Raquel sus Vivencias en el BDSM

heranlu

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Después de mucho tiempo y contando con el beneplácito de las protagonistas voy a narrar lo que sucedió en su día con Ana y su hija Raquel.
seguí viendo a Ana, y muy de tarde en tarde a Roció, pues bien Ana se convirtió en una buena sumisa y puta para su Señor, pero solo para mi, pues como recordaran los que leyeron mis anteriores relatos ella y su marido pertenecen al Opus y para el resto de la gente era una señora, madre, y abuela muy respetable.

Ana tiene una hija casada con dos niños, también por supuesto del Opus, además de clasista y pija.

Raquel que es como se llama la hija de Ana, es muy parecida a la madre, delgada y un pecho grande, un culo duro y resaltado, pero es rubia y con los ojos azules y demasiado estirada para mi gusto.

De gimnasio diario y de vestir lujoso, pijo y recatado, más de una vez según me contaba su madre había reñido con ella, porque Ana vestía muy llamativa para su gusto, y que para su edad eso no se veía bien.

Ana tenia como sabrán mucho tiempo libre, pues su marido era un cargo importante y siempre estaba de viaje, aunque Ana sospechaba que tenia una amante, pues a ella ni la tocaba cuando volvía de los viajes, cosa que Ana termino agradeciendo, pues como me decía le daba asco que la tocara, pues lo hacia con la luz apagada y cuando se corría que era al minuto se daba la vuelta y se dormía.

Pues bien, un viernes por la tarde, uno más de los que su marido se había ido de viaje e iba a estar toda la semana fuera, me llamo al trabajo y me dijo que necesitaba verme y hablar para desahogarse, pues acababa de reñir con Raquel, por algo relacionado con sus hijos, yo le dije que tenia la tarde liada, pero que me recogiese a las diez en la puerta de mi casa, pues iba a salir tarde de trabajar.

A las diez en punto ella estaba en la puerta esperando en su coche, así que me acerque a ella y subiéndome a su lado le dije que arrancase y que se dirigiera a su casa, que no me apetecía salir y que necesitaba descansar, pues llevaba unos días de mucho trabajo, ella se limito a asentir y dirigirse a su casa, mientras conducía la mire y como siempre iba arreglada, zapatos de tacón, falda gris por encima de las rodillas, medias negras con costura atrás y jersey de cuello vuelto y sin sujetador, porque se le notaban los pezones, que los tenia tiesos, no sabia si del frío o de la excitación, pues hacia mas de quince días que no nos veíamos, y tenia terminantemente prohibido correrse sin mi permiso o mi presencia. En el primer semáforo que paramos, le metí la mano en el coño y lo tenia ya mojado, muy mojado, la mire y le dije que era una puta, que ya estaba encendida, a lo que me contesto que llevaba mucho tiempo sin tocarse y solo con pensar en que hoy por fin iba a estar con su Amo, ya estaba excitada, y que si no se había corrido era porque yo se lo tenia prohibido.

Yo también llevaba unos días sin tener relaciones y estaba ya deseando follarme a mi perra, y usarla, y lo mas importante ser atendido durante unos días por ella en su casa, pues aunque a ella no se lo había dicho, yo había decidido quedarme allí, por lo que había cogido una bolsa con ropa de estar por casa, porque no pensaba salir en todo el fin de semana.

No tardamos mucho en entrar al garaje y aparcar, antes de salir la cogi del pelo y le di un morreo mientras pellizcaba sus pezones que estaban como piedras, y mientras lo hacia me pidió permiso para correrse pues ya no aguantaba más, yo la detuve y le dije que se saliese del coche, que lo hiciese fuera de pie, mirándome a los ojos, cosa que como buena perra hizo, yo la seguí fuera y mientras se metía la mano bajo la falda, yo me saque la polla y empecé a masturbarme también, aunque ella en dos segundos se corrió, así que me acerque a ella y ordenándole que se pusiera de rodillas y mirase como me masturbaba, aunque yo tarde poco muy poco en hacerlo pues llevaba unos días sin hacerlo, y explote en su cara, echándole toda la corrida.

Ella siguió de rodillas mirándome y sonriendo, sintiendo como le resbalaban los cuajarones de leche por toda la cara, le dije que se levantase y que no se limpiase hasta llegar a su casa, quería ver a mi guarra llena de la leche de su Señor, sin más se levanto y me siguió, pues yo tenia llave de todo, coche, casa, y hasta del piso de la playa, aunque nunca lo use, pero mi dominio sobre ella era total, entramos en el ascensor y le dimos al ático, por suerte, para ella, no encontramos a nadie.

Una vez en su casa, le pedí que me llenara su bañera, o piscina que es lo que parecía de grande que era, verdaderamente estaba cansado y lo necesitaba, ella sin limpiarse en ningún momento, se apresuro a llenarla y a preparármela a mi gusto, yo la seguía con la mirada satisfecho con su entrega, una vez llena y con sus respectivas sales, me desnude y me metí dentro del agua tumbándome y pidiéndole que me enjabonara y mientras me contara esa pelea que había tenido con Raquel.

Me dijo que la llamo a mediodía para ver si se podía quedar con sus nietos, este fin de semana, que ella se iba a ir con su marido a una convención en Sevilla, y que cuando le dijo que no, que tenia planeado salir con las amigas desde hace tiempo, eso era mentira, porque ella lo que quería era estar conmigo, que le preguntase a sus suegros a ver si se podían quedar ellos.

Al comentarle eso Raquel le colgó sin decirle nada, pero a los diez minutos la volvió a llamar para darle irónicamente las gracias, que ya lo tenia solucionado y que se quedaba su suegra con los niños pues iba a estar sola ese fin de semana.

Y ya empezó a echarle en cara sus salidas, su forma de vestir, que para la edad que tenia lo que tenia que hacer es estar en casa y salir solo a “misa” o con su padre, pero que con esa forma de comportarse parecía una buscona.

