Una Abuela

heranlu

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-Una abuela muy marchosa-
Después de la primera lección y después de retozar un buen rato en la cama, nos fuimos a la ducha, me condujo sujetando mi miembro que de nuevo seguía empalmado.

Ya en la atardecer después de un paseo por el pueblo visitando a varias amigas de mi abuela, donde me tuve que oír más de una insinuación, como ya está hecho un hombre tu nieto, vaya planta que tiene, que suerte tienen alguna, y otras barbaridades, nos fuimos a cenar a un merendero que estaba a las afueras del pueblo, eran un camino por donde no pasaba mucha gente, asi que la cogí de la mano y la besé, ella me sonrió y me devolvió el beso, en la oscuridad parecíamos dos novios, mi abuela más prudente me dijo:

- Tranquilo que ya habrá tiempo para todo, ya has visto como son las mujeres de este pueblo, ahora vamos a comer rico para reponer fuerzas

Asi llegamos al lugar, donde saludó al dueño que era un viejo amigo suyo y tuvimos una cena muy amena donde me puso al corriente de las habladurías que se decían de sus amigas echamos unas cuantas risas y mi advirtió que tuviera mucho cuidado con ellas.

Volvimos tranquilos a casa, en el sofá viendo la televisión me puso la cabeza recostada sobre mi pecho, yo acariciando sus cabellos mientras decía lo rico que me encontraba y la suerte que tenía de tener una abuela tan hermosa de vez en cuando nos besábamos suavemente cuando me preguntó

- Con cuantas mujeres te has acostado

- Con ninguna abuela le dije con toda mi candidez

- O sea que mi bebé todavía es virgen, eso habrá que solucionarlo

- Si abuela y quiero que seas tú la primera mujer de mi vida

- Cariño para mi será un placer, me haces volver a mi juventud y una alegría inmensa ser tu amante.

Nos besamos intensamente y nos fuimos para su habitación, yo lanzado comencé a desnudarme, quería hacerlo ya

- Tranquilo mi amor vamos hacerlo despacio para saborear cada momento, yo te guio, desnúdame lentamente

Le fui quitando la ropa despacio hasta que estuvo desnuda, solamente de verla mi polla tomo vida propia, quería ya comerle sus tetas pero me contuve, me acostó en la cama y comenzó a besarme, las orejas, la cara, los pezones mientras sus manos me pajeaban pero muy despacio

- Asi corazón suavecito

Como buen alumno comencé a acariciarla y besarla como ella me había enseñado y los primeros gemidos salieron de su garganta, mientras me comía sus tetas y mordisqueaba sus pezones mis dedos comenzaban a entrar por su rajita, ella mi hábil me guio hasta encontrar su clítoris, así sus manos acariciando mi picha y mis huevos y las mías sus labios vaginales y su clítoris, la calentura aumentaba por momentos

- Segunda lección nos vamos a lamer mutuamente, lo que se llama un 69, tú me lo comes a mí y yo te lo como a ti.

No hizo falta decir más con lo rico que me había sabido comerle el coño en la tarde y como me ponía sentir esa boca tan sensual tragándose todo mí aparato.

- Que pronto aprende mi niño, y que bien que me lo hace sigue asi, no pares

Ya lo gemidos y suspiros eran cada más seguidos y fuertes, y las contracciones aumentaban creo que estaba a punto de correrse, pero yo seguía lamiendo como un descosido

- Me voy a correr, no pares que gustito que me das follandome con tu lengua y quiero que te vengas en mi boca

Entre mi lengua y mis dedos acariciando su botoncito enseguida sus fluidos empezaron a brotar de su coño mientras que desde polla empezó a salir la leche que la abuela se la bebió sin dejar ni gota

- Que rica que esta toda para mí, muy bien mi bebe sobresaliente en comida de coño

Ahora vamos a descansar un rato, la edad no perdona, asi que nos abrazamos nos besamos y nos sobamos con lentitud, solo de ver la cara de felicidad de mi abuela comprendí que iba por buen camino.

Mi abuela rendida se quedó dormida, como ella decía no roncaba sino que respiraba con alegría, asi que aproveche para lamer sus tetas y jugar con sus pezones, acariciarle sus nalgas, el ojete del culo y panocha todavía con restos de sus fluidos.

Al rato se despertó entre suspiros, mis caricias habían hecho su efecto, el miembro estaba un poco flojo después de tanta faena, pero las ganas de follar seguían por las nubes, unos besos profundos lo volvieron a poner en marcha y ella también.

- Eres incansable, pero tu abuelita no se va a quedar atrás dijo con una sonrisa pícara.

