Una Gran Familia - Capítulos 001 al 002

heranlu

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Una Gran Familia - Capítulos 001 al 002

Una Gran Familia - Capítulo 001



La clase de ingles de hoy, es un poco mas larga de lo habitual. Me la da Blanca, una chica de unos 20 años, muy guapa y con un buen par de tetas.

-El presente perfecto es así y tal... me explica.

Yo apenas le hago caso, solo le miro las tetas que sobresalen a través de su escote. Me hago el tonto, diciéndole que no entiendo bien lo que pone en el libro, para que ella se acerque y poderle ver mejor las tetas.

En eso estoy, cuando se abre la puerta de casa y entra mi hermana.

-Hola hermanito. ¿Que tal la clase?

-Bien, estamos acabando.

Unos diez minutos después terminamos y le pago a Blanca por la clase. Cada vez avanzamos mas, pero yo siento que no aprendo nada. Solo estoy pendiente de ella y sus tetas.

Al poco rato terminamos.

-Hasta la semana que viene, me dice. Se marcha y cierra la puerta.

Mi hermana se sienta junto a mi.

-Veo que no le quitas ojo de encima a Blanca, ¿eh?

-Si, esta buena.

-Pero nunca te tirarás a una mujer así. Me dice. Es mucho para ti.

Se gira y se va a la cocina. Mi hermana tiene un año menos que yo. Hoy lleva puesto un pantaloncito corto y una camiseta. No lleva sujetador.

Saca un zumo de la nevera y se pone a bebérselo. Se le derrama un poco por encima.

-¿Me ayudas hermanito? Me he puesto perdida.

Levanta la camiseta justo hasta la linea de sus tetas. Me estoy poniendo palote.

Cojo un trapo de la cocina y le limpio la camiseta. Mi polla está creciendo. Ella deja caer el trapo y nos besamos en la boca.

De un manotazo, mi hermana ha tirado casi todo el zumo al suelo. La cojo y la subo al fregadero mientras seguimos besándonos. Si. Somos hermanos incestuosos y no nos importa.

-Cómemelo, me dice.

Bajo su pantalón hasta el suelo y le quito las braguitas. Esas braguitas rosas que lleva hoy mi hermanita y que tanto me gustan.

-Hoy no te has depilado mucho el chocho, le digo.

-No tenia tiempo para depilármelo del todo. Llegaba tarde a clase.

-No me importa. Te lo voy a comer igual.

Separo sus labios y empiezo a comérselos. En ese momento veo como un poco de zumo se derrama por su chocho. Mi hermana esta tirando un poco que ha quedado sobre ellos.

-¿Te gusta con sabor a naranja, hermanito?

-Tu coño ya es suficientemente dulce. Pero así es todavía mejor.

Después de un rato de comérselo, paso a su clítoris. El botoncito de mi hermana es muy rico, redondito y muy suave.

Mientras se lo lamo, me agarra la cabeza. Se esta muriendo de placer. Sus gemidos van en aumento. Para que no nos oigan los vecinos, pongo en marcha una pequeña radio que tenemos en la cocina y que suele poner mi padre cuando prepara nuestra comida el fin de semana.

-Joder hermanito. La clase de ingles te ha sentado genial.

Yo no digo nada porque tengo mi boca en su coño. Sus fluidos empapan mi boca, pero no me importa para nada.

En poco rato mi hermana llega al orgasmo. Mi polla esta babeando semen. Es el liquido pre-seminal, pero necesito descargar ya.

Mi hermana mira mi polla que babea el semen y me pide que follemos.

Joder, tengo que ir a la habitación de mis padres, pienso. Le robaré un condón a mi padre.

-Ahora vuelvo hermanita.

Regreso desnudo y con el condón ya puesto para no perder tiempo. Apoyo a mi hermana contra la nevera y la penetro sin mas.

-Ugh, gime ella.

Empiezo a bombear. Lento al principio, saboreando como mi pene entra y sale de ella y como el condón roza sus labios al entrar y salir.

La humedad de mi hermana y el condón hacen un ruido como de ¡blugh! al follar.

Pum, pum, pum, resuena el culo de ella al empujarla contra la nevera.

Nuestros gemidos van en aumento.

-¡Ah, ah, ah! hermanito, que bien me follas....

-¿Te gusta pequeña?

-Si, si, si, mucho. Sigue así, así, asíiiiiiiii......

