Cuando cumplí 17 años mi padre se fue de la casa. Así de pronto, simplemente le dijo a mi madre que ya no la quería, que ya estaba harto de vivir con nosotros y se marcho. A mi ni siquiera me dio la cara y tardo mas de tres meses en darme una explicación, la cual no acepte.
En un principio mi madre sintió que el mundo se le hundía, pero con el tiempo lo supero, es una mujer valiente que sabe salir adelante. Llego a un acuerdo con mi padre y el siguió pagando mis estudios, aparte de una mensualidad hasta que yo terminara una carrera. Para mi madre a la larga fue mejor, pues poco a poco recupero su alegría que en los últimos tiempos se había visto reprimida por mi padre. Siguió siendo la madre tierna y amorosa de siempre y al no estar mi padre, empecé a disfrutar de más libertades que antes. Al cumplir 18 años empecé a faltar a dormir los fines de semanas, pues siempre encontraba alguna amiga que me invitase a su departamento. Por lo general eran chicas de provincia que venían a estudiar a la universidad y vivían solas entre dos o tres amigas.
Cuando cumplí 20 años ya se había hecho una rutina que desde el viernes en la noche mi madre no contaba conmigo, hasta el lunes en la mañana, en que pasaba por casa a recoger mis cosas para irme a la universidad, donde estudiaba la carrera de ingeniería civil.
-Hijo, ten cuidado con tus relaciones no te vayan a atrapar antes de tiempo y aunque algún día quiero ser abuela, deberá de ser en el momento preciso.
-No te preocupes Má, ellas solo se quieren divertir como yo y no pasa de ahí. No quieren todavía amarrarse a alguien y así nos divertimos todos.
-….Ahhhh….que tiempos estos, en mi época si una mujer tenia relaciones sexuales se convertía en puta, ahora mientras mas expertas es mejor.
-Los tiempos cambian madre y hay que adaptarse a ellos.
Me fui a la escuela pensando en que mi madre se había quedado años luz en el pasado-Ah que mi mamá tan antigua, ella con sus rezos y caridades era feliz.
Sin ser un adonis era lo suficiente atractivo para mis amigas para pasar la noche con ellas, mi experiencia era la de todo joven de mi edad y aunque practicaba el sexo oral nunca había enculado a nadie, era mi asignatura pendiente.
La semana la pase estudiando con vectores y momentos aparte de resistencia de materiales hasta que llego el viernes. Ese día tenia una cita con una amiga bastante ardiente a la cual estaba decidido a pedirle el culo, ya la vez anterior le había metido medio dedo y no había dicho nada, así que ahora no se libraba de ser el primer anito que me iba a tirar. Como todos los viernes me bañe y arregle para irme a la disco, tomarme un par de copas y luego a pasarla bien. A las 22:00 horas estaba en la disco esperando a mi amiga, la cual se tardaba un poco. Una hora después llego Brenda, amiga en común, la cual me traía un mensaje.
-Perdóname Paco (me llamo Francisco) pero no pude venir antes, con la nueva que Graciela se tuvo que ir a su pueblo pues se puso mala su abuela y posiblemente no regrese hasta el lunes.
En verdad que me cayó mal la noticia pues ya teníamos planes para todo el fin de semana, pero a lo hecho pecho y no me quedo otra que aceptar la situación. Esto me cambiaba los planes pues ya tenía casi un año sin dormir los fines de semana en casa y aunque había chavas muy buenas y dispuestas (Empezando por Brenda) en la disco, no quise irme con otra, pues Graciela podía molestarse y negarme el culito que tanto anhelaba. Me tome un par de copas y como a las 24:00 horas me fui a la casa. Iba un poco frustrado pues se me escapaba un culito al que le traía muchas ganas, pero ni modo, otro día seria. Al llegar a mi casa entre como si nada y como traía un poco de hambre me fui a la cocina ante-comedor a comer algo. Me prepare una torta de jamón y me senté a comérmela cuando de pronto me lleve la sorpresa de mi vida.
Mi madre entro a servirse un refresco pero ¡En que fachas!
