Sonia Cumplió todas mis Fantasías 001

heranlu

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Mi nombre es Juan, este es mi primer relato, así que por favor, sean pacientes conmigo, no soy muy bueno en esto de escribir. En fin, esta es una historia real, que me paso hace poco con la mujer mas perfecta de todo este mundo: Mi hermana menor Sofía. Ella tiene 15 años, pero su cuerpo ya esta mucho mas desarrollado que el de una niña de su edad: mide aproximadamente 1.65, unas largas y torneadas piernas de infarto, una cadera irresistible, sus pechos aun no son muy grandes, pero están bien, su carita angelical tiene a todos lo pelados de su colegio muertos (grandes y tiernos ojos azules, una mirada encantadora, labios de cereza, imposibles de ignorar, cabello rubio, hasta los hombros), pero lo que mas me mata es su culo. Que culo tiene mi hermanita, redondito, parado, tieso....el sueño de todo hombre. Aun esta en el colegio, por lo que tiene que usar esos uniformes que me vuelven loco, además ella usa la falda un subida, lo que permite que se vean sus hermosos muslos. Y todo esto sin mencionar su personalidad: desde muy pequeñita, ella fue muy apegada a mi, por lo que ella y yo nos entendemos perfectamente. La mujer perfecta.



Aunque el suceso que les voy a contar ocurrió hace un par de meses, la historia empieza desde años antes. Como ya he dicho, ella siempre ha sido muy apegada a mi. Nuestra madre murió cuando yo tenia 8 años y ella 4, y mi padre, por desgracia, siempre esta trabajando, lo que ha hecho que ambos nos unamos aun mas desde que éramos bien pequeños. Por eso ella siempre se la pasaba pegada a mi: a donde yo iba, ella iba también. Siempre me abrazaba y decía que yo era el hombre de su vida. Sus abrazos eran muy cálidos, llenos de amor, y era tierno ser el "hombre de su vida".



Pero cuando ella cumplió los 12 años (yo tenia 16 y mis "instintos" ya eran notables) y su cuerpo empezó a cambiar, los cariños que eran tan habituales entre nosotros empezaron a tomar otro rumbo. Aunque ella siempre se habia sentado en mis piernas, a medida de que crecía, su cuerpo se hacia mas el de una mujer, y su contacto se volvía distinto. Su culito en desarrollo quedaba justo encima de mi paquete, que empezaba a tomar vida propia frente al contacto con mi hermanita "oye, que es lo que tengo debajo de la cola???" yo tenia que voltear los ojos para que no se me notara la lujuria por mi hermanita.



En fin, ambos fuimos creciendo, y con nosotros, nuestros instintos. Sus contactos eran cada vez mas directos, sus abrazos eran aun mas apretados, pegándome sus nacientes senos a mi cuerpo, cuando se sentaba en mis piernas, ponía todo su creciente culito encima de mi paquete sin reparo alguno, y aprovechaba cualquier excusa para restregármelo, nuestros picos de saludo y despedida eran cada vez mas prolongados y me atrevería a decir, mas pasionales, sin mencionar que a medida que crecía, su cuerpo se movía de manera mas provocativa. Yo me controlaba, pues a pesar de las ganas que le tenia, ella era mi hermanita, y era la mejor mujer que he conocido y a la que mas he amado jamás, no quisiera arriesgarme a perder la relación de hermanos que siempre hemos tenido.



En fin, al cumplir los 19 años y entrar a la universidad, compre un aparta estudio para mi solo, pues no quería seguir siendo una carga para mi viejo, sin mencionar que si seguía viviendo ahí, no aguantaría la tentación de tirarme a mi hermanita, que ya estaba que se caía de lo buena. Así que me fui, para tristeza de todos en la familia, pero seguí visitándolos permanentemente, y ellos visitándome a mi.