Al abrir los ojos vi que a ella se le habían saltado las lagrimas, por lo que le dije que no tenia que hacer caso y que lo que tenia que contarle era que su padre se dedicaba a otras cosas en sus viajes, y no precisamente a trabajar, pero Ana me dijo que su hija lo sabia, pero que por su educación y forma de ver la vida encima le echaba la culpa a su madre.

Le pedí que se desnudara se bañara y se relajara, que no quería verla así y que no tenia que hacer caso, que ya le gustaría a Raquel parecerse a ella aunque solo fuese en la clase, que ya pensaríamos algo.

Yo me fui al salón a ver la tele y la deje dándose una ducha, pues el baño solo yo se lo podía autorizar, y al rato apareció ella con su uniforme de casa para estar con su Amo, es decir zapatos de tacón de aguja y medias negras con costura, y con mejor cara.

Se acerco a mí y arrodillándose ante mí y apoyando su cara en mis piernas me dijo si quería cenar o tomar algo, pero como no me apetecía en ese momento que se fuese de mi lado y yo también estaba cansado le pedí que llamase a una pizzería y pidiese cualquier cosa.

Cuando sonó el portero automático nos llevamos un pequeño susto pues nos habíamos quedado medio dormidos, pues eran casi las once y media de la noche, cuando se levanto a abrir le dije que se pusiera un camisón y que abriese así, ella no dijo nada, solo se limito a levantarse ir al dormitorio colocarse el mini camisón y esperar a que subiera el repartidor.

Mala suerte era una chica, pero que se puso de todos los colores según me contó Ana al verla así, casi se le cae la pizza.

No habíamos hecho nada más que empezar a cenar cuando sonó el móvil de Ana, me pidió permiso para ver quien era, pues no era normal que la llamasen a esa hora al móvil y no a la casa, y vio que era Raquel, me miro y yo le dije que lo cogiera que podía ser importante.

La llamaba para ver por donde estaba, porque su marido al final no pudo ir al congreso porque tuvo un problema en el trabajo y tuvo que irse a Barcelona, y ella no le apetecía acompañarlo tan lejos porque no sabia si volvería el domingo o el lunes, así que como los niños estaban con su suegra quería quedar con ella y hablar.

Ana me miro con cara de preocupación porque no sabia que decirle a su hija, yo que había escuchado la conversación le dije con señas que si, que quedase con ella, así que le dijo de quedar en algún sitio a tomar algo, que la había pillado en casa que había subido a cambiarse la blusa que se le mancho mientras cenaba.

Quedaron en un pub que hay por una de las calles del centro, que es tranquilo y que se puede hablar tranquilamente sin agobios.

Cuando colgó me dijo que iba a hacer yo, a lo que le conteste que yo iría también aunque por mi cuenta y que me tendría que presentar como sobrino de Rocío, y que así no levantaría sospechas, del resto ya me encargaría yo.

Vi en Ana cara de preocupación, pero le dije que no se preocupara que solo pretendía ayudarla.

Me levante y me acerque al armario y saque una falda por encima de la rodillas negra y con raja al lado, y una blusa blanca algo transparente, y le di un sujetador negro de encaje, me miro pero no dijo nada solo se puso colorada pero se vistió y salio hacia donde había quedado con Raquel, yo también empecé a vestirme pero con tranquilidad y pensando en como someter a Raquel, cosa que veía difícil por lo poco que me había contado su madre, pero nada más pensarlo ya me estaba excitando.

Cuando llegue al pub entre y las vi en una mesa al final de la sala estaban un poco alteradas, así que me acerque a su mesa y haciéndome el encontradizo las salude y con toda la cara me senté entre Raquel y Ana.

Ana colorada y alterada, me presento a su hija, que también estaba acalorada, me fije en su vestuario, pantalón dockers azul marino, camisa ralph lauren y un pañuelo de seda que tampoco tendría que ser muy malo, y zapatos tipo bailarina, vamos muy mona y pija.

Ana tal y como quedamos me presento como sobrino de Rocío y que yo era el que más de una vez le había solucionado mas de una chapuza en casa, y que me estaba muy agradecida.

Raquel me miro con cara de enfado, porque le había cortado la conversación con su madre, pero yo para quitar hierro a la cosa le pregunte que bebía que estaba su copa vacía, ella se limito a decir que un gin tonic, así que llame al camarero y pedí para los tres,

Conseguí cambiar el tema de conversación, aunque me costo, pues por lo que se ve Raquel llevaba un calentón con lo de su madre que casi le daba igual que yo estuviese delante, además de un par de cubatas, más el otro que le pedí yo, por lo que además se estaba entonando con el alcohol, en un momento dado fui yo el que saco el tema, pero con otra orientación.

Le pregunte por su marido, le dije que como teniendo una rubia tan buena la dejaba sola un viernes noche, que si fuese mi mujer yo no la dejaría sola ni comprar el pan, Ana me miro entre sorprendida y asustada por como reaccionaria su hija.

Pero esta estaba ya un poco bebida, y solo se sonrojo, y me contesto que su marido estaba de viaje por problemas de trabajo, que ella no suele salir nunca a estas horas, y menos sin su marido, que la verdad es que llevaba como uno o dos años sin salir a estas horas.

Yo le dije que era una pena y que una mujer como ella no podía quedarse encerrada, que se fijase en su madre, en como ella disfrutaba de la vida sin molestar a nadie, que lo de quedarse encerrada ya no se estilaba, y hay metí el dedo en la llaga, porque se volvió a su madre y dijo que parecía una puta vistiéndose así y saliendo siempre que su padre no estaba, que eso era casi todos los días, y que ella no se parecía en nada a ella.

Hay me acerque a su oído y le dije que ya le gustaría a ella ser ni la mitad que su madre, que ella no era una puta, que era mi puta y que yo la usaba a mi antojo siempre que a mi me salía de los huevos, y que desde que estaba conmigo estaba mejor y más guapa, porque estaba servida, y que era mi sumisa, mi esclava.

