Después de mucho tiempo y contando con el beneplácito de las protagonistas voy a narrar lo que sucedió en su día con Ana y su hija Raquel.
seguí viendo a Ana, y muy de tarde en tarde a Roció, pues bien Ana se convirtió en una buena sumisa y puta para su Señor, pero solo para mi, pues como recordaran los que leyeron mis anteriores relatos ella y su marido pertenecen al Opus y para el resto de la gente era una señora, madre, y abuela muy respetable.
Ana tiene una hija casada con dos niños, también por supuesto del Opus, además de clasista y pija.
Raquel que es como se llama la hija de Ana, es muy parecida a la madre, delgada y un pecho grande, un culo duro y resaltado, pero es rubia y con los ojos azules y demasiado estirada para mi gusto.
De gimnasio diario y de vestir lujoso, pijo y recatado, más de una vez según me contaba su madre había reñido con ella, porque Ana vestía muy llamativa para su gusto, y que para su edad eso no se veía bien.
Ana tenia como sabrán mucho tiempo libre, pues su marido era un cargo importante y siempre estaba de viaje, aunque Ana sospechaba que tenia una amante, pues a ella ni la tocaba cuando volvía de los viajes, cosa que Ana termino agradeciendo, pues como me decía le daba asco que la tocara, pues lo hacia con la luz apagada y cuando se corría que era al minuto se daba la vuelta y se dormía.
Pues bien, un viernes por la tarde, uno más de los que su marido se había ido de viaje e iba a estar toda la semana fuera, me llamo al trabajo y me dijo que necesitaba verme y hablar para desahogarse, pues acababa de reñir con Raquel, por algo relacionado con sus hijos, yo le dije que tenia la tarde liada, pero que me recogiese a las diez en la puerta de mi casa, pues iba a salir tarde de trabajar.
A las diez en punto ella estaba en la puerta esperando en su coche, así que me acerque a ella y subiéndome a su lado le dije que arrancase y que se dirigiera a su casa, que no me apetecía salir y que necesitaba descansar, pues llevaba unos días de mucho trabajo, ella se limito a asentir y dirigirse a su casa, mientras conducía la mire y como siempre iba arreglada, zapatos de tacón, falda gris por encima de las rodillas, medias negras con costura atrás y jersey de cuello vuelto y sin sujetador, porque se le notaban los pezones, que los tenia tiesos, no sabia si del frío o de la excitación, pues hacia mas de quince días que no nos veíamos, y tenia terminantemente prohibido correrse sin mi permiso o mi presencia. En el primer semáforo que paramos, le metí la mano en el coño y lo tenia ya mojado, muy mojado, la mire y le dije que era una puta, que ya estaba encendida, a lo que me contesto que llevaba mucho tiempo sin tocarse y solo con pensar en que hoy por fin iba a estar con su Amo, ya estaba excitada, y que si no se había corrido era porque yo se lo tenia prohibido.
Yo también llevaba unos días sin tener relaciones y estaba ya deseando follarme a mi perra, y usarla, y lo mas importante ser atendido durante unos días por ella en su casa, pues aunque a ella no se lo había dicho, yo había decidido quedarme allí, por lo que había cogido una bolsa con ropa de estar por casa, porque no pensaba salir en todo el fin de semana.
No tardamos mucho en entrar al garaje y aparcar, antes de salir la cogi del pelo y le di un morreo mientras pellizcaba sus pezones que estaban como piedras, y mientras lo hacia me pidió permiso para correrse pues ya no aguantaba más, yo la detuve y le dije que se saliese del coche, que lo hiciese fuera de pie, mirándome a los ojos, cosa que como buena perra hizo, yo la seguí fuera y mientras se metía la mano bajo la falda, yo me saque la polla y empecé a masturbarme también, aunque ella en dos segundos se corrió, así que me acerque a ella y ordenándole que se pusiera de rodillas y mirase como me masturbaba, aunque yo tarde poco muy poco en hacerlo pues llevaba unos días sin hacerlo, y explote en su cara, echándole toda la corrida.
Ella siguió de rodillas mirándome y sonriendo, sintiendo como le resbalaban los cuajarones de leche por toda la cara, le dije que se levantase y que no se limpiase hasta llegar a su casa, quería ver a mi guarra llena de la leche de su Señor, sin más se levanto y me siguió, pues yo tenia llave de todo, coche, casa, y hasta del piso de la playa, aunque nunca lo use, pero mi dominio sobre ella era total, entramos en el ascensor y le dimos al ático, por suerte, para ella, no encontramos a nadie.
Una vez en su casa, le pedí que me llenara su bañera, o piscina que es lo que parecía de grande que era, verdaderamente estaba cansado y lo necesitaba, ella sin limpiarse en ningún momento, se apresuro a llenarla y a preparármela a mi gusto, yo la seguía con la mirada satisfecho con su entrega, una vez llena y con sus respectivas sales, me desnude y me metí dentro del agua tumbándome y pidiéndole que me enjabonara y mientras me contara esa pelea que había tenido con Raquel.
Me dijo que la llamo a mediodía para ver si se podía quedar con sus nietos, este fin de semana, que ella se iba a ir con su marido a una convención en Sevilla, y que cuando le dijo que no, que tenia planeado salir con las amigas desde hace tiempo, eso era mentira, porque ella lo que quería era estar conmigo, que le preguntase a sus suegros a ver si se podían quedar ellos.
Al comentarle eso Raquel le colgó sin decirle nada, pero a los diez minutos la volvió a llamar para darle irónicamente las gracias, que ya lo tenia solucionado y que se quedaba su suegra con los niños pues iba a estar sola ese fin de semana.
Y ya empezó a echarle en cara sus salidas, su forma de vestir, que para la edad que tenia lo que tenia que hacer es estar en casa y salir solo a “misa” o con su padre, pero que con esa forma de comportarse parecía una buscona.
Al abrir los ojos vi que a ella se le habían saltado las lagrimas, por lo que le dije que no tenia que hacer caso y que lo que tenia que contarle era que su padre se dedicaba a otras cosas en sus viajes, y no precisamente a trabajar, pero Ana me dijo que su hija lo sabia, pero que por su educación y forma de ver la vida encima le echaba la culpa a su madre.
Le pedí que se desnudara se bañara y se relajara, que no quería verla así y que no tenia que hacer caso, que ya le gustaría a Raquel parecerse a ella aunque solo fuese en la clase, que ya pensaríamos algo.
Yo me fui al salón a ver la tele y la deje dándose una ducha, pues el baño solo yo se lo podía autorizar, y al rato apareció ella con su uniforme de casa para estar con su Amo, es decir zapatos de tacón de aguja y medias negras con costura, y con mejor cara.
Se acerco a mí y arrodillándose ante mí y apoyando su cara en mis piernas me dijo si quería cenar o tomar algo, pero como no me apetecía en ese momento que se fuese de mi lado y yo también estaba cansado le pedí que llamase a una pizzería y pidiese cualquier cosa.
Cuando sonó el portero automático nos llevamos un pequeño susto pues nos habíamos quedado medio dormidos, pues eran casi las once y media de la noche, cuando se levanto a abrir le dije que se pusiera un camisón y que abriese así, ella no dijo nada, solo se limito a levantarse ir al dormitorio colocarse el mini camisón y esperar a que subiera el repartidor.
Mala suerte era una chica, pero que se puso de todos los colores según me contó Ana al verla así, casi se le cae la pizza.
No habíamos hecho nada más que empezar a cenar cuando sonó el móvil de Ana, me pidió permiso para ver quien era, pues no era normal que la llamasen a esa hora al móvil y no a la casa, y vio que era Raquel, me miro y yo le dije que lo cogiera que podía ser importante.
La llamaba para ver por donde estaba, porque su marido al final no pudo ir al congreso porque tuvo un problema en el trabajo y tuvo que irse a Barcelona, y ella no le apetecía acompañarlo tan lejos porque no sabia si volvería el domingo o el lunes, así que como los niños estaban con su suegra quería quedar con ella y hablar.
Ana me miro con cara de preocupación porque no sabia que decirle a su hija, yo que había escuchado la conversación le dije con señas que si, que quedase con ella, así que le dijo de quedar en algún sitio a tomar algo, que la había pillado en casa que había subido a cambiarse la blusa que se le mancho mientras cenaba.
Quedaron en un pub que hay por una de las calles del centro, que es tranquilo y que se puede hablar tranquilamente sin agobios.
Cuando colgó me dijo que iba a hacer yo, a lo que le conteste que yo iría también aunque por mi cuenta y que me tendría que presentar como sobrino de Rocío, y que así no levantaría sospechas, del resto ya me encargaría yo.
Vi en Ana cara de preocupación, pero le dije que no se preocupara que solo pretendía ayudarla.
Me levante y me acerque al armario y saque una falda por encima de la rodillas negra y con raja al lado, y una blusa blanca algo transparente, y le di un sujetador negro de encaje, me miro pero no dijo nada solo se puso colorada pero se vistió y salio hacia donde había quedado con Raquel, yo también empecé a vestirme pero con tranquilidad y pensando en como someter a Raquel, cosa que veía difícil por lo poco que me había contado su madre, pero nada más pensarlo ya me estaba excitando.
Cuando llegue al pub entre y las vi en una mesa al final de la sala estaban un poco alteradas, así que me acerque a su mesa y haciéndome el encontradizo las salude y con toda la cara me senté entre Raquel y Ana.
Ana colorada y alterada, me presento a su hija, que también estaba acalorada, me fije en su vestuario, pantalón dockers azul marino, camisa ralph lauren y un pañuelo de seda que tampoco tendría que ser muy malo, y zapatos tipo bailarina, vamos muy mona y pija.
Ana tal y como quedamos me presento como sobrino de Rocío y que yo era el que más de una vez le había solucionado mas de una chapuza en casa, y que me estaba muy agradecida.
Raquel me miro con cara de enfado, porque le había cortado la conversación con su madre, pero yo para quitar hierro a la cosa le pregunte que bebía que estaba su copa vacía, ella se limito a decir que un gin tonic, así que llame al camarero y pedí para los tres,
Conseguí cambiar el tema de conversación, aunque me costo, pues por lo que se ve Raquel llevaba un calentón con lo de su madre que casi le daba igual que yo estuviese delante, además de un par de cubatas, más el otro que le pedí yo, por lo que además se estaba entonando con el alcohol, en un momento dado fui yo el que saco el tema, pero con otra orientación.
Le pregunte por su marido, le dije que como teniendo una rubia tan buena la dejaba sola un viernes noche, que si fuese mi mujer yo no la dejaría sola ni comprar el pan, Ana me miro entre sorprendida y asustada por como reaccionaria su hija.
Pero esta estaba ya un poco bebida, y solo se sonrojo, y me contesto que su marido estaba de viaje por problemas de trabajo, que ella no suele salir nunca a estas horas, y menos sin su marido, que la verdad es que llevaba como uno o dos años sin salir a estas horas.
Yo le dije que era una pena y que una mujer como ella no podía quedarse encerrada, que se fijase en su madre, en como ella disfrutaba de la vida sin molestar a nadie, que lo de quedarse encerrada ya no se estilaba, y hay metí el dedo en la llaga, porque se volvió a su madre y dijo que parecía una puta vistiéndose así y saliendo siempre que su padre no estaba, que eso era casi todos los días, y que ella no se parecía en nada a ella.
