Trabajo y Placer (Orgias) – Capítulos 01 al 02

heranlu

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Trabajo y Placer (Orgias) – Capítulo 01

Ese día me llamó mi jefa Laura y me comunico que teníamos una empresa interesada en hacer una campaña publicitaria importante en Latinoamérica, el trato estaba casi cerrado así que debíamos viajar a México para entrevistarnos con el Gerente y presentarle la campaña y cerrar el contrato definitivo. La reunión estaba prevista para el viernes, así que Laura decidió que podíamos aprovechar de paso también para descansar un par de días, así que el jueves por la mañana llegamos a México, teníamos el día como para ultimar los detalles del trabajo y después de la reunión nos íbamos a quedar a pasar el fin de semana y regresar el Lunes.

Ya instaladas en el hotel, ambas compartíamos la habitación, lo primero fue darse una ducha para luego ponernos a trabajar y por supuesto lo hicimos juntas ya que con Laura habíamos compartido muchas cosas ( sino lo leyeron, lean mis relatos Mi Nueva Jefa 1 y 2 y sabrán a que me refiero), nos desnudamos una a la otra y nos metimos a la tina, nos acariciábamos y nos bañábamos, nuestras bocas se unían en un beso apasionado, nos pusimos bajo la ducha y nuestros cuerpos ardientes eran cubiertos por el agua, el jabón corría en nuestras manos, recorriendo el cuerpo de la otra, nuestros dedos invadían nuestros agujeros calientes y húmedos.

Nos enjuagamos y salimos de la ducha ambas mojadas, desnudas y muy calientes, nos tiramos en la cama y empezamos un 69 intenso, ardiente, las lenguas invadían profundo el sexo mojado de cada una, brindándonos mutuo placer, con las lenguas hundidas en nuestros sexos y los dedos que recorrían y penetraban nuestros culitos, todo era besos, caricias y placer, así nos llevó a un orgasmo simultaneo, intenso, estremecedor, nuestras conchas explotaron en ríos de jugos de placer, que llenaban nuestras bocas, que bebíamos con deleite, nos entregamos por completo y seguimos unidas hasta que nuestros cuerpos dejaron de convulsionarse por el orgasmo. Así unidas y abrazadas, nos dormimos ambas, no fue mucho tiempo y nos levantamos y comenzamos el trabajo, pero ahora muy complacidas y satisfechas.

Para la noche estaba todo terminado ya que la reunión era al otro día temprano, así que cenamos algo ligero y luego nos fuimos a dormir, lo hicimos juntas, pero sin sexo esta vez, era algo importante lo del día siguiente y debíamos estar muy bien, ya habría tiempo para mas después. A la mañana siguiente nos levantamos temprano y empezamos a vestirnos, las dos elegimos algo muy elegante y sexy, queríamos vernos muy bien, dar una buena impresión, Laura se puso ropa interior blanca de sostén y tanguita, con una blusa ajustada que marcaba sus pechos medianos pero firmes, con un pantalón ajustado que realzaba muy bien su cola grande y redonda e incluso dejaba notar su tanguita que moría entre sus nalgas, con una chaqueta por encima. Yo me puse ropa interior azul, sostén y tanguita también pequeña y metida entre las nalgas como siempre uso, una falda corta y ajustada marcando muy bien mi cola parada y dura y un suéter arriba, ajustado dejando notar mis grandes pechos duros, colocándome encima un saco liviano. Sí queríamos dar una buena impresión no podíamos estar mejor, así que terminamos de maquillarnos y arreglarnos y salimos a la reunión.

Al llegar nos atendió la secretaria del gerente y enseguida nos hizo pasar, al entrar enseguida notamos que el hombre se sorprendió un poco la vernos, creo que nuestro primer objetivo estaba cumplido, pero también nosotras notamos a ese hombre cuando se levantó a saludarnos, se presentó y nos dijo que lo llamáramos Alberto, era un hombre bastante atractivo, alto como de 1.80, morocho, con un cuerpo se veía formado por el gimnasio y estimo como de mi edad, unos 30 años, sí bien nosotras lo habíamos impactado, el también nos cayo muy bien a nosotras, ya que noté como Laura también lo admiraba.

