Tiernas Delicias partes 1, 2, 3 y 4

Crystal69

Virgen
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Abr 22, 2017
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Hola! vamos directo al grano!

[h=1][FONT=Garamond, serif]Capítulo1[/FONT][/h]

[FONT=Garamond, serif]Rebecamiraba a la calle a través de la ventana de su habitación. Fuera yaera de noche y apenas soplaba un poco de aire frío, pero quepresagiaba ya la entrada del invierno. Esto le causaba ciertailusión, porque ansiaba recibir regalos, quería correr bajo elárbol de navidad y ver cómo todos sus obsequios estaban allí,correspondidos a su pequeña carta, la cual ya había escrito yesperaba guardada en el fondo de su caja de arte, donde tambiénguardaba sus lápices de colores y sus libros de dibujo. [/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Erale mejor alumna de la clase de arte. Tenía tan sólo diez años y suprofesora, la señorita Rita, le aseguraba que si continuabaestudiando, tal vez podría, en el futuro, convertirse en una granartista y plasmar el mundo con sus colores y sus pinceles. Era unsueño que Rebeca tenía muy en el fondo de su corazón, un sueñoque le estremecía de goce cada vez que pensaba en que una niña comoella podría convertirse en una gran mujer y que tendría muchosamigos con los qué divertirse y con los qué imaginar un mundolleno de ilusiones y alegrías a su lado. Imaginaba que en ese mundo,Alejandro, su amigo-novio, si es que una niña de su edad era capazde sentir amor, estaría con él y que la apoyaría. Rebeca pensabacasarse con él y tener muchos hijos. [/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Porqueella ya sabía cómo se hacían los bebés. [/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Derepente el coche aparcó en la entrada. A Rebeca se le produjo unescalofrío que le recorrió la espina dorsal y sus manos comenzarona sudar. Se bajó del alfeizar de la ventana y corrió a ponerse susmejores ropas, o al menos las ropas que él le había mostrado quedebía usar cuando estuviera en casa: una blusa y unos shorts queapenas cubrían algo.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Papá…— dijo cuando Abrahan entró por la puerta. Era un hombrecorpulento, un abogado que trabajaba de cerca para los políticos.Sin una esposa a la qué mantener, su viudez estaba dejándole porlos suelos y tenía una mirada algo perdida siempre en la cara deojos azules. Venía estresado y cansado, con dolores de espalda; peroal ver a Rebeca ahí, vestida de una forma un tanto sexy, según él,supo que las cosas esa noche serían buenas.[/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Seacercó a Rebeca mientras se desabrochaba el pantalón y sonreíalujuriosamente. Rebeca retrocedió. Todavía no quería ser mamá,pero papá le había dicho que estaba bien. Que todo estaba bien. Yque todo era perfectamente normal. [/FONT]


[FONT=Garamond, serif]QUINCEAÑOS DESPUÉS… [/FONT]


[FONT=Garamond, serif]Adánsintió el calor del tequila resbalando por su garganta e hizo unamueca de disgusto. No le gustaba la bebida, ni tampoco lasdiscotecas, pero Gabriela había insistido tanto en que él viniera,que al final no tuvo ni cómo resistirse. Siempre había sido un pocosumiso a su hermana mayor desde que eran niños. Gabriela era muyautoritaria y tierna al mismo tiempo, una combinación rara quedejaba a más de un hombre un tanto extrañado cuando la tenía entresus brazos, y si había hombre que conocía mejor a Gabriela, ese eraAdán. [/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Lamúsica y las luces causaban estragos en la mente poética de Adán,que ya estaba sintiendo los mareos por el tequila. Miró condetenimiento a las chicas que estaban allí, todas en minifalda ybailando sexy, tocándose entre sí. Vio piernas fuertes. Tetasfirmes y melenas encrespadas. Una en particular le llamó laatención. Se trataba de un pedazo de mujer sumamente atractiva, conun corto vestido gris apretado. El par de nalgas estaba fuertementeaprisionado y se movían libres con el hilo de la tanga en medio,seguramente. Las piernas torneadas giraban sobre zapatos de tacónmedio y la cabellera morena y abundante también se mecíasuavemente. [/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Adánse le quedó mirando un largo rato y sintió cómo su penereaccionaba al imaginarse hundiéndolo en la apretada vagina de esamujer. Vio cómo el hombre la tomaba de las caderas y le acariciabala espalda. Otro hombre que bailaba con una chica diferente, noperdió el tiempo y le dio una discreta nalgada a la chica. Esta segiró rápidamente con una vuelta y siguió bailando. Luego volvió agirar mientras las manos le recorrían el vientre y pasabandiscretamente por las apretadas tetas.[/FONT]
[FONT=Garamond, serif]EntoncesAdán se sonrojó. La mujer que le había provocado la polla eraGabriela, su hermana mayor. Ella tenía veintisiete años apenas, yya era una joya rebosante de lujuria y sensualidad. Adán se sintióculpable. Sólo un poco. [/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Lacanción terminó y las parejas regresaron a sus mesas. Adán vio queGabriela se despedía con un beso de pico en los labios de su parejay éste se iba por otro lado. Luego se aproximó ella a él. Observóel gracioso bamboleo de sus senos. Gabi no usaba sujetador, perotenía un considerable volumen como delantera. Además tenía la pieldeliciosamente bronceada y usaba un poco de brillantina en la pieldel busto. Sus dientes eran jodidamente blancos mientras sonreía.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]¡UF!Estoy agotada ¿me viste bailar?[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Sí.Te manosearon por todos lados.[/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Gabrielale guiñó un ojo.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Hermanito,soy una mujer y no tienes ni idea de cuánto me gustan los hombres.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Creoque la tengo — respondió Adán, sonriéndole y mirandodiscretamente el subir y bajar de las tetas de su hermana, querecuperaba la respiración —. Este sitio no me gusta. Hay muchoruido.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Noseas marica — le dijo ella, acariciándole el brazo velludo. Habíaun brillo de ángel en Gabriela y la polla de Adán reaccionó unpoco — . Baila conmigo la siguiente canción y nos vamos ¿vale?Mañana tengo que dar clases.[/FONT]
—[FONT=Garamond, serif]Eh…[/FONT]
[FONT=Garamond, serif]ElDJ no respondió y Adán se vio metido de repente entre la gente, consu hermana que le llevaba de la mano hasta la pista de baile.Gabriela empezó a bailar para él, restregando sus pechos en laespalda de su hermano, abrazándole y rodeándole el vientre.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Estoyse baila sexy ¿eh?[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Eresmi hermana.