Traía puesto un ligero negro y un corsé también negro de la misma tela que las medias, una especie de seda transparente que dejaba ver sus tetas y sus nalgas. No traía calzones y llevaba el pelo suelto cayéndole por los hombros. Como el ante-comedor estaba separado por una barra de la cocina no me vio, pero yo si la vi, ¡Y vaya que si la vi! Al agacharse a coger el refresco alcance a ver los pelitos de su raja, que tenia el culo firme y blanco como la nieve, las tetas grandes con pezones pequeños, y que si estaba pasadita unos kilitos de mas en realidad la hacían verse mas antojable, en pocas palabras mi madre ¡estaba buenísima!. Por un momento pensé continuar echándome el "Taco de ojo" con mi madre, pero me gano la vergüenza de que ella se diera cuenta lo que estaba haciendo, así que decidí ponerla sobre aviso.
-¡Cajumm, cajummm!
Al primer tosido mi madre se volteo a donde estaba y solo exclamo.
-¡Paco! ¡¿Qué haces aquí?!
-Aquí vivo madre.
-Si….pero tu deberías estar en la disco.
-Bueno…se me cayó el plan y me regrese a la casa.
-Pero tu nunca regresas los viernes en la noche-ella continuaba hablando sin caer en cuenta que estaba desnuda ante mi.
-Bueno, algún día tenia que regresar, si quieres me voy para no estorbar.
En ese momento le cayo el veinte de cómo estaba desvestida y de que yo creía que ella tenia un amante en la casa, de pronto salio corriendo a su recamara a ponerse algo mientras me decía.
-No, espera, no te vayas aun.
Un instante después salio con una bata, también transparente que aunque permitía ver lo que había debajo, lo disimulaba un poco.
-Creo que tenemos que hablar mijito.
-No madre, no tienes que decirme nada, yo comprendo que tú tienes necesidades que satisfacer y no soy nadie para juzgarte.
Ella me tomo de la mano y me arrastro a su recamara diciéndome.
-Mira bien en todos lados, aquí no hay ningún hombre y nunca lo ha habido, también puedo decirte que jamás lo habrá.
-Mamá por favor, si lo hay o no lo hay eso solo a ti te compete, es más, me extraña que no lo haya, eres una mujer muy hermosa y cualquiera se sentiría orgulloso siendo tu pareja.
-Te agradezco el halago, pero quiero dejar bien claro que no tengo ningún amante, desde que se fue tu padre no he estado con otro hombre, y no es por serle fiel, pues bien sabes que no se lo merece, sino porque me propuse que cuando tuviera otra pareja seria alguien muy especial.
-O.K. madre, ahora me voy a mi cuarto a dormir.
-Espera Paco, quiero explicarte porque me encontraste vestida así.
Estuve a punto de decirle que no quería oír sus explicaciones, pero algo me detuvo a escucharla, aunque no deje de balbucear.
-Bueno madre…..no es….necesario….que
-Mira hijo, el que yo no tenga pareja no significa que no tenga deseos y a falta de pan tortillas, o sea que cuando tu te vas los viernes en la noche yo me pongo esta ropa de lencería que me gusta mucho, me meto a mi recamara, pongo una buena película porno y me masturbo: si hijito, me masturbo como todo mundo, hasta tener un orgasmo. Normalmente como tu no vuelves hasta el lunes, me quedo con esta ropa hasta el domingo en la noche, así que sábado y domingo me pego un par de masturbadas mas. Hoy como comprenderás no te esperaba y así sucedió lo que paso.
De pronto me acerque a ella y con palabras cariñosas le dije.
-Mamita, tu lo que necesitas es un hombre que te haga feliz tanto sexual como anímicamente, alguien que te quiera y te respete, eres muy hermosa y por lo que acabo de ver enloquecerías a cualquier hombre.
-¿Te gustó verme así?
-No solo me gustó, me excitó en demasía, pues aunque seas mi madre no dejas de ser mujer y yo un hombre.
-¿No te molestó que estuviera vestida así?
-Al contrario madre, lo que vi me gustó tanto que creo que si lo disfrutas deberías de hacerlo mas seguido entre semana, así disfrutamos los dos.
