Desde pequeña he sido consciente de que atraigo las miradas de los hombres pues me desarrollé físicamente desde muy temprana edad. Y modestia aparte siempre me he sabido una mujer atractiva. Por una combinación de juventud, ingenuidad y descuido terminé siendo madre de 4 hijos desde muy joven, y actualmente estoy casada con un hombre (que no es el padre de mis hijos) y que me destruyó mentalmente hasta el grado de perder mi autoestima y que por razones que hoy me guardo no diré el porqué sigo con el.
Pero como aquí no se viene a leer de penas y tristezas, adelanto los hechos para contarles que he encontrado en la provocación y el sentirme deseada la llave para mi re-descubrimiento como mujer. Ahora me encanta por ejemplo el salir a trotar por las mañanas con solamente un pequeño top y unos ajustados leggins que marcan por delante mi panocha haciendo un camel toe con mis labios separados por la tela, y por detrás mi redondo y aun firme culo. Y casi siempre en el interior una pequeña tanga de diferente color para que resalte a la vista. Me fascina sentir las miradas discretas y no tan discretas que hacen sobre mi cuerpo los varones que suelen salir a correr a esas mismas horas, sin faltar el atrevido que disimuladamente se situa detras de mi para poder admirar como rebotan mis nalgas al ritmo de mi trote.
O también cuando voy al mercado vistiendo un apretado jean de mezclilla que me ayuda a lucir el contraste entre mi vientre plano y mi abultado y enorme trasero que hace parecer que el jean está a punto de reventar. Me gusta pasear por los pasillos del mercado para sentir como los hombres que acuden junto a sus mujeres luchan por no voltear a verme, cosa que me produce placer cuando veo que fracasan en su intento. Me gusta llegar al área de frutas y verduras y morbosamente acariciar los pepinos y plátanos fingiendo escoger el mejor, mientras con el rabillo del ojo capto como algún comprador no pierde detalle de mi travesura. Amo imaginar que ese hombre se masturbara en su casa pensando en mi culo, o incluso cojera a su esposa imaginándome a mí en vez de ella.
Incluso a veces sin siquiera buscarlo, el solo hecho de ir a por mis hijas al colegio y sentir las miradas de morbo que me dan los padres de familia presentes, o también de envidia y celos que me lanzan las otras madres de familia, es agradable. Y es que una buena genética heredada por mi madre y gracias a mi rutina del gym es que me ha servido para mantenerme en buena forma física hasta que me han llegado a preguntar si mis hijas son mis hijas o mis hermanas. Podre estar sonando presumida o soberbia pero afortunadamente todo es real y cualquier lector que haya pasado tiempo en el gym sabrá de esos pequeños placeres que da el sentirse admirado/a son el pago a el esfuerzo y sacrificio que se llega a hacer.
Por su trabajo mi esposo pasa toda la semana fuera de casa, lo que me da tiempo de hacer todo lo que arriba comentaba. He llegado al grado de darme un chapuzón en la piscina de la casa en verano mientras los chicos están de vacaciones escolares y ver como a sus amigos les escurre la baba viendo a quien quizas podria ser su madre, por la edad de ellos y mía. Lo mismo me he paseado por la casa con solo un top y algún micro short que se me mete por la raja del culo o de plano deja la mitad de los cachetes de mis nalgas a la vista de todos. He sido tan descarada que un par de veces me he ganado un reproche de mi hija mayor, cosa que me ha llegado a dar pena pero luego lo olvido y vuelvo a hacer alguna travesura o provocación. Pero al final de cuentas hasta me divierte el ver como mi hija mayor, la renegada de la familia, me reprende mientras mi hija menor me defiende e incluso a veces imita mis actos y mi forma de vestir. Creo que la menor será una loca igual que yo.
Y no solo son mis actos o mi físico, sino el tener cara de niña buena y cuerpo de tentación, forman un combinado que la verdad me ha permitido salirme con la mía en más de una ocasión. Lo mismo la dualidad de hablar educadamente en mis conversaciones y trato hacia los demás, para pasar a ser una puta en la cama es algo que los que han estado conmigo disfrutan enormemente.
Después de esa larga explicación voy al grano de la historia. Cambio los nombres reales de mis hijos y demás personas por nombres ficticios para seguridad de ellos.
Sucedió apenas esta semana, una noche que mi hijo mayor Adonis, de 18 años, tenía de visita en casa a 3 de sus amigos más allegados, Alex, Ray y Danny, todos ellos compañeros de escuela. Estamos en invierno, cerca de navidad, así que lejos estaban mis travesuras de verano en la piscina. Lejos estaban también los pantaloncillos cortos de mezclilla y ahora era más de usar mis ajustados jeans de mezclilla o faldas cortas y largas. Nunca he sido de busto prominente. De hecho ese ha sido mi trauma desde pequeña, ser de pocas tetas. Pero lo que me faltaba arriba lo compensaba abajo con mi gran culo que era difícil de disimular fuera cual fuera la prenda que me pusiera. Y honestamente a veces sin quererlo me era imposible el no atraer las miradas de los adolescentes amigos de mi hijo.
Esa noche sus amigos se despidieron de mi y vi como salían de casa con mi hijo encaminandolos hacia afuera, viendo por la ventana de la cocina como Adonis y sus 3 amigos se subían al auto de Ray. Pensé que Adonis se iría con ellos así que decidí llamarlo por teléfono en modo de altavoz.
'Adonis, ¿te vas a ir con tus amigos? Porque ya es tarde y no me dijiste nada' -le dije en cuanto me contestó la llamada. A pesar de lo que pudieran pensar por todo lo que les conté, soy demasiado protectora de mis hijos.
'No Má, solo nos subimos al auto porque está haciendo frío y vamos a platicar un rato' –me respondió Adonis.
