Una Familia Especial - Capitulos 001 al 003

heranlu

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Una Familia Especial - Capitulo 001


No era fácil mi vida, pero nada fácil. Pero tenía una vida, algo es algo. Un nerd que era la decepción de su padre, con amigos nerds, poca o casi nula vida social. Un paria, un aislado social. Bueno ustedes dirán que hay cosas peores, que hay vidas mucho más difíciles, es que, a esa edad, todo es muy dramático y extremista y solamente la madurez te da otra perspectiva.

Y como es lógico en la vida, todo puede empeorar, y en mi caso mi mal o que mi vida vaya de mal en peor tiene nombre, Laura Altamirano. Una de las chicas más populares de la escuela. Y que hizo ella, prácticamente nada, para ella yo no existía, era un paria. El culpable fue mi señor padre, que se casó con la madre de Laura, y se convirtió en mi madrastra, Gabriela toda una belleza, ex reina de belleza y mujer muy codiciada, Laura heredó gran parte de esa belleza de su madre, pero mientras Gabriela era un encanto de persona, Laurita tenía un carácter del demonio, mezclado con caprichos de nena consentida, toda una joyita que entraba a mi vida.

Pero ustedes dirán que siendo como soy, mi padre pueda tener a tan cotizada mujer. Bueno es que mi padre tiene un apartado especial en todo esto y está historia. Mi padre es un macho alfa, lomo plateado, el líder. Mi progenitor fue miembro de una fuerza especial, de gendarmería, y en un momento de su carrera, debido a una lesión se cambió de la fuerza especial a seguridad diplomática, este departamento dentro de la gendarmería le da protección a las embajadas que se encuentran en zona de riesgo. Ahí fue cuando conoció a mi madre, que es parte del cuerpo diplomático. Se casaron y me tuvieron. Tener dichos padres no es fácil, porque vivimos en tres países diferentes en diez años, yo nací en Haití, también estuve en Croacia y Jamaica. Cuando mis padres se separaron, estábamos en Argentina y a mi madre le habían ofrecido un ascenso en Colombia, mi padre se retiró y abrió su propia empresa de seguridad, yo elegí vivir con mi padre, no quería seguir siendo un trotamundos, lo que he dicho de mis padres parece cruel o insensible, pero no es así ellos me amaban, a su manera.

Empecé a vivir con mi padre, el macho alfa, él es alguien distante y frio, pero con el que siempre se puede contar. He heredado poco de él, es alto, musculoso, dominante y seguro, más bien callado, de cara es normal, pero siempre ha tenido éxito con las mujeres. Yo sabía qué hacía por lo menos dos años estaba saliendo con alguien, pero nos la presento muy cerca de la boda. Cuando se casó con Gabriela yo tenía 18 años, mi padre 47, Gabriela 39 y mi querida Laura 18. Y ¿cómo mi padre conoció a Gabriela? En la puerta del colegio y ahí hizo su magia.

Para aclarar donde estudiaba, por decirle colegio, este instituto estaba en un gran parque, y se componía de educación básica, o sea niños entre 3 años y 12 o 13, educación secundaria, entre esta última edad y los 17 o 18 años, y educación superior, donde se dictaban carreras universitarias. Todos en sus correspondientes edificios, correctamente separados y con una infraestructura enorme, todo esto gestión de la iglesia ante los militares en la última dictadura. Este colegio era de gran prestigio y reputación. Yo estudiaba Economía y Laura Comercio Exterior.

Quiero decirles que a Laura tampoco le hizo gracia tenerme de pariente, y me lo dejó claro ni bien nuestros padres nos comunicaron que tenían una relación.

– Mira raro, tu padre no será mi padre y tú nunca serás mi hermano, nosotros no somos nada.

Esas fueron sus primeras palabras hacia mí, aunque estando nuestros padres era un amor, una nena buena. Aunque en verdad ella albergaba la esperanza de que su madre volviera con su padre, por eso para ella el golpe fue mayor.

Nuestra vida fue transcurriendo con normalidad, yo me llevaba muy bien con Gabriela, es más sin reemplazar a mi madre, y nunca querer hacerlo, me apoyo bastante. A mi padre dentro de lo hermético y frio que era se lo veía feliz. Laurita llevaba una buena relación con mi padre y conmigo era totalmente parca y nuestra relación era inexistente.

Nosotros vivíamos en una casa de dos plantas, en un barrio de clase media alta, concurríamos a un colegio católico. Los ingresos de mi padre como de Gabriela eran buenos, ella tenía una tienda de ropa bastante exitosa. Ellos tenían una vida social bastante activa, y se complementaban muy bien, ella súper elegante, cerca del metro setenta, delgada, de pelo castaño claro, muy bellas facciones, y sobre todo resaltaba un trasero que sin ser grande era perfecto, de esos que sobresalen en una mujer delgada, redondito y bien parado, que se machacaba en un gimnasio al que iba junto a su hijita. Y mi padre era el acompañante perfecto, sobre el metro ochenta y cinco, una postura marcial perfecta, un físico muy trabajado, y una vista de águila muy llamativa. Como dije se complementaban muy bien y se los veía felices.

Vivíamos todos juntos, pero Laura se iba dos días de la semana con su padre y fines de semana por medio, yo por mi parte me iba a Colombia en mis vacaciones dos semanas y algunos fines de semana largo con puentes, a ver a mi madre. También la veía cuando ella visitaba el país. Mi madre era hija única, y mis abuelos que eran grandes, vivían en el interior del país. No tenía mucha relación con ellos, si con la familia de mi padre que me llevaba muy bien.

Esta historia vino a torcerse cuando ya habían pasado un par de meses desde la boda, estaba ya con todas mis hormonas en plena ebullición. Y querías batir el récord mundial de masturbación. El tema es que yo siempre era muy vergonzoso, y me hubiera muerto antes que alguien encontrara las pruebas de estos hechos. Por lo tanto, desde que empiezo con mi preparación para romper el récord, lavo todas mis sabanas y mi ropa. Un domingo de otoño, bastante agradable todavía me levante después de una noche bastante agitada para mí y como era mi costumbre me levante a lavar mi ropa y sabanas. En la casa parecía no haber nadie, la princesita la pasaba con su padre, Gabriela parecía atender las plantas en el Jardín y mi padre parecía que estaba en la empresa o había salido a correr. Estaba en la lavandería, que es contigua a la cocina, me encontraba poniendo la ropa en el lavarropas, cuando escucho que entra mi madrastra Gabriela a la cocina, escucho a mi padre entrar después Cuando pregunta, mi padre por mí.

Padre: ¿Y Fernando?
Gabriela: sigue durmiendo.

Iba a saludar, pero intentaba meter toda mi ropa en el lavarropas y ocultar toda la evidencia. Cuando voy a salir Gabriela le está dando un tierno beso a mi padre, yo no quise interrumpir tan romántica escena, los dos estaban casi de perfil hacia mi posición. Ella termina el beso con una sonrisa tímida y mi padre tiene una sonrisa y mirada rara, casi como un lobo mirando a su presa, ninguno de los dos se alejó, se miraron por unos segundos hasta que mi padre puso su mano en la nuca, cómo acariciando su pelo, ella se dejaba hacer, nunca la había visto así, de repente el jala su pelo hacia atrás y la trae hacia él, y empieza un beso muy apasionado, posesivo, cómo queriendo comerla. A Gabriela se le escapa un tenue gemido, apenas perceptible, el ahora empieza a comerle la boca, a morderla y lengüetearla. Todo esto a mí me hace retroceder para que no me vean, cierro un poco la puerta corrediza y sigo de mirón. Gabriela parece estar en puntas de pie, mi padre la sigue sosteniendo del pelo la besa se separa un poco y la mira a los ojos, ella está agitada, la suelta y la empuja, la gira y ella apoya las manos contra la barra de la cocina, le pega una cachetada en su lindo culo y ella lo saca más todavía, se lo acaricia, aprieta y estruja, hasta hacerla gemir, de un tirón jala su pantalón y ropa interior hacia abajo, dejándola desnuda en toda su parte inferior. Mi padre mete sus manos entre sus piernas y empieza a masturbarla, saca su mano y sus dedos estaban brillantes, para acto seguido él se mete los dedos a la boca y los chupa.

Padre: Esta caliente mi putita.
Gabriela: -larga un largo suspiro antes de contestar- Si mi papi.

Era una escena irreal, yo de mirón, viendo a mi padre masturbando a mi bella madrastra. Tomo mi pene que estaba durísimo y con mucho liquido pre seminal y empecé a acariciarme. Mientras mi padre seguía masturbando a Gabriela, en un momento dado el se pone de rodillas y clava su cara entre las nalgas de ella.

Gabriela: sí, así papi.

Ella se dobla más todavía, quedando su cuerpo a 90º de sus piernas, ella jadeaba muy muy despacio, como conteniéndose.

Gabriela: sí, si, que bien lo hace mi macho, no te olvides de comerme el culito también.

Yo alucinaba con todo esto, se escuchaba un chapoteo de la lengua de mi padre, y los gemidos más fuertes de ella.
Gabriela: No aguanto más, te quiero adentro, penétrame mi semental, quiero a mi macho.