[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]¿Y?Soy una mujer. Es normal que te provoque erecciones — dijo ella, yle dio una nalgada a Adán, que se sintió humillado. Un hombre cercade él se rió como indicándole lo perdedor que era por noaprovechar al pedazo de mujer que tenía para él.[/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Adán,atormentado, empezó a moverse y a tomar a Gabriela de la cintura.Sintió el suave vestido moverse y ella enredó sus brazos en elcuello de él mientras le besaba los hombros y le presionaba elpectoral con sus tetas. Adán tragó saliva. Comenzaba a excitarse.Cuando Gabi bebía, cambiaba su forma de ser y no le importabaseducir a cualquier cosa con la que pudiera follar. Pero sólo cuandobebía. Sin el alcohol, era una bonita y dedicada maestra desecundaria, que daba clases de historia y gramática en una escuelaprivada. [/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Peroen ese momento no era la escuela. Gabriela revoloteaba alrededor desu hermano y le tocaba los sólidos bíceps y olía el perfumenatural que se desprendía de Adán. Sonrió cuando su hermano letocó cuidadosamente la espalda baja y luego le dio un tierno apretóna sus nalgas.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Auch,no tan fuerte, hermanito.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Losiento — aventuró Adán, y ella se sintió irresistiblementeatraída por la inseguridad de su hermano.[/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Cuandoeran niños, Gabriela siempre atormentó a Adán, quitándolejuguetes, o besándole en la boca para molestarlo, o apretándole elpene mientras se duchaban. Mamá se escandalizaba al ver esademostración de amor fraternal, y cuando llegó a la pubertad, Gabiveía a Adán como algo más que su hermano. Claro que Adán era unhombre joven todavía, había estado a punto de casarse hasta queencontró a Amanda cogiendo con dos tíos y una mujer en un cuarto demotel. Frunció el cejo al recordar la humillación que le hizo pasaresa perra a su querido hermano menor y reafirmó su decisión devengarse de ella si se la volvía a topar.[/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Lesacó de sus ensoñaciones Adán, que le acariciaba el culo. Sonriócon maternidad y le dio a su hermano un tierno beso en la nariz. Lacanción terminó.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Bien,ahora nos vamos — urgió Adán y ella suspiró, cansada.[/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Estabanen el estacionamiento yendo hacia el coche cuando el hombre con elque Gabi había bailado salió. A Adán le parecía un tipo comotodos los demás: guapo, de un metro ochenta y bronceado. Era como lapareja perfecta de su hermana. [/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Casino te alcanzo — le dijo, tomándola de la cintura. Gabriela le besócon la lengua y se giró a su hermano menor.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]¿Puedevenir esta noche? — suplicó —. Sólo una noche.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Bien…— aprobó él, que pagaba el departamento y por lo tanto sólo élautorizaba quién podía ir como invitado.[/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Adánse sentó atrás, como el chico inocente, mientras Gabriela conducía.Desde donde estaba, pudo ver las flamantes piernas de su hermana y lafea mano de Pablo acariciándolas. Un temor de celos le recorrió,pero se dispuso a callar y se esforzó por sentir pena por Pablo. Siquedaba enamorado de Gabi, esta sólo lo mandaría a la friendzone,luego de comerle la verga con su apretada concha. [/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Llegaronhasta el apartamento, y subieron por las escaleras. Un olor a cigarrosiempre impregnaba el aire de ese edificio, que era tan viejo como elhombre que vendía periódicos allá abajo. La puerta chilló cuandola abrieron y Gabi pasó rápidamente, llevando a Pablo de la manohasta el dormitorio.[/FONT]
—[FONT=Garamond, serif]¿Nocenarás algo? — le preguntó Adán con un grito.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]¡Cenarésalchicha con huevos y un vaso de leche! — rió Gabriela como unaguarrilla y se metió al cuarto con Pablo.[/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Adántorció las cejas y se fue a su alcoba a meterse a internet y anavegar por páginas porno, mientras le daba atención a su polla. Elmiembro con el que él había sido dotado era algo voluminoso, quizáun poco más que el promedio de los hombres, pero no se sentía muyorgulloso de sus atributos porque desde Amanda no había cogido connadie más. Se la pasaba jalándosela hasta que el abundante semen lecorría por el vientre.[/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Gabriela,todavía tocada por el tequila, tiró a Pablo a la cama y se subióen él. Se quitó el vestido con rápidos movimientos, revelando unoshermosos pechos de pezones apenas cafés, grandes y naturales a losque su amante se pegó de inmediato. Las manos de su conquista lerecorrieron las piernas y las nalgas, apartándolas y tirando delhilo de la tanga de encaje. Gabi suspiró de placer y bajó con lalengua por todo el cuello.

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— [FONT=Garamond, serif]Ay,condones — dijo y salió desnuda del cuarto. Tenía condones en elbotiquín del baño. Tomó uno y volvió rápidamente antes de queAdán la viera.[/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Pabloya estaba desnudo y se masturbaba. Gabi casi suelta el condón al verel tamaño de esa verga y ahogó una risita para no ofenderlo. Seaproximó, quitándose la tanga. Su coño lampiño lucía fabuloso yapretujado por la buena genética de su madre, que había sido unaprostituta escort, de esas mujeres que ganaban miles por una noche desexo con los altos funcionarios del gobierno o empresarios. Habíanvivido bien todos juntos hasta que Gloria, como se llamaba en vida,decidió suicidarse. Gabi había aprendido mucho de ella, incluido elarte de la felación. Mamá le había hecho mamar pequeños plátanosy pepinos desde la secundaria, no con la esperanza de que su hija seconvirtiera no en puta, sino en una mujer capaz de mantener a unhombre a su lado y exprimir todo de él.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Alos hombres se les controla con la boca — le había dicho, mientrasuna joven Gabriela miraba con ojos desorbitados como su mamá secomía un dildo de goma de quince centímetros.[/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Gabrielale dio el condón a su cita y se apresuró a mamar. Echó a un ladosu cabello cenizo y abrió los labios. La polla le entró fácilmente.Había comido tantas a lo largo de su vida sexual, y la sensacióntodavía se le antojaba indescriptiblemente placentera. Se apresuróa embarrarlo con su saliva, a tantear el glande con la lengua y luegoa disfrutar el olor a semental mientras engullía los testículos ypaseaba delicadamente la lengua en torno a ellos. Notaba el calor quedesprendía su coño, la forma en la que su cuerpo se exasperabapidiendo a gritos el orgasmo.[/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Pablomiraba sumamente caliente la escena de esa putita mamándole la vergacon dedicación. La lengua mojada se le enredaba en el pito, queaunque no era grande, era sumamente grueso. Cerró los ojos y llevóla mano a la nuca de Gabriela para empujarla. La chica se comió todosu órgano, hasta la base, y lo sacó cubierto de saliva. [/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Acontinuación se colocó el condón. Gabriela deslizó los labios enuna expresión de lujuria y se sentó encima de él. Pablo notó lapresión de la vagina tragándose su pene. Adentro estaba sumamentecálido y húmedo. Pensó que se le ahogaría, porque dado suvolumen, las carnes mojadas de ella casi le cortaban la circulación.La tomó de las tetas, amasó sus pezones suavemente y los pellizcó.Hizo reír a la mujer, que, apoyada en su pecho, le cabalgaba confuerza y le besaba con la lengua, intercambiando delgados hilos desaliva azucarada.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]¡Dios!¡Cómo coges![/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Soyuna experta — se enorgulleció ella. Los escalofríos le corríanpor la columna vertebral. Había subestimado la polla. Era corta,pero gruesa y rica. Miraba hacia la izquierda, por lo que dentro desu coño, esta hacía más fuerza hacia un lado y esto aumentaba lasensación. Gabi salió de sí y empezó a moverse con más fuerza,más potencia. Sus nalgas temblaban deliciosamente. No era una mujercon un culo exorbitante. Su principal atractivo eran sus piernas,altas y firmes como la de las jugadoras de voleibol. Había sido unabuena rematadora en sus años de preparatoria y todavía conservabamucha fuerza en el tren inferior. Sus tetas eran su segunda cualidad,dejando de lado su hermosa cara, la que más le gustaba a loshombres. Para demostrarlo, Gabriela se llevó uno de sus propiospechos a la boca y mordió su pezón. Esto encendió a Pablo, queempezó a bombear dentro de ella, sincronizándose con su cuerpo.[/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Gabrielamordió con más fuerza la punta de su pecho y luego echó la cabezapara atrás. Esto alzaba sus maravillosos senos y les adoptaba de unaespléndida forma geométrica curvilínea. Movía las caderas de unaforma gloriosa a la vez que apretaba la vagina para hacer disfrutarmás a su pareja. Su mamá le había dado los consejos de cómosatisfacer plenamente a un hombre, o a tres al mismo tiempo. Gabisabía que poseía tres agujeros indispensables, pero nunca se lecruzó por la mente tener a tres para ella. Sería algo así como untabú, porque sabía que si tres hombres la llenaban, la someteríany eso no le gustaba en lo más mínimo. [/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Cuandotengas la polla adentro — le había dicho Gloria, desnuda frente aella y metiéndose un consolador en el coño —, muévete deadelante para atrás, y luego en círculos mientras aprietas losmúsculos. ¿Entiendes, cariño?[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Sí…creo que sí.