Yo me agarro a la puerta de la nevera por arriba, mientras sigo bombeándola con ardor. La nevera tiembla y me hermana se corre por segunda vez.

-¡Aaaaahhhh! ¡Me corroooooo! ¡Hermanito, me voyyyyyyy!

Estoy durando mucho y no se si mis padres llegaran pronto y nos pillaran. Aun así, disfruto mucho porque casi siempre me corro antes que mi hermana.

Unos minutos mas tarde estoy a punto.

-Hermanita, agh, agh, me voy a correr.

-Correte hermanito. Suéltamelo todo dentro.

Doy unos empujones mas y me corro.

-¡Aaah, aaah! ¡Me corroooooo!

Suelto en mi hermana unos chorros de semen que adivino enormes. Cuando termino, me salgo de ella y me quito el condón. Voy a limpiarme. Mi hermana se lava el chocho y cuando hemos acabado, mis padres vuelven del trabajo.

Nos hemos sentado en la mesa del comedor simulando que estudiamos y que nuestros padres no sospechen nada.

-¿Que tal chicos? Pregunta mi padre. ¿Habéis comido ya?

-Si Papá. Le respondo. Si tu supieras lo bien que hemos comido, pienso.

Mi hermana me mira picara y seguro que ha adivinado mis pensamientos.

Después de comer y recoger todo, mis padres se despiden. Van a echarse la siesta como todos los días. Solo que muchas veces la siesta se convertía en echar un polvo. Y este sería uno de esos días.

Estoy en mi cuarto, tumbado boca arriba en la cama, cuando oigo como la cama de mis padres empieza a moverse. La habitación de ellos está junto a la mía y es lógico oírles.

Ñi, ñi, ñi. Suena la cama. No se si mi hermana puede oírles, porque su habitación es la siguiente a la mía y tampoco se si estará durmiendo.

Pego el oido a la pared y les oigo haciéndolo.

-Ah, ah, ah, cariño, sigue así, así, mas fuerte.

-Querida, los chicos pueden oírnos.

-No, no, tu sigue...sigue...no nos oirán.

Parece que mi padre obedece porque la cama comienza a moverse mas rápido.

Pam, pam, pam. La cama se acelera y mi madre no puede evitar gemir mas alto aún.

-¡Ah, ah, ah! ¡Cariño! ¡Me corro!

-Nos van a oír. Oigo que le dice mi padre. Pero parece que este tampoco puede parar, porque sigue empujando mas y mas fuerte y los dos terminan corriéndose con un grito.

Todo se queda en silencio después de que acaben.

No se si mi hermana los habrá escuchado al llegar al clímax.

La puerta de mi cuarto está entreabierta, y veo como mi madre pasa desnuda por delante de mi habitación.

Entra en el baño y la oigo lavarse en el bidé. Así que imagino que lo han hecho sin condón.

Algo se despierta en mi, porque decido levantarme y salir fuera de mi cuarto. Al salir oigo que mi padre esta roncando.

Camino de puntillas hasta el baño y veo que mi madre no ha cerrado la puerta. Está sentada en el bidé, lavándose el chocho. Ella no puede verme. Me quedo mirando sus tetas. Las tiene muy bonitas, algo caídas, pero muy excitantes.

Estoy en calzoncillos delante de el baño, cuando mi pene empieza a empinarse. Mi hermana esta también dormida en su cuarto.

Me bajo un poco los calzoncillos y empiezo a masturbarme delante de mi madre. Se que es una locura lo que estoy haciendo, pero no puedo evitarlo.

Mi madre termina de lavarse y coge un paño y se seca su chocho. El hecho de verla así medio levantada y secándose sus partes me pone a cien y termino corriéndome. Un primer chorro de semen salta a la pared y otros dos caen al suelo.

Me sale un pequeño gemido y mi madre se da cuenta de que estoy ahí, enfrente de ella y con mi polla goteando semen.

-Hijo, ¿que haces?

-Lo siento mamá, es que no pude evitar oíros hacerlo y me he excitado.

Sale del baño y no me dice mas que: Lo has puesto todo perdido.

Coge el paño con el que acaba de secarse y se pone a limpiar las manchas de semen.

Imaginaros la escena, yo con la polla medio tiesa y mi madre desnuda limpiando todo el semen que he dejado.

Ver su culo al agacharse me pone bruto otra vez.

-Mamá no puedo mas. Le digo.

-¿De que no puedes mas? Me pregunta.

