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Miembro eliminado 189176
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[h=2]Una cosa de locos ( 2 )[/h]
Ajena a todas estas observaciones y elucubraciones de mi parte y de parte de Marce, Candela dormía, dormía el sueño de la satisfacción total, su naturaleza buscaba con ello lograr que recupera sus fuerzas y energía. Parecía mentira que una criatura de solo 9 añitos hubiera sido capaz de aguantar mi pija en su conejito, pija que como dije anteriormente, no es gigantesca, para una nena, si lo era, aunque hubiera sido capaz de tolerarla a pesar del evidente daño que le ocasionara, daño que por otra parte no era algo que pusiera en peligro su integridad física y menos aún su vida, todo lo contrario, por que soportando todo este sufrimiento, logró disfrutar esta bárbara introducción, la salvaje distensión de su infantil útero ocasionada por el tamaño desmesurado del glande de esta dura y furiosa estaca de carne que se clavó sin piedad en su cuerpecito, y obsequió al criminal invasor con los jugos de su cuerpito, bañándolo a todo lo largo y ancho de su dimensión en varias ocasiones, ya que fueron varios los orgasmos por ella experimentados. Luego de que Marcela soltó mi pija que la conservó en su boca hasta dejarla totalmente laxa, y luego de habernos relajado un poco, Marce me dijo, ¡que bárbaro que ha sido todo esto Boni!, nunca pensé que al mirar como se cojían a una pendejita de esta edad, pudiera calentarme tanto, te juro que mientras todo esto ocurría, yo no he dejado de masturbarme, y he acabado un montón de veces, el hecho de ver como le clavabas semejante pijón a esta niñita y de imaginarme lo que sentiría ella en esos momento, hizo que acabara, luego cuando la vi a ella como lo disfrutaba y como acababa, también me hizo acabar nuevamente, y cuando me di cuenta que vos acababas y la llenabas de leche a Cande, y también como ella se echaba un polvaso, me hizo acabar y a tener ganas de chuparte la pija no solo para que me dieras un poco de leche, sino también para probar los jugos de esta mocosa, ¡increíble!, jamás me lo hubiera imaginado que yo iba a reaccionar de esta manera, ¡sos un hijo de puta Boni!, me hiciste conocer cosas que nunca hubiera imaginado, bueno, bueno, la verdad es que la pasé de maravillas, dije yo, pero ahora me quiero dar una ducha a ver si de esa manera me recupero un poco, estoy hecho mierda, entre vos y esta pendejita me han destrozado, la pija me duele un montón, mira, mira como está, toda colorada, si, dijo Marce riéndose, toda colorada y arrugada, y tus huevos, ja, ja, ja, mira, son solamente una bolsa de cuero vacía, ja, ja, ja. A duras penas me levanté y me dirigí al baño donde abrí el grifo y me puse bajo el agua un buen rato hasta que sentí que mi sangre, que parecía que se había detenido a raíz del inmenso esfuerzo realizado, tengan en cuenta que soy un hombre de 50 años, volvió a circular con normalidad por mis venas. Una vez recuperado fui a la cocina donde estaba Marce esperándome con un vaso de cerveza bien fría, brindamos por el buen momento pasado y nos pusimos a comentar lo sucedido, evaluando la capacidad de la pequeña que aún dormía recuperándose, y llegamos a la conclusión de que era asombrosa la capacidad erótica de esta criatura, teniendo en cuenta su edad. Al rato escuchamos que se despertaba, que suspiraba y decía, ¡huy, como me sale "esto" de adentro, ¡ay Marce, Marce, ven, ven rápido, mira, me sale sangre!, Marcela me miró y se sonrió, diciéndome, esto es culpa tuya, fue al dormitorio y escuché que le decía que no era nada, que solamente era un poquito de sangre que salía por que a lo mejor le rompió un poquito mas la conchita, por que según ella había dicho, la pija de Boni era mucho mas grande que la de su tío, pero no