Hay me acerque a su oído y le dije que ya le gustaría a ella ser ni la mitad que su madre, que ella no era una puta, que era mi puta y que yo la usaba a mi antojo siempre que a mi me salía de los huevos, y que desde que estaba conmigo estaba mejor y más guapa, porque estaba servida, y que era mi sumisa, mi esclava.
Ana intentaba oír, pero entre el ruido de la música, la gente y que yo le hablaba a su hija al oído no se enteraba, pero viendo la cara que estaba poniendo Raquel, empezó a sospecharlo, porque también le estaba cambiando la cara.
Y que hoy también me la iba a follar a ella, porque si no todas sus amistades se iban a enterar de quien era su madre y que todo su mundo pijo de mierda se iba a desmoronar.
- Tú decides pija de mierda, te levantas y te vas ahora mismo y mañana todo el mundo sabrá de tu madre, porque tengo fotos.
En ese momento me dirigí a Ana y le dije:
- A que si puta a que tengo fotos de lo zorra que eres.
- Ana.- Si que tienes fotos mías cumpliendo con mis obligaciones de perra. (Esto lo dijo colorada como un tomate y muy nerviosa por no saber como iba a reaccionar Raquel)
- Y si te quedas vas ahora mismo al baño a quitarte las bragas y me las traes puta, porque seguro que eres tan puta como tu madre.
- Raquel.- Eres un cerdo déjame salir ahora mismo yo no soy ninguna puta
- Eres tan puta o más que tu madre zorra, pues tienes los pezones que te van a romper el sujetador.
Ana nos miraba con la cara desencajada, pero se le notaba excitada, no era la primera vez que le veía esa expresión de zorra.
Me levante y me hice a un lado para dejarla salir, ella se levanto y sin decir nada empezó a andar, pero se fue hacia los servicios, no hacia la calle, para la muy puta era más importante el que dirán y su estatus social que el que se la follaran, eso es un arma que aun hoy, las sigue haciendo débiles y entregadas a quien sabe usar esa baza.
Me acerque a Ana y le metí la mano bajo la falda y le toque el coño que estaba húmedo.
- Sabes me voy a follar a tu hija, y la vamos a emputecer por todo lo que te ha estado puteando.
-Ana.-Por favor no lo hagas, ella no es como yo, ella no lo podrá aguantar y menos disfrutar.
-Ya veremos puta, eso ya lo veremos, de momento ha ido al servicio a traerme sus bragas, y se que le gustara.
En ese momento llego Raquel y fue a sentarse junto a su madre, pero yo le indique que lo hiciera a mi lado
-Dame la braga puta.
Con la mirada baja metió la mano en el bolso y cogiendolas de tal forma que no se viera lo que había entre las manos me las entrego, yo las mire y la verdad eran preciosas, era braga no tanga, negras con mucho encaje y seda, mirándola a la cara me las lleve a la nariz y las olí, y estaban mojadas, muy mojadas, la muy puta se había excitado.
- Que bien huelen puta, y además están húmedas, al final vas a ser igual de zorra que la puta de tú madre.
Miro primero a su madre y luego a mí, y sus ojos se veían brillantes, entre la excitación, el odio y supongo que el alcohol.
Le dije paga tú esto y vamonos, tu madre y yo te esperamos fuera zorra.
Salimos Ana y yo, y mientras esperamos a que saliera Raquel,
-Ana.-Que tienes pensado?,
-Pues aun no lo se, pero algo hay que hacer porque sino ella te va a arruinar la vida, pero creo que esta muy necesitada, porque las bragas están muy húmedas y si se las ha quitado no creo yo que haya sido por lo que yo le he dicho, sino porque entre el alcohol y el enfado de no irse con tu yerno, y creo que un poco la envidia de que tú estas disfrutando y ella esta amargada.
Al minuto salio Raquel y mirándome desafiante mi dijo que se iba a casa
-Te vienes a casa de tu madre con ella y conmigo, vamos a hablar allí tranquilamente y no va a pasar nada que no quieras que pase. Pero vamos a dejar las cosas claras porque no voy a consentir que la perjudiques puta
-Raquel.-Yo no soy una puta no me lo digas más.
-Lo eres y no porque yo lo diga o porque creas que lo haces por tu madre, lo eres porque envidias como vive tu madre y tú no eres capaz, así que vamos a casa de tu madre y por el camino piensa que camino coger, si el volver a tu monótona y estupida vida o empezar a vivir y sentir?
Así que echamos a andar en dirección a la casa, yo agarre a Ana de la cintura y ella nos seguía unos metros detrás pero sin decir nada, solo seguía nuestros pasos, no tardamos mucho en llegar y una vez en el ascensor le dije a Raquel
-Este es el limite, si subes al ascensor será con todas las consecuencias, harás todo lo que yo te diga u ordene, o te puedes ir ahora mismo, pero si dices una sola palabra, tu mundo también se vendrá abajo.
Agacho la cabeza y entro en el ascensor, y una vez dentro le dije que se desnudaran las dos, Ana lo hizo sin rechistar, pero colorada como un tomate, se quito la falda y la blusa, quedándose solo en ropa interior, Raquel miraba pero no hacia nada, así que le solté un bofetón y se lo volví a repetir.
-Raquel.-Ahora mismo lo hago.
-A partir a ahora todas las frases las acabaras con si Señor o si Amo entendido zorra?
-Raquel.-Ahora mismo lo hago Señor.
Se quito la blusa, dejando un sujetador totalmente de encaje negro a juego con las bragas que yo tenia en mi bolsillo, y se quito los zapatos y los pantalones, quedándose solo con el sujetador y unos calcetines de media.
-Es la ultima vez que usas ese tipo de calcetín, si alguna vez te pones pantalones, siempre que te autorice yo, llevaras medias o nada, pero ni calcetín ni pantys entendido?
-Raquel.-Si Señor lo que Ud., diga, pero nunca he usado medias, solo pantys o calcetines.
-Pues será un buen motivo para ir mañana de compras, cuando nos levantemos iremos a tu casa a ver tu armario y tirar lo que no me guste.
Una vez dentro de la casa ella seguía aun un poco descolocada, así que le dije que se quitara esos calcetines y que fuese con su madre a vestirse como a mi me gusta.
A los diez minutos aparecieron las dos, y la verdad es que nada más que verlas en la puerta me puso la polla tiesa, la puta de Ana le había dado unas medias negra con costura trasera, y unos zapatos de tacón alto y fino, y totalmente depilada, la puta no disfrutaría mucho, pero se cuidaba.
Me acerque a ella y empecé a besarla y morrearla, al principio note resistencia, pero duro nada, ya que enseguida abrió la boca y respondió a mis besos, baje la mano hasta su coño y estaba mojado muy mojado, y empecé a tocarle el clítoris, acariciándolo y pellizcándolo, y sin esperármelo empezó a correrse como una perra y chillando, tanto que al principio me asuste y pensé que le pasaba algo, y es que jamás había visto correrse a nadie de esa manera, parecía que se estaba meando, me puso la mano totalmente mojada, además se sentó en el suelo porque sus piernas no la aguantaban, eso me sentó fatal y cogiendola del pelo la arrastre hasta el sofá y levantándola y poniéndola a cuatro patas como una perra, se la metí de golpe, pero estaba tan húmeda y mojada que entro con suma facilidad.
Ella no hacia nada más que gemir y chillar, así que empecé a azotarle el culo y a decirle que mis putas solo se corren cuando yo las autorizo, pero estaba como ausente y empezó otra vez a correrse, así que seguí follandomela y cuando me iba a correr le dije que ya que ella no pedía permiso para correrse yo tampoco, y me corrí en su coño sin dejar de azotarle el culo.
Cuando me salí de su coño mire a ver donde estaba Ana y la muy puta estaba contra la puerta del comedor masturbándose como una loca, pero sin correrse, la mire y le dije que se acercara a limpiarme la polla.
Ella se acerco y empezó a limpiarme la polla mientras con una mano seguía tocándose y con la otra me acariciaba los huevos, cosa que me encanta.
Mientras Raquel estaba aun en el sofá recuperándose y mirando como su madre me la chupaba, porque ya me la estaba chupando y poniéndome la polla otra vez en funcionamiento.
Mire a Raquel y le dije que se acercara y que me la chupara junto a su madre.
-Raquel.-Eso me da asco no lo he hecho nunca.
-Pues ya estas empezando, alguna vez tenía que ser la primera y que sea la última vez que me pones pegas o haces algo sin mi permiso.
Pero no se movía así que Ana se levanto, se acerco a ella y le soltó dos bofetones que hasta a mí me dolieron, la cogio del pelo y tirándola del sofá, le volvía a dar otro bofetón, diciéndole que es lo que tenia que a ver hecho hace años, y que empezara a chuparme la polla o le iba a poner la cara como tenia el culo.
Raquel se puso de rodillas y con las lagrimas saltadas, supongo que de las bofetadas de la madre y empezó a chuparmela, y era verdad que no lo había hecho nunca porque lo hacia muy mal, así que Ana le cogio la cabeza y empezó a marcale el ritmo y a decirle como usar la lengua y los dientes, porque a mi me gusta sentir el roce de los dientes en mi polla.
-Ana.-Ves puta así es como hay que hacerlo, cuanto más dura la notes es que mejor lo estas haciendo zorra.
Mientras Raquel me la chupaba yo empecé a morrearme con Ana y a meterle los dedos en el coño.
-Te quieres correr puta?
-Ana.-Si mi Amo, lo necesito, necesito correrme no aguanto más.
-Pues hazlo correte pero en lo boca de la puta de tú hija.
Al oír eso Raquel saco la polla de la boca e iba a decir algo, pero Ana no le dio tiempo la cogio del pelo con violencia y metiéndole el coño en su cara empezó a correrse, Raquel intentaba retirarse, pero Ana la tenia bien cogida y cuando termino de correrse, le dijo que se lo limpiara, que lo quería limpio y reluciente.
Raquel la miro con cara de miedo o estupefacción al ver el cambio de su madre, e intento retirarse y levantarse, pero Ana la volvió a coger del pelo y la tumbo en el suelo, sentándose encima de ella, poniéndole el coño en la boca, diciéndole que o se lo limpiaba o se ahogaba, pero que ella no se iba a levantar.
Yo me acerque a Ana y le metí la polla en la boca y empecé a follarmela, porque la verdad es que estaba ya a punto de correrme.
Cuando me iba a correr quite a Ana de encima de su hija y empecé a correrme en su cara y en sus tetas, que aun estaban metidas en su sujetador.
Ana se acerco a su hija y le dijo
-Quieres seguir puta, quieres ser la puta de mi Amo o quieres levantarte e irte a la calle?
-Raquel.-Quiero seguir zorra, quiero seguir y ser tan puta como tú, pero no me toques más no soy lesbiana y menos le voy a volver a comer el coño a la puta de mi madre.
En ese momento intervine yo y le di otro bofetón.
