Sexo con arañas gigantes.

Toulouse

Pajillero
Registrado
May 4, 2014
Mensajes
548
Likes Recibidos
233
Puntos
43
Ubicación
España
En algún punto indeterminado de la selva, la intrépida, joven y aventurera historiadora, la doctora María del Pilar Beltrán de Aragón, más conocida como Mapi se está adentrando en su nueva búsqueda. Dar con los restos de la antigua ciudad de Haro, si es que todavía existe o queda algo. Desmintiendo que sea solamente una leyenda forjada por los años y elucubraciones de otros historiadores.

Desde el campamento base, se está preparando para adentrarse en la parte más frondosa e inexplorada de la selva. Siempre siguiendo su propio ritual. Después de darse un baño relajante en algún lago o río cercano para conectar y entrar en armonía con el entorno. Se introduce en su tienda y pone en su teléfono la lista de reproducción que tiene para este ritual. Una consecución de canciones instrumentales de sonidos exóticos y electrónicos que tienden al estilo ambient.


Con toda su ropa y equipación sobre la cama, se va vistiendo relajadamente. Por el calor sofocante y la humedad reinante, decide llevar las prendas indispensables que le sean operativas para su expedición. Comienza por su ropa interior. Un tanga de licra que se adapte a su cuerpo y le permita moverse con total libertad. Seguidamente, se pone un top deportivo oscuro con detalles en fucsia brillante que se ajusta a todas las curvas prominentes de su contorno. A continuación, unos pantalones cortos y ceñidos de aspecto militar. Que pese a ser recios, ya tienen cierto desgaste. Se sienta en una esquina de la cama y de una forma sensual y elegante se coloca unos calcetines gruesos que la suben hasta casi la rodilla. Ideales para proteger sus piernas de arañazos y roces. Se pone de pie y con la ayuda de una silla, se enfunda unas botas oscuras estilo panama jack. Revisa y ajusta todas las vueltas de los cordones a lo largo del empeine y caña de la bota. Con cada pierna que pone sobre la silla, se balancea adelante y atrás para asegurarse de que está bien ajustada y no le resta movilidad en los pies. Se aproxima a un espejo no muy grande. Se mira durante unos segundos y con la yema de sus dedos, se palpa suavemente los restos de una pequeña cicatriz que tiene cerca de la clavícula derecha. La hace recordar aventuras pasadas y los riesgos reales que tiene adentrarse territorios inexplorados. Tras esos momentos de reflexión y conexión con ella misma, se recoge la media melena en una pequeña coleta alta y otra más baja, dejándose dos mechones del flequillo sueltos que caen por los laterales de su cara. Se da media vuelta y se coloca un chaleco lleno de correajes y bolsillos.

Se hace una última revisión con la mirada frente al espejo haciendo un checklist mental de todo lo que lleva y necesita. Inspira aire profundamente, lo suelta de golpe con mucha seguridad y sale de su tienda.


Entre todo el movimiento que hay por el pequeño campamento base, está su novio. Este la mira con admiración y deseo.

  • ¡Ohh! Ya estás lista…
  • Falta un pequeño detalle. -Mientras le quita de las manos un machete enfundado en cuero muy desgastado- Ahora ya tengo todo.
  • Ten mucho cuidado, nosotros estaremos aquí esperando noticias tuyas.
  • Es solo una expedición por la selva. Estaré incomunicada porque no hay cobertura, pero es solo una selva. Si he sobrevivido a secuestros, tribus indígenas y la burocracia de las administraciones y museos, a esto también lo haré. Nos vemos en unos días.
Ambos se funden en un abrazo y un beso apasionado. Mapi se despide de las otras personas que hay en el campamento y comienza a caminar para adentrarse en la selva.


Cada pocos metros se va retirando el sudor que le gotea por la frente. Va andando pendiente de la vegetación cuando de repente pisa en falso. No ha visto una gran grieta en el suelo que se ocultaba entre la maleza. Es una caída de unos 2 o 3 metros por un agujero estrecho de riscos afilados e inestables. Algo que no es el suelo detiene su caída. Mapi suspira porque ya se daba por muerta. Se intenta mover para acercarse a una de las paredes verticales de la grieta, pero no puede. Hay algo que no la deja moverse. Echa mano a su machete para liberarse de lo que la apresa pero en un mal movimiento, el machete cae a la oscuridad del vacío. A su vez, va alejándose el sonido de la hoja golpeándose con las piedras. Hasta que termina en un ruido como de abrirse una bomba de líquido a presión. Mapi en la oscuridad, sigue revolviéndose para ponerse a salvo cuando descubre que no es un lecho de raíces ni lianas donde ha caídos sino una telaraña enorme.