es nada, quédate tranquila y ve a bañarte y vas a ver como se te pasa todo, ¡ay Marce me arde la conchita, y mira como me sigue saliendo leche con sangre de adentro!, y claro, como no te va seguir saliendo leche si el animal aquel de Boni te ha llenado de leche, pero a vos te ha gustado mucho, ¿verdad?, ay si, si Marce, me dolió mucho pero me gustó mas todavía, te echaste un buen polvo eh, le dijo Marce, ¿uno?, nooo, mas de uno, no se cuantos pero seguro que eran mas de uno, es que es tan lindo sentir lo que me hacía Boni, a todo esto, ¿a donde está Boni?, se fue, le dijo Marce, ¿como que se fue? respondió Cande, y si, se fue, le dijo Marce, pero ¿¡por que lo dejaste ir Marce!?, y..., ¿que tiene que ver? le contestó Marce, ¿para que lo querías ahora, si ya culiaron bien y mucho, ¿o acaso querías seguir culiando con Boni?, y..., si, dijo Cande, claro que quería culiar de nuevo, y se rió, sos una hija de puta, pendeja calentona, te gustó la pija de Boni eh, dijo Marce, siiiiii, es tan grande que parece que te va a salir por la boca, le contestó Candela, ¿a vos te pasó lo mismo cuando te la metió Boni?, y..., si, le dijo Marce, como no vas a sentir eso con semejante pija que tiene, pero ahora déjate de joder y anda a darte un baño y lávate bien la conchita para que se te salga toda esa leche que te echó Boni, ¿cuanto hacía que no culiabas pendeja?, y desde que me descubrió mi mamá con mi tío, respondió Cande, ¿y tenías ganas de volver a culiar?, siguió preguntando Marce, si, si tenía ganas, aunque no me había gustado mucho por que mi tío me hizo doler bastante, pero de lo que tenía muchas ganas era de que me chuparan la conchita, ¡¡¡es tan lindo Marce!!!, ¿a vos también te gusta?, preguntó Cande, claro, como no me a gustar, es hermoso sentir cuando de te meten la lengua y te chupan el clítoris, le respondió Marce, ¿el clítoris es ese pupito que se pone duro cuando te lo tocan o te lo chupan, verdad?, al menos eso me decía mi tío, y con mi tío hacíamos el "69", así me decía mi tío que se llamaba cuando nos chupábamos los dos juntos, ¿es cierto que se llama así?, preguntó nuevamente Cande, si, si, así se llama le dijo Marce, ¿y a vos te gustaba hacer el "69"?, preguntó Marce, ¡¡¡siiiiii!!!, me gusta mucho, le contestó la niña, ¿y si estuviera Boni acá, te gustaría hacerlo con él?, le preguntó Marce, ¡¡¡claro!!!, dijo Cande, ¡claro que me gustaría!, aunque la tiene tan grande que no entra toda en la boca, y el cabezón ese que tiene te llena la boca y no te deja respirar, Marcela le seguía preguntando sabiendo que yo estaba oyendo todo el diálogo, y suponía que me estaba calentando con esto, ¿y si Boni te vuelca la leche en tu boca, te la tragarías o te daría asco?, --¡que me va a dar asco!, si yo ya te he contado que me tomaba la leche de mi tío, aunque era un poco saladita, a ver Marce dime vos que ya también le has chupado la pija a Boni, ¿es rica la leche de Boni?, -- mira, yo le he chupado la pija y le he probado la leche cuando después de culiarte a vos y de echarte la leche, yo le agarré la pija y se la saqué de tú conchita y me la metí en la boca y se la re chupé, pero ya te había volcado toda la leche en tu conchita, solamente le quedaron dos o tres gotitas, pero como estaban mezcladas con tus acabadas, no sé si realmente era el sabor de la leche de Boni o era el sabor de la mezcla de leches, por eso no te puedo decir si es rica o no, al menos a mi lo que probé, me gustó, --¡ay Marce, ¿no te dijo Boni cuando va a volver?, -- no, no me dijo nada, ¿te gustaría que vuelva?, -- ¡claro!, como no me va a gustar, --y si vuelve, ¿que te gustaría hacer con él?, -- ¡ay, de todo Marce, de todo!, -- ¡cuidado con lo que dices!. -- ¿por que Marce, que dije de malo?, -- no, no, no dijiste nada de malo, pero al decir de todo incluye también que