-De verte así. Joder, que buena estas.

Cojo el paño y lo tiro al suelo y le como la boca. Mi madre no me lo impide, es mas, me coge el culo y me aprieta con fuerza. Estamos un rato besándonos y luego me arrastra al baño y cierra la puerta con el pestillo.

Baja mi calzoncillo y se agacha a chupar mi pene, que enseguida recupera su erección.

Justo antes de entrar al baño me he dado cuenta de que mi padre y mi hermana siguen durmiendo por lo que no tenemos que preocuparnos.

Mi madre mi sienta en la taza del vater y se dispone a follarme.

-Deberíamos usar un preservativo, le digo.

-Si con tu padre no usamos goma, contigo tampoco. Me contesta.

Se sube encima mío y me agarra la polla. Muy despacio se la clava y termina deslizándose muy despacio, hasta que la tiene toda dentro.

-Ahora vamos a follar. Me dice. Parece que no haya tenido bastante con el polvo que acaba de echarle papá.

Comenzamos a movernos a un ritmo lento, aunque acompasado. Mi madre se muerde el labio mientras me folla, y yo le cojo las tetas que suben y bajan con cada movimiento.

Para tener 45 años mi madre esta buenísima. Ya se que esto es incesto, pero si follo con mi hermana, ¿como no voy a follar con mi madre, que esta mas buena todavía?

-Hijo, que bien lo haces.

-Me gusta que te guste, mamá.

-Si, mucho. Sigue, sigue, mas, mas, mas.

Yo siento que no voy a durar mucho, aunque acabe de correrme.

-Mamá. No aguantaré mucho mas.

-No te preocupes, tu córrete.

-Vale, esta bien.

Unos cuantos botes mas de mi madre y termino corriéndome dentro de ella, aunque un poco menos que antes.

-Tu sigue, le digo. Sigue follándome y córrete tu también Mamá. Quiero que te corras con tu hijo.

Me sonríe y sigue botando sobre mi. En eso estamos cuando suenan unos golpes en la puerta.

-Hermano, sal de baño, necesito mear.

-Ahora no puedo, estoy ocupado.

-Deja de meneártela y sal ya.

-¿Que hacemos? le pregunto a mi madre en voz baja.

-Nada, tranquilo, yo me salgo de ti y que entre tu hermana.

-¿Pero que va a pensar si nos ve juntos?

-Nada cariño. Se que follas con tu hermana.

-¿Que dices mamá?

-Si, lo se. Bueno, lo sabemos tu padre y yo.

Me quedo a cuadros con la revelación, pero lo peor viene ahora.

-Tu padre también se folla a tu hermana.

-¿Cómo dices? Me quedo casi sin voz.

-Somos una familia incestuosa. Así que no pasa nada porque tu hermana nos vea.

Mi madre abre la puerta y deja entrar a mi hermana. Yo me quedo sin palabras.

-Veo que ya habéis follado por primera vez. Dice mi hermana bajándose las bragas y sentándose en el vater a mear.

-Pues si cariño. Le responde mi madre.

-Esta bien. Pero si papá no estuviera durmiendo, podríamos hacer un cuarteto genial.

Yo me quedo paralizado por la idea. Solo pienso en que quieran que folle con mi padre y yo por ahí no paso.

Mi hermana me mira fijamente. Parece que me haya leído el pensamiento porque me mira y me dice:

-Tranquilo hermanito. Solo tendrás que follar con las mujeres de la casa.

Justo en ese momento se abrió la puerta del baño. Era mi padre desnudo y con la polla morcillona. La tenia casi mas grande que yo en erección y me sentí un poco acomplejado.

-Vamos a ver que hace toda la familia aquí reunida dijo y sonreía.

-Estamos descubriendo a tu hijo un mundo que no conocía. Dijo mi madre.

-Pues eso esta muy bien.

En eso mi hermana, que se había quedado mirando su polla, se agacho y sin decir nada comenzó a mamársela a mi padre, que echó la cabeza hacía atrás. Y siguió hasta que alcanzó una erección plena.

Se levantó y cogió a mi padre de la mano y lo llevo a su habitación. Mi madre y yo les seguimos.

Mi hermana se tumbo boca arriba y abrió sus piernas y las elevó sobre ella.

Mi padre se coloco sobre ella y se giró a mi y me dijo:

-Así es como le gusta a tu hermana. Fíjate bien

Coloco su polla en la entrada de la vagina y se la metió de un golpe. Mi hermana hizo uff.

