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Miembro eliminado 191735
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Quiero dar mi sincero agradecimiento a la escritora Veronicca, por su ánimo para que continuase relatando sobre estos temas y por sus oportunas correcciones.
RIQUEZA Y PODER Capítulo 2, De compras para el Club de los 10
El viaje de retorno había sido bastante largo, pero las adquisiciones valían bien el cansancio…eran 3 artículos espectaculares. Seguramente la sorpresa sería muy bien recibida por el resto de la familia.
- Hija hay que ver con catorce añitos y lo bien que ya sabes apreciar las virtudes de estas putitas.
- Si papi, contigo y mamá he aprendido a apreciar la buena carne, se reía, mientras descendían del avión privado rumbo a su palacio.
No era la primera vez que a sus catorce añitos viajaba de shopping con su padre y algunas de sus sirvientas, pero ésta era la primera donde las decisiones eran absoluta y completamente responsabilidad suya.
- Espero que a mamá les guste, especialmente el nenito, tiene una pollita que está para comérsela entera.
Esperaba ansiosamente que su madre revisara y aprobara estas adquisiciones y estuvieran a la altura para los miembros del club de los 10, donde pronto celebraríamos un intercambio familiar de la sociedad de los 10 acompañado de la orgía infantil para celebrar los especiales bautizos, entre ellos los de mi hermanita, recién llegada y que ya os presenté en mi primer capítulo riqueza y poder parte 1
Al llegar a la mansión les esperaba la madre descansando, en los jardines, tumbada en la chaise longue, acompañada de una joven parejita nena y nene que recién las había iniciado, no tendrían más de diez años. Les había mandado que acudieran para distraerla un poco y probar un poco de la lechita de estos nenitos recién iniciados que tan dulce le sabía.
Al ver llegar a su amado esposo y a su hijita preferida, les ordenó marcharse.
- Iros, ya está bien, marcharos, báñense.
- Hola amores, ¿Cómo ha ido el viaje, habéis visto algo interesante para el club?
- Si mamá, está vez papá me ha dejado escoger a mi.
- Muy bien, hija, siéntate aquí conmigo, déjame ver tus tetitas, anda, deja que mami te caliente un poco, que seguro que vienes con ganas.
- Cuéntame amor, ¿que habéis comprado? Le preguntó a Adolfo, su marido, mientras seguía torturando los pezoncitos de su hija por debajo de la blusa.
- Nuestra hija Amalia, tiene un buen futuro, sin duda las enseñanzas en Le Rosey están dando sus frutos.
- Amor, ella, ha elegido carne joven, ya verás. Joven y con un toque absolutamente personal. Estoy muy orgulloso de ella, es una satisfacción por la forma en que ha elegido, y por la manera tan astuta de negociar de nuestra hijita, y su perspicacia para determinar defectos y virtudes de los productos.
- Pero Adolfo, dime ya de una vez, que habéis comprado y cuando podremos probarlas. Bueno, llegarán mañana, vía Dubái, nuestro piloto particular ya ha salido a recogerlas.
- Bien, y ¿como son? Preguntaba Sofía, su mujer y mandamás de todo el clan familiar
- Mami, mami, yo te lo cuento, pero tu sigue acariciándome los pezones, me estoy mojando todita, me has puesto como una perra, mira, las adquisiciones son 3 preciosos ejemplares de raza negra como a ti te gustan, una de ellas tiene una bebita preciosa de tan solo 6 meses, podrá jugar con mi hermanita, Paola, he pensado en bautizarlas juntas en el club, ¿Qué te parece?, la bebita es una ricura, tiene un color café con leche suave unos rasgos delicados y un chochito que cuando se lo chupas sonríe de gusto, es una preciosidad.
- Mmmmmmmmmm, me muero de ganas de verla jugando con mi bebita, las dos juntas conmigo, en el jacuzzi.
- Mami, la segunda, es una nenita joven, de mi edad, de color negro brillante, casi violeta con cara triangular y grandes senos a pesar de su juventud, terminados con pezones en forma de cono y una ancha areola, su sumisión parece absoluta, casi sin voluntad propia mami, tenías que verla se aferraba a mis pies para que la comprara, me imploraba mami, me lo pasé pipa, viendo esos ejemplares para comprar, me sentía dueña, fue muy excitante, gracias mami. Ohhhhhhhhh mami me corrooooooo, solo de recordarlo, ahhhhhhhh como me excita recordarlo, estoy toda mojaditaaaa.
- Oh mira Adolfo como está nuestra hija, está chorreando, esta hijita con tan solo catorce añitos y lo putita que llega a ser.
- Adolfo cariño, quítale la blusa a nuestra hijita, ordenó la madre.
- Hija, cariño, siempre vas vestida tan provocativa, tu asistenta ha hecho una buena elección.
Toda la familia estaba siempre atendida por las sirvientas y demás criadas, incluyendo el vestir y desvestir a todos sus miembros.
Para dar una sorpresa a su madre, Amalia ordenó a su asistenta la vistiera con el último conjunto que había llegado de Los Ángeles muy sexy, un sujetador de media copa que deja parte de los pezones al aire, juntando y levantando las tetas, un micro tanguita a juego totalmente transparente, ambos de color marfil. También le puso unas medias bajas del mismo color que le llegaban hasta poco después de la rodilla, lo cual obligaba a que las tiras del liguero le recorrieran toda su colita y sus muslos bronceados, hasta llegar a las medias. Completaba su espléndido conjunto con unas sandalias negras de un par de finas tiras delante, como detalles llevaba una pulserita con incrustaciones de rubí en el tobillo y una fina cadenita de oro blanco en la cintura. Ver a esa nenita de tan solo catorce años vestida con esa lencería tan provocativa era mérito de sus padres que tan bien le habían instruido.
- ¿Te gusta mamá?, lo elegí pensando en ti, sabía que te gustaría,
- Mi princesa eres una buena putita, estás preciosa,
- Ven Adolfo, acércate.
Sofía tomó la mano de su marido y se la puso en el chochito de su hija,
- mira cariño, siente a tu hija, mira su coñito, hurga en su interior, mastúrbala, llévala al paraíso. Chupa su dulce rajita, haz que se corra.
- Siiiiiiiii, Adolfo, fóllate a la nena, vamos fóllate a nuestra hija, no ves como lo desea.
- Vamos Papi, siiiiiiiii, fóllate a tu nena, vamos, dame tu lechita dentro, la quiero sentir, y tu mami, dame tu lengua, bésame, pervertirme los dos, quiero ser la mejor putita para mi papi y mi mami.
Los tres se corrieron a la vez compartiendo el néctar de sus corridas de boca en boca, fundiéndose en un largo y vicioso beso.
Sofía ordenó a dos sirvientas, que estaban observando toda la escena les limpiaran y asearan.
- Mami, te sigo contando, la tercera adquisición es un negrito jovencito, de edad indeterminada, muy bien formado y con la dosis agradable de café con un toque de leche.
- Ay que bien lo vamos a pasar con los tres y la bebita, suspiraba la madre.
- Preparen el dormitorio familiar, ordenó nuevamente, hoy dormiremos toda la familia junta. Quizás me despierte en la noche con ganas de la lechita de mi hijo Álvaro.
Hizo aparición un ejército de sirvientas y criadas para desvestir al matrimonio y los cuatro hijos que formaban la familia y ponerles transparentes camisones a ellas y sugerentes pijamas a ellos, que invitaban a la orgía familiar. Y así se fueron a descansar al dormitorio familiar, habilitado para poder dormir cómodamente los seis miembros de la familia, incluida la recién llegada, la bebita Paola, que dormía desnudita.
En la alcoba contigua estaban en duermevela seis asistentas por si en la noche se les ofrecía algún capricho a sus amos.
Y así fue como en mitad de la noche Adolfo, el dueño de todo y padre de todo el clan, recibió una llamada personal de su buen amigo el Sultán Sulei, con él habían coincidido en diversas orgías familiares, tanto en su harén como en el club de los 10.
- Hola Excelencia, que honor saber de usted, ¿a que debo su amable llamada?
- Hola Adolfo, debes acudir inmediatamente a mi harén, esta tarde voy a recibir un cargamento de preciosas nenitas, originarias de Sudamérica, también habrá alguna mulata del sur de Ethiopia y arias del norte de Europa. Es necesario que vengas a asesorarme.
- Muchas gracias Excelencia, será un honor para mi.
- Si, debes llegar lo antes posible y que venga también tu mujer, Sofía, es encantadora y una experta en seleccionar buenos ejemplares, con ella las compras son un éxito asegurado.
- Gracias Excelencia, ahora preparamos todo y tomamos nuestro avión particular. ¿Desea que acuda igualmente alguna de mis hijas o incluso la bebita Paola?
- No, no es necesario, sabes lo mucho que aprecio a todos tus hijos, especialmente a Amalia, es mi predilecta, pero esta vez, no puede ser, acudirán varios miembros de casas reales y no es conveniente.