Ana intentaba oír, pero entre el ruido de la música, la gente y que yo le hablaba a su hija al oído no se enteraba, pero viendo la cara que estaba poniendo Raquel, empezó a sospecharlo, porque también le estaba cambiando la cara.

Y que hoy también me la iba a follar a ella, porque si no todas sus amistades se iban a enterar de quien era su madre y que todo su mundo pijo de mierda se iba a desmoronar.

- Tú decides pija de mierda, te levantas y te vas ahora mismo y mañana todo el mundo sabrá de tu madre, porque tengo fotos.

En ese momento me dirigí a Ana y le dije:

- A que si puta a que tengo fotos de lo zorra que eres.

- Ana.- Si que tienes fotos mías cumpliendo con mis obligaciones de perra. (Esto lo dijo colorada como un tomate y muy nerviosa por no saber como iba a reaccionar Raquel)

- Y si te quedas vas ahora mismo al baño a quitarte las bragas y me las traes puta, porque seguro que eres tan puta como tu madre.

- Raquel.- Eres un cerdo déjame salir ahora mismo yo no soy ninguna puta

- Eres tan puta o más que tu madre zorra, pues tienes los pezones que te van a romper el sujetador.

Ana nos miraba con la cara desencajada, pero se le notaba excitada, no era la primera vez que le veía esa expresión de zorra.

Me levante y me hice a un lado para dejarla salir, ella se levanto y sin decir nada empezó a andar, pero se fue hacia los servicios, no hacia la calle, para la muy puta era más importante el que dirán y su estatus social que el que se la follaran, eso es un arma que aun hoy, las sigue haciendo débiles y entregadas a quien sabe usar esa baza.

Me acerque a Ana y le metí la mano bajo la falda y le toque el coño que estaba húmedo.

- Sabes me voy a follar a tu hija, y la vamos a emputecer por todo lo que te ha estado puteando.

-Ana.-Por favor no lo hagas, ella no es como yo, ella no lo podrá aguantar y menos disfrutar.

-Ya veremos puta, eso ya lo veremos, de momento ha ido al servicio a traerme sus bragas, y se que le gustara.

En ese momento llego Raquel y fue a sentarse junto a su madre, pero yo le indique que lo hiciera a mi lado

-Dame la braga puta.

Con la mirada baja metió la mano en el bolso y cogiendolas de tal forma que no se viera lo que había entre las manos me las entrego, yo las mire y la verdad eran preciosas, era braga no tanga, negras con mucho encaje y seda, mirándola a la cara me las lleve a la nariz y las olí, y estaban mojadas, muy mojadas, la muy puta se había excitado.

- Que bien huelen puta, y además están húmedas, al final vas a ser igual de zorra que la puta de tú madre.

Miro primero a su madre y luego a mí, y sus ojos se veían brillantes, entre la excitación, el odio y supongo que el alcohol.

Le dije paga tú esto y vamonos, tu madre y yo te esperamos fuera zorra.

Salimos Ana y yo, y mientras esperamos a que saliera Raquel,

-Ana.-Que tienes pensado?,

-Pues aun no lo se, pero algo hay que hacer porque sino ella te va a arruinar la vida, pero creo que esta muy necesitada, porque las bragas están muy húmedas y si se las ha quitado no creo yo que haya sido por lo que yo le he dicho, sino porque entre el alcohol y el enfado de no irse con tu yerno, y creo que un poco la envidia de que tú estas disfrutando y ella esta amargada.

Al minuto salio Raquel y mirándome desafiante mi dijo que se iba a casa

-Te vienes a casa de tu madre con ella y conmigo, vamos a hablar allí tranquilamente y no va a pasar nada que no quieras que pase. Pero vamos a dejar las cosas claras porque no voy a consentir que la perjudiques puta

-Raquel.-Yo no soy una puta no me lo digas más.

-Lo eres y no porque yo lo diga o porque creas que lo haces por tu madre, lo eres porque envidias como vive tu madre y tú no eres capaz, así que vamos a casa de tu madre y por el camino piensa que camino coger, si el volver a tu monótona y estupida vida o empezar a vivir y sentir?

Así que echamos a andar en dirección a la casa, yo agarre a Ana de la cintura y ella nos seguía unos metros detrás pero sin decir nada, solo seguía nuestros pasos, no tardamos mucho en llegar y una vez en el ascensor le dije a Raquel

-Este es el limite, si subes al ascensor será con todas las consecuencias, harás todo lo que yo te diga u ordene, o te puedes ir ahora mismo, pero si dices una sola palabra, tu mundo también se vendrá abajo.

Agacho la cabeza y entro en el ascensor, y una vez dentro le dije que se desnudaran las dos, Ana lo hizo sin rechistar, pero colorada como un tomate, se quito la falda y la blusa, quedándose solo en ropa interior, Raquel miraba pero no hacia nada, así que le solté un bofetón y se lo volví a repetir.

-Raquel.-Ahora mismo lo hago.

-A partir a ahora todas las frases las acabaras con si Señor o si Amo entendido zorra?

-Raquel.-Ahora mismo lo hago Señor.

Se quito la blusa, dejando un sujetador totalmente de encaje negro a juego con las bragas que yo tenia en mi bolsillo, y se quito los zapatos y los pantalones, quedándose solo con el sujetador y unos calcetines de media.

-Es la ultima vez que usas ese tipo de calcetín, si alguna vez te pones pantalones, siempre que te autorice yo, llevaras medias o nada, pero ni calcetín ni pantys entendido?

-Raquel.-Si Señor lo que Ud., diga, pero nunca he usado medias, solo pantys o calcetines.

-Pues será un buen motivo para ir mañana de compras, cuando nos levantemos iremos a tu casa a ver tu armario y tirar lo que no me guste.

Una vez dentro de la casa ella seguía aun un poco descolocada, así que le dije que se quitara esos calcetines y que fuese con su madre a vestirse como a mi me gusta.