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[FONT=Garamond, serif]Enesos momentos Gabriela recordó las sesiones de aprendizaje con sumamá. Sólo el tremendo placer de la voluminosa polla le impedíasentir un peso amargo en el corazón por la muerte de su Gloria.Siguió cogiéndose a Pablo. [/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Elorgasmo no tardó en llegar. Pablo sintió la leche descargar dentrodel condón y Gabi también percibió el orgasmo del hombre cuandosubieron sus pulsaciones y la verga se estremeció dentro de ella.Poco después, se liberó y le quitó el condón a Pablo. Tomó supene, que estaba poniéndose flácido, y se lo chupó con renovadasfuerzas en un intento por hacer que se le volviera a parar, aunque nosucedió. El hombre volvió a eyacular una vez más dentro de suboca. Gabi frunció las cejas. El semen era amargo, y lo escupió,embarrándoselo por los senos. Ella no bebía semen. Podía hacer detodo con un hombre, pero beber la leche de la vida era algo que notoleraba, sobre todo por la sensación de tener algo cremosocorriéndole en la garganta. Lo más que hacía eran gárgaras conél, mezclándolo con saliva y luego se lo escurría por todo elbusto. La única vez que ella había bebido el esperma fue cuando doshombres, en su primer trío, eyacularon en su boca al mismo tiempo.Había sido tan abundante que le entró por la nariz y le hizo toser,además de que la leche había estado muy amarga. [/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Selimpió la boca y se recostó al lado de Pablo hasta que él se quedódormido. Era un hombre que estaba algo borracho y lógicamente nosoportó el cansancio a causa de la tremenda fiera que se lo habíacogido. Gabriela sonrió para sí misma y fue a una libretita dondeanotó el nombre correspondiente. Pablo era el cuarto hombre que sefollaba en lo que iba del año, y apenas estaba en la cuarta semanade enero. Ansiaba hacer suyos a 52 hombres en todo el año, uno porsemana si a caso, porque tenía que descontar los días de superiodo, los cuales ella amaba porque a veces se arriesgaba a cogersin que sus parejas se pusieran condones, y honestamente, sentir lalechita llenándole el útero era placentero. [/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Sevistió con una bata de seda y salió del dormitorio. Pensó en ir aver a su hermano, pero antes se metió a la ducha y se dio un buenbaño de agua tibia para quitarse el sudor y los fluidos. Cuando fuea por Adán, lo encontró dormido, con sus bóxers y sin camisa. Searrodilló junto a él en la cama y le dio un beso en el hombro.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Buenasnoches, hermanito — le dijo con ternura y le miró un momentoembelesada, como una madre que ve dormir a su criatura.[/FONT]


[h=1][FONT=Garamond, serif]Capítulo2[/FONT][/h]

[FONT=Garamond, serif]Adánse despertó con una gran erección tensándole los bóxers. Lacabeza le dolía un poco, a pesar de que no había bebido mucho en ladiscoteca. En comparación con su hermana, que era una gran yrefinada bebedora, conocedora de grandes vinos y otras delicias, élestaba más habituado a la cerveza suave y a uno que otro cigarrilloocasional. [/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Semetió a la ducha para despertar por completo y luego fue a ver aGabriela, encontrándose con que su cuarto estaba vacío. Se habíaido a trabajar a la secundaria y Pablo tampoco estaba, aunque latanga de Gabi seguía tirada en el suelo. Murmurando maldiciones,Adán fue a por la cesta de ropa y empezó a recoger la ropa de suhermana mayor. Metió la tanga y el corpiño, también el vestido,los shorts y una gran variedad de sostenes de encaje, alguno máspequeño que otro, y los llevó a la lavadora. [/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Despuéspreparó algo de comer y miró entusiasmado el reloj. Tenía algoespecial pensando para aquella mañana: le declararía a Joana sugusto por ella y le invitaría a dar un paseo por el parque. Sevistió con sus mejores ropas, casuales y pulcras, y salió deldepartamento. Eran las once de la mañana cuando llegó hasta elpequeño restaurante donde trabajaba la muchacha. Un sitio al quecasi no iban clientes, hasta entrada la noche.

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[FONT=Garamond, serif]Enla mesa de siempre le estaban esperando Mary y Gerardo, una pareja deamigos a los que venía conociendo desde hacía dos años. La mujerera de baja estatura, con una piel olivácea y una cara redonda ybonita. Gerardo era su esposo, media cabeza más alto que Adán, perono más intimidante que éste. Era un buen hombre, de treinta ytantos años y dirigía un negocio de pesca en el muelle. [/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]¿Todoestá listo para la declaración? — le preguntó Mary, con unacoqueta sonrisa.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Esperoque sí.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Todoirá bien, Adán. Sólo dile lo que sientes — Gerardo siempresacaba alguna frase chunga de novela barata para decir. Era un granlector, especialmente del género erótico. Él y su esposa estabanentre las parejas más guarras que Adán conocía, y si seguíajuntándose con ellos, era sólo porque le traía muchas ganas a Maryy a su hermoso culo de gimnasio. Le atraía sólo sexualmente, claro.Su interés era, en esos momentos, la pelirroja de Joana. Camarera,de menos de veinticinco años, había cautivado a Adán desde que lesirvió un café, dos meses atrás.[/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Joanase aproximó con el menú. Los tres amigos eran algo así como susclientes favoritos, sobre todo porque Adán siempre le dejaba buenaspropinas para dejar ver su interés, el cual ella ignoraba.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Buenosdías. Les traje el menú, aunque sé que siempre piden lo mismo.[/FONT]
[FONT=Garamond, serif]AAdán le pareció que se veía más hermosa.[/FONT]
—[FONT=Garamond, serif]Buenosdías, Joana. Gracias por ser siempre tan servicial. [/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Megustaría… pedir algo más — dijo Adán, tratando de no mirar lashermosas pecas que recorrían el pecho de la camarera —, es másbien, eh, un pastel de chocolate.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Claro,cariño. Ahora mismo te traigo una rebanada.[/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Joanafue a la cocina y volvió luego de unos minutos, durante los cualesAdán se la pasó mirando cómo Mary le metía la lenguatranquilamente en la boca a su esposo siempre que se besaban. Sepreguntó cómo serían los dos en la cama y qué clase de cosaspodrían hacer. [/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Lacamarera regresó pronto y dejó los cafés y le puso a Adán eltrozo de pastel. Esbozó una sonrisa y se alejó, momento en el queAdán decidió sacar del bolso de su camisa un pequeño anillo.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]¿Vasa pedirle matrimonio? — le preguntó Mary, intrigada.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Mepareció un buen detalle. ¡Camarera![/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Joanaregresó con una sutil sonrisa.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]¿Sí?[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Creo…que hay algo en mi pastel. Mira.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Veamos…[/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Encontróel anillo guardado entre las capas de chocolate. La sonrisa servicialse le borró y miró a Adán con confusión. Éste deslizó un labioy le tomó de ambas manos. Se puso de pie.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Joana…desde que te conocí, me has gustado mucho y…[/FONT]
—[FONT=Garamond, serif]Pero…Adán, es decir, señor, yo soy casada. [/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]¿Qué?[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Yestoy en mi segundo mes de embarazo.

