a duchar y me dormiré una siesta. Vos hace lo que quieras Bebe pero ....." y una pausa se produjo cuando llego a la puerta del baño y luego volvió a decir.

"Cenaremos a las 21 como siempre y a las 22, cuando la mujer del capataz se vaya a su casa, vas a volver aca para dármela de nuevo mi amor" y se metió en el baño y no la volví a ver hasta la cena de esa noche.

Después de esa tarde y por los otros días que mi padre no estuvo con nosotros volvimos a coger por todas partes, la casa, los establos e, incluso, en medio del campo rodeado por árboles, animales pastando y un sol abrasador sobre nuestros cuerpos, cosa que repetimos ya con mi padre junto a nosotros y a nuestro regreso aun mantenemos nuestros encuentros en secreto en nuestra casa cuando papa se va a trabajar o cuando yo regreso de mis estudios o del club de deportes.​
 

heranlu

Veterano
Registrado
Ago 31, 2007
Mensajes
6,204
Likes Recibidos
2,517
Puntos
113
 
 
 
Las vacaciones en el campo de la familia transcurrieron con una velocidad inusitada, antes de comenzar las relaciones de incesto con mamá, siempre me parecieron una eternidad los días en el campo pero, desde aquello, todo tomo un ritmo vertiginoso.

Los treinta y tantos días de vacaciones pasaron y nos volvimos para nuestra casa en la ciudad, papá tenia que retomar su trabajo en la empresa, yo prepararme para los estudios en la universidad y mamá a sus quehaceres de la casa.

Papá salía para el trabajo todas las mañanas como a eso de las nueve de la mañana y después de despedirlo, mi madre comenzaba las tareas de la casa. Yo amanecía normalmente cerca de las 10.30 horas, desayunaba y comenzaba a estudiar preparando los exámenes y cursos.

Las mejores mañanas eran cuando mi madre irrumpía en la habitación y saciaba sus deseos sexuales conmigo. Yo despertaba con una felatio que me hacia ver las estrellas en pleno día y cuando ya estaba despierto la poseía en mi cama dedicándonos una y hasta dos horas para coger antes de que todo volviera a la normalidad.

A mamá le gustaba todo, no había encuentro en el que no pidiera mi verga por su culo o que se tomara mi leche directamente de su fuente y yo disfrutaba el inmenso placer que esta relación significaba para mi, ya que ella me fue guiando para mejorar mis habilidades en el sexo casi hasta convertirme en un experto.

Ya llevábamos dos meses de relaciones incestuosas y en lugar de decrecer la necesidad de encuentros, ella aumentaba, hubo noches en que me desperté sobresaltado a media noche por la presencia de mi madre en mi cuarto mientras papá dormía placidamente en su lecho y ella se dedicaba a darme una mamada exprimiendo mis huevos hasta la ultima gota para regresar a su cama como si se hubiera ido a la heladera por un vaso de agua.

Todo transcurría de ese modo hasta que una noche antes de irnos a dormir mi madre viene a mi cuarto y me dice: HIJO, QUE TENES QUE HACER MAÑANA? Y yo le respondí: NADA, SOLO ESTUDIAR PARA LOS EXAMENES DE LA SEMANA QUE VIENE, PORQUE?

Ella se acercó a mi cama, se sentó y me dijo: PUES TENGO QUE IR A VER A MARCELA, TE ACORDAS DE ELLA, MI COMPAÑERA DE ESTUDIOS, TE ACORDAS? Si le dijo yo y ella siguió: BUENO, PUES PENSE EN QUE ME ACOMPAÑARAS VOS, SOLO SERÁN UNAS TRES O CUATRO HORAS EN LA MAÑANA NADA MAS, QUERES VENIR?

No era para mi el mejor plan pero no se porque le conteste que la acompañaba y ella dijo entonces que me despertaría a las nueve cuando papá salia a trabajar para regresar al medio día.

A la mañana siguiente me levantó, me duche, desayuné y nos fuimos con su auto a lo de Marcela. Al llegar a la casa de Marcela, entramos el auto por el portón que da al garage y nos dirigimos para adentro de la casa y mamá a los gritos comenzó a llamarla.

No habiendo respuestas nos fuimos para la parte del jardín detrás de la casa y allí la vimos, Marcela estaba limpiando la piscina y nos había escuchado llegar. Dejó lo que hacía y se acercó a nosotros para saludar. Ella vestía en la parte superior el sostén de un bikini negro y en la parte de abajo una falda de jean y unas zapatillas.

Al verla venir me quede viéndola y para mi pensaba, no recordaba que estuviera tan buena Marcelita. Se acercó a mi y me estampo un sonoro beso en la mejilla y nos ofreció sentar en las sillas y mesa del jardín y fue adentro por unas bebidas frescas.

Yo me sente y mamá la siguió diciéndole TE AYUDO.

A los cinco minutos vuelven las dos, se sientan y comienzan a charlar mientras que yo las escuchaba sin prestarle atención. Como unos veinte minutos después Marcela nos invita a ir adentro y todos nos trasladamos a la sala. Mamá se sentó en un sofá de tres cuerpos, Marcela a su lado y yo enfrente en uno sencillo.

Mamá y Marcela comentaban de ropas que su amiga habia comprado y yo seguía aburrido como una hostia. En eso, Marcela se para y le dice a mamá YA VUELVO, ESPERAME.

Mamá se quedó a solas conmigo y mirándome me pregunta: ESTAS ABURRIDO? Y yo le contesté, ESTA BIEN, NO IMPORTA MAMA, a lo cual ella dijo: VAS A VER QUE NO TE VAS A ABURRIR HIJITO, MAMA TE TIENE PREPARADA UNA SORPRESA HOY QUE COMPENSA TU ABURRIMIENTO.

Dicho esto se puso de pie, se acercó a mi y tomando mi cara me dio un beso metiendo su lengua tan hondo en mi boca que casi no me dejo respirar. Me soltó y dijo, espérame que ya vengo y salió de la sala rumbo a donde estaba Marcela.

Desde donde me encontraba las podía sentir hablando pero no oía lo que decían y sólo distinguía cada tanto una risa de Marcela o de Mamá y nada más.

Cinco minutos después entra mamá en la sala vestida con un bikini rojo que le prestó su amiga y un traje de baño para mi del esposo de Marcela y me dice, TOMA, CAMBIATE Y VAMOS A LA PISCINA.

Me dirigí al baño, me cambié y salí al jardín rumbo a la piscina donde estaba Mamá metiéndose al agua. Inmediatamente la seguí de una zambullida desde la parte honda y salía a la superficie en la parte mas baja junto a mamá.

Ella se acercó a mi y me dijo: EL AGUA ESTA EXQUISITA.

Yo le respondí SI y tomándola de la cintura la acerque a mi para besarla otra vez y ella respondió abrazando mi cuello y presionando sus pechos contra el mio.

