Sometida por ser Calentona 01

heranlu

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– Ay no lo cojas, deja que suene…
– Podría ser del hospital Marta, alguna urgencia.
– Siempre igual…
-Ya lo sabías cuando te casaste con un médico cariño
El teléfono seguía sonando insistentemente.
– Venga déjame que lo coja
– No lo cojas… ya llamaran a otro… le dije mientras le seguía metiendo mano
– Marta haz el favor
– Si dígame… de acuerdo ir preparándolo todo que ahora mismo voy

No podía oír al otro lado del teléfono pero ya sabía que me quedaba otra vez sin follar y con todas las ganas…
– Lo siento cielo, tengo que irme, te lo compensare te lo prometo.
– Si, si no te preocupes, le dije fingiendo que no me molestaba al darle un beso de despedida.
Me quedé en casa sola y excitadísima y me eche en el sofá y empecé a masturbarme como pocas veces lo había hecho, cuando estaba a medias me di cuenta de que el vecino de enfrente me estaba mirando, eso lejos de hacer que me detuviera me excitó aun mas y seguí masturbándome mirándole con descaro, casi como si lo estuviera haciendo para el… Siempre me ha gustado provocar a los hombres, pero solo hasta cierto punto y en situaciones en que yo sepa que no van a propasarse y no voy a perder el control de la situación. Miraba a mi vecino de enfrente abriéndome bien de piernas para que viera claramente lo que estaba haciendo, pocas veces me he excitado tanto yo sola y termine en un orgasmo brutal, me levante totalmente desnuda y corrí las cortinas sin ni siquiera mirar al vecino, me daba mucho morbo pensar que lo mas probable es que en ese momento el se masturbara pensando en mi.
Al poco rato llamaron a la puerta.

– ¿Sera el vecino? Pensé y me entro el pánico, pues en realidad yo no quería montármelo con él, solo quería excitarle. No sabía si abrir o no… Me decidía a abrir, si la cosa se ponía fea siempre podría gritar
Cuando abrí la puerta respiré aliviada, eran unos amigos de Edu.
– Hola Marta, ¿esta Edu listo para ir a jugar a tenis?
– Uy chicos lo siento, a Edu le han llamado del hospital para una urgencia, pero pasad si queréis y tomáis in café y de paso me hacéis un rato de compañía
– De acuerdo, de todos modos sin él no podemos jugar el partido de dobles que teníamos planeado.
– Pasad y poneos cómodos mientras yo preparo café.