Cogiendo mi polla se la puso entre sus tetas, vamos a despertarla que está un poco dormida, mientras pasaba mi instrumento entre sus tetas aprovechaba para chupar mi capullo

- No te vayas a correr eh que tu lechecita tiene otro destino

Después de estar un buen rato entre sus tetas

- Ahora vamos a follar de verdad, quiero tu rabo dentro de mí, suave que tienes un enorme pollon y hace mucho tiempo que nadie me la mete, me alegro de que tu primera follada sea con tu abuela, mientras su lengua entraba hasta la campanilla.

- Eres la mujer más maravillosa del mundo cuanto deseo aprender de la mejor maestra , mientras apretaba sus pezones que sabía que le gustaban mucho

Se abrió de piernas para favorecer la penetración y con sus manos me ayudaron, era la primera vez que mi pija entraba en un chumino y que ricas sensaciones, estaba calentito y mojado lo que favoreció que la polla entrara suavecita, la abuela gritaba, resoplaba

- Voy bien abu, te gusta como lo hago

- Si mi vida, pero ahora no soy tu abuela soy Trini tu puta, lo estás haciendo muy bien, sigue, sigue hasta dentro

Puso las piernas sobre mis hombros para que facilitara más la penetración, yo le iba cogiendo el ritmo que me marcaba, de vez en cuando le estiraba de sus pezones y nuestras lenguas se encontraban en unos ardorosos besazos.

Le avisé que estaba a punto de correrme

- Tu sigue, lléname de tu leche la quiero toda dentro de mí, mientras con una mano se sacudía el clítoris, que bien folla mi cabron, que pronto aprende, esa polla es toda mía

Enseguida me corrí, mi leche inundo toda la cuca, sus piernas entrecruzadas en mi espalda para no dejar escapar ni una sola gota y seguía bombeando pues aún seguía tiesa y quería que también llegara al orgasmo, cosa que ocurrió en unos minutos, un grito lleno toda la casa, me abrazó de tal forma que casi no podía respirar, sus gemidos eran incontrolable, me estiró del pelo, estaba como ida, casi me asusté hasta que poco a poco se calmó.

- Ha sido el mejor polvo que he tenido, lo la saques todavía, que salga solita, divino soy la mujer más feliz de la tierra, va a ser un verano estupendo, ya te lo he dicho a partir de ahora soy Trini para lo que quieras pero recordarte que soy mayor y la edad no perdona

- Si abuela digo Trini, recuérdamelo de vez en cuando que por mi te estaría follando todo el día.

Nos echamos una risas y bien abrazaditos nos quedamos dormidos.


-La abuela Trini-
Esta historia ocurrió hace unos años, pero siempre la recordaré porque fue el origen de mi gusto por las mujeres maduras, fue mi primera vez con una mujer que para entonces tenía 62 años, era mi abuela Trini, lo tenía todo, buen tipo para su edad, unas tetas algo caídas pero generosas, unos labios sensuales, un culo apetitoso, 1,65 de estatura y dos cualidades que me cautivaban, era muy cariñosa conmigo y muy abierta de mente, se podía hablar con ella de todo,

Aunque vivía en un pueblo pequeño, su casa siempre estaba con gente, una de las cosas que la entristecían era la soledad, desde que murió el abuelo diez años antes, procuraba estar lo menos posible sola, asi que solía venir a menudo a la ciudad a visitarnos, mi familia bien en una casa pequeña con dos dormitorios, era hijo único, asi que en los primeros años no había gran problema pues mi abuela dormía en la habitación conmigo en camas separadas.

Mis padres trabajan en una gran empresa y de vez en cuando solían viajar por cuestiones de trabajo, asi que me quedaba solo con la abuela. En la época de vacaciones éramos nosotros quien nos desplazábamos a casa de la abuela, la estancia eran muy grande era un caserón con muchas habitaciones, no me extraña que la abuela tuviera resquemor en aquella casa.

Cuando estaba en la casa de la ciudad el comportamiento era muy recatado, solo en mi cuarto es cuando se soltaba un poco, y me contaba sus historias de los novios que había tenido de joven pero solo es aventurillas que había tenido y siempre preguntando por las novias que tenía, si ya había probado el sexo, pero cuando estaba en su casa se transformaba, desde su modo de vestir hasta su comportamiento más vital y abierto sobre todo conmigo las afectuoso, asi que me encantaba ir al pueblo.