A los diez minutos aparecieron las dos, y la verdad es que nada más que verlas en la puerta me puso la polla tiesa, la puta de Ana le había dado unas medias negra con costura trasera, y unos zapatos de tacón alto y fino, y totalmente depilada, la puta no disfrutaría mucho, pero se cuidaba.

Me acerque a ella y empecé a besarla y morrearla, al principio note resistencia, pero duro nada, ya que enseguida abrió la boca y respondió a mis besos, baje la mano hasta su coño y estaba mojado muy mojado, y empecé a tocarle el clítoris, acariciándolo y pellizcándolo, y sin esperármelo empezó a correrse como una perra y chillando, tanto que al principio me asuste y pensé que le pasaba algo, y es que jamás había visto correrse a nadie de esa manera, parecía que se estaba meando, me puso la mano totalmente mojada, además se sentó en el suelo porque sus piernas no la aguantaban, eso me sentó fatal y cogiendola del pelo la arrastre hasta el sofá y levantándola y poniéndola a cuatro patas como una perra, se la metí de golpe, pero estaba tan húmeda y mojada que entro con suma facilidad.

Ella no hacia nada más que gemir y chillar, así que empecé a azotarle el culo y a decirle que mis putas solo se corren cuando yo las autorizo, pero estaba como ausente y empezó otra vez a correrse, así que seguí follandomela y cuando me iba a correr le dije que ya que ella no pedía permiso para correrse yo tampoco, y me corrí en su coño sin dejar de azotarle el culo.

Cuando me salí de su coño mire a ver donde estaba Ana y la muy puta estaba contra la puerta del comedor masturbándose como una loca, pero sin correrse, la mire y le dije que se acercara a limpiarme la polla.

Ella se acerco y empezó a limpiarme la polla mientras con una mano seguía tocándose y con la otra me acariciaba los huevos, cosa que me encanta.

Mientras Raquel estaba aun en el sofá recuperándose y mirando como su madre me la chupaba, porque ya me la estaba chupando y poniéndome la polla otra vez en funcionamiento.

Mire a Raquel y le dije que se acercara y que me la chupara junto a su madre.

-Raquel.-Eso me da asco no lo he hecho nunca.

-Pues ya estas empezando, alguna vez tenía que ser la primera y que sea la última vez que me pones pegas o haces algo sin mi permiso.

Pero no se movía así que Ana se levanto, se acerco a ella y le soltó dos bofetones que hasta a mí me dolieron, la cogio del pelo y tirándola del sofá, le volvía a dar otro bofetón, diciéndole que es lo que tenia que a ver hecho hace años, y que empezara a chuparme la polla o le iba a poner la cara como tenia el culo.

Raquel se puso de rodillas y con las lagrimas saltadas, supongo que de las bofetadas de la madre y empezó a chuparmela, y era verdad que no lo había hecho nunca porque lo hacia muy mal, así que Ana le cogio la cabeza y empezó a marcale el ritmo y a decirle como usar la lengua y los dientes, porque a mi me gusta sentir el roce de los dientes en mi polla.

-Ana.-Ves puta así es como hay que hacerlo, cuanto más dura la notes es que mejor lo estas haciendo zorra.

Mientras Raquel me la chupaba yo empecé a morrearme con Ana y a meterle los dedos en el coño.

-Te quieres correr puta?

-Ana.-Si mi Amo, lo necesito, necesito correrme no aguanto más.

-Pues hazlo correte pero en lo boca de la puta de tú hija.

Al oír eso Raquel saco la polla de la boca e iba a decir algo, pero Ana no le dio tiempo la cogio del pelo con violencia y metiéndole el coño en su cara empezó a correrse, Raquel intentaba retirarse, pero Ana la tenia bien cogida y cuando termino de correrse, le dijo que se lo limpiara, que lo quería limpio y reluciente.

Raquel la miro con cara de miedo o estupefacción al ver el cambio de su madre, e intento retirarse y levantarse, pero Ana la volvió a coger del pelo y la tumbo en el suelo, sentándose encima de ella, poniéndole el coño en la boca, diciéndole que o se lo limpiaba o se ahogaba, pero que ella no se iba a levantar.

Yo me acerque a Ana y le metí la polla en la boca y empecé a follarmela, porque la verdad es que estaba ya a punto de correrme.

Cuando me iba a correr quite a Ana de encima de su hija y empecé a correrme en su cara y en sus tetas, que aun estaban metidas en su sujetador.

Ana se acerco a su hija y le dijo

-Quieres seguir puta, quieres ser la puta de mi Amo o quieres levantarte e irte a la calle?

-Raquel.-Quiero seguir zorra, quiero seguir y ser tan puta como tú, pero no me toques más no soy lesbiana y menos le voy a volver a comer el coño a la puta de mi madre.

En ese momento intervine yo y le di otro bofetón.

-Tú harás lo que yo te diga, le comerás el coño a quien yo diga, cuando diga y como diga, además no eres nadie para faltarle a tú madre, ella es mi zorra, mi puta, pero mientras yo no diga lo contrario ella es tu dueña y hará contigo lo que quiera, así le devolverás todos los insulto y malos ratos que le has hecho pasar estos años zorra.

Ella se limito a bajar la cabeza y asentir.

-Contesta como es debido puta.

-Raquel.-Si mi Amo así lo haré.

En eso Ana se le volvió a acercar y le dijo que la siguiera al baño, que su Amo aun no había terminado con ella.

Yo la entendí en seguida, eran varios años los que llevábamos viéndonos para saber que es lo que pretendía.

Raquel fue a levantarse, pero Ana le soltó otro bofetón.

-Ana.-De rodillas puta, sígueme a cuatro patas, nadie te ha dado permiso para levantarte.

Entraron en el baño y yo les seguí, una vez dentro de baño Ana le dio instrucciones a su hija de cómo tenia que ponerse, es decir de rodillas con al culo apoyado en los talones.