-Tú harás lo que yo te diga, le comerás el coño a quien yo diga, cuando diga y como diga, además no eres nadie para faltarle a tú madre, ella es mi zorra, mi puta, pero mientras yo no diga lo contrario ella es tu dueña y hará contigo lo que quiera, así le devolverás todos los insulto y malos ratos que le has hecho pasar estos años zorra.
Ella se limito a bajar la cabeza y asentir.
-Contesta como es debido puta.
-Raquel.-Si mi Amo así lo haré.
En eso Ana se le volvió a acercar y le dijo que la siguiera al baño, que su Amo aun no había terminado con ella.
Yo la entendí en seguida, eran varios años los que llevábamos viéndonos para saber que es lo que pretendía.
Raquel fue a levantarse, pero Ana le soltó otro bofetón.
-Ana.-De rodillas puta, sígueme a cuatro patas, nadie te ha dado permiso para levantarte.
Entraron en el baño y yo les seguí, una vez dentro de baño Ana le dio instrucciones a su hija de cómo tenia que ponerse, es decir de rodillas con al culo apoyado en los talones.
-Ana.-Abre la boca puta y como se te ocurra cerrarla o apartarte te muelo a hostias.
Así que me acerque y me puse a mearla entre la boca y su cuerpo, y Raquel más por miedo a su madre que a otra cosa no se movía y recibió la meada sin moverse, aunque le vinieron varias arcadas, pero no pasaron de ahí.
Cuando acabe de orinarme en la puta de Raquel mire el reloj y eran ya las cuatro de la mañana, así que di por terminada la sesión, le dije a Ana que se aseara y a la cama y que le pusiese a nuestra nueva puta unos cojines junto a nuestra cama y que iba a dormir allí, y que no se limpiara.
Raquel no hablaba solo miraba y asentía.
-Mañana cuando nos levantemos hablaremos sobre lo que ha pasado hoy y lo que vas a ser a partir a ahora…
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No me desperté hasta las doce de la mañana más o menos, totalmente despejado y empalmado, así que me levante y fui a ver dónde andaban las dos.
Sentí hablar en la cocina, por lo que me dirigí hacia allí, y lo que vi me gusto, Ana estaba sentada en una silla y Raquel de rodillas, y aun vestida como se quedó dormida, y Ana recién duchada y con el albornoz puesto.
-Ana.-Buenos días Amo, ha dormido bien? no quería despertarlo porque se le notaba cansado.
-Si puta, estaba cansado y he dormido bien, gracias a vosotras, y la puta de tu hija como ha pasado la noche?
En ese momento mire a Raquel, y tenía los ojos llorosos, pero no decía nada solo mantenía la cabeza agachada.
-Que le pasa a la zorra de tu hija?
-Ana.-Nada mi Amo, solo que se quería ir, decía que no iba a contar nada, pero que se quería marchar a casa, pero ya está solucionado, se queda y desea ser su puta si Ud., lo desea Señor.
-Y como es que ha accedido a quedarse
-Ana.-Le he recordado lo que paso anoche, lo que acepto anoche, lo que disfruto anoche, y aunque le ha costado al final ha reconocido que es la primera vez que tenía un orgasmo así, que jamás pensó que se podía tener tan intenso, pero la muy puta dice que eso está mal, jajajajaja, será estúpida.
Raquel seguía sin levantar la cabeza y sin decir nada, así que me puse delante de ella y mirándola le dije que me la chupara, que iba a empezar la mañana desayunando leche.
-Ana.-Vamos zorra, a que esperas, si lo estas deseando.
La hija levanto la cabeza y se metió la polla en la boca, empezando a chupar, tal y como le había indicado su madre la noche pasada, mientras con la otra mano empezó a masturbarse, pero Ana se dio cuenta y situándose detrás de ella, se agacho y le dijo que quien coño le había dado permiso para tocarse, que ella era solo Mi puta y que mientras yo no lo autorizara no se podía ni tocar y menos correrse.
Raquel cogió y puso sus manos en la espalda, pero Ana le cogió una mano y se la llevo a su coño diciéndole que la masturbara.
-Ana.-Mi Amo me permite usar a su perra, a la hija de su puta.
-Tienes mi permiso para hacer lo que desees con la puta de tu hija, zorra, ya te lo dije ayer, este fin de semana la vamos a usar a nuestro antojo.
-Ana.-Gracias mi Señor, jamás pensé que iba a devolverle todos sus insultos y de una forma tan placentera para mí.
Raquel seguía chupando y gimiendo, a la muy zorra le gustaba eso, y estaba a punto de correrse.
-Zorra me voy a correr, no quiero que se te escape ni una gota de mi leche.
Y en ese momento empecé a correrme y ella a tragar, le vino alguna que otra arcada, pero la muy puta no se retiró y siguió tragando, y una vez que termino empezó a limpiármela con la lengua muy suave y dulcemente, como dándome las gracias, mientras su madre la tenía cogida del pelo, y cuando vio que termino conmigo le pego un tirón brusco que la hizo chillar y le puso el coño en la boca, ordenándole que siguiera ahora con el coño de su puta madre, que la iba a tener todo el día así hasta dejarle la lengua insensible. Raquel siguió comiéndole el coño a su madre hasta que esta se corrió.
Yo di por terminada la sesión mañanera y les dije que iba a ducharme y que luego lo harían ellas, que iríamos primero a mi casa para coger ropa para salir, pues como no pensaba salir todo lo que tenía era para estar por casa y la ropa que llevaba el día anterior puesta, y que luego iríamos a casa de Raquel a ver su armario y tirar lo que no me gustara y luego a comprar ropa más acorde con su nueva vida de puta de MI puta.
Ana se puso una falda negra con medias y tacones de aguja, y ropa interior negra de encaje, y Raquel con la ropa que llevaba puesta el día anterior, pero sin bragas, estas pasaron a mi colección.
En mi casa no nos entretuvimos nada, pues solo fue cambiarme de ropa y coger algo más por si había algún cambio más de planes, de mí casa nos fuimos directamente a casa de Raquel, ella vivía a las afueras de Granada en una urbanización de chalets de lujo, entramos directamente en la casa, pues ella llevaba el mando de la puerta en su bolso.
El chalet era de lujo, pista de tenis y piscina y bastante zonas verdes, pero lo que más me gusto es que desde fuera nadie podía ver lo que ocurriese dentro.
La casa por dentro no estaba nada mal, la verdad es que tenía buen gusto para la decoración la zorra. En la planta de abajo tenía un salón enorme, una salita donde hacían normalmente la vida, una cocina enorme y de muy buen gusto, dos baños y otra habitación donde vivía la mujer que tenían interna, que no estaba pues al creer que no iban a estar le habían dado el fin de semana libre y se había ido a casa de sus padres en Úbeda.
Yo estaba alucinado con lo que me estaba enseñando Raquel, que por lo que supe luego ya estaba instruida por Ana y lo estaba haciendo porque sabía que me iba a gustar conocer todos los rincones de su casa, y por ultimo subimos a la planta de arriba, donde tenían cinco habitaciones, todas con baño, dos de ellas eran de sus hijos muy ordenadas y bien decoradas, y otras dos habitaciones para invitados, también provistas de todo, y por ultimo entramos en su habitación, enorme con un vestidor que era como mi dormitorio de grande, con todo muy ordenado y muy cuco.
-Raquel.- aquí tiene mi ropa Señor, todo está ordenado dependiendo de la época, aquí tiene Ud., la ropa de invierno, y en este lado la de verano, y en los cajones tengo toda mi ropa interior.
-Muy bien perra vamos a ver la ropa, pero desnúdate ahora mismo puta, no quiero verte más con pantalones en mí presencia.
Rápidamente se desnudó, y al quitarse los pantalones vi que la parte que roza el coño estaba totalmente mojada, por lo que le pregunte si es que se había meado, aunque sabía que no era eso quería forzarla a que se soltara hablando como la perra en la que la quería convertir.
-Raquel.- No mi Amo no me he meado, pero estoy terriblemente excitada y con ganas de que me use, quiero volver a sentir como ayer mi Señor.
-Muy bien puta, lo harás, si sigues así te convertirás en una buena puta, además de que tu madre te adiestrara en mi ausencia.
Empecé a abrir cajón por cajón y en el primero estaban todas sus bragas, saque el cajón entero y tire al suelo todo su contenido ya que todas las bragas que había eran horribles, de todos los colores pero antiguas.
-Que bragas son estas perra?
-Raquel.-Señor estas son las de diario, son las que uso normalmente.
-Pues todas a la basura perra, jamás quiero que uses algo tan feo y asqueroso para la vista.
Abrí el segundo cajón y estaba lleno de calcetines tipo media y de pantys de todos los colores y dibujos y alguno tengo que reconocer que muy bonitos, pero hice lo mismo que con el primer cajón, tire todo su contenido al suelo.
-Como te dije ayer a partir de ahora solo medias o nada, jamás usaras un calcetín de este tipo, lleves lo que lleves perra.
-Raquel.- Así será Señor, será lo próximo que haga renovar todo esto a su gusto.
En el tercer cajón estaba lleno de bragas, pero la mayoría de seda y muy de mí gusto a excepción de algún color beige o champán, que cogí y también las tire.
En el siguiente cajón solo había sujetadores compañeros a las bragas que tire, por lo que fueron también todas al suelo.
Y en el último cajón de esa cajonera estaban también los sujetadores compañeros a las bragas de mi gusto, así que tire todos los que no me gustaban su color.
Ana mientras tanto estaba sentada en la cama observando con una sonrisa todo lo que estaba aconteciendo en el vestidor, viendo como su hija solo se limitaba a asentir y observar como iba yo tirando todo lo que no me gustaba.
Yo seguía con mi inspección, y ahora me fui a la otra cajonera donde ella me dijo que todo lo que había eran calcetines y ropa deportiva que usaba para el gimnasio, yo los fui abriendo uno a uno, y tire toda la que no me gustaba, había algunos sujetadores deportivos que fueron todos al suelo así como alguna braga tipo culote, que también las tire, de ahí me fui a donde estaba toda su ropa y observe que tenía más pantalones que faldas, todos muy bonitos y pijos.
-Los pantalones te los voy a dejar no los voy a tirar, aunque sé que el cornudo de tu marido no se iba a dar cuenta, tampoco quiero ponerte en un compromiso, pero no los usaras jamás a no ser que yo te lo diga, como has visto te he tirado toda la ropa interior deportiva, a partir de ahora iras al gimnasio sin ropa interior, y cuando tenga más tiempo iremos a comprártela a mi gusto, ahora solo tienes chandals y algún que otro pantalón, pero son feos y nada ajustados.
-Raquel.-Gracias Señor por dejarme la ropa, pero mi marido no es un cornudo y no...
No le dio tiempo a terminar pues le di un bofetón y le dije que su marido era un cornudo igual que su padre, pero que se lo merece por no saber cuidarte y darte lo que necesitas puta.
-Y ahora ponte junto a la cama a cuatro patas perra, que voy a usar tu cama para follarme a la perra de tu madre.