Comenzamos la reunión, fue bastante larga y trabajosa, se hizo la hora de almorzar y Alberto nos invitó a las dos, fuimos a un lugar cercano y no muy especial, ya que debíamos continuar después, el almuerzo fue agradable, nos sirvió para descansar un poco y darnos cuenta que Alberto era muy simpático y encantador. Volvimos a la oficina y seguimos trabajando un par de horas más. Al final termínanos y llegamos a un acuerdo, el contrato estaba cerrado, Alberto nos preguntó entonces sí volvíamos a nuestro país, le dijimos que pensábamos pasar el fin de semana en México, entonces nos dijo que para compensar el pobre almuerzo y darnos a dos damas como nosotras lo que merecemos, nos invitó a pasar esos días en su casa de fin de semana, e incluso nos invitaba a una cena esa misma noche, no dudamos en aceptar, a ambas nos encantaba su compañía. Entonces regresamos al hotel y un auto nos pasaría a buscar por la noche para llevarnos a su casa.

Con Laura nos preparamos, son bañamos y nos pusimos las dos un vestido de noche, él mío era negro tipo minifalda, ajustado y escotado, no me puse sostén así que mis pechos resaltaban en el vestido que apenas los contenía y Laura se puso uno de color rojo, un poco mas largo de falda, no tan escotado adelante, pero sí en la espalda, y tampoco se puso sostén. Estábamos vestidas para matar, al llegar el auto y bajar sentíamos como todos los hombres nos miraban al pasar en el hotel. Subimos al auto, el chofer no puedo evitar ver nuestros cuerpos y nuestras piernas al sentarnos. Teníamos una media hora de viaje por delante, así que mientras íbamos con Laura charlamos sobre Alberto, sobre cuanto que nos gustaba y que las dos queríamos tener sexo con él y sabíamos que íbamos a tener la oportunidad esa noche, ambas reímos y nos preparamos para disfrutar de una buena noche.

Al llegar Alberto estaba esperándonos, llevaba un pantalón y una remera que permitía apreciar muy bien su cuerpo fornido y atlético, se veía muy bien y al vernos bajar, se quedo admirado, nos elogió la belleza a ambas y nos recibió con una copa de champagne, definitivamente era todo un caballero y un seductor. Luego cenamos, y Alberto desplegó todo su encanto y simpatía, en verdad nos conquistó a las dos, luego de cenar nos sentamos y tomamos algo mas de champagne y finalmente nos preguntó sí habíamos traído traje de baño, dijimos que sí ya que nos había avisado que tenía piscina en la casa y nos invitó a nadar con él, aceptamos gustosas y nos fuimos a cambiar los tres.

Las dos nos pusimos unas tangas bastantes pequeñas, que dejaba ver muy bien nuestros grandes culos y fuimos a la piscina, al llegar Alberto ya estaba, se quedo apreciando las dos tremendas hembras que tenía enfrente, él llevaba puesto un pequeño bañador, de esos tipo slip que usan los nadadores, tenía un cuerpo hermoso y debajo del bañador se apreciaba un bulto de tamaño bastante grande. Entramos a la piscina, jugábamos, nos divertíamos haciendo bromas y de vez en cuando nuestros cuerpos se rozaban, en un momento entre las dos nos juntamos sobre Alberto hundiéndolo en el agua, en el ajetreo, nuestras tetas ya excitadas y con los pezones duros como se podía ver, lo rozaron por todos lados, y sus manos recorrieron buena parte de nuestro cuerpo, esto fue evidente cuando al salir del agua, el bulto de Alberto había crecido considerablemente, ninguna de las dos pude evitar mirarlo, él se dio cuenta y se sentó frente a nosotras y comenzó a acariciarlo, y nos dijo, esto es por su culpa creo que deberían hacer algo al respecto.