[/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Adánsintió cómo se le comprimía el corazón y la cara se le tornabaroja. Abochornado, se sentó. Joana comprendió que ese no era elmejor momento de estar ahí, y regresó a la cocina rápidamente.Mary y Gerardo se quedaron de piedra, mirando cómo los ojos perdidosde su pobre amigo se tornaban vidriosos. Sintieron pena por él. Nohabía forma de saber que joana estaba casada. Era una muy buenacamarera que atendía siempre con cariño y por eso Adán habíaconfiado en que había química entre los dos. Claro que hasta esemomento, nadie se había dado cuenta de esa verdad.[/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Abatido,Adán se limpió los ojos. [/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Bueno…creo que mejor comemos. El pastel está… rico.[/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Maryresopló. Conocía la historia de Adán y del fiasco de prometida quetuvo. El pobre se había enamorado de las mujeres menos indicadas yno necesitaba sufrir tanto. Además, Adán le gustaba. Era un chicoalto, de buen carácter y apasionado, casi poético, con buen cuerpoy un bulto interesante en los pantalones. Había soñado con comerlela polla en más de una ocasión desde que habían ido los tres a laspiscinas y le había visto con el bañador. [/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Estiróla mano y tomó a Adán del brazo.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Oye,tranquilo.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Creoque a partir de ahora ya no habrá más mujeres para mí. Sólo meconcentraré en el sexo. Al diablo con todo.[/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Lapareja vio cómo su amigo se levantaba de la mesa y salía sin decirnada a cambio. [/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]¿Creesque esté bien, amor? — quiso saber Mary.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Pues…sí. Pobre, pero las cosas mejorarán.[/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Derepente la mujer tuvo una buena idea.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]¿Deberíamos…invitarle a una de nuestras reuniones?[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Nocreo que Adán sea esa clase de persona.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Perode seguro se la pasará bien ¿no crees? Es nuestro amigo. Merece quele ayudemos a olvidarse de lo malo.[/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Gerardoreflexionó un momento. En efecto, una gran amistad les unía a lostres, y cuando ellos se deprimieron cuando se enteraron de que Marytenía problemas para concebir, Adán y Gabriela les fueron de muchoapoyo y les consolaron. A los amigos no se les deja así, a laderiva. Miró a su mujer y le besó la punta de la nariz. [/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Vamosa preguntarle.[/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Encasa, Adán empezó a romper las fotos que se había tomado conJoana. Él, Mary, Gerardo y la camarera aparecían en varias,sonriendo después de celebrar alguna cena o simplemente una selfietomada de la nada. Las arrojó todas al bote de la basura y se sentóen el borde de la cama, pensando en cómo sacar de su pecho todo eldeshonor por el rechazo. Maldijo al esposo de Joana, pero sabía queestaba comportándose como un niño. [/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Mástarde llamaron a la puerta. Mary y Gerardo entraron.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]¿Quéles trae por aquí? — les preguntó, sirviéndoles un café.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Adán…— habló Mary, alto sonrojada —. Queremos proponerte… siquieres, que asistas a una reunión especial. Tú ya sabes quenosotros somos… una pareja algo liberal.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]¿Quéquieren decir?[/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Gerardointervino.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Existeun lugar al que Mary y yo vamos. Allí hacen reuniones… del tiposwinger. Una fiesta swinger es cuando…[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Sélo que es — farfulló Adán. Había visto esa sección en suspáginas porno.

[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Puedescoger con quien quieras — le animó Mary, que ya podía sentir ladeliciosa verga metiéndose en su garganta.[/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Adánsabía que era cuestión de tiempo para que sus amigos le invitaran auna de esas prácticas sexuales. La verdad es que no le importaba elsexo en estos momentos, ni las mujeres. Sólo quería dedicarse a suvida y olvidar que el amor existía. Observó a la pareja de esposos,que aguardaban su respuesta con ojos expectantes. El pecho le latiófuertemente al darse cuenta de que si iba, podría penetrar a suamiga Mary, y a otras mujeres. Claro que habría hombres también,pero eso era lo de menos. [/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Lalujuria se le despertó más al ver los apretujados pechos de Mary,embutidos en el sujetador blanco que llevaba puesto. Imaginó ladulce cara redonda comiéndole la polla. Su miembro reaccionó.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Puedesfollar a Mary, claro — Gerardo pareció adivinar sus pensamientos yAdán se sonrojó.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Bueno…está bien. Supongo que no tengo mucho qué perder.[/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Gabrielahabía terminado de apuntar los deberes de la clase de historia en lapizarra, y se sentó tranquilamente a revisar las tareas que susalumnos le habían entregado. El grupo estaba sumido en un controladodesorden. Trabajaban en equipo y ella paseó su mirada para ver quetodos estuvieran haciendo sus actividades. Notó que Juan, unmuchachito precoz y el más pervertido del salón, estaba embobadomirándole las piernas por debajo del escritorio. Gabriela sonrió ycruzó los muslos, intentando bloquear su mirada, pero sus firmespantorrillas sólo despertaron un mayor interés en los jóvenes.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Maestra,terminé el resumen — Esteban, un chico rubio y el más alto de laclase se aproximó a Gabi y le mostró la libreta. Mientras ella lorevisaba, notó que la mirada verde de muchacho se paseabaconcienzudamente por el canalito entre sus tetas. Llevaba una blusade oficina, como sugería el reglamento, pero el modesto volumen desus senos tensaba la tela y el sostén apretujaba sus carnesfirmemente.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Sime sigues mirando los pechos, vas a seguir haciendo trabajos malos —le dijo a su alumno con una coqueta sonrisa en sus labios rojos. Lecolocó una F de nota, y Esteban se fue, agradecido por la miradaradiante de su maestra y el bonito espectáculo a la vista.[/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Flor,la jefa de grupo, miraba a Gabi con el ceño fruncido desde su lugar.No le caía bien en lo absoluto la maestra de historia, sobre todoporque sus alumnos conocían su Facebook y le daban like a sus fotos,en especial a las más coquetas que subía. Flor era una niña dereligión. Consideraba a Gabi como una perversa que miraba conlascivia a los chicos, especialmente a Esteban, de quince años, elcual casualmente era el muchacho que le gustaba. Pero lo peor era losiguiente.[/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Unhombre alto, bien parecido, con la camisa arremangada y una barba decandado, llamó al salón. A Flor le chispearon los ojos cuando vio ala profesora acercarse a su papá. Julio venía seguido a hablar conGabi, supuestamente para preguntar sobre el rendimiento de su hija,aunque en realidad sólo iba para coquetearle a la maestra.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Tufutura mamá — le bromeó una de sus amigas.