Fueron pasando los años y la cosa fue cambiando para los dos, la seguía viendo como mi abuela, pero los instintos evolucionan ya tonteando con mis compañeras del cole y el miembro que de vez en cuando que se empinaba, en la habitación comenzaba a estar incómodo, pues las erecciones sobre todo las matinales eran mi incomodas, observaba como mi abuela suspiraba y metía sus manos por debajo de las sabanas con unos movimientos sospechosos y siempre hacia algún comentario relativo a la tienda de campaña, comencé a fijarme en sus atributos, tenía la costumbre de dormir con un camisón ligero, sin sujetador lo que hacía que las aureolas de sus tetas y sus pezones de color café se marcaran cosa que a mí me ponían a cien así que todos los días lo primero que hacía a ir al baño era una soberana paja en honor de mi abuela, hasta que un día que estábamos solos en la casa se me olvidó cerrar el pestillo del baño y cuando estaba en plena faena sentado entró mi abuela haciéndose la despistada pero con sus ojos directos a mi pija

- Perdona no sabía que estabas aquí, que cosa más rica ¿puedo ayudarte?, como me imaginaba tienes una polla bien hermosa y no creía que una vieja como yo te excitara tanto, me haces sentir muy bien y gustaría probarla

Sorprendido no sabía que hacer o decir asi que todo sonrojado

- Si abuela estas muy rica y eres muy hermosa, es toda tuya.

Así que me levante y le ofrecí mi polla, que sensación única, era la primera vez que me hacían una mamada, y el sentir la lengua de mi abuela y verla como se la tragaba toda hizo que enseguida me corriera, los chorros de mi leche fueron a parar por su cara por su camisón de los que se apreciaban sus pezones que habían crecido una barbaridad.

Estaba en otro mundo, todo era nuevo para mí sin saber cómo reaccionar, una vez pasado el momento, mi abuela se retiró después de un beso con lengua y darme las gracias por mi lechecita de dijo:

- Me emociona verte así, me haces sentir todavía mujer.

- Si abuela me gustas mucho y mira como me pones

Le dije mientras le mostraba el miembro otra vez enderezado.

- Creo que ya es hora de empezar a ejercer como hombre y tu abuela si quieres será tu maestra, mejor cuando estemos en mi casa, pero me ofrezco para aliviarte y de paso saboreo tu picha y me das tu lechita que ya ni me acordaba como sabía y está muy rica

Llegaron las vacaciones escolares y mis padres me enviaron con la abuela al pueblo, para que no estuviera sola y con una advertencia que cuidara bien de la abuela, quien más se alegró fue ella pues tenía muchas ganas de estar en su casa, en su ambiente y sabiendo que su nieto estaría con ella sin las ataduras ni la observancia de sus padres y sería ella quien iba a cuidar de mí.

Nada más ubicarnos preparamos nuestras habitaciones, una cerquita de la otra y salimos a comer, después de una comida frugal regresamos a la casa a descansar, estaba tendido en la cama solo con un pantalón de deporte cuando entró para saber si estaba cómodo.

- Si abuela aquí se está muy bien y más estando contigo.

Solo llevaba una bata encima y se le venía el canalillo de sus tetas y sus pezones bien marcados, se acercó y me dio un beso en la boca, entre el beso y el canalillo la erección comenzó a hacer efecto.

- Creo que esto habrá de remediarlo dijo señalando mi pija que se asomaba por el pantalón

Me quitó el pantalón y comenzó a pajearme suavemente, yo instintivamente me fui a por sus tetas

- Huy mi nieto quiere mis tetas y su abuela deseando que se las coma, son todas tuyas, despojándose de su bata

Era la primera vez que veía una mujer desnuda, la impresión fue tremenda delante de mí ya no era mi abuela, era la mujer más maravillosa, me quedé contemplándola por completo desde sus cabellos grises y blancos, sus tetas y sus pezones bien duros bajando a hasta su chocho peludito y como su cabello ya con canas que ocultaban en parte su raja carnosa.

Ante este espectáculo me lance a chupar esas tetas con verdaderas ansias. Todo era nuevo para mi

- Tranquilo bebe despacito y saboreándolas que siempre estarán para ti

Mientras me seguía pajeando y con tanta excitación solté un los chorros de leche como nunca que cayeron por todos los lados, sus manos su cuerpo, los restos de su manos y su cuerpo se los llevo a su boca.

- Perdona abuelo no he podido aguantar mas

- No te preocupes mi cielo que tenemos muchos días para que tu abuela te enseñe.

Mientras volvía a besarme y mi primera lección la ponía en práctica y nuestras lenguas se encontraron y mi polla se volvía a enderezar.

Mi abuela seguía bien caliente asi que siguiendo sus indicaciones se tumbó en la cama y me ofreció su panocha, se abrió de piernas y pude contemplar una raja bien carnosa, metí mi lengua y me iba guiando y dirigiendo hasta encontrar un botoncito bien duro al que ataqué, los gemidos de mi abuela iba creciendo lo que hacía que estuve más empalmado todavía.