Él no se hizo rogar, se bajó los pantalones y quedo bamboleante una herramienta importante, me acuerdo que pensé, a la mierda mi padre podría ser actor porno. Agarro la punta de su pene y lo puso en la entrada de su vagina y de un solo movimiento de cadera se la enterró toda, un sonido apagado en su brazo se escuchó de Gabriela. El empezó un mete saca lento pero profundo, casi la sacaba toda y después toda hacia adentro, hasta que empezó a meterle ritmo y velocidad, ya Gabriela gemía más fuerte pero se notaba que se contenía, hasta que mi padre la agarro del pelo de nuevo y tiro para atrás haciendo que ella doblara su espalda y ya los gemidos y jadeos de ambos era mayor y el chapoteo que se producía cada vez que mi padre la penetraba era constante y rápido, hasta que ella acabo.

Gabriela: Sí, amor, acaba, dame tu leche, lléname- Todo esto dicho en susurros.

Y me padre así lo hizo, aumento el ritmo hasta que de repente emitió un largo gemido. Pero la cosa no quedo ahí, ella se pudo de rodillas rápidamente y se tragó todo su pene produciendo un place mayor a mi padre, ella no paro hasta que estuvo bien limpita y flácida. Cuando se paró, ella miro al suelo y había quedado un pequeño charco de flujo y semen, que lo limpio con unas servilletas descartables.

Padre: Vamos a la ducha, por el segundo round. No pienses que estoy satisfecho.
Gabriela: Vaya, hoy has amanecido con todo. Vamos.

Lo agarro de la mano se subieron su ropa y se fueron. Y yo, bueno, yo quede consternado, había visto lo mejor en mi vida, me chocaba un poco los protagonistas, pero tenía mi mano llena de semen, mis pantalones y bóxer manchados. Por supuesto que después tuve una culpa terrible por ser un mirón y meterme en la intimidad de mi padre. Pero quede sobre excitado con la escena. Y mi madrastra me serviría de inspiración en muchas ocasiones de ahora en adelante.

En la escuela yo seguía siendo un don nadie, y ella, Laurita, una chica popular. Ella salía, o tenía algo, con unos de los lideres del equipo de rugby de la escuela, un musculito de 21 años con dinero, aquí hay que ver lo buena que estaba Laurita, para que un chico del status del mequetrefe ese se diera vuelta a mirar a una chica de 18 años. Muy pocas personas en la escuela sabían que Laura y yo vivíamos en la misma casa y ella me ignoraba por completo. Todo paso un martes cuando iba a la biblioteca en horas de clase a pedido de mi profesora de geografía a buscar materiales para la clase. Entre la biblioteca y el gimnasio hay un pequeño parquecito, con plantas y árboles. Ahí estaba Laura y su novio. Aclaro que ella iba al curso de al lado, pero compartíamos ciertas clases especiales que se dictaban, como Ingles Avanzado. Ella en ese momento estaba discutiendo con su novio y de forma muy acalorada, hasta que el la sujeta de forma muy brusca de sus muñecas y la trae hacia él de forma muy violenta, y le empieza a hablar de forma agresiva a la cara. Ante esto y siendo todo un caballero, salgo a defender a una dama en apuros, empujo al villano y ante mi sorpresa y fuera de toda mi expectativa no paso nada, apenas lo moví, lo que si me movió fue su derechazo en mi sien, que me tiro al piso. Ahí me acorde de todas las veces que mi padre me llevo a artes marciales y yo no quería ir, me aburría hasta que desistió de ello, como me hubiera salvado.
Musculito: y este anormal de donde ha salido.

Laura: déjalo no es nadie, es un compañero de clases metido.
Yo: ¿Qué? (medio nocaut)
Laura: No seas metido, nadie te necesita- Vamos amor- Y se llevó al musculito tirando de su brazo. Mientras él me miraba y sonreía ladinamente.

Ante semejante humillación me pare y fui a continuar con mis labores, pero quede consternado con todo, con el golpe y el golpe anímico que me pego Laura. No podía creer su forma de actuar, la había intentado ayudar. Había salido en su defensa y me había tratado como una mierda. Al salir al recreo, salí ultimo ante el interrogatorio de mis amigos por mi actitud al volver, en la puerta del aula me estaba esperando ella.

Laura: que se supones que haces, no te metas en mi vida.
Yo: solamente intente ayudarte, vi lo mal que te trataba y…
Laura: no te metas en mi vida, yo tengo todo controlado y no necesito a nadie que me ayude, y menos a ti.

Y me dejo solo, de piedra. ¡Están todas locas!, pensaba para mí, casi como un grito. Más si, si eso es lo que quiere esa presumida. La furia y amargura me duro todo el día, y mis amigos Tomas y Pedro me aconsejaban que me olvidara e ignorara a semejante rara. Ahí habría terminado todo, si no fuera porque al salir por la salida lateral, la del parque me encontré con el musculito y tres amigos que parecían unos toros de grandotes yo los vi venir con una sonrisa en sus bocas que era mal augurio para mí, solamente escuche decir -ese es- y no me acuerdo de nada más.

Cuando me desperté veía un poco borroso, y tenía un fuerte dolor en el costado de la cabeza en el parietal. Enfrente de mí una pequeña linterna se movía, un doctor me estaba revisando, estaba en la guardia de un hospital. Lo que yo no sabía, es que un amigo de este cobarde me pego por detrás, y ya en el piso se la agarraron conmigo.

¿Por qué? simplemente porque Laurita termino con él, y pensó que yo era responsable. Yo me quería ir, pero no me dejaron. Por seguridad, por tratarse de un menor y por el seguro de la escuela, me hicieron una radiografía y me quede un par de horas para control. Por supuesto que estaba mi padre, y un representante de la escuela. Mi padre fue muy seco, y solamente se limitó a preguntarme como estaba. El directivo y el apoderado legal de la facultad quería saber que había pasado, ya que solamente me encontraron así, y nadie había visto nada, casualmente.

YO: No sé, no vi nada, solamente sentí un fuerte golpe en la cabeza y desperté aquí.- Mi padre observaba, sin creerme.

El directivo informo que tendría que hacer la denuncia a la policía, así que si recordaba algo tendría que decirlo, e informarlo.

Me dieron el alta después de un par de horas. La cara toda hinchada, un corte en el pómulo con tres puntos de sutura, el labio partido, y todas las costillas moradas de las patadas que recibí. Me dolía hasta el alma, me habían dado un par de calmantes, pero igual me dolía. En la camioneta mi padre iba serio, con su mirada al frente. En un semáforo se detiene y me dice

Padre: Con alguien vas a tener que hablar de lo que te pasa. Y yo, soy la única persona que te puede apoyar incondicionalmente siempre.
YO: Si, lo sé, gracias.
Padre: Si necesitas ayuda, o necesitas hablar, cuando estés listo para hablar, búscame.

Fue la primera vez que vi a mi padre tan cercano a mí, pero también vi otras cosas, su mirada, vi en su mirada una mezcla de decepción o vergüenza. Yo sentía mucha impotencia, vergüenza, miedo, y me sentía débil, frágil un cumulo de sentimiento que no me gustó para nada. Y no quería hablarlo con mi padre, que para el ya yo era una decepción. Yo siempre sufrí bullying, pero más allá de burlarse de mí o ridiculizarme no había pasado, la golpiza que recibí nunca había estado en mis planes. Seguí el resto del camino hacia mi casa en silencio, mi padre no dijo nada. Solamente me palmeo cuando nos bajamos de la camioneta. Por mi cabeza yo me hacía un juramento, nunca más volverme a sentir así, era algo que no quería para mí, algo con lo que no estaba cómodo, con esas sensaciones, con lo que sentía en eses momento.

Al entrar en la casa estaban Gabriela y Laura, en el recibidor, se sorprendieron con el estado de mi cara, y creo haber visto una mirada de culpa o lastima en Laura. Al saludarme Gabriela fue cariñosa conmigo como siempre, lo que no esperaba era que Laura también lo fuera, y me abrazara, creí notar sus ojos levemente llorosos. Ante las preguntas de Gabriela mi padre respondió

Padre: no pasa nada, está bien. A golpes se hacen los hombres.

Ahí mismo mi madrastra lo reprendió, y me hizo espacio en el sillón, yo quería desaparecer de ahí, alejarme del foco de atención. Pero ella me acomodo en el sillón y Laura me trajo una chocolatada con galletas, Laura, si esa Laura, la que no podía ni verme.

Gabriela: quédate un ratito en el sillón viendo tele. Laura y yo estamos haciendo pollo al horno de cena.

Ahí caí en cuenta la hora que era, entre todo este baile había pasado mucho tiempo. Y de cena estaban haciendo mi comida favorita. Mi padre me miro y me dijo

Padre: no vas a ir una semana a la escuela, te vas a venir conmigo mañana. Tenes una semanita para que se te sanen las heridas.

La comida fue agradable, se intentó no tocar el tema. Cuando me estaba recostando me puse a contestar los WhatsApp de mis amigos, mis dos únicos amigos, las únicas personas que se habían preocupado por mí. No podía dormir, estaba alterado. Y seguía pensando en lo que me paso, o en lo que no recordaba, haber quedado a merced de esos energúmenos, me hacía sentir mal. Cuando ya era bien tarde, sentí golpear la puerta.