Yo me fui a la cocina y ellos se acomodaron en los dos sofás de la sala de estar, en total eran 3 amigos, el que ellos fueran a pasar una parte de la tarde conmigo me hacía sentir segura por si las moscas al vecino se lo ocurría venir. Yo oía cuchichear a los chicos pero desde la cocina no podía entender bien de que estaban hablando, mas tarde sabría qué es lo que se habían estado diciendo…
Volví al salón con una bandeja con el café y unas pastas para acompañar.
– Aquí estoy chicos, ¿he tardado mucho?, dejadme que os sirva yo
Empecé por Carlos, el que me parecía más atractivo de los tres me incline para servir el café sobre la mesita del salón frente a él sabiendo que con el vestido que llevaba tendría una vista perfecta de mis pechos, además después de masturbarme me había puesto el vestido sin ropa interior debajo, con los amigos de Edu me sentía segura, me divertía pensar en la excitación que les provocaba… Cuando justo en el momento en que iba a levantarme me agarro un pecho.
– ¿Pero qué haces tío? ¿Te has vuelto loco? Suéltame ahora mismo, le dije muy indignada.
– ¿En serio quieres que te suelte? Me dijo sin soltarme el pecho, ¿entonces para que me enseñas las tetas eh? ¿Qué pretendes? ¿Calentarnos verdad? Es lo que haces siempre…. ¡Eres una calientapollas, siempre provocando!
– Yo… yo no pretendía enseñarte mis pechos, al inclinarme han quedado expuestos nada mas, Ay suéltame me haces daño por favor
– ¿Qué decís chicos? ¿Le suelto la teta? No sé yo si creerme eso de que no pretendía enseñarme las tetas, les preguntó a los otros dos que estaban detrás de mí.
– Yo diría que si quería enseñártelas… a nosotros nos está enseñando el culo porque la muy cerda no lleva bragas.
– Serás cerdita, me dijo Carlos, que seguía agarrando mi pecho, empezando a retorcerme el pezón, creo que ya es hora de que pagues todas tus provocaciones, de esto estábamos hablando precisamente mientras nos preparabas el café.
Los otros dos, Esteban y Luís, se levantaron mientras Carlos me tenía bien agarrada y apartaron la mesita con la bandeja y me rompieron el vestido dejándome completamente desnuda, Yo rompí a llorar
– Por favor chicos dejadlo ya, como broma ha estado bien pero ya vale no?
– ¿Broma dice? Jajajajajajaja. Si te relajas todos acabaremos pasándonoslo muy bien y si no te relajas nosotros nos lo pasaremos bien de todos modos, así que tú misma….
– Se lo diré a Edu y os denunciará a la policía por violación
– Vamos hombre no digas tonterías! ¿El pringao que tienes por marido nos va a denunciar? Esa sí que es buena, además es probable que seas tan calientapollas por su culpa, ya hemos visto en el gimnasio lo picha corta que es, ¿no te da caña eh putita? Si hasta le hemos invitado más de una vez a un club privado que tenemos los 3 con unas cuantas putitas sumisas siempre a nuestra disposición y nunca quiere venir el muy gilipollas.
– Quien sabe, si te portas bien igual tu puedes ingresar en nuestro club como parte de nuestra cuadra de putas y sería usada como sumisa. ¿Te gustaría entrar en nuestro club putita?
Yo no podía dejar de llorar, me tenían en el suelo atada de manos mientras ellos se desnudaban.
– Esteban se acercó a mí y cogiéndome por el pelo me grito – RESPONDE PUTA, ¿TE GUSTARIA ENTRAR EN NUESTRO CLUB?
Yo le escupí en la cara y le grite, – JODETE
Me soltó un bofetón que me hizo sangrar el labio.
– Tendrás que aprender modales si quieres entrar puta, eso lo primero, y bueno basta ya de tonterías, Abre la boca y cómeme la polla.
Yo estaba aterrorizada con lo que estaba viviendo, cuanto me arrepentía de haber corrido las cortinas ahora, si no lo hubiera hecho quizá el vecino podría ver lo que me estaban haciendo y llamar a la policía.

Yo tenía la boca completamente cerrada y sin ninguna intención de abrirla por supuesto. Entre los tres me cogieron y me tiraron a uno de los sofás dejando mi cabeza colgando por fuera de uno de los brazos del sofá y Esteban se puso frente a mi cara.
– ABRE LA BOCA DE UNA PUTA VEZ ¡!!!! Me cogió la cabeza con las dos manos y me abrió la boca metiéndome toda su polla hasta la garganta, y empezó a follarme la boca con fuerza mantiéndome la cabeza firmemente agarrada, mientras los otros dos me sobaban todo el cuerpo, uno se dedicaba a amasar y chupar mis tetas y el otro hurgaba en mi coño.
– Sigue follándole la boca que parece que le gusta, se está empezando a mojar la muy zorra.
– ¿Con que esas tenemos eh? Te gusta que te obliguen a chupar polla eh guarra, mientras me la metía más adentro si cabe a la vez que me taponaba la nariz con una de sus manos.
Me empezaba a faltar el aire, su polla ocupaba toda mi boca y la nariz la tenia taponada y empecé a dar manotazos como podía pues tenía las manos atadas.
¿Qué te pasa? Te estás empezando a poner roja… me dijo Esteban y se rieron todos a la vez, cuando creía que iba a morir sacó su polla de mi boca y pude tomar aire. Tenía las comisuras de los labios llenas de babas producidas durante la violenta felación que me obligó a hacerle Esteban.
– Pero mírate… toda llena de babas, ¿no te da vergüenza? Me dijo Carlos pasándome la mano por la cara restregándome todas las babas por toda la cara, – Eres una marrana!!!
Me levantaron agarrándome entre Carlos y Luis por los brazos.