Al pasar dos meses de haberme ido, tome la costumbre de ir al colegio de Sofía, a recogerla, tanto por el cariño que sentía por ella, como por degustar el placer de ver tantas niñas de colegio en esas falditas, era genial. Pero de todas ellas, la imagen que mas me enloquecía, era ver a mi Sofía saludarme a lo lejos con la mano, y venir corriendo a mi encuentro, era un seño para mi. Siempre tomábamos transmilenio, un conveniente trasporte de los bogotanos, hasta mi apartamento, donde esperábamos hasta bien caída la noche, a que papa llegara a recoger a Sofía. Esa era nuestra vida familiar.



Pues bien, en una de esas veces en que fui a recoger a mi hermanita al colegio, se cumplieron varias de mis fantasías. Para empezar, ella estaba con su uniforme del colegio, lo que siempre era un placer para mi, pero además se habia hecho un par de colitas a ambos costados de la cabeza, lo que la hacia verse mas adorable de lo que ya era. La visión me enloqueció.



"Hola, mi Juan!!!!! Gracias por venirme a recoger!!!!! Nos vamos???" su alegría siempre me ha matado. Camino al transmilenio, hablamos de cuanta pendejada se nos vino a la cabeza. Siempre a sido así. Al llegar a la estación, nos percatamos que estaba increíblemente llena, como es costumbre a esas horas, así que nos hicimos a la idea de que seria un viaje largo. Al entrar al transmilenio, yo me ubique detrás de ella, porque, sinceramente, me daba miedo de que algún pervertido se aprovechara de mi hermanita. Siempre ha sido así.



Pero al pasar de unos minutos, el vaivén del transmilenio, me hizo impactar contra el perfecto culo de mi hermanita. Me hice para atrás, pero un pasajero me empujo, haciéndome quedar otra vez pegado a ella. Mi verga empezó a tomar vida. Sinceramente, me daba miedo su reacción, pues siempre ha sido de un temperamento muy explosivo, cuando algo no le gusta. Pero a la vez, me sentía muy a gusto pegado a ese culo que tanto me gustaba.



Al pasar un rato, note que era ella la que empezaba a empujarse hacia atrás, pegando su culo cada vez mas a mi verga. Voltio un poco su cara y me susurro: "te estabas demorando no???" Eso significo el final de una larga espera. La tome por la cadera y empecé a forcejear contra su culo, restregándole lo mas que podía mi verga contra su falda. Ella no se quedaba atrás y empezaba a mover las caderas de manera muy sugerente. Ambos no la estábamos gozando de lo lindo.



Como el transmilenio estaba oscuro, la gente estaba muy pegada, y nosotros estábamos en la parte mas oscura del transmilenio, me di cuenta de que no habia posibilidad alguna de que alguien nos viera. Aventure mi mano por debajo de su falda y la pude justo por delante de su entrepierna. Empecé a jugar un rato encima de donde estaba su flor, por encima de sus bragas, que ya estaban bastante húmedas. Su respiración empezó a hacerse mas rápida, lo que me confirmaba que le estaba gustando. "Dios, Juan, ¿dónde te habías escondido esto?" me dijo mientras con su mano sobaba justo encima de mi verga. Me empezó a bajar la cremallera, mientras yo le rozaba justo encima de su rajita con una mano, y le pasaba mis dedos por la comisura de sus delicados labios superiores con la otra mano.



Al bajarme la cremallera, yo aproveche para subirle la falda, le pude mi verga en medio de sus piernas y empecé un movimiento de frotación, que a ambos nos llevaba al cielo. Era sin lugar a dudas, lo mas perfecto que jamás habia vivido. Justo en esas, el transmilenio llego a nuestra estación. Nos acomodamos rápidamente, salimos de la estación y caminamos cogidos de la mano rápidamente hacia mi apartamento (que queda a pocas cuadras). Sabíamos a que llegaríamos al apartamento. Ambos estábamos que estallábamos de la excitación....

ya veíamos estábamos entrando al edificio donde queda mi humilde aparta estudio. Nuestra agitación era evidente, por lo que respirábamos entrecortado, ambos con la cara roja de la excitación. Al llegar, Jairo, el portero, miro de manera muy descarada a mi Sofi. Siempre era así, y aunque siempre me molestaba, esta vez fue mil veces más mi ira. "Jairo, no tenes algo que hacer??"Le dije con tono fuerte. ".aahh perdón joven, estaba distraído....mire, aquí esta su correspondencia". Se la rape de mala gana mientras Sofi subía a abrir el apartamento, que queda en un segundo piso.



