Hola mi nombre es Marcelo y escribo la experiencia más fuerte de mi vida con una vecina que al final terminó siendo comadre de mi madre.
Todo comenzó un dÃ*a sábado donde mi madre estaba haciendo pan y lo cocÃ*a en un horno de tarro con leña. Tere estaba a la orilla sentada calentándose sentada en una banca, yo estaba en frente de ella y me dejaba ver sus calzones de color rosado donde se traslucÃ*a toda y podÃ*a disfrutar de su inmensa mata de pelos que estaba esperándome. Me fui acercando poco a poco y comencé a decirle que tenÃ*a las piernas rojas por el calor del fuego, ella me dijo que si que las sentÃ*a caliente y me dijo que las tocara, lo cual hice de inmediato hasta llegar a su calzón con mi mano debajo de su falda.
Sin pensarlo corrÃ* el calzón con dos dedos y le toqué toda su zorra peluda ella no dijo nada, comencé a mover mi mano dentro de su calzón hasta que llegué a la entrada de su zorrita y metÃ* un dedo, ella se acomodó y quedó sentada a la orilla de la banca y con todo mi dedo dentro de su zorra, comencé a pajearla y ella se quedó tranquila. Bueno ese dÃ*a no pudimos hacer mucho asÃ* que no pasó nada más. Yo quedé muy caliente ya que era la primera vez que tocaba una zorra peluda y el olor que estaba en mis dedos era fantástico por lo que fui de inmediato al baño y me corrÃ* tremenda paja.
Bueno pasaron los dÃ*as y ella seguÃ*a yendo para la casa, pero no podÃ*a hacer nada ya que mi madre y mis hermanas siempre estaban cerca. Un dÃ*a viernes el cual yo no tuve clase y me levanté tipo 12:15 del dÃ*a y me fui a duchar, mi madre debÃ*a salir con mi hermana menor al médico asÃ* que yo debÃ*a quedar solo, pero lo que no sabÃ*a es que ella le habÃ*a pedido a Tere que me diera almuerzo. Cuando estaba en la ducha sentÃ* que mi madre y mi hermana se despedÃ*an de mÃ* y yo con un grito desde la ducha les respondÃ*a que les fuera bien.
En eso siento que abren la puerta del baño y veo a Tere que entraba y dijo: tu mamá me dijo que te cuidara asÃ* que antes de almorzar te daré un buen baño, ella se quitó su ropa y me dejó por primera vez ver unas tetas tan grandes como un par de melones y una concha peluda. Ella se metió a la ducha, me jabonó todo el cuerpo, mi pico estaba súper crecido era de 18 cms. de largo y 5 de grueso, ella también se duchó y me dijo sécate bien y anda a tu dormitorio lo cual hice de inmediato, ella me siguió y me tumbó en la cama, me dijo que lo único que deseaba es ser clavada por mi pico ya que su marido no la tocaba hace tres meses.
Se colocó encima de mÃ* y de una sola sentada se metió todo mi largo pico en su zorra caliente... uf creo que sentÃ* como si me quemaran el pico, ella comenzó a moverse y yo muy caliente, tocaba sus tetas y las mordÃ*a como si estuviera tratando de comérmelas. Sin mucha espera comenzó a derramar unos fuertes chorros de leche, ella gritaba que la sentÃ*a, la sentÃ*a toda dentro, que le diera más, más... uf que polvo que echamos. De inmediato comenzó a frotar con su mano mi pico, el cual volvió a vivir, se lo metió todo a su boca, yo me paré y la coloqué patas al hombro y nuevamente se lo metÃ* de un tirón.
Ella me decÃ*a que si que le gustaba fuerte, muy fuerte, yo se lo hacÃ*a bien fuerte como si el mundo se fuese a acabar, saqué mi tranca larga y le dije que tal si lo hacÃ*amos a lo perrito, respondió que sÃ*, se colocó y pude disfrutar su tremendo culo negro, me calenté más aún, se lo metÃ*a y se lo sacaba bien rápido de su zorra y sin dudar metÃ* mi lengua en la entrada de su culo, dijo que maravilloso nunca me han hecho esto. Comencé a meter un dedo que ya se imaginaba que yo querÃ*a metérselo todo por detrás, me decÃ*a que hacer, yo le dije que nada que solo disfrutara, ella seguÃ*a gimiendo como si fuese a volver acabar entonces sin dudar le puse en la entrada de su culo la punta de mi pico y se lo clavé hasta la mitad.