Nos separamos y nadamos un rato y nos quedamos luego en la parte más baja conversando. En eso estábamos cuando Marcela regresa al jardín rumbo a la pileta y mamá exclamó GUUUAAAUUUUU, lo que me hizo volver para mirarla y al verla me quede de piedra.

Marcela se había cambiado, lucia ahora un bikini blanco que resaltaba no sólo por el color y porque era evidentemente nuevo, sino porque le mostraba una silueta descomunal. Ella se para en secó al borde de la piscina y modelando para nosotros dio dos pasos, un giro y se detuvo al borde mirándonos y dice: QUE LES PARECE?

Los dos contestamos BIEN, MUY BIEN y mamá mirándome soltó una carcajada al darse cuenta que ambos tuvimos la misma respuesta.

Marcela caminó hasta la parte baja y ahí pude apreciarla completamente, sus pechos sin ser enormes eran proporcionales a su figura y lucían muy firmes ante tan diminuta tela que los cubría, en tanto que la parte de abajo, era un mínimo triángulo blanco con dos finos hijos que se dirigían hasta atrás y otro pedazo ínfimo de tela blanca surgía por la parte superior de sus glúteos que atrapaban la fina tela en su interior dejándolos completamente expuestos.

Marcela se sentó en el borde de la piscina, metió primero las piernas y luego con un movimiento de caderas se metió al agua justo al lado de mamá. Delicadamente se bajo flexionando sus piernas hasta meter todo su cuerpo y la cabeza bajo el agua y emergio haciendo la cabeza atrás para sacar el cabello de su rostro.

Entonces marcela comentó: UF, ESTA HELADA EL AGUA, NO? Y ambos le respondimos, NO, NO. ESTA LINDÍSIMA.

El frío había hecho emerger los pezones de Marcela hasta que se marcaron bajo el sostén del bikini y yo quede hipnotizado de ese detalle que comenzaba a excitarme en sobremanera provocándome el comienzo de una erección.

Para disimular mi estado evidente me lance a nadar a lo largo de la piscina mientras mamá y Marcela se acercaron a la pared en la parte baja y comenzaron a charlar. Fui hasta el otro lado y sin detenerme me regrese nadando y emergí a escaso metro y medio de las dos mujeres.

Cuando terminé de secar mi rostro y dirigí la mirada hacia ellas no podía creer lo que ví. Marcela estaba con sus codos apoyados en el borde de la piscina, su cabeza levemente recostada hacia atrás, los ojos cerrados y MAMÁ estaba metiendo sus dedos por debajo de la parte superior del bikini blanco y con las yemas le estaba retorciendo los pezones provocándole una erección mayor.

Mamá acercó el rostro al pecho de Marcela y le dio un suave beso y de inmediato movió mas su mano apartando la pequeña tela del bikini dejando ver el oscuro pezón de Marcela entre sus dedos.

No me lo podía creer, Mamá estaba ahí jugando con su amiga de toda la vida, excitándola frente a mi, para mi deleite y despertando en mi interior una excitación incontenible.

Mi verga dio un salto y de inmediato quedo a plena asta como un mástil abultando el short de baño y levemente comencé a tocarme por sobre la tela.

Mamá apartó su rostro un instante del pecho de Marcela y me dirigió una mirada cómplice, me guiño un ojo y sonrió con lujuria. Sin demora, se volvió hacia su amiga y se introdujo el pezón por completo en la boca, lo mordió haciendo gemir a Marcela, lo succionó con fuerza, los estiró entre sus labios y tiro hasta que sólo se soltó. Luego, con delicadeza, bajo la mano del pezón y acariciándole el vientre a su amiga se dirigió por bajo las cristalinas aguas metiéndose por bajo la tela diminuta del bikini hasta posicionarse sobre la concha de Marcela, mientras que ésta entreabrió la boca, saco la lengua y mojo sus labios en claro gesto de excitación y aceptación del movimiento de mamá.

Fue entonces que Mamá se dirigió a mi y me dijo: VENI TONTO, ACASO NO VES QUE YO SOLA NO PUEDO CON TODO ESTO.

No me hice rogar y de un movimiento me coloqué al otro lado de Marcela viendo como mamá le acariciaba el clítoris bajo la tela del bikini y Marcela balbuceaba MAS, MAS POR FAVOR, MAS.

Me dirigí entonces hacia el pezón que había quedado descubierto y lo acaricie entre mis dedos, lo retorcí una vez y de lleno me lo metí a la boca mientras le amasaba las tetas con ambas manos.

Mamá deslizó la tela de la parte inferior del bikini de Marcela hasta dejarla en pelotas y lo arrojó fuera de la pileta. De inmediato, junto dos dedos y se los fue introduciendo por la concha de Marcela de modo firme y sostenido provocándole un grito de placer a su amiga.

Movió la mano adentro y afuera varias veces y la saco. Entonces tomo mi traje de baño con dos manos y lo jalo para bajo quitándomelo por completo mientras yo me seguí deleitando con esos pechos firmes y apetitosos.

Cuando quede desnudo, Mamá se sumergió un instante junto a mi y conteniendo la respiración me comenzó a dar una mamada jugando con mi verga bajo el agua hasta que tuvo que salir para respirar.

Yo seguía jugando con los pechos de Marcela y mamá aprovechó el instante para quedarse desnuda arrojando el bikini rojo fuera de la pileta y se nos acercó de nuevo para seguir jugando.

Yo quite la parte superior de la tela del bikini blanco e Marcela y así nos quedamos los tres desnudos. Mamá ayudo a su amiga a acostarse en el borde de la piscina con sus piernas adentro y dejando su sexo que chorreaba agua y flujo justo en el borde. Le abrio las piernas con las dos manos y me dijo: TU PRIMERO HIJO.

Sin esperar mas me puse a lamer la concha de Marcela, mi madre la abria con sus dedos para mi y yo jugaba con mi lengua sobre su clítoris, bajaba para meter mi lengua en su abertura y luego volvía para continuar mordisqueando ese clítoris todo hinchado del placer.

Marcela para entonces solo gemía y daba pequeños gritos diciendo: HAY, SIII SIII, HUYYY QUE BUENO y mamá tenia la respiración completamente agitada y resoplaba en evidente estado de una excitación superior a la que yo había notado con anterioridad en ella.

De un brinco mamá salió de la piscina mientras yo seguía comiéndole la concha a Marcela y caminó hasta la cara de su amiga, puso sus pies a cada lado de la cabeza y se agacho hasta dejar su concha sobre el rostro de ella y tomándola la guío para que le diera una mamada.

Las manos de Marcela buscaron inmediatamente las nalgas de mamá y desesperadamente sacó su lengua recorriéndole toda a concha de arriba abajo bebiéndose sus jugos.

Yo quede unos instante viendo esa escena, Mamá se abría sus labios con sus propias manos, la lengua de Marela que parecía larguísima iba del clítoris hasta la entrada de la vagina y volvía con movimientos serpenteantes y las dos manos sostenían el culo de mamá con firmeza mientras ella se balanceaba levemente atrás y adelante como frotando su sexo en la boca de su amiga.