Cuando subí a mi apartamento, Sofi ya estaba adentro, no fue mas cerrar la puerta para que ella se me lanzara a los brazos con ansias profundas. Era eso lo que ambos habíamos deseado por tanto tiempo. Nos besamos casi como si nuestra vida dependiera de ello. Yo la sujete de la espalda y la pegue a mí, mientras nuestras lenguas se conocían por primera vez en la vida. Ella me sujetaba fuertemente de atrás del cuello, y parecía no querer soltarse jamás. Lo primero que encontramos fue el sofá de la sala, que no es muy grande, pero para la ocasión era perfecto.



Me deje caer y ella cayo encima mío, ambos riéndonos tiernamente. Puso sus piernas a cada costado mío, dejándome el resto de su cuerpo en contacto con el mío. "sabes??? Esto no lo haría con cualquiera" me dijo Sofi mirándome coquetamente. "Y que hay de los tipos de tu colegio??? No me habías comentado sobre ellos???". "Ellos??? Y tu crees que a ellos los llego a querer si quiera la mitad de lo que te quiero a ti??" Nos besamos de nuevo. Fue un beso tan tierno, en realidad era justo como era ella, intensa pero tierna a la vez.



"Ja, y yo pensé que tu besabas bien. Vaya desilusión que me pegue" me dijo con un tono gracioso y sarcástico. "Hay por favor, si aquí alguien tiene que mejorar sus besos eres tu, pequeña" "pero para eso te tengo a ti, no mi Juan??". Los besos, las caricias, los abrazos siguieron por largo rato, hasta que algo nos devolvió al mundo......"Alo???" "Kuibo pa" era mi viejo, habia llamado a mi casa en el momento clímax. Tanto mi hermana como yo volvimos en nosotros mismos. "Te llamo para decirte que desgraciadamente me toca quedarme hasta tarde en la empresa, así que te va tocar cuidar a Sofía. Puedes???" que si podía, eso era lo que quería escuchar. Después de colgar con mi papa, le comente a Sofi. Pero ella estaba un poco distinta.



"Sabes mi Juan, desde que tenia como 12 años habia esperado esto. Habia empezado a sentirme extraña cuando me acercaba a ti, me encantaba sentarme en tus piernas y sentir todo lo que sentía. Conforme fui creciendo, pensé que lo que sentía era deseo, un deseo por ti, por tu cuerpo, por todo lo tuyo. Pero hasta que te fuiste descubrí que no deseo lo que sentía. Sino que era amor. Me enamore de ti, mi Juan, y no puedo permitirlo. Eres mi hermano y eso esta.........."



No la deje terminar, sino que le agarre la cara y le di un beso en los labios. Lo que ella decía era sincera y, aunque ustedes no me crean, yo me sentía exactamente igual respecto a Sofi. Es decir, habia tenido algunas novias en la vida, niñas a las que quería y con las que habia pasado buenos momentos (incluso sexuales), pero a ninguna de ellas la habia querido tanto como a mi Sofi, era ella la mejor mujer de esta vida. La bese tiernamente mientras le acariciaba el cabello. "serás boba, y tu por que crees que te voy a recoger al colegio??? Yo te quiero tanto o mas que tu a mi" " La madre, Juan???" "sip, me enamore de ti cuando naciste, y aun sigo enamorado de mi hermanita" " no digas cursilerías, Juan, sabes que no me resisto" me dijo mientras me daba un suave beso en los labios.



"Pero, y ahora?? A pesar de cómo nos sintamos, tu y yo somos hermanos, y no deberíamos hacer este tipo de cosas" Esa era mi Sofi, a pesar de todo, tan pura como siempre. "no se pero, si ambos lo queremos, a lo mejor es porque es lo correcto, no crees amor??? Porque si tu no quieres....." "no, no es eso, claro que quiero, pero y papá???" Dio en el clavo. Ese era uno de mis principales impedimentos para continuar. Pero ya habíamos llegado muy lejos, no podíamos dar marcha atrás, ambos sabíamos lo que queríamos y que no estaríamos tranquilos hasta tenernos el uno al otro. Y, al contrario de lo que esperaba, fue ella la que inicio.