Con las lágrimas saltadas se fue y se puso tal y como le dije, así que yo me fui hacia Ana y empecé a morrearme con ella y a quitarle la blusa que llevaba, y bajándole el sujetador empecé a comerle las tetas y a morderle los pezones. Le subí la falda y echándole la braga a un lado se la metí de un golpe en un coño que ya estaba mojado y caliente, y empecé a follármela mientras le pellizcaba los pezones y le escupía en la cara, recordándole lo perra que era y lo que me gustaba follármela, mientras tanto Raquel miraba como me follaba a su madre, y gimiendo, con la respiración muy agitada, la muy perra estaba excitada, así que saliéndome de su madre le dije que se subiera en la cama que ahora le tocaba a ella, sin pensarlo pego un salto y casi tira a su madre de la cama, por lo que le solté una bofetada diciéndole que para ella su madre era una diosa y que ella solo es una perra para servir cualquier deseo de su madre y mío, me miro con cara de preocupación, como pensando que se había quedado sin polla, pero no era así, porque la verdad es que me apetecía y mucho follármela, la tumbe en la cama y se la metí en el coño, pero al igual que el día anterior solo con sentirla dentro empezó a correrse y a chillar como una perra.
Ana al ver los chillidos de Raquel se subió encima y le puso el coño en la boca para que se lo comiera.
-Ana.-Cómeme el coño zorra, quiero correrme en la boca de la puta de mi hija, no pares perra, que te muelo a hostias.
Yo seguía follándomela, y ella no paraba de convulsionar, pero no se atrevía a quitar su boca del coño de su madre.
Como aun no me quería correr, me salí de su coño y empecé a comérselo y a mordisquear el coño, al sentir el primer mordisco empezó a correrse otra vez, dejándome la boca llena de jugos y la cama perdida de sus jugos, me incorpore y me puse a besar a Ana, para que supiera a que sabía su hija, en ese momento Ana retirándose de mi boca me pidió permiso para correrse así que se lo di, y también empezó a convulsionar todo su cuerpo y se corrió como la verdad hacía tiempo que no la veía hacerlo. Raquel aun viendo como su madre se había corrido no se atrevía a parar de chuparle el coño, pero yo también quería correrme en su boca así que le ordene a Ana que se quitara que me la iba a follar por la boca. Ana sabiendo como me gusta cuando estoy en la cama cogió a Raquel de los pelos y la quito de la cama, cediéndome a mí el centro de la cama, así que volvió a coger a Raquel y la llevo hasta mi polla ordenándole que se esmerara que ayer ya recibió su primera clase.
-Chúpala bien guarra, y tú Ana lámeme el cuerpo, quiero sentir tu lengua mientras la perra de tu hija me la come.
Aunque aún se le notaba su falta de experiencia ya lo hacía mejor que día antes, pero viendo que aún le faltaba, la cogí del pelo y empecé a marcarle el ritmo, y así la tuve hasta que me corrí, lo hice sin avisar, pero a pesar de que le vino alguna arcada se lo trago todo, y siguió chupándola hasta dejarla limpia, mientras su madre estaba junto a ella masturbándose y mirándome pidiéndome permiso para correrse, cosa que hice, y volvió a explotar en un orgasmo fuerte que no trato en ningún momento de acallar, por lo que lo hizo gritando.
-Ana.-Puta ven a limpiarme el coño, lo quiero limpio muy limpio zorra.
-Raquel.- Si mi Señora, ahora mismo se lo limpio.
Era la primera vez que trataba así a su madre, pero me gusto y me sorprendió, creo que de todas las sumisas que he adiestrado y tratado es la que antes ha sabido aceptar su condición y aún sin conocer este mundo la que mejor ha respondido.
Cuando acabo se dirigió a mi y me dijo que si me quería bañar o duchar?, a lo que yo le conteste que si que me quería duchar, pues se hacía tarde y teníamos que ir de compras y a comer. Se levantó de la cama y se fue al baño a prepararme la ducha, yo las mire a las dos y les dije que ellas no se ducharían, y le pedí a Ana que buscara ropa para la puta de su hija.
Raquel volvió del baño con una toalla para mí y me dijo que mientras me duchaba ella iba a cambiar toda la ropa de la cama, a lo que yo le dije que no, que quería esas sabanas así, como estaban, quería que el cornudo de su marido durmiese en ellas llenas del olor de la perra de su suegra y del mío.
-Raquel.- Lo que Ud. desee mi Señor, no las cambiare.
Yo me fui a la ducha y mientras Ana se quedó buscando ropa para Raquel.
Cuando salí de la ducha ellas ya estaban preparadas para irnos. Ana había escogido una falda color granate a juego con una blusa, y sujetador y bragas también del mismo color, y unos zapatos de tacón, también a juego, aunque el tacón era mediano, ya que ella no tenia de tacón de aguja, y a pesar del frío que hacia fuera no se había puesto medias, así que yo me fui al vestidor y me puse a rebuscar en el suelo algún panty que fuese a juego, vi uno que me gusto, la mire y le pedí unas tijeras, salió un momento de la habitación y volvió con las tijeras, así que le dije que se pusiera los pantys. Una vez puestos me acerque a ella y le dije que se tumbara en la cama, cogí las tijeras y le recorte toda la parte del coño. Una vez terminado les dije que nos íbamos al Corte Ingles a comprar y ya comeríamos por allí cerca.
Fuimos los tres hacia el coche, y una vez junto a el, le dije a Raquel que ella conduciría, y que Ana y yo iríamos detrás, pues ella era nuestra sirvienta y sumisa.
Una vez en el Corte Ingles, nos dirigimos directamente a la sección de lencería, y entre Ana y yo escogimos medias, ligueros y conjuntos de bragas, tangas y sujetadores, por ultimo cogí una medias que fuesen con la ropa que llevaba puesta y un par de conjuntos para Ana, y se lo di todo a Raquel para que lo pagase, la verdad es que la vendedora se llevó una buena comisión, pues la cuenta paso de las 80.000,-Ptas. Cuando termino de pagar le di las medias que había elegido a juego con la ropa y delante de la vendedora le dije que fuese a cambiarse y que tirara las que llevaba puestas, pues no le podía meter mano bien. Tanto la vendedora como Raquel se pusieron rojas, pero ninguna dijo nada, Raquel se fue directamente a los vestidores a cambiarse, mientras Ana y yo nos quedamos esperándola.
De allí nos fuimos a comer a un sitio cercano, una buena comida, acompañado de un buen vino y todo a cuenta de Raquel, a la cual se le veía muy a gusto en su papel, ella llevaba todas las bolsas y caminaba detrás de su madre y de mí.
Durante la comida, yo me encontraba junto a ella y su madre frente a nosotros, y en un momento determinado metí la mano bajo la mesa y la lleve a su coño, el cual está húmedo, la muy zorra disfrutaba siendo usada como sirvienta, así que empecé a acariciarle el clítoris suavemente, mirándola a la cara, pero era increíble como se ponía, soltó el cubierto y se agarró con las manos a ambos lados de la silla.
-Raquel.- Si no para mi Señor me voy a correr, y se va a enterar todo el mundo, por favor se lo ruego no siga.
-Debes de aprender a controlarte perra, debes aprender a no correrte sin mi permiso y si te lo doy a aceptar todas las consecuencias o lo controlas o gritas, a mi eso no me importa perra no voy a ser yo el que se ponga en evidencia.
-Ana.- Eres una perra y una puta zorra, y no se te ocurra correrte sin su permiso o sufrirás tu primer castigo.
-Raquel.- No puedo uhmmm, no puedo, déjeme correrme Señor, por favor no aguanto más.
-Tú sabrás perra si te corres se va a dar cuenta todo el mundo, tienes mi permiso, quiero ver como sales de esta puta.
Y sin más empezó a correrse a dar pequeños saltos en la silla y cuando no pudo más soltó un pequeño grito que hizo que todo el mundo que estaba allí se fijara en nuestra mesa, menos mal que no había mucha gente. El camarero se acercó corriendo a ver que pasaba, menos mal que Ana estuvo atenta y al quite y dijo que no pasaba nada, que era su hija y que de vez en cuando sufría pequeños ataques epilépticos.
Poco a poco fue recuperando la compostura, y dándose cuenta de lo que había hecho, así que no sabía donde mirar y casi se le saltan las lágrimas, pero yo para no darle tiempo a pensar, cogí la servilleta y haciendo como que le limpiaba el sudor, le metí mis dedos aun húmedos en la boca, ordenándole que los limpiara y que saboreara sus jugos y su corrida, y aunque al principio dudo, en seguida se puso a lamerlos dejándomelos muy limpios.
Cuando terminamos de comer, las lleve a una zapatería del centro donde ya nos conocían a Ana y a mí de otras veces, nada más vernos la dependienta se acercó para ver que queríamos, yo solo me limite a decirle que buscábamos un par de zapatos de tacón de aguja. Nos enseñó varios modelos de los cuales me decidí por dos de ellos, y les dije que se los probase a Raquel. La muchacha le dijo a Raquel que se sentara para que se los probase. Raquel estaba un poco descolocada pues no sabía que su madre y alguna amiga más, como Rocío o mi ex jefa eran clientas asiduas y siempre iban acompañadas por mí.
Raquel se sentó y la dependienta le probó los zapatos, pero de tal forma que se le veían el final de las medias y el coño, por lo que la cara de Raquel era todo un poema.
Le venían perfectos, así que le dije a Raquel que pagara los zapatos, y que se pusiera los que ella quisiera y que los que llevaba puestos se los diera a la dependienta para que los tirara.
Cuando estaba pagando la dependienta le dijo que tenía buena pinta para ser una zorra y que yo era un buen Amo, esto aun hizo que se pusiera más roja, porque no se esperaba esas palabras. Ella no sabía que la dependienta era también sumisa y que su Amo y marido era un conocido mío, y aun siguen siendo pareja aunque por motivos laborales ahora residen en Barcelona.
Salimos de la tienda y les dije que nos íbamos ya para la casa.
-Cuando regresa el cornudo de tu marido?
-Raquel.- En principio mañana por la tarde mi Señor, pero lo mismo no viene hasta el lunes.
-Pues entonces nos vamos a tu casa, nos vas a servir en tu propia casa perra, hoy y mañana esa casa va a ser la de tu madre y la mía puta.
-Raquel.- Lo que Uds., deseen, quiero que sepan que estoy pasando el mejor día de mi vida junto con lo de anoche y haré todo lo que deseen.
-Muy bien zorra pues andando que ya estoy cansado.
Nos dirigimos al parking a recoger el coche, pero esta vez le dije a Ana que conduciría ella, pues quería usar a su hija mientras íbamos hacia la casa.
Una vez dentro del coche le dije a Raquel que se quitara las bragas y se sentara sobre su culo, cosa que hizo sin rechistar, conforme salimos del parking le cogí la cabeza y se la lleve hasta mi polla, y ella empezó a chupármela con muchas ganas, como si le fuese la vida en ello, mientras yo le metí la mano por el escote y empecé a pellizcarle las tetas, y no habíamos andado ni cinco minutos cuando la puta empezó a correrse sin mi permiso. Por lo que la incline aun más sobre mi y le di dos azotes muy fuertes en el culo, además le dije que ya no se lo advertía más y que cuando llegásemos a la casa iba a recibir su primer castigo, ella no decía nada, seguía chupando y mamando la polla con ansia, y cuando estábamos entrando por la puerta me corrí sin avisarle, advirtiéndole que como derramase una gota el castigo seria aun peor, por lo que se lo trago todo y me limpio la polla dejándola reluciente.