Y entonces mi padre comenzó a bombearla con movimientos fuertes y constantes.

Mi madre y yo seguíamos de pie desnudos contemplando como follaban los dos.

Los gemidos de mi hermana iban en aumento, pero mi padre no se detenía. Seguía con si ritmo constante.

Como 5 minutos después mi hermana tuvo su primer orgasmo. Mi padre entonces frenó el ritmo y saco su polla de ella y me dijo que que me acercara.

Su polla babeaba liquido pre-seminal y el coño de mi hermana rezumaba sus fluidos. Mi padre frotó su polla contra el clítoris de mi hermana mientras estaba casi se desmaya de gusto.

Yo asentí con la cabeza cuando el paró, como diciendo que había entendido lo que tenia que hacer la próxima vez que me tirara a mi hermana.

Luego mi padre volvió penetrar a mi hermana y así siguieron follando un rato mas. Mientras pasaba esto, mi madre agarró mi rabo que estaba tieso y empezó a masturbarme.

Cuando veía que llegaba al orgasmo me acercó a mi hermana me corrí en su cara mientraa mi padre estaba terminando de tirarse a su hija.

Solo salpiqué un par de gotas a mi hermana por mis corridas anteriores.

Por aquel entonces mis padre estaba rojo y congestionado. Estaba a punto de correrse por lo que notaba en sus jadeos y mi hermana parecía que iba a morirse de gusto.

En ese instante mi madre encendió la mini cadena dela habitación de mi hermana y subió el volumen al máximo, para que no los oyeran, justo cuando ambos se volvían a correr, mi hermana por segunda vez.

-Ughhhh. Aaahhhhh ¡me corrooooooooooo!. Gimió mi padre.

Y a la vez mi hermana.

-¡Aaaaaaaaah! ¡Papáaaaaaaaaaaa!

Terminó de bombearla y se paró, quedándose un rato dentro de ella.

Cuando recuperaron la respiración, se salió de dentro de ella y se tumbó a su lado.

Mi hermana me dijo:

-¿Has visto hermanito? Tu me follas bien, pero papi me folla todavía mejor. Mañana espero que hayas aprendido bien y lo hagamos también como hoy.

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Una Gran Familia - Capítulo 002

El día siguiente empezó con música. Mi hermana había puesto la cadena de la cocina casi al máximo de volumen.

-Luisa, ¿que haces? dije levantándome de la cama.

-Nada, hermanito. Preparando el desayuno.

Nuestros padres estaban en el trabajo. Yo había pensado en follarme a mi hermana cuando volvieran mis padres, mas que nada para que mi padre me diera su aprobación. Pero ahora tocaba desayunar.

Antes no os he hablado de mi hermana. Se llama Luisa, como ya sabéis. Tiene 20 años, uno menos que yo. Es rubia natural, ojos azules. Tetas normales, ni muy grandes ni muy pequeñas. De culo esta bien. Caderas también normales. Lo mas que me pone de ella es su cara. Recuerdo como cuando éramos pequeños y jugábamos con unos pequeños puzzles cuadrados, mi pene se ponía duro, cuando acabamos uno encima del otro. Entonces no sabía porque me pasaba eso. No tenía ni idea de lo que era el sexo ni nada, claro.

Ahora creo que me toca describirme a mi, ¿verdad?. Me llamo Ricardo, tengo 21 años. Soy moreno, un poco castaño, con ojos verdes. Tengo un poco de tripa que ha crecido en los últimos meses. No puede decirse que sea barriga cervecera, porque no bebo cerveza, pero me gusta comer bien. Mi piernas son grandes y un poco gruesas y tengo un buen culo para mi gusto. (Tengo que confesaros que muchas veces me he masturbado frente al espejo, desnudo, mirándome. No soy gay y el único cuerpo que me gusta de hombre es el mío) Pese a todo, le gusto a mi hermana bastante. Llevamos follando como un par de años.

Estoy con estos pensamientos, cuando mi hermana me pone el plato en la mesa. Me ha preparado tortitas con nata y sirope de caramelo. Ella solo se ha hecho un par de tostadas con mermelada y mantequilla y zumo de naranja.

-¿Te preocupa algo hermanito?

-No, nada.

-No mientas. ¿Crées que no estarás a la altura de papá?

-Pues si, tienes razón. Papá ha dejado el listón muy alto. No se que hacer para mejorarlo.

