Ser Infiel con mi cuñada

Boomm

Virgen
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Jul 28, 2012
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Siempre había fantaseado con tirarme a mi cuñada. Es la típica mujer pija, muy guapa, casada con un abogado y con dinero. Mi mujer, su hermana, no está mal, pero parece mentira que entre las dos haya tantas diferencias físicas. Mi cuñada es alta, rubia, cuerpo de modelo, labios sensuales y bastante calienta pollas, todo hay que decirlo. Yo sabía que su marido era bastante racista, pues en alguna ocasión había comentado el asco que le producían los negros, los moros etc. Un día mi mujer me dijo que su hermana había tenido una relación con un muchacho libio, pero que su padre se había interpuesto y la había prohibido verle. Mi mujer sabía que se habían estado viendo a escondidas hasta que conoció a su actual marido, incluso habían estado de vacaciones juntos, diciendo que se iba con una amiga. Yo me quedé alucinado y le dije a mi mujer que a ver que opinaba juan, el marido. Me dijo que no tenía ni idea de ese asunto y que por favor no contara nada, ya que con los racista que era podía hasta divorciarse de mi cuñada. El que tiene el dinero es Juan, claro. Un día en su Chalet, le dije a mi cuñada que conocía su "affaire" con el libio. Se quedó pálida y me dijo algo parecido a lo de su hermana, que Juan nunca tenía que enterarse. No se como me atreví, pero le dije, no te preocupes, no se lo voy a decir, pero a cambio, aquí tienes mi polla, hazme una mamadita. Me quedé sorprendido, pero mi cuñada, me bajó los pantalones y me empezó a chupar la polla. Me dió tal morbo que me corrí enseguida....lo hacía fenomenal. Luego comimos y yo estaba extrañado porque a mi cuñada parecía que lo que había ocurrido era de lo más normal, pues no se le notaba nada, ni nerviosismo, ni malas caras....todo lo contrario. Pasaron unos días y yo no paraba de pensar en mi cuñada. Me llamó mi mujer y me dijo que pasara por casa de su hermana a recoger unos vestidos viejos que le daba su hermana. Cuando llegué ella me miró a los ojos y cerró la puerta dejando la llave puesta para que nadie pudiera entrar. Me dijo que no disfrutaba en la cama con su marido y que a ver si yo estaba dispuesto a mantener una relación sin compromiso con ella. Ni que decir tiene que en menos de 5 minutos me la estaba follando en el sofá. Lo que más le gusta son las relaciones anales. La inició el libio y disfruta más que por el coño. Claro me contó que a su marido las relaciones anales le parecen pecado y que nunca se lo hacía. Bueno pues yo la he enculado a la mínima oportunidad que hemos tenido. Una vez una Noche Vieja con toda la familia en la casa, habíamos estado jugueteando cuando nadie nos miraba y por la mañana follamos como locos mientras todos dormían. Fue la mejor entrada de Año de mi vida.
 
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