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— [FONT=Garamond, serif]¡Cállate!— gruñó Flor, viendo cómo su papá le entregaba a Gabriela unacajita de chocolates y ella le sonreía abiertamente. Después deeso, Julio le hacía un saludo a su hija y se iba, sin siquierahablar con ella —. Voy a destruirla — prometió Flor, furiosa consu maestra —, voy a destruirla y se va a arrepentir de todo…[/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Adánestaba echo un manojo de nervios. Miraba el reloj y tenía la pijadura ante la idea de que podría follarse a Mary. Le habían citado alas cinco de la tarde, bastante temprano para su gusto. Esperaba aque su hermana llegara pronto para pedirle el dinero de su parte dela renta, pero cuando dieron las cuatro y media, supo que nollegaría. Le dejó una nota en la mesa, cogió su abrigo y saliórápidamente del edificio.[/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Cuandollegó a la casa de los swingers, vio que se trataba de una granresidencia ubicada en una zona privilegiada de la ciudad. Mary,vestida con una cortísima minifalda, le estaba esperando en laentrada. Le dio un beso en los labios con tanta velocidad que Adánse quedó de piedra. [/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Ven.Te estamos esperando.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]¿Lesdijiste que vendría?[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Sí.Todos lo saben.[/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Adánno era bueno con las multitudes, y se quedó de piedra cuando vio acasi veinte personas allí, en la sala. Mary se apresuró apresentarle, y le sonrieron con cordialidad. La vista de Adán estabapuesta en las mujeres del lugar. Todas eran morenas, con la pielcremosa o bronceada, vestidas con atuendos cortos y bonitos. Olíadelicioso, como a flores de otoño. Algunos bebían copas de coñac ovino tinto. Eran gente refinada, bonita y de rostros simétricos. Sesintió un poco feo en comparación con ellos, pero la idea de quepronto podría cogerse a todas las chicas de allí si quisiera, hizoque sus pantalones se tensaran. [/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Vamosa comenzar —le dijo un hombre a la multitud. Se extendió unpequeño grito y todos brindaron. A continuación marcharon hasta unsalón espacioso.[/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Adánfue el último en entrar. Habían tres camas grandísimas, y dossofás y varias colchas y almohadas en el piso. Las paredes estabanpintadas de rojo. Luces amarillas colgaban de los muros y telas deseda adornaban las columnas de mármol que sostenían el techo.Sonaba una música suave, erótica. Los chasquidos de los besosempezaron a hacerse audibles. [/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Lapolla del hombre reaccionó más al ver a una pelirroja sacarse elsujetador y rebelar tetas impresionantes, de pezones rosas yacaramelados. Él mismo empezó a quitarse la camisa y lospantalones, quedándose sólo en calzoncillos. De repente una chicamorena de ojos azules le tomó de la mano y se lo llevó en medio delos que estaban en el piso. [/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Enmenos de diez minutos, el noventa por ciento de los swingers yaestaban desnudos, incluido Adán. La morena le había bajado lospantalones, y en medio de una sonrisa, se había metido su miembro ala boca. La chica no debía tener más de veinte años, y un pechopequeño, pero grandes nalgas. Acomodada entre las piernas de Adán,le mamaba mientras otro hombre se acomodaba tras ella y empezaba apenetrarla. [/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Adánbuscó a Mary, y la encontró completamente desnuda. Su pene lanzóuna gota de esperma al ver que ella se le acercaba a gatas y conlujuria. [/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]¿Tediviertes?[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Sí…[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Perfecto…— le dijo ella, y se apresuró a besarle con la lengua. Adán lecorrespondió. La morena, de nombre Susy, chupaba y le masturbaba almismo tiempo. Se sacaba el glande sólo para gemir, a la vez que elhombre la penetraba.[/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Ala derecha, dos chicas con las piernas completamente abiertasrecibían la atención de Gerardo. Las vaginas estaban depiladas,suaves y mojadas. Ellas se besaban fogosamente, y Adán extendió suslabios hacia ellas, que sonrieron y también le besaron. Mary habíahallado un sitio junto a Susy, y mientras la morena le seguíamamando la verga, Mary se buscó un sitio y empezó a lamer lospesados huevos de su amigo. [/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Desdehacía tiempo Mary había fantaseado con él. Toda su lengua se movíapor el saco, mojándolo y succionando cada uno de sus huevos. Derepente sintió su concha abriéndose ante la verga de José. Era unhombre de tez negra, un semental por naturaleza, con una pija que ibapoco más allá de los veinte centímetros. Mary le guiñó un ojo.Él le dio una nalgada. [/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Estela,una voluptuosa madre de familia que venía con su amante, le tocó elhombro a Adán.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Cómemeel coño — le solicitó, y Adán no se pudo creer cuando ella leacostó y se sentó sobre su rostro. El hombre comenzó a beber losjugos que salían en abundancia. Alzó la vista y vio que Carlos,otro de los hombres, le estaba zampando la polla en la boca y goteabasaliva de las comisuras de su boca.[/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Gerardoabrió las piernas de Maya y vio el piercing que tenía en elclítoris. Empezó a penetrarla rápidamente mientras Andrea, depezones marrones, le abría el coño a su amiga. A dos metros deellos, sobre la cama, Patricia y Antonio hacían un 69 invertido. Lapolla se clavaba en la garganta de la chica mientras éste le comíael coño con rapidez y le tanteaba el culo. [/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Quieropenetrarte — le pidió a Mary, que asintió y se sacó los huevosde su boca. Hizo que la otra chica se hiciera a un lado y se sentósobre la verga de su amigo. Mary exclamó un grito. Gerardo miró asu esposa cabalgar deliciosamente a otro hombre y reanudó susembestidas para con Maya, que chillaba y sus tetas se bamboleabanfrenéticamente.[/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Joséhabía ido donde Patricia para meterle la verga ala mujer, y éstamamó antes de la gran y gorda pija negra que le estaban ofreciendo.Al otro lado de Adán, Marta y Katy hacían un 69, comiéndose loscoños mientras se penetraban con consoladores que vibraban dentro desus apretadas conchas. [/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Adánsonrió al verlas. Se dejó llevar por el momento y le dijo a Maryque iba a eyacular. Ella empezó a moverse más de prisa, más deprisa hasta que sintió la descarga de semen caliente embarrándoletodo el coño. Gimió de gusto, y sonrió, acariciándose las ubres ypellizcándose los pezones. Se sacó la polla y llamó a Maya, queestaba con Gerardo. Maya, a regañadientes, se arrastró hasta él.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Anda,cómele la polla un rato y haz que se le pare.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Sí,mientras tú ve con tu esposo, que se ve que te quiere coger.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Anda,pero si aquí todos cogen contra todos — dijo Adán, feliz cuandoMaya empezó a darle besitos a sus huevos y luego a lamerle el semenque se le había escapado del glande.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Cállatey disfruta — le regañó Maya, echándose el pelo para atrás.[/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Despuésde un rato de cogida, hubo un pequeño concurso de lamer conchas. Laschicas, diez en total, se sentaron en los sofás y se abrieron depiernas. Exponían vaginas jugosas, depiladas, de carnes rosadas conpequeños anitos contraídos debajo. A Adán se le había vuelto aponer dura, y hacía fila junto a otros tíos a la espera de podercomerse todos y cada uno de los coños. [/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Loshombres pasaban y cada uno tenía permiso de lamer por cinco minutoscada vagina. [/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Loúnico que nos falta es la squirting — le dijo Gerardo. En esemomento José le estaba comiendo el coño rosado a su esposa.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]¿Tienenuna?[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Sí…pero no vino a la reunión. Hombre, ella es maravillosa. No sólo esbuena en la cama, sino que es una squirt de lo mejor. ¿Has vistoesas pelis porno donde las mujeres gritan mientras se corren? Eso espuro engaño. Ella de verdad se corre, y no hace un escándalo. Y noimporta cuántas veces se la hayan metido. Su coño sigue estandoigual de apretado.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Esla diosa de por aquí — le dijo Carlos. Era su turno de pasar.[/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Lasmujeres se reían mientras les daban sexo oral, y soltaban sus dulcesjugos para sus hombres. Mantenían las piernas bien abiertas,acariciándose las tetas entre sí. José trató de meterle la pollaa Patricia, pero todos los demás le regañaron. Ese concurso eracomer conchas y nada más. [/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Adánestaba feliz, pronto sería su turno. Iría a por la vagina de Mary,que a leguas parecía ser la más experimentada de todo el grupo demujeres. No le daba asco lamer un coño que ya había sido comido. Enese momento tampoco le daba asco ver otras pollas. Pensó que a suhermana le hubiese encantado estar allí. [/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Derepente la puerta del salón se abrió. Los hombres giraron lascabezas — ambas —, pero sólo a Adán le brillaron los ojos. [/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Habíacaído un ángel del cielo. La mujer joven que estaba allí noparecía encajar con los estándares humanos, según vio él. Llevabaun vestido floreado, apenas por encima de las rodillas, cuando todaslas otras mujeres habían venido con minifaldas y escotes. Los finostirantes mostraban unos hombros pequeños y delgados. Tenía zapatosde tacón bajo, una cantidad de pulseritas en las muñecas. El escotecuadrado del vestido dejaba entre ver un par de apretujados senos depiel clara. El pelo, entre rubio y pálido, le caía en suavesondulaciones detrás de la espalda. Los ojos verdes destellaban unaalegría infantil. [/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Aquíestá — dijo Pablo —, la reina del swinger.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]¡Oigan!— protestó la chica, dando un zapatazo de frustración. Su voz eratierna y suave, pero de esas voces que causan placer al oírlas reír.Las delicadas y simétricas facciones de su rostro, labios pequeños,nariz respingona y hoyuelos en ambas mejillas le conferían un airecasi divino — . No se vale, comenzaron sin mí…[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Llegastarde, como casi siempre — le dijo Mary, yendo hacia ella.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Nofue mi culpa. Tuve unos problemas que atender antes de salir deltrabajo.[/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Adánestaba estupefacto ante la belleza de la mujer. Parecía ser la másjoven de todas, casi una adolescente todavía, aunque su edad nodebía de ser mayor de los veinticinco años. Riendo, le dio un besode pico a Mary y se dio la vuelta. Mary, amigable, le ayudó aabrirse el vestido. La espalda perfilada de la reina era muy blanca ylimpia. Llevaba un sujetador rosado, y una pequeña tanga de colorrojo. [/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Luegole desabrochó el sujetador. La mujer se giró, sonriendo mientrasdejaba caer la prenda. Sus pechos eran de una perfección tal quepara Adán podían ser incluso mejores que los de todas laspresentes. Eran firmes y respingones, con las puntitas rosadasmirando un poco hacia arriba. Tenía un lunar en el derecho. Elombligo, más abajo, llevaba un delicado brillante. Se sacó la tangay mostró una vagina tan dulce y lisa como la de una niña pequeña. [/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Delicadamente,la reina dobló sus ropas y las metió en un bolso que había dejadoa un lado. Se pasó el cabello rubio por detrás de las orejas ycorrió, con sus pechos rebotando graciosamente, al final de la filay se abrió de piernas. [/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Adánno pudo más, y eyaculó.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]¡Perdiste!— le gritó el que estaba detrás de él y Adán tuvo que apartarsea un lado, pero sin dejar de ver a la joven ángel que ofrecía sutierna vagina para todos los hombres. Se sostenía las piernasabiertas tranquilamente y relajada, como en su casa, y conversabaanimadamente con Mary en medio de sonrisas y cuchicheos.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]¿Cómose llama esa mujer? — se preguntó a sí mismo, pero el de la otrafila le contestó.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Ah,la reina. Es muy dulce para estar aquí. Te gustará.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Sí…pero quiero saber su nombre.[/FONT]
—[FONT=Garamond, serif]Sellama Rebeca.[/FONT]
[h=1][FONT=Garamond, serif]Capítulo3[/FONT][/h][FONT=Garamond, serif]Adánestaba apresurado en levantar su erección, pero se había corridotanto que su miembro parecía no querer responderle adecuadamente.Sentado en uno de los sofás, miraba cómo el concurso de lamervaginas se daba sin él. Ahora mismo, Gerardo estaba arrodilladoentre las bellas piernas de Rebeca y tenía la boca completamentehundida en el coño de la chica. Rebeca, sonriente y con las mejillasenarboladas, le acariciaba el pelo y le miraba con un brillo decoquetería en los ojos. Una coquetería ingenua. Mary, que estaba allado de Rebeca, le daba tiernos besitos en los labios de vez encuando. [/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Alfin la polla de Adán reaccionó y comenzó a ganar tamaño. Suspiró,agotado y se fue al final de la fila, donde los hombres volvían aformarse para una ronda más. Las mujeres no paraban de jadear, peroRebeca estaba calladita, gimiendo sólo de vez en cuando. Los dieztíos ya habían pasado por su coño, que estaba tan mojado de salivaque se antojaba más jugoso que nunca antes. [/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Cuandoya casi era el turno de Adán, Gerardo decidió volver a lanormalidad la fiesta swinger, por lo que todas las muchachas buscaronpareja y se tiraron al piso a coger con ellos. A Adán, la sensual yesbelta Maya lo llevó con una de sus amigas morenas, llamada Katy.Le acostaron en un cojín y Katy se apresuró a montar su voluminosomiembros mientras se pellizcaba las caderas. A pesar de todo, Adánseguía tratando de ver a Rebeca. Distinguió su pelo rubiomoviéndose apresuradamente junto con su cabeza. De seguro el belloángel estaría comiéndose una polla, y no era la de él. Dejó dever cuando Maya se le sentó encima y le indicó que le lamiera laconcha.[/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Adántuvo que hacerlo. Tampoco era un tonto que iba a desaprovechar laoportunidad, y sobre todo porque Maya tenía un sabor delicioso entrelas piernas. Además, la vagina de Katy se contraía alegremente concada uno de sus sentones. El hombre estaba en la gloria y comprendióque podría volver a eyacular. [/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Esperaun momento — le dijo a Maya, que molesta, se quitó.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]¿Qué,amor? ¿No te gusta mi culo?[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Meencanta, pero quisiera cambiar de pareja.[/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Decireso en una fiesta swinger no era precisamente educado. Maya le gruñócomo una leona salvaje y gateó, hasta que otro hombre la tomó y leabrió las piernas para follarla. Katy también se había enojado aldarse por aludida y se fue con su amiga. De repente Adán estabasolo. Todos a su alrededor intercambian jugos, menos él. [/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Selevantó y vio perfectamente a Rebeca siendo penetrada por Carlos. Elhombre apoyaba sus manos en las blancas rodillas de la joven, paramantener sus piernas separadas. Las tetas de ella se movíangraciosamente. José, el hombre de color, se aproximó a Becca y estale tomó el miembro con mucho cariño y le dio suaves besos antes demetérselo a la boca. Tenía unos labios pequeños, por lo que nologró tragársela completa.[/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Adánnecesitaba probar esa boca. Tenía que hacerlo cuanto antes. [/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Avanzócuidadosamente con la polla tiesa, esquivando a las parejas. Mary,que no estaba lejos, le interceptó y le hizo arrodillarse. Acontinuación su amiga se colocó como una perrita y se abrió lasnalgas, mostrando una concha perfecta. [/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Dame,por favor, dame, Adán, no seas malo.