te la meta por el culito, y yo vi como Boni te lo miraba, -- noooo, noooo, por el culito no, además esa pija no me entraría nunca por el culito, mi tío quiso hacerlo dos veces y no pudo por que me dolía mucho, ¡te imaginas que me hacía doler la pija de mi tío que es mucho mas chica que la de Boni!, -- por eso te digo que al decir que te gustaría hacer de todo con Boni, pareciera que también quieres que te la meta por tu culito, -- ¿a vos te la metió por el culito Marce?, -- ¡ay, deja de preguntar boludeces y anda a bañarte!, -- ¡dale, dale Marce, contame, ¿te la metió por el culito?, -- bueno, si, si me la metió, y te puedo asegurar que le costó mucho trabajo meterla, -- ¿si Marce, te la metió a toda?, dale contame, ¿te hizo doler mucho?, -- bueno, te voy a contar pero primero anda a bañarte y después te cuento, -- bueno, me voy a bañar pero después me contás eh, no te vayas a hacer la boluda. Y salió corriendo al baño y comenzó a bañarse. Volvió Marcela al comedor en donde lo encontró a Boni que al verla entrar se paró y le dijo, -- ¡mira, mira como me han hecho poner entre vos y esa mocosa putita con esa conversación¡ ¡¡¡que pedazo de culiadas son las dos!!!, -- hummm, que linda que está, a ver, déjame que te la chupe un poquito, antes que vuelva esa pendeja y me la quite, ¡que bruto, como se te ha puesto!, ¡¡¡que pedazo de cabeza que tiene!!!, ¡hummmm, hummmm, que rica que está!, y seguía chupándome la verga, -- espera, espera, le dije, espera que me vas a hacer acabar, -- claro, no me quieres dar leche a mí, le quieres dar leche solo a la pendejita, pero bueno, tomemos un poco de cerveza, -- no te pongas celosa mi amor, ya te dije que me vuelven loco las chiquillas de esa edad, -- ya se, te lo digo en broma. Mientras Marcela servía cerveza yo me envolví en el tohallón y me dispuse a beberme la cerveza y a esperar que viniera Cande cuando terminara con su baño, para darle el gusto que me chupe la pija, pero no estaba seguro que le iba a acabar en la boca, me volvía loco, me sacaba el pensar en ese pequeño conejito, tan apretadito, ahí es donde yo quería volver a llenarla de leche, en eso estábamos cuando escuchamos una vocesita que la llamaba a Marcela, --es Ayelén, la hermanita de Cande, pasa, pasa Ayelén. Entró la niña y ¡oh sorpresa!, ¡otra niñita!, y esta parecía menor que Cande, pero bien bonita también, al verme a mi sentado al lado de Marcela, quedó sorprendida y bajando la vista murmuró un "disculpa, no sabía que estabas con visitas, pero estoy buscando a Cande", -- no te preocupes, le dijo Marce, él se llama Boni y es un buen amigo mio, ven, ven pasa, -- no, no, ya me voy, -- pero no, como te vas a ir, espera, ya viene Cande. En eso apareció Cande envuelta en una tohalla, y al ver a su hermana le dijo, -- ¿que haces aquí?, -- la ma' me dijo que viniera a ver si estabas aquí, -- bueno, ya viste que estoy aquí, así que ve a casa nomas, -- no, no espera, le dijo Marce, deja que se quede un rato, así de paso van a comprar algo para comer y un par de cervezas mas, -- ¡ahhhh!, ¡que mentirosa que eres Marce!, me dijiste que Boni se había ido, -- ja, ja, ja, no, no me fuí le dije, aquí estoy y aquí me quedo hasta que comamos algo y tu hermanita que también se quede, ¿como te llamas? le pregunté a la nena, -- Ayelén, me dijo, -- Ayelén, ¡que hermoso nombre!, y ¿cuantos años tienes?, -- ocho, me dijo, -- ¡ocho añitos! ¡guau!, que linda edad y que linda que eres, -- bueno, bueno intervino Marcela, basta de charla y dale Cande, vístete y vayan con Ayelén a comprar algo para que comamos, ¿te vas a quedar verdad Ayelén?, -- y..., no se, -- si, si, te quedas, vayan con Cande a comprar, ¡vamos Cande, apúrate que se hace muy tarde, -- bueno, bueno, ya voy. Se vistió, y se fueron las dos hermanitas a comprar lo encargado, y al quedar a solas