- Sigue así, comete el chochico de tu abuela, lo estás haciendo muy bien uhmm que rico, cuando hacía que no lo comían así, me gusta y más que seas tú, vas aprendido rápido.

Eso me animaba y lamía por todos los lados, sus labios vaginales, su clítoris y aun me daba para estirar de sus pezones, de repente noto como sus muslos aprietan mi cabeza y sus gemidos se hacen más fuertes

- Me corro, me corro, no pares dale al botoncito, asi asi, divino, mi nieto me está devolviendo la vida.

La corrida fue espectacular mi boca se llenó de sus jugos que supieron bien ricos, nos abrazamos y volvimos a besarnos ya nuestras lenguas actuaron de forma sincronizadas, estuvimos un rato hasta que la abuela recuperó el resuello, viendo que mi polla seguía como un mástil

- Vaya como es la juventud, habrá que bajar si se puede ese rabo desafiante

Se la metió en la boca comenzó a chupar y lamer la polla y los huevos hasta que sacó todos mis jugos los cuales se los trago relamiéndose.

- Cariño un buen comienzo de las vacaciones, esto no ha hecho mas que empezar.

- Si abuela seré tu alumno, quiero que me enseñes todo.

- Vamos a descansar un rato y en la noche seguimos……


-Una abuela muy fogosa el cumpleaños-
El casa de la abuela Trini el verano transcurrió como había comenzado, teniendo en cuenta su edad, follamos con cierta frecuencia, creo que menos de lo que yo quería y posiblemente más de lo que su cuerpo aguantaba, ya había cumplido los 68, pero fue un aprendizaje maravilloso, era una mamadora extraordinaria, todos los días los despertares eran gloriosos se tomaba su ración de lechecita, creo que lo hacía para calmar todas las ganas que tenía de montarla a todas las horas, era ella la que controlaba el cuándo y en donde lo hacíamos, pero lo encuentros eran de lo más sabrosones, cada vez algo nuevo, sus cabalgadas eran un espectaculares, sus nalgas chocaban contra mis huevos mientras le comía sus pezones, su orificio anal se acoplaba a mi polla y le encantaba como le inundaba todo su culo, los gemidos inundaban la casa, casi lo mejor eran el relajo que sentíamos después de nuestras sesiones amatorias, podíamos estar un buen rato ente caricias, besos y muchos suspiros dejando que nuestros cuerpos rebajaran tanto ardor.

A finales de verano se acercaba las fecha de mi cumpleaños, ya iba a ser mayor de edad los ansiados 18 años y la abuela se esmeró para preparar una celebración un tanto especial, mantuvo en casi secreto lo que tenía ideado, tan solo me iba dando algunas pistas para mantenerme ocupado en pensar por donde iba a salir la cosa, sabiendo como es mi abuela debería ser algo magnífico no podía ser de otra forma pero solo podía dejar correr mi imaginación.

Llegó el día de mi cumpleaños, como siempre me despertó con su mamada mañera que terminó en un 69 un buen desayuno de jugos, después de ese desayuno tan exquisito tenía preparado el continental

- Pilla fuerzas cariño que tendrás un día un poco ajetreado y tienes que estar en forma, y se echó a reír.

Después de un rico almuerzo y una siesta reparadora, nos preparamos para la fiesta que había organizado para algunos conocidos del pueblo, entre ellas estaban algunas de sus amigas más o menos de edades parecidas a mi abuela, la celebramos en el jardín de la casa, eran mesas alargadas donde no faltaba ni comida y bebida en abundancia.

La abuela iba vestida para la ocasión, un vestido negro con brillantes bien ajustado que remarcaba sus tetas y su culo medio escote que aún le hacía más atractiva, pelo suelto y un suave maquillaje y los labios un rojo pasión en una palabra la reina de la fiesta, en cuanto la vi no pude menos que admirarla y ponerme cachondo

- Abuela estas divina mira como me has puesto

- Cariño tú te mereces todo feliz cumpleaños y sin cortarse me dio un piquito en la boca.

Pasado este primer momento fue presentándome a la gente que había venido haciéndome hincapié en que conociera a Mercedes que era una de sus mejores amigas, era una mujer de unos 60 años de 1.65 de estatura, pelirroja, una cara con pecas, buenos pechos y buen culo, me cautivó su voz, era suavecita y muy sensual, creo que sabía algo de la relación con mi abuela, por el tono y las pregunta que me hizo, y sospeche que entre ella y mi abuela había algo más que ser buenas amigas.