'No se apure, señora. No nos lo vamos a llevar a ninguna parte' -escuché decir a Alex, uno de los amigos de Adonis.
'Ya sabe que aquí le cuidamos a su chiquito' -escuche ahora a Ray, seguido de carcajadas y burlas de los demás. Ray era el más atrevido de ellos, así que posiblemente me lo había dicho en doble sentido.
'Pues si, es mi chiquito y quiero que me lo cuiden mucho por favor' -le respondí siguiéndole un poco el juego a Ray.
'Pues deme permiso y yo se lo cuido personalmente' -respondió Ray y de nuevo escuché risas.
'Se me hace que te queda grande el encargo, Ray. No creo que puedas con el paquete' -le contesté y de nuevo escuché risas y bullas, supongo que ahora dirigidas a Ray.
'Pues a las pruebas me remito, señora. Capaz y hasta sale sorprendida' -fue el turno ahora de Ray.
'Bueno, lo pensaré pero dudo que puedas así que no te hagas ilusiones' -le dije divertida con ese pequeño juego de palabras que intercambiamos- Pasame a Adonis por favor'
'Aqui estoy Má, te escucho' -oí decir a mi hijo.
'No pues nada, solo quería saber si te ibas a ir. No porque no quiera que salgas pero ya es tarde y es peligroso andar en la calle en estas fechas. Hay mucho borracho manejando y no quiero que vayan a tener un accidente' -le dije ya para terminar la llamada.
'No te preocupes, Má. Solo voy a estar un rato aquí afuera y ya regreso. I love you, Má' -escuché decir a mi hijo para luego escuchar a sus amigos también gritándome 'I love you' entre risas y bullas.
'Yo también los quiero, portense bien' -les dije y otra vez los escuche gritándome que ellos también me quieren y empezar una pelea entre ellos diciendo y diciendo 'Yo la quiero mas' 'No, yo mas!' 'Yo mas!' y otra vez una ronda de risas.
Me dirigí a mi recamara y estaba a punto de dejar el teléfono celular en el buró cuando me pareció escuchar que emanaba sonido del aparato. Pensando que Adonis finalizaria la conversación no había yo cortado la llamada, y parecía que Adonis tampoco y así fue. Curiosa, quité el modo de altavoz y acerqué el aparato a mi oído, lo que me permitió escuchar la siguiente conversación entre Adonis y sus amigos.
'Wey, no te vayas a enojar pero la neta tu mamá con ese culo que tiene ha de cagar bombones' -escuché decir a Ray, obviamente dirigiéndose a mi hijo Adonis.
Por supuesto, era consciente de lo que provocaba en los amigos de mi hijo. Pero era la primera vez que tenía oportunidad de escuchar directamente lo que pensaban de mí. Por lo menos Ray, que fue a quien escuché. Y a pesar de lo guarro y grosero que era su comentario, lejos de molestarme sentí como mi calzón se llenaba de los jugos que expulsó mi panocha de solo escuchar el sucio comentario del amigo adolescente de mi hijo. Sin despegar el móvil de mi oído, puse el seguro a la puerta de mi recamara poniendo atención a lo que escuchaba por el aparato.
'En serio wey, la vez que venimos y estaba en traje de baño en la piscina, uff...pinche bikini no le tapaba ni madre. Casi se le veía todo el culo' -dijo Ray, el más atrevido de todos.
'Neta que si, yo estuve pendiente a ver si se empinaba o se agachaba para poderle ver enmedio de las nalgas pero no se me hizo' -me sorprendí ahora escuchar a Danny, el que consideraba el más callado de todos.
'Ya ya, es mi mamá, no mamen' -logre escuchar a Adonis.
'Pues sí, pero aunque uno no quiera es imposible no fijarse en esas nalgotas' -fue el turno de escuchar la voz de Alex.
'Las pinchis hartadotas que se ha de dar tu papá cuando se la coge, neta' -escuche una voz que no supe si era Ray o Danny.
'Ese pendejo no es mi papá' -ahí sí escuché claro la voz de Adonis. Lo cual también me sorprendió, pues aunque se que la relación de mis hijos con mi esposo no es buena, era la primera vez que lo escuchaba decir de alguno de ellos.
Me había calentado con lo que escuchaba, que con mi mano libre me baje el pantalón para luego meter mi mano y empezar a acariciar mi puchita depilada. Fue fácil introducir 2 dedos de lo mojada que ya estaba, sin dejar de escuchar la conversación de Adonis y sus amigos.
Ray: 'Pues sea tu papá o tu padrastro, que pinche envidia le tengo. ¿Se imaginan poder meter la cara en medio de esas nalgotas?
Alex: 'A huevo, conmigo no necesitaria papel higiénico tu mamá. Yo le limpiaba el culo y la panocha con la lengua'
Adonis: 'Ya cabrones, no se pasen de lanza'
Danny: 'Es que neta Adonis, yo facil te daba un hermanito con tu jefa jaja'
Adonis: 'No mames, wey'
La conversación entre mi hijo y sus amigos me estaba excitando, no solo por lo que decían si no por el morbo de estar escuchando de forma secreta. Agregue un dedo más teniendo ya 3 dedos dentro de mi interior, los cuales entraban y salían fácil debido a lo empapada que estaba mi pucha.
Ray: 'No mames tu, wey. ¿A poco nunca te has jalado la verga viéndole el culo a tu mamá? Si fuera mi mamá yo me la jalaba todos los días'
Alex: '¿Cual jalar? Yo me arrancaba la verga nomas de poder ver ese culo todos los días'
Danny: 'En serio no te calientas viendo a tu jefa? Así como anda vestida cuando venimos, n'mbre! Di la neta, ¿a poco no te prendes Adonis?'