"al demonio" fue lo ultimo que oí antes de ver a mi pequeña hermanita saltar hacia mi y besarme el cuello. Seguimos en nuestra faena, mientras yo me quitaba mi chaqueta y mi camiseta, ella iba bajando y dándome pequeños besos por donde iba pasando. Se ubico entre mis piernas, justo a la altura de mi ingle. Yo jamás pensé que Sofía, mi pequeña hermanita, pudiera llegar a estos extremos de excitación. "Por aquí debe haber un pequeño amiguito que se debe estar muriendo por conocerme" me dijo mientras reía divertida. Me bajo la cremallera, busco dentro de mis bóxer y apareció. Tenia la erección mas grande que me habia visto y al parecer estaba ansioso por entrar en acción." Te juro que jamás pensé que fuera tan grande, el primero que veo en mi vida, y mira tamaño de sorpresa que me llevo" decía Sofi mientras trataba de reponerse de la sorpresa.



"Bueno, y que piensas hacer, hermanita???" "que no es obvio??? Quiero conocerme mejor con mi nuevo amigo, el parece muy interesado en conocerme" Seguía riendo, mientras me cogía, un poco dubitativa, el tronco de mi miembro. Subía y bajaba su mano lentamente, como pensando cual iba a ser su siguiente movimiento. De repente acerco sus labios a la punta de mi miembro y le empezó a dar suaves y tiernos picos. Picos que se convirtieron en besos, en lamidas, en lascivos movimientos por todo mi miembro, el cual agradecía todos los cariños que mi pequeña Sofía le daba. "La madre que es tu primera verga???" Ella solo atino a asentir con la cabeza mientras tenia mi miembro en su boca.



Aunque me estaba sintiendo en la gloria, no podía permitir que fuera yo el único que disfrutara. La detuve de su labor y la levante de las caderas, sentándola en el sofá y yo arrodillándome en medio de sus piernas, subí un poco mas su linda faldita, dejándome ver por primera vez sus bragas, las tan deseadas bragas de mi hermanita. "tu si que no pierdes tiempo, verdad mi Juan??" "Oye, he esperado ya muchos años para poder hacer esto, así que no me critiques quieres??" Era verdad. Desde que ella empezó a crecer, desde que su faldita del colegio empezó a llegar mas arriba, habia estado deseando poder estar en medio de sus piernas, ver que esconde tras esas diminutas telas. "Bueno, bueno, esta bien, pero por favor ten cuidado. Bien sabes que soy primeriza" "no tienes por que decírmelo, bien sabes que jamás haría algo que te lastimara, o te perjudicara, solo quiero que seas tan feliz como soy yo de tenerte aquí conmigo" Al parecer dije lo correcto, porque se sonrojo y sus bragas se humedecieron a la vez, justo en ese momento.



Paso siguiente, y sin quitarle esa faldita que me gustaba tanto, le empecé a bajar las bragas lentamente. Ella se quedo quieta con una sonrisa en su bello y sonrojado rostro. Ambos estábamos disfrutando cada segundo de aquel momento. Cuando le termine de quitar las bragas, empecé a besar sus delicados pies. Puse especial empeño en besar sus dedos, para luego seguir subiendo por sus piernas, mientras seguía dando besos. Al llegar a la rodilla, solo se me ocurrió apoyar la barbilla en si muslo. Se lo muy cosquillosa que es, así que no pudo evitar ponerse nerviosa y reírse. Seguí con mis besos, pero ahora en los muslos, los besaba con dedicación y cariño. Me encantaban sus muslos. Seguí subiendo mientras besaba la cara interior de sus muslos, mientras ella se tensionaba y se reía nerviosa. Al parecer lo estaba disfrutando. Y entonces llegue......



