Secretaria

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Virgen
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Soy un treintón, pelado, no muy alto, con un estado físico regular, pero estoy mejorando, voy un par de días al gym, cuando puedo. Tal vez mi única gracia es que no tengo un pene corto, pero eso es todo. Como no soy un adonis, no me hago de problemas con el sexo, tengo contratada una secretaria todo servicio. Tengo un pequeño estudio de abogados, cerca de los tribunales, es un edificio antiguo, pero remozado. Contrato 2 abogados jóvenes, ellos son pareja, hombre-mujer. Nunca tan moderno. Revisamos los contratos hipotecarios de un banco local.

Antes tenía otra secretaria, pero la reemplace por la actual. A pesar de que mi madre me quiere casar para tener nietos, yo soy realista, las casaderas buscan mejores partidos, con mejor pinta, no un peladito de 30 como yo. Así partía habitualmente los viernes a distintas casas de putas. Prefiero el servicio completo, a salir a gastar plata con posibles novias. Un viernes fui a uno que conocía desde hace poco. Los amigos del banco me habían invitado a una despedida de soltero, llevaron al novio para que se despidiera en forma. Dejamos que el novio eligiera a una chica y nos fuimos. Con ellos no me quedaba, después todo el banco se enteraba que me había quedado y los fiscales que eran unos viejos serios me podían vetar.

Me había gustado el ambiente, volví al par de semanas. Ahí conocí a mi secre. Me gusto, era una linda morena, esbelta, buenos pechos, largas piernas, era más alta que yo. Pasamos a una habitación, le pregunte que hacia en especial y me dijo que daba masajes eróticos. Bueno, probemos. Me hizo desnudarme y me tendí boca abajo en la cama de la habitación. Ella también se desnudo, luego comenzó a masajearme con sus grandes pechos. Una experiencia exquisita. Me pasó sus pechos por toda la espalda, las piernas por detras, algo muy rico. Me dio vuelta y siguió por mi cara, pecho, vientre, por mi miembro erecto. Puso una pierna a cada lado, me dio la espalda, apunto mi miembro a su vagina y se monto.

Como sabia mover la cintura. Desde mi posición veía como mi pene entraba y salía de su vagina, veía el borde de su carne en torno a mi miembro. Ella siguió bajando y subiendo, porque se había entusiasmado, hasta me miro había atrás para ver como estaba y luego siguió concentrada hasta obtener un orgasmo. Me asombro, casi siempre las comadres ni se inmutan, ella tuvo un orgasmo conmigo. Yo no pude eyacular, tenía poco semen, me había masturbado mucho durante la semana.

Una vez que termino, se tendió a mi lado, poniendo sus pechos contra mí. Me dijo: parece que has acariciado muy seguido a mi amiguito. Era una profesional, me pillo de inmediato. Le dije que sí. Me dijo: tonto, cuando vengas conmigo, te tienes que cuidar los días previos. Lo bueno es que mantuviste tu erección, eso fue bueno, otros se van cortados con menos. Lo voy a lamer un poco, para que eyacules y no te vayas desilusionado. Así lo hace, me lame desde los huevos al glande, logrando que eyacule un poco en su boca. Ella me dice: rico, eres dulce. Hay hombres mas salados.

Volví al otro viernes sin tocarme como ella me dijo, me cogió de nuevo, tuvimos un orgasmo juntos cuando yo la monte, primero ella me cabalgo, la deje hasta que tuvo un orgasmo, luego la puse de espaldas, le subí las piernas y la penetre, la goce con calma según mi estilo, la lleve de nuevo a un orgasmo y eyacule dentro de ella, con un preservativo puesto. Volví por mas. Al final, ella sabia quien era, donde trabajaba, etc.

Me propuso que fuera su secretaria, no era tonta, había trabajado de secretaria otras veces. Estaba aburrida de atender clientes y conmigo ganaría más con menos esfuerzo. Llegamos a un acuerdo monetario, fue una dura negociación, tendría derecho a 2 tardes de sexo como mínimo: martes o miércoles y viernes, me gustaba más el último día de la semana laboral, por que las sesiones eran mas largas. Fijamos su salario y las condiciones del servicio, que incluiría y que no: sexo vaginal, sexo oral para ambos, sexo anal, masajes una vez a la semana, uso de lencería por parte de ella, uso de juguetes sexuales, no la podría prestar, nada de fiestas swinger, nada de sado-maso, la podía sacar a comer, al cine, al teatro, pero no a bailar, nada de viajes, eso sí mas bonos y vacaciones.