Desde las entrañas de la grieta, siguen saliendo ruidos extraños como seseos y pisadas de tacón. Según sus ojos se van adaptando a la oscuridad, comienza a ver algo más bajo ella. Unos brillos oscuros muy próximos entre ellos. No tiene dudas de que se trata de alguna criatura del abismo. Instantes después la silueta de una gran araña se va conformando en la oscuridad. Mapi se queda en silencio e inmóvil para intentar pasar desapercibida. La araña se acerca más. Finalmente se muestra de cuerpo entero. Una cabeza arácnida del tamaño de un balón de fútbol. Con dos ojos grandes y negro brillante en el centro muy juntos. Del tamaño de unas pelotas de tenis y bajo estos, una hilera de 4 ojos más del tamaño de pelotas de pinpon. Bajo ellos, dos especies de colmillos también con pelo pero terminados en aguijón. Y una boca con dientes aterradora. El resto del cuerpo, como todas las arañas, es una especie de bola peluda como de un metro de largo del que salen 8 largas y fuertes patas que se mueven en perfecta sincronía.


Esta espeluznante criatura se acerca aun más a Mapi. Está a apenas centímetros de ella. Ella cierra los ojos y contiene hasta la respiración para estar lo más inmóvil posible. De la tensión su piel está llena de gotas de sudor. La araña gigante la observa durante unos segundos y Mapi puede sentir la respiración en su piel. Son unos momentos de máxima tensión. La araña gigante apoya sobre ella dos de sus patas. Siente la presión de las mismas y una sensación de suavidad extrema. Pese al aspecto horripilante, la araña con la capa de pelo que la envuelve es muy suave.


La araña se mueve indecisa alrededor de nuestra aventurera. De forma muy habilidosa, con sus patas consigue abrir el chaleco de Mapi. Antes de que se lo quite totalmente y también caiga al vacío, ella da un estruendoso grito a la vez que se agita con todas sus fuerzas. La araña se asusta y retrocede. La tela de araña se cimbrea con violencia. Comienzan a desprenderse pequeñísimos trozos de las paredes de la grieta. Hasta fuera de la grieta, algún pájaro cercano levanta el vuelo. La araña salta de un lado a otro de la grieta en posición de ataque. Mapi no se rinde y sigue esforzándose por salir de ahí. Pero la araña, desde la distancia, dispara una telaraña que complica y llevan al traste todos los intentos de liberarse de Mapi.


Inmovilizada, se da por vencida. Todo lo contrario que la araña gigante. Que vuelve a la telaraña para colocarse sobre ella y entre los colmillos y sus patas, consigue ir rompiendo toda la ropa. El top negro con detalles fucsia, el pantalón corto de estilo militar, las botas y los calcetines. Con cada prenda que destroza la araña con sus mandíbulas y patas, Mapi se inquieta y se pone nerviosa. El miedo la invade a cada bocado. La araña gigante se mueve por la telaraña y con sus patas consigue mover a Mapi que pase de estar bocarriba a ponerse bocabajo en posición fetal.


En esa posición, Mapi siente un mordisco en su carnoso glúteo derecho. Es una mezcla entre el dolor de un pinchazo y una especie de quemazón. Grita al sentirlo y simultáneamente se le pone la piel de gallina. En ese mismo mordisco, con los colmillos terminados en aguijón, la inyecta un veneno muy particular. Además de relajarla, lleva un efecto afrodisíaco que en apenas segundos hace efecto. Tanto es así, que pese a darle asco la araña, no puede evitar estar enganchada a la suavidad del roce con ella. Hasta le encuentra cierto morbo al mordisco que le está dando.