Adonis: 'Pues sí, pendejos. Si no soy de palo. Claro que si me caliento viendole el culo'
Escuchar a los amigos de Adonis me excitaba, pero escuchar la voz de mi propio hijo decir que se excitaba mirándome el culo era otra cosa. Sosteniendo el celular con mi hombro y mi oreja, utilice mis dos manos para bajar por completo mi pantalón y mi calzón de un solo movimiento, para luego abrir mis nalgas con mis manos y pegar mi culo a la cerradura de la puerta. Sentí el frío del metal en mis nalgas y mi ojete, pero no me importó. Empuje mi culo hacia atrás como tratando de penetrarme yo misma con la cerradura de la puerta.
Alex: 'Es que en serio, si esta buenisima tu mamá. No me alcanzan las manos para poder agarrarle las nalgotas que se carga. Las tetas las tiene chiquitas pero se le ven bien, si me prendia como becerro y le daba sus buenos chupones'
Adonis: 'Ya, ya. Ya se están pasando, pinches culos'
Danny: 'Tus hermanas se ve que van a estar bien buenas tambien igual que tu jefa'
Adonis: 'Hey no mamen, de mi mamá les paso que digan cosas porque reconozco que si esta bien buena. Pero con mis hermanitas no se metan pendejos'
Ray: 'Pues es que si están buenas también cabron jaja. Pero cierto, las hermanas se respetan culeros. Oye wey, y nunca has olido los calzones de tu mamá? Que usa, tangas o cacheteros?
Adonis: 'De los 2, se los he visto cuando los lava'
Alex: 'No mames wey. Y las tangas están chiquitas, o como?
Danny: 'Con ese culote cualquier tanga le ha de quedar chiquita, pendejo'
Ray: 'Contesta wey, ¿las has olido o no?
Adonis: 'La verdad, la verdad...pues si weyes. Pero mi mamá es muy limpia. Casi no las deja sucias. Y ha de andar depilada porque tampoco he encontrado pelos en sus calzones'
Todo lo que escuchaba me tenía super caliente pero oír la confesión de mi hijo acerca de mis calzones me puso a hervir. Era cierto lo que Adonis decía, siempre había sido yo muy limpia con mi ropa interior y mi pucha la llevaba totalmente depilada. Meti un cuarto dedo en mi hambrienta panocha y con fuerza me empuje hacia atrás, sintiendo como el seguro de la puerta penetraba el ojo de mi culo. Trataba de meterme toda la cerradura completa pero por el tamaño y la forma, me era imposible.
Ray:'¡No mames weeeey! Robale unas tangas y rolalas. Para darnos unos narizasos jaja'
Adonis: 'No mames wey, como crees'
Ray: 'En serio, wey. Antes de que las lave robale un par y las traes para olerlas'
Adonis: 'No wey, no mames'
Ray: 'Wey, yo les pasé las fotos que le robé a mi prima de su celular. Alex nos pasó las fotos de su ex novia. ¿A poco te vas a rajar?'
Adonis: 'Pues sí, pero no es lo mismo primas o ex novias que la mamá, no mamen.
Alex: 'Wey, de aquí no sale nada y lo sabes. Robale un par, te las traes y ese mismo día las regresas. Asi de facil'
Ray: 'Es más, hazlo y te presto el Call of Duty por 2 semanas. Acuerdate que tu mamá no te lo ha querido comprar porque saliste de la chingada en las calificaciones pasadas. Traete unas tangas y te dejo el juego de aquí hasta que empiece diciembre, como ves?'
Adonis: 'Pinche wey, sabes por dónde llegar. Prestamelo todo un mes y se las traigo. Todo el mes completo si no no se hace'
Ray: 'Pinche wey, nomas porque quiero ver una tanga de las que usa tu mamá si no te lo prestaba pura verga. Va, todo el mes pero me dejas masturbarme con la tanga'
Alex: 'Hey pinche Ray, pero dejanos olerla primero también nosotros, no mames jaja'
Danny: 'Es más, nos la jalamos todos y se la regresamos llena de mecos. Te rajas, wey?'
Adonis: 'Son unos pendejos todos, pero un mes con el Call of Duty vale la pena. Denme unas 2 semanas de tiempo para conseguirles una o 2 tangas, vale? Acaba de lavar hoy en la mañana y ahorita no ha de tener ninguna sucia'
Yo estaba más que hirviendo escuchando todo eso. La cerradura casi entraba en mi culo y los 4 dedos en mi panocha ya no eran suficientes. Me despegue de la puerta y dirigiéndome al tocador tome la lata de spray aromatizante. No hubo dudas ni segundos pensamientos. Con fuerza lo introduje en mi panocha penetrando más de la mitad de la lata en mi. Su forma fálica facilitó la penetración, pero aun así arrancó un fuerte quejido mezcla de dolor y excitación.
Ray: 'Ya dijiste wey, no te vayas a echar para atrás cabron. Busca una que esté bien sucia, si se puede que tenga pelos vaginales, mejor'
Adonis: 'Te digo que mi mamá es muy limpia, pero dejen ver que encuentro'
No pude más, ya era demasiado y aunque quería seguir escuchando la conversación, preferí dejar el aparato telefónico y empecé un fuerte mete y saca con la lata desodorante. Lo metía violentamente, arrancando de mi boca fuertes gemidos. Mi calentura era demasiada que empecé a fantasear con todo lo que acababa de escuchar.
'Así Ray, así...ughhh! Meteme tu verga, hasta dentro. ¡Hasta dentro pendejo!'
'Tu también Alex, chupame mis chichitas. Asi chiquitas te gustan, ¿verdad? ¿Verdad? Chupamelas como si quisieras sacarles leche. Chupa mis pezones, chupalos, mi bebé...Ay papi, que rico me las muerdes'
Danny, Danny...meteme la verga en la boca. Ahógame con ella, andale...uff...que rico...que rico. Dejame llenarte de babas...no dejes de metermela...uummm'
'Chinguenme entre los 3, háganme suya entre los 3. Yo se que eso es lo que quieren, que me traen ganas desde que me conocen. Chinguenme, cabrones. Uno por el culo, otro por la pucha y el otro por la boca. Denme verga, asi rico...entre los 3...ughh...no paren, no paren!'