Además, ella podría tener pololos, es parte no me gusto, pero ella insistió, andaba buscando pareja. Para simplificar las cosas, arrende un departamento en mi edificio, las oficinas de abogados entraban y salían, era un poco caro por la remodelación, pero yo no me cambiaba. Ella contacto a un arquitecto amigo y lo remodelo como una casa de citas. De modo, que quedo como un loft con una entrada discreta, se ingresaba al departamento a una pequeña área segura, luego se abría una puerta interna y se ingresaba al loft, con cocina americana, comedor, ******, una gran cama, baño aparte. Frente a la cama, se puso un TV gigante para ver porno, el equipo y los dvds los puse yo, la cama además tenía un espejo en la parte superior y tenía espejos laterales con cortinas, por si no se querían. Además compro un sillón tántrico. Con todo esto, yo no tuve nada que ver, ella se preocupó de todos los detalles. Nunca le pregunte, si inauguró el departamento con el arquitecto, pero conmigo si tuvo una inauguración un viernes. Ella dejo de trabajar en el prostíbulo desde ese día y follamos toda la noche. Tratamiento VIP.

De modo, que no me preocupo de buscar sexo como otros, tengo sexo en la oficina, en la cual se supone que somos discretos y actuamos en forma profesional, pero la abogada nos pillo de inmediato, por las pequeñas señales que las mujeres saben leer. Cuando ella no me puede atender, de acuerdo con el contrato, viene la mama. Por que su bello cuerpo lo sacó de la mama, que también trabajo como prosti. Ella es joven, tuvo a la hija a los 16 años. Es la versión un poco mayor, pero igual de bella.

Ahora está retirada, bueno, la mayoría del tiempo. Como me contó, a veces le baja la calentura y parte donde sus amigas para atender clientes y ganar algunos pesos. Le gusta sentir un hombre sobre ella mientras la penetran, subir las piernas, lamer un miembro, recibir semen en su boca. Le gustan los hombres y follar, pero lo malo según ella es la falta de experiencia de algunos, mucho eyaculador precoz, con ella es difícil no entusiasmarse, es bella, lindo cuerpo, grandes pechos, cintura pequeña, largas piernas.

Pero ella no disfruta nada y los galanes se van cortados. Ella dice que es por tanto porno que hay ahora, todos vienen con la cabeza llena de rubias tetonas, se emocionan por encontrase con una verdadera mujer, se apuran mucho y terminan luego. Malo para ella, bueno para el negocio, se van luego y pasa otro eyaculador precoz.

Por eso yo le guste, me tomo las cosas con calma, me gusta coger sin apuro, mi miembro es largo y soporto que me cabalguen sin irme cortado. Lo malo es que ella ya no da masajes eróticos, dice que eso es para las más jóvenes. Pero lo bueno, es que le encantó el sillón tántrico, me pidió el manual de posiciones para estudiarlo, la próxima vez que nos vimos venía con sus posiciones favoritas ya seleccionadas, por supuesto muchas donde ella dirigía la acción, pero también otras donde me rodeaba con sus piernas mientras yo la cogía. Tampoco le gustaba el sexo anal, ella quería semen caliente en su vagina.

También encontró que mi semen era dulce. Me preocupe, tendría que ver si tenía diabetes. Y le gustaba la lencería, pero no los disfraces, los consideraba tontos. Lo mas que le gustaban eran los catsuits, así ella quedaba sensualmente cubierta con hoyitos en las partes convenientes, le compre unos que dejaban sus pechos al descubierto, no le gustaban mucho pero los usaba para mí. A su gusto compre más juguetes y lencería en los sex-shops nacionales, recibíamos los discretos paquetes en la oficina. Los recibía la hija, los abría y sabía que los envíos no eran suyos. Igual los llevaba al departamento, a la espera de su uso por parte de la mama en su siguiente visita, ella no se metía con sus compras.