-Aaaaaahhh me hacéis daño, soltadme, sois unos salvajes
– A callar zorra, las zorras solo hablan cuando se les da permiso, me dijo Esteban dándome un bofetón mientras Carlos y Luis me sujetaban en pie.
– Estas muy buena putita… Edu tiene mucha suerte pero me parece que te aprovecha poco… me dijo Esteban mientras me magreaba las tetas, me las amasaba como si de dos panes se trataran, me retorcía los pezones hasta hacerme gritar de dolor, – Me parece que tienes poca resistencia al dolor zorra, vas a tener que aumentar tu nivel de aguante si quieres entrar en nuestro club de putitas sumisas.
– Me importa una mierda vuestro club de perversión, yo no soy ninguna zorra, yo soy una Señora.
– ¿Una señora eh? Me dijo Luis, a ver vamos a comprobarlo y llevó la mano que tenia libre a mi coño, – Pero si tienes el coño que parece un bebedero de patos, guarra, las señoras no se empapan siendo forzadas, jajajajajajajaja, -Abre la boca puta y límpiame la mano de tus asquerosos jugos.
– Es que justo Edu ha tenido que irse cuando habíamos empezado a hacer el amor y por eso estaré algo mojada aun…
– No seas ridícula, si esos jugos hubieran sido producidos por tu maridito con el tiempo que llevamos aquí ya estarías más que seca, y tu no estás algo mojada, tu estas encharcada puta, no soporto las putas que pretenden engañarme con malas excusas tomándome por imbécil.
– Bueno tíos basta ya de tanta charla y vamos a follarnos a esta zorra de una vez, dijo Carlos.
– Jajajajajajajajajaja, tu siempre tan impaciente tío, tenemos que comprobar sus cualidades como puta sumisa no tío, dijo Esteban.
Me dejaron caer en el sofá.

– Ponte a 4 patas en el suelo como la perra que eres, me dijo Carlos.
– No por favor, dije yo llorando
– OBEDECE PERRA
– Es demasiado humillante… en el suelo no por favor, y me puse a 4 patas en el sofá.
– TE HE DICHO EN EL SUELO PUTA, me gritó cogiéndome por el pelo tirándome al suelo.
Yo estaba en el suelo echa un ovillo, llorando aterrorizada pero a la vez me sentía cachonda.
Carlos empezó a darme patadas, – A 4 PATAS HE DICHO PERRA.
– Aaaaahhh para por favor, no me pegues mas, y llorando obedecí y me puse a 4 patas en el suelo.
Carlos se puso tras de mí y me clavo toda su polla en el coño de una embestida y empezó a follarme con fuerza mientras me sujetaba por el pelo y azotaba mis nalgas.
– Uffff que coño tienes zorra.
Me follaba con fuerza gimiendo como un poseso y haciendo que yo acabase sintiendo placer con toda esa situación, cada vez sentía mas y mas placer, estaba siendo violada por tres hombres y a la vez estaba disfrutando, ¿pero qué clase de degenerada eres? Pensaba para mis adentros…
Empecé a gemir cada vez más y más.