Laura: Se puede.
Yo: Si, Laura, pasa.
Laura: Quería pedirte disculpas por cómo te traté y la golpiza que te dieron -dijo esto mirando el piso- Pero yo te advertí que no te metieras.
Yo: Bueno si, es que fue más fuerte que yo. No tolero a los brabucones.
Laura: Gracias por no decir nada, me hubiera metido en muchos problemas con mamá. Ya sé que me odias, pero intentemos llevarnos bien.
Yo: Oye, yo no te odio. Simplemente pienso que eres una engreída e insoportable- Ella me miro como no sabiendo si reírse o enojarse-
Laura: Si no me odias, por qué no me hablas desde que nos mudamos y me evitas constantemente, siempre estas encerrado en tu cuarto.
Yo: porque me dijiste que no era nadie en tu vida.
Laura: Eso lo dije porque estaba enojada con mi madre, por el casamiento.
Yo: Bueno ahora veo que empezamos con el pie izquierdo. -Estiré mi mano- Fernando un gusto. Desde ahora prometo intentar llevarme mejor contigo y no ser un ermitaño.
Laura: Laura un gusto, yo intentare no ser tan engreída e insoportable y colaborar para llevarme bien contigo, jajajaja.
Yo: y el cavernícola, porque estaba tan enojado.
Laura: es que lo termine, era un imbécil que solo quería usarme.
Yo: a ver Laurita si elijes mejor a tus novios, o a uno que pelee limpio jajajajaja
Laura: Hey están entrando en confianza muy rápido tú, mejor lo dejamos así, y descansas.

Cuando ella se fue me quede pensando, Laura parecía una chica agradable, vamos a ver hacia donde nos lleva esto. Después de eso me quede profundamente dormido.

Mi padre me levanto temprano, condujo en su camioneta en silencio, y salimos de la ciudad, hasta que paramos en un campo que estaba rodeado de un bosque de eucaliptos. Me hizo descender y en la caja de la camioneta empezó a poner distintas armas, un revolver, dos pistolas, una escopeta y rifle. Me empezó a explicar la diferencia entre ellas, las municiones, su uso más propició, en que caso usarlas y como se usaban. Miramos al bosque y había varios carteles pegados en los árboles. El disparaba con un arma, me mostraba como hacerlo y me hacía repetir el procedimiento a mí, carga, apuntar, disparar y revisar el arma que estuviera vacía, y así una por una. La sensación de poder, de seguridad ante cada disparo es única.

Padre: esto es una herramienta, tú decides si lo usas para el bien o el mal. Nunca pero nunca juegues con ella, tienes que tomarla con total responsabilidad
Yo: si papá
Padre: cuando era un joven me golpeaban en la escuela y fuera de ella, hasta que tome el arma de mi padre. El me descubrió y me dio una golpiza. Después de interrogarme y descubrir mis motivos, me llevo a un gimnasio y empezó a entrenarme, me llevaba todos los días a la escuela para no darles oportunidad a los matones. Cuando considero que era suficiente me llevo a la plaza donde se juntaban y los encaro y le dijo a su líder: uno contra uno. Lo molí a golpes y desde entonces no me molestaron más, me respetaron, y cada uno que me faltaba el respeto, me lo ganaba con mis puños. Así que hijo, se lo que te pasa. Yo estuve en tus zapatos, yo estuve ahí, dónde tú estuviste.
Yo: no quiero sentirme débil más, no quiero sentirme indefenso.
Padre: yo te puedo ayudar hijo.
Saco una nevera, y la puso en la caja de la camioneta, y me dio una coca cola.
Padre: fue por Laura, no es verdad, jajajaja
Yo: pero
Padre: no hace falta que lo diga, vi sus miradas.

Después de eso todo estuvo más que distendido, ahora a la distancia entiendo lo que hizo mi padre, género un escenario propicio para un acercamiento, y lo hizo con lo que él sabía y tenía a mano.

Empecé a ir todos los días al gimnasio de un amigo y empleado de mi padre, su segundo, tanto en la empresa como lo fue en las fuerzas especiales, en el gimnasio él era el maestro, daba MMA no tan orientado al deporte, más bien a la defensa personal y el combate. Al gimnasio iban la mayoría de los empleados de mi padre. El gimnasio me costó, no estaba acostumbrado, solamente practicaba básquet en la escuela, aquí era distinto 45 minutos de ejercicio, 30 minutos de técnica, 20 minutos de practica en bolsas o contra un compañero, y 10 minutos de combate, y para finalizar lo mejor, 15 minutos de abdominales, para un total de 2 horas, le pregunte a mi padre que se veía muy bien.

YO: siempre es así.
Padre: No, varía según el día. A veces es más físico, otras más técnico y otras más de combate, lo que nunca varían son los abdominales.

Parecía un chiste. Pero pude observar el nivel que había, que era realmente muy bueno. La mayoría estaban en muy buena forma, incluyendo a mi padre que estaba en un nivel muy alto.

Empecé a ejercitarme todos los días, practicar artes marciales, la play quedo de lado, al igual que la comida chatarra, no es que hacía un régimen alimenticio estricto, simplemente me cuidaba de algunas cosas, ir al gimnasio cada vez me costaba menos, y lo empezaba a disfrutar. Regrese a la escuela como a las dos semanas, mi padre me acompañaba y me iba a buscar. Los primeros días no me encontré con el ex de Laura, pero, cuando lo hice, vi en él una sonrisa burlona y yo lo evité, no estaba preparado y estaba en desventaja.

Varias cosas extrañas pasaron, una es que Laura venía con nosotros y hasta me hablaba, y no evitaba el contacto, cosa rara, pero nos llevamos mucho mejor. La segunda cosa rara cuando volví fue Flor, una compañera muy linda de cara, muy delgada, y por su forma de vestir y ser muy aniñada, se acercó a mí, ni bien me vio, me abrazo muy fuerte.
Flor: gracias a Dios estás bien, estuve muy preocupada por ti.

Mi relación con ella era normal, si me hablaba con ella, y habíamos realizado trabajos juntos, pero no era tan cercana. Y me di cuenta que ella era como nosotros, unos nerds Anti sociales.

El tiempo y los meses iban pasando y cada vez estaba mejor en el gimnasio.

A parte del gimnasio, mi padre me había dado ciertas tareas, algunos trabajos sencillos en su empresa y en la casa. Por esto me daba en contraprestación un pequeño incentivo económico.

Un fin de semana, ya de invierno mi padre me mandó a cortar una rama del árbol que estaba en el patio, era un trabajo sencillo, no era grande la rama y tenía que subirme a una escalera. En el medio del árbol había una plataforma que usaba de niño para jugar, que era la entrada de mi casa del árbol. Me paro sobre la plataforma y me preparo para cortar la rama, cuando observo por la ventana de la habitación de Laura que el monitor de la computadora estaban pasando una película porno, quede un poco sorprendido, no veía a nadie en la habitación, o mejor dicho mi vista estaba limitada, hasta que Laura apareció en escena, estaba vestida solamente con un conjuntito de ropa interior, muy diminuto de color rojo, ella se sentó en su butaca frente a la computadora y cambio el vídeo, puso uno donde se podía apreciar a un joven alto, musculoso interactuando con dos jovencitas, yo no lo podía creer , Laura estaba viendo una porno, un trío está viendo.

Yo me acomode mejor en la protección de mi casa del árbol para no ser visto. Las jovencitas dejaron de interactuar con el chico y empezaron a besarse, todo esto mientras Laura se acariciaba los pechos y el vientre plano y marcado. Tras años de asistir a baile, e ir al gimnasio con la madre. Si cuerpo es una delicia. Ella miraba como hipnotizada la pantalla, mientras se acariciaba suavemente el pecho y el abdomen, en la pantalla las dos protagonistas hacían un 69 mientras el chico, se ponía crema en un su pene y se masturbaba. Laura se acariciaba por arriba de las braguitas, mientras se apretaba los pechos con fuerza.

El muchacho se ubicó atrás de la chica que estaba arriba y hundió su cara en sus nalgas, provocando un grito de placer de la chica, y un gemido en Laura que me hizo prestarle más atención, ella empezó a quitarse el sujetador dejándome ver unos pechos pequeños coronados con un muy lindo pezón de color rosa oscuro, también se sacó sus bragas y las arrojo a un costado, no podía ver su vagina pero si vi que tenía un triangulito de pelos en su monte de Venus muy cuidado. Ella se metió su mano entre sus piernas y con la otra pellizcaba sus pezones fuertemente, era una belleza, estaba de lo más sensual. Mientras que Laura apuraba el ritmo de masturbación mientras decía

Laura: Así, dásela. Con fuerza.

En la pantalla en muchacho se ubica atrás de la chica que está arriba, y cambiando el plano de la cámara, se ve desde abajo como el puntea con su pene el ano de esta, lo puntea varias veces hasta que de un golpe de cadera se la mete hasta la mitad del pene, para acto seguido meterla toda hasta golpear sus huevos contra su vagina. Aparece en escena la cabeza de la otra chica, para lengüetear la vagina y los huevos del chico, dejándolos cubiertos con saliva. Cuando miro a Laura, esta había puesto sus dos pies en los apoya brazos de su silla gamer, dejando expuesta toda su vagina y ano. Ella no sé de dónde sacó un envase plástico, como de 12 cm y un poco mayor a un dedo, agarro dos de sus dedos con abundante saliva y se los paso alrededor de su ano, el envase plástico se lo refregó bien en su mojada y babosa vagina para acto seguido metérselo en el ano. La puta que estaba bueno lo que estaba viendo, a mí ya me dolía el pene de tanto frotármelo. Ella emitió un sonido gutural bastante fuerte, y arqueo su espalda con su cabeza echada para atrás y sus ojitos cerrados. Ella empezó a mover el juguete improvisado en su ano, mientras se masajeaba el clítoris, en la pantalla el muchacho penetraba fuertemente a la chica, mientras la chica que estaba abajo se había salido y ubicado a un costado, y con una mano la masturbaba y con la otra masajeaba un pecho, la chica ante tanto gritaba salvajemente.

Laura: Si, así, denle fuerte a esa perra.