Ninguna de las dos lo dudo y nos abalanzamos sobre él, nos arrodillamos una a cada lado y Laura bajó su bañador, frente a nosotras saltó una verga formidable, erecta, dura, larga como de unos 23 cm y gruesa, con sus venas marcadas, era hermosa y se veía apetitosa, enseguida nuestras lenguas comenzaron a recorrerla toda, no dejábamos ni un solo centímetro sin lamer, alternábamos con pequeñas chupadas de cada una, Laura bajo con su lengua hasta sus huevos y yo la metí en mi boca, la chupe profundo, casi hasta la mitad, era gruesa y me llenaba la boca, la chupe fuerte, mojándola bien, para tragármela mas todavía, Alberto gemía de placer, Laura seguía chupando sus bolas y yo cada vez tragaba mas su verga, hasta que la tuve toda en mi boca, me llegaba a la garganta y abría mi boca al máximo. La chupe varias veces metiendola y sacándola toda de mi boca, luego hizo lo mismo Laura, aunque ella no pudo tragársela completa, así lo lamimos y chupamos un buen rato, hasta que Laura se montó sobre él, clavándose en su verga y cabalgándolo, yo me puse detrás de ella y lamía los huevos de Alberto y al mismo tiempo su concha y la verga cuando salía de ella, Laura gemía fuerte de placer montada en esa enorme verga y aumentado por mis lamidas, así alcanzó un orgasmo fuerte, su concha chorreaba y yo bebía sus jugos, luego de su orgasmo yo ocupé su lugar sobre esa verga y comprendí el placer de Laura, esa verga llenaba por completo mi concha, la abría al máximo estimulándome toda, cabalgue fuerte esa verga tremenda, metiendomela y sacándola entera de mi concha, mientras Laura ponía su concha mojada en la boca de Alberto que le hundía su lengua, yo seguí montada y sentí como mi orgasmo estaba cerca, y la verga de Alberto muy hinchada anunciaba el de él, así que aceleré mis movimientos subiendo y bajando muy fuerte por todo el largo de su verga y clavándomela hasta el fondo, estallé de placer, el orgasmo me llegó intenso y fuerte, al mismo tiempo que Alberto explotaba en mi interior, sentí su abundante leche derramarse en mi concha, llenándola toda y desbordando por mis labios, corriendo entre mis piernas mezclada con mis jugos.

Entonces nos fuimos a la habitación, me acosté en la cama boca arriba y Laura comenzó a chupar mi concha en posición de cuatro patas, eso permitió que él la mamara también a ella, hasta que tuvo su verga dura de nuevo y empezó a cogerla desde atrás por su concha, la tomaba por la cintura y la embestía fuerte, Laura gozaba y con cada embestida hundía mas su boca en mi concha dándome mucho placer, seguimos así hasta que Laura tuvo un nuevo orgasmo, entonces ella se puso sobre mi en un 69 y Alberto se dirigió a mi concha y me fue clavando con su verga bien dura, yo lamía la concha de Laura y estaba a punto de acabar ya que la lengua de Laura antes y la verga de Alberto ahora me llevaban al éxtasis total, no tardé en acabar fuerte, dando gritos de placer, Alberto me continuaba cogiendo y Laura lamía mi clítoris mientras se prolongaba mi orgasmo, él gimió fuerte y a punto de acabar sacó su verga de mi concha y la metió en la boca de Laura y lanzó toda se descarga en su boca, se notaba abundante y tardó en terminar, entonces Laura se dio vuelta, por sus labios desbordaba leche, y se puso sobre mi boca y abriendo la suya dejo caer una gran cantidad de la leche de Alberto dentro de mi boca, la bebí con gusto y luego nos besamos y con nuestras lenguas degustamos la leche de ese macho que nos llenó de placer.

Parece que el espectáculo de compartir su leche volvió a calentar a Alberto, porque la verlo estaba con su verga ya rígida de nuevo y lista para más y nosotras también. Así que me puse en cuatro patas y Alberto empezó a cogerme ahora lo hacía despacio, disfrutando mi concha, que empezó a mojarse toda, cambiaba sus movimientos, haciéndolos rápidos y lentos, me hacía gozar mucho, entonces Laura se puso sobre mis nalgas y comenzó a lamer mi culito, metió un dedo en él y luego dos, que abrían mi culito al tiempo que Alberto no dejaba de cogerme rico.

Laura ya tenía tres dedos en mi culito y con la verga de Alberto hasta el fondo de mi concha no pude evitar estallar en otro orgasmo, mientras me duraba lo miré a Alberto y le pedí que me cogiera por el culo, entonces sacó su verga y la mojo bien con los jugos de mi concha, y la puso sobre mi culito, Laura abrió bien mis nalgas y entonces Alberto empujó y metió su cabeza en mi culo, sentí un poco de ardor y dolor, pero él lo hizo suave, fue dejando que mi culito se adaptara a esa enorme verga, la fue metiendo lento y poco a poco, Laura estimulaba mi concha con sus dedos y eso hacía relajar mas mi culo, Alberto siguió empujando mas y mas lentamente su verga se abría paso en mi culo que lo iba aceptando cada vez mejor, el dolor era fuerte pero también el placer que cada vez aumentaba mas, hasta que sentí como sus huevos chocaban contra mis nalgas, lo que indicaba que mi culito se había tragado toda su verga, y se fue adaptando a ella, Alberto comenzó a meterla y sacarla despacio, lo que dio paso a mas placer y casi olvidé el dolor.