Estaba frente a su pequeño tesoro. Al parecer lo tenía muy bien cuidado, porque estaba rasurado y se veía muy pulcro. Era lo más hermoso que habia visto. "oye, no mires tanto tómale una foto, duran mas" me dijo divertida "pues debería Sofi, esto es hermoso, el mas bonito que he visto. Y tu sabes que he visto varios" Era cierto. En mi vida habia visto varias veces el monte de venus de una mujer, pero ninguno se asemejaba al de Sofía. Inmediatamente comencé a rozar con mis dedos sus labios inferiores, cosa que pareció encantarle. Suaves y tiernos picos, pequeños roces, empezaron a convertirse en fuertes y apasionados besos, y entre más fuertes eras, mas notable era el placer de Sofi.



"mas, mas, sigue amor, que esto esta buenísimo" esas eran las palabras de mi amada hermanita. Palabras que jamás espere escuchar salir de sus labios, pero que sin embargo, inundaban la sala de mi apartamento. Sofía, la dulce niña que yo mismo habia ayudado a criar, ahora se entregaba completamente a mis caricias y mis besos en su pequeño tesoro. Y finalmente ella lo dijo. "Ya, no mas, lo quiero adentro"



La tome entre mis brazos, la levante mientras le besaba suavemente el cuello. Ella reía divertida. "Ahora que??? Justo cuando te pido que me hagas tuya, lo interrumpes??" "este no es el lugar apropiado, tu debes estar cómoda" nos dirigimos a mi habitación, donde la lance a la cama, como su fuera uno de nuestros juegos. Ella quedo tendida en la cama, mirándome. Su blusa se levanto, al igual que su faldita. Era una visión asombrosa. "Y donde quedamos?? A si, tú me estabas pidiendo algo" ella lo entendió inmediatamente y poniendo una cara de picardía inmemorable dijo las palabras que significarían el final de una larga espera:



"Quiero ser tu mujer, tómame como te plazca, pero tómame ya!!!!!!!"



Saque un condón que siempre tengo en caso de este tipo de situaciones, pero ella lo tomo y lo voto. "Si voy a tenerte, lo quiero todo" "pero quedarías embarazada" Ella me miro tiernamente y me tomo la cara "seria tu hijo, por tanto seria feliz". Su seguridad me descoloco, pero ese era su deseo así que termine de quitarme el pantalón y los bóxer. Ella chiflaba, como si estuviera frente a un stripper. Se divertía, yo me divertía. Luego me dirigí a ella, ubicándome encima. Le subí la falda, le desabroche la camisa la tome por la cintura y acerque mi miembro a su entrepierna. "Segura???" "acaso importa??? Ya estamos metidos en esto, así que adelante"



Empecé a meterlo lentamente, tratando de no moverme bruscamente. Ella se aferraba a mi espalda. "despacio mmmmmm, despaciiooooo" ya empezaba a lanzar gemiditos de nuevo, mientras yo metía mi mástil erecto dentro de ella. Una vez sentí el himen, le advertí "ahora viene la parte difícil, tienes que aguantar, porque tal vez te duela" "dale, dale mmmmmm, yo aguanto" me dijo mientras respiraba con agitación. Tome algo de impulso, y la embestí de un solo golpe. "AAAAAAAAAAARGGGGGGGGGHHHHHHHHHHMMMMMM, ME DUELE!!!! ME DUELE MUCHO!!!!!!!!!!!!!! Grito con fuerza desgarradora. "La saco???" "NOOO!!! NO LA SAQUES NI POR EL PUTAS!!!! AAAUUUUHHH, YO ME AGUANTO, PEO NO LA SAQUES!!!" me dijo con lagrimas en sus ojos, y luego me mordió el hombro mientras se apretaba fuertemente a mi, y me enterraba las uñas en mi espalda. Yo me quede quieto, esperando a que se calmara y se acostumbrara a tenerme dentro de ella. Realmente me dolía tenerla así, llorando en mis brazos, pero fue ella la que me pidió que no parara.



Al cabo de unos minutos, cuando vi que se había empezado a calmar su llanto, inicie el típico movimiento de mete-saca muy lentamente, hasta que ella empezó a soltar nuevamente gemiditos de placer. A medida que ella movía sus caderas por cuenta propia y me mordía menos duro el hombro, yo supe que empezaba a disfrutarlo, así que me movía un poco más rápido. En pocos segundos, ambos estábamos moviéndonos al unisonó, disfrutándonos como desesperados.