A la hija si que les gustaban los disfraces, tenía una fijación con ser mujer policía, mejor para mí, se veía estupenda con medias negras en su traje azul ajustado, casi eyaculo de sólo verla la primera vez, la camisa era ridículamente ajustada para destacar sus pechos, la minifalda era pequeña casi no tapaba sus nalgas, tenía una elegante tanga que tapaba justo sus labias, una ricura, y las medias iban ajustadas sólo a sus muslos. A ella no le gusto el traje con medias negras, se oscurecía el conjunto. Bueno, buscamos y compramos otras: unas de un azul eléctrico y otras de color lila. Con sus largas piernas, ambas se iban a ver bien.

El disfraz de policía era su preferido, pero tenía otros: enfermera, escolar, mucama, de gatita. Cuando se vestía de policía, yo terminaba esposado en la cama, mientras la policía abusaba de mi. Ni de loco le compraría arneses con falos como los que usan las lesbianas, ahí sería sodomizado por la policía. Con otros disfraces, terminábamos follando en el sillón tántrico, su juguete preferido, como a su la mama, le gustaban las posiciones donde ella dominaba. Yo no me quejaba, follaba rico en todas nuestras sesiones.

Algunos viernes salían a comer, al poco tiempo conocíamos todos los bares y restaurantes decentes del área. Ella a pesar de su sensualidad, se vestía muy seria para su trabajo, casi siempre había mujeres mostrando más o portándose con mas inhibición, pero ella se hacia la profesional. No sabían que era una tigresa en celo y una experta en sexo, una experta exigente con su modesto servidor, con uno de sus zarpazos, ella no te mataba, te dejaba tonto.

Que hacia esa belleza con ese peladito se preguntaban todos. Los mozos les podían informar que sólo trabajaba para mi, en un estudio de abogados del sector. Ahí se explicaba la cosa. No sabían que el peladito gozaría como chinito a la bella secretaria en un rato más. Pero había ocasiones en que nos despedíamos a la salida, yo le pedía un taxi por App y ella partía. Los mozos veían como ella me dejaba. Pobre peladito, la belleza se va con otro. Cuando volvíamos al mismo lugar, los mozos se sonreían al mirarme.

Era cierto, ella iba a putear con otro, con alguna de sus conquistas, porque seguía buscando pareja. Pero no le duraban mucho, ella follaba con ellos despues de un par de salidas, haciendo gastar plata a los posibles novios, pero no mostraba sus artes, se quedaba tranquila mientras el galán la gozaba. No subía las piernas, no movía las caderas, tampoco los lamia y menos les daba un masaje erótico. Quería que la quisieran por ser ella y no una experta sexual, los novios la cogían un par de veces y se iban, por ser muy mojigata. Seguía buscando.

La que seguía buscando era mi madre, que me buscaba novia, hasta que la encontró. Era joven, 20 años, no muy alta, tetona, delgada. La tuve que invitar a salir, al cine. Le metí mano la primera vez, se dejo. La segunda vez ya me estaba besando y lamiendo al animalito. A la tercera salida, fuimos a coger. No era virgen, pero era estrecha, una ricura, mis amigas no son estrechas por motivos obvios, habían recibido muchas visitas, pero ella si. Su interior era como un guante, yo para puro molestar no me había puesto preservativo, fue para mejor, eyacule dentro de ella, cuando lo hice tuvo un orgasmo, yo había aplicado mi técnica de siempre de follar sin apuro gozando su estrecha vagina, la tenía al borde cuando eyacule y ella se fue cortada con mi descarga. Termino sudada como me gusta, el sudor del placer.

Pronto empecé a salir con ella todos los sábados, siempre follábamos y tenía orgasmos con mi eyaculación, era divertido, no me había pasado con ninguna mujer anteriormente, era como un disparador, yo eyaculaba y ella tenía un orgasmo. No me dejaba tener sexo anal, siempre por la vagina, tenía sus instrucciones. Hasta que paso lo inevitable, siendo joven y recibiendo mi semen en su interior, quedo embarazada.

Me case para gran alegría de mi madre, pero me puso una condición, tenía que despedir a la secretaria. No era tonta la viejita. Mas adelante, mi nueva señora me dejo tener sexo anal con ella. Aunque a mi me gustaba vaginal, seguía teniendo orgasmos cuando yo eyaculaba, lo cual me produce gran satisfacción, tienes bien servida sexualmente a tu señora y tu matrimonio ira mejor, dicen que los matrimonios se deciden en la cama. Quedo embarazada nuevamente. Así comencé una féliz vida de casado. Bueno, por un tiempo… a mis amigas les había pasado el departamento para trabajar y estaban atendiendo …
 
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