– ¿Te gusta eh puton?
Esteban y Luis se pusieron delante de mi boca ofreciéndome sus pollas duras y sin que tuvieran que obligarme empecé a chupársela alternativamente metiéndomelas enteras en la boca hasta la garganta.
– Mírala… la muy señora, ni siquiera hemos tenido que pedírselo que ella sola se ha servido… jajajajajajaja, pero que zorra que eres, – dijo Luis
– Joder y no veas lo bien que la chupa la tía, dijo Esteban, – te has comido unas cuantas pollas eh chata? O es que tienes talento natural para mamar pollas? Jajajajajaja.
– Yo creo que las zorras ya nacen con talento para comer polla, dijo Carlos mientras seguía follándome. Me hundía toda su polla en el coño haciéndome vibrar de placer.
– Yo quiero probarle el culo, dijo Luis.

– No, el culo no por favor, nunca lo hice por el culo, lo que queráis pero eso no.
– ¿Cómo? ¿Que aun tienes el culo por estrenar? Eso no te lo crees ni tú, te crees que somos tontos, una zorra como tu tiene que haber tenido ya unas cuantas pollas en el culo, jajajajaja.
– No, de verdad que no, por favor respetadme el culo, quiero ofrecérselo algún día a Edu.
– Las zorras no tienen derecho a que se les respete ninguna parte del cuerpo, dijo Esteban.
Carlos sacó su polla de mi coño, y dijo – A ver, vamos a inspeccionar ese culo.
Se pusieron los tres alrededor de mi trasero y abriéndome las nalgas empezaron a meterme los dedos en el culo, primero Carlos, después Esteban y por ultimo Luis.
– Joder, a ver si va a ser verdad que tienes el culo virgen, lo tienes bastante cerrado, jajajajaja, dijo Carlos.
– Ya os he dicho que nunca me lo han hecho por el culo, dije llorando,
– Bueno tu tranquila que hoy nosotros te lo estrenamos, dijo Esteban riéndose, Mmmm un culo virgen, esto si que no me lo esperaba…
– Podríamos poner algún anuncio en alguna página de contactos y seguro que alguno nos pagaría una pasta por un culo virgen, dijo Carlos.
– No os atreveréis cabrones

– Tú a callar puta
– Tío, yo prefiero que se lo estrenemos los tres tío, que hace mucho que no pruebo un culo virgen, dijo Carlos.
– No por favor.
– Que te calles, puta, no te lo repito mas, ¿Queda claro?, me dijo Luis cogiéndome la cabeza violentamente por los pelos.
– Vamos a ponerla en el sofá, que será más fácil manejarla, dijo Carlos.
Entre los tres me pusieron en el sofá a 4 patas, yo no paraba de llorar…
– Yo primero dijo Carlos.
– Y una mierda! Le grito Esteban,
– Los tres tenemos el mismo derecho a estrenarle el culo pero es evidente que solo uno de los tres se lo estrenara, dijo Luis, Escribamos nuestro nombre en un papel y metámoslos en una bolsa con otros papeles y le hacemos sacar a ella papeles hasta que salga alguno con uno de nuestros nombres y ese será el afortunado de estrenarle el culo a la zorra.
Los tres estuvieron de acuerdo aunque a regañadientes pues los tres querían ser el primero pero eran conscientes que solo uno podía serlo.
Me dieron la bolsa con los papeles y me obligaron a ir sacando papeles, hasta que salió el nombre de Luis, yo maldije mi suerte pues de los tres era el que la tenía más gorda.
Yo no paraba de llorar, suplicando que no lo hicieran.

– Joder, hay que hacer callar a esta zorra de algún modo, dijo Luis, además a ver si va a armar algún escándalo al follarle el culo y vamos a tener problemas.
Cogieron un pañuelo, me lo metieron en la boca sujetándolo con un cinturón, a modo de mordaza improvisada.
– Venga ponérmela bien a 4 patas y con el culo en pompa, y sujetadla bien, dijo Luis.
Separó mis nalgas, escupió en la entrada de mi culo y empezó a meterme su gruesa polla en mi culo virgen, el dolor que sentí era inmenso, cada vez me la metía más y más profundo.
– Oooooohhh que gusto, zorra, como me gusta tu culo virgen. Mientras me la clavaba toda entera en el culo.
– Joder tío no le bombees tanto el culo, que este lo máximo de prieto para nosotros dos, le dijo Carlos.
– Se siente… jajajajajaja, me toco a mí, jajajajaja. Joder que gusto, follarse un culo virgen, me voy a correr.
– Eh tío, córrete fuera, que no quiero que mi polla toque tu leche, le dijo Esteban.
– Tengo una idea, vamos a corrernos todos en el suelo y después se lo hacemos limpiar a nuestra nueva zorrita, dijo Carlos.
– Eso es, buena idea, tío, dijo Luis, que salió de mi culo y derramo toda su corrida en el suelo.