La fiesta continuó muy alegre y más cuando apareció una banda musical para amenizar la velada, enseguida mi abuela la verdadera anfitriona de la fiesta me sacó a bailar, mis conocimientos eran pocos por no decir nulos y mis primeros pasos de baile fueron penosos, pero me dejé llevar por mi abuela, solo con el roce de nuestros cuerpos ya noté como sus pezones se endurecían y ya comenzaba a ponerse dura mi cachiporra, cosa que notó enseguida y se separó para no montar un numerito.

- No te impacientes, todo a su tiempo me dijo entre unas sonrisas pícaras, ahora toca disfrutar de la fiesta, por cierto que Mercedes quiere conocerte asi que la sacas a bailar.

- Abuela ya sabes que soy muy torpe para el baile

- Pero ella no, tu solo tienes que seguirle y podrás comprobar lo bien que os acopláis, con un beso en la mejilla se fue a seguir la fiesta.

Transcurría la velada y el alcohol ya estaba haciendo efecto en algunos de los invitados cuando saque a Mercedes a bailar, le advertí lo mal que lo hacía, ella me sonrió y me dijo que no me preocupara que tan solo me dejara llevar, en principio sonaba música movida así que me defendía pero cambiaron a música lenta, enseguida Mercedes me sujetó con fuerza, note todas sus tetas como se aplastaban en mi pecho y como su cabeza se apoyaba en mi hombro, dejando su cuello provocador para que lo besara, cosa que hice suavemente y un suspiro salió mientras que me abrazaba más fuerte y nos fuimos moviendo hacia un lugar más apartado, mis manos fueron hacia sus nalgas y mi polla se fue acomodando lo mejor que pudo, el primer beso con lengua no tardó en llegar, y mis manos apretando sus nalgas y sus tetas, sus pezones comenzaron a despertar y entre suspiros noté como sus manos se deslizaban hacia mi pija cada vez más erecta, el tiempo se paró como si sólo estuviéramos los dos solo, me estaba abriendo el pantalón para hacerme una mamada cuando una voz nos paralizó.

- Muy bonito que buena pareja que hacéis y bien que lo estáis pasando, Mercedes que habíamos quedado que luego tendríamos nuestra fiesta particular.

- Perdona Trini pero no he podido resistir, un bomboncito asi no se tiene todos los días y quería comprobar lo bien que lo has enseñado, mientras las dos se reían.

- Yo abuela, todo nervioso no sabía que decirle tartamudeando

- No te preocupes mi niño que de esta puta me fio, estas en buenas manos, os dejo que tengo que despedir a los invitados y luego nos vemos que te tengo que dar el regalo de cumpleaños y tu zorra trátalo bien y no lo desgastes mucho, mientras que le daba un pico a Mercedes.

Eso me descolocó un poco pero enseguida sentí como una mano me sacaba la polla y comenzaba a chuparla, al principio era la lengua que recorría todo el tronco, después como se la tragaba hasta la campanilla.

- Dámela toda cabrón que hace mucho que no me como una así, dame tu lechecita.

Parecía muy hambrienta por el ansia con la que mamaba casi me hacía daño, la tuve que parar para que se tranquilizara un poco, creía que se iba a asfixiar mi pija en su boca y sus manos apretando mis nalgas para que entrara más profundamente.

- Me voy a correr, lo que aun aceleró más profundo

- Siiiiiiiii la quiero toda sin dejar ni una gota.

La corrida fue tan violenta que parte de la leche le salpicó en la cara y por el cuello y el vestido con lo que se apresuró a recogerla con sus manos y tragársela todita y como se relamía y se chupara los dedos, después de unos minutos aún seguía mamando para dejar bien limpia la polla.

La fiesta estaba ya terminado, Mercedes si ausentó pues el vestido todavía llevaba restos de semen, y yo con mi abuela fuimos despidiendo a los invitados, cuando estuvimos solos le pregunté por mi regalo

- Tranquilo vamos a descansar un poco y luego tendrás tu regalo y me dio un beso y se fue a su cuarto

Aproveche para ducharme y ponerme cómodo con una camiseta y un pantalón de deporte y ver un poco de televisión cuando mi abuela me llama

- Cariño puedes venir a por tu regalo.

Entré en su dormitorio y me encuentro a mi abuela Trini con un conjunto de lencería rojo semitransparente una tanguita que apenas de cubría su raja y prácticamente el culo al aire pues solo una tirita tapaba el ojete, con un maquillaje suave, los labios pintado y el pelo suelto, todo un espectáculo, el cipote se me puso tieso como si tuviera resorte, cuando ya estaba a punto de desnudarme vino la segunda sorpresa apareció Mercedes con un conjunto igualito que mi el de mi abuela pero en negro, ya no sabía dónde mirar ni quien me ponía más cachondo de las dos, las dos eran mis diosas.

