Susanita

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Mar 9, 2019
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Para todos Miguel era "papi", ese apodo le quedo desde que en su adolescencia sus amigos y novias hablan de su miembro masculinos.
Entre las piernas le colgaba un miembro, que por su tamaño, les hacia recordar al de las estrellas porno.


Se caso con una mujer de dinero, muy hermosa, que tenia unas sobrinas tan bonitas como su tia.
Sin embargo, Susanita,era su preferida.


Transcurría un año durante el cual se encontraron con muchísima mas frecuencia que años anteriores,
Susanita se encargaba de eso, cualquier excusa era valida para verlo, actuaciones en distintos colegios,
fiestas familiares, salidas al cine para ver algun estreno, encuentros "casuales",
como nunca todo le servia para estar junto a el, en lo posible buscaba días y momentos en los que sabia que podía verlo a solas, así fueron pasando los meses mientras llegaba un verano que iba a ser decisivo en sus vidas.

Miguel tenía una hermosa casa cerca del mar donde pasaban las vacaciones durante los meses de verano, fue su esposa la que invito ese año a su hermana y toda su familia para que se quedaran un mes con ellos, aceptaron gustosos, y Susanita era la mas contenta, le encantaba estar con sus tíos y sobre todo cerca de Miguel, creía que allí, en ese ambiente más relajado y al calor del verano, podría usar sus mejores armas de seducción, y ver si de una vez por todas el se fijaba en ella y se daba cuenta de que ya no era una niña.


Susanita como una joven que esta empezando con cambios en su cuerpo.
Tenia unos pechos recien formado y un bonito trasero por practicar ballet.




rociaba su piel con exquisitos perfumes, para vestirse se ponía zapatillas, minifaldas bien cortas, remeras ajustadas, por supuesto sin corpiño como para que se notaran sus pequeños pechos.
Al llegar al centro del pueblo dejaban el auto, y por una calle peatonal se ponían a caminar tomados de la mano, a ella le gustaba apoyar su cabeza en los hombros de el como si fuera su pareja, la divertía ese juego, y también notar como la gente los observaba, ella tan jovencita al lado de un hombre mayor pero muy guapo, sentía que mas de una mujer la envidiaba en esos momentos. Mientras paseaban, comentaban la moda exhibidas en las vidrieras, tomaban helados y reían todo el tiempo de cosas triviales. Siempre terminaban sentados en la playa a orillas del mar, ella, muy tierna y mimosa, se abrazaba a el haciéndole algunas caricias, y el las devolvía acariciándole la cintura desnuda y besándola en sus cabellos, mientras, miraban las piruetas que sobre las olas hacían los chicos con sus tablas de surf, los dos juntos lo pasaban mas que bien, se sentían felices, se fue dando una relación entre ellos que tiempos atrás no lo hubieran imaginado, como tampoco imaginaban que los deseos de uno, comenzaban a ser los mismos deseos del otro.

Estando en el baño de un restaurante, ella aprovecho para ir a verlo orinar.

Cuando Miguel sintió la suave piel de los labios de su sobrina apoyado en su pene, y la lengua recorriendo el glande, creyó que estaba soñando,
los besos que le estaba dando en esa parte, le hacían estremecer todo el cuerpo.
Salieron con diferencia de intervalo para que no sospecharan del baño.
Llegada la noche el la llevo al cine, pero, tenia planeado llevarla a un hotel.
Los demas prefierieron ir a la feria, y ellos cambiaron de parecer a quedarse en casa.
Ya entrada la noche...

Sus cuerpos desnudos se entrelazaron sobre las sabanas de esa cama donde tendrían un encuentro que les cambiaría la vida para siempre, miguel comenzó con sus caricias, el había tocado muchas pieles lindas, suaves como durazno, otras aterciopeladas, pero esta piel adolescente era distinta a todas, bellísima, transparente, era como tocar la superficie de un mármol pero tibio, acomodo su verga totalmente parada entre los muslos de ella, Sustanita lo dejaba hacer, primero abrió las piernas para que el la colocara, y después las cerro para sentir mejor esa carne dura y caliente metida entre sus rosada y humeda, estaba tan cerca de la entrada de su vagina, que al instante comenzó a tener espasmos de placer.
se sentía como en un sueño, de repente estaba ahí, acostado con su sobrina y a punto de hacerla suya, esa niña, cuyo cuerpo lo hizo suspirar tantas veces, cuando lo veía contornearse arriba de un escenario, iba a tener su primera vez con el, le abrió las piernas y se acomodo entre ellas, inclinando su cuerpo acerco su boca a ese pubis angelical, coloco la lengua en la diminuta rajita en el medio de unos suaves y humedos labios vaginales, recorrió toda esa entrada hasta que la lengua fue penetrando en el interior de la cuevita, allí adentro, pudo sentir el sabor que se desprendía de esas pieles viscosas regadas por los líquidos de Susanita, luego, colocando el clítoris entre sus labios, lo saboreo y lo succiono hasta que su sobrina lanzo un largo suspiro, su tío había logrado que ella, en su primera vez, experimentara lo que a otras mujeres les llevaba muchos años de relaciones poder lograrlo, tener un orgasmo sin masturbarse.