[/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Elhombre gruñó, insatisfecho, pero tomó a la mujer de las caderas yle zampó la verga en la vagina. Mary empezó a jadear. Gerardo, suesposo, se colocó frente a ella ofreciéndole su pene y Mary mamócon fuerzas renovadas. Unos gritos de placer llegaron a Adán y segiró. Vio que dos hombres le hacían una penetración múltiple aMaya. Uno por la concha y otro por el culo. La chica gritaba ydesorbitaba los ojos en pleno placer, rompiéndose los labios almorderlos. José y Carlos, al ver como se follaban a Maya como unaputa, abandonaron a Rebeca y fueron a tratar de meter sus pollas encualquiera de los agujeros de la muchacha.[/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Adánaprovechó ese momento. Sacó su verga de Mary y casi corrió a ver aRebeca. Le ganó a un chico, empujándolo suavemente y se arrodillóentre las piernas de la mujer. Los ojos verdes, preciosos, comoesmeraldas de la reina, se posaron en él, y sintió la caricia de sumirada. Le sonrió.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Hola.No te había visto ¿eres nuevo?[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Sí…me llamo Adán.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Yosoy Rebeca.[/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Quisodecirle que lo sabía, y que se moría de ganas por saber más cosasde ella. Rebeca, sonrojada por el calor y las múltiples cogidas, sequedó inmóvil, mirando al hombre con un gesto de cierta inocencia yun brillo especial en sus labios.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Y…¿vas a entrar o no?[/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Adánbajó la vista y vio cómo los delgados dedos de Rebeca abrían loslabios de su coño para él. Las carnes de color rosado, bañadas porla lubricación natural de su cuerpo estaban a su disposición. Se leaceleró el pecho. Miró a Rebeca, casi como pidiéndole permiso. [/FONT]
—[FONT=Garamond, serif]Sí,claro — respondió, apenado.[/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Tomóa la mujer de las caderas con mucha suavidad. Esta se acomodó yseparó los muslos para darle espacio. Adán dirigió la punta de supolla a la estrecha entrada que se le ofrecía y la introdujo de unlento movimiento. Esperó ver alguna señal de dolor por parte deBecca, y sin embargo, ella sólo cerró las pestañas un segundo ysuspiró, dejando que el calor de su vagina le diera la bienvenida aun nuevo miembro. Adán penetró hasta el tope de su pélvis y sequedó así, saboreando las suaves contracciones que Becca lebrindaba. [/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Lareina abrió los ojos y le miró con un leve fruncimiento de cejas acausa de la confusión.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Puedesfollarme. No me voy a romper.[/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Elnovato swinger sonrió y se inclinó hacia el frente. A Becca lesorprendió esto, porque los ojos de su pareja transmitían algo queno estaba presente en los otros hombres. Sin embargo, correspondió yenredó sus brazos en la sólida espalda de Adán. El hombre buscólos labios de la chica y ella le aceptó el beso. Esperaba que Adánle metiera la lengua hasta la garganta, como todos, más no sucedióesto. Adán la besó con una ternura propia de una pareja deenamorados. Su polla estaba quieta, abrazada cariñosamente por suvagina. [/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Adán…debes moverte dentro de mí.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Ah,claro — se rió como un tonto. Casi olvidando cómo follar. Seaclaró la garganta y besando el cuello de Rebeca, empezó a bombear.Notó cómo el cuerpo de la chica se sincronizaba con sus embestidas,de tal forma que mientras su polla se movía hacia adelante, lascaderas de la reina lo hacían en la dirección contraria y ayudaba aque la penetración fuera más profunda.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Ponmis piernas en tus hombros, Adán.[/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Elhombre obedeció. [/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]¿Ves?Así estamos más cómodos.[/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Erauna experta puta. No. Adán se arrepintió de llamarla así. Beccaera un ángel salido del cielo, y destilaba placer. Mientras se lacogía, disfrutó con el bamboleo de sus tetas. Se movían comopéndulos, lentos y firmes. Rebeca le tomó de las mejillas y loatrajo hacia sus pechos, indicándole que podía saborearlos siquisiera. Él lo hizo. Nunca había probado tetas más buenas queesas. Eran incluso mejores que las de su hermana mayor y se quedóprendido a ellas como un niño. [/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Eresun chico tímido — se rió ella — ¿Cómo es que caíste aquí?[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Maryme invitó.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]¿Yhas cogido mucho con las chicas de aquí?[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Conalgunas nada más.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Sienteesto. Dime si te gusta.[/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Derepente Adán sintió un apretón fuerte en su polla. Los músculosde Rebeca estaban entrenados para ejercer una bonita sensación depresión en su ya de por sí estrecha cavidad. Él jadeó defelicidad y sintió que podría eyacular dentro.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]¿Tegustó?[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Meencantó.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Continúa,pues.[/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Seesforzó por sacar los gritos de placer a Rebeca, y la cogió conconfianza. Sin embargo, la muchacha le miraba de vez en cuando ytambién miraba a los demás. Conversaba con una chica que mamaba unapolla y le hizo una broma de lo grande que tenía la boca. Ambas serieron. El hombre se preguntó si ella era capaz de sentir placer osi su sensibilidad era tal que él no daba abasto.