Laura acompañaba el ritmo del video porno, con penetraciones igual de fuertes y una furiosa masturbación, sus gemidos también eran altos. Ella no daba más y al igual que yo estaba por acabar, esto se produjo cuando el protagonista empezó a llenar de leche el trasero de la chica y este a florecer del mismo en cada embestida. Este saco el pene del ano y la otra chica empezó a comerse el pene con todo lo que quedaba de corrida, se sacó el pene de la boca y se fue hacia el ano, de su amiga, lleno de leche y empezó a lengüetear y comerse toda la corrida.

Laura: Sí, sí, que rico. Sí

Yo al ver a Laura así acabe instantáneamente, fue demasiado placer, ver a semejante criatura dándose satisfacción. Fue mucho para mí. Rápidamente salí de mi ensueño, y me bajé del árbol, para que no me viera. Fui a mi cuarto y me cambié de ropa. Mi cuarto es el único que está en planta baja. Me quede un rato ahí mientras me calmaba. Era muy fuerte todo lo que acaba de pasar. Cuando salgo Laura salía de la lavandería, y se quedó sorprendida.

Laura: que haces aquí, no estabas con tu padre.
Yo: No, no. Me dejo haciendo tareas en la casa.

Ella se fue sorprendida y subió rápido a su habitación. Yo entre a la lavandería con mi ropa, y vi en el canasto de la ropa sucia el conjuntito de ropa interior rojo de Laurita. Me lleve sus bragas a la nariz y observe que estaban muy mojadas, le pase la lengua y el olor y gusto me invadió el aroma de Laura, mi pene estaba duro de nuevo y no me quedo más remedio que volver a masturbarme con dicha prenda.
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Una Familia Especial - Capitulo 002


Laura actuó raro conmigo por un par de días, lo que me hizo ponerme en guardia y un poco paranoico. La cosa quedo ahí, y en un par de días volvió todo a la normalidad. El sábado siguiente volvió a repetirse todo esto no fue lo raro, sino que todos los sábados en la mañana, volvía a pasar lo mismo. Es más, me causaba mucho morbo, el ser descubierto, el hacer algo indebido. Laura se convirtió en musa de mis pajas. Era mucho para mí, aunque la relación con Laura no cambio, nos llevábamos mejor, no éramos súper amigos, nuestra relación era buena, por eso yo no podía hacer nada, por más que muchas veces fantaseaba entrar a su alcoba y preguntarle si necesitaba ayuda. Era algo ridículo y que mi ser no lo permitía.

Podría decir que mi vida continuaba igual, pero no era así, en un par de meses había pegado un estirón importante, ir todos los días al gimnasio me daba una contextura más atlética. Cuando estábamos cenando Gabriela le comenta a mi padre

Gabriela: Fernando necesita ropa nueva, muy poca le anda. Ha crecido mucho, ahora es más grande y fuerte. – Esto lo dijo más que nada para molestarme.

Laura: Si es verdad, ha cambiado mucho, para mis amiga paso de ser el Nerd raro, a ser ESE nerd.

Todos rieron, hasta mi padre. Yo no entendí mucho en ese momento, pero notaba que era un halago, y como soy tímido me puse colorado de vergüenza. Lo que, si me fije, que Laura reía, pero no paraba de mirarme.

En la facultad tampoco las cosas eran igual, Laura se acercaba a mi e incluso charlaba de cosas banales de vez en cuando, casi todo el mundo se había enterado, por ella, que padres estaban casados. El Club de los Nerds se unió Flor, cosa que a Tomas y Pedro en un principio les pareció genial, pero después de un tiempo no podíamos hacer mucha de las actividades que hacíamos.

Florencia era una chica delgada, era delgada, pero tenía unos pechos medianos, que se notaban más justamente por su contextura física, tenía un culito respingón, tenía la piel blanca y el pelo negro hacia un contraste muy lindo, era muy tímida, y siempre aceptaba lo que yo proponía, y a veces mientras hablaba me quedaba viendo como si estuviera pensando en otra cosa. Con los chicos estábamos organizando para jugar videos juegos para el fin de semana.

Pedro: Lo hacemos en casa de Fernando y vemos a Laura, ese es un extra.

Tomas: jajaja sos malo, no ves que se pone celoso.

Fernando: no sean tarados, en mi casa preferiría que no. Podemos hacerlo en su casa o le preguntamos a Flor.

Pedro: Flor no. Yo estaba pensando en que no la invitáramos, nos limita mucho. A parte está en el grupo solamente para estar cerca de tuyo.

Fernando: Que, ¿que dices? Estas desvariando.

Tomas: En serio Fer, tan inteligente que eres para algunas cosas. No puedo creer que no te hayas dado cuenta. Ella está loca por ti y no desde ahora.

Fernando: Noooo, ustedes están mal, les hace mal tomar tanto Red Bull. Mejor los dejo no valla a ser contagioso.

Ambos rieron, y me lanzaron una advertencia, que ya les daría yo la razón. Y aquí se podía notar lo vírgenes que éramos. En vez de salir como todos nuestros compañeros nos quedábamos jugando.

Caminando hacia mi casa no paraba de pensar, y es que estaba tan obsesionado con Laura que no veía las cosas que pasaban a mi alrededor, estaba muy concentrado en Laura, el Gimnasio y evitar a los brabucones que no veía y si me ponía a ver las cosas fríamente, la respuesta era si, Flor me había tirado miles de indirectas, pero al ser una chica tan tímida no le había permitido hacer más. Y no me desagradaba, me gustaba bastante, y también concentrarme en ella me haría olvidar un poco de Laura, tenía miedo de obsesionarme con ella. Iba tan concentrado pensado en esto que no me di cuenta en donde me metía, los brabucones estaban sentados en los capos de sus autos viéndome venir. Justo pasaba por ahí una profesora y aproveche para hacerle una consulta y pasar sin problemas.

A la noche mi padre me vio callado, y terminando de cenar me pidió que lo acompañara a lavar la camioneta. Y ahí le conté.

Padre: Hijo no te preocupes, vamos hacer algo así todo está más controlado y limitamos los daños al mínimo.

Mi padre hablaba y parecía más una operación militar. Él me dijo algo que me dejo pensando, como muchas cosas que decía mi padre.

Padre: Hijo a veces es mejor pasar desapercibido, que no te vean llegar. Pero otras veces tienes que aparentar más de lo que eres, y que te respeten. A veces te conviene ser muy chiquitos y a veces ser un gigante. Aunque tienes que tener cuidado y a la hora de ser un gigante también tienes que poder responder por esas acciones. Vamos hacer que se entere con quien se metió.

La empresa de mi padre estaba orientada en la colocación de alarmas, y equipos de video vigilancia, así como el monitoreo. Solamente tenía una empresa a la que le proporcionaba dicho sistemas y también guardias entrenados y armados para la protección de sus instalaciones y del personal jerárquico, era una multinacional, el encardo de llevar está era su segundo, que era mi profesor de artes marciales. Mi padre sabia quién era el musculito y quien era su familia, la familia Lavalle, ellos estaban en buena posición económica. Justamente querían proveer servicios a la multinacional y mi padre hablo con uno de sus gerentes, que era amigo, para pedirle un favor. La cosa es que en una cena en la casa de la familia Lavalle este gerente le pregunto al musculito a que escuela iba, le respondió con orgullo, ya que es una institución de mucho prestigio.

Gerente: El hijo de mi amigo, Fernando Vargas va a la misma facultad, lo conoces.

Musculito: No señor. – Mintió.

Gerente: Fernando tuvo un accidente hace un par de meses en ella.- dijo llamando la atención de todos los presentes.-tal vez te suene de ahí.

Sr. Lavalle: ¿Un accidente?

Gerente: Si, nada comparado con el accidente que tendrán los responsables si mi amigo los encuentra. Es un hombre peligroso.

Sr. Lavalle: Bueno, ¿pero de que tipo de accidente fue?

Gerente: Simplemente unos matones golpearon y enviaron al hospital a su hijo, y este para evitar la venganza de su padres no dijo nada.

Sr. Lavalle: Es lamentable, y en una institución de tanto prestigio que pase algo así. Pero quien son sus padres y por qué son tan peligrosos.

Gerente: su madre es una alta funcionaria diplomática, con contactos en el gobierno y los servicios de inteligencia. Y su padre es un ex miembro de las fuerzas especiales, tiene una empresa de seguridad privada y se dedica en su mayoría a hacer negocios con el gobierno, ya sabe qué tipo de negocios me refiero, son gente muy vinculada y con muchos favores por cobrar.

Sr. Lavalle: Si la verdad parece gente muy influyente, gente con la que no conviene meterse. De, verdad no escuchaste nada.

Blanco como el papel negó con su cabeza. Y pensó que tal vez las razones por las que no los delato el Nerd fueron distintas a las que él pensó, y no fue por el miedo hacia él. Cuando me conto todo esto mi padre riéndose, le dije que era un exagerado y que no cumplía el requisito de hacerme gigante y después poder respaldar eso.

Dicho esto, saco su celular y busco una foto de mi infancia, y había muchos amigos de mis padres, a muchos de estos como eran muy cercanos yo les decía Tíos. Mi padre uno por uno me fue diciendo el trabajo de mis tíos, Inteligencia, unidad anti terrorismo, Fuerzas especial, Cancillería y un sinfín de gente realmente importante y que pueden mover los hilos tras bambalinas. Él se rio y me dejo pensando en que tan real era eso de que mis padres se vengaran. Otra cosa es que con mi padre nos habíamos unido más, ir a acampar, practicar tiro en el campo, ir a trabajar a su empresa cuando tenía tiempo, o ir al gimnasio todos los días. En todo esto mi padre me daba cosas para pensar, o para leer a las personas, cosas que yo no aplicaba hasta ese momento.