Una vez dentro...
CONTINUARA…
seguí viendo a Ana, y muy de tarde en tarde a Roció, pues bien Ana se convirtió en una buena sumisa y puta para su Señor, pero solo para mi, pues como recordaran los que leyeron mis anteriores relatos ella y su marido pertenecen al Opus y para el resto de la gente era una señora, madre, y abuela muy respetable.
Ana tiene una hija casada con dos niños, también por supuesto del Opus, además de clasista y pija.
Raquel que es como se llama la hija de Ana, es muy parecida a la madre, delgada y un pecho grande, un culo duro y resaltado, pero es rubia y con los ojos azules y demasiado estirada para mi gusto.
De gimnasio diario y de vestir lujoso, pijo y recatado, más de una vez según me contaba su madre había reñido con ella, porque Ana vestía muy llamativa para su gusto, y que para su edad eso no se veía bien.
Ana tenia como sabrán mucho tiempo libre, pues su marido era un cargo importante y siempre estaba de viaje, aunque Ana sospechaba que tenia una amante, pues a ella ni la tocaba cuando volvía de los viajes, cosa que Ana termino agradeciendo, pues como me decía le daba asco que la tocara, pues lo hacia con la luz apagada y cuando se corría que era al minuto se daba la vuelta y se dormía.
Pues bien, un viernes por la tarde, uno más de los que su marido se había ido de viaje e iba a estar toda la semana fuera, me llamo al trabajo y me dijo que necesitaba verme y hablar para desahogarse, pues acababa de reñir con Raquel, por algo relacionado con sus hijos, yo le dije que tenia la tarde liada, pero que me recogiese a las diez en la puerta de mi casa, pues iba a salir tarde de trabajar.
A las diez en punto ella estaba en la puerta esperando en su coche, así que me acerque a ella y subiéndome a su lado le dije que arrancase y que se dirigiera a su casa, que no me apetecía salir y que necesitaba descansar, pues llevaba unos días de mucho trabajo, ella se limito a asentir y dirigirse a su casa, mientras conducía la mire y como siempre iba arreglada, zapatos de tacón, falda gris por encima de las rodillas, medias negras con costura atrás y jersey de cuello vuelto y sin sujetador, porque se le notaban los pezones, que los tenia tiesos, no sabia si del frío o de la excitación, pues hacia mas de quince días que no nos veíamos, y tenia terminantemente prohibido correrse sin mi permiso o mi presencia. En el primer semáforo que paramos, le metí la mano en el coño y lo tenia ya mojado, muy mojado, la mire y le dije que era una puta, que ya estaba encendida, a lo que me contesto que llevaba mucho tiempo sin tocarse y solo con pensar en que hoy por fin iba a estar con su Amo, ya estaba excitada, y que si no se había corrido era porque yo se lo tenia prohibido.
Yo también llevaba unos días sin tener relaciones y estaba ya deseando follarme a mi perra, y usarla, y lo mas importante ser atendido durante unos días por ella en su casa, pues aunque a ella no se lo había dicho, yo había decidido quedarme allí, por lo que había cogido una bolsa con ropa de estar por casa, porque no pensaba salir en todo el fin de semana.
No tardamos mucho en entrar al garaje y aparcar, antes de salir la cogi del pelo y le di un morreo mientras pellizcaba sus pezones que estaban como piedras, y mientras lo hacia me pidió permiso para correrse pues ya no aguantaba más, yo la detuve y le dije que se saliese del coche, que lo hiciese fuera de pie, mirándome a los ojos, cosa que como buena perra hizo, yo la seguí fuera y mientras se metía la mano bajo la falda, yo me saque la polla y empecé a masturbarme también, aunque ella en dos segundos se corrió, así que me acerque a ella y ordenándole que se pusiera de rodillas y mirase como me masturbaba, aunque yo tarde poco muy poco en hacerlo pues llevaba unos días sin hacerlo, y explote en su cara, echándole toda la corrida.
Ella siguió de rodillas mirándome y sonriendo, sintiendo como le resbalaban los cuajarones de leche por toda la cara, le dije que se levantase y que no se limpiase hasta llegar a su casa, quería ver a mi guarra llena de la leche de su Señor, sin más se levanto y me siguió, pues yo tenia llave de todo, coche, casa, y hasta del piso de la playa, aunque nunca lo use, pero mi dominio sobre ella era total, entramos en el ascensor y le dimos al ático, por suerte, para ella, no encontramos a nadie.
Una vez en su casa, le pedí que me llenara su bañera, o piscina que es lo que parecía de grande que era, verdaderamente estaba cansado y lo necesitaba, ella sin limpiarse en ningún momento, se apresuro a llenarla y a preparármela a mi gusto, yo la seguía con la mirada satisfecho con su entrega, una vez llena y con sus respectivas sales, me desnude y me metí dentro del agua tumbándome y pidiéndole que me enjabonara y mientras me contara esa pelea que había tenido con Raquel.
Me dijo que la llamo a mediodía para ver si se podía quedar con sus nietos, este fin de semana, que ella se iba a ir con su marido a una convención en Sevilla, y que cuando le dijo que no, que tenia planeado salir con las amigas desde hace tiempo, eso era mentira, porque ella lo que quería era estar conmigo, que le preguntase a sus suegros a ver si se podían quedar ellos.
Al comentarle eso Raquel le colgó sin decirle nada, pero a los diez minutos la volvió a llamar para darle irónicamente las gracias, que ya lo tenia solucionado y que se quedaba su suegra con los niños pues iba a estar sola ese fin de semana.
Y ya empezó a echarle en cara sus salidas, su forma de vestir, que para la edad que tenia lo que tenia que hacer es estar en casa y salir solo a “misa” o con su padre, pero que con esa forma de comportarse parecía una buscona.
Al abrir los ojos vi que a ella se le habían saltado las lagrimas, por lo que le dije que no tenia que hacer caso y que lo que tenia que contarle era que su padre se dedicaba a otras cosas en sus viajes, y no precisamente a trabajar, pero Ana me dijo que su hija lo sabia, pero que por su educación y forma de ver la vida encima le echaba la culpa a su madre.
Le pedí que se desnudara se bañara y se relajara, que no quería verla así y que no tenia que hacer caso, que ya le gustaría a Raquel parecerse a ella aunque solo fuese en la clase, que ya pensaríamos algo.
Yo me fui al salón a ver la tele y la deje dándose una ducha, pues el baño solo yo se lo podía autorizar, y al rato apareció ella con su uniforme de casa para estar con su Amo, es decir zapatos de tacón de aguja y medias negras con costura, y con mejor cara.
Se acerco a mí y arrodillándose ante mí y apoyando su cara en mis piernas me dijo si quería cenar o tomar algo, pero como no me apetecía en ese momento que se fuese de mi lado y yo también estaba cansado le pedí que llamase a una pizzería y pidiese cualquier cosa.
Cuando sonó el portero automático nos llevamos un pequeño susto pues nos habíamos quedado medio dormidos, pues eran casi las once y media de la noche, cuando se levanto a abrir le dije que se pusiera un camisón y que abriese así, ella no dijo nada, solo se limito a levantarse ir al dormitorio colocarse el mini camisón y esperar a que subiera el repartidor.
Mala suerte era una chica, pero que se puso de todos los colores según me contó Ana al verla así, casi se le cae la pizza.
No habíamos hecho nada más que empezar a cenar cuando sonó el móvil de Ana, me pidió permiso para ver quien era, pues no era normal que la llamasen a esa hora al móvil y no a la casa, y vio que era Raquel, me miro y yo le dije que lo cogiera que podía ser importante.
La llamaba para ver por donde estaba, porque su marido al final no pudo ir al congreso porque tuvo un problema en el trabajo y tuvo que irse a Barcelona, y ella no le apetecía acompañarlo tan lejos porque no sabia si volvería el domingo o el lunes, así que como los niños estaban con su suegra quería quedar con ella y hablar.
Ana me miro con cara de preocupación porque no sabia que decirle a su hija, yo que había escuchado la conversación le dije con señas que si, que quedase con ella, así que le dijo de quedar en algún sitio a tomar algo, que la había pillado en casa que había subido a cambiarse la blusa que se le mancho mientras cenaba.
Quedaron en un pub que hay por una de las calles del centro, que es tranquilo y que se puede hablar tranquilamente sin agobios.
Cuando colgó me dijo que iba a hacer yo, a lo que le conteste que yo iría también aunque por mi cuenta y que me tendría que presentar como sobrino de Rocío, y que así no levantaría sospechas, del resto ya me encargaría yo.
Vi en Ana cara de preocupación, pero le dije que no se preocupara que solo pretendía ayudarla.
Me levante y me acerque al armario y saque una falda por encima de la rodillas negra y con raja al lado, y una blusa blanca algo transparente, y le di un sujetador negro de encaje, me miro pero no dijo nada solo se puso colorada pero se vistió y salio hacia donde había quedado con Raquel, yo también empecé a vestirme pero con tranquilidad y pensando en como someter a Raquel, cosa que veía difícil por lo poco que me había contado su madre, pero nada más pensarlo ya me estaba excitando.
Cuando llegue al pub entre y las vi en una mesa al final de la sala estaban un poco alteradas, así que me acerque a su mesa y haciéndome el encontradizo las salude y con toda la cara me senté entre Raquel y Ana.
Ana colorada y alterada, me presento a su hija, que también estaba acalorada, me fije en su vestuario, pantalón dockers azul marino, camisa ralph lauren y un pañuelo de seda que tampoco tendría que ser muy malo, y zapatos tipo bailarina, vamos muy mona y pija.
Ana tal y como quedamos me presento como sobrino de Rocío y que yo era el que más de una vez le había solucionado mas de una chapuza en casa, y que me estaba muy agradecida.
Raquel me miro con cara de enfado, porque le había cortado la conversación con su madre, pero yo para quitar hierro a la cosa le pregunte que bebía que estaba su copa vacía, ella se limito a decir que un gin tonic, así que llame al camarero y pedí para los tres,
Conseguí cambiar el tema de conversación, aunque me costo, pues por lo que se ve Raquel llevaba un calentón con lo de su madre que casi le daba igual que yo estuviese delante, además de un par de cubatas, más el otro que le pedí yo, por lo que además se estaba entonando con el alcohol, en un momento dado fui yo el que saco el tema, pero con otra orientación.
Le pregunte por su marido, le dije que como teniendo una rubia tan buena la dejaba sola un viernes noche, que si fuese mi mujer yo no la dejaría sola ni comprar el pan, Ana me miro entre sorprendida y asustada por como reaccionaria su hija.
Pero esta estaba ya un poco bebida, y solo se sonrojo, y me contesto que su marido estaba de viaje por problemas de trabajo, que ella no suele salir nunca a estas horas, y menos sin su marido, que la verdad es que llevaba como uno o dos años sin salir a estas horas.
Yo le dije que era una pena y que una mujer como ella no podía quedarse encerrada, que se fijase en su madre, en como ella disfrutaba de la vida sin molestar a nadie, que lo de quedarse encerrada ya no se estilaba, y hay metí el dedo en la llaga, porque se volvió a su madre y dijo que parecía una puta vistiéndose así y saliendo siempre que su padre no estaba, que eso era casi todos los días, y que ella no se parecía en nada a ella.