-Tu siempre me has follado bien. Solo hazlo como te sale. Desayuna bien y cuando vuelvan, pues ya veremos.

Nosotros no teníamos que ir a la universidad, era verano y tampoco trabajábamos para pagarnos los estudios. Mis padres tenían buenos empleos y nos pagaban todos los gastos. Supongo que por ahora no les importaba que viviéramos en casa y no trabajáramos.

A la hora de la comida, mis padres llegaron a casa. Tenían horario de verano, por lo que a mediodía estaban en casa y la semana que viene estarían ya de vacaciones.

-¡Hola chicos! Ya estamos en casa. Mi padre venía muy contento.

-Hola, contesté yo.

Tras dejar las cosas y asearse comieron. Mi padre no me quitaba ojo de encima.

Terminaron de comer y dejaron los platos en el fregadero. Como si me hubieran dado una orden mental, me levanté de la mesa y me fui a la habitación de mi hermana, con ella detrás.

Nos desnudamos mutuamente, mientras mis padres nos contemplaban de pie, como yo había hecho con mi madre el día anterior. Se habían quitado la ropa y estaban desnudos.

Mi padre tiene 46 años, uno mas que mi madre. Es alto, 1,80, rubio oscuro, con ojos verdes como yo. Tiene un poco de tripa ahora, pero de joven era fuerte y se le marcaban los músculos. Sus piernas son mas delgadas que las mías y tiene una polla grande como ya os dije.

Mi madre tiene 45 años como os conté. Es morena, de unos 1,65 o así. Pelo largo, ojos marrones. Sus tetas son las de una mujer de su edad. Algo caídas como os dije, pero me encantan. Su culo es normal, ni muy grande ni muy pequeño y sus caderas son anchas, muy achuchables. Sus piernas no son muy pequeñas ni muy grandes. Está bastante bien. Es lo que se llama una MILF. O sea en ingles, una madre que me follaría. (y yo ya me la he follado, jeje)

Bueno a lo que vamos. Mi hermana y yo nos desnudamos mutuamente y nos empezamos a besar. Aquí hago un inciso, mi hermana besa de vicio, la jodía.

Después de un rato de besuqueo, mi polla esta tiesa. Con el rabillo del ojo miro a mi padre y a su rabo, que ha empezado a empalmarse también. Se me baja un poco la libido al compararlos, pero mi hermana gira mi cabeza y la apoya en sus tetas para que me olvide de su tamaño.

Ya tumbados sobre la cama, le como el coño a mi hermana como nunca. Ella gime como loca y se humedece enseguida.

Puedo ver como mis padres se comen la boca, bueno y puedo oírles también, porque antes de metérsela a mi hermana, mi padre le está haciendo un dedo tremendo a mi madre y gime como mi hermana. Bueno, mas alto aun.

Cojo mi polla con la mano izquierda, soy zurdo y se la meto de un tirón, como mi padre ayer. Aunque a ella le duele un poco al entrar.

-Ay.

-Lo siento hermanita.

-No pasa nada. Tu a lo tuyo.

Ahora empiezo con el bombeo, rápido, constante, como lo hacía mi padre.

Mi hermana al principio no gime ni nada. Y yo me preocupo por si no la estoy satisfaciendo.

-¿Que tal hermanita?¿Todo bien?

-Si, hermanito. Pero no te siento mucho.

-Te lo estoy haciendo como papá.

-Si pero....Espera, ponte mejor así.

Me cogió del culo y me subió un poco mas arriba. Yo volví a follármela.

-Ahora si, ahora si, ahora si. ¡Siiii, jodeeeer! ¡Jodeeeer! ¡Me corroooooooooo! ¡Ugggghhhhhhh!

Yo sigo aguantando mientras veo como mi hermana se corre. Se convulsiona como nunca la he visto y me aprieta con los músculos de su vagina y no me suelta.

Se le ha puesto una cara de éxtasis que no puede mas y ahora me araña la espalda como una loca.

En un par de minutos mas termino corriéndome dentro de mi hermana. Mis gemidos no son nada comparados con lo que ha soltado ella.

Ya recuperados del orgasmo, vemos como nuestros padres se han puesto también a follar.

Mi padre está empotrando a mi madre contra el armario de la habitación. Le da golpes fuertes y constantes y el armario suena en cada embestida. Pam, pam, pam.