Eso lo deje en el freezer, hasta que surgiera la oportunidad de vengarme. Mientras en mi cabeza rondaba lo que mis amigos me habían dicho de Flor, y que estaba enamorada de mí. Según ellos, Flor hacia todo lo que yo le decía de forma automática. Analizando todo lo que había ocurrido con Flor, nos conocíamos desde la primaria, y yo siempre había estado cerca de ella, no con ella, pero viéndolo en perspectiva, yo era el más cercano a ella, eso describe lo solitaria que era. Otra cosa era su familia, su padre rondaba los sesenta y tanto y su madre era muy joven, yo calculaba que menos de cuarenta debía tener. Viéndolo desde la lejanía observe ciertas actitudes con ellas, él no les pedía las cosas, se las ordenaba, a él lo servían, su madre era extremadamente obediente y cariñosa con él, cuando él hablaba ella escuchaba y miraba al piso. Hija y madre muy sumisas con él. Y quería averiguar si tenía razón, y Florencia era igual y empecé por mandarla a cosas sencillas a ver como reaccionaba, y ellas lo hacía inmediatamente, o decir que quería comer tortas de una panadería que estaba muy lejos, y al otro día tenía las tortas.

Cuando nos reuníamos con los Nerds empezaba a hablar cosas más incomodas para ella, para ver como reaccionaba, que si me gustaban las tetas de tal, o el culo de la otra, y ella no decía nada y se quedaba. En una ocasión que estábamos sentado en un parque llegue a poner mi cabeza en sus rodillas, acostándome a lo largo del asiento, y le pedí que me acariciara la cabeza mientras descansaba, y ella lo hizo sin decir nada, cada tanto abría mis ojos y veía una sonrisa de satisfacción. Siempre intentaba ponerla incomoda, le daba besos en su mejilla, muy cerca de la boca, la abrazaba, incluso llegue a abrazarla de atrás y apoyarle mi pene en sus nalgas, y ella no decía nada, simplemente sonreía. Cada vez estaba más convencido que tenía razón.

La oportunidad de confirmar mis sospechas llego con un trabajo de la facultad. Simplemente le dije que lo haríamos en su casa. Cuando llego el día fuimos caminando a su casa, cabe aclarar que su padre tiene mucho dinero. Esto me di cuenta yo después, porque ella es realmente sencilla. De camino seguí indagando

YO: Flor no tienes más hermanos.

Flor: Tengo dos medios hermanos, pero no tengo mucho contacto con ellos, son más grandes, del matrimonio anterior de mi padre.

Yo: No tienes alguna amiga o algo así.

Flor: Si, mi prima, pero vive lejos.

Yo: Y con ella hablas o le cuentas todo.

Flor: Muchas cosas hablo con ella, otras que me dan vergüenza las escribo en me diario íntimo.

Llegamos a su casa, y fuimos a su habitación, es enorme. De tres dependencia, sala estar, cambiador y habitación. Siempre habíamos estado en la planta baja. Ella dejo la puerta abierta y su madre paso a saludarnos. Pasado un tiempo se fue a preparar algo para merendar. Yo empecé una especie de búsqueda de curioso, en la habitación había un escritorio y unos libros muy bien acomodados, pero había un libro que no estaba en su lugar. De él sobresalía una pluma rosa, lo abrí, no era un libro, era su diario íntimo, yo no lo podía creer. Empecé a leer antes de que alguien me viera, lo último que había escrito es:

“Estoy muy emocionada, esta tarde él vendrá a mi casa. Espero que se anime a besarme, o algo más, no puedo más de los nervios”.

Cambie de página.

“He tenido una de las noches más calientes en mi vida. No he parado de pensar en él, ayer el me abrazo desde atrás, apretó mi pecho con sus manos, y me apoyo su pene en mi cola, me beso en la mejilla, me moje toda apenas lo hizo, ya me he masturbado cinco veces pensando en él y lo que me haría.”

Cambie de página, y mire hacia la puerta.

“hoy me sentí sucia, y me encanto. Estaba sola en la casa y el club de los Nerds estaba jugando en línea al call of duty, yo me conecte, pero mentí y les dije que no me andaban los mandos, me desnude y me masturbe escuchando su vos y como mandaba, mientras veía una foto de él en mi celular y me imaginaba que me convertía en su perra. Tuve mi mejor orgasmo”

Fui más atrás en el diario.

“Soy propiedad de Fernando, todavía no soy digna de él, pero lo seré. Me guardare pura y virgen para él, para cuando él lo decida. Soy como mi madre.”

En esos momentos escuché pasos en la escalera y volví a la sala de estar. Ella vio que salí de la habitación, pero no dijo nada. Ella me hablaba, pero yo estaba en otro lado, estaba en shock todavía, y no estaba pensando claro, o no pensaba con la cabeza sino con el pene.

Flor: ¿Te pasa algo? ¿Necesitas algo más?

Yo: Ven aquí.

Flor: ¿Como?

Volví a hablar con voz tranquila, pausada.

Florencia hizo caso, se paró y se puso a mi lado. Con sus manitas al costado del cuerpo y su vista mirando el piso. Vestía un vestidito muy sencillo hasta su rodilla.

Yo: Siéntate

Acto seguido palmee mis rodillas. Ella se sentó a la brevedad y quedo de costado hacia mí. Tome una torta de las que me gustaba, y tenía frutos rojos encima. Mordí la torta. La notaba a ella temblar.

Ella me miraba de perfil. Acto seguido pase el dedo por lo que quedaba de torta y levante todos los frutos rojos y se lo puse en la boca, cerro los ojos y chupo mi dedo comiéndose todo. Mire su pecho y sus pezones quería atravesar su corpiño y camisa, su respiración era agitada, saque el dedo de su boca lleno de saliva, para acto seguido llevarlo a mi boca y chuparlos, note un escalofrió en ella, y su piel se puso de gallina.

Yo: con tu saliva es más sabrosa todavía.

Tome su pera con fuerza y la atraje hacia mí, lo que provocó que me mirara a los ojos, lengüeteé sus labios una y otra vez hasta que abrió un poco la boca y le dio paso a mi lengua a su interior, comencé un beso lento, pero con mucha lengua y saliva. Cuando me retire ella jadeaba. Abrió sus ojos y tenía una mirada extraña, una que nunca había visto en ella, era como de felicidad, mesclada con deseo, y una pequeña sonrisa pícara.

Yo: de tu boca es más rico todavía. Me encanta comer así.

Puse mi mano en sus rodillas y comencé a rosar su muslo, ella abrió un poco las piernas para darme acceso a ellas. La traje hacia mí de la barbilla y empecé a besarla nuevamente, mientras acariciaba sus muslos, cada vez más profundo y adentro, rosaba su muslo de un lado a otro y ella entre beso y beso gemía y suspiraba profundamente, en una de esas caricias toque sus bragas y estaban mojadísima, su sexo desprendía muchísima calor. Yo por mi parte no estaba mejor, mi pene estaba durísimo y sé que ella lo notaba porque estaba sentada sobre él. Yo acaricié su vagina por sobre sus bragas. Me separe de ella, pero no saque mi mano de su vagina.

Yo: Me gustaron tus labios -Dije pasando mi dedo sobre ellos- Ahora quiero probar tus otros labios -dije esto apretando sus labios vaginales- ¿Puedo?

Flor: Siiii- dijo en susurros.

Ella se paró, tomo mi mano y fuimos a su habitación. Ella se quedó parada al lado de la cama, tenía la respiración muy agitada, yo quería que fuera mía a base de orgasmos, la empuje sutilmente y se dejo caer en la cama, le levante el vestido y tenía unas bragas muy infantiles, se las saque y las metí en mi bolsillo. Mire su vagina y tenía unos labios muy chiquitos rosaditos, casi sin bulto, lo que si tenía mucho pelo. Empecé a lengüetearla de abajo hacia arriba usando toda mi lengua, Flor en cada pasada gemía más, hasta que no gimió y cuando mire se había puesto una almohada en la boca, me percate de algo al abrir su vagina el clítoris emergió, del tamaño de una perla, ahí concentre mi lengua, no tardó mucho en acabar y fue demoledor, cerro las piernas yo me esforcé más en chupar su clítoris.

Yo: de rodillas, ahora me toca a mí.

Ella obedeció enseguida, yo baje mi pantalón y salió mi pene como un resorte y golpeo en su mejilla. Ella lo miraba con cara de asombro.

Flor: Es enorme.

Ella empezó a tocarlo con ambas manos, torpemente, estaba durísimo, babeante y lleno de líquido pre seminal. Lo masturbaba lentamente, y acerco su lengua a la cabeza, lo saboreo, no pareció desagradarle porque siguió, después se metió la cabeza a la boca, lo hacía mal, pero la calentura era superior en ese momento y yo estaba muy caliente, ella se tomaba su tiempo, y yo sabía que era algo que no teníamos, ella se metía un poco más que la cabeza, habíamos estado mucho tiempo solos, saque mi pene y empecé a masturbarme furiosamente yo en un par de segundo estaba listo y apunte a su boca, lo que vino después fue una descarga abundante de semen.