Susanita, acostada boca arriba y con las piernas abiertas, cerraba los ojos, podía sentir en su piel el calor que emanaba de la cabeza de ese tronco duro, y la presión que hacia entre sus carnes tratando de abrirlas para poder entrar, estaba excitada sabiendo que en pocos instantes el miembro de su tío iba a penetrar en el interior de su cuerpo, con ese hombre que tanto amaba estaba por tener su primera vez.
Miguel observaba como su verga, al ser tan ancha, separaba tanto los labios vaginales que parecía que se iban a rajar en el lugar donde se unían, todavía no sabia bien como hacer para meterla sin hacer daño, ese agujero se veía muy chico, le daba un poco de temor sabiendo que era la primera vez de su sobrina, por suerte, los líquidos de ella estaban proporcionando una buena lubricación, el miembro comenzó a deslizarse, entre la viscosidad de esas carnes, hacia el interior del cuerpo de Susanita, a su paso, ese estrecho canal se iba abriendo, hasta que la punta del pene se encontró con el deseado tesoro que demostraba la virginidad intacta de Susanita, se detuvo quedando apoyado contra ella.
Fue solo un instante, la pequeña tela de piel, al estirarse exageradamente hacia los costados, producto del ancho de la verga, perdió consistencia, fue entonces,
que apenas un suave empujón de miguel, basto para que la cabeza de su miembro desgarrara y rompiera los tejidos del himen de su sobrina, de la boca de Susanita salio un gemido, mezcla de dolor y de placer, había perdido su virginidad, esa hermosa verga que hace unos instantes había estado entre sus manos, ahora se metía en sus entrañas, abría sus carnes, mientras ella las lubricaba con los líquidos que fluían desde su interior, estaba gozando tanto al ser penetrada por su tío, que luego de sentir un ardor que recorrió todo su cuerpo, tuvo otro orgasmo, uno como jamás hubiera imaginado que se podía tener, de esos que recordaría toda la vida.
La verga de burro, a pesar del tamaño que tenía, había logrado entrar en esa pequeña cuevita y se deslizaba hacia su interior, las carnes lubricadas de Susaniat se abrían a su paso, y su viscosidad se pegaba contra la piel caliente de ese duro tronco, ella sentía como la tremenda manguera de su tío la estaba abriendo cada vez más, le daba un poco de temor, parecía que su vientre se estaban partiendo en dos, pero a la vez quería sentir esa verga gruesa y carnosa lo mas adentro posible, quería sentirla revolviéndose en lo más profundo de sus entrañas.
Miguel alzo las piernas de su sobrina, las abrió lo mas que pudo, las inclino hacia atrás, en dirección de la cabeza de ella, flexionándolas a la altura de las rodillas, las retenía en lo alto tomándolas con las manos, mientras, movía y presionaba su pelvis sobre la entrada de la vagina de Susanita, hundiendo en la rajita hasta el ultimo centímetro de su enorme verga, en esa posición que estaban, a cada embestida, los testículos que se bamboleaban golpeaban contra la entrada del culito de ella.
Como estaba deseando, toda la verga de su tío se movía adentro suyo, hasta que su tio no aguanto más, no podía seguir reteniendo sus líquidos, un cosquilleo gano todo su cuerpo, y comenzó a descargar varios chorros de semen que inundaron el interior de su sobrina, luego siguió saliendo leche a borbotones a través de la verga, le estaba echando un polvo, y excitado, no previo que de esa manera podía dejarla embarazada en ese preciso instante.
Liliana sentía como el, bombeaba y serruchaba su cuevita, con esa enorme verga metida hasta el fondo de su vientre, de repente escucho como el daba un gemido, no sabia que pasaba pero, se dio cuenta que adentro de su cuerpo estaba sucediendo algo extraño, al instante comenzó a recibir en su interior el semen de su tío, sentía como unos líquidos tibios y gelatinosos, que brotaban a chorros de ese pedazo de carne dura que tenia incrustada en su interior, regaban sus entrañas, en ese momento, todo su cuerpo comenzó nuevamente a arder, fue con tanta intensidad, que después de un largo suspiro, tuvo un nuevo y enorme orgasmo, era la primera vez que un hombre se vaciaba adentro de ella, le pareció tan hermoso, que hubiera querido que su tío siguiera largando mas de ese liquido que le quemaba las carnes.