Nos quedamos mirándoles y nos volvemos a excitar enseguida. Así que decidimos volver a follar.

Durante un rato las dos parejas follamos a la vez, en un mar de lujuria y éxtasis. No nos importaba nada, solo oír los gemidos de nuestra jodienda y la culminación de nuestros deseos.

Al rato los cuatro nos corrimos a la vez. Fue muy morboso.

Luego mi padre me felicitó por haber aprendido tan rápido a follar también como el. Le di las gracias.

Una semana después mis padres cogieron las vacaciones verano y el primer día decidimos ir a un parque acuático.

El parque acuático estaba lleno de gente. Familias enteras haciendo cola para entra. Hacía mucho calor y todo el mundo pensaba pasar un buen día en el parque refrescándose.

Después de una media hora de espera, conseguimos entrar.

Nos sentamos en una zona de césped y nos quitamos la ropa, preparándonos para zambullirnos.

Mi hermana llevaba un bikini rosa que le sentaba genial y mi madre uno amarillo, que tampoco le quedaba nada mal.

Yo llevaba un bañador azul oscuro bóxer, porque no tenia un tipazo para lucir. Con barriga como ya sabéis. Mi padre llevaba uno rojo oscuro y le sentaba mejor que a mi, la verdad.

Mas tarde nos fuimos al primer tobogán que encontramos.

La cola era bastante larga, daba la vuelta a toda la zona de bares y restaurantes. Unos cuantos metros.

Mi hermana iba detrás mi y mis padres mas atrás. Yo no me di cuenta de que delante de mi estaba una chica de unos 17 años.

Llevaba un bañador verde y me fijé en que tenía un buen culo.

Se agachó para lanzarse por el tobogán y justo en ese momento la cola avanzó bruscamente y me empujó y me choqué con su culo.

Ella me miró y me sonrió y se lanzó. Yo salí detrás y luego mi hermana y mis padres.

Al llegar abajo la chica desconocida me saludó al salir del agua. Yo estaba medio empalmado, aunque ella no podía verlo. El agua me cubría.

Mi hermana me dio un codazo y me señalo sus tetas con la vista. Estaba celosa. Sus pezones se marcaban.

La chica se reía y ese momento, la piscina de olas bajó su nivel y pudo verme el bulto en mi bañador.

Salimos del agua y volvimos al césped. Mi hermana me regañó. Estaba celosa.

-Oye hermanito. Que he visto que se te iban los ojos detrás de esa chica.

-Ya, es que está buena. Pero tu aceptas que mire a Blanca.

-Si, pero a esa es imposible que te la tires. Y a esta podrías si quisieras.

Le quité hierro al asunto y a la hora de comer, ya se había olvidado de todo.

Estaba comiéndome un sandwich, cuando vi que la chica de antes estaba escondida entre dos arboles, mirándome.

Acababa de salir del agua, porque su bañador estaba mojado.

Se lamió el labio inferior y bajó su mano a su entrepierna y comenzó a masturbarse. El sandwich se me atragantó.

Se tocaba la tela del bañador y me miraba con pasión. Yo no sabia si retirar la mirada o seguir haciéndolo, por si mi hermana se daba cuenta.

Después de un rato masturbándose, se agarró con la mano izquierda al árbol y se convulsionó mientras se corría.

Al acabar me guiño un ojo y se marchó.

Tras comer nos echamos la siesta, pero yo no podía dormir porque no me quitaba de la cabeza a la chica.

Me levanté de un salto y cogí a mi hermana de la mano.

-¿Que haces? protestó. Tengo sueño. Déjame dormir.

-¿Quieres hacer algo prohibido? Pues sígueme.

-No se que tripa se te ha roto, pero vamos.

Tenia un amigo allí, que se dedicaba a algo sucio. Había sustituido uno de los paneles de una de las duchas, por uno transparente y puesto una cámara, para grabar a las mujeres mientras se duchaban. Lo interesante era que algunas parejas lo habían descubierto y daban rienda suelta a sus instintos y follaban siendo observados y grabados por mi amigo.

Metí a mi hermana allí, justo cuando salía un hombre y eché el pestillo. Se suponía que las duchas no eran mixtas, pero la gente hacía caso omiso y se metían en parejas.

Coloqué a mi hermana de espaldas a mi e incliné su culo hacia delante. Bajé la braga del bikini hasta sus tobillos y me bajé el bañador también. Entonces sin decirle nada, se la metí.