- Te gusta mi regalo, hoy somos tus putas vamos a disfrutarnos corazón

Sin más me desnudaron y comenzaron a chuparme la verga las dos, mientras chupaban observe que entre ellas sus lenguas también se juntaban y se morreaban lo que me excitó todavía más, después de un rato nos tumbamos en la cama ya los tres desnudos y comencé a comerme las tetas a Mercedes, mientras con la mano pajeaba a mi abuela, fui bajando hasta su raja era diferente a la de Trini, pero igual de sedosa y menos cerrada hasta que encontré su clítoris que era pequeñito pero muy apetecible por los gritos que daba, mientras estaba en plena faena vi a mi abuela como le comía los pezones a Mercedes y sus lenguas se juntaban entre mordisqueo de pezones y tetas, después de una buena sesión degustando el coño de Mercedes, le tocó el turno a mi abuela que ya estaba muy excitada, primero le pase mi polla por sus tetas pues había bajado un poco la erección cuando ya estuvo dura y con un vagina bien mojada se la fui metiendo para sentir toda dentro, de repente noté como por detrás Mercedes me lamía el ojete, sentía su lengua haciendo círculos lo cual me excitó todavía más y fue mi abuela quien más lo notó pues gozó de tanta excitación y le inundé su coño de una soberana corrida y ella se arqueaba mientras sus fluidos salían casi disparados

- Rico rico, papito te está gustando tu regalo?

- Si abuela el mejor regalo que me han hecho nunca, sois divinas

Después de sacarla, Mercedes aprovechó para beber la lechecita y los mocos que habían quedado en el coño de mi abuela por lo que Trini no paraba de gemir y gritar.

Estaba claro que no era la primera vez de las dos estaban juntas, pues estaba tomando un respiro cuando ella una encima de la otra se comían todo, lo que se dice todo, bocas, tetas, coños, culos y las observaba y comenzaba a pajearme lentamente, cuando Mercedes me dice:

- No quiero que esa pija divina pase hambre, asi que fóllame toda

Se vino hacia mí y se montó encima de mi polla hasta que sus nalgas casi chafan mis huevos el ímpetu con que se la metió. La cabalgada seguía mientras le sujetaba los pezones y estrujaba sus tetas, mientras mi abuela le comía el ojete, el espectáculo era magnífico ver a dos mujeres maduras en pleno éxtasis, compitiendo para dar el máximo placer, con un movimiento sutil saca mi polla de su chocho y la comienza a introducir por su culo, al principio va entrando con cierta dificultad pero con las lamidas de mi abuela y lo mojada que estaba mi polla entra lentamente hasta que mis huevos vuelven a chocar con sus nalgas.

- Córrete en mi culo inunda mis entrañas con tu lechita, que yo también estoy a punto de venirme

Sigue la cabalgada hasta que los gemidos se convierten en gritos, se agarra las tetas y se estira de los pezones y sus movimientos se hacen casi violentos

- Siiiiii me corrooo, llena mi culo de una vez, grita casi agresiva y de su concha comienza a brotar el fluido casi parecido a la orina de lo abundante que era

- Joder cuanto tiempo hacia que no tenía un orgasmo asi, mientras se desploma encima de mí y comienza a morrearme.

Cuando salgo de ella aprovecha mi abuela para beberse todos los fluidos y lamer los restos de leche que salen de su culo.

Toca descansar de tantas emociones y sensaciones, veo a mi abuela que va para a cocina y vuelve con una botella de cava y tres copas, sentados en la cama brindamos por mi cumpleaños y porque se repitan más veces estos encuentros. Yo en medio de las dos hembras que suavemente acarician mi polla mientras les acaricio sus tetas y fundimos nuestras bocas,

-La abuela muy fogosa y doña Mercedes-
La noche de mi cumpleaños terminó como jamás hubiera imaginado, con dos hembras ya maduras comportándose como dos jovencitas en celo, chorreando fluidos por todos su agujeritos e intentando sacarme hasta la última gota de mi lechita, a los 18 años tienes esa energía, ellas lo sabían y querían aprovecharlas. La noche terminó parecido de cómo comenzó, después de reposar un rato y el refresco del cava las dos maduras tenían más ganas de marcha asi entre las dos comenzaron a chupar y mamar mi tronco que enseguida se puso erecto, ahora era yo el que de alguna forma dominaba la situación asi que las hice que se pusieran a cuatro patas, la visión era impresionante, dos culitos a mi disposición y dos rajitas canosas sedientas, os he de confesar que desde entonces los chochos canosos me excitan muchísimo, asi que después de lubricar los dos ojetes comencé a penetrar a Mercedes, despacito para sentir como entraba mientras que masturbaba a mi abuela, y la sinfonía de gemidos comenzaron a sonar por toda la habitación, después de un buen rato de metisaca, comenzó a gritar que se venía, aceleré mis embestidas hasta que se desplomó