Ella empezó a tocarlo con ambas manos, torpemente, estaba durísimo, babeante y lleno de líquido pre seminal. Lo masturbaba lentamente, y acerco su lengua a la cabeza, lo saboreo, no pareció desagradarle porque siguió, después se metió la cabeza a la boca, lo hacía mal, pero la calentura era superior en ese momento y yo estaba muy caliente, ella se tomaba su tiempo, y yo sabía que era algo de lo que no contábamos, ella se metía un poco más que la cabeza, era mi primera mamada, y no me desagradaba, habíamos estado mucho tiempo solos, saque mi pene de su boca y empecé a masturbarme furiosamente, ella al observar esto abrió la boca grande y saco la lengua, más tarde me dijo que lo vio en una porno esto. Yo en un par de segundo estaba listo y apunte a su boca, lo que vino después fue una descarga abundante de semen, que pego en su boca, mejillas, ojo y pelo, no satisfecho con eso metí mi pene en su boca y me moví un poco al ritmo de mis ultimas contracciones, ella se dejó hacer. Estaba suspirando y viendo lo hermosa que estaba con mi semen en la cara, cuando escuchamos.

Madre: Florcita baja, que ya llego tu papá.

Ella se alteró toda, y empezó a limpiarse la cara con las sábanas de su cama, mientras yo me subía los pantalones pacientemente, escuchaba el auto entrar en el garaje. Ella se miraba en el espejo y tenía leche en el pelo. Se limpio y empezó a buscar sus bragas.

Yo: No esas las tengo yo. Me las llevo para masturbarme esta noche, te las devuelvo mañana con mi leche, así las utilizas.

Ella me miro y se quedó con una sonrisa medio de lado. Bajamos y el padre nos saludó, venia apurado con algo y llamo a su madre al despacho. Yo aproveche para irme.

Llegue a mi casa exultante como un triunfador, todavía seguía siendo un nerd y virgen, pero había avanzado muchísimo en este día. Tenía una chica para mí, y encima era una sumisa, pero algo que me dejo pensando es que hasta yo supe cómo actuar en ese momento, como dirigirme a ella o como llevar la situación. Serán las famosas lecciones de papá de macho alfa. Me comunique por WhatsApp con Florencia, quería tener certezas.

Yo: ¿Como estas, como te sientes?

Flor: Bien, fue muy intenso todo.

Yo: Entonces prepárate para vivir cosas intensas conmigo. Ha y anota en tu diario todo lo que viviste hoy.

Flor: ¿Leíste mi diario?

Yo: Si

Flor: ¿Que leíste?

Yo: Lo suficiente como para saber que eres mía, o miente lo que dice el diario.- Pasó como quince minutos que no contesto.

Flor: No, no miente. Soy tuya.

Yo: Eso me gusta mucho, ve a dormir, que yo me tengo que masturbar con tus bragas.

Mi vida se había tras tocado, y les veía muchísimo potencial a los nuevos acontecimientos. El tema es que no teníamos un lugar propio para estar con Flor, por eso estábamos limitado, yo era consiente que no podía desvirgarla en un rapidito. Pero mientas tanto nuestras sesiones de besos, nuestras pajas y sexo oral no faltaron. Tanto en su casa, cómo en la mía. Florencia era muy obediente y sumisa. Todo esto me encantaba, y a ella la sobre excitaba que yo la usara. Con el tiempo y las sesiones de sexo comencé a enseñarle como me gustaba que me la chupara, ya a la segunda vez que nos encontramos la desnude completa, y terminamos en un encuentro de sexo oral muy salvaje, embarre todas sus tetas con mi semen, debo aclarar que tiene unas tetas divinas, de tamaño medio, coronadas con un pezón mediano, marrón oscuro que contrasta muy bien con su piel blanca. Fue sublime, pero yo quería tener sexo completo con ella, pero como dije, nuestro tiempo era muy limitado, y ella se merecía perder la virginidad de una forma que recordara para siempre, o yo era un idealista.

Y en una de estas sesiones me dieron la oportunidad de devolverle el favor a Laura y perder la virginidad. Un sábado, con nuestra cita infaltable donde ella se pajeaba y yo era voyeur, se vio modificada, conecte mi celular a las cámaras del patio, y la redireccione apuntando hacia la ventana de Laura, yo no podía creer como no se me había ocurrido antes, bueno en verdad tenía los conocimientos hace poco, ayudando a los técnicos a colocar las cámaras, invite a Flor y le dije que se viniera preparada, por qué le iba a afeitar su vagina. No dijo nada, solamente si necesitaba algo. Ella llegó y yo tenía todo, había preparado una toalla, máquina de cortar el pelo, rastrillo de afeitar, una crema, y me prepare. Totalmente y profesionalmente le pedí que se desvista de cintura para abajo, cosa que hizo al instante.

Flor se desvistió, quedando su vagina a mi completa disposición, tome mi máquina de cortar el pelo y corte todos sus bellos, eran muy finos y negros, acto seguido humedecí la toalla en agua más que tibia y se la pase por todo el pubis, vagina y ano. Coloqué la crema en toda la zona y empecé a pasar el rastrillo de afeitar, lo iba pasando muy suavemente, note la humedad en la vagina de Flor, sabía que esto la estaba excitando, pero la ignore, y seguí con mi trabajo, una vez terminado el trabajo en su vagina y pubis, le pedí que se pusiera en cuatro, lo hizo al instante, no me había percatado era la primera vez que veía su ano, rosadito, cerrado, inmaculado. Unté crema y rasuré también esa zona, notaba la humedad en su sexo, cada vez estaba más excitada. Quedó todo impecable, observé y me enorgulleció mi trabajo. Le dije que se vistiera y fuera al baño a lavarse. Mientras tanto observé las cámaras para ver qué hacía Laura, ella estaba mirando por la ventana, cómo buscándome y era lógico ese era el día de nuestros encuentros no consensuados. Eso aclaraba todas las dudas, si Laura sabía o no que era observada.

Tomé mi teléfono y le mandé un WhatsApp, que estaba en la casa, que no la iba a molestar, iba a estar ocupado en mi habitación. Ella tardo, pero me contesto con un escueto OK, Flor volvió del baño y se sentó en mi cama, como esperando indicaciones. Yo miraba mi celular observando que hacía Laura, caminaba por su habitación, estaba enojada o molesta. Ya estaba en marcha mi plan, había sembrado la duda en Laura, mi padre se había ido con Gabriela en una escapada de fin de semana romántica, tenía la casa sola, había abierto las cortinas de la ventana, esta daba al patio de la casa, bueno si todo salía como había planeado podría devolverle el favor a Laura.

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heranlu

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Una Familia Especial - Capitulo 003


Llame a Florencia que quedo de pie frente a mí, y terminé de desvestirla, yo hice lo mismo. La traje hacia mi poniendo mis manos en sus nalgas, apretándolas y amasándolas, mientras llevaba sus pechos a mi boca. Sus pechos eran perfectos, con mi lengua recorría todo su seno, y jugaba con su pequeño pezón marrón oscuro. Ella tenía sus brazos sobre mis hombros, y acariciaba mi pelo, como primer acto de cariño, actuando por motus propio, siempre esperaba a que yo la mandara. Tenía los ojos cerrados, la cabeza hacia atrás y la lengua recorriendo sus labios, era tremendamente fácil llevarla a ese punto de placer y hacerla correrse.

Metí mi mano entre sus piernas, estaba muy mojada, empecé a recorrerla suavemente hasta el ano y volvía hasta su clítoris, una y otra vez, mientras seguía chupando sus senos. Mientras estaba en tan placentera tarea, miré por el costado y vi a Laura mirándonos, estaba en la esquina de la ventana, semi inclinada, para evitar ser vista, estaba colorada y con los ojos clavados en nosotros, tenía a Florencia de espalda a ella y decidí darle un buen espectáculo como ella lo hacía conmigo. Me acosté a lo largo de la cama y le pedí a Flor que se subiera arriba mío para hacer un 69.

Ella obedeció inmediatamente, mi pene estaba hinchadísimo, nunca había estado tan dura, yo ya le había enseñado mis gustos por lo tanto empezó con mucha lengua por todo lo largo de mi pene, acariciando suavemente con sus manos mis huevos, chupaba suavemente el glande y se la metía en la boca, no entraba mucho, pero para mí era la gloria. Mientras yo tenía una visión de su vagina chorreando, y ya directamente metía mi lengua directamente en su vagina como si fuera un pene. Tenía toda la zona mojada, de sus mismos jugos y de mi saliva. Estábamos ambos al límite del orgasmo, hasta que explote y ella también, entre jadeos y suspiros, las contracciones y jugos de su vagina se multiplicaron, y yo quería tomármelos todos. Tras unos segundos, me dijo

Flor: Gracias, ha sido delicioso. –Tome nota de esto, cada vez que acababa me daba las gracias.

Yo, ya no podía más, entre la depilación, la mamada, y el morbo de tener a Laura como espectadora, porque les aseguro que no se movió en ningún momento. A mí no se me bajo nada la calentura y seguía teniendo a Flor encima, empecé nuevamente a practicarle el oral para ponerla a tono, que no me costó nada.

Yo: Flor, prepárate, llego el momento. –La mire y tenía una mirada especial, no era miedo, se inclinó y me beso.

Yo: tranquila, yo te voy a cuidar.

Flor: Lo sé, confió en ti.