Sus movimientos fueron cada vez más intensos y fuertes mi culito se adaptó por completo a esa verga y yo gozaba como loca, le pedía mas y más que me cogiera mas fuerte, así lo hizo, él gemía fuerte, disfrutaba de mi culito apretado, sentí su verga hincharse en mi culo y explotó, llenándomelo de su lecha caliente, yo también exploté al mismo tiempo en un orgasmo bestial, mi concha chorreaba jugos que corrían por la mano de Laura, la verga de Alberto no dejaba de lanzar chorros de leche que golpeaban mi interior, fue una acabada abundante, Laura se encargó de lamer mi concha y la verga de Alberto cuando la sacó de mi culo limpiándosela toda.

Entonces ella se puso sobre mí con su concha en mi cara, se la lamí y chupé fuerte, metí dos dedos en su culito y chupaba su clítoris, hundí mi lengua en su concha y ella explotó en un orgasmo, sus jugos corrían por mi boca y mi cara, la seguí chupando y bebí todos sus jugos, Laura estaba tan excitada que al terminar su orgasmo, me dijo que tenía algo mas para mí y de inmediato sentí un chorro caliente sobre mi cara, me estaba meando encima, caía sobre mi boca y mi cara, mi excitación hizo que bebiera su meada y siguiera lamiendo su concha, cuando sentí otro chorro mas sobre mis tetas, mire y vi como Alberto estaba meando sobre Laura, y caía sobre mis cuerpo, él le meaba directo en la cara y fue bajando con su chorro por su cuerpo y llegó hasta su concha y sobre mi cara y allí estaba yo bebiendo la meada de los dos, hasta que se descargaron por completo.

Así quedamos los tres exhaustos y caímos rendidos sobre la cama, yo me abrasé a Laura y Alberto por detrás me abrazó a mí, sentí su verga blanda contra mis nalgas y me dormí, sintiendo el cuerpo aún abrazado por tanto placer.​




-Continuará
 

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Trabajo y Placer (Orgias) – Capítulo 02


Por la mañana me desperté y Alberto y Laura aun dormían a mi lado, mi cuerpo estaba lleno de leche, sudor y meadas de mis amantes, pero aún sentía todo el placer que me había invadido. Me levanté y tomé una ducha, salí y solo me puse encima una remera larga quedando desnuda debajo, ya que hacía bastante calor, y fui a la cocina a preparar el desayuno, mientras lo estaba preparando llegó Alberto, esta totalmente desnudo y con una erección tremenda, parecía que la noche le había dejado reponer fuerzas, se acercó a mí y me abrazó por detrás, sentí su tremenda verga contra mis nalgas, él las notó desnudas y comenzó a besar mi cuello, bajó por mi espalda y llegó a mis nalgas, las besaba y las abría para lamer mi culito y llegó hasta mi concha, su lengua se deslizaba por mis labios vaginales que empezaron a mojarse, así casi me llevo al borde del orgasmo, entonces se levantó y apoyando su verga en mí concha, me abrazó fuerte y me la clavó entera de un golpe por la concha, me cogía fuerte y duro, tuve que sostenerme contra la mesada de la cocina aguantando sus embestidas, definitivamente había repuesto fuerzas y me cogía duro, fue corto pero intenso hasta que ambos acabamos juntos, otra vez su leche inundó mi interior con otra acabada abundante.

Entonces terminamos de preparar el desayuno y subimos para unirnos a Laura, al llegar la desperté diciéndole que estaba lista su lechita caliente, entonces me subí sobre ella y poniendo mi concha en su boca la abrí un poco y cayó en su boca parte de la leche que Alberto acababa de echar en mí, ella la tragó con gusto y nos dijo que parecía que habíamos empezado temprano.

Entonces Alberto le dijo que no se pusiera celosa que para ella también había y se acerco poniendo su verga cerca de la boca de Laura que no tardó en metersela a la boca y chuparla fuerte, la verga de Alberto se volvió a poner bien dura, yo me uní a Laura para comérsela, cuando estuvo en su máximo esplendor, él se montó sobre Laura empezó a cogerla, despacio primero y fuerte después, la cogió por un buen rato mientras yo la besaba y chupaba sus tetas, hasta que ella acabó fuerte y él también ahora inundando con su leche la concha de Laura, saque su verga y se la lamí y chupe hasta dejarla bien limpia.