Yo misma me escuchaba decir una sarta de leperadas, casi igual como cuando tengo sexo de verdad con un hombre. Nunca he experimentado un trío, mucho menos tener 3 hombres para mi sola. Pero estaba tan caliente que en ese momento de verdad deseaba que me cogieran los 3 amigos de mi hijo.
Ya todo era demasiado, pero yo sabía que algo me faltaba para poder llegar al orgasmo y no me hice del rogar. Necesitaba decirlo.
'Tu también Adonis. Tu también ven y cogeme. Coge a tu madre...Mmmm...se que lo quieres. Cogeme como si fuera una perra...hazme aullar de placer, mi amor! Lléname de mecos. ¡Oh Diooos! Que rico lo haces hijo...Que ricooo! ¡No pares, no pares mi vida, no pares!'
El fantasear con mi propio hijo era lo que necesitaba, y pronto sentí como el orgasmo estaba a punto de llegar. Acelere el movimiento de la lata desodorante, penetrando mi vagina con la lata metálica hasta casi meterla dentro de mí en su totalidad. Sentí como mis jugos vaginales escurría por mis piernas con rumbo a mis pies. La fricción de la lata con mi empapada panocha hacía fuertes ruidos como de chapoteo, haciéndome pensar si era solo lubricación vaginal o me estaba meando.
'No pares, Adonis...no pares. ¡Parteme por la mitad! Meteme tu verga hasta el útero, cabron. Dios...que rico!'
'Vuelve a entrar por donde saliste. Cogeme culero, preñame si quieres pero no pares mi amor...no pares. Mmmm...Dame más fuerte, hijo. Lléname de tu leche y te prometo dejarte... mis tangas sucias para tus amigos'
'¡Cogeme hijo de tu puta madre Ohhh!'
Pronto en mi mente fantasiosa los amigos de Adonis habían desaparecido, para quedarme sola con mi hijo. La lata seguía entrando y saliendo de mi pucha, mientras imaginaba que era Adonis quien me penetraba con fuerza haciéndome daño. Iba terminar adolorida y en riesgo de que mi esposo sospechaba de alguna infidelidad si me veía el escozor de mi panocha. Pero en ese momento lo único que me importaba era que mi hijo me cogiera y terminará dentro de mí, así fuera solo una fantasia de mi enferma mente calenturienta.
'Dame verga, Adonis, dame verga! Cogeme, cogeme...uff...así, así...no pares, no pares. Ya casi llego, hijo, ya casi...solo no pares...ughh!
'Metela mas, mas...entra de nuevo por donde saliste. Dame tu leche, mi amor...dame tu leche! Hazme un hermanito para ti... hazme un...un...Ughhh...DIOOOOS! ME VENGO...ME VENGOOOO!!
Todo fue demasiado, y a pesar de mi obvia experiencia sexual al ser madre de 4 hijos, les juro que pocas veces había sentido un orgasmo tan fuerte como el que sentí. Mi vista se me nubló, y me quedé sin palabras. Solo con mi boca abierta sin poder articular palabra alguna, mientras todo mi cuerpo temblaba como poseída y hacía esfuerzos para no caer al sentir mis piernas sin fuerza alguna. No sabía cuánto tiempo duraría, pero sentí que era una eternidad. Fue tanto el placer que sentí como mis piernas perdían su fuerza e incapaz de sostenerme de pie caí al suelo aun con temblores. Quien me hubiera visto podría pensar que estaba en un trance epileptico por la forma en que mi cuerpo se retorcía en violentos temblores. La lata desodorante salió expulsada de mi panocha junto con un fuerte chorro de meados, mientras dedicaba mi último pensamiento a la verga imaginaria de mi hijo Adonis.
Perdí el sentido. O por lo menos hubo un lapso de minutos donde no supe de mi ni donde estaba.
Desperté un tiempo después, no supe cuanto. La alfombra tenía una gran mancha de humedad producto de mi meada y con tal solo intentar levantarme sentí un leve pero molesto dolor en mi pucha. La lata desodorante lucía empapada de una combinación de meados, flujos vaginales y pequeñas manchas de lo que parecía ser sangre. Mi mente empezó a aclarar y recordé la conversación de mi hijo y sus amigos, así como la violada que yo misma me había dado con el desodorante. Y por supuesto mi fantasía mental con mi hijo y sus amigos. MI HIJO. Pensar en él fue el equivalente a escribirlo en mayúsculas. Sabía que estaba mal, ¿pero porque no me sentía culpable?
Como pude me levanté y tomé el teléfono móvil con la intención de seguir escuchando pero ya no había sonido alguno. Seguramente Adonis ya había cortado la llamada. Me recosté en la cama tratando de recuperar mi aliento y poner en orden mis pensamientos. Les mentiría si les dijera que sentí arrepentimiento alguno. Todo lo contrario, reconozco que pocas veces había sentido un orgasmo como el que acabo de experimentar. Uno tan fuerte que me hizo perder el sentido y la noción del tiempo.
El sexo es mi vicio y un orgasmo como ese era mi nueva droga. Me conozco perfectamente y sabía que buscaría la forma de volver a sentirlo de nuevo.
Y si dejaba que Adonis tomará una de mis tangas para sus amigos? Incluso aun...y si la usaba toda la semana sin cambiarla para dejarla empapada de mis jugos y todos mis suciedades corporales? En ese momento esa idea hizo nido en mi mente. Después de todo Adonis ya había aceptado robar una de mis tangas, que más daba dejarsela sucia así como Ray la pedía.