Me baje de la cama, busque el preservativo, y me lo coloque. Había visto miles de videos, tutoriales, pero nada nada se comparó con este momento, estaba nervioso y tenía un poco de miedo, pero no lo demostré, ella veía ante mí seguridad. Miré de perfil y vi a Laura concentrada en lo que estaba pasando. Me dirigí hasta donde estaba Flor con mi pene moviéndose y su vista fija en él. Me arrodille en la cama, y abrí sus piernas, nos mirábamos a los ojos, y acariciaba su cuerpo, acerque mi pene a su vagina y empecé a frotarlo contra ella, muy suavemente, no buscaba penetrarla, simplemente la masturbaba con mi pene. Me incliné sobre ella y empecé a besarla, mientras situé mi glande en la entrada de su vagina haciendo un pequeño vaivén simulando la penetración, solamente entraba el glande. Mientras seguía acariciando y besando a Flor, esto la había leído tenía que relajarla y que estuviera lo más excitada posible. Ella resoplaba, estaba realmente caliente como yo. Solamente entraba la cabeza, mientras una mano amasaba su pecho y mi boca jugaba con sus labios.

Cuando sentí que estaba lo suficientemente relajada hice presión hasta que algo se rompió, ella se quedó inmóvil con la boca muy abierta, al igual que sus ojos, le dolió y por su expresión mucho. Seguí besándola y acariciándola, sin mover mi pene. Jugaba con ella para excitarla de nuevo, en un momento dado se relajó y empecé con un lento mete y saca, sin profundizar más, ya que vi que eso le dolía, solamente entraba hasta la mitad. Cada vez dilataba más y estaba más lubricada, pero seguía sin penetrarla profundamente, apure el ritmo, ella estaba con los ojos cerrados y suspiraba en mi cuello, su respiración era muy rápida y yo ya no podía más y acabe por segunda vez. Me quede inmóvil sobre ella.

Yo: ¿Como estás?-La vi pensar- Y quiero la verdad.

Flor: Ha estado bien, me dolió mucho, y solo al final pude relajarme y disfrutar un poco.

Ella debió ver mi cara de decepción. Mire a la ventana y Laura se había ido, era algo con lo que contaba. Yo creía que en la primera vez iba a ser la experiencia orgásmica de la vida de Flor y no fue así.


En los días siguientes no pasó nada digno de mención, Laura me evitaba, yo estaba preocupado, no tan solo le había hecho daño a Flor, que sabía que había sido mucho, ella lo había aguantado como una campeona, sino que me empezaba a cuestionar mis supuestos dones de macho alfa. Esto lo noto mi padre, después de una sesión bastante dura en gimnasio, donde ya no me tenían tanta consideración, por seres más chico. Es más, yo notaba que me hacían esforzarme al máximo.

Padre: que es lo que te anda pasando.

Fer: Nada, ¿por qué?

Padre: Enfrentarte a Tomas, que tiene 40 años, y es mucho más lento y menos ágil que tú y no pudiste vencerlo. Eso se llama distracción, una cosa a la vez, un problema a la vez. Concéntrate y enfócate.

Fer: si, papá, ya entiendo.

Padre: Que te tiene tan desconcertado.

Ahí le conté todo a mi padre, todo lo acontecido con Flor, omití por supuesto lo de Laura, no era tonto. Estábamos sentados en la camioneta, después de mirar un rato al frente se empezó a reír, y me empezó a hablar de la paciencia, de los tiempos, de la excitación de las mujeres, y que había momentos para ser rudos y otros para ser delicado.

Pero eso lo iba a tener que aprender yo con la practica, es más me dijo que le avisara para dejarme la casa libre, vi cierto toque de orgullo en sus ojos, después me dio dinero y me dijo que todavía no quería ser abuelo, así que me cuidara, yo estaba de cuadros, mi padre se había comportado mucho mejor de lo que esperaba, me dio ánimos, y hasta consejos, no lo podía creer y hasta me sorprendió.

En cuanto a Laura no pudimos hacer nada de nuestras sesiones de exhibicionismo, ya que mi padre se había empeñado en que todos los fines de semana asistiéramos a eventos de artes marciales en ciudades cercanas, y me metió a eventos amateur de Jiu-jitsu donde perdí por muy poco contra un contrincante mucho mejor que yo. Uno de Muay Thai, donde hasta escuche decir al entrenador de mi rival a mi padre.

Coach: Mi muchacho es más grande y pesado que tu chico.

Padre: Si, no hay problema es exhibición nada más.

Después de tres asaltos termine perdiendo por puntos, pero con un sabor a victoria enorme, los dos eran más grandes en edad y peso. Y su experiencia era de muchos más años que yo. Y sin embargo no desentone, fui un hueso muy duro de roer. Mi padre grababa cada pelea y después me decía mis errores, y en realidad fue por falta de experiencia no porque no supiera. Eso me dio un gran salto anímico.

Tuve dos encuentros más de MMA, aunque estos fueron en lugares más peligrosos y los peleadores eran de barrios marginales, de esos que están acostumbrados a las peleas callejeras desde niños. Una perdí también por puntos y por poco, y la otra la gané, muy claramente por sumisión.

En cuanto a Flor después de un par de semanas de esquivarla y poner escusas como mi entrenamiento, tuve que juntarme con ella, lo hicimos en su casa, y en su habitación o más bien dicho en su salita de estar, que esta antes de está. Su madre nos trajo cosas para comer y nos dijo que salía por una hora al supermercado.

Flor: ¿Te pasa algo, he hecho algo mal?

Fer: Me he sentido mal, porque te hice daño, y no disfrutaste como merecías

Flor: Haa es eso, jaja -se puso colorada- Si me dolió y mucho, pero es porque es muy grande, a parte mi madre me dijo que era normal, la primera vez. Y cuando se fue el dolor, sentirte dentro fue la sensación más placentera de mi vida.

Fer: ¿Le contaste a tu madre? ¿Y cómo sabes que la mía es grande?

Flor: Si, no tengo secretos con mi madre, ella sabe todo desde el principio y me ha apoyado. En persona solamente he visto la di mi padre y la tuya es mucho más grande, y las otras las he visto en videos porno.

Fer: Se la has visto a tu padre erecta. –Yo no quise decir que yo también se la vi al mío.

Flor: Si, cuando era chica sentía mucha curiosidad, y los espiaba, hasta que una vez mi padre en su oficina llamo a mi madre, yo fui al rato a ver qué pasaba, mi padre la tomo del cuello y la ahorco, la hizo arrodillar y empezó a penetrar su boca, mi madre largaba baba y abría mucho la boca le costaba respirar mucho, estaba roja casi bordo yo pensé que le hacía daño y salí corriendo a defenderla, mi madre me llevo a mi cuarto y me explico algunas cosas, con los años me fue explicándome todo.

Fer: Eso es muy fuerte, y fue la única vez que viste algo

Flor: No desde ese momento fue una rutina espiarlos cada vez que podía, he visto como mi padre a poseído a mi madre de múltiples formas, algunas que ni me imaginaba, lo mismo es todo consensuado y mi padre con la edad que tiene ya no puede como antes así que utiliza muchos juguetes. Mi madre sabe que los observo y me ha explicado todo.

Fer: Acércate -le dije mirando a mi erección, que se notaba mucho- tu madre tardara.

Flor: Ahora mismo se fue para que podamos hablar porque estaba preocupada, pensé que después de entregarme a ti no me hablarías más, aunque ella me dijo que no era así.

Ella se arrodillo y saco mi pene, estaba muy hinchado y con su cabeza llena de líquido pre seminal, ella paso su lengua y se metió la cabeza como si fuera un chupetín. Tome su nuca y ella entendió todo, abrió su boca, y me sorprendió casi entro todo, falto muy poco para que su nariz tocara mi pubis, hasta ahora solo llegaba hasta la mitad.

Fer: ¿Y esto? -Dije ante la sorpresa con una sonrisa

Flor: Es que he estado practicando con una banana, mi madre me ha dicho que a los hombre como tú les gusta la garganta profunda -Mierda con su madre jaja.

La mamada siguió y fue brutal, en varias ocasiones su nariz tocaba mi pubis y mis huevos chocaban contra su barbilla, había mejorado muchísimo y me estaba dando un placer y morbo estratosférico, y no aguante más y acabe en su boca abundantemente, pero no dejo escapar nada, también me di cuenta de ese detalle.

La levante y lleve hasta su cama, le levante la falda baje su bombacha, seguían siendo infantiles.

Y empecé a comer y succionar su mojada, dulce y rosada vagina, mientras la masturbaba con dos dedos, ella acabo al instante, estaba excitadísima, pero seguí, y en el segundo orgasmo me enderece y me puse un preservativo, levante sus piernas y las puse en mis hombros, y con mi pene la empecé a masturba pasándoselo de arriba y abajo, punteándola cada tanto, hasta que la penetre suavemente, ella gimió y en su cara no había dolor como la primera vez, sino que estaba roja y tenía una mirada de deseo, seguí penetrándola hasta que entro todo, según su jugos vaginales lubricaban la penetración fui aumentando la velocidad, hasta que sentí que acabo agarrando fuerte las sabana y mordiéndose los labios.

Yo me saque el preservativo y comencé a masturbarme cuando ella me vio y estaba repuesta se acercó a mi abriendo la boca acabe en su boca otra vez, de reojo mire el espejo que estaba enfrente y vi el reflejo de la madre que juntaba la puerta.

Después de eso nos acomodamos, hicimos algo de la escuela y yo me fui. No vi a su madre, tampoco dije nada, no sé qué alcanzo a ver y que no. Al llegar a casa Laura estaba discutiendo con su madre Gabriela, acaloradamente, parece que no le gustaba el nuevo noviecito de Laura, yo pasé de largo sin meterme.