- Muy bien, como usted ordene excelencia, nos vemos en unas horas.
En mitad de la noche despertó a su familia para darles la noticia del viaje inesperado
- Hijos, mamá y yo debemos partir ahora mismo, el Sultán Sulei nos ha invitado a una gran subasta en su harén para asesorarle en la compra de unas nenitas, acompañada de la correspondiente orgía infantil para probar las adquisiciones, orgías que solían durar una semana
Aunque ya estaban acostumbrados a las ausencias de sus padres, los hijos se entristecieron de ver marchar a sus padres, especialmente Amalia. Toda la emoción del primer momento para poder mostrar las compras de los 3 nenitos a su madre desapareció rápido, pasando a una decepción por el hecho de este viaje. La ceremonia de la presentación, se pospondría hasta el retorno de ambos. La excitación dio paso rápido al enfado por esto.
Amalia, se levantó tarde, mandó a sus asistenta la vistiera y seguidamente, recibió la noticia de la llegada a la mansión de los tres ejemplares, la madre con la bebita, la jovencita y el nenito, fue a verlos.
Los 3 se dirigían a ella en todo momento como la AMITA. Todos los ejemplares expuestos para la venta habían oído hablar de ella y su familia. De cómo sería su destino y literalmente lloraban para que ella los adquiriera. La vida de estos 3 cambiaba para siempre. Ella se encargaría de ellos. Tenían suerte.
Quedó sola en el palacio con las criadas y sirvientas. Estaba muy enojada para salir, incluso al club de los 10, donde solía pasar buenos momentos acompañada de otras amigas ricas y guapas como ella, pertenecientes a la alta sociedad.
- Preparen a los tres nuevos!, ordenó.
Oír esa orden altiva, de voz de una niñita de catorce años, sin duda era turbador. Era una orden segura, que nadie se atrevía a desobedecer. A sus padres, les excitaba su carácter altivo, dominador, la admiraban por esa seguridad que manaba de la nena, ese poder que irradiaba su sola presencia con tan solo catorce años, aunque no era severa con sus criadas nadie se atrevía a contradecirla.
Amalia solía ser comprensiva con sus sirvientes, de hecho la adoraban, sabían que obedeciendo sus órdenes encontrarían la felicidad en sus vidas y ella también procuraba su bienestar, las mimaba, les daba el placer y la perversión que buscaban, les educaba para ser felices en su obediencia a sus amos y los sirvientes no necesitaban nada más.
Cuando estuvieron listos, las criadas de la casa llevaron a los 3 ejemplares y la bebita ante ella, para que los aprobara.
- Señora, los tres ejemplares están preparados para su inspección.
- Váyanse, iros, marcharos todos a vuestras habitaciones!!!, no quiero ver a nadieeeeeee.
Se negó rotundamente,
- Y que nadie se atreva a tocar al joven ni a manosearlo!, os conozco bien a todas y sé que estáis deseando ordeñarlo y beber su lechita primeriza.
- Señora, nadie lo tocará. Yo me encargaré de ello, respondió su asistenta personal.
Las siervas saben lo que es desobedecer, y no solamente le escapan al chico como a la lepra, sino que le advierten que no se le ocurra tocarse o masturbarse, ya que desobedecer a su amita está fuera de cualquier pensamiento sano para su salud.
Así pasaron los días, sin que la AMITA se dignara a verlos, el enojo seguía su curso, debido a la tardanza de la familia en el harén. Apenas llegaba a casa para ordenar lo del día y descansar y luego irse al club a distraerse, con algunas amigas, a deslechar algún nenito, que siempre había alguno disponible.
Pero esta mañana se había despertado temprano. El AMITA estaba muy inquieta. En realidad, estaba caliente, la visita al club del día anterior la había dejado con ganas. Tenía lascivia acumulada…VICIO.........tenía ganas y vicio acumulado, se despertó mojadita.
Sus dos secretarias particulares, que dormían en la estancia contigua a su suite, estaban pendientes en todo momento de sus deseos.
- Vamos preparen de nuevo las adquisiciones!, quiero verlos ya! mandó
- Ama, la bebita también?
- Si, que venga con su madre
Ordenó que los llevaran ante ella en una de las salas particulares habilitada para el disfrute y goce de la familia.
- Muy bien, así me gusta,
Los 3 aparecieron seguidos de diferentes siervas de palacio para ser inspeccionados. Las criadas las vistieron preciosas, las dos pequeñas hembras iban con un conjunto de lencería blanca y puntillas, que en contraste con su piel morena, destacaban si cabe más su belleza, con un mini tanga, el chochito totalmente depilado y un largo collar de perlas blanco que colgaba hasta la cintura, sombra de ojos, suave maquillaje y ligeramente aceitadas para dar mas brillo a su perfecta piel, terminando en unas sandalias de piel con una aguja altísima, estaban impresionantes. El nenito iba tan solo con un mini tanga de color amarillento por delante apenas le cubría la escasa pollita y huevitos que tenía y por detrás la tira metida en los cachetitos de sus nalguitas, uf que preciosidad, suspiró la Amita. Los tres iban cubiertos por una corta batita de raso anudada en la cintura que dejaba entrever sus cuerpos y la lencería que lucían.
Ordenó se quedaran tan solo cuatro criadas mandando al resto retirarse a sus tareas, quedando sola con las asistentas los tres y la bebita. Los colocó en fila frente a un espejo de cuerpo entero y se dedicó a observarlos.
- Quitarles la batita, ordenó a las criadas.
- Si, amita,
Lo hicieron con delicadeza, sensualidad, sin decir palabra. Los observaba…Se regodeaba con la mirada y la sumisión de estos negritos.
- Se dirigió a la madre, ¿Cuántos años tienes?
- Dieciséis señora,
- Dale tu hijita a una de las criadas
- Si amita,
- ¿te gusta lo que ves?, ¿te gusta tu nueva vida? Le preguntó Amalia
- Ohh, si mi ama, soy completamente feliz, usted me ha dado la vida, no podía imaginar esto, ni en mis mejores sueños, mi amita, haga conmigo lo que le plazca, mis días y mis noches son suyas, le pertenezco y estoy orgullosa de formar parte de su vida.
Mientras la madre recitaba lo orgullosa que se sentía de estar en el palacio, la amita contemplaba como de sus rebosantes pechos iba goteando la leche que ya no abarcaban más a pesar de su gran tamaño.
Amalia tomó la manita de la joven madre y se la puso en su depilado coñito.
- Siente, siente lo que me provocas, así quiero estar cada día, me pones muy cachonda, me pones como una perra de ver tus tetas chorreando
- Mi ama, así estarán siempre para usted. Puede mamarlas, ordeñarme cuando guste, las cuidaré y si es necesario mi bebita dejará de chuparlas para guardar mi lechita solo para usted.
En ese momento, la madre, con atrevimiento y por propia iniciativa, tomó a su bebita entre sus manos y con los brazos tendidos, y dirigiéndose a su amita le dijo.
- Mi ama, mi amita, le entrego a mi bebita, mi hijita es suya, le debe la vida como yo, haga con ella, lo que le plazca, yo y mi bebita solo deseamos la felicidad y el placer de nuestra amita, haga con ella lo que desee, úsela para sus vicios, perviértala solo para su disfrute y su placer, ella como yo se lo agradeceremos toda la vida.
Amalia, sonreía y se relamía de comprobar lo bien que había elegido, la entrega de esta mamita era total, su chochito estaba goteando sobre el suelo de alfombras, cojines y almohadones, sus bronceados muslos era un reguero de miel, le encantaba sentirse así, estar continuamente en el filo del orgasmo.
La madre era una belleza pensó, esos senos cargados de leche eran una delicia...observó como continuamente brotaban gotitas de leche de sus pezones, que iban resbalando lentamente por sus amplias areolas recorriendo su suave y estilizado y tostado tronco llegando hasta sus labios vaginales y clítoris que mandó depilar, continuando hasta llegar a sus piececitos.
- Descalcen a los nuevos, ordenó Amalia a dos de sus sirvientas. Y vosotras dos, tumbaros a los pies de la madre!
- Y tu, mi amorcito, le dijo a la madre, descansa un pie sobre los pequeños pechitos de estas dos criaditas.
- Si, mi señora, será un placer obedecer sus deseos.
Seguidamente mandó a otra sirvienta
- Tú, ve lamiendo las gotitas de leche que van llegando a los pies y a la vez chupando los pezones de las dos sirvientas. Se relamía solo de ver esta escena, la amita se estaba deshaciendo bajo sus pies había un mar de miel.
Se dirigió a la segunda compra,
- Y tu, jovencita ¿Qué edad tienes?
- Doce señora
- ¿te gusta estar con nosotros?
La negrita se desplomó a los pies de Amalia, lamió sus pies, recogía toda la miel,
- Mi amita, ohhhhhhhhh, mi amita mi vida le pertenece, soy muy feliz, es un orgullo para mí servirla en su palacio y que me haya comprado.