La imagen me dejo más excitado que antes y volví a comerme la concha de Marcela metiendo mi lengua lo mas adentro que podía. Le levante las piernas hasta apoyarlas en el borde de ladrillos de la piscina y baje por su concha hasta encontrar el ano de Marcela y comencé a darle caricias con la lengua en círculos notando como de inmediato se comenzaba a dilatar dejándome meter la punta y sacarla en un movimiento como si me la estuviera cogiendo.

Mamá estaba gozándolo en grande, ya no sólo se movía sobre el rostro de su amiga sino que literalmente estaba jadeando y gimiendo como si se la cogieran y daba pequeños gritos de placer diciendo: SIII NENA, DAME MAS, DAME COMO EN LA ESCUELA, ASI PUTITA HACEME LLEGAR.

No me lo podía creer y jamás me lo hubiera imaginado, Mamá y Marcela eran amantes en la escuela y era obvio que todo eso estuvo preparado por ellas con antelación.

Mi madre no tardó mucho mas en llegar a tener su primer orgasmo y nos los hizo saber dando un grito que salió desde sus entrañas ARRGGGFFF UUUUFFFF SIIIIIIIIII, SIIIIIII SEGUI QUE ESTOY ACABANDO MARCELITA y cuando terminó se dejó caer para atrás sentada en el pasto hasta recobrarse.

El orgasmo de mamá terminó por calentar a Marcela a punto de tener ella el suyo y tomando mi cabeza, dijo: DALE NENE, DAME FUERTE CON ESA LENGUA QUE YO TAMBIEN ME VENGO y sin mas estallo en un orgasmo que hizo temblar todo su cuerpo y forzándola a cerrar sus piernas aprisionando mi rostro contra su vulva hasta que terminaron las convulsiones y se relajo por completo aflojando todos sus musculos.

Ambas habían tenido su orgasmo y yo seguía ahí en el agua, con mi verga completamente dura y fue Mamá la que se dio cuenta de que yo aun no había tenido mi orgasmo y se acerco a mi y tendiéndome la mano me dijo: VENI HIJO, SALI DEL AGUA.

Ya fuera del agua me llevó sin soltar mi mano para el interior de la casa y cuando pude voltearme observé como Marcela se ponía de pie para seguirnos. Entramos a la sala y me llevó caminando por el pasillo hasta a habitación de Marcela y me recostó en la cama boca arriba.

Ahí fue que me hablo de todo esto por primera vez y dijo: NO TE ESPERABAS ESTO, VERDAD? Y le conteste: NO. NI SOÑANDO. Entonces continuo. BUENO, ENTONCES DISFRUTALO PORQUE ESTO ES UNA SORPRESA QUE TE TENIA GUARDADA HACE DÍAS Y LO QUE VOS NO TE IMAGINAS PARA NOSOTRAS DOS HA SIDO LA FANTASIA DE SEMANAS ENTERAS SOÑANDO CON TENERTE JUNTAS.

De inmediato comenzó a tragarse mi verga como siempre era su costumbre, aunque la note mas excitada que nunca ya que sus movimientos parecían sin control de su parte. Yo me quede echado en la cama y cerré mis ojos para disfrutar de la chupada de verga que me daba y de inmediato comencé a sentir las manos de Marcela acariciando mi vientre y me relaje más sabiendo que ella seguí ahí junto a nosotros.

Mamá se metía mi verga hasta su garganta mientras con las manos jugaba con mis huevos y Marcela acariciaba mi vientre y con su lengua jugaba en mis pezones provocando en mi una corriente de electricidad que iba desde mis genitales hasta mi cerebro con descargas fuertes que aumentaban mi excitación.

Como ya era su costumbre, mamá mojo su dedo índice con saliva y comenzó a acariciar mi ano metiéndomelo hasta la segunda falange. En ese momento, Marcela dejo de tocarme y se alejo, yo abrí mis ojos y la vi llegar hasta un mueble de cajones en el otro lado de la habitación, abrir uno y buscar dentro. Cuando encontró lo que buscaba lo saco y pude ver en sus manos uno de esos consoladores de latex negro que llevan arnes a la cintura y metiendo sus piernas se lo calzó, ajustó bien y se volvió hacia nosotros.

Era un espectáculo alucinante, ese hermosa mujer de piel bronceada con unas diminutas marcas blancas producto de la tela del bikini sobre su piel acercándose a nosotros dos en la cama con esa verga enorme colgando de su pelvis mientras la acariciaba como si estuviera pajeándose.

Se colocó detrás de Mamá, la tomo por sus caderas y la colocó en posición para cogersela y, a todo esto, Mamá como si nada sólo levantó el culo y se lo ofreció todo sin la mas mínima resistencia.

Marcela froto primero el falo de latex por toda la vagina de mamá lubricando con los jugos que le salian y luego, tomándolo con firmeza entre sus manos lo posicionó a la entrada y de un solo empujón lo dejo deslizarse íntegro en el interior de la concha de Mamá.

Que imagen de ensueño, yo acostado en la cama viendo la cabeza de Mamá subiendo y bajando mientras me comía la verga y, mas atrás y de pie, Marcela tomando las caderas de mama y dándole verga como si fuera otro macho.

Los movimientos de Marcela eran rítmicos y sostenidos y podía ver a mi madre empujando con su culo para introducirse más aquel palo de goma hasta su interior completamente.

Mamá soltó mi verga y comenzó a pajearme con una mano mientras que con la otra tocaba su clítoris y, cada tanto, se frotaba la verga de su hijo por el rostro y lo volvía a chupar para continuar con la masturbación incrementando el ritmo.

Yo ya no podía aguantar mucho más y se los hice saber: MAMA, SEGUI, MÁS DALE MAS QUE ACABO.

Como si hubiera matado a alguien mi mamá se detuvo en seco y dijo: NOOOO. TODAVÍA NO, ASI NO. Marcela entre tanto se salió de la concha de mamá y dijo: QUIERO VERLOS COGIENDO A LOS DOS, ESO ME CALIENTA MUCHÍSIMO, MADRE E HIJO COGIENDO, VENI NENE SUBITE ENCIMA DE TU MAMA.

Mamá se acostó en la cama boca arriba, abrió sus piernas e invitándome dijo: VENI HIJO, DAME TU VERGA QUE NO AGUANTO MAS. Yo me coloqué sobre ella en posición del misionero, subí sus piernas colocándolas por sobre mis brazos y le ensarte mi verga de una sola estocada bien hondo provocándole un aullido de placer.

De inmediato comencé a bombear mi verga en esa concha hermosa de mamá y aumente mi ritmo. Mientras tanto, Marcela estaba sentada a nuestro lado y acariciaba los pezones de mama sin perder detalle de cómo mi verga se le metía por la concha una y otra vez.