-Ana.-Abre la boca puta y como se te ocurra cerrarla o apartarte te muelo a hostias.

Así que me acerque y me puse a mearla entre la boca y su cuerpo, y Raquel más por miedo a su madre que a otra cosa no se movía y recibió la meada sin moverse, aunque le vinieron varias arcadas, pero no pasaron de ahí.

Cuando acabe de orinarme en la puta de Raquel mire el reloj y eran ya las cuatro de la mañana, así que di por terminada la sesión, le dije a Ana que se aseara y a la cama y que le pusiese a nuestra nueva puta unos cojines junto a nuestra cama y que iba a dormir allí, y que no se limpiara.

Raquel no hablaba solo miraba y asentía.

-Mañana cuando nos levantemos hablaremos sobre lo que ha pasado hoy y lo que vas a ser a partir a ahora…
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No me desperté hasta las doce de la mañana más o menos, totalmente despejado y empalmado, así que me levante y fui a ver dónde andaban las dos.

Sentí hablar en la cocina, por lo que me dirigí hacia allí, y lo que vi me gusto, Ana estaba sentada en una silla y Raquel de rodillas, y aun vestida como se quedó dormida, y Ana recién duchada y con el albornoz puesto.

-Ana.-Buenos días Amo, ha dormido bien? no quería despertarlo porque se le notaba cansado.

-Si puta, estaba cansado y he dormido bien, gracias a vosotras, y la puta de tu hija como ha pasado la noche?

En ese momento mire a Raquel, y tenía los ojos llorosos, pero no decía nada solo mantenía la cabeza agachada.

-Que le pasa a la zorra de tu hija?

-Ana.-Nada mi Amo, solo que se quería ir, decía que no iba a contar nada, pero que se quería marchar a casa, pero ya está solucionado, se queda y desea ser su puta si Ud., lo desea Señor.

-Y como es que ha accedido a quedarse

-Ana.-Le he recordado lo que paso anoche, lo que acepto anoche, lo que disfruto anoche, y aunque le ha costado al final ha reconocido que es la primera vez que tenía un orgasmo así, que jamás pensó que se podía tener tan intenso, pero la muy puta dice que eso está mal, jajajajaja, será estúpida.

Raquel seguía sin levantar la cabeza y sin decir nada, así que me puse delante de ella y mirándola le dije que me la chupara, que iba a empezar la mañana desayunando leche.

-Ana.-Vamos zorra, a que esperas, si lo estas deseando.

La hija levanto la cabeza y se metió la polla en la boca, empezando a chupar, tal y como le había indicado su madre la noche pasada, mientras con la otra mano empezó a masturbarse, pero Ana se dio cuenta y situándose detrás de ella, se agacho y le dijo que quien coño le había dado permiso para tocarse, que ella era solo Mi puta y que mientras yo no lo autorizara no se podía ni tocar y menos correrse.

Raquel cogió y puso sus manos en la espalda, pero Ana le cogió una mano y se la llevo a su coño diciéndole que la masturbara.

-Ana.-Mi Amo me permite usar a su perra, a la hija de su puta.

-Tienes mi permiso para hacer lo que desees con la puta de tu hija, zorra, ya te lo dije ayer, este fin de semana la vamos a usar a nuestro antojo.

-Ana.-Gracias mi Señor, jamás pensé que iba a devolverle todos sus insultos y de una forma tan placentera para mí.

Raquel seguía chupando y gimiendo, a la muy zorra le gustaba eso, y estaba a punto de correrse.

-Zorra me voy a correr, no quiero que se te escape ni una gota de mi leche.

Y en ese momento empecé a correrme y ella a tragar, le vino alguna que otra arcada, pero la muy puta no se retiró y siguió tragando, y una vez que termino empezó a limpiármela con la lengua muy suave y dulcemente, como dándome las gracias, mientras su madre la tenía cogida del pelo, y cuando vio que termino conmigo le pego un tirón brusco que la hizo chillar y le puso el coño en la boca, ordenándole que siguiera ahora con el coño de su puta madre, que la iba a tener todo el día así hasta dejarle la lengua insensible. Raquel siguió comiéndole el coño a su madre hasta que esta se corrió.

Yo di por terminada la sesión mañanera y les dije que iba a ducharme y que luego lo harían ellas, que iríamos primero a mi casa para coger ropa para salir, pues como no pensaba salir todo lo que tenía era para estar por casa y la ropa que llevaba el día anterior puesta, y que luego iríamos a casa de Raquel a ver su armario y tirar lo que no me gustara y luego a comprar ropa más acorde con su nueva vida de puta de MI puta.

Ana se puso una falda negra con medias y tacones de aguja, y ropa interior negra de encaje, y Raquel con la ropa que llevaba puesta el día anterior, pero sin bragas, estas pasaron a mi colección.

En mi casa no nos entretuvimos nada, pues solo fue cambiarme de ropa y coger algo más por si había algún cambio más de planes, de mí casa nos fuimos directamente a casa de Raquel, ella vivía a las afueras de Granada en una urbanización de chalets de lujo, entramos directamente en la casa, pues ella llevaba el mando de la puerta en su bolso.

El chalet era de lujo, pista de tenis y piscina y bastante zonas verdes, pero lo que más me gusto es que desde fuera nadie podía ver lo que ocurriese dentro.

La casa por dentro no estaba nada mal, la verdad es que tenía buen gusto para la decoración la zorra. En la planta de abajo tenía un salón enorme, una salita donde hacían normalmente la vida, una cocina enorme y de muy buen gusto, dos baños y otra habitación donde vivía la mujer que tenían interna, que no estaba pues al creer que no iban a estar le habían dado el fin de semana libre y se había ido a casa de sus padres en Úbeda.

