Solo en casa.

saeta_m

Virgen
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Cuando regrese el viernes a casa después del trabajo ya no quedaba nadie en ella, mis padres y mi hermana se habÃ*an marchado ya a pasar el fin de semana a la casa de la playa. Yo preferÃ* quedarme puesto que tenia planes para el sábado.
Sin perder ni un segundo me duche, me acomode y me puse a ver una pelÃ*cula de mas de dos rombos aprovechando que por fin estaba solo. No habÃ*a hecho mas que empezar a masturbarme cuando llamaron a la puerta, asÃ* que echando maldiciones por el camino fui a abrir. Al mirar por la mirilla vi que se trataba de Natalia ,la amiga de mi hermana, asÃ* que hice un esfuerzo por disimular la erección y la abrÃ*.
Rápidamente pregunto por mi hermana y yo le conteste que estaba fuera, y que no regresarÃ*a hasta el domingo, entonces dijo que si podÃ*a llamarla desde casa, porque le habÃ*a dejado unas prendas de ropa y las necesitaba. Mientras hablaba por teléfono me di cuenta de como se fijaba en lo que escondÃ*a bajo el pantalón, y yo, que no podÃ*a parar de mirar el vertiginoso escote que lucia, no hizo nada para evitarlo.
Cuando termino de hablar nos dirigimos a la habitación de mi hermana en busca de las prendas perdidas. Me agache para abrir el cajón que me indico y sin dejar que me levantara para que pudiera buscar lo que querÃ*a, se recostó sobre mi apoyando sus pechos en mi espalda, los apretaba con fuerza disimulándolo con que buscaba con insistencia entre los trapos, y cuando ya no podÃ*a mas, apareció una camiseta rosa de tirantes al grito de “¡esta es!â€�. Entones sin mediar palabra, se quito la camiseta que llevaba, y mientras yo miraba con cara de tonto los dos pechos que parecÃ*an desbordarse del sujetador, se puso la rosa riéndose mientras repartÃ*a su mirada entre el espejo y mi cara.
Fue entonces cuando como en un acto reflejo, le solté este afortunado chascarrillo, “que pena que no vinieras buscando un sujetadorâ€�, ella comenzó a reÃ*r y me dijo “¿para que?,¿para verme las tetas?, si es por eso solo tienes que decirloâ€�. Sin mas palabras empezó a quitarse la ropa mientras me miraba fijamente a los ojos con una sonrisa picara, hasta quedarse completamente desnuda. Se acerco a mi y agorándome el mas que evidente bulto de mi pantalón dijo, “¿y tu?, ¿no vas a enseñarme que tienes aquÃ* guardado?â€�.
Se arrodillo frente a mi bajándome a la vez la ropa interior y el pantalón, por lo que mi miembro se alzo como un resorte que casi impacto contra su cara y sin mas demora comenzó a lamerlo suavemente, recreándose, sin apartar la mirada de mis ojos. Cuando me di cuenta de que no aguantarÃ*a mucho mas asÃ*, la tumbe sobre la cama de mi hermana, entre montones de peluches de colores, la separe las piernas y empecé a comer su coño, que ya estaba completamente mojado. Ella levantaba la cadera con fuerza sujetando mi cabeza para que no me separase ni un milÃ*metro de lo que tenia que hacer y yo correspondÃ* su entusiasmo introduciéndole dos dedos intentando (no se si con acierto) encontrar su punto “Gâ€�. Me incorpore y comencé a penetrarla muy despacio, para subir lentamente el ritmo en consonancia con sus gemidos, cada vez mas rápido, cada vez mas fuertes, hasta quedar rendidos.
 

jwalt

Virgen
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:clap:
cortito pero bueno
Cuando regrese el viernes a casa después del trabajo ya no quedaba nadie en ella, mis padres y mi hermana se habêan marchado ya a pasar el fin de semana a la casa de la playa. Yo preferê quedarme puesto que tenia planes para el sábado.
Sin perder ni un segundo me duche, me acomode y me puse a ver una pelêcula de mas de dos rombos aprovechando que por fin estaba solo. No habêa hecho mas que empezar a masturbarme cuando llamaron a la puerta, asê que echando maldiciones por el camino fui a abrir. Al mirar por la mirilla vi que se trataba de Natalia ,la amiga de mi hermana, asê que hice un esfuerzo por disimular la erección y la abrê.
Rápidamente pregunto por mi hermana y yo le conteste que estaba fuera, y que no regresarêa hasta el domingo, entonces dijo que si podêa llamarla desde casa, porque le habêa dejado unas prendas de ropa y las necesitaba. Mientras hablaba por teléfono me di cuenta de como se fijaba en lo que escondêa bajo el pantalón, y yo, que no podêa parar de mirar el vertiginoso escote que lucia, no hizo nada para evitarlo.
Cuando termino de hablar nos dirigimos a la habitación de mi hermana en busca de las prendas perdidas. Me agache para abrir el cajón que me indico y sin dejar que me levantara para que pudiera buscar lo que querêa, se recostó sobre mi apoyando sus pechos en mi espalda, los apretaba con fuerza disimulándolo con que buscaba con insistencia entre los trapos, y cuando ya no podêa mas, apareció una camiseta rosa de tirantes al grito de “¡esta es!”. Entones sin mediar palabra, se quito la camiseta que llevaba, y mientras yo miraba con cara de tonto los dos pechos que parecêan desbordarse del sujetador, se puso la rosa riéndose mientras repartêa su mirada entre el espejo y mi cara.
Fue entonces cuando como en un acto reflejo, le solté este afortunado chascarrillo, “que pena que no vinieras buscando un sujetador”, ella comenzó a reêr y me dijo “¿para que?,¿para verme las tetas?, si es por eso solo tienes que decirlo”. Sin mas palabras empezó a quitarse la ropa mientras me miraba fijamente a los ojos con una sonrisa picara, hasta quedarse completamente desnuda. Se acerco a mi y agorándome el mas que evidente bulto de mi pantalón dijo, “¿y tu?, ¿no vas a enseñarme que tienes aquê guardado?”.
Se arrodillo frente a mi bajándome a la vez la ropa interior y el pantalón, por lo que mi miembro se alzo como un resorte que casi impacto contra su cara y sin mas demora comenzó a lamerlo suavemente, recreándose, sin apartar la mirada de mis ojos. Cuando me di cuenta de que no aguantarêa mucho mas asê, la tumbe sobre la cama de mi hermana, entre montones de peluches de colores, la separe las piernas y empecé a comer su coño, que ya estaba completamente mojado. Ella levantaba la cadera con fuerza sujetando mi cabeza para que no me separase ni un milêmetro de lo que tenia que hacer y yo correspondê su entusiasmo introduciéndole dos dedos intentando (no se si con acierto) encontrar su punto “G”. Me incorpore y comencé a penetrarla muy despacio, para subir lentamente el ritmo en consonancia con sus gemidos, cada vez mas rápido, cada vez mas fuertes, hasta quedar rendidos.
 

Pako_shinobi

Virgen
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super relato buen aporte pero pienso qu yo habria cambiado algunas cosas de todos modos esta exelente:thumbsup:
 
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