[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]¿Quierescambiar de posición? — le preguntó a ella.[/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Rebeca,sin responderle y sin dejar de platicar con la muchacha, llamadaCarla, se colocó a cuatro patas, como una perrita en celo y levantóel culo. [/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Puedohacer anal si quieres — le dijo, con la mirada tranquila y serena.Esto casi hizo venirse al hombre, y sin embargo, decidió nopenetrarla por allí. La vagina se sentía tan rica que dudaba quehubiera otro orificio mejor. Le dio una nalgada suave para sentir ladureza de su culo y perforó en su concha otra vez. Vio una delgadacapa de sudor en la espalda de su pareja, y eso hizo que se sintieramás excitado al ver brillar la piel.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Esmi turno — le dijo José, el negro de casi dos metros que habíaterminado de coger a Maya.[/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Adánle miró el miembro considerablemente grande. [/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Ah…yo…[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Estábien, Adán — le sonrió Becca —. No sólo conmigo tienes queestar.[/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Joséle lanzó una sonrisa de suficiencia y se acostó. Rebeca miró ladecepción en el rostro del novato y se sintió algo apenada porhaberlo cortado así, sin embargo la fiesta swinger no podía darsecon totalidad si una pareja se enfrascaba con otra. [/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Segiró, abriendo las piernas un poco más.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]José,ten cuidado — le reprochó Becca.[/FONT]
—[FONT=Garamond, serif]Losé, lo sé. [/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Adánvio casi con horror como el grueso y negro miembro del hombreirrumpía la delicada vagina donde él había estado momentos antes.Esta vez, Becca sí que gimió y su rostro se puso colorado. Respiródespacio y abrió los ojos verdes, que le miraron. [/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]¿Adán?[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Losiento, iré por otro lado.[/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Sedio la media vuelta. De repente ya no quería tener sexo con nadiemás, pues los jadeos de Rebeca, perforada por esa gran verga,calaron hondo en él.[/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Así,la fiesta swinger llegó a su fin, aunque para él pudo haber tenidoun final mejor. No tuvo tiempo de volver a hablar con Rebeca, pues lamujer rápidamente se cambio de ropa y regresó al trabajo. Lo que síle quedó a Adán fue la mirada de desprecio por parte de Maya yKaty, a quienes había despreciado y abiertamente dijeron que novolverían a tocarle la polla. A él no le interesó en lo másmínimo.[/FONT]