- Asi, asi uhmm que rico me corroo

Cambié de culo, ahora era mi abuela quien recibía su ración de polla, mientras Mercedes no perdía el tiempo y le comía la tetas a mi abuela, no tardó mucho en llegar al orgasmo de mi abuela asi que apuré para rematar bien la faena, en cuanto se vino la saqué de su ano y a punto de correrme se la ofrecí para que las dos pudieran beberse mi lechita cosa que hicieron al momento, después de una buena limpieza de polla, nos fuimos para la ducha para relajarnos y terminar una noche tan sexual.

A la mañana siguiente al despertar me encontré solo en la cama, cuando llegué a la cocina, me encontré solo a mi abuela preparando un desayuno completo.

- Es para que mi hombre recobre fuerzas que ayer tuvo mucho trabajo, mientras me daba un beso en la boca.

Le pregunté por Mercedes que no la había visto y me dijo que ya se había ido para su casa, mientras desayunábamos me contó la historia de Mercedes, tenían amistad desde niñas y siempre estaban juntas hasta que se casaron, durante un tiempo dejaron de verse pues se fueron a vivir a ciudades distintas, casualmente las dos enviudaron casi al mismo tiempo y las dos tuvieron la misma idea, la de volver al pueblo y se volvieron a encontrar, al estar las dos solas comenzaron hacerse compañía y el roce hace el cariño y de vez en cuando se consolaban, hasta que aparecí yo y la pobre Mercedes quedo en un segundo plano, se sentía un poco culpable de dejar así a su amiga, por eso la había invitado a ser su cómplice en mi cumpleaños, porque sabía que hacía mucho tiempo que no tenía relaciones con nadie y ella la tenía casi olvidada desde que estaba en su casa.

- Abuela tengo una idea si quieres, mientras esté aquí de vez en cuando puedo ir a visitar a Mercedes para que no se sienta tan sola y si le puedo hacer algún favor tú ya sabes no me importaría y creo que a ella tampoco.

- Que cabrito que eres ya me quieres poner los cuernos ehhh, pero te entiendo perfectamente, a tu edad estas para tirarte a todo lo que se ponga por delante, por cierto que hoy aun no me has dado mi ración de lechita, se abrió la bata para dejar sus tetas al aire y comenzó a pajearme, la amamanté un rato mientras la polla se ponía dura y su lengua empezó a lamer el capullo, hasta que las chupadas y laminadas fueron a mas hasta que la llené de mis fluidos.

- Asi mi cielo toda tu lechita para tu putita.

Esa misma tarde me acerqué a la casa de Mercedes, fue toda una sorpresa para ella, como no esperaba ninguna visita, iba vestida de forma muy informal, una camiseta muy ancha y larga que le llegaba casi hasta las rodillas como única prenda, debajo no llevaba nada asi que se le marcaban sus pezones, pues aun dormidos eran grandes y la raja de su culo.

- Qué bueno tu por aquí, estaba arreglando el jardín y mira que pintas llevo que pensaras de mí,

- No te preocupes Mercedes y te diré que pienso que vistas como vistas siempre estas atractiva, venía a agradecerte lo feliz que me hiciste ayer fue una noche inolvidable.

- Las gracias te las tengo que dar yo a ti, hacía mucho tiempo que no me sentía tan mujer y no tenía una relación tan placentera y me besó en la boca, vamos dentro me cambio y tomamos un refresco.

- Por mi así estas muy bien.

Con una sonrisa picarona y un cachete en el culo entramos en el salón de la casa, preparó unas bebidas y se fue a duchar, salió con una toalla que justo le cubría parte de sus tetas y la rajita, y en mis pantalones comenzó a crecer la tienda de campaña

- Vaya, vaya creo que el pajarito se va despertando habrá que hacer algo para que despierte del todo.

Sin ningún tipo de pudor me bajo los pantalones, el cipote salió como si tuviera muelles y se lo metió en la boca y comenzó a mamarlo como una posesa.

- Que cosa más rica, como me gusta comerme una polla así.

Mientras me chupaba los huevos se despojó de la toalla y se metió el cipote entre sus tetas, entre lengüetazos apretaba sus tetas sentir más mi tronco y yo notar sus pezones duros como piedras, después de una cubana descomunal, ya estaba a punto de venirme, enseguida lo notó.