Yo seguí el movimiento de mete y saca y sentía como mi orgasmo se acercaba y le dije a mamá que ya estaba por llegar y ella tomándome de las caderas me pujaba mas adentro suyo diciéndome: DAMELA TODA MI AMOR, DALE A MAMA LO QUE TANTO QUIERE, DAMELA HIJITO.

Yo acelere a un ritmo infernal y seguía metiéndome más en la concha de mamá y, entonces, senti las manos de Marcela acariciando mis nalgas, bajando por la raya del culo y colocando un dedo en mi ano y presionando.

Fue un movimiento al unísono que me hizo estallar en un orgasmo descomunal, mi mama pujaba hacia delante con sus caderas y con sus manos me atraía más hondo en su ser, mis caderas empujaron atrás para embestirla y el dedo de Marcela, justo en ese instante, se deslizo en mi ano abriéndolo y entrando casi por completo, lo que me volvió a echar hacia delante en reacción y descargando todo mi semen en un polvazo interminable.

Mamá y yo gritamos juntos mientras mi cuerpo temblaba sin control y Marcela disfrutaba de la escena casi perpleja diciendo: NENA, NUNCA TE VI ACABAR ASI ANTES.

Tardamos unos minutos en recobrarnos los dos y cuando ya me pude mover sólo me deje caer a un lado de mamá. Marcela entonces aprovechó y se montó sobre mamá reemplazandome en el lugar que hasta recién ocupara y con su arnes de latex se la volvió a coger sin darle respiro.

Las piernas de mamá abrazaron por la cintura a su amiga y las manos de ambas tomaban el culo de la otra. Marcela busco la boca de mamá con la suya y se dieron un beso ahogando los gemidos de ambas que eran muy sonoros.

Era como ver un solo cuerpo, cuando las caderas de una se movían para atrás, la otra la seguía para adelante sin soltarse y cuando se invertía, la otra pujaba con mas fuerza y se notaba que el consolador provocaba en una la sensación de la penetración y a la vez el roce sobre el clítoris en la otra.

Se asome por detrás para ver la imagen de mi madre cogida por su amiga y era todo un espectáculo, su vagina estaba completamente abierta y de allí entraba y salía esa goma negra enorme y desde la concha de Marcela chorreaban enormes cantidades de jugo que salpicaban el arnes y se confundían con los de mamá que estaba abajo.

Era increíble, estaba viendo mi primera relación lésbica y la protagonista era mi madre y vaya que si lo estaba disfrutando con su amiga.

Mi verga volvió a crecer de inmediato y la excitación ya se comenzaba a sentir en mi cuerpo. Entonces me subí a la cama y por mero instinto comencé a pasar mi lengua por las nalgas de Marcela y ella de inmediato reaccionó a las caricias. Moje mis dedos en la vagina de Marcela y de inmediato comencé a jugar con ellos en su culo hasta notar que un dedo entraba con facilidad.

Luego seguí intentando con dos, lo cual primero costo bastante pero luego de varios intentos comenzaron a deslizarse los dos dedos juntos con mas sencillez. Por entonces mamá gemía con desesperación y le decia: MARCELA COMO ME GUSTA COGER CON VOS y Marcela le respondía: SI NENA, SIEMPRE FUISTE MI PUTA, EN LA ESCUELA Y DESPUÉS DE TU MATRIMONIO Y SABES QUE ME ENCANTA COGERTE CADA VEZ QUE PUEDO.

Ambas seguían casi absortas en lo suyo, se besaban y seguían con el movimiento de mete y saca cada vez mas rápido. Entonces me decidí, me coloque de rodillas entre las piernas de ambas y desde atrás apoye mi verga en la concha de Marcela y la deslice hacia adentro.

Fue ahí que Marcela hablo de mi por primera vez, diciendo: NENA, TU HIJO ME ESTA MATANDO DE PLACER. TENIAS RAZON QUE TIENE UNA VERGA EXQUISITA Y AHORA TE ENTIENDO PORQUE TE DEJASTE SEGUIR COGIENDO.

Eso me dio más coraje y se la enterré entera de una sola vez bien hondo y comenzamos a movernos los tres juntos. Era como si entre Marcela y Yo nos cogiéramos juntos a Mama, Yo empujaba dentro de Marcela, el movimiento de la cadera de ella seguía hacia delante y la verga de latex empujaba en el interior de la cancha de mama como si fuera una extensión de la mía.

La excitación en los tres volvía a crecer haciendo evidente que se acercaba el orgasmo y entonces saque mi verga y se la apoyé en el culo a Marcela y ésta, al sentirla, dejo de pujar para delante y cambió sus movimientos hacia atrás buscando meter todo mi miembro en el culo.

Fueron dos, tres movimientos y comenzó a entrar la cabeza, cuando sentí que ya tenia la cabeza de la verga adentro hice más presión para meterle el tronco de la pija y fue ella la que con un movimiento hacia atrás hizo que se le ensartara toda de una vez hasta la base de mi verga.

El movimiento de la penetración duro menos que el grito que dio Marcela al sentirme todo adentro y luego exclamo: NENA, LA VERGA DE TU HIJITO QUERIDO ME ESTA PARTIENDO EL CULO.

Yo inicie un movimiento suave de retroceso y luego me dejaba ir otra vez para adentro y así lo repetí varias veces hasta que Marcela comenzó a tomar el gusto de ser cogida así y comenzó a moverse otra vez por si misma.

Mamá tomo las nalgas de su amiga y se las abrió para ayudarme en la penetración y, a la vez, con ellas la presionaba para que le mandara la verga de latex mas adentro. Nuestra excitación volvió a subir hasta que los tres tomamos un ritmo acoplado de movimientos de penetración y yo era desde el culo de Marcela el que marcaba el ritmo de los tres.

Con movimientos de mis caderas adelante y atrás hacia que toda mi verga cogiera el culo de Marcela y esta aferrándose al culo de Mamá se enterraba toda en su concha. Yo me puse de pie desde atrás de ambas y sin sacar la verga del culo de Marcela comencé a moverme lo mas rápido posible en un instinto animal buscando mi satisfacción.

Marcela comenzó a decir: SI, SI DAME MAS VERGA NENE, QUE RICO. DAME MAS FUERTE QUE ME VENGOOOOOO.

Mamá clavó las uñas en las nalgas de Marcela y la atrajo fuertemente hacia ella anunciando su orgasmo al instante que decía: ME VENGO MARCELITA, QUE RICO. COMO ME GUSTA CON USTEDES DOS, AGGGJJJJJJHHHHHH.

Yo ya no me aguataba mas y sentía como el orgasmo comenzaba a venirme y entonces siento la vos de mamá diciéndome: DALE HIJITO, LLENALE EL CULO A ESTA PUTA PARA QUE TE SIENTA DE UNA VEZ y sin más me descargue en tres o cuatro chorros de semen que me parecieron enormes.