con Marcela, esta me dijo, -- Boni, ¿no te querrás culiar a la mas chiquita también?, -- ¿por que, no se puede? dije yo riéndome, -- estás loco, la vas a destrozar con tu pija, y esa chiquita todavía està virgencita, estoy segura que no se la ha culiado nadie, ni debe saber nada sobre el sexo, -- ¿tu crees?, -- y si, solo tiene 8 añitos, -- ¡pero esta preciosa le dije!, -- ¡que hijo de puta que sos, en serio, no lo intentes, es muy chiquita y ahí si que nos podemos meter en un lío de aquellos, -- quédate tranquila, no soy tan loco. Seguimos conversando mientras ella preparaba todo para cuando volvieran con las compras las 2 hermanitas. -- ¿Escuchaste toda la conversación que mantuvimos con Cande?, preguntó Marcela, -- Claro, no me perdí ni una sola palabra y te juro que mientras las escucha me estaba acariciando la pija que se puso dura como una piedra, -- Si, si, ya me dí cuenta como te calienta la pendejita, -- Y si, es que tiene una conchita tan ajustada y se queja de una manera tan deliciosa que me vuelve loco, y luego de escuchar la conversación que tuvo contigo, se me ha puesto en la cabeza la idea de hacerle el culito, -- ¡¡¡Estás loco!!!, con ese pijazo que tenés le vas a partir el culo, noooo, ni se te ocurra por que la puedes lastimar mucho, -- Y bueno entonces, le dije, si no le puedo hacer el orto a Cande, tendré que culiarme a Ayelén, -- ¡¡¡ Pará loco !!!, ¿que querés, que vamos en cana?, si te culias a la mas chiquita, aunque no creo que se la puedas meter, pero si se la metes también a ella la puedes lastimar mucho, ¿no ves que es muy chiquita?, -- Claro que vi que es muy chiquita, y también vi que está hermosa, aunque mas no sea voy a hacer que me la chupe, ¿me dejas probar si logro eso por lo menos?, y así seguimos un rato charlando hasta que regresaron las hermanitas. Al ver a Cande me parecía imposible que esa pendejita se hubiera aguantado toda mi pija dentro de su cuerpito, y pensé, "si ella pudo, en una de esas la hermanita también, quien sabe, total.., con probar no se pierde nada", y miré con detenimiento a la mas chiquita, una linda carita, una boquita que de solo pensar que mi pija se pudiera alojar dentro de ella y recibiera la caricia de su lengua y sus labios y de los chupetones que me pudiera dar, hizo que la pija se me endureciera de inmediato, cosa que, aunque parezca extraño, parecía que Ayelén se dio cuenta, por que de inmediato me miró el bulto que no se notaba mucho, ya que estaba sentado y yo trataba de que no se viera demasiado a los fines de no espantar a Ayelén, pues luego de clavar su mirada en mi bulto, levantó la vista y me miró directamente a los ojos y me sostuvo la mirada por un momento, les aseguro que esta actitud de la nenita me desconcertó un poco, no sabía que pensar, si se escandalizó, si se asustó o si simplemente había despertado su curiosidad, luego desvió su mirada atendiendo lo que hablaba Marcela, pero a cada instante volvía su vista hacia mi, no solo a mis ojos sino que también hacia mi bulto que cada vez se notaba mas, entonces me dije, "bueno, veamos que pasa con esta niñita", y me levanté de la silla en un momento en que ella me miraba y las otras dos estaban entretenidas con la elaboración de la comida, al levantarme se puso bien en evidencia la rigidez de mi pija y la abultada protuberancia que hacía en el tohallón, les puedo asegurar que la nena no apartó ni un solo momento la vista de mi enhiesta y dura pija, sino que todo lo contrario, abrió bien grande sus ojitos y se llevó una mano a su boca en un gesto inequívoco de sorpresa y hasta diría que de admiración; cuando me miró a los ojos le sonreí y ella no alteró su gesto, sino que volvió a dirigir su mirada a mi bulto, entonces como al descuido abrí el tohallón dejando que asomara en todo su esplendor mi vergón, ella