Ya en el gimnasio después del calentamiento me apartaron y trajeron un chico muy fuerte, pero relativamente nuevo, rondaba los veinte años, el tema es que lo vi como un esparrin, y mi padre y el profe estaban encima mío, y me mostraban todas las posibilidades de terminar la pelea victorioso, el resto de la semana fue igual, pero con otros contrincantes, y el fin de semana de nuevo a un lugar de mala muerte para enfrentar a un peleador de la zona marginal, al cual vencí claramente.

Yo sabía lo que pretendían, el musculito contaba con fuerza y tamaño, pero no con técnica, por eso mis contrincantes, y el tema de ir a pelear a esas zonas de clase baja es experiencia y templanza, como los peleadores rusos los enfrentan a osos, no es para ganarle al oso, sino para que no tengan miedo al enfrentamiento. En el gimnasio la semana que siguió fue más tranquila, con más técnica.

Con Flor no nos juntar esa semana y yo tenía muchísimas ganas, ya le estaba agarrando el gustito a nuestros encuentros. El sábado mi padre me dijo que no saliera que lo tendría que ayudar, cosa que se tomó como algo natural en la casa ya que tanto yo como mi padre no decíamos nadas de los torneos que asistíamos. Cerca de las 21 h, mi progenitor recibió una llamada, y partimos.

Llegamos al parque de la ciudad, un parque enorme, donde se conjugaban naturaleza con distintos escenarios, por ejemplo una plaza central, fuentes, un anfiteatro, un museo, y un estacionamiento grande en medio de estos dos últimos, este estacionamiento era aprovechado por los jóvenes de la ciudad, un grupo que tenía autos, los de las motos, los de las bicis que tenían una pista o circuito cerca, y adolescentes que iban de picnic, ya estaba anocheciendo y a esas horas ya quedaban los grupos o comunidades ligadas a los autos y motos, casi todos preparados, cada quien con su tribu urbana.

Nosotros llegamos y me pareció raro encontrar en otras camionetas a mis compañeros de gimnasio, eran 6 camionetas y seriamos un grupo de 20 personas en total, cuando vi que, en la punta más alejada del estacionamiento, estaba el grupo de rugby de mi escuela, con el musculito incluido. Era un grupo como de 12, las camionetas avanzaron casi juntas y quedaron enfrentadas a los autos de estos.

Padre: Ya es hora, ten confianza en ti mismo hijo- Me puso la mano en el hombro y me abrazo.

Descendimos todos de las camionetas, todos los del equipo de rugby no sabían que pasaba, y los de los demás coches que estaban por la zona también miraban intrigados. Todos nos pusimos en fila frente a sus autos, y de espalda nuestras camionetas. En esa parte del estacionamiento no había cámaras, siempre se rompían por casualidad. Mi padre se adelantó y encaro al musculito que ya me había individualizado.

Padre: Tú pelearas con mi hijo, uno contra uno. Y lo que pase aquí, se queda aquí. Como hombres.

El musculito tiro la lata de cerveza que tenía en la mano y se encamino donde estaba yo, el olor a marihuana, cubiertas quemadas y combustible se mesclaba en el ambiente, yo no estaba nervioso, estaba ansiosos, sentía latir mi corazón pum, pum, pum. Mi respiración, y sentía mucho calor, sentía mi cara y mi cuello tenía fuego, la adrenalina corría por mis venas como si fuera sangre. Y pensé para mí, le arranco la cabeza, le voy a arrancar la cabeza.

Él se acercó a mí y tiro un golpe hacia mi cabeza, pero muy anunciado, y ahí vi todo, mi entrenamiento, mis ejercicios, y mi práctica, lo vi todo como en cámara lenta, vi el movimiento de su hombro, y lo poco que giro de su cadera.

Fue fácil esquivarlo, le conteste con un jab que impacto en su cara. El contesto, yo di un paso al costado, y golpeo con un gancho buscando su hígado, y sobre la misma rodillazo a su estómago, que impacto, pero le hizo poco daño, el tomo con su mano izquierda mi rodilla contra su estómago, y con la derecha me lanza dos golpes a la cabeza tipo martillo, yo me cubro pero debido a su fuerza me hacen daño igual, al tercer golpe tomo su brazo y hago presión sobre su codo y hombro, lo que él me suelta para evitar que y aplique una llave sobre su brazo, pero al salir conecto un codazo sobre su pómulo.

Nos separamos jadeando, él me miro y corrió hacia mí para teclearme, algo que habíamos practicado, por cierto. Lo dejo pasar y tomo de la cintura bien firme, lo levanto y dejo caer, fue un golpe durísimo, hasta para tipos que practican el rugby, quedo conmocionado, me acerco y empiezo a dar golpes de martillos sobre su cara, él se cubre y patea mi costado, pero retengo su pierna, giro y aplico una llave sobre su rodilla, lo escucho chillar del dolor, aplico más presión y lo siento gritar y crujir su rodilla, no se rompió, pero yo quería humillarlo, como él lo hizo conmigo.

Suelto su rodilla, y me lanza un golpe, que fue casi testimonial porque ni fuerza tenia, inmovilizo su brazo y empiezo a dar codazos contra su cara, uno tras otro, con mucha técnica, con mucha fuerza, todo esto hasta que alguien me toma desde atrás, y me inmovilizan los brazo, pero yo quería seguir e intento zafarme.

Sigo peleando para liberarme, hasta que escucho Fernando, ya está. Miro la escena y mi padre con mi profesor me tienen agarrado uno de cada brazo, el musculito en el suelo atendido por sus amigos, casi inconsciente, con la cara destrozada, sangrando y con varios cortes. Mi padre se acerca al grupo toma la cara del muchacho, la ve y les dice a los amigos.

Padre: Llévenlo al hospital, va a estar bien, pero que lo vean. Esto termina acá, pero si quieren pelear que sea uno contra uno, como hombres. Sino nos llaman y peleamos entre todos.

Todos asintieron, yo sabía que ahí estaban sus amigos que eran tres, el resto eran miembros del equipo, pero no eran amigos del musculito, a muchos les caía muy mal. De ahí nos fuimos directo a un gran resto bar, donde mi padre estaba exultante. Pedimos pizzas y cervezas, podía ver el orgullo en los ojos de papá, no paraba de reír y lanzar chistes a sus amigos, yo bebí cerveza por primera vez con mi padre. Volvimos como a las tres de la mañana a mi casa, mi padre un poco tocado por el alcohol, era la primera vez que lo veía así.

Fui a la cocina a tomar agua, no podía dormir, tenía muchas emociones a flor de piel. Estaba en la barra con mi vaso, y aparece Laura. Vestía un camisón transparente y ropa interior, muy sexy, alcanzo a saludarme apenas, nos quedamos mirando el uno al otro, sin decir nada, el aire se cortaba con cuchillo, había mucha tensión entre nosotros en ese momento. No había encendido las luces, apenas no iluminábamos con la claridad que entraba del jardín. Y de la nada empezamos a escuchar muchos ruidos que venían de la habitación de nuestros padres, eran gemidos de Gabriela, parecía que la estuvieran matando realmente.

Laura: Ja ja parece que tu padre ha venido muy juguetón están noche.

Fer: Si, estaba muy motivado. -Dije acordándome de su cara de felicidad, hacía tiempo que no veía al viejo así.

Me levante para dejar el vaso en su lugar, más que nada para dejar de mirar el cuerpo de mi hermanastra, ya parecía yo un lobo mirando a su presa. Ella me vio mejor ya que me acerque a la ventana de la cocina y me dio la luz de afuera. Mientras tanto los gemidos de mi madrastra habían cesado.

Laura: ¿Qué te paso en la cara, por qué estas así? -Dijo esto acercándose a mí, quedamos muy cerca.

Fer: Nada, puse en su lugar a un imbécil.

Nuestros ojos estaban clavados en la otra persona, no podíamos dejar de mirarnos, ella pasaba su mano por sobre los moretones de mi cara, y yo alternaba entre mirar sus ojos y su boca. En unos segundos y sin pensarlo la bese, o ella me beso a mí, no sabría decirlo. El beso que empezó tierno y romántico, se fue convirtiendo en posesivo y muy sensual, era una lucha entre nuestras lenguas, labios y dientes, ya que terminábamos mordiéndonos los labios entre nosotros.

Ella llevo sus manos a mi nuca y yo las mías a su cintura, masajeando el nacimiento de sus nalgas, la traía hacia mí y la apretaba contra mi cuerpo con fuerza, hasta que nos separamos por falta de aire y un hilo de saliva quedo entre nosotros, había sido un beso pornográfico, con mucho deseo, la excitación de ambos era evidente, yo con un gran bulto en mi pantalón y ella con los pezones en punta y respirando por la boca buscando aire, no parábamos de mirarnos a los ojos y jadear. Íbamos a seguir cuando escuchamos pasos en la escalera y la vos de su madre.

Gabriela: Cariño te subo algo. ¿Qué necesitas? -Mi padre contesto casi inaudible.

Padre: Shhh no vallas a despertar a los chicos. Y necesito otra mamada tuya jaja.

Ambos salimos disparados, yo hacia mi habitación y Laura al comedor, creo que para subir por la escalera principal y no ser vista por su madre. Ya en mi habitación intente calmarme, tenía la respiración y las pulsaciones a mil, y no era porque casi nos pillan. Era por el beso, no sabía que demonios me estaba pasando con mi hermanastra y peor aún, ella sentiría lo mismo que yo. Nuestros padres tuvieron sexo otro rato más, aunque más tranquilos. Yo me tuve que masturbar pensando en mi odiosa, caprichosa y sensual hermanastra.

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