La voz de Marcela resonó en un grito, diciendo: QUE HIJO DE PUTA SOS NENE, CUANTA LECHE. ME ENCANTA, COMO ME GUSTA SIIIIII.

Cuando termine de soltar mi leche, sólo pude salirme del culo de Marcela y sentarme en la cama a recomponer mi respiración. Mientras tanto, ellas dos se besaban con sus lenguas de modo enloquecido haciendolas chocar, succionándose y acariciándose una a la otra por un par de minutos hasta que se separaron.

Ya más recompuestos los tres, las dos se acercaron a mi y me besaron, primero mamá como siempre lo hace después de coger los dos, dulcemente con su lengua recorriendo mi boca y mordiendo mi labio inferior y después Marcela, quien literalmente me comió la boca con pasión por más de un minuto o dos.

Después de eso, mamá salió hacia el baño a tomar una ducha mientras que Marcela se fue a la cocina a buscar algo de beber para los tres. Para cuando la amiga de mamá volvió con las bebidas mi madre ya estaba en la habitación y había comenzado a vestirse con sus ropas.

Nos bebimos los refrescos mientras que ellas intercambiaban caricias y comentarios y yo me fui a duchar y vestir para irnos.

Cuando salí, Marcela vestía una bata de toalla de esas para después de la ducha, mamá estaba junto a ella diciendo: VISTE QUE ES BUENO Y VOS QUE NO TE ANIMABAS A HACERLO LOS TRES, a lo que le contesto: TENIAS RAZON, ES MEJOR QUE HACERLO LAS DOS SOLAS COMO SIEMPRE.

Marcela después de su comentario se sonrió y nosotros emprendimos el regreso a nuestra casa. Cuando nos despedimos Marcela me volvió a hablar por segunda vez y dijo: A VER NENE SI ME VENIS A VISITAR MAS SEGUIDO CON TU MAMA QUE A PARTIR DE HOY LOS VOS A EXTRAÑAR A LOS DOS y me beso tiernamente sobre los labios, nos subimos al auto y salimos.

El viaje transcurrió en silencio por varias cuadras hasta que mamá rompió diciendo: CUANTO TE QUIERO HIJO. SIEMPRE ME HACES QUEDAR BIEN. Yo le respondí GRACIAS MAMA y quede viéndola mientras me preguntaba si eso que acabábamos de vivir ella lo hacia seguido con su amiga.

Como leyendo mis pensamientos Mamá hablo otra vez: Llevó casi 25 años de relación con Marcela y te juro que nunca, nunca antes, lo habíamos hecho de a tres y como me costó de convencerla para que acepte porque era lo que mas deseaba tenerte ahí a vos, mi hijo del alma, todo junto lo que mas amo.

Ahí comprendí porque Marcela nunca se casó y porque mi madre aún seguía con mi padre aunque era evidente que ya no lo amaba y, por sobre todo, que nada de todo eso haría cambiar lo que nosotros sentíamos y habíamos comenzado a vivir juntos dos meses atrás.

No fue nuestro ultimo encuentro con esta amiga de mi madre, aunque no me llevaría siempre para acompañarla junto a Marcela e, incluso, hasta fui varias veces sólo a visitar a Marcela y por voluntad de mamá lo nuestro continuo mayormente en casa y por orden suya jamás pude comentar su relación con Marcela a nadie hasta hoy.
Después de Aquel Verano en que todo inicio entre mamá y yo, siguió el otoño y con su llegada se dieron cambios en nuestra relación que tanto mi madre como quien les escribe disfrutaron muchísimo.

A comienzos de marzo de ese año inicie mis cursos en la universidad y como es natural, pase menos tiempo en casa y por lógica consecuencia se espaciaron mas los encuentros con Mamá pues ella quedaba sola por mucho tiempo en la casa y yo salía casi todo el día.

En el curso que me inscribí junto a más de cuarenta alumnos conocí a Paula y un mes después iniciamos una relación sentimental. De inmediato mi madre supo de mi interés por Paula y mis sentimientos y como hijo consentido recibió muy bien en casa a mi nueva novia.

Se hizo una costumbre grata que Paula concurriera a casa en fines de semana, entre semana para estudiar y al poco tiempo ella y mamá se habían hecho buenas amigas e, incluso, confidentes según supe luego.

La experiencia de mi madre en cuestiones de amor y relaciones le hizo ver con mucha antelación a mi y con claridad el potencial de Paula para unirla a nuestro amor y cuando llevábamos dos meses de nuestro noviazgo así me lo hizo saber.

Aquella mañana de sábado Mamá vino como de costumbre a despertarme. Como era su costumbre cuando Papá no estaba en la casa, solo vino vistiendo su mejor ropa interior y sigilosamente metió las manos bajo mis sabanas hasta aferrarse de mi miembro y comenzar a masturbarme.

Que hermoso despertar cuando Mamá te esta dando una paja y al abrir los ojos escuchas HOLA PRECIOSO, TENIA GANAS DE TI. Sin esperar a que me acomodara se quito la ropa y se monto sobre mi clavándose la verga hasta las entrañas y apoyando sus manos en mi pecho comenzó a cabalgarme como un campeón de equitación.

Ella subía y bajaba y cuando ya estuvo lista para tener su orgasmo se giro sobre mi cuerpo dándome la espalda y tomando la verga con sus manos la guió para mecérsela por el culo de una sola vez. Sólo bastaron pocos movimientos de sus caderas para que los dos nos viniéramos en un orgasmo celestial, apasionado y caliente como pocos.

Cuando terminó todo nos fuimos a la ducha para lavarnos y ahí me hizo saber sus intenciones con Paula. Estabamos bromeando en la ducha cuando ella saco el siguiente dialogo:

Decime hijo, como te va con Paula?

Bien Mamá, porque preguntas?

No por nada hijo, por nada.

Vamos mamá, te conozco bien y si preguntaste fue por algo, decime?

Nada hijo, es que pense que tal vez tus relaciones con ella harian que te alejaras de mi.

Mamá, estas loca? Ni ebrio, ni dormido, ni muerto pienso en dejar lo nuestro. Te quiero mucho y lo sabes.

Si lo se. Y decime, como es en la cama Paulita?

Es buena mamá. Tal vez no tanto como vos porque no tiene mucha experiencia pero le gusta hacerlo de todas formas e, incluso, por primera vez hizo conmigo el sexo anal.

Me alegro por vos hijito y decime, donde tienen relaciones?

Hay mamá, que cosas preguntas. Las tenemos donde podemos, algunas veces en su casa cuando no hay nadie, otras lo hicimos aca y, regularmente, en un hotel.

Mira hijo, por mi esta bien que las tengan aca, incluso si yo estoy en la casa pero que tu padre ni se entere, ok?

Gracias mamá. A que se debe tanta generosidad de tu parte?

Nada, es que he fantaseado un poco contigo y con Paula y no me gusta que anden por ahí. Mejor en casa y así si están aca los puedo alguna vez espiar.

Queres vernos coger a Paula y a mi Mamá?