Hay me acerque a su oído y le dije que ya le gustaría a ella ser ni la mitad que su madre, que ella no era una puta, que era mi puta y que yo la usaba a mi antojo siempre que a mi me salía de los huevos, y que desde que estaba conmigo estaba mejor y más guapa, porque estaba servida, y que era mi sumisa, mi esclava.
Ana intentaba oír, pero entre el ruido de la música, la gente y que yo le hablaba a su hija al oído no se enteraba, pero viendo la cara que estaba poniendo Raquel, empezó a sospecharlo, porque también le estaba cambiando la cara.
Y que hoy también me la iba a follar a ella, porque si no todas sus amistades se iban a enterar de quien era su madre y que todo su mundo pijo de mierda se iba a desmoronar.
- Tú decides pija de mierda, te levantas y te vas ahora mismo y mañana todo el mundo sabrá de tu madre, porque tengo fotos.
En ese momento me dirigí a Ana y le dije:
- A que si puta a que tengo fotos de lo zorra que eres.
- Ana.- Si que tienes fotos mías cumpliendo con mis obligaciones de perra. (Esto lo dijo colorada como un tomate y muy nerviosa por no saber como iba a reaccionar Raquel)
- Y si te quedas vas ahora mismo al baño a quitarte las bragas y me las traes puta, porque seguro que eres tan puta como tu madre.
- Raquel.- Eres un cerdo déjame salir ahora mismo yo no soy ninguna puta
- Eres tan puta o más que tu madre zorra, pues tienes los pezones que te van a romper el sujetador.
Ana nos miraba con la cara desencajada, pero se le notaba excitada, no era la primera vez que le veía esa expresión de zorra.
Me levante y me hice a un lado para dejarla salir, ella se levanto y sin decir nada empezó a andar, pero se fue hacia los servicios, no hacia la calle, para la muy puta era más importante el que dirán y su estatus social que el que se la follaran, eso es un arma que aun hoy, las sigue haciendo débiles y entregadas a quien sabe usar esa baza.
Me acerque a Ana y le metí la mano bajo la falda y le toque el coño que estaba húmedo.
- Sabes me voy a follar a tu hija, y la vamos a emputecer por todo lo que te ha estado puteando.
-Ana.-Por favor no lo hagas, ella no es como yo, ella no lo podrá aguantar y menos disfrutar.
-Ya veremos puta, eso ya lo veremos, de momento ha ido al servicio a traerme sus bragas, y se que le gustara.
En ese momento llego Raquel y fue a sentarse junto a su madre, pero yo le indique que lo hiciera a mi lado
-Dame la braga puta.
Con la mirada baja metió la mano en el bolso y cogiendolas de tal forma que no se viera lo que había entre las manos me las entrego, yo las mire y la verdad eran preciosas, era braga no tanga, negras con mucho encaje y seda, mirándola a la cara me las lleve a la nariz y las olí, y estaban mojadas, muy mojadas, la muy puta se había excitado.
- Que bien huelen puta, y además están húmedas, al final vas a ser igual de zorra que la puta de tú madre.
Miro primero a su madre y luego a mí, y sus ojos se veían brillantes, entre la excitación, el odio y supongo que el alcohol.
Le dije paga tú esto y vamonos, tu madre y yo te esperamos fuera zorra.
Salimos Ana y yo, y mientras esperamos a que saliera Raquel,
-Ana.-Que tienes pensado?,
-Pues aun no lo se, pero algo hay que hacer porque sino ella te va a arruinar la vida, pero creo que esta muy necesitada, porque las bragas están muy húmedas y si se las ha quitado no creo yo que haya sido por lo que yo le he dicho, sino porque entre el alcohol y el enfado de no irse con tu yerno, y creo que un poco la envidia de que tú estas disfrutando y ella esta amargada.
Al minuto salio Raquel y mirándome desafiante mi dijo que se iba a casa
-Te vienes a casa de tu madre con ella y conmigo, vamos a hablar allí tranquilamente y no va a pasar nada que no quieras que pase. Pero vamos a dejar las cosas claras porque no voy a consentir que la perjudiques puta
-Raquel.-Yo no soy una puta no me lo digas más.
-Lo eres y no porque yo lo diga o porque creas que lo haces por tu madre, lo eres porque envidias como vive tu madre y tú no eres capaz, así que vamos a casa de tu madre y por el camino piensa que camino coger, si el volver a tu monótona y estupida vida o empezar a vivir y sentir?
Así que echamos a andar en dirección a la casa, yo agarre a Ana de la cintura y ella nos seguía unos metros detrás pero sin decir nada, solo seguía nuestros pasos, no tardamos mucho en llegar y una vez en el ascensor le dije a Raquel
-Este es el limite, si subes al ascensor será con todas las consecuencias, harás todo lo que yo te diga u ordene, o te puedes ir ahora mismo, pero si dices una sola palabra, tu mundo también se vendrá abajo.
Agacho la cabeza y entro en el ascensor, y una vez dentro le dije que se desnudaran las dos, Ana lo hizo sin rechistar, pero colorada como un tomate, se quito la falda y la blusa, quedándose solo en ropa interior, Raquel miraba pero no hacia nada, así que le solté un bofetón y se lo volví a repetir.
-Raquel.-Ahora mismo lo hago.
-A partir a ahora todas las frases las acabaras con si Señor o si Amo entendido zorra?
-Raquel.-Ahora mismo lo hago Señor.
Se quito la blusa, dejando un sujetador totalmente de encaje negro a juego con las bragas que yo tenia en mi bolsillo, y se quito los zapatos y los pantalones, quedándose solo con el sujetador y unos calcetines de media.
-Es la ultima vez que usas ese tipo de calcetín, si alguna vez te pones pantalones, siempre que te autorice yo, llevaras medias o nada, pero ni calcetín ni pantys entendido?
-Raquel.-Si Señor lo que Ud., diga, pero nunca he usado medias, solo pantys o calcetines.
-Pues será un buen motivo para ir mañana de compras, cuando nos levantemos iremos a tu casa a ver tu armario y tirar lo que no me guste.
Una vez dentro de la casa ella seguía aun un poco descolocada, así que le dije que se quitara esos calcetines y que fuese con su madre a vestirse como a mi me gusta.
A los diez minutos aparecieron las dos, y la verdad es que nada más que verlas en la puerta me puso la polla tiesa, la puta de Ana le había dado unas medias negra con costura trasera, y unos zapatos de tacón alto y fino, y totalmente depilada, la puta no disfrutaría mucho, pero se cuidaba.
Me acerque a ella y empecé a besarla y morrearla, al principio note resistencia, pero duro nada, ya que enseguida abrió la boca y respondió a mis besos, baje la mano hasta su coño y estaba mojado muy mojado, y empecé a tocarle el clítoris, acariciándolo y pellizcándolo, y sin esperármelo empezó a correrse como una perra y chillando, tanto que al principio me asuste y pensé que le pasaba algo, y es que jamás había visto correrse a nadie de esa manera, parecía que se estaba meando, me puso la mano totalmente mojada, además se sentó en el suelo porque sus piernas no la aguantaban, eso me sentó fatal y cogiendola del pelo la arrastre hasta el sofá y levantándola y poniéndola a cuatro patas como una perra, se la metí de golpe, pero estaba tan húmeda y mojada que entro con suma facilidad.
Ella no hacia nada más que gemir y chillar, así que empecé a azotarle el culo y a decirle que mis putas solo se corren cuando yo las autorizo, pero estaba como ausente y empezó otra vez a correrse, así que seguí follandomela y cuando me iba a correr le dije que ya que ella no pedía permiso para correrse yo tampoco, y me corrí en su coño sin dejar de azotarle el culo.
Cuando me salí de su coño mire a ver donde estaba Ana y la muy puta estaba contra la puerta del comedor masturbándose como una loca, pero sin correrse, la mire y le dije que se acercara a limpiarme la polla.
Ella se acerco y empezó a limpiarme la polla mientras con una mano seguía tocándose y con la otra me acariciaba los huevos, cosa que me encanta.
Mientras Raquel estaba aun en el sofá recuperándose y mirando como su madre me la chupaba, porque ya me la estaba chupando y poniéndome la polla otra vez en funcionamiento.
Mire a Raquel y le dije que se acercara y que me la chupara junto a su madre.
-Raquel.-Eso me da asco no lo he hecho nunca.
-Pues ya estas empezando, alguna vez tenía que ser la primera y que sea la última vez que me pones pegas o haces algo sin mi permiso.
Pero no se movía así que Ana se levanto, se acerco a ella y le soltó dos bofetones que hasta a mí me dolieron, la cogio del pelo y tirándola del sofá, le volvía a dar otro bofetón, diciéndole que es lo que tenia que a ver hecho hace años, y que empezara a chuparme la polla o le iba a poner la cara como tenia el culo.
Raquel se puso de rodillas y con las lagrimas saltadas, supongo que de las bofetadas de la madre y empezó a chuparmela, y era verdad que no lo había hecho nunca porque lo hacia muy mal, así que Ana le cogio la cabeza y empezó a marcale el ritmo y a decirle como usar la lengua y los dientes, porque a mi me gusta sentir el roce de los dientes en mi polla.
-Ana.-Ves puta así es como hay que hacerlo, cuanto más dura la notes es que mejor lo estas haciendo zorra.
Mientras Raquel me la chupaba yo empecé a morrearme con Ana y a meterle los dedos en el coño.
-Te quieres correr puta?
-Ana.-Si mi Amo, lo necesito, necesito correrme no aguanto más.
-Pues hazlo correte pero en lo boca de la puta de tú hija.
Al oír eso Raquel saco la polla de la boca e iba a decir algo, pero Ana no le dio tiempo la cogio del pelo con violencia y metiéndole el coño en su cara empezó a correrse, Raquel intentaba retirarse, pero Ana la tenia bien cogida y cuando termino de correrse, le dijo que se lo limpiara, que lo quería limpio y reluciente.
Raquel la miro con cara de miedo o estupefacción al ver el cambio de su madre, e intento retirarse y levantarse, pero Ana la volvió a coger del pelo y la tumbo en el suelo, sentándose encima de ella, poniéndole el coño en la boca, diciéndole que o se lo limpiaba o se ahogaba, pero que ella no se iba a levantar.
Yo me acerque a Ana y le metí la polla en la boca y empecé a follarmela, porque la verdad es que estaba ya a punto de correrme.
Cuando me iba a correr quite a Ana de encima de su hija y empecé a correrme en su cara y en sus tetas, que aun estaban metidas en su sujetador.
Ana se acerco a su hija y le dijo
-Quieres seguir puta, quieres ser la puta de mi Amo o quieres levantarte e irte a la calle?
-Raquel.-Quiero seguir zorra, quiero seguir y ser tan puta como tú, pero no me toques más no soy lesbiana y menos le voy a volver a comer el coño a la puta de mi madre.
En ese momento intervine yo y le di otro bofetón.
-Tú harás lo que yo te diga, le comerás el coño a quien yo diga, cuando diga y como diga, además no eres nadie para faltarle a tú madre, ella es mi zorra, mi puta, pero mientras yo no diga lo contrario ella es tu dueña y hará contigo lo que quiera, así le devolverás todos los insulto y malos ratos que le has hecho pasar estos años zorra.