Pensé que había ido demasiado lejos por la cara tan seria que puso mi madre, así que me prepare para recibir una respuesta de enojo, pero para mi sorpresa mi madre me dijo.
-¿Qué piensas del incesto?
¡Glupp! Trague saliva y sopese mis palabras para decirle.
-Yo creo que nadie tiene la verdad de nada, hay familias que se desmoronan por una relación incestuosa, pero hay otras que se fortalecen. Creo que mientras exista el amor no hay problema, debe ser maravilloso que el ser que te dio la vida también te de su cuerpo o que a la que le provocaste tan grandes dolores en el cuerpo al parir, después le puedas dar grandes placeres en su mismo cuerpo.
-¿Me harías el amor?
-Si madre….si te lo haría….con toda mi alma…..con todo mi cuerpo….con todo mi amor.
Nos quedamos viendo el uno al otro y el silencio se hizo a nuestro derredor, nuestros cuerpos vibraban uno junto al otro como esperando que pasara algo, como llamándose uno al otro. Por un momento la situación pareció ponerse ridícula pero en ese instante mi madre hizo un movimiento que provoco que su bata se abriera y alcanzara a ver lo blanco de sus senos junto al rojo de sus pezones; puse mis manos sobre sus hombros y ella las suyas en mi cintura, nos acercamos lentamente y nuestros cuerpos se unieron. Su piel era tersa, suave y calida: no pude evitar llevar mis labios a su boca y la bese, la bese suavemente y ella no rechazo la caricia, al contrario; respondió a ella con vehemencia y su lengua se mezclo con la mía. Era un beso de desesperación, de ansia reprimida y deseo incontrolado. Deslice su bata hasta sus pies y me regodeé con lo que veía. Un cuerpo en plenitud que muchas jovencitas envidiarían. Lo negro de su lencería hacia resaltar la blancura de su cuerpo, por el espejo vi sus hermosas nalgas y me dije que algún día entraría por en medio de ellas. La senté en la cama y me desvestí delante de ella quedando totalmente desnudo, ella no pudo evitar un gesto de sorpresa al verme la verga.
-Ayyy hijo, hacia tanto que no te veía así.
-Pues ahora me veras cada vez que quieras mamita.
-¿Puedo tocarla?
-Te lo ruego mami, lo estoy deseando
Ella llevo su mano a mi pene y empezó a sobarlo lentamente sin dejar de verlo, de pronto se decidió y se lo metió en la boca dándome una deliciosa mamada. Repaso lo largo del pene con su lengua y con su mano me masajeaba los huevos.
-¡Ufff! Mamita, esto es delicioso, nadie me ha hecho gozar tanto….que rico me la mamas mamita.
Ella continuaba con la verga en la boca dándome placer y yo no pude evitar que escapara algo de mis líquidos seminales que a ella le gustó saborear.
-Que rica verga tienes mijito, tu padre no te llegaba ni a los talones, de ahora en adelante, antes de irte los fines de semana tendrás que darme lo que necesito.
-Ayyy mamita, se me hace que de ahora en adelante ya no me voy a ir los fines de semana.
Saque mi verga de su boca y la puse de pie. La acaricie en las piernas, el torso y las tetas sintiendo su calida y sedosa piel, ella temblaba de excitación y alcance a oír de sus labios como quedamente me decía.
……Métemela mi vida….lo deseo mucho…….quiero sentirte dentro.
Solo de oírla estuve a punto de venirme, el momento era tremendamente lascivo; me iba a coger a mi madre, le iba a meter la verga a la mujer que toda la vida me había cuidado con esmero y cariño. En ese momento decidí que iba a darle lo mejor de mí, que la iba a volver loca de pasión y la haría la mujer más feliz del mundo. La acosté sobre la cama y le abrí las piernas. Baje mi cabeza a su raja y le pegue la mejor mamada que en mi vida había dado. Ella reacciono de inmediato.
-¡Uggg! Mi vida….me vengo….que rica lengua tienes……tu padre nunca me hizo esto….era un pendejo idiota…. ¡Me estoy viniendo mi vida!