El problema, si se le podía decir así, era cómo haría yo para escuchar de nuevo las reacción de sus amigos. Y la de mi hijo también, por supuesto. Era la que más me interesaba.
Pero como aquí no se viene a leer de penas y tristezas, adelanto los hechos para contarles que he encontrado en la provocación y el sentirme deseada la llave para mi re-descubrimiento como mujer. Ahora me encanta por ejemplo el salir a trotar por las mañanas con solamente un pequeño top y unos ajustados leggins que marcan por delante mi panocha haciendo un camel toe con mis labios separados por la tela, y por detrás mi redondo y aun firme culo. Y casi siempre en el interior una pequeña tanga de diferente color para que resalte a la vista. Me fascina sentir las miradas discretas y no tan discretas que hacen sobre mi cuerpo los varones que suelen salir a correr a esas mismas horas, sin faltar el atrevido que disimuladamente se situa detras de mi para poder admirar como rebotan mis nalgas al ritmo de mi trote.
O también cuando voy al mercado vistiendo un apretado jean de mezclilla que me ayuda a lucir el contraste entre mi vientre plano y mi abultado y enorme trasero que hace parecer que el jean está a punto de reventar. Me gusta pasear por los pasillos del mercado para sentir como los hombres que acuden junto a sus mujeres luchan por no voltear a verme, cosa que me produce placer cuando veo que fracasan en su intento. Me gusta llegar al área de frutas y verduras y morbosamente acariciar los pepinos y plátanos fingiendo escoger el mejor, mientras con el rabillo del ojo capto como algún comprador no pierde detalle de mi travesura. Amo imaginar que ese hombre se masturbara en su casa pensando en mi culo, o incluso cojera a su esposa imaginándome a mí en vez de ella.
Incluso a veces sin siquiera buscarlo, el solo hecho de ir a por mis hijas al colegio y sentir las miradas de morbo que me dan los padres de familia presentes, o también de envidia y celos que me lanzan las otras madres de familia, es agradable. Y es que una buena genética heredada por mi madre y gracias a mi rutina del gym es que me ha servido para mantenerme en buena forma física hasta que me han llegado a preguntar si mis hijas son mis hijas o mis hermanas. Podre estar sonando presumida o soberbia pero afortunadamente todo es real y cualquier lector que haya pasado tiempo en el gym sabrá de esos pequeños placeres que da el sentirse admirado/a son el pago a el esfuerzo y sacrificio que se llega a hacer.
Por su trabajo mi esposo pasa toda la semana fuera de casa, lo que me da tiempo de hacer todo lo que arriba comentaba. He llegado al grado de darme un chapuzón en la piscina de la casa en verano mientras los chicos están de vacaciones escolares y ver como a sus amigos les escurre la baba viendo a quien quizas podria ser su madre, por la edad de ellos y mía. Lo mismo me he paseado por la casa con solo un top y algún micro short que se me mete por la raja del culo o de plano deja la mitad de los cachetes de mis nalgas a la vista de todos. He sido tan descarada que un par de veces me he ganado un reproche de mi hija mayor, cosa que me ha llegado a dar pena pero luego lo olvido y vuelvo a hacer alguna travesura o provocación. Pero al final de cuentas hasta me divierte el ver como mi hija mayor, la renegada de la familia, me reprende mientras mi hija menor me defiende e incluso a veces imita mis actos y mi forma de vestir. Creo que la menor será una loca igual que yo.
Y no solo son mis actos o mi físico, sino el tener cara de niña buena y cuerpo de tentación, forman un combinado que la verdad me ha permitido salirme con la mía en más de una ocasión. Lo mismo la dualidad de hablar educadamente en mis conversaciones y trato hacia los demás, para pasar a ser una puta en la cama es algo que los que han estado conmigo disfrutan enormemente.
Después de esa larga explicación voy al grano de la historia. Cambio los nombres reales de mis hijos y demás personas por nombres ficticios para seguridad de ellos.
Sucedió apenas esta semana, una noche que mi hijo mayor Adonis, de 18 años, tenía de visita en casa a 3 de sus amigos más allegados, Alex, Ray y Danny, todos ellos compañeros de escuela. Estamos en invierno, cerca de navidad, así que lejos estaban mis travesuras de verano en la piscina. Lejos estaban también los pantaloncillos cortos de mezclilla y ahora era más de usar mis ajustados jeans de mezclilla o faldas cortas y largas. Nunca he sido de busto prominente. De hecho ese ha sido mi trauma desde pequeña, ser de pocas tetas. Pero lo que me faltaba arriba lo compensaba abajo con mi gran culo que era difícil de disimular fuera cual fuera la prenda que me pusiera. Y honestamente a veces sin quererlo me era imposible el no atraer las miradas de los adolescentes amigos de mi hijo.
Esa noche sus amigos se despidieron de mi y vi como salían de casa con mi hijo encaminandolos hacia afuera, viendo por la ventana de la cocina como Adonis y sus 3 amigos se subían al auto de Ray. Pensé que Adonis se iría con ellos así que decidí llamarlo por teléfono en modo de altavoz.
'Adonis, ¿te vas a ir con tus amigos? Porque ya es tarde y no me dijiste nada' -le dije en cuanto me contestó la llamada. A pesar de lo que pudieran pensar por todo lo que les conté, soy demasiado protectora de mis hijos.
'No Má, solo nos subimos al auto porque está haciendo frío y vamos a platicar un rato' –me respondió Adonis.
'No se apure, señora. No nos lo vamos a llevar a ninguna parte' -escuché decir a Alex, uno de los amigos de Adonis.
'Ya sabe que aquí le cuidamos a su chiquito' -escuche ahora a Ray, seguido de carcajadas y burlas de los demás. Ray era el más atrevido de ellos, así que posiblemente me lo había dicho en doble sentido.