Ella se limito a bajar la cabeza y asentir.
-Contesta como es debido puta.
-Raquel.-Si mi Amo así lo haré.
En eso Ana se le volvió a acercar y le dijo que la siguiera al baño, que su Amo aun no había terminado con ella.
Yo la entendí en seguida, eran varios años los que llevábamos viéndonos para saber que es lo que pretendía.
Raquel fue a levantarse, pero Ana le soltó otro bofetón.
-Ana.-De rodillas puta, sígueme a cuatro patas, nadie te ha dado permiso para levantarte.
Entraron en el baño y yo les seguí, una vez dentro de baño Ana le dio instrucciones a su hija de cómo tenia que ponerse, es decir de rodillas con al culo apoyado en los talones.
-Ana.-Abre la boca puta y como se te ocurra cerrarla o apartarte te muelo a hostias.
Así que me acerque y me puse a mearla entre la boca y su cuerpo, y Raquel más por miedo a su madre que a otra cosa no se movía y recibió la meada sin moverse, aunque le vinieron varias arcadas, pero no pasaron de ahí.
Cuando acabe de orinarme en la puta de Raquel mire el reloj y eran ya las cuatro de la mañana, así que di por terminada la sesión, le dije a Ana que se aseara y a la cama y que le pusiese a nuestra nueva puta unos cojines junto a nuestra cama y que iba a dormir allí, y que no se limpiara.
Raquel no hablaba solo miraba y asentía.
-Mañana cuando nos levantemos hablaremos sobre lo que ha pasado hoy y lo que vas a ser a partir a ahora…
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No me desperté hasta las doce de la mañana más o menos, totalmente despejado y empalmado, así que me levante y fui a ver dónde andaban las dos.
Sentí hablar en la cocina, por lo que me dirigí hacia allí, y lo que vi me gusto, Ana estaba sentada en una silla y Raquel de rodillas, y aun vestida como se quedó dormida, y Ana recién duchada y con el albornoz puesto.
-Ana.-Buenos días Amo, ha dormido bien? no quería despertarlo porque se le notaba cansado.
-Si puta, estaba cansado y he dormido bien, gracias a vosotras, y la puta de tu hija como ha pasado la noche?
En ese momento mire a Raquel, y tenía los ojos llorosos, pero no decía nada solo mantenía la cabeza agachada.
-Que le pasa a la zorra de tu hija?
-Ana.-Nada mi Amo, solo que se quería ir, decía que no iba a contar nada, pero que se quería marchar a casa, pero ya está solucionado, se queda y desea ser su puta si Ud., lo desea Señor.
-Y como es que ha accedido a quedarse
-Ana.-Le he recordado lo que paso anoche, lo que acepto anoche, lo que disfruto anoche, y aunque le ha costado al final ha reconocido que es la primera vez que tenía un orgasmo así, que jamás pensó que se podía tener tan intenso, pero la muy puta dice que eso está mal, jajajajaja, será estúpida.
Raquel seguía sin levantar la cabeza y sin decir nada, así que me puse delante de ella y mirándola le dije que me la chupara, que iba a empezar la mañana desayunando leche.
-Ana.-Vamos zorra, a que esperas, si lo estas deseando.
La hija levanto la cabeza y se metió la polla en la boca, empezando a chupar, tal y como le había indicado su madre la noche pasada, mientras con la otra mano empezó a masturbarse, pero Ana se dio cuenta y situándose detrás de ella, se agacho y le dijo que quien coño le había dado permiso para tocarse, que ella era solo Mi puta y que mientras yo no lo autorizara no se podía ni tocar y menos correrse.
Raquel cogió y puso sus manos en la espalda, pero Ana le cogió una mano y se la llevo a su coño diciéndole que la masturbara.
-Ana.-Mi Amo me permite usar a su perra, a la hija de su puta.
-Tienes mi permiso para hacer lo que desees con la puta de tu hija, zorra, ya te lo dije ayer, este fin de semana la vamos a usar a nuestro antojo.
-Ana.-Gracias mi Señor, jamás pensé que iba a devolverle todos sus insultos y de una forma tan placentera para mí.
Raquel seguía chupando y gimiendo, a la muy zorra le gustaba eso, y estaba a punto de correrse.
-Zorra me voy a correr, no quiero que se te escape ni una gota de mi leche.
Y en ese momento empecé a correrme y ella a tragar, le vino alguna que otra arcada, pero la muy puta no se retiró y siguió tragando, y una vez que termino empezó a limpiármela con la lengua muy suave y dulcemente, como dándome las gracias, mientras su madre la tenía cogida del pelo, y cuando vio que termino conmigo le pego un tirón brusco que la hizo chillar y le puso el coño en la boca, ordenándole que siguiera ahora con el coño de su puta madre, que la iba a tener todo el día así hasta dejarle la lengua insensible. Raquel siguió comiéndole el coño a su madre hasta que esta se corrió.
Yo di por terminada la sesión mañanera y les dije que iba a ducharme y que luego lo harían ellas, que iríamos primero a mi casa para coger ropa para salir, pues como no pensaba salir todo lo que tenía era para estar por casa y la ropa que llevaba el día anterior puesta, y que luego iríamos a casa de Raquel a ver su armario y tirar lo que no me gustara y luego a comprar ropa más acorde con su nueva vida de puta de MI puta.
Ana se puso una falda negra con medias y tacones de aguja, y ropa interior negra de encaje, y Raquel con la ropa que llevaba puesta el día anterior, pero sin bragas, estas pasaron a mi colección.
En mi casa no nos entretuvimos nada, pues solo fue cambiarme de ropa y coger algo más por si había algún cambio más de planes, de mí casa nos fuimos directamente a casa de Raquel, ella vivía a las afueras de Granada en una urbanización de chalets de lujo, entramos directamente en la casa, pues ella llevaba el mando de la puerta en su bolso.
El chalet era de lujo, pista de tenis y piscina y bastante zonas verdes, pero lo que más me gusto es que desde fuera nadie podía ver lo que ocurriese dentro.
La casa por dentro no estaba nada mal, la verdad es que tenía buen gusto para la decoración la zorra. En la planta de abajo tenía un salón enorme, una salita donde hacían normalmente la vida, una cocina enorme y de muy buen gusto, dos baños y otra habitación donde vivía la mujer que tenían interna, que no estaba pues al creer que no iban a estar le habían dado el fin de semana libre y se había ido a casa de sus padres en Úbeda.
Yo estaba alucinado con lo que me estaba enseñando Raquel, que por lo que supe luego ya estaba instruida por Ana y lo estaba haciendo porque sabía que me iba a gustar conocer todos los rincones de su casa, y por ultimo subimos a la planta de arriba, donde tenían cinco habitaciones, todas con baño, dos de ellas eran de sus hijos muy ordenadas y bien decoradas, y otras dos habitaciones para invitados, también provistas de todo, y por ultimo entramos en su habitación, enorme con un vestidor que era como mi dormitorio de grande, con todo muy ordenado y muy cuco.
-Raquel.- aquí tiene mi ropa Señor, todo está ordenado dependiendo de la época, aquí tiene Ud., la ropa de invierno, y en este lado la de verano, y en los cajones tengo toda mi ropa interior.
-Muy bien perra vamos a ver la ropa, pero desnúdate ahora mismo puta, no quiero verte más con pantalones en mí presencia.
Rápidamente se desnudó, y al quitarse los pantalones vi que la parte que roza el coño estaba totalmente mojada, por lo que le pregunte si es que se había meado, aunque sabía que no era eso quería forzarla a que se soltara hablando como la perra en la que la quería convertir.
-Raquel.- No mi Amo no me he meado, pero estoy terriblemente excitada y con ganas de que me use, quiero volver a sentir como ayer mi Señor.
-Muy bien puta, lo harás, si sigues así te convertirás en una buena puta, además de que tu madre te adiestrara en mi ausencia.
Empecé a abrir cajón por cajón y en el primero estaban todas sus bragas, saque el cajón entero y tire al suelo todo su contenido ya que todas las bragas que había eran horribles, de todos los colores pero antiguas.
-Que bragas son estas perra?
-Raquel.-Señor estas son las de diario, son las que uso normalmente.
-Pues todas a la basura perra, jamás quiero que uses algo tan feo y asqueroso para la vista.
Abrí el segundo cajón y estaba lleno de calcetines tipo media y de pantys de todos los colores y dibujos y alguno tengo que reconocer que muy bonitos, pero hice lo mismo que con el primer cajón, tire todo su contenido al suelo.
-Como te dije ayer a partir de ahora solo medias o nada, jamás usaras un calcetín de este tipo, lleves lo que lleves perra.
-Raquel.- Así será Señor, será lo próximo que haga renovar todo esto a su gusto.
En el tercer cajón estaba lleno de bragas, pero la mayoría de seda y muy de mí gusto a excepción de algún color beige o champán, que cogí y también las tire.
En el siguiente cajón solo había sujetadores compañeros a las bragas que tire, por lo que fueron también todas al suelo.
Y en el último cajón de esa cajonera estaban también los sujetadores compañeros a las bragas de mi gusto, así que tire todos los que no me gustaban su color.
Ana mientras tanto estaba sentada en la cama observando con una sonrisa todo lo que estaba aconteciendo en el vestidor, viendo como su hija solo se limitaba a asentir y observar como iba yo tirando todo lo que no me gustaba.
Yo seguía con mi inspección, y ahora me fui a la otra cajonera donde ella me dijo que todo lo que había eran calcetines y ropa deportiva que usaba para el gimnasio, yo los fui abriendo uno a uno, y tire toda la que no me gustaba, había algunos sujetadores deportivos que fueron todos al suelo así como alguna braga tipo culote, que también las tire, de ahí me fui a donde estaba toda su ropa y observe que tenía más pantalones que faldas, todos muy bonitos y pijos.
-Los pantalones te los voy a dejar no los voy a tirar, aunque sé que el cornudo de tu marido no se iba a dar cuenta, tampoco quiero ponerte en un compromiso, pero no los usaras jamás a no ser que yo te lo diga, como has visto te he tirado toda la ropa interior deportiva, a partir de ahora iras al gimnasio sin ropa interior, y cuando tenga más tiempo iremos a comprártela a mi gusto, ahora solo tienes chandals y algún que otro pantalón, pero son feos y nada ajustados.
-Raquel.-Gracias Señor por dejarme la ropa, pero mi marido no es un cornudo y no...
No le dio tiempo a terminar pues le di un bofetón y le dije que su marido era un cornudo igual que su padre, pero que se lo merece por no saber cuidarte y darte lo que necesitas puta.
-Y ahora ponte junto a la cama a cuatro patas perra, que voy a usar tu cama para follarme a la perra de tu madre.