Si, es una fantasía que tengo últimamente y eso me calienta mucho.

No se, tal vez Paula no quiera si estas en la casa.

Mira, conozco de mujeres y puedo asegurarte que no le importara, esta tan caliente con vos que aceptaría cualquier cosa, incluso hasta que me les uniera en ese momento.

Mamá que decis. Estas Loca vos. Si eso pasara saldría corriendo y nunca más me vería.

No se. No creas eso. Igual dejalo así y si queres hacerlo en la casa sin la presencia de tu padre tenés que saber que por mi todo esta bien. Vamos, salgamos de la ducha.

Todo quedo ahí por ese momento y no volvimos a tocar el tema. El tiempo paso y todo era igual, seguía manteniendo las relaciones con mi madre en casa y con Paula la relación avanzaba muy bien.

Las cosas empezaron a desencadenarse como un mes después de aquella charla en la ducha una tarde que volvimos de la universidad con Paula a casa y ella estaba invitada a cenar.

Al llegar nos recibió mi madre, nos sirvió algo de tomar y nos fuimos para mi habitación a estudiar. Ahí estábamos hasta que Paula se me acercó para besarme y los besos se convirtieron en mimos y los mimos dieron paso a las caricias y en cosa de cinco minutos estábamos calentándonos como dos adolescentes inquietos.

Como a los diez minutos de estar así revolcándonos en la cama me acorde de mi madre y me separe de Paula. Fue entonces que ella me increpó y yo le dije que mamá estaba en la casa, que podía venir y pescarnos.

Fue Paula la que me sorprendió diciéndome: Vamos si tu madre es un amor y muy inteligente, no va a venir sin avisar y ella debe suponer lo que estamos haciendo.

Le pregunté de donde sacaba esa idea y ahí me dijo que ella había hablado mucho con Mamá y que sabía lo que pensaba, que incluso hasta le había preguntado por nosotros y nuestra intimidad y esas cosas.

Inmediatamente comprendí que la mente de Mamá había estado tramando que en algún momento se diera todo eso y la insistencia de Paula en ese momento no me dejo reaccionar y volvimos a besarnos y acariciarnos mutuamente.

Ni que decirles que a los cinco minutos las manos ya no eran suficientes y como siempre ocurría Paula se arrodillo junto a la cama, desabrocho mis pantalones y comenzó a mamarmela como la experta que era.

En eso estaba Paula cuando desde mi posición en la cama noto la presencia de Mamá en la puerta mirando el espectáculo de su hijo y la novia y como se comenzaba a masturbar ella bajo su falda.

Sin decir más, deje que Paula siguiera y tomándole la cabeza le acompañaba los movimientos de sube y baja y al poco rato le dije: Veni mi amor, quiero cogerte. Ella se separo de mi y se quito los pantalones y los calzones y se monto sobre mi verga de frente a mi y de espaldas a la puerta comenzando a cabalgarme.

En eso estábamos mientras que yo la aferraba por el culo para indicarle los movimientos y advertí que la puerta se abría de par en par dejando pasar a mi madre que se había quitado toda la ropa y se dirigía hacia nosotros.

Se acerco desde los pies de la cama y desde atrás comenzó a acariciar a Paula por la espalda dibujando su cuerpo. No podía creer lo que mis ojos veían. Si mi madre irrumpía en mi habitación en plena sesión de sexo con Paula y sin más preámbulos se nos estaba uniendo.

Fue Paula la que se sobresalto con su presencia ya que no la vió ni la esperaba. Se bajo de encima mió y se acurrucó a mi lado temerosa pero mi madre le hablo entonces diciéndole.

Vamos Paula, no te pongas así. No pasa nada. Como ves no estoy enojada con Uds. y ya te dije que si quieren sexo en casa por mi estaba bien. Te acordás? Si respondió Paula temerosa.

Mi madre siguió diciendo: Hay Paula, no seas tímida conmigo. Ya te conté que he visto a mi hijo haciendo el amor otras veces y lo que no te conté es que no sólo lo vi, sino que cada vez que lo vi lo hice con él. Él es mi enamorado del que hablamos antes.

Fue ahí que me miro Paula por primera vez y cuando nuestros ojos se cruzaron yo asentí con la cabeza y la abrace tranquilizándola.

Mamá tomo la iniciativa y sentándose en la cama comenzó a acariciarme la verga mientras le decía a Paula. Ves mi amor, no tengas miedo. No vamos a hacer nada que vos no quieras sólo quiero hacer feliz a mi hijo y a vos. Yo aproveche ese momento y bese a Paula otra vez y ella primero se resistió pro luego correspondió mi beso.

Mientras mamá jugaba con mi verga yo comencé a acariciar el cuerpo de Paula a la vez que la besaba y en menos de un minuto Paula se había relajado y se entregaba a las caricias como si estuviéramos los dos solos.

Terminé de quitarle la ropa a Paula en menos de lo que canta un gallo y presa de la excitación que mi madre me provocaba al masajearme la verga me dispuse a comerle los pezones con voracidad.

Por entonces Paula volvía a gemir y mamá simplemente se dispuso a mamarme la verga como era su costumbre. Mamá estaba muy compenetrada chupandomelo y podía sentir como su lengua recorría las venas hinchadas de mi verga y como se lo metía profundo hasta la garganta en tanto jugaba con sus manos con la base de mi miembro y los huevos.

Sintiendo las caricias de mamá me concentré en darle placer a Paula y puse ese hermoso par de tetas en mi boca juntando los dos pezones dentro e inicie un juego con ellos saltando de uno al otro en forma constante y dándoles roces rápidos con la lengua y una fuerte succión en sus carnes.

Solte esos pechos y me gire sobre mi cuerpo para ubicarme entre las piernas de Paula y me dispuse a lamerle su conchita, en tanto que, mi madre no soltaba mi verga ni por un instante.

Abri los labios vaginales con mis dedos y enterré mi lengua en su cueva todo lo que pude y sacándola empapada de sus jugos subí hasta apoderarme del clítoris de Paula donde me detuve al menos unos cinco minutos para llenarla de placer como a mi me gusta.

Paula de espaldas a la pared sentada sobre las almohadas sólo me acariciaba la cabeza y cada vez que me dedique a verle el rostro ella estaba apoyando su cabeza hacia atrás y con los ojos cerrados gemía y gemía cada vez mas fuerte.

Mientras le lamía el clítoris a Paula comencé a jugar con mis dedos metiendo dos en su vagina al mismo tiempo y le daba movimientos como si la estuviera cogiendo. Luego de un rato de darle fuerte con los dedos los saque completamente mojados de sus jugos y me dispuse a jugar con un dedo en su ano mientras seguía comiéndole el clítoris.

Por entonces mi madre dejaba ya mi verga para evitar que viniera y se acerco hacia Paula por primera vez. Yo al verla parada cerca de Paula la anime a que la acariciara diciéndole: MAMA COMELA, LAME SUS TETAS QUE LE ENCANTA y dicho y hecho mi madre se abalanzó con sus labios entreabiertos aprisionando el pezón izquierdo de Paula.