El rápido orgasmo la dejo toda húmeda y lista para recibir mi verga, me acomode entre sus piernas y mirándola a los ojos le comencé a meter la verga centímetro a centímetro. Fue maravilloso ver la expresión de su cara cambiar conforme entraba mi pene en su vagina, inicio con un gesto de miedo y termino con la mirada perdida en el infinito. Instintivamente cruzo sus piernas sobre mis riñones para recibirme lo mas profundo posible y comenzamos el mete y saca eterno.
-¡Ayyy mi vida…como la gozo….esto es divino…..que feliz soy…….me voy a venir!
-¡Mamita linda….que rica estas….nunca me había tirado alguien tan sabrosa…que rico aprieta tu vagina…..me vas a sacar la leche!
-¡Si mi amor….dámela toda…..vuelve a entrar en mi….mi bebito!
No pudimos contener nuestra pasión y estallamos en un torrente de semen, jugos y sudor que nos llevo al borde del éxtasis. Quedamos agotados y satisfechos, en un solo acto sexual mi madre me había dado lo que muchas amigas me daban en una noche. Nos quedamos callados por unos minutos disfrutando el estar uno junto al otro.
-Espero que halla sido mejor que tu plan de esta noche.
-Mamita, este momento vale por un año de planes como el que tenía hoy.
-¿No tenias nada especial?
-Lo de todos los fines de semana…aunque….bueno….no importa.
-¿Qué es lo que no importa, acaso era alguien especial?
-No mamá, nadie en especial. Lo que pasa es que hoy íbamos a hacer algo que nunca he hecho, eso era lo diferente.
-¿Y se puede saber que era eso?
-Por primera vez le iba a dar por el culo a una mujer.
Nos quedamos callados por unos instantes (esperando en mi interior que hubiera mordido el anzuelo) hasta que ella dijo.
-Pues mira como son las cosas, tu nunca has enculado a nadie y a mi nunca me han enculado, así que podemos iniciarnos juntos en la practica anal.
Todavía hice como que no era esa mi intención diciéndole.
-Pero mamita, no se si tu lo desees, no quiero que te sientas obligada a nada.
-Si tu lo deseas, lo deseo yo mi amor.
De pronto se voltea y se pone con el culo al aire y ahí estaba. El culo más hermoso que pudiera imaginarme para iniciarme en el sexo anal, y aparte era el culo de mi madre.
El culito de Gabriela me gustaba, pero le faltaban esos kilitos de mas que en una mujer hacen que el culo adquiera una redondez y tersura, que lo hacen mas antojable. El culo de mi madre era grande pero no deforme, paradito con los globos blancos y tersos, y en medio de ellos, ese orificio entre negro y rosado que es la entrada al recto de todas nuestras pasiones, ese recto que aprieta el pene con suavidad y lo hace disfrutar lo que nunca imagino. Había ganado con el cambio.
Me coloque detrás de mi madre y le aplique saliva al ano, le metí una falange de mi dedo medio y después apoye la punta de mi verga en la entrada. Empuje poco a poco hasta que sentí como cedía el esfínter. Logre introducir unos 10 centímetros y me quede quieto, esperando que ella se acostumbrara. Mi madre no se quejaba, solo apretaba los puños agarrando las sabanas y castañeaba los dientes, pero al detenerme un rato para que se acostumbrara empezó ella misma a meterse lo que le faltaba, echando el cuerpo para atrás, hasta quedar totalmente ensartada.
-¿Lo disfrutas mi amor……es lo que esperabas……te gusta este primer culo que te comes mi vida?
-Es divino mamita….nunca pensé disfrutar tanto…..te amo mami.
-Yo también te amo bebe……siempre tendrás mi culo…..serás su único dueño…….soy feliz mi vida.
-Ayy mamita, estoy en la gloria, que delicia.
Estuvimos moviéndonos un buen rato y otros nos quedamos quietos, yo quería hacer durar el momento lo mas que se pudiera, pues era mi primera vez, pero nuestra pasión era tanta que no pude mas, estalle en las entrañas de mi madre llenando su recto con mi semen y así nos quedamos por un buen tiempo, los dos comunicados por mi verga y su culo.