Miguel dejo un rato largo la verga metida adentro de su sobrina, seguía gozando los espasmos que ella todavía tenia en su interior, sentía como las carnes, de ese vientre que terminaba de penetrar, apretaban la carne de su miembro, aprovechando que ya no estaba tan dura, luego la fue sacando muy lentamente, cuando termino se recostó a su lado, Susanita se dio vuelta y lo abrazo, se besaron largamente disfrutando de ese momento.
Cuando Susanita se levanto para ir hasta el baño, Miguel vio que sobre la sabana quedaban dos pequeñas manchas rosadas, unica señal que indicaba que allí, su sobrina había dejado de ser una niña para convertirse en mujer.

Ella sentada en el bidet para lavarse, observo como su rajita ahora se veía dilatada y colorada, le ardía el interior de su vagina, y sentía como le palpitaban las carnes ahí adentro, evidentemente esa enorme manguera de su tío, además de desvirgarla, había dejado maltrecha su cuevita, de repente comenzó a salir desde su interior un liquido blanco y gelatinoso, todo resultaba nuevo para ella, era la primera vez que veía semen, lo dejo caer en la palma de la mano y jugo un rato largo con el para ver como era, después abrió el agua caliente y lo sintió como un bálsamo para su dolorido cuerpo.

Termino de lavarse y corrió al dormitorio, se tiro en los brazos de miguel haciéndole mimos y caricias por todos lados, luego se tendió en la cama boca abajo.
---"Tío que lindo que lo pasamos, al menos yo lo disfrute un montón, con mis amigas siempre decíamos que no queríamos ni pensar en la primera vez, nos decían que era doloroso y a nosotras eso nos daba pánico, pero nada que ver, voz me hiciste gozar como loca y ni me di cuenta cuando me desvirgaste, eso si tio, tu cosa es tan grande que no terminaba nunca de entrar, al principio me dio un poquito de miedo, pensé que me ibas a partir en dos, pero después no quería que me la sacaras, te la quería comer toda, te reamo y te juro que voy a ser tuya para toda la vida, pero ahora me quedo un ratito así, quietita y boca abajo, hasta que se me pase un poco el dolor, me arde un poco adentro de la cuevita, también con el aparato que me metiste, malo, malo, malo".---
Susanita se reía, y miguel también se tuvo que reír con las ocurrencias de su sobrina, la beso en los hombros y se levanto para irse a lavar.

Al regresar encontró a su sobrina todavía acostada boca abajo, se detuvo un instante para contemplar el hermoso trasero que tenía, y pensó en lo que darían por estar en ese lugar, y en ese momento, todos esos viejos que se relamían en silencio cuando lo miraban moviéndose arriba de un escenario, se acostó al lado de ella y podía oler ese hermoso perfume que fluía desde su piel, se puso de costado y la abrazo, mientras ella ronroneaba haciéndose la mimosa, burro comenzó a besarle el cuello, los hombros, la espalda, volvió a mirar ese culito y no resistió la tentación, lo deseaba desde hacia mucho tiempo, quería que fuera suyo y ahora tenia la oportunidad.

Sus manos se deslizaban recorriendo las curvas de ese par de nalgas, mientras las acariciaba, sentía en su piel ese calorcito, esa tibieza tan particular que emanaba de esas suaves y blancas pieles, miguel nunca había visto algo tan hermoso y delicado como ese trasero, se incorporo colocando su cuerpo entre las piernas abiertas de su sobrina, puso las manos sobre esos dos montes de carnes tiernas y muy lentamente los fue abriendo, al instante apareció ante su vista el circulo dorado, la puerta de entrada a las entrañas más profundas de Susanita, acerco su boca a ese agujerito que tanto deseaba y lo beso suavemente, la piel de sus labios quedaba pegada a esa delicada pielcita.

Su sobrina gemía, y tenia espasmos de placer al sentir los labios de su tío besándola en esa zona, jamás imagino que alguna vez un hombre pudiera estar viendo, tocando o explorando, ese lugar tan intimo de su cuerpo, por un lado sentía verguenza, pero por otro estaba disfrutando lo quesu tio le hacia.
Miguel coloco la punta de la lengua entre los pliegues de piel de la entrada del pequeño hoyito, y empujo para meterla, a medida que el ano se dilataba, permitiendo la entrada de esa carne, comenzó a sentir el sabor de esas entrañas.