Justo en ese momento Paula habló manifestando su completa aceptación de lo que sucedía, diciendo: SIIII, QUE RICO SE SIENTE, SIGANNN.

No había más que decir y todo por hacer, tanto mi madre como yo comprendimos que ella se había entregado por completo y aprovechamos la situación al máximo.

Mamá tomó el pecho de Paula con sus manos y lo engullo todo, lo succionó con fuerza e, incluso, al soltarlo le había dejado una pequeña marca de la forma de su boca alrededor del pezón que se notaba tan duro y erecto como no recuerdo habérselos visto jamás a mi novia.

Yo seguí comiendo su concha y jugando con mis dedos en el ano, que debido a la excitación que tenia Paula no me costo nada meter hasta dos dedos juntos y darle duro por el culo haciéndola temblar toda.

Mamá soltó los pechos de mi novia y simplemente le comió la boca con pasión y desde mi lugar privilegiado podía verlas jugando con sus lenguas, mamá mordiéndole el labio inferior y volviendo a unirse introduciéndole la lengua tan hondo como podía, era todo un espectáculo ver aquello.

Por entonces llevaríamos ya unos 15 a 20 minutos de preliminares y Paula estaba que volaba, no resistía más nada y me pidió que la hiciera acabar diciendo: CHUPAME, MORDEME, HACE ACABAR DE UNA VEZ QUE NO DOY MAS.

Entonces cedí mi lugar a Mamá y ella se dedicó con el máximo espero a chupar a Paula mientras yo le acercaba mi verga a su boquita para que ella la chupara al mismo tiempo.

Mamá estaba como enloquecida, metía un dedo por el culo de Paula y otros dos al mismo tiempo por la vagina y rozaba su lengua en el entorno de su entrada o por el clítoris y Paula parecía un caníbal devorando la carne humana que tenia junto a su boca y se la metía hasta la garganta.

Dos, tres y hasta cinco chupadas pudo darme y entonces explotó en el orgasmo que ya su cuerpo no podía contener. Separó su rostro de mi verga y sólo la sacudía de forma intermitente en su mano que aun la sostenía. El cuerpo de Paula se contorsionó hacia atrás formando un arco con su espalda y quedó inmóvil por unos segundo en esa posición. De inmediato soltó mi verga y sus manos aferraron la cabeza de Mamá con fuerza y como haciéndose una bola alrededor de ella pareció tragársela por casi un minuto en que tardo en recomponerse del estremecimiento que el orgasmo le produjo.

Cuando fue recobrando la respiración y la conciencia dijo: Guauuu, no me lo puedo creer, ha sido la mejor experiencia que he tenido, la mas intensa (y mirándome a la cara soltó) y tu mamá la chupa mejor que vos.

Claro le confirme yo, si ya sabía eso porque me la chupa a mi y ya la he visto antes haciendo esto y nos echamos a reir los tres.

Mamá interrumpió la charla diciendo, Vamos, Vamos, que esto no termina, no hasta que nosotros también hayamos terminado. De inmediato se alzo de su posición de entre las piernas de Paula y tomando su rostro entre las manos la volvió a besar y yo aproveche esa posición arrodillada de mamá para posicionarme detrás y ensartarle mi verga por su vagina que destilaba jugos como un alambique casero.

Asiendome de las nalgas de mama comence a cabalgarla como se que a ella le gusta y dando vuelta su rostro me dijo: SI HIJITO, DALE A MAMA COMO VOS SABES y siguió besando a Paula.

Ahora Paula se sumaba a la actividad, ya no permanecía estática como antes y le acariciaba los pechos a Mamá retorciéndole los pezones con ambas manos e, incluso, pude sentir sus dedos en un movimiento que hizo intentado alcanzar la vulva de mamá mientras mi verga se albergaba dentro de ella, como si quisiera constatar que efectivamente me la culeaba.

Después de un par de minutos de tratamiento sobre el cuerpo de mi madre, ella estaba lista para llegar a su orgasmo, era tanta el ansia y deseo de lo que estaba realizando que no necesitaba de mucho más para tener un orgasmo.

Fue entonces que me pidió que me saliera un instante y a Paula le pidió que se acostara en la cama para que ella pudiera colocarse sobre su cuerpo, lo que mi novía obedeció de inmediato sin chistar.

Mamá cruzó una pierna sobre una de las de Paula y comenzó a frotar su sexo con el de mi novia, era fantastico verlas cogiendo, frotando los sexos, intercambiando jugos, besos y caricias.

Era tan hermoso verlas ahí que decidí no participar y darle a mi madre como un regalo el cuerpo de mi novia para que se satisficiera por completo con ella y me sente en la silla del escritorio.

Fue como si jamás hubiera estado entre ellas, ambas quedaron absortas de mi presencia y por primera vez vía a Paula en una relación lésbica y con nada menos que mi madre.

Paula se aferró a los pechos de mamá y los estrujaba jalando los pezones con sus manos, aprisionándolos, moviéndolos en círculos, amasándolos como si fuera pasta para una cena.

Mamá tenia tomada a Paula por las nalgas o las caderas y con un hábil movimiento de sus caderas en círculos frotaba su hinchado clítoris en toda la vagina de Paula y los dos sexos brillaban como el astro rey de tan abundantes jugos que les salian.

Como si la escena fuera interminable, ambas se comían la boca, primero mamá le metía le lengua a Paula y luego era Paula que parecía cogerla por la boca con esa lengua larga y en punta.

Como si fuera un concierto de una orquesta sinfónica, ambas respiraban de modo acompasado gimiendo AHHHHGGG UFFFFFFFF, AGGGFFFTTTT, GRRRFFSSSS y todo sonaba como música en el ambiente.

Ante ese espectáculo de ambas yo sólo me dispuse a meneármela lento, disfrutando del momento y sin querer acabar porque eso me lo reservaba para después cuando me les uniera.

El ritmo se incremento, mamá ya no besaba a Paula sino que mordía suavemente su cuello y orejas y las manos de mi novia se aferraron a la espalda de mamá clavándole las uñas en ella de modo literal y dejando su huella en la carne.

Era obvio que estaban por llegar al climax y por nada en el mundo me hubiera atrevido a interrumpirlas, ellas querían eso y para mi fue el mejor momento que pude presenciar entre dos personas.

Mamá se separó de Paula en un santiamén y se colocó enfrentando sus sexos y con la cabeza hacia el lado opuesto de la cama, una pierna de mi novia por debajo de su espalda y la otra por sobre su vientre y Paula en la misma posición pero inversa. Ambas se tomaron las caderas y pujaban por encontrar sus sexos, los que frotaban ya de un modo monstruoso. Podía ver desde mi ubicación como los labios de sus vaginas se retorcían por el roce y cada una comenzó un movimiento como si intentara cogerse a la otra, adelante y atrás, más y más rápido.