En un principio mi madre sintió que el mundo se le hundía, pero con el tiempo lo supero, es una mujer valiente que sabe salir adelante. Llego a un acuerdo con mi padre y el siguió pagando mis estudios, aparte de una mensualidad hasta que yo terminara una carrera. Para mi madre a la larga fue mejor, pues poco a poco recupero su alegría que en los últimos tiempos se había visto reprimida por mi padre. Siguió siendo la madre tierna y amorosa de siempre y al no estar mi padre, empecé a disfrutar de más libertades que antes. Al cumplir 18 años empecé a faltar a dormir los fines de semanas, pues siempre encontraba alguna amiga que me invitase a su departamento. Por lo general eran chicas de provincia que venían a estudiar a la universidad y vivían solas entre dos o tres amigas.
Cuando cumplí 20 años ya se había hecho una rutina que desde el viernes en la noche mi madre no contaba conmigo, hasta el lunes en la mañana, en que pasaba por casa a recoger mis cosas para irme a la universidad, donde estudiaba la carrera de ingeniería civil.
-Hijo, ten cuidado con tus relaciones no te vayan a atrapar antes de tiempo y aunque algún día quiero ser abuela, deberá de ser en el momento preciso.
-No te preocupes Má, ellas solo se quieren divertir como yo y no pasa de ahí. No quieren todavía amarrarse a alguien y así nos divertimos todos.
-….Ahhhh….que tiempos estos, en mi época si una mujer tenia relaciones sexuales se convertía en puta, ahora mientras mas expertas es mejor.
-Los tiempos cambian madre y hay que adaptarse a ellos.
Me fui a la escuela pensando en que mi madre se había quedado años luz en el pasado-Ah que mi mamá tan antigua, ella con sus rezos y caridades era feliz.
Sin ser un adonis era lo suficiente atractivo para mis amigas para pasar la noche con ellas, mi experiencia era la de todo joven de mi edad y aunque practicaba el sexo oral nunca había enculado a nadie, era mi asignatura pendiente.
La semana la pase estudiando con vectores y momentos aparte de resistencia de materiales hasta que llego el viernes. Ese día tenia una cita con una amiga bastante ardiente a la cual estaba decidido a pedirle el culo, ya la vez anterior le había metido medio dedo y no había dicho nada, así que ahora no se libraba de ser el primer anito que me iba a tirar. Como todos los viernes me bañe y arregle para irme a la disco, tomarme un par de copas y luego a pasarla bien. A las 22:00 horas estaba en la disco esperando a mi amiga, la cual se tardaba un poco. Una hora después llego Brenda, amiga en común, la cual me traía un mensaje.
-Perdóname Paco (me llamo Francisco) pero no pude venir antes, con la nueva que Graciela se tuvo que ir a su pueblo pues se puso mala su abuela y posiblemente no regrese hasta el lunes.
En verdad que me cayó mal la noticia pues ya teníamos planes para todo el fin de semana, pero a lo hecho pecho y no me quedo otra que aceptar la situación. Esto me cambiaba los planes pues ya tenía casi un año sin dormir los fines de semana en casa y aunque había chavas muy buenas y dispuestas (Empezando por Brenda) en la disco, no quise irme con otra, pues Graciela podía molestarse y negarme el culito que tanto anhelaba. Me tome un par de copas y como a las 24:00 horas me fui a la casa. Iba un poco frustrado pues se me escapaba un culito al que le traía muchas ganas, pero ni modo, otro día seria. Al llegar a mi casa entre como si nada y como traía un poco de hambre me fui a la cocina ante-comedor a comer algo. Me prepare una torta de jamón y me senté a comérmela cuando de pronto me lleve la sorpresa de mi vida.
Mi madre entro a servirse un refresco pero ¡En que fachas!