Con las lágrimas saltadas se fue y se puso tal y como le dije, así que yo me fui hacia Ana y empecé a morrearme con ella y a quitarle la blusa que llevaba, y bajándole el sujetador empecé a comerle las tetas y a morderle los pezones. Le subí la falda y echándole la braga a un lado se la metí de un golpe en un coño que ya estaba mojado y caliente, y empecé a follármela mientras le pellizcaba los pezones y le escupía en la cara, recordándole lo perra que era y lo que me gustaba follármela, mientras tanto Raquel miraba como me follaba a su madre, y gimiendo, con la respiración muy agitada, la muy perra estaba excitada, así que saliéndome de su madre le dije que se subiera en la cama que ahora le tocaba a ella, sin pensarlo pego un salto y casi tira a su madre de la cama, por lo que le solté una bofetada diciéndole que para ella su madre era una diosa y que ella solo es una perra para servir cualquier deseo de su madre y mío, me miro con cara de preocupación, como pensando que se había quedado sin polla, pero no era así, porque la verdad es que me apetecía y mucho follármela, la tumbe en la cama y se la metí en el coño, pero al igual que el día anterior solo con sentirla dentro empezó a correrse y a chillar como una perra.
Ana al ver los chillidos de Raquel se subió encima y le puso el coño en la boca para que se lo comiera.
-Ana.-Cómeme el coño zorra, quiero correrme en la boca de la puta de mi hija, no pares perra, que te muelo a hostias.
Yo seguía follándomela, y ella no paraba de convulsionar, pero no se atrevía a quitar su boca del coño de su madre.
Como aun no me quería correr, me salí de su coño y empecé a comérselo y a mordisquear el coño, al sentir el primer mordisco empezó a correrse otra vez, dejándome la boca llena de jugos y la cama perdida de sus jugos, me incorpore y me puse a besar a Ana, para que supiera a que sabía su hija, en ese momento Ana retirándose de mi boca me pidió permiso para correrse así que se lo di, y también empezó a convulsionar todo su cuerpo y se corrió como la verdad hacía tiempo que no la veía hacerlo. Raquel aun viendo como su madre se había corrido no se atrevía a parar de chuparle el coño, pero yo también quería correrme en su boca así que le ordene a Ana que se quitara que me la iba a follar por la boca. Ana sabiendo como me gusta cuando estoy en la cama cogió a Raquel de los pelos y la quito de la cama, cediéndome a mí el centro de la cama, así que volvió a coger a Raquel y la llevo hasta mi polla ordenándole que se esmerara que ayer ya recibió su primera clase.
-Chúpala bien guarra, y tú Ana lámeme el cuerpo, quiero sentir tu lengua mientras la perra de tu hija me la come.
Aunque aún se le notaba su falta de experiencia ya lo hacía mejor que día antes, pero viendo que aún le faltaba, la cogí del pelo y empecé a marcarle el ritmo, y así la tuve hasta que me corrí, lo hice sin avisar, pero a pesar de que le vino alguna arcada se lo trago todo, y siguió chupándola hasta dejarla limpia, mientras su madre estaba junto a ella masturbándose y mirándome pidiéndome permiso para correrse, cosa que hice, y volvió a explotar en un orgasmo fuerte que no trato en ningún momento de acallar, por lo que lo hizo gritando.
-Ana.-Puta ven a limpiarme el coño, lo quiero limpio muy limpio zorra.
-Raquel.- Si mi Señora, ahora mismo se lo limpio.
Era la primera vez que trataba así a su madre, pero me gusto y me sorprendió, creo que de todas las sumisas que he adiestrado y tratado es la que antes ha sabido aceptar su condición y aún sin conocer este mundo la que mejor ha respondido.
Cuando acabo se dirigió a mi y me dijo que si me quería bañar o duchar?, a lo que yo le conteste que si que me quería duchar, pues se hacía tarde y teníamos que ir de compras y a comer. Se levantó de la cama y se fue al baño a prepararme la ducha, yo las mire a las dos y les dije que ellas no se ducharían, y le pedí a Ana que buscara ropa para la puta de su hija.
Raquel volvió del baño con una toalla para mí y me dijo que mientras me duchaba ella iba a cambiar toda la ropa de la cama, a lo que yo le dije que no, que quería esas sabanas así, como estaban, quería que el cornudo de su marido durmiese en ellas llenas del olor de la perra de su suegra y del mío.
-Raquel.- Lo que Ud. desee mi Señor, no las cambiare.
Yo me fui a la ducha y mientras Ana se quedó buscando ropa para Raquel.
Cuando salí de la ducha ellas ya estaban preparadas para irnos. Ana había escogido una falda color granate a juego con una blusa, y sujetador y bragas también del mismo color, y unos zapatos de tacón, también a juego, aunque el tacón era mediano, ya que ella no tenia de tacón de aguja, y a pesar del frío que hacia fuera no se había puesto medias, así que yo me fui al vestidor y me puse a rebuscar en el suelo algún panty que fuese a juego, vi uno que me gusto, la mire y le pedí unas tijeras, salió un momento de la habitación y volvió con las tijeras, así que le dije que se pusiera los pantys. Una vez puestos me acerque a ella y le dije que se tumbara en la cama, cogí las tijeras y le recorte toda la parte del coño. Una vez terminado les dije que nos íbamos al Corte Ingles a comprar y ya comeríamos por allí cerca.
Fuimos los tres hacia el coche, y una vez junto a el, le dije a Raquel que ella conduciría, y que Ana y yo iríamos detrás, pues ella era nuestra sirvienta y sumisa.
Una vez en el Corte Ingles, nos dirigimos directamente a la sección de lencería, y entre Ana y yo escogimos medias, ligueros y conjuntos de bragas, tangas y sujetadores, por ultimo cogí una medias que fuesen con la ropa que llevaba puesta y un par de conjuntos para Ana, y se lo di todo a Raquel para que lo pagase, la verdad es que la vendedora se llevó una buena comisión, pues la cuenta paso de las 80.000,-Ptas. Cuando termino de pagar le di las medias que había elegido a juego con la ropa y delante de la vendedora le dije que fuese a cambiarse y que tirara las que llevaba puestas, pues no le podía meter mano bien. Tanto la vendedora como Raquel se pusieron rojas, pero ninguna dijo nada, Raquel se fue directamente a los vestidores a cambiarse, mientras Ana y yo nos quedamos esperándola.
De allí nos fuimos a comer a un sitio cercano, una buena comida, acompañado de un buen vino y todo a cuenta de Raquel, a la cual se le veía muy a gusto en su papel, ella llevaba todas las bolsas y caminaba detrás de su madre y de mí.
Durante la comida, yo me encontraba junto a ella y su madre frente a nosotros, y en un momento determinado metí la mano bajo la mesa y la lleve a su coño, el cual está húmedo, la muy zorra disfrutaba siendo usada como sirvienta, así que empecé a acariciarle el clítoris suavemente, mirándola a la cara, pero era increíble como se ponía, soltó el cubierto y se agarró con las manos a ambos lados de la silla.
-Raquel.- Si no para mi Señor me voy a correr, y se va a enterar todo el mundo, por favor se lo ruego no siga.
-Debes de aprender a controlarte perra, debes aprender a no correrte sin mi permiso y si te lo doy a aceptar todas las consecuencias o lo controlas o gritas, a mi eso no me importa perra no voy a ser yo el que se ponga en evidencia.
-Ana.- Eres una perra y una puta zorra, y no se te ocurra correrte sin su permiso o sufrirás tu primer castigo.
-Raquel.- No puedo uhmmm, no puedo, déjeme correrme Señor, por favor no aguanto más.
-Tú sabrás perra si te corres se va a dar cuenta todo el mundo, tienes mi permiso, quiero ver como sales de esta puta.
Y sin más empezó a correrse a dar pequeños saltos en la silla y cuando no pudo más soltó un pequeño grito que hizo que todo el mundo que estaba allí se fijara en nuestra mesa, menos mal que no había mucha gente. El camarero se acercó corriendo a ver que pasaba, menos mal que Ana estuvo atenta y al quite y dijo que no pasaba nada, que era su hija y que de vez en cuando sufría pequeños ataques epilépticos.
Poco a poco fue recuperando la compostura, y dándose cuenta de lo que había hecho, así que no sabía donde mirar y casi se le saltan las lágrimas, pero yo para no darle tiempo a pensar, cogí la servilleta y haciendo como que le limpiaba el sudor, le metí mis dedos aun húmedos en la boca, ordenándole que los limpiara y que saboreara sus jugos y su corrida, y aunque al principio dudo, en seguida se puso a lamerlos dejándomelos muy limpios.
Cuando terminamos de comer, las lleve a una zapatería del centro donde ya nos conocían a Ana y a mí de otras veces, nada más vernos la dependienta se acercó para ver que queríamos, yo solo me limite a decirle que buscábamos un par de zapatos de tacón de aguja. Nos enseñó varios modelos de los cuales me decidí por dos de ellos, y les dije que se los probase a Raquel. La muchacha le dijo a Raquel que se sentara para que se los probase. Raquel estaba un poco descolocada pues no sabía que su madre y alguna amiga más, como Rocío o mi ex jefa eran clientas asiduas y siempre iban acompañadas por mí.
Raquel se sentó y la dependienta le probó los zapatos, pero de tal forma que se le veían el final de las medias y el coño, por lo que la cara de Raquel era todo un poema.
Le venían perfectos, así que le dije a Raquel que pagara los zapatos, y que se pusiera los que ella quisiera y que los que llevaba puestos se los diera a la dependienta para que los tirara.
Cuando estaba pagando la dependienta le dijo que tenía buena pinta para ser una zorra y que yo era un buen Amo, esto aun hizo que se pusiera más roja, porque no se esperaba esas palabras. Ella no sabía que la dependienta era también sumisa y que su Amo y marido era un conocido mío, y aun siguen siendo pareja aunque por motivos laborales ahora residen en Barcelona.
Salimos de la tienda y les dije que nos íbamos ya para la casa.
-Cuando regresa el cornudo de tu marido?
-Raquel.- En principio mañana por la tarde mi Señor, pero lo mismo no viene hasta el lunes.
-Pues entonces nos vamos a tu casa, nos vas a servir en tu propia casa perra, hoy y mañana esa casa va a ser la de tu madre y la mía puta.
-Raquel.- Lo que Uds., deseen, quiero que sepan que estoy pasando el mejor día de mi vida junto con lo de anoche y haré todo lo que deseen.
-Muy bien zorra pues andando que ya estoy cansado.
Nos dirigimos al parking a recoger el coche, pero esta vez le dije a Ana que conduciría ella, pues quería usar a su hija mientras íbamos hacia la casa.
Una vez dentro del coche le dije a Raquel que se quitara las bragas y se sentara sobre su culo, cosa que hizo sin rechistar, conforme salimos del parking le cogí la cabeza y se la lleve hasta mi polla, y ella empezó a chupármela con muchas ganas, como si le fuese la vida en ello, mientras yo le metí la mano por el escote y empecé a pellizcarle las tetas, y no habíamos andado ni cinco minutos cuando la puta empezó a correrse sin mi permiso. Por lo que la incline aun más sobre mi y le di dos azotes muy fuertes en el culo, además le dije que ya no se lo advertía más y que cuando llegásemos a la casa iba a recibir su primer castigo, ella no decía nada, seguía chupando y mamando la polla con ansia, y cuando estábamos entrando por la puerta me corrí sin avisarle, advirtiéndole que como derramase una gota el castigo seria aun peor, por lo que se lo trago todo y me limpio la polla dejándola reluciente.
Una vez dentro...
CONTINUARA…