- ¿Te has tocado ya alguna vez, tu chochito se ha mojado en alguna ocasión?
- Noooooo, mi ama, pero estoy deseando que usted me enseñe y me envicie para servirla mejor.
La joven negrita era espectacular, habría que ver que tan viciosa era y que tan obediente, ya que parecía no tener voluntad... sumisa... absoluta….
- Y tu?, dirigiéndose al nenito, Sacas ya leche de tu pollita?, te han ordeñado alguna vez?
- No, señora todavía no, mi mama, desde pequeñito me descapullaba la pielcita de mi pequeño pene para estimularme, pero todavía no saco leche. Mi mama también me la lamía y se la ponía toda en la boca, pero solo conseguía ponerla muy dura.
- Bien, bien, déjame a mí, ya verás como conseguiré sacar tu primera lechita.
El niño...era una belleza…todavía no había vello un su pubis y axilas, .......un miembro exquisito para su edad y su aspecto físico denotaba haber hecho trabajos corporales.
Estaban los 3 frente al espejo parados, mientras la amita de catorce añitos, altiva los evaluaba, los inspeccionaba, pasaba un dedo, la mano, por delante, por detrás, los hacía girar......los dientes, los brazos alzados, una inspección completa.
- Estoy satisfecha de vosotros les dijo, no me defraudéis y seréis felices con mi familia. Aquí os daremos educación, modales, una vida digna para vosotros, vuestro bienestar está garantizado.
Los tres se miraban sonriendo de la suerte que habían tenido, y Amalia orgullosa de demostrarles su poder.
Se dirigió al sofá y se sentó cómodamente con las piernas abiertas a observarlos desde allí, haciéndolos girar por turnos.
Mientras, las dos criadas seguían estiradas sobre el mar de alfombras y almohadas que cubría toda la estancia.
- Vosotras dos uníos a las dos sirvientas, estiraros a su lado!, mandó a las dos criadas que quedaron libres.
- Muy bien, formad una alfombra entre vosotras!, así muy bien, dirigía, formad un lecho de jovencitas, luego ya descansaremos sobre vosotras.
Las cuatro jovencitas, sonrientes, orgullosas de servir a su amita, sabían que después serían usadas como si fueran un mullido colchón, la amita follaría encima suyo.
Llamó a la madre con su cría
- Ven, siéntate a mi lado princesa.
- Si señora, desea sostener a la bebita en sus brazos?
- No, siéntala en medio de nosotras, así muy bien.
- Tu! Ordenó a la jovencita negra, arrodíllate sobre las cuatro sirvientas!
Lo hizo muy delicadamente para no lastimarlas, aunque el peso liviano de la jovencita era nada para las sirvientas que aguantaban con deseo y orgullo de servir al vicio y placer de su amita.
- Tu!, ordenó al nenito, toma el jarrón de aceite perfumado y llénate la boca con él, deja que rebose de tu boca, que resbale por tu cuerpecito. Así muy bien, lo haces muy bien negrito mío, le decía.
Amalia, seguía dirigiendo
- comparte el aceite con la jovencita, así muy bien. Tu! Dirigiéndose a la negrita arrodillada, saca tu lengua, recibe el aceite en tu lengua y deja que también resbale por tu cuerpo.
Así lo hizo hasta que el aceite perfumado llegó al lecho donde las cuatro sirvientas hacían de cama para la joven negrita. Las cuatro sirvientas quedaron cubiertas de aceite igual que el pequeño penecito del joven que ya empezaba a descapullarse.
La amita y la madre seguían recostadas en el amplio sofá, miraban extasiadas la escena. La joven madre se abrió las piernas, su chochito se empezaba a mojar y de sus tetas no paraba de brotar la lechita, el vicio se apoderaba de ella, y en un acto instintivo abrió las piernecitas de su hijita, quería que ella ya se iniciara viendo estas escenas lascivas. Amalia y la mamita se miraron a los ojos y sonrieron, viendo a la bebita, entonces, la madre tomó la mano de su amita y la acercó al chochito de su bebita, la Ama se quedó paralizada y fue la madre que con la mano de su amita inició un suave masaje en la rajita de su hija que recibió con alegría y risitas de satisfacción. Mientras las dos alternaban suaves masajes en el pequeño clítoris del bebé, que recibía las caricias con alegría y risas de gozo y aprobación, sin duda no podía ser más feliz, igual que la madre que recibía con felicidad el disfrute de su cría.
- ¿le gusta mi ama? ¿le gusta el chochito de mi hijita?, es suyo y solo suyo para su vicio y placer. Vamos acaríciela con ganas mi ama. Póngale un dedito, no ve como le gusta, vamos envíciela para sus perversiones, ella y yo seremos siempre suyas y de su familia, para lo que guste mi ama.
- pero que mamita mas perra tengo, eres un encanto, sin duda serás una de mis preferidas.
- Todo por el placer de mi señora respondió, por su vicio. La madre miraba a la amita para continuar el masaje en el pequeño coñito, suplicaba su aprobación para ir preparando a su hijita, solicitaba su orden para meter su dedito en el pequeño coñito de su hija, la amita al sentir la sonrisa y felicidad de la bebita, dio su consentimiento con un leve movimiento de su cabeza, que fue recibido con alegría tanto por la madre como por la bebita, la mami introdujo muy suavemente sus pequeños dedos en el interior del coñito, bien salivado.
La amita ordena a la negrita que seguía arrodillada
- Lámele la pollita, descapulla este pequeño penecito.
El negrito acerca su pollita....sin tomarlo con las manos, a la boca y lengua suave y llena de aceite, y comienza a lamer por el contorno....su lengua es larga...algo torpe, pero ya denota como será cuando aprenda. Lo lame largo.....El negrito pone los ojos en blanco. No lo han tocado en su vida, es la primera vez que siente y
- esto es el cielo mi señora....se deshace también viendo la escena del sofá acariciando muy suavemente la rajita de la bebita. Suspira a su amita, estar tocando el cielo con las manos....la negrita le lame algo torpe.
- Hazlo suave, como si fuera azúcar. Suave y largo. Desliza la lengua sobre él, deja caer tu saliva y aceite- dice el AMITA
-Tú, ven con tu hijita y siéntate aquí- señalando se sentara a sus pies.
La madre obediente lo hace, y mira como la jovencita trabaja y lame al niño, mientras le acaricia suavemente los pies de su amita, sin que ella se lo pidiera, una muestra de gratitud y agradecimiento, siente la protección de su ama y está feliz con ella, sabe que su felicidad y la de su hijo están aseguradas, ella entregará a su hijito a la familia de sus amos para uso y disfrute en el club, ella no cabe de felicidad sabe que ambos serán educados por sus amos, serán felices tendrán un bienestar que no imaginaba. La AMITA agradece el gesto, abre las piernas y se acomoda de manera que la sierva quedara entre ellas, con la niñita en brazos.
-¿Desea que le lama el coñito? Pregunta la madre a Amalia
- Si, hazlo, a ver qué tal se te da. La madre comienza a lamerle sumisa desde los pies, las rodillas, subiendo por la entrepierna. La sensación es para morirse. La sumisión es absoluta. La mamita lame bien. Su larga lengua salivada se desliza por la piel suave y perfumada de la amita resultado de largas sesiones de masaje y cuidado junto a su mamita y el vicio sensaciones sube. La cría se impacienta, sin duda estaba mejor cuando le acariciaban su coñito, y la madre pugna por acomodarla sin dejar de trabajar.
-Levántate, COLOCALA EN MI VIENTRE-
La mamita obedece y se alza dejando la cría en el vientre del AMITA.
-DAME LECHE –
-DESCARGALA EN MI BOCA Y MIS SENOS-
- Así, muy bien.
La madre se exprime los senos dejando caer hilos de leche que la AMITA hace correr hacia sus pezones incipientes de tan solo catorce añitos, pero que su papi ya se ha encargado de realzar su belleza y volumen a petición de su mami.
- Pon a tu pequeñita en mis tetas, ordena.
La bebita se apronta a chupar. Cuando chupa un pezón, la madre descarga leche sobre el otro.
El AMITA, la cambia de pezón a medida que la madre la está bañando de leche materna. La bebita chupa con fuerza.
- Ohhhhhhhhh, que vicio, tengo los pezones duros a reventar, esta bebita, ya sabe lo que se hace, como me lame los pezones.
-YA – VENGAN – ordena el AMITA a la jovencita arrodillada y al negrito que seguían lamiendo y siendo lamidos
El AMITA se acuesta con cuidado ahora en encima de las cuatro sirvientas que seguían tendidas en el mullido suelo de cojines de seda.
-PASA TU PIERNA AQUI-
La joven negrita queda con una pierna abrazando la piernas del AMITA. Sus vulvas, libres, completamente depiladas y suaves como las del bebé, quedan rozándose.
-Sigue lamiendo al negrito, vamos – chúpalo, le ordena
- Y tu, le dice a la madre sigue descargando tu leche sobre mis tetas.