Ambas resoplaban y gemían y, entonces, mamá comenzó a gritar como es su costumbre cuando el orgasmo es muy intenso. Mamá decía: PAULA, PAULA, DAME ASI, DAMELO, LO QUIERO, DAMELO HACEME ACABAR, AHORA, SIIIII o algo parecido según recuerdo y simplemente estallo en un profundo gemido AAAHHHHHAAAAAAAAAAA y su cuerpo se tensionó como una vara de caña de bambú en un arco cuando estas por disparar una flecha y gozo, hasta puedo jurar hoy que gozo como si fuera su primera vez.

De inmediato Paula explotó también en su segundo orgasmo y tan intenso como el anterior, se aferró a las nalgas y caderas de mamá, la aprisionó entre sus piernas y mordiendo la almohada su grito quedo ahogado y solo pude ver sus uñas hiriendo la carne de mamá hasta arrancarle un hilo de sangre que escurrió un par de centímetros.

Mi dios, aun hoy cuando recuerdo esa escena me pone la piel de gallina, las dos mujeres que más quería, las dos gozándose mutuamente y las dos haciéndolo para su placer pero más para el mío, que regalo hermoso tuvo de ellas aquel día.

Tardaron un par de minutos para recobrarse y cuando ellas tuvieron de nuevo conciencia de mi presencia yo seguía alucinando con la imagen de sus cuerpos entrelazados y sobandome la verga con lentitud en la silla el escritorio.

Fue mamá la que tomó la iniciativa y mirando a mi novia le dijo: Paula, mi amor, fue genial pero vamos por ese hombre que nos necesita. Se acercó a mi y me jalo hacia la cama y me hizo recostar y por primera vez en la vida, dos hembras se disputaron el mamarme la verga.

Fue Paula la que anticipó a mi madre y ella entonces tuvo que conformarse con lamer mis huevos mientras mi novia con la ayuda de sus manos me daba una lamida inolvidable. Un minuto después mamá empujó a Paula y se apoderó de mi verga y solo con su boca y movimientos se la introducía toda en su garganta como i la estuviera cogiendo con la boca.

Luego de un rato así, ambas se dedicaron a pasarme la lengua todo a lo largo de mi miembro mientras éste estaba recostado sobre mi vientre y entonces Paula dejo de hacerlo y subiéndose a la cama puso sus piernas a cada lado de mi cuerpo y se sentó literalmente sobre mi verga con la ayuda de mamá para que le entrara por el culo.

Era tal la calentura de Paula que al contrario de otras veces en que debía tener paciencia ella misma empujo hacia abajo y de modo firme y constante se lo fue introduciendo por el recto sin pausa hasta que estuvo todo dentro y, a su vez, se acariciaba el clítoris con una de sus manos.

Cuando ya lo tuvo todo en el interior, se reclino un poco hacia delante y apoyando las manos en mi pecho comenzó a moverse en un mete y saca infernal. Podía sentir el esfínter aprisionando mi verga cuando la sacaba y las paredes del recto dilatarse cuando entraba y eso se repetía una y otra vez.

Mientras que ella me montaba, mi madre le chupaba los pechos a Paula y mi novia a cada caricia aumentaba el ritmo de las penetraciones anunciando el orgasmo que se avecinaba.

Paula se masturbaba sostenidamente mientras que yo me la cogía por el orto con fuerza y, mi madre, dejó a Paula y se colocó sobre mi rostro para que la chupara entregándome su vagina abierta por sus propios dedos a milímetros de mi mí cara.

Sin dudarlo comencé a comerle el clítoris a mamá que ya estaba que hervía y dejando de sostener a mi novia de sus caderas me aferré de las carnes de mi madre para sostener a una distancia que me permitiera moverme con libertad en su sexo.

Tan sólo unos segundos después mi madre estaba acariciando los pechos de Paula, mi novia los de ella y entre ambas se besaban nuevamente con lujuria. Esa imagen me calentó sobre manera ya que me hacia sentir como el juguete sexual de ambas y tan sólo un complemento de su pasión y todo me dejó a meros instantes de venirme en el culito hermoso de Paula.

No pudiendo resistir más tanto placer recibido, deje de besar la vagina de mamá y gemí fuerte anunciando mi orgasmo y entonces sentí la voz de Paula diciendo: DAMELA, LLENAME EL CULO, PARTILO, PARTILO QUE ES TUYO AMOR, DAMELA TODA y sin más comencé a soltar los chorros de mi semen en su interior. Paula de inmediato al sentir el chorro caliente entrándole aumento su ritmo y tuvo su orgasmo con un sonoro grito SIIIIII, ASIIIII DAMELA, MAS, MAS, MASSSSSS y se pego a mi enterrandose mi verga lo mas hondo que le había entrado jamas.

De inmediato mamá explotó en su orgasmo tambien, ella se tomo el clítoris y se masturbaba jalándolo entre sus dedos con fuerza y rozando su sexo a mi cara embadurnándola de sus jugos por completo. Fueron unos treinta segundos donde sólo se oían gemidos de placer, resoplidos, ruidos de la respiración agitada y ninguno se movia, ni decía nada más.

Tras ello, mamá se bajo de la cama y caminó hacia la puerta mientras que Paula sólo se recostó sobre y me beso suavemente y de modo reconfortante. Mamá se detuvo en la puerta, giro hacia nosotros y dijo: LOS DEJO. SIGAN UDS. Y EN VERDAD HA SIDO INCREÍBLE y salió de la habitación.

Así como desapareció de mi vista tras el portal se la oyó otra vez decir: Y TE DIJE QUE PAULITA NO SE RESITIRIA Y QUE SEGURO QUE QUERRIA CON LOS DOS y una leve risa mientras se alejaba para después concluir Y EN 45 MINUTOS LOS ESPERO PARA COMER Y BÁÑENSE LOS DOS.

Entonces Paula mirándome a los ojos sonrió con una candidez propia de una niña que acababa de perder su virginidad y dijo: Tu mamá es increíble y vos, VOS SOS LO MEJOR QUE ME PUDO PASAR y espero que lo volvamos a repetir.

Nos besamos y por casi media hora más seguimos haciendo el amor con Paula sin interrupciones, luego nos bañamos juntos y fuimos por la cena que mi madre al llegar al comedor tenia preparada y servida.

Nos sentamos los tres como si nada y cenamos comentando lo bien que la habíamos pasado y planeando otros encuentros futuros, cosas que nos gustaban y palabras de agradecimiento de nosotros dos hacia mi madre, por la cena y por la escena vivida ese día y luego de cenar lleve a Paula a su casa.

Desde ya que no fue nuestro único encuentro, ni el último y en las próximas entregas les contaré como siguió nuestra relación, a la que con consentimiento de mamá sume a mi mejor amigo de toda la vida para que se la cogiera a ella y a Paula. Espero que les haya gustado.​
 
Arriba Pie