La araña continúa merodeando la zona y se engancha al tanga de licra que lleva Mapi. Comienza como si fuera a olfatearlo entre las nalgas y las piernas. Realmente está buscando su vulva por medio de los receptores químicos que lleva en los colmillos. Pero debido al veneno, Mapi fantasea con la opción de un sexo oral. La araña mordisquea el tanga para quitárselo y dejar libre la zona íntima de ella. Por la posición en la que están, Mapi ve como por la parte inferior del cuerpo de la araña comienza a desplegarse lo que en la versión humanos sería un pene. Ve como si entrara en erección. Una especie de apéndice extra que sale del abdomen de la araña. No muy grueso pero con cierto rigor. Además de ser semitranslucido. Por el efecto del veneno, Mapi intenta en un primer lugar agarrarlo con las manos, pero no puede porque continúa atada. Lo siguiente que intenta es realizar una felación. En su mente, pese al miedo y repugnancia que siente, tiene la imagen idílica de realizar un excitante 69. (efecto del veneno)


La gigantesca araña, con sus patas abre de piernas a Mapi y vuelve a utilizar su disparo de telaraña para sujetar las piernas abiertas. Sin embargo en la mente de nuestra aventurera, el conflicto entre el miedo asqueroso y la excitación placentera comienza a desigualarse a favor del placer. El veneno es potente y consigue alterar por completo las reacciones del cuerpo de ella y hasta su voluntad y pensamiento.

El apéndice de la araña está desplegado en su totalidad. Esta se mueve sobre el cuerpo de nuestra aventurera hasta encontrar la posición exacta donde realizar la penetración. Mapi en un principio se opone apretando sus músculos para cerrar lo más posible su labios vaginales. Sin embargo, el roce de los pelos del cuerpo de la araña y su extrema suavidad, tienen un efecto relajante y estimulante muy potente. En especial por la zona de los pechos de ella. Esa forma de sentir el roce delicado por los pechos y pezones, inconscientemente despierta el deseo carnal en ella.


El extraño pene de la araña entra en contacto con la vagina y lentamente la penetra. Mapi siente como ese cuerpo extraño, ligeramente frío, se va introduciendo en su interior. Pese al calibre que tiene, no genera ninguna molestia en ella. Es más, esa sensación concreta de abrir, dilatar y sentirse penetrada la da placer. Mapi intenta mover su cuerpo para poder ser follada con cierto ritmo, dado que la araña no se mueve, solo introduce profundamente su apéndice.

Los fluidos de ella y la araña se comienzan a intercambiar y mezclar en el interior de Mapi. Cada vez está más excitada y entregada al placer. Tanto que desea poder estar suelta para llevar las riendas del encuentro sexual y disfrutarlo en todos los sentidos y formas. Por el apéndice translúcido comienza a verse que se carga como de algo más oscuro. En un primer momento, Mapi piensa que pudiera ser la corrida de la araña que estuviera comenzando a llegar. En cambio, al fijarse un poco más, ve que es realmente es solo como una pelota y que en su interior hay una araña mucho más pequeña.
Por unos instantes piensa en ello y la espanta la idea, pero la excitación es superior y rápidamente borra ese pensamiento real y negativo. El conducto ovipositor de la araña, comienza a tener como contracciones internas y movimientos peristálticos para que el huevo avance por él. Sentir esos movimientos por el interior de su vagina, el roce por el clítoris y el escurrir de los fluidos por la zona perianal, desemboca un tímido orgasmo de Mapi. Hecho que culmina con el paso del huevo por la vagina y la entrada en el útero.


La penetración a llegado a otro nivel de sensaciones y placer. El movimiento de la mini araña dentro del huevo también la transmite placer. El huevo gelatinoso del tamaño de una pelota de tenis alojado en el útero, es como si se estuviera masturbando con un juguete vibrador. Por lo que Mapi está sumergida en un mar de placer donde cada ola es un orgasmo.


El conducto ovipositor, rápidamente se llena de más huevos. Mapi lo ve con alegría, el veneno ha bloqueado totalmente su cerebro y para ella solo existe placer. Uno a uno van pasando los huevos desde la araña hembra hasta el interior del cuerpo de Mapi. Cada huevo que entra en su interior con una araña bebé, es como si subiera un punto la intensidad de placer. De hecho, en su mente le vienen flashes de los momentos más intensos de placer que ha tenido en su vida. Las mejores relaciones sexuales. Su mente las está recreando y su cuerpo transformando en un orgasmo tras otro.