La bebita sigue mamando entre los cuerpos de la amita y la joven negrita, chupa con avidez los pezones del AMITA, pero no abarca a recogerla toda y la lechita ahora resbala hasta llegar a los coñitos del ama y la joven negrita que hacen una tijerita suave hasta llegar a los cuerpecitos de las cuatro sirvientas que forman el lecho de lujuria.
La negrita joven, sigue recorriendo el pene del muchachito, tragándolo completamente.
El pene ha crecido respetablemente, pero sigue siendo un penecito adorable de un nenito, la visión de entrar y salir de esta pollita, hace que la negrita mueva las caderas, rozando con el clítoris excitado la vagina del AMITA llena de lechita que resbala por sus cuerpos.
Esta masturbación es alucinante. El negrito esta como colgado de un hilo, no puede más, se muere por descargarse. Mira a la AMITA, le suplica.
- NO TE ATREVAS- la orden es terminante
- VEN AQUI –
El negrito se coloca al lado de su amita, la pollita erecta
Cerca de sus senos. La amita toma la peque y la desteta
-ROCIA LA POLLITA CON TU LECHE LE ORDENA A LA MADRE-
La mamita llena de alegría por dar placer a su amita lo hace con ganas
Ahora y sin que la amita se lo haya mandado toma a su hijita y la acerca a la pollita del negrito que está chorreada de leche, la madre suavemente toma la pollita y la introduce en la pequeña boquita de su bebita, con delicadeza le abre la boquita a la vez que le da suaves besitos a la cría y poco a poco ayuda a su hijita a iniciar un vaivén con la pollita dentro de la boquita.
El espectáculo es impresionante.
- ¿Le gusta mi ama? ¿le gusta lo que ve? Así será siempre, todo para mi amita.
-BESAME, dame tu lengua- ordena la amita a la joven negrita que se ha quedado sin decir nada viendo el vicio de su ama, mientras sus coñitos siguen acariciándose.
La bebita chupa la pollita como si fuera un pezón. Su madre se muestra feliz y sonríe con su hijita, por lo feliz que se siente al ver a su hija, llora de felicidad.
El negrito alucina ante la mirada de las 3 mujeres, que gozan con el espectáculo. La joven negrita besa bien, sacando la lengua, descarga y comparte su saliva con la amita.
- Ohhhhhhhhh, me vooooy, me estoy corrieeeeeeeeeeendo.
- Mi amita, mire, mire a mi hijita, mientras se corre, mire como está lamiendo esta pollita.
La bebita bebe con frenesí la leche de su madre del pene del muchachito y sigue ayudando a su hijita con el vaivén suave para no lastimar la pequeña que tanto goce le está dando. La madre se ordeña y descarga.
El AMITA se deshace en un mar de miel. Su vagina chorrea a gusto mientras su cuerpo sigue cubierto de leche y aceite. La joven con su larga lengua sigue lamiendo la lengua y los pezoncitos de su AMITA.
La joven chupa y lame. El AMITA le toma su cabeza y hace que recoja la leche que cae en su cuerpo y que la bebita no puede comer. La joven la desparrama por la vulva. El muchacho parece estar por llegar
- Ven mi pequeñita, dice la madre, ven, ven toma lechecita de la vulva de tu ama, así muy bien, como te gusta.
La madre le quite la peque y la dirige a la vulva de su amita, que ayudada por la joven para que no caiga, lleva a la peque a que limpie de leche materna y miel tomando el botón del AMITA como un pezón más para deleitarse. Lo chupa con fuerza y la madre ahora descarga sus hilos de leche sobre la rajadura entre los labios vaginales del amita, que sigue descansando entre las cuatro sirvientas totalmente desnudas.
Los orgasmos se vienen como oleadas de placer. Inmenso y caliente. Es lo mejor. La pequeñita siente el cambio de sabor al acabar el AMITA, y parece agradarle esta nueva mezcla porque chupa con más y más fuerza, provocando otro orgasmo casi instantáneo.
Mientras la madre sigue excitando a la amita.
- Mire, mire a mi bebita, como le hace llegar, su placer, su orgasmo es el nuestro mi ama. Mi bebita está aquí solo para su vicio y perversión, así será siempre.
La joven negrita queda perpleja, mirando la abundancia de miel y se dedica a lamer con la bebita los restos que se deslizan por el exterior de la vulva y el hoyito de la cola.
RIQUEZA
PODER
PLACER
LUJURIA
VICIO
SUMISION Y OBEDIENCIA
Al parecer, las adquisiciones tienen todo lo apropiado.
El negrito hace ademán de tocarse y el latigazo del AMITA sobre su mano es inmediato. Mira consternado y apenas se le escapa un hilo de voz
- Perdón mi amita…No volverá a suceder
El AMITA ordena a la madre se arrodille para echar leche sobre su vulva.
Toma al negrito de la polla con su mano y lo acerca hasta quedar al lado de la negra madre.
-CHUPALO, vamos lámele bien toda su pollita, le dice a la madre
Lo chupó y lamió con maestría y conocimiento. El jovencito deliraba en un sueño de placer y el temor de acabar sin consentimiento.
La AMITA se acercaba a un nuevo orgasmo, la madre sin que se lo ordenara su ama, sabía muy bien que debía hacer, sin duda esta madre acumulaba mucha experiencia debió iniciarse en los harenes más viciosos del próximo oriente.
Roció con su leche la pollita del negrito, tomó a hijita para que comiera directamente de esa pollita.
- Mire mi ama, mire como mi bebita y yo devoramos esta pollita, que todavía no ha sacado leche. Abre la boquita, hijita, abre, enséñale a tu amita, lo putita que llegarás a ser
La madre abrió la boquita de su hijita con delicadeza, con la mirada suplicaba a su amita,
- por favor ordene la descarga imploraba la madre.
La amita concedió
LLENALA....LLENA LA BEBITA AHORA, DALE TODA TU LECHITA,
Ahhhhhhhhhhhhhhhhhh
El negrito al fin se dejaba ir por la succión de la pequeña, con ayuda de la madre, la bebita no podía con todo, su boquita rebosaba, pero su madre con un beso largo, lascivo recogía toda la lechita todavía aguada de la boca de su hijita.
Entre las dos compartían su propia leche, le madre lamía y chupaba la lengüita de su hijita y le daba de su propia boca la lechita que la bebita bebía con ganas.
La joven negrita tenía ahora toda la vulva del AMITA para ella y la disfrutó a conciencia, comiendo y bebiendo la miel que comenzaba a manar a conciencia de ella en la proximidad de un nuevo orgasmo.
La negra madre le sobaba los huevos al jovencito para exprimirle toda su lechita.
El orgasmo de la AMITA se dio al unísono
- Me corroooooooooooooooo,
El negrito descargó de nuevo ahora con más abundancia, una nueva descomunal descarga de semen aguado que hizo atorar la garganta de la beba. La retiraron un poco y la peque se había tragado una buena cantidad, por lo que protestó un poco al sentir le sacaban ese nuevo pezón que dejaba salir leche sin necesidad de hacer fuerza. El segundo chorro dio en los senos de la AMITA La peque estiraba la boca por más y la colocaron para recibir el tercer chorro del joven.
- Tome a mi bebita, deje que le limpie sus tetas.
El orgasmo del AMITA era brutal y sus piernas cerraron como candado la cabeza de la negra joven, pegándola a su vagina. La joven negrita comía, bebía y metía la lengua hasta lo más profundo del coñito de su ama que su naturaleza le permitía y este orgasmo largo se descomponía en miel a raudales.....
VICIO
LASCIVIA
PLACER
SUMISION
Al terminar, todos descansaron en silencio, sus rostros transmitían felicidad, hasta que la voz del AMITA interrumpió el descanso
Se levantó del lecho de sus cuatro criadas y volvió a recostarse en el sofá y mandó a sus adquisiciones la acompañaran también junto a ella.
Ordenó a las sirvientas.
¡LIMPIEN!, ¡LIMPIENNOS DE TODO ESTO!
Colocaron a la bebita sobre los pechos de la amita, se dedicó a lamer de ellos el semen restante mientras las cuatro sirvientas recorrían con la lengua los cuerpos de su amita y sus tres nuevas adquisiciones para dejarlos libre de los olores propios de la leche y el semen que llenaban sus cuerpos.
--AHORA DESAPAREZCAN Y QUE LAS BAÑEN---
--LUEGO ALGUIEN LES DIRÁ QUE HACER—
Una ducha rápida y para quitarse el olor de las siervas se fue al jacuzzi donde le esperaban su hermana mayor de 16 y su hermano menor de 12 junto con su otra hermana bebita de tan solo seis meses, de la cual ya os he hablado en mi primer relato riqueza y poder parte 1
Se tomaría un baño un baño con sus hermanos y quizás mandaría llamar a Fatu con alguno de sus hijitos, adoraba ser follada por esos nenitos ayudados por su madre y que le dieran esa dulce lechita que apenas sacaban. Luego acompañaría a sus hermanos al salón de masajes y para terminar tomaría un buen desayuno.