Traía puesto un ligero negro y un corsé también negro de la misma tela que las medias, una especie de seda transparente que dejaba ver sus tetas y sus nalgas. No traía calzones y llevaba el pelo suelto cayéndole por los hombros. Como el ante-comedor estaba separado por una barra de la cocina no me vio, pero yo si la vi, ¡Y vaya que si la vi! Al agacharse a coger el refresco alcance a ver los pelitos de su raja, que tenia el culo firme y blanco como la nieve, las tetas grandes con pezones pequeños, y que si estaba pasadita unos kilitos de mas en realidad la hacían verse mas antojable, en pocas palabras mi madre ¡estaba buenísima!. Por un momento pensé continuar echándome el "Taco de ojo" con mi madre, pero me gano la vergüenza de que ella se diera cuenta lo que estaba haciendo, así que decidí ponerla sobre aviso.
-¡Cajumm, cajummm!
Al primer tosido mi madre se volteo a donde estaba y solo exclamo.
-¡Paco! ¡¿Qué haces aquí?!
-Aquí vivo madre.
-Si….pero tu deberías estar en la disco.
-Bueno…se me cayó el plan y me regrese a la casa.
-Pero tu nunca regresas los viernes en la noche-ella continuaba hablando sin caer en cuenta que estaba desnuda ante mi.
-Bueno, algún día tenia que regresar, si quieres me voy para no estorbar.
En ese momento le cayo el veinte de cómo estaba desvestida y de que yo creía que ella tenia un amante en la casa, de pronto salio corriendo a su recamara a ponerse algo mientras me decía.
-No, espera, no te vayas aun.
Un instante después salio con una bata, también transparente que aunque permitía ver lo que había debajo, lo disimulaba un poco.
-Creo que tenemos que hablar mijito.
-No madre, no tienes que decirme nada, yo comprendo que tú tienes necesidades que satisfacer y no soy nadie para juzgarte.
Ella me tomo de la mano y me arrastro a su recamara diciéndome.
-Mira bien en todos lados, aquí no hay ningún hombre y nunca lo ha habido, también puedo decirte que jamás lo habrá.
-Mamá por favor, si lo hay o no lo hay eso solo a ti te compete, es más, me extraña que no lo haya, eres una mujer muy hermosa y cualquiera se sentiría orgulloso siendo tu pareja.
-Te agradezco el halago, pero quiero dejar bien claro que no tengo ningún amante, desde que se fue tu padre no he estado con otro hombre, y no es por serle fiel, pues bien sabes que no se lo merece, sino porque me propuse que cuando tuviera otra pareja seria alguien muy especial.
-O.K. madre, ahora me voy a mi cuarto a dormir.
-Espera Paco, quiero explicarte porque me encontraste vestida así.
Estuve a punto de decirle que no quería oír sus explicaciones, pero algo me detuvo a escucharla, aunque no deje de balbucear.
-Bueno madre…..no es….necesario….que
-Mira hijo, el que yo no tenga pareja no significa que no tenga deseos y a falta de pan tortillas, o sea que cuando tu te vas los viernes en la noche yo me pongo esta ropa de lencería que me gusta mucho, me meto a mi recamara, pongo una buena película porno y me masturbo: si hijito, me masturbo como todo mundo, hasta tener un orgasmo. Normalmente como tu no vuelves hasta el lunes, me quedo con esta ropa hasta el domingo en la noche, así que sábado y domingo me pego un par de masturbadas mas. Hoy como comprenderás no te esperaba y así sucedió lo que paso.
De pronto me acerque a ella y con palabras cariñosas le dije.
-Mamita, tu lo que necesitas es un hombre que te haga feliz tanto sexual como anímicamente, alguien que te quiera y te respete, eres muy hermosa y por lo que acabo de ver enloquecerías a cualquier hombre.
-¿Te gustó verme así?
-No solo me gustó, me excitó en demasía, pues aunque seas mi madre no dejas de ser mujer y yo un hombre.
-¿No te molestó que estuviera vestida así?
-Al contrario madre, lo que vi me gustó tanto que creo que si lo disfrutas deberías de hacerlo mas seguido entre semana, así disfrutamos los dos.