Yo estaba alucinado con lo que me estaba enseñando Raquel, que por lo que supe luego ya estaba instruida por Ana y lo estaba haciendo porque sabía que me iba a gustar conocer todos los rincones de su casa, y por ultimo subimos a la planta de arriba, donde tenían cinco habitaciones, todas con baño, dos de ellas eran de sus hijos muy ordenadas y bien decoradas, y otras dos habitaciones para invitados, también provistas de todo, y por ultimo entramos en su habitación, enorme con un vestidor que era como mi dormitorio de grande, con todo muy ordenado y muy cuco.

-Raquel.- aquí tiene mi ropa Señor, todo está ordenado dependiendo de la época, aquí tiene Ud., la ropa de invierno, y en este lado la de verano, y en los cajones tengo toda mi ropa interior.

-Muy bien perra vamos a ver la ropa, pero desnúdate ahora mismo puta, no quiero verte más con pantalones en mí presencia.

Rápidamente se desnudó, y al quitarse los pantalones vi que la parte que roza el coño estaba totalmente mojada, por lo que le pregunte si es que se había meado, aunque sabía que no era eso quería forzarla a que se soltara hablando como la perra en la que la quería convertir.

-Raquel.- No mi Amo no me he meado, pero estoy terriblemente excitada y con ganas de que me use, quiero volver a sentir como ayer mi Señor.

-Muy bien puta, lo harás, si sigues así te convertirás en una buena puta, además de que tu madre te adiestrara en mi ausencia.

Empecé a abrir cajón por cajón y en el primero estaban todas sus bragas, saque el cajón entero y tire al suelo todo su contenido ya que todas las bragas que había eran horribles, de todos los colores pero antiguas.

-Que bragas son estas perra?

-Raquel.-Señor estas son las de diario, son las que uso normalmente.

-Pues todas a la basura perra, jamás quiero que uses algo tan feo y asqueroso para la vista.

Abrí el segundo cajón y estaba lleno de calcetines tipo media y de pantys de todos los colores y dibujos y alguno tengo que reconocer que muy bonitos, pero hice lo mismo que con el primer cajón, tire todo su contenido al suelo.

-Como te dije ayer a partir de ahora solo medias o nada, jamás usaras un calcetín de este tipo, lleves lo que lleves perra.

-Raquel.- Así será Señor, será lo próximo que haga renovar todo esto a su gusto.

En el tercer cajón estaba lleno de bragas, pero la mayoría de seda y muy de mí gusto a excepción de algún color beige o champán, que cogí y también las tire.

En el siguiente cajón solo había sujetadores compañeros a las bragas que tire, por lo que fueron también todas al suelo.

Y en el último cajón de esa cajonera estaban también los sujetadores compañeros a las bragas de mi gusto, así que tire todos los que no me gustaban su color.

Ana mientras tanto estaba sentada en la cama observando con una sonrisa todo lo que estaba aconteciendo en el vestidor, viendo como su hija solo se limitaba a asentir y observar como iba yo tirando todo lo que no me gustaba.

Yo seguía con mi inspección, y ahora me fui a la otra cajonera donde ella me dijo que todo lo que había eran calcetines y ropa deportiva que usaba para el gimnasio, yo los fui abriendo uno a uno, y tire toda la que no me gustaba, había algunos sujetadores deportivos que fueron todos al suelo así como alguna braga tipo culote, que también las tire, de ahí me fui a donde estaba toda su ropa y observe que tenía más pantalones que faldas, todos muy bonitos y pijos.

-Los pantalones te los voy a dejar no los voy a tirar, aunque sé que el cornudo de tu marido no se iba a dar cuenta, tampoco quiero ponerte en un compromiso, pero no los usaras jamás a no ser que yo te lo diga, como has visto te he tirado toda la ropa interior deportiva, a partir de ahora iras al gimnasio sin ropa interior, y cuando tenga más tiempo iremos a comprártela a mi gusto, ahora solo tienes chandals y algún que otro pantalón, pero son feos y nada ajustados.

-Raquel.-Gracias Señor por dejarme la ropa, pero mi marido no es un cornudo y no...

No le dio tiempo a terminar pues le di un bofetón y le dije que su marido era un cornudo igual que su padre, pero que se lo merece por no saber cuidarte y darte lo que necesitas puta.

-Y ahora ponte junto a la cama a cuatro patas perra, que voy a usar tu cama para follarme a la perra de tu madre.

Con las lágrimas saltadas se fue y se puso tal y como le dije, así que yo me fui hacia Ana y empecé a morrearme con ella y a quitarle la blusa que llevaba, y bajándole el sujetador empecé a comerle las tetas y a morderle los pezones. Le subí la falda y echándole la braga a un lado se la metí de un golpe en un coño que ya estaba mojado y caliente, y empecé a follármela mientras le pellizcaba los pezones y le escupía en la cara, recordándole lo perra que era y lo que me gustaba follármela, mientras tanto Raquel miraba como me follaba a su madre, y gimiendo, con la respiración muy agitada, la muy perra estaba excitada, así que saliéndome de su madre le dije que se subiera en la cama que ahora le tocaba a ella, sin pensarlo pego un salto y casi tira a su madre de la cama, por lo que le solté una bofetada diciéndole que para ella su madre era una diosa y que ella solo es una perra para servir cualquier deseo de su madre y mío, me miro con cara de preocupación, como pensando que se había quedado sin polla, pero no era así, porque la verdad es que me apetecía y mucho follármela, la tumbe en la cama y se la metí en el coño, pero al igual que el día anterior solo con sentirla dentro empezó a correrse y a chillar como una perra.

Ana al ver los chillidos de Raquel se subió encima y le puso el coño en la boca para que se lo comiera.

-Ana.-Cómeme el coño zorra, quiero correrme en la boca de la puta de mi hija, no pares perra, que te muelo a hostias.

Yo seguía follándomela, y ella no paraba de convulsionar, pero no se atrevía a quitar su boca del coño de su madre.