Tan abducida está en el placer que ni se ha percatado de que su vientre se ha estado hinchando y ahora parece una embarazada de unos 7 meses. Su barriga ha adquirido una forma redonda que sobresale y rompe las líneas esbeltas y tonificadas de su cuerpo antes de caer en esa grieta.
La puesta de huevos termina y la araña repliega su conducto ovipositor, al salir de la vagina de Mapi sale junto a un chorreón de flujo vaginal. Nuestra aventurera está en el séptimo cielo extasiada. Por su parte, la araña continúa con su ritual de la puesta de huevos. Comienza a envolver a Mapi en tela de araña para convertirla en una especie de crisálida. La va envolviendo todo el cuerpo a excepción de la cara. Aun con felicidad, los efectos del veneno van pasando y Mapi comienza a pensar lo que puede ocurrir. Empieza a tomar consciencia de que tiene una cantidad imprecisa de huevos de araña en su interior y de que la está preparando para que los termine de incubar en su cuerpo. Con estos pensamientos y el temor de lo que sucederá, Mapi se queda dormida por el agotamiento y la tensión que ha vivido. La araña gigante termina de formar el capullo alrededor de ella y dejarla suspendida de la tela de araña.


Un tiempo después, Mapi se despierta muy desubicada. La penumbra de la grieta no la ayuda en nada. Sigue sin poder moverse a la vez que siente que está colgada de algún sitio. Lo que la ha despertado es una sensación como de hormigueo por su vientre. Los huevos de araña han comenzado a eclosionar dentro de ella.
Por su vagina comienza a salir un fluido no muy viscoso pero si siente que caliente, al menos mientras es expulsado y escurre por su piel. Contrario a lo que se podría pensar, Mapi no siente dolor. En el silencio de la grieta resuena una alegre risa. Las arañas bebé según van saliendo de los huevos y se mueven por el interior del útero de Mapi, la producen cosquillas.

Ella ríe a carcajadas a la vez que se balancea sobre el vacío. Alguna araña encuentra la salida a través de la vagina, pero otras, se abren paso con sus mandíbulas por el cuerpo de Mapi. Ella siente molestias, pero al ser tan pequeños los bocados, no producen dolor. Es más como pequeños pinchazos de alfileres que se camuflan con la sensación de cosquilleo que es mayor.


De forma paralela a estos acontecimientos, al pasar los días y los días y no tener ningún tipo de contacto con Mapi en el campamento base, su novio se impacienta y se pone nervioso. Por lo que decide activar el plan de búsqueda y rescate de Mapi. Su novio, se adentra en la selva y la va explorando de forma concienzuda. Recorre cada hueco entre la maleza, se adentra en las cuevas que ve y explora hasta las cascadas en busca de su amada.
Varios días de búsqueda infructuosa minan su ánimo, pero no cesa en su empeño de encontrarla. Justamente en la expedición del sexto día de búsqueda, su novio llega hasta unas ruinas muy deterioradas y engullidas por la vegetación de la selva. Sin duda deben corresponder a la ciudad perdida de Haro. Este hallazgo le genera cierta alegría y comienza a gritar el nombre de su novia por si se encontrara aun con vida por allí. Instantes después, decide volver corriendo al campamento base para pedir ayuda al resto de personas de la expedición. Para entre todos poder buscarla por las enormes y extensas ruinas.
Según va camino al campamento, a unos cuantos metros de las ruinas, es engullido por la tierra. Ha caído en una grieta del suelo. Grita desesperadamente mientras está suspendido en una especie de hamaca. En la tensión del momento comienza mirar hacia todos los sitios sin encontrar ayuda ni apoyo. Pasados los minutos de pánico y adaptándose a la oscuridad, en un rincón ve algo que le llama la atención. El chaleco de Mapi. Según lo tiene en las manos, ve que en una cornisa de la pared de roca, hay un esqueleto humano.
 
N

NumeroX

Guest
Esto pasa cuando estas bajo los efectos del alcohol. ¡jejeje!
 

Toulouse

Pajillero
Registrado
May 4, 2014
Mensajes
548
Likes Recibidos
233
Puntos
43
Ubicación
España
jajajaa bueno.. hay muchas formas de buscar inspiración.. Gracias por el comentario.
 
Arriba Pie