'Pues si, es mi chiquito y quiero que me lo cuiden mucho por favor' -le respondí siguiéndole un poco el juego a Ray.
'Pues deme permiso y yo se lo cuido personalmente' -respondió Ray y de nuevo escuché risas.
'Se me hace que te queda grande el encargo, Ray. No creo que puedas con el paquete' -le contesté y de nuevo escuché risas y bullas, supongo que ahora dirigidas a Ray.
'Pues a las pruebas me remito, señora. Capaz y hasta sale sorprendida' -fue el turno ahora de Ray.
'Bueno, lo pensaré pero dudo que puedas así que no te hagas ilusiones' -le dije divertida con ese pequeño juego de palabras que intercambiamos- Pasame a Adonis por favor'
'Aqui estoy Má, te escucho' -oí decir a mi hijo.
'No pues nada, solo quería saber si te ibas a ir. No porque no quiera que salgas pero ya es tarde y es peligroso andar en la calle en estas fechas. Hay mucho borracho manejando y no quiero que vayan a tener un accidente' -le dije ya para terminar la llamada.
'No te preocupes, Má. Solo voy a estar un rato aquí afuera y ya regreso. I love you, Má' -escuché decir a mi hijo para luego escuchar a sus amigos también gritándome 'I love you' entre risas y bullas.
'Yo también los quiero, portense bien' -les dije y otra vez los escuche gritándome que ellos también me quieren y empezar una pelea entre ellos diciendo y diciendo 'Yo la quiero mas' 'No, yo mas!' 'Yo mas!' y otra vez una ronda de risas.
Me dirigí a mi recamara y estaba a punto de dejar el teléfono celular en el buró cuando me pareció escuchar que emanaba sonido del aparato. Pensando que Adonis finalizaria la conversación no había yo cortado la llamada, y parecía que Adonis tampoco y así fue. Curiosa, quité el modo de altavoz y acerqué el aparato a mi oído, lo que me permitió escuchar la siguiente conversación entre Adonis y sus amigos.
'Wey, no te vayas a enojar pero la neta tu mamá con ese culo que tiene ha de cagar bombones' -escuché decir a Ray, obviamente dirigiéndose a mi hijo Adonis.
Por supuesto, era consciente de lo que provocaba en los amigos de mi hijo. Pero era la primera vez que tenía oportunidad de escuchar directamente lo que pensaban de mí. Por lo menos Ray, que fue a quien escuché. Y a pesar de lo guarro y grosero que era su comentario, lejos de molestarme sentí como mi calzón se llenaba de los jugos que expulsó mi panocha de solo escuchar el sucio comentario del amigo adolescente de mi hijo. Sin despegar el móvil de mi oído, puse el seguro a la puerta de mi recamara poniendo atención a lo que escuchaba por el aparato.
'En serio wey, la vez que venimos y estaba en traje de baño en la piscina, uff...pinche bikini no le tapaba ni madre. Casi se le veía todo el culo' -dijo Ray, el más atrevido de todos.
'Neta que si, yo estuve pendiente a ver si se empinaba o se agachaba para poderle ver enmedio de las nalgas pero no se me hizo' -me sorprendí ahora escuchar a Danny, el que consideraba el más callado de todos.
'Ya ya, es mi mamá, no mamen' -logre escuchar a Adonis.
'Pues sí, pero aunque uno no quiera es imposible no fijarse en esas nalgotas' -fue el turno de escuchar la voz de Alex.
'Las pinchis hartadotas que se ha de dar tu papá cuando se la coge, neta' -escuche una voz que no supe si era Ray o Danny.
'Ese pendejo no es mi papá' -ahí sí escuché claro la voz de Adonis. Lo cual también me sorprendió, pues aunque se que la relación de mis hijos con mi esposo no es buena, era la primera vez que lo escuchaba decir de alguno de ellos.
Me había calentado con lo que escuchaba, que con mi mano libre me baje el pantalón para luego meter mi mano y empezar a acariciar mi puchita depilada. Fue fácil introducir 2 dedos de lo mojada que ya estaba, sin dejar de escuchar la conversación de Adonis y sus amigos.
Ray: 'Pues sea tu papá o tu padrastro, que pinche envidia le tengo. ¿Se imaginan poder meter la cara en medio de esas nalgotas?
Alex: 'A huevo, conmigo no necesitaria papel higiénico tu mamá. Yo le limpiaba el culo y la panocha con la lengua'
Adonis: 'Ya cabrones, no se pasen de lanza'
Danny: 'Es que neta Adonis, yo facil te daba un hermanito con tu jefa jaja'
Adonis: 'No mames, wey'
La conversación entre mi hijo y sus amigos me estaba excitando, no solo por lo que decían si no por el morbo de estar escuchando de forma secreta. Agregue un dedo más teniendo ya 3 dedos dentro de mi interior, los cuales entraban y salían fácil debido a lo empapada que estaba mi pucha.
Ray: 'No mames tu, wey. ¿A poco nunca te has jalado la verga viéndole el culo a tu mamá? Si fuera mi mamá yo me la jalaba todos los días'
Alex: '¿Cual jalar? Yo me arrancaba la verga nomas de poder ver ese culo todos los días'
Danny: 'En serio no te calientas viendo a tu jefa? Así como anda vestida cuando venimos, n'mbre! Di la neta, ¿a poco no te prendes Adonis?'
Adonis: 'Pues sí, pendejos. Si no soy de palo. Claro que si me caliento viendole el culo'
Escuchar a los amigos de Adonis me excitaba, pero escuchar la voz de mi propio hijo decir que se excitaba mirándome el culo era otra cosa. Sosteniendo el celular con mi hombro y mi oreja, utilice mis dos manos para bajar por completo mi pantalón y mi calzón de un solo movimiento, para luego abrir mis nalgas con mis manos y pegar mi culo a la cerradura de la puerta. Sentí el frío del metal en mis nalgas y mi ojete, pero no me importó. Empuje mi culo hacia atrás como tratando de penetrarme yo misma con la cerradura de la puerta.