Ahora sí ha comenzado un buen día.
RIQUEZA Y PODER Capítulo 2, De compras para el Club de los 10
El viaje de retorno había sido bastante largo, pero las adquisiciones valían bien el cansancio…eran 3 artículos espectaculares. Seguramente la sorpresa sería muy bien recibida por el resto de la familia.
- Hija hay que ver con catorce añitos y lo bien que ya sabes apreciar las virtudes de estas putitas.
- Si papi, contigo y mamá he aprendido a apreciar la buena carne, se reía, mientras descendían del avión privado rumbo a su palacio.
No era la primera vez que a sus catorce añitos viajaba de shopping con su padre y algunas de sus sirvientas, pero ésta era la primera donde las decisiones eran absoluta y completamente responsabilidad suya.
- Espero que a mamá les guste, especialmente el nenito, tiene una pollita que está para comérsela entera.
Esperaba ansiosamente que su madre revisara y aprobara estas adquisiciones y estuvieran a la altura para los miembros del club de los 10, donde pronto celebraríamos un intercambio familiar de la sociedad de los 10 acompañado de la orgía infantil para celebrar los especiales bautizos, entre ellos los de mi hermanita, recién llegada y que ya os presenté en mi primer capítulo riqueza y poder parte 1
Al llegar a la mansión les esperaba la madre descansando, en los jardines, tumbada en la chaise longue, acompañada de una joven parejita nena y nene que recién las había iniciado, no tendrían más de diez años. Les había mandado que acudieran para distraerla un poco y probar un poco de la lechita de estos nenitos recién iniciados que tan dulce le sabía.
Al ver llegar a su amado esposo y a su hijita preferida, les ordenó marcharse.
- Iros, ya está bien, marcharos, báñense.
- Hola amores, ¿Cómo ha ido el viaje, habéis visto algo interesante para el club?
- Si mamá, está vez papá me ha dejado escoger a mi.
- Muy bien, hija, siéntate aquí conmigo, déjame ver tus tetitas, anda, deja que mami te caliente un poco, que seguro que vienes con ganas.
- Cuéntame amor, ¿que habéis comprado? Le preguntó a Adolfo, su marido, mientras seguía torturando los pezoncitos de su hija por debajo de la blusa.
- Nuestra hija Amalia, tiene un buen futuro, sin duda las enseñanzas en Le Rosey están dando sus frutos.
- Amor, ella, ha elegido carne joven, ya verás. Joven y con un toque absolutamente personal. Estoy muy orgulloso de ella, es una satisfacción por la forma en que ha elegido, y por la manera tan astuta de negociar de nuestra hijita, y su perspicacia para determinar defectos y virtudes de los productos.
- Pero Adolfo, dime ya de una vez, que habéis comprado y cuando podremos probarlas. Bueno, llegarán mañana, vía Dubái, nuestro piloto particular ya ha salido a recogerlas.
- Bien, y ¿como son? Preguntaba Sofía, su mujer y mandamás de todo el clan familiar
- Mami, mami, yo te lo cuento, pero tu sigue acariciándome los pezones, me estoy mojando todita, me has puesto como una perra, mira, las adquisiciones son 3 preciosos ejemplares de raza negra como a ti te gustan, una de ellas tiene una bebita preciosa de tan solo 6 meses, podrá jugar con mi hermanita, Paola, he pensado en bautizarlas juntas en el club, ¿Qué te parece?, la bebita es una ricura, tiene un color café con leche suave unos rasgos delicados y un chochito que cuando se lo chupas sonríe de gusto, es una preciosidad.
- Mmmmmmmmmm, me muero de ganas de verla jugando con mi bebita, las dos juntas conmigo, en el jacuzzi.
- Mami, la segunda, es una nenita joven, de mi edad, de color negro brillante, casi violeta con cara triangular y grandes senos a pesar de su juventud, terminados con pezones en forma de cono y una ancha areola, su sumisión parece absoluta, casi sin voluntad propia mami, tenías que verla se aferraba a mis pies para que la comprara, me imploraba mami, me lo pasé pipa, viendo esos ejemplares para comprar, me sentía dueña, fue muy excitante, gracias mami. Ohhhhhhhhh mami me corrooooooo, solo de recordarlo, ahhhhhhhh como me excita recordarlo, estoy toda mojaditaaaa.
- Oh mira Adolfo como está nuestra hija, está chorreando, esta hijita con tan solo catorce añitos y lo putita que llega a ser.
- Adolfo cariño, quítale la blusa a nuestra hijita, ordenó la madre.
- Hija, cariño, siempre vas vestida tan provocativa, tu asistenta ha hecho una buena elección.
Toda la familia estaba siempre atendida por las sirvientas y demás criadas, incluyendo el vestir y desvestir a todos sus miembros.
Para dar una sorpresa a su madre, Amalia ordenó a su asistenta la vistiera con el último conjunto que había llegado de Los Ángeles muy sexy, un sujetador de media copa que deja parte de los pezones al aire, juntando y levantando las tetas, un micro tanguita a juego totalmente transparente, ambos de color marfil. También le puso unas medias bajas del mismo color que le llegaban hasta poco después de la rodilla, lo cual obligaba a que las tiras del liguero le recorrieran toda su colita y sus muslos bronceados, hasta llegar a las medias. Completaba su espléndido conjunto con unas sandalias negras de un par de finas tiras delante, como detalles llevaba una pulserita con incrustaciones de rubí en el tobillo y una fina cadenita de oro blanco en la cintura. Ver a esa nenita de tan solo catorce años vestida con esa lencería tan provocativa era mérito de sus padres que tan bien le habían instruido.
- ¿Te gusta mamá?, lo elegí pensando en ti, sabía que te gustaría,
- Mi princesa eres una buena putita, estás preciosa,
- Ven Adolfo, acércate.
Sofía tomó la mano de su marido y se la puso en el chochito de su hija,
- mira cariño, siente a tu hija, mira su coñito, hurga en su interior, mastúrbala, llévala al paraíso. Chupa su dulce rajita, haz que se corra.
- Siiiiiiiii, Adolfo, fóllate a la nena, vamos fóllate a nuestra hija, no ves como lo desea.
- Vamos Papi, siiiiiiiii, fóllate a tu nena, vamos, dame tu lechita dentro, la quiero sentir, y tu mami, dame tu lengua, bésame, pervertirme los dos, quiero ser la mejor putita para mi papi y mi mami.
Los tres se corrieron a la vez compartiendo el néctar de sus corridas de boca en boca, fundiéndose en un largo y vicioso beso.
Sofía ordenó a dos sirvientas, que estaban observando toda la escena les limpiaran y asearan.
- Mami, te sigo contando, la tercera adquisición es un negrito jovencito, de edad indeterminada, muy bien formado y con la dosis agradable de café con un toque de leche.
- Ay que bien lo vamos a pasar con los tres y la bebita, suspiraba la madre.
- Preparen el dormitorio familiar, ordenó nuevamente, hoy dormiremos toda la familia junta. Quizás me despierte en la noche con ganas de la lechita de mi hijo Álvaro.
Hizo aparición un ejército de sirvientas y criadas para desvestir al matrimonio y los cuatro hijos que formaban la familia y ponerles transparentes camisones a ellas y sugerentes pijamas a ellos, que invitaban a la orgía familiar. Y así se fueron a descansar al dormitorio familiar, habilitado para poder dormir cómodamente los seis miembros de la familia, incluida la recién llegada, la bebita Paola, que dormía desnudita.
En la alcoba contigua estaban en duermevela seis asistentas por si en la noche se les ofrecía algún capricho a sus amos.
Y así fue como en mitad de la noche Adolfo, el dueño de todo y padre de todo el clan, recibió una llamada personal de su buen amigo el Sultán Sulei, con él habían coincidido en diversas orgías familiares, tanto en su harén como en el club de los 10.
- Hola Excelencia, que honor saber de usted, ¿a que debo su amable llamada?
- Hola Adolfo, debes acudir inmediatamente a mi harén, esta tarde voy a recibir un cargamento de preciosas nenitas, originarias de Sudamérica, también habrá alguna mulata del sur de Ethiopia y arias del norte de Europa. Es necesario que vengas a asesorarme.
- Muchas gracias Excelencia, será un honor para mi.
- Si, debes llegar lo antes posible y que venga también tu mujer, Sofía, es encantadora y una experta en seleccionar buenos ejemplares, con ella las compras son un éxito asegurado.
- Gracias Excelencia, ahora preparamos todo y tomamos nuestro avión particular. ¿Desea que acuda igualmente alguna de mis hijas o incluso la bebita Paola?
- No, no es necesario, sabes lo mucho que aprecio a todos tus hijos, especialmente a Amalia, es mi predilecta, pero esta vez, no puede ser, acudirán varios miembros de casas reales y no es conveniente.
- Muy bien, como usted ordene excelencia, nos vemos en unas horas.