"SIIIII!!! AAAHHHH!!! QUE BUENO!!!! MIERDAAAA, JUAN AAAHHHH MAS, MAAAASSS!!!!!!" Sofía gritaba como posesa. Yo aceleraba cada vez más mis movimientos, estaba disfrutando como nunca. "MAS, MAS, MAS RAPIDO, AAAHH, AAHH, ESTO ESTA MUY BUENO, TE AMO MI JUAN!!!!! YA CASI, YAA CASIIIII!!!!!" estaba llegándole un orgasmo, pero no era la única. Tanta agitación, el tener a mi hermana atada a mi, gozando como nunca, me estaba acercando a un orgasmo también a mi, así que acelere cada vez mas, le quite la camisa y el brasier. Tenía a mi disposición los bellos pechos de Sofía, la mujer de mis sueños, y ya estaba que no podía más.



"JUUUAAANNNNN!!!!!! ME VENGO!!!!!!" "YO TAMBIEENN!!! YA ME VENGOOOOO!!!" Estábamos llegando al más ruidoso de los orgasmos que jamás tuvimos alguno de los dos. "TE AMOOOO!!!!!!!" esas fueron las ultimas palabras antes de que su orgasmo la nublara por completo. Me vine dentro de mi hermanita amada, y caí rendido. Ella estaba igual de exhausta a mí, así que ambos nos quedamos dormidos casi de inmediato.



Eran las 7 de la mañana, era un sábado, si mal no recuerdo, y yo empezaba a abrir los ojos, diciéndome a mi mismo que había tenido el mejor sueño de la vida, pensando en lo que nunca podría suceder. Cuando de repente siento un peso sobre mí. Era ella!!!! De verdad era mi hermana se había acostado conmigo!!!!! No lo podía creer, por un momento pensé que todo había sido un bello sueño, pero me equivoque. Le acomode un mechón de cabello de su cara, y la bese tiernamente en los labios "Oiga, no sea floja, despierte" "cinco minutos mas, pá" Al parecer yo no era el único que también creía que todo fue un bello sueño. "Cual pá, Sofía, hasta donde yo recuerdo, tu siempre me has llamado Juan, no pá"



Apenas dije eso, ella abrió sus bellos ojos azules "tu estas…??? Osea que no fue un sueño???" "Pues a menos que ambos estemos soñando lo mismo, dudo mucho que todo lo de anoche haya sido un sueño" Sonrió inmensamente y me beso efusivamente los labios. En verdad entendía su felicidad: Tantos años enamorados, sin decírnoslo, y finalmente, ambos caímos tendidos a los vicios del amor incestuoso. Después de muchos cariños, ambos quedamos acostados mirándonos fijamente a los ojos, amándonos con nuestras miradas. "y bien??? Como estuve para mi primera vez???" Me dijo ella muy coqueta "si he de serte del todo sincero, he tenido mejores" le respondí yo riéndome sarcásticamente. Yo salí corriendo y ella persiguiéndome por todo el aparta-estudio, desnudos, jugando como cuando éramos pequeños. Nada había cambiado, seguíamos siendo el mismo par de hermanos. La única diferencia es que ahora sabíamos lo mucho que nos amábamos.



"Bueno, a partir de ahora, cuando tu y yo estemos solos, tu serás mi marido y yo seré tu mujer. Te suena la idea??" Que si me suena??? Era justamente eso lo que por tanto tiempo había esperado. Finalmente podía demostrarle a mi hermana que la amo como algo más que mi familia: A partir de ahora seriamos la pareja que siempre quisimos ser. Volvimos a la cama, abrazados tiernamente. "Quieres que te diga algo, tan pronto como sepa cómo, tu y yo vamos a ser marido y mujer de verdad. LO juro" Ella me miro a los ojos emocionada. "esperare ese día ansiosa, y te amare con la misma intensidad desde hoy y para siempre"​
 
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