Pensé que había ido demasiado lejos por la cara tan seria que puso mi madre, así que me prepare para recibir una respuesta de enojo, pero para mi sorpresa mi madre me dijo.
-¿Qué piensas del incesto?
¡Glupp! Trague saliva y sopese mis palabras para decirle.
-Yo creo que nadie tiene la verdad de nada, hay familias que se desmoronan por una relación incestuosa, pero hay otras que se fortalecen. Creo que mientras exista el amor no hay problema, debe ser maravilloso que el ser que te dio la vida también te de su cuerpo o que a la que le provocaste tan grandes dolores en el cuerpo al parir, después le puedas dar grandes placeres en su mismo cuerpo.
-¿Me harías el amor?
-Si madre….si te lo haría….con toda mi alma…..con todo mi cuerpo….con todo mi amor.
Nos quedamos viendo el uno al otro y el silencio se hizo a nuestro derredor, nuestros cuerpos vibraban uno junto al otro como esperando que pasara algo, como llamándose uno al otro. Por un momento la situación pareció ponerse ridícula pero en ese instante mi madre hizo un movimiento que provoco que su bata se abriera y alcanzara a ver lo blanco de sus senos junto al rojo de sus pezones; puse mis manos sobre sus hombros y ella las suyas en mi cintura, nos acercamos lentamente y nuestros cuerpos se unieron. Su piel era tersa, suave y calida: no pude evitar llevar mis labios a su boca y la bese, la bese suavemente y ella no rechazo la caricia, al contrario; respondió a ella con vehemencia y su lengua se mezclo con la mía. Era un beso de desesperación, de ansia reprimida y deseo incontrolado. Deslice su bata hasta sus pies y me regodeé con lo que veía. Un cuerpo en plenitud que muchas jovencitas envidiarían. Lo negro de su lencería hacia resaltar la blancura de su cuerpo, por el espejo vi sus hermosas nalgas y me dije que algún día entraría por en medio de ellas. La senté en la cama y me desvestí delante de ella quedando totalmente desnudo, ella no pudo evitar un gesto de sorpresa al verme la verga.
-Ayyy hijo, hacia tanto que no te veía así.
-Pues ahora me veras cada vez que quieras mamita.
-¿Puedo tocarla?
-Te lo ruego mami, lo estoy deseando
Ella llevo su mano a mi pene y empezó a sobarlo lentamente sin dejar de verlo, de pronto se decidió y se lo metió en la boca dándome una deliciosa mamada. Repaso lo largo del pene con su lengua y con su mano me masajeaba los huevos.
-¡Ufff! Mamita, esto es delicioso, nadie me ha hecho gozar tanto….que rico me la mamas mamita.
Ella continuaba con la verga en la boca dándome placer y yo no pude evitar que escapara algo de mis líquidos seminales que a ella le gustó saborear.
-Que rica verga tienes mijito, tu padre no te llegaba ni a los talones, de ahora en adelante, antes de irte los fines de semana tendrás que darme lo que necesito.
-Ayyy mamita, se me hace que de ahora en adelante ya no me voy a ir los fines de semana.
Saque mi verga de su boca y la puse de pie. La acaricie en las piernas, el torso y las tetas sintiendo su calida y sedosa piel, ella temblaba de excitación y alcance a oír de sus labios como quedamente me decía.
……Métemela mi vida….lo deseo mucho…….quiero sentirte dentro.
Solo de oírla estuve a punto de venirme, el momento era tremendamente lascivo; me iba a coger a mi madre, le iba a meter la verga a la mujer que toda la vida me había cuidado con esmero y cariño. En ese momento decidí que iba a darle lo mejor de mí, que la iba a volver loca de pasión y la haría la mujer más feliz del mundo. La acosté sobre la cama y le abrí las piernas. Baje mi cabeza a su raja y le pegue la mejor mamada que en mi vida había dado. Ella reacciono de inmediato.
-¡Uggg! Mi vida….me vengo….que rica lengua tienes……tu padre nunca me hizo esto….era un pendejo idiota…. ¡Me estoy viniendo mi vida!