Alex: 'Es que en serio, si esta buenisima tu mamá. No me alcanzan las manos para poder agarrarle las nalgotas que se carga. Las tetas las tiene chiquitas pero se le ven bien, si me prendia como becerro y le daba sus buenos chupones'
Adonis: 'Ya, ya. Ya se están pasando, pinches culos'
Danny: 'Tus hermanas se ve que van a estar bien buenas tambien igual que tu jefa'
Adonis: 'Hey no mamen, de mi mamá les paso que digan cosas porque reconozco que si esta bien buena. Pero con mis hermanitas no se metan pendejos'
Ray: 'Pues es que si están buenas también cabron jaja. Pero cierto, las hermanas se respetan culeros. Oye wey, y nunca has olido los calzones de tu mamá? Que usa, tangas o cacheteros?
Adonis: 'De los 2, se los he visto cuando los lava'
Alex: 'No mames wey. Y las tangas están chiquitas, o como?
Danny: 'Con ese culote cualquier tanga le ha de quedar chiquita, pendejo'
Ray: 'Contesta wey, ¿las has olido o no?
Adonis: 'La verdad, la verdad...pues si weyes. Pero mi mamá es muy limpia. Casi no las deja sucias. Y ha de andar depilada porque tampoco he encontrado pelos en sus calzones'
Todo lo que escuchaba me tenía super caliente pero oír la confesión de mi hijo acerca de mis calzones me puso a hervir. Era cierto lo que Adonis decía, siempre había sido yo muy limpia con mi ropa interior y mi pucha la llevaba totalmente depilada. Meti un cuarto dedo en mi hambrienta panocha y con fuerza me empuje hacia atrás, sintiendo como el seguro de la puerta penetraba el ojo de mi culo. Trataba de meterme toda la cerradura completa pero por el tamaño y la forma, me era imposible.
Ray:'¡No mames weeeey! Robale unas tangas y rolalas. Para darnos unos narizasos jaja'
Adonis: 'No mames wey, como crees'
Ray: 'En serio, wey. Antes de que las lave robale un par y las traes para olerlas'
Adonis: 'No wey, no mames'
Ray: 'Wey, yo les pasé las fotos que le robé a mi prima de su celular. Alex nos pasó las fotos de su ex novia. ¿A poco te vas a rajar?'
Adonis: 'Pues sí, pero no es lo mismo primas o ex novias que la mamá, no mamen.
Alex: 'Wey, de aquí no sale nada y lo sabes. Robale un par, te las traes y ese mismo día las regresas. Asi de facil'
Ray: 'Es más, hazlo y te presto el Call of Duty por 2 semanas. Acuerdate que tu mamá no te lo ha querido comprar porque saliste de la chingada en las calificaciones pasadas. Traete unas tangas y te dejo el juego de aquí hasta que empiece diciembre, como ves?'
Adonis: 'Pinche wey, sabes por dónde llegar. Prestamelo todo un mes y se las traigo. Todo el mes completo si no no se hace'
Ray: 'Pinche wey, nomas porque quiero ver una tanga de las que usa tu mamá si no te lo prestaba pura verga. Va, todo el mes pero me dejas masturbarme con la tanga'
Alex: 'Hey pinche Ray, pero dejanos olerla primero también nosotros, no mames jaja'
Danny: 'Es más, nos la jalamos todos y se la regresamos llena de mecos. Te rajas, wey?'
Adonis: 'Son unos pendejos todos, pero un mes con el Call of Duty vale la pena. Denme unas 2 semanas de tiempo para conseguirles una o 2 tangas, vale? Acaba de lavar hoy en la mañana y ahorita no ha de tener ninguna sucia'
Yo estaba más que hirviendo escuchando todo eso. La cerradura casi entraba en mi culo y los 4 dedos en mi panocha ya no eran suficientes. Me despegue de la puerta y dirigiéndome al tocador tome la lata de spray aromatizante. No hubo dudas ni segundos pensamientos. Con fuerza lo introduje en mi panocha penetrando más de la mitad de la lata en mi. Su forma fálica facilitó la penetración, pero aun así arrancó un fuerte quejido mezcla de dolor y excitación.
Ray: 'Ya dijiste wey, no te vayas a echar para atrás cabron. Busca una que esté bien sucia, si se puede que tenga pelos vaginales, mejor'
Adonis: 'Te digo que mi mamá es muy limpia, pero dejen ver que encuentro'
No pude más, ya era demasiado y aunque quería seguir escuchando la conversación, preferí dejar el aparato telefónico y empecé un fuerte mete y saca con la lata desodorante. Lo metía violentamente, arrancando de mi boca fuertes gemidos. Mi calentura era demasiada que empecé a fantasear con todo lo que acababa de escuchar.
'Así Ray, así...ughhh! Meteme tu verga, hasta dentro. ¡Hasta dentro pendejo!'
'Tu también Alex, chupame mis chichitas. Asi chiquitas te gustan, ¿verdad? ¿Verdad? Chupamelas como si quisieras sacarles leche. Chupa mis pezones, chupalos, mi bebé...Ay papi, que rico me las muerdes'
Danny, Danny...meteme la verga en la boca. Ahógame con ella, andale...uff...que rico...que rico. Dejame llenarte de babas...no dejes de metermela...uummm'
'Chinguenme entre los 3, háganme suya entre los 3. Yo se que eso es lo que quieren, que me traen ganas desde que me conocen. Chinguenme, cabrones. Uno por el culo, otro por la pucha y el otro por la boca. Denme verga, asi rico...entre los 3...ughh...no paren, no paren!'