abrió aún mas grande sus ojitos, si esto era posible y abrió su boca llevando ambas manos a sus mejillas, pero sin apartar ni un solo momento su mirada de mi verga que estaba tan dura que hasta me dolía en el tronco; cerré la abertura del tohallón y le dije, -- ¡oh, disculpa, fue sin querer¡, ¿me disculpas?, -- ¡Hey!, ¿qué está pasando allí?, quiso saber Marcela dándose vuelta y mirándonos a los dos al igual que Candela, -- nada, nada pasa, ¿verdad Ayelén?, ella no respondió, solamente hizo un gesto negativo con su cabecita pero sin sacar los ojos de mi entrepierna, obviamente que este gesto tan claro de la nena hizo que tanto Cande como Marce se imaginaran lo que había pasado, sobre todo Marce, que me dijo, --Boni, Boni, no te olvides lo que hablamos eh!, -- Claro que no me olvido le respondí, pero hay cosas que no se pueden evitar, -- Ja, ja, ja, se rió Marce, pero trata de evitarlo no seas tan, tan..., bueno, ya sabes a lo que me refiero, -- Si, si sé a lo que te refieras y quédate tranquila y sigue haciendo la comida con Cande mientras nosotros con Ayelén tomamos algo, ¿quieres cerveza o coca Ayelén?, entonces pareció recuperar la voz y la cordura la criaturita y me dijo, -- Cerveza noooo, si mi mamá se entera me va a retar y hasta me va a pegar, deme coca, -- Si quieres cerveza toma cerveza le dije, total Cande no va a decir nada a nadie, ¿verdad Cande?, -- No, no, que tome coca dijo Cande, es muy chiquita para tomar cerveza, -- ¡Bah, le dije, hay otras que son muy chiquitas para ciertas cosas y sin embargo.....,! -- ¡Ay Boni!, no digas eso respondió Cande y se puso roja su carita, nos largamos a reír con Marcela y yo dije, -- de todas maneras nadie va a decir nada de lo que se diga o se haga aquí, ¿verdad chicas?, -- Claro, claro respondieron a una las dos, Marce y Cande, solo Ayelén no respondió, -- ¿verdad Ayelén que nadie va a decir nada de lo que suceda aquí?, no respondió, solamente movió su cabecita una vez mas en señal de negación, -- A ver Ayelén, me gusta escucharte hablar, dime, ¿vos vas a contar lo que veas que pase o lo que escuches que se diga aquí?, quiero que me respondas con palabras, no solamente moviendo tu cabecita, hermosa cabecita, ¿vas a contar lo que pase aquí?, -- Nnno, dijo, -- ¿Segura que no vas a contar nada ni a nadie?, -- No, no, yo no voy a contar nada, -- Vieron dije, vieron que nadie va a contar nada, así que si Ayelén quiere tomar cerveza, ¡pués que lo haga!, total, aparte de nosotros nadie se va a enterar, ¿te sirvo un poco de cerveza mi amor?, -- Nnnnooo se, -- Dale, toma, te doy medio vaso, y vamos a tomar los dos juntos, mejor dicho todos juntos, a ver chicas vengan que vamos a brindar con un vaso de cerveza, pero todos juntos, vengan; vinieron las otras dos y Marcela me miraba y se reía, cojió cada una un vaso y dijimos, chin, chin, y nos tomamos la cerveza, me sorprendió la nenita, púes se bebió de una su cerveza, y ni pestañeó, -- Bueno, dije nuevamente, ahora otro brindis por las hermanitas que son muy, muy bonitas, y esta vez llené los vasos de todas, incluida Ayelén y nuevamente, chin, chin, y adentro, -- Bueno, ahora vayan ustedes a seguir haciendo la comida por que nosotros tenemos hambre, ¿verdad Ayelén?, -- Si, si, dijo ella, ya esta vez con mas ánimo, con menos vergüenza, entonces Cande dijo --Que venga Ayelén también a ayudar, -- Oh no, le respondí, déjala que converse un ratito conmigo, que me cuente como le va en la escuela, ¿por que vas a la escuela verdad Ayelén?, -- Si, me dijo, -- ¿A que grado vas?, -- A tercero, -- Huy que bien, y que tal te va, ¿aprendes o no?, -- Si, si aprendo, me va bien. Y así entre una y otra cosa hice que se acercara bien a mi y rodeándole la cinturita con mi largo brazo, la pegué a mi cuerpo y le dije, -- ¿Sabes una cosa?, -- No, ¿que? me