Después le tocó el turno a Esteban y después a Carlos, que también me follaron el culo con ansia y a pesar de que el dolor fue grande, ya no fue tan intenso como con Luis. Todos fueron derramando sus corridas en el suelo, me levantaron del sofá y me quitaron la mordaza que habían improvisado. Yo tenía la cara llena de lágrimas y todo el maquillaje corrido, ofrecía un aspecto lamentable.
– Ahora como una buena perra vas a lamer toda la leche de tus nuevos Amos, venga al suelo a 4 patas y a lamer, puta, me ordenó Esteban.
– Por favor me da mucho asco, dejadme ya
– ¿Cómo has dicho zorra? ¿La leche de tus Amos te da asco? Me grito Carlos y me soltó un bofetón que me hizo girar la cara y casi me hace caer. – La leche de tus Amos debes adorarla, bebértela toda siempre que te den esa oportunidad, es el mayor regalo que puede haber para una perra sumisa como tú! Así que al suelo a 4 patas a lamer si no quieres pagarlo muy caro, y que sea la última vez que rechazas la leche de tus Amos, Y de un empujón me tiró al suelo.

Estaban los tres de pie rodeándome y yo a 4 patas, a mi me daba muchísimo asco pero podía más el miedo a lo que pudieran hacerme si no obedecía así que empecé a lamer sus corridas del suelo, las primeras lamidas me resultaron realmente asquerosas pero enseguida se apoderó de mi una sensación extraña que me hizo lamer con ansia gimiendo de placer hasta no dejar ni una sola gota.

– Muy bien perrita, no has dejado ni una gota, como debe ser, dijo Luis.
Ya terminé de lamer sus corridas pero aun así no podía dejar de lamer el suelo y me sorprendía a mi misma, lamiendo sus pies, adorándoles y dándoles las gracias por haberme arrebatado mi orgullo y haberme convertido en su perra sumisa.
– Ya sabía yo que tú tenías madera de perra, me dijo Esteban, acariciándome la cabeza.
Ahora tenemos que irnos perrita pero ya iras recibiendo órdenes precisas que pueden ser de cualquiera de los 3 y que deberás obedecer al pie de la letra, para empezar, hoy no te vas a duchar, te vas a quedar tal como estas, hasta mañana no puedes ducharte, me dijo Carlos.
– Pero…
– No hay pero que valga perra, sino cumples no volverás a ser nuestra perra sumisa, tenemos otras perras en nuestro club así que no nos hacer ninguna falta.
– Está bien, no me duchare.
– Así me gusta perrita.

-Ahora cuando nos vayamos arregla un poco todo este follón que has montado en el salón, que mira como lo has dejado, ¿no te da vergüenza perra? Jajajajajajaja, me dijo Luis
Todos se rieron, se vistieron y se fueron, dejándome sola. Me puse el vestido de nuevo y me puse a ordenar el salón.
Y no sé muy bien porque pero obedecí sus ordenes y no me duche aun a riesgo de que Edu notara algún olor extraño cuando llegase, por suerte llegó muy tarde y yo ya estaba en la cama, le oí llegar pero me hice la dormida, no tenía ganas de ningún contacto con él, solo podía pensar en cuando recibiría una nueva orden de mis Amos, estaba deseosa de volver a ser suya
 
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