Yo misma me escuchaba decir una sarta de leperadas, casi igual como cuando tengo sexo de verdad con un hombre. Nunca he experimentado un trío, mucho menos tener 3 hombres para mi sola. Pero estaba tan caliente que en ese momento de verdad deseaba que me cogieran los 3 amigos de mi hijo.
Ya todo era demasiado, pero yo sabía que algo me faltaba para poder llegar al orgasmo y no me hice del rogar. Necesitaba decirlo.
'Tu también Adonis. Tu también ven y cogeme. Coge a tu madre...Mmmm...se que lo quieres. Cogeme como si fuera una perra...hazme aullar de placer, mi amor! Lléname de mecos. ¡Oh Diooos! Que rico lo haces hijo...Que ricooo! ¡No pares, no pares mi vida, no pares!'
El fantasear con mi propio hijo era lo que necesitaba, y pronto sentí como el orgasmo estaba a punto de llegar. Acelere el movimiento de la lata desodorante, penetrando mi vagina con la lata metálica hasta casi meterla dentro de mí en su totalidad. Sentí como mis jugos vaginales escurría por mis piernas con rumbo a mis pies. La fricción de la lata con mi empapada panocha hacía fuertes ruidos como de chapoteo, haciéndome pensar si era solo lubricación vaginal o me estaba meando.
'No pares, Adonis...no pares. ¡Parteme por la mitad! Meteme tu verga hasta el útero, cabron. Dios...que rico!'
'Vuelve a entrar por donde saliste. Cogeme culero, preñame si quieres pero no pares mi amor...no pares. Mmmm...Dame más fuerte, hijo. Lléname de tu leche y te prometo dejarte... mis tangas sucias para tus amigos'
'¡Cogeme hijo de tu puta madre Ohhh!'
Pronto en mi mente fantasiosa los amigos de Adonis habían desaparecido, para quedarme sola con mi hijo. La lata seguía entrando y saliendo de mi pucha, mientras imaginaba que era Adonis quien me penetraba con fuerza haciéndome daño. Iba terminar adolorida y en riesgo de que mi esposo sospechaba de alguna infidelidad si me veía el escozor de mi panocha. Pero en ese momento lo único que me importaba era que mi hijo me cogiera y terminará dentro de mí, así fuera solo una fantasia de mi enferma mente calenturienta.
'Dame verga, Adonis, dame verga! Cogeme, cogeme...uff...así, así...no pares, no pares. Ya casi llego, hijo, ya casi...solo no pares...ughh!
'Metela mas, mas...entra de nuevo por donde saliste. Dame tu leche, mi amor...dame tu leche! Hazme un hermanito para ti... hazme un...un...Ughhh...DIOOOOS! ME VENGO...ME VENGOOOO!!
Todo fue demasiado, y a pesar de mi obvia experiencia sexual al ser madre de 4 hijos, les juro que pocas veces había sentido un orgasmo tan fuerte como el que sentí. Mi vista se me nubló, y me quedé sin palabras. Solo con mi boca abierta sin poder articular palabra alguna, mientras todo mi cuerpo temblaba como poseída y hacía esfuerzos para no caer al sentir mis piernas sin fuerza alguna. No sabía cuánto tiempo duraría, pero sentí que era una eternidad. Fue tanto el placer que sentí como mis piernas perdían su fuerza e incapaz de sostenerme de pie caí al suelo aun con temblores. Quien me hubiera visto podría pensar que estaba en un trance epileptico por la forma en que mi cuerpo se retorcía en violentos temblores. La lata desodorante salió expulsada de mi panocha junto con un fuerte chorro de meados, mientras dedicaba mi último pensamiento a la verga imaginaria de mi hijo Adonis.
Perdí el sentido. O por lo menos hubo un lapso de minutos donde no supe de mi ni donde estaba.
Desperté un tiempo después, no supe cuanto. La alfombra tenía una gran mancha de humedad producto de mi meada y con tal solo intentar levantarme sentí un leve pero molesto dolor en mi pucha. La lata desodorante lucía empapada de una combinación de meados, flujos vaginales y pequeñas manchas de lo que parecía ser sangre. Mi mente empezó a aclarar y recordé la conversación de mi hijo y sus amigos, así como la violada que yo misma me había dado con el desodorante. Y por supuesto mi fantasía mental con mi hijo y sus amigos. MI HIJO. Pensar en él fue el equivalente a escribirlo en mayúsculas. Sabía que estaba mal, ¿pero porque no me sentía culpable?
Como pude me levanté y tomé el teléfono móvil con la intención de seguir escuchando pero ya no había sonido alguno. Seguramente Adonis ya había cortado la llamada. Me recosté en la cama tratando de recuperar mi aliento y poner en orden mis pensamientos. Les mentiría si les dijera que sentí arrepentimiento alguno. Todo lo contrario, reconozco que pocas veces había sentido un orgasmo como el que acabo de experimentar. Uno tan fuerte que me hizo perder el sentido y la noción del tiempo.
El sexo es mi vicio y un orgasmo como ese era mi nueva droga. Me conozco perfectamente y sabía que buscaría la forma de volver a sentirlo de nuevo.
Y si dejaba que Adonis tomará una de mis tangas para sus amigos? Incluso aun...y si la usaba toda la semana sin cambiarla para dejarla empapada de mis jugos y todos mis suciedades corporales? En ese momento esa idea hizo nido en mi mente. Después de todo Adonis ya había aceptado robar una de mis tangas, que más daba dejarsela sucia así como Ray la pedía.
El problema, si se le podía decir así, era cómo haría yo para escuchar de nuevo las reacción de sus amigos. Y la de mi hijo también, por supuesto. Era la que más me interesaba.