Como aun no me quería correr, me salí de su coño y empecé a comérselo y a mordisquear el coño, al sentir el primer mordisco empezó a correrse otra vez, dejándome la boca llena de jugos y la cama perdida de sus jugos, me incorpore y me puse a besar a Ana, para que supiera a que sabía su hija, en ese momento Ana retirándose de mi boca me pidió permiso para correrse así que se lo di, y también empezó a convulsionar todo su cuerpo y se corrió como la verdad hacía tiempo que no la veía hacerlo. Raquel aun viendo como su madre se había corrido no se atrevía a parar de chuparle el coño, pero yo también quería correrme en su boca así que le ordene a Ana que se quitara que me la iba a follar por la boca. Ana sabiendo como me gusta cuando estoy en la cama cogió a Raquel de los pelos y la quito de la cama, cediéndome a mí el centro de la cama, así que volvió a coger a Raquel y la llevo hasta mi polla ordenándole que se esmerara que ayer ya recibió su primera clase.

-Chúpala bien guarra, y tú Ana lámeme el cuerpo, quiero sentir tu lengua mientras la perra de tu hija me la come.

Aunque aún se le notaba su falta de experiencia ya lo hacía mejor que día antes, pero viendo que aún le faltaba, la cogí del pelo y empecé a marcarle el ritmo, y así la tuve hasta que me corrí, lo hice sin avisar, pero a pesar de que le vino alguna arcada se lo trago todo, y siguió chupándola hasta dejarla limpia, mientras su madre estaba junto a ella masturbándose y mirándome pidiéndome permiso para correrse, cosa que hice, y volvió a explotar en un orgasmo fuerte que no trato en ningún momento de acallar, por lo que lo hizo gritando.

-Ana.-Puta ven a limpiarme el coño, lo quiero limpio muy limpio zorra.

-Raquel.- Si mi Señora, ahora mismo se lo limpio.

Era la primera vez que trataba así a su madre, pero me gusto y me sorprendió, creo que de todas las sumisas que he adiestrado y tratado es la que antes ha sabido aceptar su condición y aún sin conocer este mundo la que mejor ha respondido.

Cuando acabo se dirigió a mi y me dijo que si me quería bañar o duchar?, a lo que yo le conteste que si que me quería duchar, pues se hacía tarde y teníamos que ir de compras y a comer. Se levantó de la cama y se fue al baño a prepararme la ducha, yo las mire a las dos y les dije que ellas no se ducharían, y le pedí a Ana que buscara ropa para la puta de su hija.

Raquel volvió del baño con una toalla para mí y me dijo que mientras me duchaba ella iba a cambiar toda la ropa de la cama, a lo que yo le dije que no, que quería esas sabanas así, como estaban, quería que el cornudo de su marido durmiese en ellas llenas del olor de la perra de su suegra y del mío.

-Raquel.- Lo que Ud. desee mi Señor, no las cambiare.

Yo me fui a la ducha y mientras Ana se quedó buscando ropa para Raquel.

Cuando salí de la ducha ellas ya estaban preparadas para irnos. Ana había escogido una falda color granate a juego con una blusa, y sujetador y bragas también del mismo color, y unos zapatos de tacón, también a juego, aunque el tacón era mediano, ya que ella no tenia de tacón de aguja, y a pesar del frío que hacia fuera no se había puesto medias, así que yo me fui al vestidor y me puse a rebuscar en el suelo algún panty que fuese a juego, vi uno que me gusto, la mire y le pedí unas tijeras, salió un momento de la habitación y volvió con las tijeras, así que le dije que se pusiera los pantys. Una vez puestos me acerque a ella y le dije que se tumbara en la cama, cogí las tijeras y le recorte toda la parte del coño. Una vez terminado les dije que nos íbamos al Corte Ingles a comprar y ya comeríamos por allí cerca.

Fuimos los tres hacia el coche, y una vez junto a el, le dije a Raquel que ella conduciría, y que Ana y yo iríamos detrás, pues ella era nuestra sirvienta y sumisa.

Una vez en el Corte Ingles, nos dirigimos directamente a la sección de lencería, y entre Ana y yo escogimos medias, ligueros y conjuntos de bragas, tangas y sujetadores, por ultimo cogí una medias que fuesen con la ropa que llevaba puesta y un par de conjuntos para Ana, y se lo di todo a Raquel para que lo pagase, la verdad es que la vendedora se llevó una buena comisión, pues la cuenta paso de las 80.000,-Ptas. Cuando termino de pagar le di las medias que había elegido a juego con la ropa y delante de la vendedora le dije que fuese a cambiarse y que tirara las que llevaba puestas, pues no le podía meter mano bien. Tanto la vendedora como Raquel se pusieron rojas, pero ninguna dijo nada, Raquel se fue directamente a los vestidores a cambiarse, mientras Ana y yo nos quedamos esperándola.

De allí nos fuimos a comer a un sitio cercano, una buena comida, acompañado de un buen vino y todo a cuenta de Raquel, a la cual se le veía muy a gusto en su papel, ella llevaba todas las bolsas y caminaba detrás de su madre y de mí.

Durante la comida, yo me encontraba junto a ella y su madre frente a nosotros, y en un momento determinado metí la mano bajo la mesa y la lleve a su coño, el cual está húmedo, la muy zorra disfrutaba siendo usada como sirvienta, así que empecé a acariciarle el clítoris suavemente, mirándola a la cara, pero era increíble como se ponía, soltó el cubierto y se agarró con las manos a ambos lados de la silla.

-Raquel.- Si no para mi Señor me voy a correr, y se va a enterar todo el mundo, por favor se lo ruego no siga.

-Debes de aprender a controlarte perra, debes aprender a no correrte sin mi permiso y si te lo doy a aceptar todas las consecuencias o lo controlas o gritas, a mi eso no me importa perra no voy a ser yo el que se ponga en evidencia.

-Ana.- Eres una perra y una puta zorra, y no se te ocurra correrte sin su permiso o sufrirás tu primer castigo.