Luego los tres nos bañamos juntos, pero sin sexo, ya que Alberto nos propuso salir y visitar un lugar cercano, así lo hicimos y pasamos el día fuera, visitando lugares y disfrutando mucho. Luego Alberto nos dijo que pasaríamos por la casa de un amigo que estaba cerca, llegamos y nos recibió un hombre un poco mayor que Alberto, como de unos 40 años, pero de buen cuerpo, alto y fornido, similar a Alberto, también atractivo y muy agradable, charlamos un poco y Alberto lo invitó a cenar por la noche.

Volvimos a la casa y Alberto nos dijo que debí ir comprar algunas cosas para la cena y preparar todo, así que nos dejó para que nos preparáramos nosotras, charlando con Laura me dijo que el amigo de Alberto, su nombre era Sebastián, le había gustado mucho y estaba muy dispuesta a cogerselo esa noche y así me podía dejar a solas con Alberto, que se notaba que era lo que él quería, le dije que yo no lo había notado, pero ella me aseguro que se notaba como él me miraba muy especialmente y seguro me deseaba tener a solas, la idea a mi no me disgustaba, así que ambas íbamos a tener lo que queríamos.

Y las dos nos vestimos para la ocasión, yo me puse ropa interior de encaje roja, con una minifalda y un top que resaltaba mis enormes pechos, Laura se puso un vestido liviano, también minifalda, y ropa interior negra. Nos maquillamos bien y bajamos a buscar nuestros machos, que ya estaban esperándonos y que al vernos se quedaron duros de la impresión de ver a dos hembras impresionantes como nosotras listas para cualquier cosa, sobre todo Sebastián que no nos había disfrutado como lo hizo Alberto.

Cenamos y nos divertimos mucho, luego nos sentamos en el ****** y allí la cosa comenzó a calentarse, hablando de sexo y fantasías, enseguida estábamos los cuatro, Laura con Sebastián y yo con Alberto, abrazados y a los besos, manoseándonos y enroscados uno contra otro y enseguida cada uno se fue a una habitación, al llegar comprobé lo que me había dicho Laura, Alberto me dijo que no podía esperar a tenerme sola para él, entonces lo hice sentar en el borde de la cama y comencé a bailar para él, sensualmente y desnudándome poco a poco.

Él gozaba con el espectáculo, vio como sacaba mi top y como caía mi minifalda dejando ver la ropa interior de encaje roja, él me dijo que era la que más le gustaba y calentaba, así me acerque a él sin sacarme aún la ropa interior, me arrodille y desabroche sus pantalones, saque su verga que ya estaba totalmente parada y dura, la comencé a lamer toda de arriba abajo, hasta sus huevos, la lamía en círculos sobre su cabeza roja e hinchada, la fui chupando poco a poco, cada vez mas profundo en mi boca, Alberto solo gemía y se dejaba hacer, disfrutaba el placer que le daba mi boca, con toda su verga enterrada en mi boca, me la trague profundo, hasta mi garganta y empecé a chuparsela fuerte, la metía y sacaba completa de mi boca, chupandola fuerte y apretada en mi boca, la sentí hincharse, me la clavé entera en mi boca y Alberto no aguantó más, explotó en mi boca, su leche empezó a correr por mi garganta, la fui tragando, eran ríos de leche me costó no ahogarme, pero tragué y tragué todo lo que me daba, estaba caliente, y bebí hasta su ultima gota, lamí toda su verga y la deje bien limpia y brillante.

Entonces Alberto se desnudó por completo y me acostó en la cama, empezó a besarme, mi boca, mi cuello, sacó mis tetas por sobre mi sostén y la chupó con pasión, chupaba mis pezones duros, los mordía suave, yo gemía de placer, siguió bajando con su boca por mi cuerpo, llego a mi tanguita y lamió mi concha por sobre la tanga que ya estaba húmeda de mis jugos, siguió besando y lamiendo mis muslos, volvió sobre mi conchita y ahora hizo a un lado la tanguita y lamió mis labios, mi cuerpo se convulsionó con su lengua, que atrapó mi clítoris y lo excitó al máximo, lo chupaba y metía dos dedos en mi concha, así me llevó al orgasmo, exploté en su cara y bebió toda mi acabada abundante de jugos.