Soltó un grito como si la estuviese partiendo y me pedÃ*a que se lo sacara que le dolÃ*a y que nunca los habÃ*a hecho por ahÃ*, trató de moverse, pero yo la tomé fuerte por detrás y cayó a la cama, yo estaba encima de ella con mi pico hasta la mitad, ella apretaba los cachetes del culo lo cual sentÃ*a que mi pico era apretado fuertemente, sin sacárselo la coloqué de rodillas en la cama y comencé a metérselos hasta el fondo, me movÃ*a muy despacio, que sensación, estuve haciéndoselo como unos 3 minutos hasta que el culo ya estaba bien dilatado. Ella ya no dijo nada sólo respiraba rápido y fuerte y decÃ*a que ya no lo dolÃ*a.
Uf que polvo, una vez listo para acabar le di vuelta, la puse patas al hombro y se lo volvÃ* a clavar por el culo, ella dijo que la partÃ*a en dos, pero que no se lo sacara... uf mis jugos volvieron a salir por litros y salÃ*an de su culo mezclado con una pizca de sangre de su culo virgen... uf que polvo. Una vez que acabamos me dijo que me duchara y que fuese almorzar, lo cual hice sin desobedecer sus órdenes.
Cuando estábamos almorzando ella me dijo que no tendrÃ*a que pajearme nunca más, y que además habÃ*a visto como me pajeé el otro dÃ*a y que solo verme como disfrutaba haciéndolo ella habÃ*a acabado. Desde ese dÃ*a estuvimos 3 años culeando por lo menos 1 vez por semana hasta que nos cambiamos de casa.
Yo tenÃ*a 18 años hoy tengo 30 y nunca más he vuelto a tener una experiencia tan fantástica, nunca más supe de Tere, ella tenÃ*a en ese tiempo alrededor de 45 años y si está muerta, debe estar follando con el diablo y que bien que lo hace esa perra.
Todo comenzó un dÃ*a sábado donde mi madre estaba haciendo pan y lo cocÃ*a en un horno de tarro con leña. Tere estaba a la orilla sentada calentándose sentada en una banca, yo estaba en frente de ella y me dejaba ver sus calzones de color rosado donde se traslucÃ*a toda y podÃ*a disfrutar de su inmensa mata de pelos que estaba esperándome. Me fui acercando poco a poco y comencé a decirle que tenÃ*a las piernas rojas por el calor del fuego, ella me dijo que si que las sentÃ*a caliente y me dijo que las tocara, lo cual hice de inmediato hasta llegar a su calzón con mi mano debajo de su falda.
Sin pensarlo corrÃ* el calzón con dos dedos y le toqué toda su zorra peluda ella no dijo nada, comencé a mover mi mano dentro de su calzón hasta que llegué a la entrada de su zorrita y metÃ* un dedo, ella se acomodó y quedó sentada a la orilla de la banca y con todo mi dedo dentro de su zorra, comencé a pajearla y ella se quedó tranquila. Bueno ese dÃ*a no pudimos hacer mucho asÃ* que no pasó nada más. Yo quedé muy caliente ya que era la primera vez que tocaba una zorra peluda y el olor que estaba en mis dedos era fantástico por lo que fui de inmediato al baño y me corrÃ* tremenda paja.
Bueno pasaron los dÃ*as y ella seguÃ*a yendo para la casa, pero no podÃ*a hacer nada ya que mi madre y mis hermanas siempre estaban cerca. Un dÃ*a viernes el cual yo no tuve clase y me levanté tipo 12:15 del dÃ*a y me fui a duchar, mi madre debÃ*a salir con mi hermana menor al médico asÃ* que yo debÃ*a quedar solo, pero lo que no sabÃ*a es que ella le habÃ*a pedido a Tere que me diera almuerzo. Cuando estaba en la ducha sentÃ* que mi madre y mi hermana se despedÃ*an de mÃ* y yo con un grito desde la ducha les respondÃ*a que les fuera bien.