En mitad de la noche despertó a su familia para darles la noticia del viaje inesperado
- Hijos, mamá y yo debemos partir ahora mismo, el Sultán Sulei nos ha invitado a una gran subasta en su harén para asesorarle en la compra de unas nenitas, acompañada de la correspondiente orgía infantil para probar las adquisiciones, orgías que solían durar una semana
Aunque ya estaban acostumbrados a las ausencias de sus padres, los hijos se entristecieron de ver marchar a sus padres, especialmente Amalia. Toda la emoción del primer momento para poder mostrar las compras de los 3 nenitos a su madre desapareció rápido, pasando a una decepción por el hecho de este viaje. La ceremonia de la presentación, se pospondría hasta el retorno de ambos. La excitación dio paso rápido al enfado por esto.
Amalia, se levantó tarde, mandó a sus asistenta la vistiera y seguidamente, recibió la noticia de la llegada a la mansión de los tres ejemplares, la madre con la bebita, la jovencita y el nenito, fue a verlos.
Los 3 se dirigían a ella en todo momento como la AMITA. Todos los ejemplares expuestos para la venta habían oído hablar de ella y su familia. De cómo sería su destino y literalmente lloraban para que ella los adquiriera. La vida de estos 3 cambiaba para siempre. Ella se encargaría de ellos. Tenían suerte.
Quedó sola en el palacio con las criadas y sirvientas. Estaba muy enojada para salir, incluso al club de los 10, donde solía pasar buenos momentos acompañada de otras amigas ricas y guapas como ella, pertenecientes a la alta sociedad.
- Preparen a los tres nuevos!, ordenó.
Oír esa orden altiva, de voz de una niñita de catorce años, sin duda era turbador. Era una orden segura, que nadie se atrevía a desobedecer. A sus padres, les excitaba su carácter altivo, dominador, la admiraban por esa seguridad que manaba de la nena, ese poder que irradiaba su sola presencia con tan solo catorce años, aunque no era severa con sus criadas nadie se atrevía a contradecirla.
Amalia solía ser comprensiva con sus sirvientes, de hecho la adoraban, sabían que obedeciendo sus órdenes encontrarían la felicidad en sus vidas y ella también procuraba su bienestar, las mimaba, les daba el placer y la perversión que buscaban, les educaba para ser felices en su obediencia a sus amos y los sirvientes no necesitaban nada más.
Cuando estuvieron listos, las criadas de la casa llevaron a los 3 ejemplares y la bebita ante ella, para que los aprobara.
- Señora, los tres ejemplares están preparados para su inspección.
- Váyanse, iros, marcharos todos a vuestras habitaciones!!!, no quiero ver a nadieeeeeee.
Se negó rotundamente,
- Y que nadie se atreva a tocar al joven ni a manosearlo!, os conozco bien a todas y sé que estáis deseando ordeñarlo y beber su lechita primeriza.
- Señora, nadie lo tocará. Yo me encargaré de ello, respondió su asistenta personal.
Las siervas saben lo que es desobedecer, y no solamente le escapan al chico como a la lepra, sino que le advierten que no se le ocurra tocarse o masturbarse, ya que desobedecer a su amita está fuera de cualquier pensamiento sano para su salud.
Así pasaron los días, sin que la AMITA se dignara a verlos, el enojo seguía su curso, debido a la tardanza de la familia en el harén. Apenas llegaba a casa para ordenar lo del día y descansar y luego irse al club a distraerse, con algunas amigas, a deslechar algún nenito, que siempre había alguno disponible.
Pero esta mañana se había despertado temprano. El AMITA estaba muy inquieta. En realidad, estaba caliente, la visita al club del día anterior la había dejado con ganas. Tenía lascivia acumulada…VICIO.........tenía ganas y vicio acumulado, se despertó mojadita.
Sus dos secretarias particulares, que dormían en la estancia contigua a su suite, estaban pendientes en todo momento de sus deseos.
- Vamos preparen de nuevo las adquisiciones!, quiero verlos ya! mandó
- Ama, la bebita también?
- Si, que venga con su madre
Ordenó que los llevaran ante ella en una de las salas particulares habilitada para el disfrute y goce de la familia.
- Muy bien, así me gusta,
Los 3 aparecieron seguidos de diferentes siervas de palacio para ser inspeccionados. Las criadas las vistieron preciosas, las dos pequeñas hembras iban con un conjunto de lencería blanca y puntillas, que en contraste con su piel morena, destacaban si cabe más su belleza, con un mini tanga, el chochito totalmente depilado y un largo collar de perlas blanco que colgaba hasta la cintura, sombra de ojos, suave maquillaje y ligeramente aceitadas para dar mas brillo a su perfecta piel, terminando en unas sandalias de piel con una aguja altísima, estaban impresionantes. El nenito iba tan solo con un mini tanga de color amarillento por delante apenas le cubría la escasa pollita y huevitos que tenía y por detrás la tira metida en los cachetitos de sus nalguitas, uf que preciosidad, suspiró la Amita. Los tres iban cubiertos por una corta batita de raso anudada en la cintura que dejaba entrever sus cuerpos y la lencería que lucían.
Ordenó se quedaran tan solo cuatro criadas mandando al resto retirarse a sus tareas, quedando sola con las asistentas los tres y la bebita. Los colocó en fila frente a un espejo de cuerpo entero y se dedicó a observarlos.
- Quitarles la batita, ordenó a las criadas.
- Si, amita,
Lo hicieron con delicadeza, sensualidad, sin decir palabra. Los observaba…Se regodeaba con la mirada y la sumisión de estos negritos.
- Se dirigió a la madre, ¿Cuántos años tienes?
- Dieciséis señora,
- Dale tu hijita a una de las criadas
- Si amita,
- ¿te gusta lo que ves?, ¿te gusta tu nueva vida? Le preguntó Amalia
- Ohh, si mi ama, soy completamente feliz, usted me ha dado la vida, no podía imaginar esto, ni en mis mejores sueños, mi amita, haga conmigo lo que le plazca, mis días y mis noches son suyas, le pertenezco y estoy orgullosa de formar parte de su vida.
Mientras la madre recitaba lo orgullosa que se sentía de estar en el palacio, la amita contemplaba como de sus rebosantes pechos iba goteando la leche que ya no abarcaban más a pesar de su gran tamaño.
Amalia tomó la manita de la joven madre y se la puso en su depilado coñito.
- Siente, siente lo que me provocas, así quiero estar cada día, me pones muy cachonda, me pones como una perra de ver tus tetas chorreando
- Mi ama, así estarán siempre para usted. Puede mamarlas, ordeñarme cuando guste, las cuidaré y si es necesario mi bebita dejará de chuparlas para guardar mi lechita solo para usted.
En ese momento, la madre, con atrevimiento y por propia iniciativa, tomó a su bebita entre sus manos y con los brazos tendidos, y dirigiéndose a su amita le dijo.
- Mi ama, mi amita, le entrego a mi bebita, mi hijita es suya, le debe la vida como yo, haga con ella, lo que le plazca, yo y mi bebita solo deseamos la felicidad y el placer de nuestra amita, haga con ella lo que desee, úsela para sus vicios, perviértala solo para su disfrute y su placer, ella como yo se lo agradeceremos toda la vida.
Amalia, sonreía y se relamía de comprobar lo bien que había elegido, la entrega de esta mamita era total, su chochito estaba goteando sobre el suelo de alfombras, cojines y almohadones, sus bronceados muslos era un reguero de miel, le encantaba sentirse así, estar continuamente en el filo del orgasmo.
La madre era una belleza pensó, esos senos cargados de leche eran una delicia...observó como continuamente brotaban gotitas de leche de sus pezones, que iban resbalando lentamente por sus amplias areolas recorriendo su suave y estilizado y tostado tronco llegando hasta sus labios vaginales y clítoris que mandó depilar, continuando hasta llegar a sus piececitos.
- Descalcen a los nuevos, ordenó Amalia a dos de sus sirvientas. Y vosotras dos, tumbaros a los pies de la madre!
- Y tu, mi amorcito, le dijo a la madre, descansa un pie sobre los pequeños pechitos de estas dos criaditas.
- Si, mi señora, será un placer obedecer sus deseos.
Seguidamente mandó a otra sirvienta
- Tú, ve lamiendo las gotitas de leche que van llegando a los pies y a la vez chupando los pezones de las dos sirvientas. Se relamía solo de ver esta escena, la amita se estaba deshaciendo bajo sus pies había un mar de miel.
Se dirigió a la segunda compra,
- Y tu, jovencita ¿Qué edad tienes?
- Doce señora
- ¿te gusta estar con nosotros?
La negrita se desplomó a los pies de Amalia, lamió sus pies, recogía toda la miel,
- Mi amita, ohhhhhhhhh, mi amita mi vida le pertenece, soy muy feliz, es un orgullo para mí servirla en su palacio y que me haya comprado.
- ¿Te has tocado ya alguna vez, tu chochito se ha mojado en alguna ocasión?