La cogía de las caderas mientras me la follaba. Estaba como loco haciéndoselo, y era consciente de que mi amigo estaría grabándonos y no me importaba para nada. Es mas, lo había hecho sabiéndolo.

Al cabo de un rato ninguno nos habíamos corrido, seguíamos aguantando, cuando me di cuenta de que veía algo en la parte de arriba del cubículo de la ducha.

Era la cabeza de la chica, que se asomaba por arriba y nos contemplaba haciéndolo. Eso me puso mas cachondo aun y aceleré las embestidas.

Ella seguía mirándonos y aunque sabía que no podía tocarse, porque si no se caería, notaba la excitación en su cara.

Follaba a mi hermana de forma salvaje y esta no se quejaba. Es mas, me pedía que la follara con mas fuerza y apenas podía aguantar sus gemidos a un tono tan bajo. La visión de mi amiga desconocida me había vuelto loco y no podía parar.

Todo acabó en un par de minutos mas. Terminé de bombear y me corrí dentro de mi hermana con una gran corrida. Ella respiraba con dificultad, pero noté que no se había corrido.

Me agaché y le comí el coño húmedo hasta que se corrió. La chica en ese momento desapareció.

Salimos de la ducha y volvimos con mis padres. Mi hermana les contó lo de la “voyeur” porque cuando le comía el chocho, la vio.

Mis padres propusieron que la buscase y la invitase a participar en nuestro juego incestuoso. Les pareció bien introducir a alguien de fuera de la familia.

Estuve un buen rato dando vueltas por el parque acuático hasta que la encontré. Estaba tumbada a la sombra.

-Hola.

-Hola. Me respondió.

-¿Te gustaría que tus fantasías se hicieran realidad?

Se quedó mirándome extrañada y no dijo nada.

Me acerqué a su oido y le di nuestra dirección.

Salí corriendo esperando que aceptara mi proposición.

Tras varias horas volvimos a casa. No podíamos pensar lo pronto que la chica se presentaría en casa.

Sonó el portero automático y mi padre me invitó a responder. Le dije que no podía ser la chica. Lo cogí y efectivamente, era ella.

Subió y para que nadie notase nada, enseguida le abrí la puerta de nuestra casa.

-Hola, ¿que tal? Pensaba que me había equivocado con la dirección, pero no, veo que aquí es.

La invitamos a sentarse con nosotros y le dijimos que éramos una familia incestuosa y queríamos que participase en nuestros juegos.

-A mi hijo le has gustado bastante, le dijo mi madre.

-El está también bien, contestó. Me gustan los hombres con un poco de tripa y sonrió.

Después de las presentaciones y de tomar un refresco, decidimos ir al lío.

Mi madre ya le había explicado que les gustaba mirar y a ella no pareció importarle.

-Me llamo Sara, por cierto, me dijo mientras le quitaba la blusa.

Quité entonces su sujetador, que dejó a la vista dos pechos adolescentes preciosos. Los tenía grandes para su edad.

Tras dejarla desnuda, le pregunté que como le gustaba hacerlo. Me dijo que le gustaba mucho como a los hombres, la postura del perrito. Y así nos pusimos.

Después de un calentamiento bastante potente, una buena comida de coño y una buena mamada, mi padre me pasó un preservativo y ella me ayudó a ponérmelo.

Me dijo que no era virgen y me dispuse a penetrarla.

Empezamos a follar lentamente, conmigo encima y luego pasamos a la postura del perrito. Ella estaba a cuatro patas agarrada al cabecero de mi cama, donde estábamos haciéndolo.

Como siempre, mis padres y mi hermana nos contemplaban follando.

Era raro que ellos no se hubieran tocado aun.

Mas tarde, mi hermana se acercó a nuestra amiga y comenzó a comerle la boca, mientras yo se lo hacía.

Sara nos miraba con pasión y noté que ella estaba a punto de correrse.

Yo seguía aguantando, pero llegué a un punto de no retorno y me corrí fuerte. Las dos seguían comiéndose la boca.

Para entonces mis padres habían empezado a masturbarse mutuamente y me levanté. Entonces fui yo el que besé a mi hermana y la tumbé en la cama junto a Sara. Me puse otro preservativo y acabé follando con las dos.

Mi madre se unió a nosotros mas tarde y acabamos follando los cuatro. Aquello fue maravilloso.

Sara se apuntó a nuestras orgías y vendría mas días.

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