El rápido orgasmo la dejo toda húmeda y lista para recibir mi verga, me acomode entre sus piernas y mirándola a los ojos le comencé a meter la verga centímetro a centímetro. Fue maravilloso ver la expresión de su cara cambiar conforme entraba mi pene en su vagina, inicio con un gesto de miedo y termino con la mirada perdida en el infinito. Instintivamente cruzo sus piernas sobre mis riñones para recibirme lo mas profundo posible y comenzamos el mete y saca eterno.
-¡Ayyy mi vida…como la gozo….esto es divino…..que feliz soy…….me voy a venir!
-¡Mamita linda….que rica estas….nunca me había tirado alguien tan sabrosa…que rico aprieta tu vagina…..me vas a sacar la leche!
-¡Si mi amor….dámela toda…..vuelve a entrar en mi….mi bebito!
No pudimos contener nuestra pasión y estallamos en un torrente de semen, jugos y sudor que nos llevo al borde del éxtasis. Quedamos agotados y satisfechos, en un solo acto sexual mi madre me había dado lo que muchas amigas me daban en una noche. Nos quedamos callados por unos minutos disfrutando el estar uno junto al otro.
-Espero que halla sido mejor que tu plan de esta noche.
-Mamita, este momento vale por un año de planes como el que tenía hoy.
-¿No tenias nada especial?
-Lo de todos los fines de semana…aunque….bueno….no importa.
-¿Qué es lo que no importa, acaso era alguien especial?
-No mamá, nadie en especial. Lo que pasa es que hoy íbamos a hacer algo que nunca he hecho, eso era lo diferente.
-¿Y se puede saber que era eso?
-Por primera vez le iba a dar por el culo a una mujer.
Nos quedamos callados por unos instantes (esperando en mi interior que hubiera mordido el anzuelo) hasta que ella dijo.
-Pues mira como son las cosas, tu nunca has enculado a nadie y a mi nunca me han enculado, así que podemos iniciarnos juntos en la practica anal.
Todavía hice como que no era esa mi intención diciéndole.
-Pero mamita, no se si tu lo desees, no quiero que te sientas obligada a nada.
-Si tu lo deseas, lo deseo yo mi amor.
De pronto se voltea y se pone con el culo al aire y ahí estaba. El culo más hermoso que pudiera imaginarme para iniciarme en el sexo anal, y aparte era el culo de mi madre.
El culito de Gabriela me gustaba, pero le faltaban esos kilitos de mas que en una mujer hacen que el culo adquiera una redondez y tersura, que lo hacen mas antojable. El culo de mi madre era grande pero no deforme, paradito con los globos blancos y tersos, y en medio de ellos, ese orificio entre negro y rosado que es la entrada al recto de todas nuestras pasiones, ese recto que aprieta el pene con suavidad y lo hace disfrutar lo que nunca imagino. Había ganado con el cambio.
Me coloque detrás de mi madre y le aplique saliva al ano, le metí una falange de mi dedo medio y después apoye la punta de mi verga en la entrada. Empuje poco a poco hasta que sentí como cedía el esfínter. Logre introducir unos 10 centímetros y me quede quieto, esperando que ella se acostumbrara. Mi madre no se quejaba, solo apretaba los puños agarrando las sabanas y castañeaba los dientes, pero al detenerme un rato para que se acostumbrara empezó ella misma a meterse lo que le faltaba, echando el cuerpo para atrás, hasta quedar totalmente ensartada.
-¿Lo disfrutas mi amor……es lo que esperabas……te gusta este primer culo que te comes mi vida?
-Es divino mamita….nunca pensé disfrutar tanto…..te amo mami.
-Yo también te amo bebe……siempre tendrás mi culo…..serás su único dueño…….soy feliz mi vida.
-Ayy mamita, estoy en la gloria, que delicia.
Estuvimos moviéndonos un buen rato y otros nos quedamos quietos, yo quería hacer durar el momento lo mas que se pudiera, pues era mi primera vez, pero nuestra pasión era tanta que no pude mas, estalle en las entrañas de mi madre llenando su recto con mi semen y así nos quedamos por un buen tiempo, los dos comunicados por mi verga y su culo.