Su verga ya estaba lista de nuevo y yo deseaba mas, así que quitó mi tanga pero me pidió que dejara mi sostén con mis tetas por fuera. Entonces me monté sobre él y lo cabalgue fuerte, ambos estábamos muy excitados y calientes, cabalgaba duro sobre él clavándome toda en su verga, mis tetas saltaban en cada clavada en su verga, me agaché para que me las comiera y seguí cabalgándolo más rápido y fuerte, acabé de nuevo sobre esa enorme verga que me llenaba de placer, entonces él me dio vuelta y continuo cogiendome sobre mí, lo hizo fuerte y duro un rato, hasta que a punto de acabar sacó su verga y la puso entre mis tetas, apreté su verga con ellas y lo pajeaba fuerte, sentí como su verga se hinchaba y estalló entre mis tetas, sus chorros de leche alcanzaron mi cara, mi boca, mi cuello, sacudió bien su verga y baño mis tetas con su leche caliente. Volví a chuparlo para limpiar su verga que no tardó en estar dura de nuevo, era impresionante como se recuperaba rápido y estaba listo para coger de nuevo, por supuesto no lo desaproveché.

Ahora se puso acostado detrás de mí, en posición de cucharita, con su verga golpeaba mi conchita mojada, recorría mis labios con su verga y me excitaba, le pedía que me cogiera pero me hacía desearla, finalmente, de un golpe me la clavó entera, grité de placer, sentí como era llenada por esa verga gruesa que empezaba a entrar y salir de mi interior, me cogía rápido, fuerte, mientras me embestía apretaba mis tetas besaba mi cuello y mi espalda, otra vez mi hizo acabar fuerte, y mientras prolongaba mi orgasmo, sacó su verga de mi concha y me la clavó toda por el culo, ahora grité pero mezcla dolor y placer, aunque enseguida todo era placer, mi culo parecía que ya estaba adaptado a esa enorme verga y la recibía sin problema, toda esa verga metida en mi culo me llevaba al limite del placer, entraba y salía entera de mi culito, los dos gritábamos de placer, cogíamos salvamente los dos, él me clavaba fuerte y duro, yo me movía por momentos en círculos sobre su verga y por momentos clavándome mas contra él.

Entonces giré un poco y quedé sobre él de espaldas, con la verga toda clavada en mi culo, comencé a cabalgarlo fuerte y rápido, abría y cerraba mi culito succionando su verga, fue demasiado para Alberto que comenzó a lanzar grandes chorros de leche en mi culo, lo que me hizo acabar otra vez fuerte por mi culo, que se contraía por el orgasmo y exprimió la verga de Alberto hasta la ultima gota, caímos de nuevo rendidos en la cama. Nos abrazamos y besamos con pasión, nuestros cuerpos excitados y convulsionados por el orgasmo, se unieron para descansar juntos, pegados uno al otro.

Desperté mas tarde y me sorprendía al ver a Alberto con una nueva erección, ya no me quedaba mucho tiempo, ya que debíamos irnos porque ese día regresábamos a casa, pero aproveche el ultimo momento y empecé a chupar esa verga dura y se puso aún mas dura y grande en mi boca, la chupaba fuerte, la saqué y me daba vergazos en la cara, Alberto ya se había despertado y disfrutaba mi mamada, yo miraba con mi mejor carita de puta y lo chupaba entero, me comía toda su verga, profundo en mi boca y cuando noté llegar su leche, la saqué de mi boca y la pajeaba frente a mi cara, los primeros chorros se estrellaron contra mi cara, abrí mi boca y recibí algunos que trague, otros golpearon mis mejillas, su enorme verga no paraba de escupir leche, pase su verga por mi cara desparramándola toda, lo miré y contempló mi cara bañada en su leche, chupe su verga le saque hasta la ultima gota, él me tomó y me besó fuerte, compartiendo su leche con nuestras lenguas en mi boca, eso no le importó y demostró lo buen macho y amante que era.

Solo quedó tiempo para bañarnos juntos como despedida, donde la mamada la recibí yo y le entregue un orgasmo mas, me uní a Laura y nos despedimos, en el viaje de regreso nos contamos todo lo que habíamos hecho, ella también lo había disfrutado mucho y pasado muy bien.

Así volvimos con el contrato firmado cumpliendo el trabajo que debíamos realizar y también con todo el placer que habíamos obtenido en una experiencia que no esperábamos pero que nos había dejado muy satisfechas, y deseando poder volver pronto a México y a visitar a Alberto.​

-Continuará
 
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