- Noooooo, mi ama, pero estoy deseando que usted me enseñe y me envicie para servirla mejor.
La joven negrita era espectacular, habría que ver que tan viciosa era y que tan obediente, ya que parecía no tener voluntad... sumisa... absoluta….
- Y tu?, dirigiéndose al nenito, Sacas ya leche de tu pollita?, te han ordeñado alguna vez?
- No, señora todavía no, mi mama, desde pequeñito me descapullaba la pielcita de mi pequeño pene para estimularme, pero todavía no saco leche. Mi mama también me la lamía y se la ponía toda en la boca, pero solo conseguía ponerla muy dura.
- Bien, bien, déjame a mí, ya verás como conseguiré sacar tu primera lechita.
El niño...era una belleza…todavía no había vello un su pubis y axilas, .......un miembro exquisito para su edad y su aspecto físico denotaba haber hecho trabajos corporales.
Estaban los 3 frente al espejo parados, mientras la amita de catorce añitos, altiva los evaluaba, los inspeccionaba, pasaba un dedo, la mano, por delante, por detrás, los hacía girar......los dientes, los brazos alzados, una inspección completa.
- Estoy satisfecha de vosotros les dijo, no me defraudéis y seréis felices con mi familia. Aquí os daremos educación, modales, una vida digna para vosotros, vuestro bienestar está garantizado.
Los tres se miraban sonriendo de la suerte que habían tenido, y Amalia orgullosa de demostrarles su poder.
Se dirigió al sofá y se sentó cómodamente con las piernas abiertas a observarlos desde allí, haciéndolos girar por turnos.
Mientras, las dos criadas seguían estiradas sobre el mar de alfombras y almohadas que cubría toda la estancia.
- Vosotras dos uníos a las dos sirvientas, estiraros a su lado!, mandó a las dos criadas que quedaron libres.
- Muy bien, formad una alfombra entre vosotras!, así muy bien, dirigía, formad un lecho de jovencitas, luego ya descansaremos sobre vosotras.
Las cuatro jovencitas, sonrientes, orgullosas de servir a su amita, sabían que después serían usadas como si fueran un mullido colchón, la amita follaría encima suyo.
Llamó a la madre con su cría
- Ven, siéntate a mi lado princesa.
- Si señora, desea sostener a la bebita en sus brazos?
- No, siéntala en medio de nosotras, así muy bien.
- Tu! Ordenó a la jovencita negra, arrodíllate sobre las cuatro sirvientas!
Lo hizo muy delicadamente para no lastimarlas, aunque el peso liviano de la jovencita era nada para las sirvientas que aguantaban con deseo y orgullo de servir al vicio y placer de su amita.
- Tu!, ordenó al nenito, toma el jarrón de aceite perfumado y llénate la boca con él, deja que rebose de tu boca, que resbale por tu cuerpecito. Así muy bien, lo haces muy bien negrito mío, le decía.
Amalia, seguía dirigiendo
- comparte el aceite con la jovencita, así muy bien. Tu! Dirigiéndose a la negrita arrodillada, saca tu lengua, recibe el aceite en tu lengua y deja que también resbale por tu cuerpo.
Así lo hizo hasta que el aceite perfumado llegó al lecho donde las cuatro sirvientas hacían de cama para la joven negrita. Las cuatro sirvientas quedaron cubiertas de aceite igual que el pequeño penecito del joven que ya empezaba a descapullarse.
La amita y la madre seguían recostadas en el amplio sofá, miraban extasiadas la escena. La joven madre se abrió las piernas, su chochito se empezaba a mojar y de sus tetas no paraba de brotar la lechita, el vicio se apoderaba de ella, y en un acto instintivo abrió las piernecitas de su hijita, quería que ella ya se iniciara viendo estas escenas lascivas. Amalia y la mamita se miraron a los ojos y sonrieron, viendo a la bebita, entonces, la madre tomó la mano de su amita y la acercó al chochito de su bebita, la Ama se quedó paralizada y fue la madre que con la mano de su amita inició un suave masaje en la rajita de su hija que recibió con alegría y risitas de satisfacción. Mientras las dos alternaban suaves masajes en el pequeño clítoris del bebé, que recibía las caricias con alegría y risas de gozo y aprobación, sin duda no podía ser más feliz, igual que la madre que recibía con felicidad el disfrute de su cría.
- ¿le gusta mi ama? ¿le gusta el chochito de mi hijita?, es suyo y solo suyo para su vicio y placer. Vamos acaríciela con ganas mi ama. Póngale un dedito, no ve como le gusta, vamos envíciela para sus perversiones, ella y yo seremos siempre suyas y de su familia, para lo que guste mi ama.
- pero que mamita mas perra tengo, eres un encanto, sin duda serás una de mis preferidas.
- Todo por el placer de mi señora respondió, por su vicio. La madre miraba a la amita para continuar el masaje en el pequeño coñito, suplicaba su aprobación para ir preparando a su hijita, solicitaba su orden para meter su dedito en el pequeño coñito de su hija, la amita al sentir la sonrisa y felicidad de la bebita, dio su consentimiento con un leve movimiento de su cabeza, que fue recibido con alegría tanto por la madre como por la bebita, la mami introdujo muy suavemente sus pequeños dedos en el interior del coñito, bien salivado.
La amita ordena a la negrita que seguía arrodillada
- Lámele la pollita, descapulla este pequeño penecito.
El negrito acerca su pollita....sin tomarlo con las manos, a la boca y lengua suave y llena de aceite, y comienza a lamer por el contorno....su lengua es larga...algo torpe, pero ya denota como será cuando aprenda. Lo lame largo.....El negrito pone los ojos en blanco. No lo han tocado en su vida, es la primera vez que siente y
- esto es el cielo mi señora....se deshace también viendo la escena del sofá acariciando muy suavemente la rajita de la bebita. Suspira a su amita, estar tocando el cielo con las manos....la negrita le lame algo torpe.
- Hazlo suave, como si fuera azúcar. Suave y largo. Desliza la lengua sobre él, deja caer tu saliva y aceite- dice el AMITA
-Tú, ven con tu hijita y siéntate aquí- señalando se sentara a sus pies.
La madre obediente lo hace, y mira como la jovencita trabaja y lame al niño, mientras le acaricia suavemente los pies de su amita, sin que ella se lo pidiera, una muestra de gratitud y agradecimiento, siente la protección de su ama y está feliz con ella, sabe que su felicidad y la de su hijo están aseguradas, ella entregará a su hijito a la familia de sus amos para uso y disfrute en el club, ella no cabe de felicidad sabe que ambos serán educados por sus amos, serán felices tendrán un bienestar que no imaginaba. La AMITA agradece el gesto, abre las piernas y se acomoda de manera que la sierva quedara entre ellas, con la niñita en brazos.
-¿Desea que le lama el coñito? Pregunta la madre a Amalia
- Si, hazlo, a ver qué tal se te da. La madre comienza a lamerle sumisa desde los pies, las rodillas, subiendo por la entrepierna. La sensación es para morirse. La sumisión es absoluta. La mamita lame bien. Su larga lengua salivada se desliza por la piel suave y perfumada de la amita resultado de largas sesiones de masaje y cuidado junto a su mamita y el vicio sensaciones sube. La cría se impacienta, sin duda estaba mejor cuando le acariciaban su coñito, y la madre pugna por acomodarla sin dejar de trabajar.
-Levántate, COLOCALA EN MI VIENTRE-
La mamita obedece y se alza dejando la cría en el vientre del AMITA.
-DAME LECHE –
-DESCARGALA EN MI BOCA Y MIS SENOS-
- Así, muy bien.
La madre se exprime los senos dejando caer hilos de leche que la AMITA hace correr hacia sus pezones incipientes de tan solo catorce añitos, pero que su papi ya se ha encargado de realzar su belleza y volumen a petición de su mami.
- Pon a tu pequeñita en mis tetas, ordena.
La bebita se apronta a chupar. Cuando chupa un pezón, la madre descarga leche sobre el otro.
El AMITA, la cambia de pezón a medida que la madre la está bañando de leche materna. La bebita chupa con fuerza.
- Ohhhhhhhhh, que vicio, tengo los pezones duros a reventar, esta bebita, ya sabe lo que se hace, como me lame los pezones.
-YA – VENGAN – ordena el AMITA a la jovencita arrodillada y al negrito que seguían lamiendo y siendo lamidos
El AMITA se acuesta con cuidado ahora en encima de las cuatro sirvientas que seguían tendidas en el mullido suelo de cojines de seda.
-PASA TU PIERNA AQUI-
La joven negrita queda con una pierna abrazando la piernas del AMITA. Sus vulvas, libres, completamente depiladas y suaves como las del bebé, quedan rozándose.
-Sigue lamiendo al negrito, vamos – chúpalo, le ordena
- Y tu, le dice a la madre sigue descargando tu leche sobre mis tetas.