En eso siento que abren la puerta del baño y veo a Tere que entraba y dijo: tu mamá me dijo que te cuidara asÃ* que antes de almorzar te daré un buen baño, ella se quitó su ropa y me dejó por primera vez ver unas tetas tan grandes como un par de melones y una concha peluda. Ella se metió a la ducha, me jabonó todo el cuerpo, mi pico estaba súper crecido era de 18 cms. de largo y 5 de grueso, ella también se duchó y me dijo sécate bien y anda a tu dormitorio lo cual hice de inmediato, ella me siguió y me tumbó en la cama, me dijo que lo único que deseaba es ser clavada por mi pico ya que su marido no la tocaba hace tres meses.
Se colocó encima de mÃ* y de una sola sentada se metió todo mi largo pico en su zorra caliente... uf creo que sentÃ* como si me quemaran el pico, ella comenzó a moverse y yo muy caliente, tocaba sus tetas y las mordÃ*a como si estuviera tratando de comérmelas. Sin mucha espera comenzó a derramar unos fuertes chorros de leche, ella gritaba que la sentÃ*a, la sentÃ*a toda dentro, que le diera más, más... uf que polvo que echamos. De inmediato comenzó a frotar con su mano mi pico, el cual volvió a vivir, se lo metió todo a su boca, yo me paré y la coloqué patas al hombro y nuevamente se lo metÃ* de un tirón.
Ella me decÃ*a que si que le gustaba fuerte, muy fuerte, yo se lo hacÃ*a bien fuerte como si el mundo se fuese a acabar, saqué mi tranca larga y le dije que tal si lo hacÃ*amos a lo perrito, respondió que sÃ*, se colocó y pude disfrutar su tremendo culo negro, me calenté más aún, se lo metÃ*a y se lo sacaba bien rápido de su zorra y sin dudar metÃ* mi lengua en la entrada de su culo, dijo que maravilloso nunca me han hecho esto. Comencé a meter un dedo que ya se imaginaba que yo querÃ*a metérselo todo por detrás, me decÃ*a que hacer, yo le dije que nada que solo disfrutara, ella seguÃ*a gimiendo como si fuese a volver acabar entonces sin dudar le puse en la entrada de su culo la punta de mi pico y se lo clavé hasta la mitad.
Soltó un grito como si la estuviese partiendo y me pedÃ*a que se lo sacara que le dolÃ*a y que nunca los habÃ*a hecho por ahÃ*, trató de moverse, pero yo la tomé fuerte por detrás y cayó a la cama, yo estaba encima de ella con mi pico hasta la mitad, ella apretaba los cachetes del culo lo cual sentÃ*a que mi pico era apretado fuertemente, sin sacárselo la coloqué de rodillas en la cama y comencé a metérselos hasta el fondo, me movÃ*a muy despacio, que sensación, estuve haciéndoselo como unos 3 minutos hasta que el culo ya estaba bien dilatado. Ella ya no dijo nada sólo respiraba rápido y fuerte y decÃ*a que ya no lo dolÃ*a.
Uf que polvo, una vez listo para acabar le di vuelta, la puse patas al hombro y se lo volvÃ* a clavar por el culo, ella dijo que la partÃ*a en dos, pero que no se lo sacara... uf mis jugos volvieron a salir por litros y salÃ*an de su culo mezclado con una pizca de sangre de su culo virgen... uf que polvo. Una vez que acabamos me dijo que me duchara y que fuese almorzar, lo cual hice sin desobedecer sus órdenes.
Cuando estábamos almorzando ella me dijo que no tendrÃ*a que pajearme nunca más, y que además habÃ*a visto como me pajeé el otro dÃ*a y que solo verme como disfrutaba haciéndolo ella habÃ*a acabado. Desde ese dÃ*a estuvimos 3 años culeando por lo menos 1 vez por semana hasta que nos cambiamos de casa.
Yo tenÃ*a 18 años hoy tengo 30 y nunca más he vuelto a tener una experiencia tan fantástica, nunca más supe de Tere, ella tenÃ*a en ese tiempo alrededor de 45 años y si está muerta, debe estar follando con el diablo y que bien que lo hace esa perra.