respondió casi en un susurro, -- Eres muy bonita y a mi me gustas mucho, ven, siéntate en mi falda. Y alzándola la senté sobre mis piernas mientras que con mis manos acariciaba sus piernitas y le decía, -- ¡Que lindas piernitas tienes y que suavecita es tu piel!. Esto se lo decía bien bajito, con mi boca pegada a su oído por que no quería que las otras lo escucharan. Al ver que ella no hacía ningún gesto ni de miedo ni de rechazo, la subí bien sobre mis piernas, ya directamente sobre mi hinchado miembro, ella al sentir el contacto de mi pija en su culito se corrió un poquito hacia adelante, no insistí por el momento, pero eso si, mis manos seguían con la caricia a sus piernas y las iba deslizando cada vez mas arriba, hacia su calzoncito, ella permanecía quietita, no se movía para nada, seguí con mi recorrido hasta que llegué a su bombachita, una vez allí suavemente continuaba acariciando sus piernitas alternando con tocamientos y caricias a su conejito, tapado en ese momento por su bombachita, ella continuaba impasible, sin oponer ningún tipo de resistencia, tolerando mi caricia que cada vez se hacía mas osada, hasta que viendo que ella no me rechazaba, posé definitivamente mi mano sobre su conejito, y con mis dedos empecé a sobar su conchita, aunque sobre su calzoncito; de a poco fui corriendo el costado de su prenda íntima y primero con mi dedo índice toqué por primera vez en carne viva esa vulvita, pequeña, apenas humedecida, ¡¡¡ Que emoción !!! Suavemente proseguí con mi caricia y ya con total libertad al ver que ella no decía ni hacía nada que demostrara que no quería que se lo hiciera, intensifiqué dicha caricia y nuevamente la situé directamente sobre mi súper inflamada verga, esta vez ella se quedó quietecita, aceptando lo que le hacía, acerqué mi boca a su orejita, y mordiéndole suavemente el lóbulo de la misma le susurré al oído, -- ¿te gusta?, -- no respondió nada, solamente hizo un encogimiento de hombros como quien dice, "y...., no se", repetí la pregunta de la misma manera, en un susurro, ¿te gusta lo que te hago?, -- Nnnnooo se, un poquito, -- ¿quieres que siga?, -- Nnnnooo se, ¿si usted quiere?, -- Si yo quiero ¿que, sigo?, un nuevo encogimiento de hombros fue su respuesta. Tomé esto como una respuesta afirmativa y proseguí con mis tocamientos y comencé a moverla hacia adelante y hacia atrás, deslizándola sobre mi pija que en esos momentos era un duro, durísimo fierro, -- ¿te molesta? le pregunté, -- ¿que cosa?, -- mis dedos y mi pija, -- eso duro que siento en mi colita ¿es su "cosa"?, -- si, es mi "cosa", pero no se llama "cosa", se llama pija, ¿entiendes?, pija, -- si, si entiendo, -- a ver si es cierto que has entendido, ¿como se llama?, -- "pija", repitió ella. Y ese vocablo dicho con esa vocesita tan suave, esa palabra surgiendo de entre esos labiecitos hermosos hicieron que mi tronco se pusiera aún mas duro si era posible. No pasó desapercibido esto para la chiquilla que me preguntó si me dolía, -- Un poquito le dije, -- Deja que me baje me dijo, así no te aprieto, -- ¡¡¡ Noooo, noooo, le dije !!!, ni se te ocurra bajarte por que así esta muy lindo, -- ¿Por que está tan dura tu, tu, tu pija? -- Es por que vos le gustas mucho, y también por que le gustaría que tu la agarres con tu mano, ¿me la agarras un poquito?, -- Noooo, me puede ver mi hermana o Marce, -- No importa si te ven, por que ellas ya han dicho que no van a decir nada de lo que vean u oigan de lo que hagamos aquí, ¡dale, agarrármela un poquito!, -- Nnnnoooo, me da vergüenza, ---¿Que es lo que le da vergüenza a esta niñita dijo Marce viniendo hacia la mesa con los platos y dándose cuenta que yo tenía la mano entre las piernitas, mejor dicho en la conchita de Ayelén, ---¡Ay Boni¡, sos incorregible vos.
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