Mi madre es una mujer muy pervertida. Voy a contar algo que me pasó cuando tenía 18 años y todavía vivía en casa de mis padres. Mamá estaba saliendo de la ducha y pude ver que se estaba examinando a sí misma con la toalla alrededor de sus pechos. La toalla tenía la suficiente longitud como para cubrir la mitad superior de su culo y no pude evitar quedar mirándola. No podía creer que ese culo fuese el de mi madre. Mi polla se endureció en cuestión de segundos, dirigí mi mano a ella y empecé a acariciarmela.Justo en ese momento, mi madre se volvió y me vio. Mi corazón se congeló y yo, con la mayor indiferencia posible, hice como que estaba de paso por delante de la puerta del baño. Fui a mi habitación y cerré la puerta, me sentí como un idiota. Esperé unos cinco minutos para estar seguro de que ella se hubiera ido de la planta baja para empezar a masturbarme en memoria del dulce culo de mi madre. Acabé escupiendo una enorme carga en un pañuelo desechable cuando oí que llamaban a mi puerta.
- ¿Antonio? Cariño ¿Estás ahí?
- Uh, sí, sólo un segundo, mamá! - Chillé mientras trataba de ignorar el hecho de que estaba a punto de hablar con la persona que acababa de imaginar que estaba follándomela.
- Antonio, ¿alguna vez has tenido relaciones sexuales?" -preguntó ella de improviso, sin ninguna duda o vergüenza.
- Uh ..." Balbuceé. Esto se estaba convirtiendo en algo tan surrealista que pensé que podría estar alucinando, - "En realidad, sí, unas cuantas veces. ¿Por qué?"
- Sólo quería saber si estabas familiarizado con el cuerpo de una mujer. Quiero pedirte un favor.
- ¿Un favor? ¿Qué tiene eso que ver con que haya tenido relaciones sexuales? - le respondí, preguntándome si mamá tenía la misma cosa en su mente que yo.
- Si te pidiera que me hicieses el amor, ¿lo harías?" dijo.
- No se si estaría bien, te amo con todo mi corazón, pero ¿qué diría papá?
- El nunca lo sabría. Desde luego, no se lo diré y creo que tu tampoco lo harías.
- Por supuesto que no , Le contesté. - Entonces, ¿qué es lo que quieres que haga?" Le pregunté.
- A tu padre no le gusta hacer determinadas cosas y no quiero hacerlo con ningún extraño y me pregunté si querías probar algunas cosas que apuesto a que nunca has hecho, dijo con una leve sonrisa.
- Pídeme lo que quieras, - balbuceé.
- Mmmmm, tiene el tamaño perfecto. Susurró.
- Oooh sí, chupar una buena polla eso si que me gusta. Ahhh, sí.
- ¿No fue genial?" -preguntó con una sonrisa tímida. Asentí con la cabeza y me estremecí. Acabada de tener el mejor orgasmo de mi vida.
- A sido increíble. Me levanté de la cama e hice que mi madre se levantara también. Agarré a mi madre por la cintura, abrazándola.
- ¿Es que a papá no le gusta que se la chupes? No me lo creo.
- ¿Sabes para lo que es esto? - Asenti - Quiero tu polla en mi culo. Eso es lo que tu padre no quiere hacer por mí y me encanta tanto el anal tanto, por favor.
- Sólo si puedo follarme tu coño también." , Le contesté.
- Oooh, si! ¡¡¡chupa el coño de mamá, mi niño. Oh, follame el culo y el coño. Ooh dios, que bien lo haces!". Me estaba arañado la espalda y me producía dolor, pero no por eso me detuve.
- OOOOOOH" fue todo Mamá podía manejar mientras su arqueaba su espalda y las piernas casi aplastaron el cráneo. Me puse de pie y miré a mi madre,.Yo estaba orgulloso de mi trabajo. Mamá me miró con una mirada que yo nunca había visto en una mujer antes.
- Fóllame ahora mismo, dijo con los ojos en llamas. Yo estaba casi asustado. Mamá se dio la vuelta y se puso a cuatro patas delante de mí. Me moví por detrás y le dí una palmada en el culo. Mamá gimió y apoyó la cabeza en la cama. Agarré la mamá por las caderas y deslicé mi polla en el coño con un solo golpe.
- ¡Dios!, Oooh, Dios mío!" mamá gritaba mientras la penetraba como un animal.
- Hoy estoy bien servida y no me importa que se acueste nada más cenar.
- No te preocupes, mama, que ya estoy yo aquí para cubrir tus necesidades. Y nos besamos apasionadamente.