[FONT=Garamond, serif]Gabrielavolvió a casa y se llevó la sorpresa de que estaba vacía. Adánusualmente se quedaba en el apartamento a trabajar en su libro, unanovela de ciencia ficción para la que tenía un contrato con unafamosa editorial de literatura juvenil. Esto hacía que su hermanofuera un friki de las letras, con su habitación llena de libros enlos estantes y carteles de ciencia ficción colgando de las paredes.Parecía la estancia de un adolescente solitario, y a Gabi le gustabaesa inocencia e ingenuidad. [/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Semetió a la ducha y salió envuelta en una toalla justo cuando suhermano entraba a la casa. Vio el sonrojo que le produjo a él, y lalasciva mirada que le echó. Gabriela no era tonta. Si muchos hombressucumbían a sus encantos femeninos, su hermano no podría ser laexcepción. Sonriendo, se acercó a él y le abrazó cariñosamente,presionando sus tetas contra su pecho, por debajo de la toallarosada.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]¿Tesientes bien? Mary me contó lo de Joana.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Estoybien, no te preocupes.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Descuida,hermano. Era una puta que sólo quería atraer clientes.[/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Tristemente,Gabriela parecía estar en lo cierto. La mujer le dejó un beso en lacomisura de la boca y se fue a su cuarto. Los ojos de Adán nodejaron de seguir el fascinante cuerpo de su hermana, mojado yenvuelto con la delgada toalla. Imaginó cómo se le vería el culo,qué tan duras serían sus nalgas. La última vez que había visto aGabi desnuda fue cuando ésta tenía quince años, cuando intentócomerle la polla a él y mamá se alteró y decidió que ya eratiempo de que dejaran de bañarse juntos. [/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Noobstante, lo que más le preocupaba a Adán era encontrar a Rebeca enfacebook. Supuso que tendría como amiga a Mary, y se decidió ainvestigarlo cuanto antes. [/FONT]


[FONT=Garamond, serif]Mástarde, Gabriela salió a tomar unas copas al bar que estaba cerca delapartamento. Se había vestido con una bonita minifalda rosada y unablusa blanca de estampado abstracto. Se veía juvenil, pese a estarcerca de los treinta años. Su piel de bronce le daba un aspectoexótico y muy estilizado, como una sensual amazona. [/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Bebióun sorbo de su copa cuando se le acercó Laura, una de sus amigas másíntimas. Era una adolescente de apenas 18 años recién cumplidos, yera tan depravada que hasta Gabriela tenía cosas que aprender deella. Sintió la nalgada que le dio y el apretón.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Peromiren a quien tenemos aquí — le dijo a Gabriela —, parece que note has mostrado mucho últimamente ¿verdad?[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Heestado ocupada con el trabajo —respondió la maestra, y no pasópor alto el sexy top que llevaba Laura. Su pelo rubio iba atado enuna coleta y mostraba un encantador cuello.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]¿Quieresalgo de diversión? — le preguntó Laura, sentándose con laspiernas cruzadas en uno de los bancos de la barra. Lo cierto era queGabi no le iba al lesbianismo. Sí, había besado a alguna chica devez en cuando, pero hasta que conoció a Laura, ninguna otra mujer lehabía seducido así.[/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Lauratenía una lívido muy alta, y su principal atractivo eran suspechos, tan firmes como los de Gabi, y con ese apretado top, quedabanestrujados y aumentaban su volumen. Los labios rosados de la chicaantojaban sus labios besables. [/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Vamos,vamos. Sabes que quieres hacerlo — le tentó la muchacha,acariciándole las piernas. La maestra alzó las cejas y miró enderredor. En esos momentos el bar no estaba muy lleno, y francamente,estaba estresada por las clases. Sino conseguía una polla para mamary descargar sus frustraciones, bien podría hacerlo con una mujer.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Bueno…— dijo, soltando el aire que retenía —, supongo que está bien.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]¡Perfecto!— rió Laura, y llevó a Gabi de la mano hasta la calle.[/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Lasdos mujeres fueron muy juntitas hasta el apartamento de Adán, yentraron sin hacer mucho ruido, porque el escritor estaba trabajandoen su cuarto. Nada más cerrar la puerta de su dormitorio, Gabrielafue jalada hacia la cama y cayó a los brazos de Laura, que comenzóa besarla sin miramientos y acariciando su lengua con la suya. Gabise sintió sorprendida por la ferocidad del beso, pero correspondiócerrando los ojos y atreviéndose a acariciarle a su amiga los senospor encima del apretado top. Las piernas de Laura envolvieron a laprofesora y le desabrochó la minifalda con los dedos. [/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Setomaron unos segundos para desnudarse frente a frente. Sus pieleshacían un bonito contraste de color. Mientras que Gabriela lucía unhermoso bronceado y unos pezones casi marrones, Laura era muy blancay las puntitas de sus pechos eran muy pequeñas. Ella las juntó parahacerlas ver más grandes. Pequeñas venitas azules y verdes se veíandebajo de la delgada piel. Gabriela se lanzó a por los pezones, yacostó a Laura sobre su cama. La chica se dejó chupar con muchoagrado.[/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Erala primera vez que la profesora lamía unos pechos que no fueran lossuyos, y le gustó cómo se ponían duros bajo su mojada lengua.Laura arrastró su boca a la suya y le metió la lengua entre losdientes. La revolcó en la cama y se dirigió, con prisas, al coñode Gabi. Le abrió las piernas al máximo.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Ay,amor. Mira cómo de mojada la tienes. Sí, mira… qué rica se teve. Los jugos escurren.[/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Nerviosapor recibir su primera mamada lésbica, Gabi se acariciaba lospezones y trataba de mantener las piernas bien separadas. Laura sesumergió en su coño, abriéndolo con sus deditos y soplando dentrode ella. Luego, la penetró con los dedos en forma de gancho ycomenzó a follarla con ellos. Gabriela se sintió rara. No secomparaba al grosor de una buena polla, pero bastaba y empezó ajadear de gusto. Gritó de sorpresa cuando la boquita de Laura secerró sobre su coño y empezó a masticarle suavemente los labioscon sus dientes. [/FONT]
—[FONT=Garamond, serif]Oh…sí, Laura. [/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Ytodavía queda más. Date la vuelta y ponte como la perrita que eres.[/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Riendo,Gabi obedeció. Ofrecía un bonito vistazo de su culo. La conchaapretada, el estrecho anito listo para ser penetrado por alguien.Desafortunadamente Laura no era partidaria del anal, así que no leprestó atención a esa zona. En vez de eso montó a su amiga yempezó a perforarla con los dedos, metiendo salvajemente tres de unasola vez. A Gabi le gustó. Jadeó más de prisa y se acarició suconchita con rapidez.

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—[FONT=Garamond, serif]Damenalgadas — le pidió a su pareja, y ella obedeció de inmediato,pegándole fuertemente y dejando las marcas de sus manos en lascarnes de la maestra. [/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Estuvieronasí durante un rato. Después de las penetraciones, Laura sacó susdedos embarrados con jugos y se los dio de probar a Gabi, que losmamó de inmediato. Acto seguido se abrió los labios vaginales.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]¡Métemela lengua![/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Lauralo hizo, presionando toda su cabeza para abarcar hasta el últimorincón de esa hermosa concha. Se pellizcaba su propio clítoris confuerza, y terminó corriéndose y saboreando los juguitosblanquecinos que soltaba la vagina de Gabriela.[/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Después,las dos chicas se tiraron a la cama, riendo y respirando agitadas.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Uff…— exclamó Gabriela —. Fue emocionante, y rápido.[/FONT]
— [FONT=Garamond, serif]Lasmujeres podemos darnos placer más intenso que los hombres y noscorremos más rápido entre nosotras.[/FONT]
[FONT=Garamond, serif]Gabimiró a su mejor amiga y le dio un sonoro beso en la boca, que sedespegó con un sonido de succión.
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wuu que les ha parecido?
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apariciodof

Virgen
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Te aconsejo que revises el relato y corrijas la separación entre palabras, porque traté de leerlo y sinceramente es un dolor de huevos.
 

weter_0

Virgen
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Me perece q solo he leido 3 capitulos de los 4. Asi q espero el cuarto con ansia y si el cuarto estaba espero el quinto y los q vengan
 

tezcatlipoca12

Estrella Porno
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No se puede leer, cansa mucho a los ojos, ojala lo puedas corregir
 
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