La bebita sigue mamando entre los cuerpos de la amita y la joven negrita, chupa con avidez los pezones del AMITA, pero no abarca a recogerla toda y la lechita ahora resbala hasta llegar a los coñitos del ama y la joven negrita que hacen una tijerita suave hasta llegar a los cuerpecitos de las cuatro sirvientas que forman el lecho de lujuria.
La negrita joven, sigue recorriendo el pene del muchachito, tragándolo completamente.
El pene ha crecido respetablemente, pero sigue siendo un penecito adorable de un nenito, la visión de entrar y salir de esta pollita, hace que la negrita mueva las caderas, rozando con el clítoris excitado la vagina del AMITA llena de lechita que resbala por sus cuerpos.
Esta masturbación es alucinante. El negrito esta como colgado de un hilo, no puede más, se muere por descargarse. Mira a la AMITA, le suplica.
- NO TE ATREVAS- la orden es terminante
- VEN AQUI –
El negrito se coloca al lado de su amita, la pollita erecta
Cerca de sus senos. La amita toma la peque y la desteta
-ROCIA LA POLLITA CON TU LECHE LE ORDENA A LA MADRE-
La mamita llena de alegría por dar placer a su amita lo hace con ganas
Ahora y sin que la amita se lo haya mandado toma a su hijita y la acerca a la pollita del negrito que está chorreada de leche, la madre suavemente toma la pollita y la introduce en la pequeña boquita de su bebita, con delicadeza le abre la boquita a la vez que le da suaves besitos a la cría y poco a poco ayuda a su hijita a iniciar un vaivén con la pollita dentro de la boquita.
El espectáculo es impresionante.
- ¿Le gusta mi ama? ¿le gusta lo que ve? Así será siempre, todo para mi amita.
-BESAME, dame tu lengua- ordena la amita a la joven negrita que se ha quedado sin decir nada viendo el vicio de su ama, mientras sus coñitos siguen acariciándose.
La bebita chupa la pollita como si fuera un pezón. Su madre se muestra feliz y sonríe con su hijita, por lo feliz que se siente al ver a su hija, llora de felicidad.
El negrito alucina ante la mirada de las 3 mujeres, que gozan con el espectáculo. La joven negrita besa bien, sacando la lengua, descarga y comparte su saliva con la amita.
- Ohhhhhhhhh, me vooooy, me estoy corrieeeeeeeeeeendo.
- Mi amita, mire, mire a mi hijita, mientras se corre, mire como está lamiendo esta pollita.
La bebita bebe con frenesí la leche de su madre del pene del muchachito y sigue ayudando a su hijita con el vaivén suave para no lastimar la pequeña que tanto goce le está dando. La madre se ordeña y descarga.
El AMITA se deshace en un mar de miel. Su vagina chorrea a gusto mientras su cuerpo sigue cubierto de leche y aceite. La joven con su larga lengua sigue lamiendo la lengua y los pezoncitos de su AMITA.
La joven chupa y lame. El AMITA le toma su cabeza y hace que recoja la leche que cae en su cuerpo y que la bebita no puede comer. La joven la desparrama por la vulva. El muchacho parece estar por llegar
- Ven mi pequeñita, dice la madre, ven, ven toma lechecita de la vulva de tu ama, así muy bien, como te gusta.
La madre le quite la peque y la dirige a la vulva de su amita, que ayudada por la joven para que no caiga, lleva a la peque a que limpie de leche materna y miel tomando el botón del AMITA como un pezón más para deleitarse. Lo chupa con fuerza y la madre ahora descarga sus hilos de leche sobre la rajadura entre los labios vaginales del amita, que sigue descansando entre las cuatro sirvientas totalmente desnudas.
Los orgasmos se vienen como oleadas de placer. Inmenso y caliente. Es lo mejor. La pequeñita siente el cambio de sabor al acabar el AMITA, y parece agradarle esta nueva mezcla porque chupa con más y más fuerza, provocando otro orgasmo casi instantáneo.
Mientras la madre sigue excitando a la amita.
- Mire, mire a mi bebita, como le hace llegar, su placer, su orgasmo es el nuestro mi ama. Mi bebita está aquí solo para su vicio y perversión, así será siempre.
La joven negrita queda perpleja, mirando la abundancia de miel y se dedica a lamer con la bebita los restos que se deslizan por el exterior de la vulva y el hoyito de la cola.
RIQUEZA
PODER
PLACER
LUJURIA
VICIO
SUMISION Y OBEDIENCIA
Al parecer, las adquisiciones tienen todo lo apropiado.
El negrito hace ademán de tocarse y el latigazo del AMITA sobre su mano es inmediato. Mira consternado y apenas se le escapa un hilo de voz
- Perdón mi amita…No volverá a suceder
El AMITA ordena a la madre se arrodille para echar leche sobre su vulva.
Toma al negrito de la polla con su mano y lo acerca hasta quedar al lado de la negra madre.
-CHUPALO, vamos lámele bien toda su pollita, le dice a la madre
Lo chupó y lamió con maestría y conocimiento. El jovencito deliraba en un sueño de placer y el temor de acabar sin consentimiento.
La AMITA se acercaba a un nuevo orgasmo, la madre sin que se lo ordenara su ama, sabía muy bien que debía hacer, sin duda esta madre acumulaba mucha experiencia debió iniciarse en los harenes más viciosos del próximo oriente.
Roció con su leche la pollita del negrito, tomó a hijita para que comiera directamente de esa pollita.
- Mire mi ama, mire como mi bebita y yo devoramos esta pollita, que todavía no ha sacado leche. Abre la boquita, hijita, abre, enséñale a tu amita, lo putita que llegarás a ser
La madre abrió la boquita de su hijita con delicadeza, con la mirada suplicaba a su amita,
- por favor ordene la descarga imploraba la madre.
La amita concedió
LLENALA....LLENA LA BEBITA AHORA, DALE TODA TU LECHITA,
Ahhhhhhhhhhhhhhhhhh
El negrito al fin se dejaba ir por la succión de la pequeña, con ayuda de la madre, la bebita no podía con todo, su boquita rebosaba, pero su madre con un beso largo, lascivo recogía toda la lechita todavía aguada de la boca de su hijita.
Entre las dos compartían su propia leche, le madre lamía y chupaba la lengüita de su hijita y le daba de su propia boca la lechita que la bebita bebía con ganas.
La joven negrita tenía ahora toda la vulva del AMITA para ella y la disfrutó a conciencia, comiendo y bebiendo la miel que comenzaba a manar a conciencia de ella en la proximidad de un nuevo orgasmo.
La negra madre le sobaba los huevos al jovencito para exprimirle toda su lechita.
El orgasmo de la AMITA se dio al unísono
- Me corroooooooooooooooo,
El negrito descargó de nuevo ahora con más abundancia, una nueva descomunal descarga de semen aguado que hizo atorar la garganta de la beba. La retiraron un poco y la peque se había tragado una buena cantidad, por lo que protestó un poco al sentir le sacaban ese nuevo pezón que dejaba salir leche sin necesidad de hacer fuerza. El segundo chorro dio en los senos de la AMITA La peque estiraba la boca por más y la colocaron para recibir el tercer chorro del joven.
- Tome a mi bebita, deje que le limpie sus tetas.
El orgasmo del AMITA era brutal y sus piernas cerraron como candado la cabeza de la negra joven, pegándola a su vagina. La joven negrita comía, bebía y metía la lengua hasta lo más profundo del coñito de su ama que su naturaleza le permitía y este orgasmo largo se descomponía en miel a raudales.....
VICIO
LASCIVIA
PLACER
SUMISION
Al terminar, todos descansaron en silencio, sus rostros transmitían felicidad, hasta que la voz del AMITA interrumpió el descanso
Se levantó del lecho de sus cuatro criadas y volvió a recostarse en el sofá y mandó a sus adquisiciones la acompañaran también junto a ella.
Ordenó a las sirvientas.
¡LIMPIEN!, ¡LIMPIENNOS DE TODO ESTO!
Colocaron a la bebita sobre los pechos de la amita, se dedicó a lamer de ellos el semen restante mientras las cuatro sirvientas recorrían con la lengua los cuerpos de su amita y sus tres nuevas adquisiciones para dejarlos libre de los olores propios de la leche y el semen que llenaban sus cuerpos.
--AHORA DESAPAREZCAN Y QUE LAS BAÑEN---
--LUEGO ALGUIEN LES DIRÁ QUE HACER—
Una ducha rápida y para quitarse el olor de las siervas se fue al jacuzzi donde le esperaban su hermana mayor de 16 y su hermano menor de 12 junto con su otra hermana bebita de tan solo seis meses, de la cual ya os he hablado en mi primer relato riqueza y poder parte 1
Se tomaría un baño un baño con sus hermanos y quizás mandaría llamar a Fatu con alguno de sus hijitos, adoraba ser follada por esos nenitos ayudados por su madre y que le dieran esa dulce lechita que apenas sacaban. Luego acompañaría a sus hermanos al salón de masajes y para terminar tomaría un buen desayuno.
Ahora sí ha comenzado un buen día.