Ella podía sentir la lengua de su tío moviéndose adentro de su cuerpo, le producía un placer tan grande que apretaba el esfínter para retenerla, deseaba que no se la sacara y que siguiera ahí adentro, los vaivenes de ese trozo de carne en la cavidad de su trasero hizo arder su vientre, una catarata de líquidos bajaron desde sus entrañas y llego al orgasmo, su primer orgasmo producto de las caricias de un hombre en su hoyito anal.


Miguel se dio cuenta de lo que pasaba por los espasmos de su sobrina, lentamente retiro la lengua y se fue incorporando, observo el agujero del culo de Susanita, se lo veía pequeñito, virginal, se notaba que nunca había sido tocado, después miro su verga, totalmente parada y dura, comparo los tamaños, y se dio cuenta de que iba a ser difícil meterla por ese hoyito sin romper la entrada, pero lo estuvo deseando tanto tiempo que tendría que intentarlo.
Sobre una repisa vio un pote color azul, era crema para el cuerpo de una conocida marca, que seguramente Graciela (tia) usaba para humectar la piel, a falta de vaselina esto le serviría, se levanto, tomo el frasco y regreso a la cama, Susanita seguía acostada boca abajo, con su cuerpo relajado después del orgasmo que había tenido hacia apenas unos segundos, no presto atención a lo que estaba haciendo su tío.

--"Mi amor quédate así que te voy a poner un poco de crema en la colita, me parece que te gusto lo que te hice recién, a mi me encanto y ahora quiero que sea mío, pero no tengas miedo, no te va a doler".---

A Susanita no le gusto mucho lo que escucho, de solo pensar que su tío le enterraría semejante verga en su trasero, ya le provocaba terror, si apenas entro por su panochita y la dejo dolorida, ¿como iba a entrar por ese hoyito tan pequeño?, nunca imagino que el le pediría eso, no le parecía muy romántico por ser su primera vez juntos, además, nunca había escuchado que una pareja lo hiciera por ahí, pero si el se lo pidió, ella no se iba a negar, estaba dispuesta a consentirle todo con tal de que se sintiera feliz, después de todo la había excitado sentir su lengua moviéndose adentro del culito, a lo mejor entregándole la cola terminaba de convencerlo de que ya no era una niñita.
--"Si tío esta bien, pero por favor despacito, ¿va a entrar en mi cola esa cosa tuya?, ¿no es muy grande para que me la metas por ahí?, igual no me importa nada, aceme lo que quieras mi amor".---
Burro coloco un poco de crema en la entrada del culito de su sobrina, lentamente fue introduciendo el producto utilizando un dedo, quería dejar bien lubricado todo el interior de esa cavidad, Susanita empezó a gemir por el dolor que le causaba ese dedo entrando por su ano.
--"Despacito tío por favor, me esta doliendo un poquito, no me pongas el dedo tan adentro.
Miguel termino de lubricar el interior del culo de su sobrina y se paso crema por toda la verga para tenerla bien resbalosa, le pidió a ella que se pusiera de rodillas, que apoyara la cabeza en la almohada, y que con las dos manos se abriera las nalgas, le separo bien las piernas y se arrodillo entre ellas, tomo con las dos manos ese enorme tronco de carne dura que había dado origen a su apodo, y apoyo el glande en la entrada de ese ano virginal. La cabeza de la verga, gracias a la lubricación de la crema, comenzó lentamente a hundirse en el culito.
Ella arqueaba la cintura para levantar la cola, y de esa manera poder complacer a su tío abriéndose las nalgas con las manos, enseguida pudo sentir como la punta del miembro de burro se le estaba clavando en el agujerito, le abría el ano y de a poco iba penetrando en su cuerpo, la piel del glande, caliente pero suave, cuando pasaba rozando los pliegues de piel que recubrían su pequeño anillito, la hacía gemir de placer, el temor que tenia, por lo que pudiera pasar cuando ese tremendo garrote de carne se le metiera adentro de su trasero, estaba olvidado, de repente vino el primer dolor, no muy fuerte, apenas como un pinchazo, su culito se estaba abriendo, el miembro de su tío ya había roto los primeros pliegues de piel.

Placer y amor llenaron sus días, a escondidas de los demás.


Basada en otra historia del foro. XD



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