- Esta vez no comparto la lechita con nadie, toda para mí.

No tarde mucho en correrme, los primeros fluidos fueron a sus tetas pero ágilmente los siguientes se los tragó sin dejar una gota, su lengua de encargó de dejar la picha sin ningún rastro de semen.

Para reponer fuerzas, me invitó a quedarme a cenar, llamó a mi abuela para que no se preocupara y se fue a vestir fue preparar la cena ya en la cocina la sorprendí con la excusa de ayudarla para sujetarla besar su cuello y cuando volvió la cabeza alcanzar su boca y nuestras lenguas se juntaron en un besazo memorable.

- Tranquilo que ya tendremos tiempo toda la noche, ya le he dicho a tu abuela que te quedabas a dormir y ha dado su aprobación.

Fue una cena de lo más agradable ligera y regada con unos refrescos, acabada la cena, volvimos al salón, Mercedes me contó parte de sus vivencias, la relación que tenía con mi abuela y lo necesitada que estaba de sexo, había sido una mujer muy ardiente, tan fogosa o más que mi abuela y sus experiencias con hombres de su edad no habían sido todo lo buenas que ella habría querido, que la noche que pasamos los tres le había devuelto a sus años más jóvenes.

Después de unos traguitos, me llevó para su dormitorio, me fue desnudando poco a poco y me invitó a que lo hiciera yo también, en poco minutos estábamos los dos desnudos besándonos y pajeándonos mutuamente, nos acostamos y comencé a comerle los pezones eran grandes y los mordisqueaba suavemente a Mercedes le encantaba según me había dicho y a mí también asi que con más gusto lo hacía, después de una buena ración baje por su tripa hasta su raja con su vello púbico canoso y mi lengua lamiendo todos sus rincones buscando el botón más apreciado que aguardaba que me lo comiera una y otra vez, los gemidos iban aumentando, me sujetaba la cabeza con fuerza, casi si dejarme respirar, hasta que la convulsiones anunció que el primer orgasmo estaba a punto de llegar, los fluidos comenzaron a brotar de su chocho de los gemidos pasó a los gritos e insultos, estiraba mi pelo y me insultaba agitándose incontrolable hasta que se desplomó como desmayada.

La dejé descansar y dejar que se relajara, pues todo había sido muy intenso, me pidió que la perdonara por los insultos, pero le salían de dentro cuando estaba muy excitada y que a ella también le gustaba que la insultaran en pleno fulgor uterino.

El descanso duró poco, pues en el momento que de nuevo empecé a tirar de sus pezones fue como si de nuevo se encendiera todo su cuerpo, el miembro de nuevo en marcha y Mercedes con ganicas de más acción, sacó de su mesilla un tubo de lubricante y primero embadurnó mi polla y luego me pidió que le diera por todo su culo, metí un par de dedos llenos de lubricante y luego todo el contorno, y se puso a lo perrito.

- Me encanta que me la metan por el culo, hasta las entrañas que me den cachetes en las nalgas mientras va entrando y no te olvides de insultarme que yo también lo haré.

Al no ser muy alta me daba para sujetarle las tetas y sujetas sus pezones, al principio con suavidad le fui metiendo el miembro que con el lubricante entró con facilidad. Con mucha habilidad fue ella la que marcaba el ritmo

- Dale con más fuerzas cabron y dale fuerte a mis nalgas, que sienta a mi macho como me empotra.

A la vez que se la metía cada con más fuerza, le daba cachetes en sus nalgas con más intensidad y a Mercedes cada golpe era como una caricia y seguía insistiendo que siguiera, entre gritos e insultos vi como por sus muslos baja un líquido, no sabía si se estaba corriendo o se estaba orinando, cuando le pregunté me dijo que las dos cosas, era la mejor corrida que había tenido en mucho tiempo

- Dale fuerte no pares hasta que mi culo esté lleno de tu leche, que gusto tenerte dentro de mí, como te siento y me gusta mucho estar asi, ahora me explico porque tu abuela esta tan contenta contigo, has tenido una buena profesora y tú eres un alumno aplicado.

No duré mucho hasta que la llené con mi lechita y de la dejé dentro hasta que poco a poco fue disminuyendo la erección, cuando estaba fuera se encargó con su lengua dejarla bien limpita.

- Te voy adoptar como mi sobrino favorito, y ya sabes a la tía hay que cuidarla

- Que bien tener una tía como tú y que gusto atenderla como se merece y los dos extenuados caímos en un reparador sueño.




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jaku48

Virgen
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rikisimo relato y excitante felicitaciones
 
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