-Raquel.- No puedo uhmmm, no puedo, déjeme correrme Señor, por favor no aguanto más.

-Tú sabrás perra si te corres se va a dar cuenta todo el mundo, tienes mi permiso, quiero ver como sales de esta puta.

Y sin más empezó a correrse a dar pequeños saltos en la silla y cuando no pudo más soltó un pequeño grito que hizo que todo el mundo que estaba allí se fijara en nuestra mesa, menos mal que no había mucha gente. El camarero se acercó corriendo a ver que pasaba, menos mal que Ana estuvo atenta y al quite y dijo que no pasaba nada, que era su hija y que de vez en cuando sufría pequeños ataques epilépticos.

Poco a poco fue recuperando la compostura, y dándose cuenta de lo que había hecho, así que no sabía donde mirar y casi se le saltan las lágrimas, pero yo para no darle tiempo a pensar, cogí la servilleta y haciendo como que le limpiaba el sudor, le metí mis dedos aun húmedos en la boca, ordenándole que los limpiara y que saboreara sus jugos y su corrida, y aunque al principio dudo, en seguida se puso a lamerlos dejándomelos muy limpios.

Cuando terminamos de comer, las lleve a una zapatería del centro donde ya nos conocían a Ana y a mí de otras veces, nada más vernos la dependienta se acercó para ver que queríamos, yo solo me limite a decirle que buscábamos un par de zapatos de tacón de aguja. Nos enseñó varios modelos de los cuales me decidí por dos de ellos, y les dije que se los probase a Raquel. La muchacha le dijo a Raquel que se sentara para que se los probase. Raquel estaba un poco descolocada pues no sabía que su madre y alguna amiga más, como Rocío o mi ex jefa eran clientas asiduas y siempre iban acompañadas por mí.

Raquel se sentó y la dependienta le probó los zapatos, pero de tal forma que se le veían el final de las medias y el coño, por lo que la cara de Raquel era todo un poema.

Le venían perfectos, así que le dije a Raquel que pagara los zapatos, y que se pusiera los que ella quisiera y que los que llevaba puestos se los diera a la dependienta para que los tirara.

Cuando estaba pagando la dependienta le dijo que tenía buena pinta para ser una zorra y que yo era un buen Amo, esto aun hizo que se pusiera más roja, porque no se esperaba esas palabras. Ella no sabía que la dependienta era también sumisa y que su Amo y marido era un conocido mío, y aun siguen siendo pareja aunque por motivos laborales ahora residen en Barcelona.

Salimos de la tienda y les dije que nos íbamos ya para la casa.

-Cuando regresa el cornudo de tu marido?

-Raquel.- En principio mañana por la tarde mi Señor, pero lo mismo no viene hasta el lunes.

-Pues entonces nos vamos a tu casa, nos vas a servir en tu propia casa perra, hoy y mañana esa casa va a ser la de tu madre y la mía puta.

-Raquel.- Lo que Uds., deseen, quiero que sepan que estoy pasando el mejor día de mi vida junto con lo de anoche y haré todo lo que deseen.

-Muy bien zorra pues andando que ya estoy cansado.

Nos dirigimos al parking a recoger el coche, pero esta vez le dije a Ana que conduciría ella, pues quería usar a su hija mientras íbamos hacia la casa.

Una vez dentro del coche le dije a Raquel que se quitara las bragas y se sentara sobre su culo, cosa que hizo sin rechistar, conforme salimos del parking le cogí la cabeza y se la lleve hasta mi polla, y ella empezó a chupármela con muchas ganas, como si le fuese la vida en ello, mientras yo le metí la mano por el escote y empecé a pellizcarle las tetas, y no habíamos andado ni cinco minutos cuando la puta empezó a correrse sin mi permiso. Por lo que la incline aun más sobre mi y le di dos azotes muy fuertes en el culo, además le dije que ya no se lo advertía más y que cuando llegásemos a la casa iba a recibir su primer castigo, ella no decía nada, seguía chupando y mamando la polla con ansia, y cuando estábamos entrando por la puerta me corrí sin avisarle, advirtiéndole que como derramase una gota el castigo seria aun peor, por lo que se lo trago todo y me limpio la polla dejándola reluciente.

Una vez dentro...

CONTINUARA…
 

heranlu

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Una vez dentro del coche le dije a Raquel que se quitara las bragas y se sentara sobre su culo, cosa que hizo sin rechistar, conforme salimos del parking le cogí la cabeza y se la lleve hasta mi polla, y ella empezó a chupármela con muchas ganas, como si le fuese la vida en ello, mientras yo le metí la mano por el escote y empecé a pellizcarle las tetas, y no habíamos andado ni cinco minutos cuando la puta empezó a correrse sin mi permiso. Por lo que la incline aun más sobre mi y le di dos azotes muy fuertes en el culo, además le dije que ya no se lo advertía más y que cuando llegásemos a la casa iba a recibir su primer castigo, ella no decía nada, seguía chupando y mamando la polla con ansia, y cuando estábamos entrando por la puerta me corrí sin avisarle, advirtiéndole que como derramase una gota el castigo seria aun peor, por lo que se lo trago todo y me limpio la polla dejándola reluciente.

Una vez dentro...

Así acabo el segundo capitulo, que os recomiendo leer para mejor compresión de este relato

Una vez dentro de la casa les dije a ambas que se desnudaran, cosa que hicieron rápidamente, quedándose Ana con sus medias, sujetador y bragas y Raquel solo con las medias y el sujetador.

Abrí unas de las bolsas y saque un juego de lencería de los que habíamos comprado y se lo di a Raquel diciéndole que se lo pusiera y que el resto lo colocase en su sitio y que una vez hecho bajase a atendernos a su madre y a mí.

Raquel subió rápidamente hacia su habitación mientras su madre y yo nos dirigimos al salón, yo me senté en el sofá y le dije a Ana que se sentara a mi lado, que íbamos a tomar café y ver un poco la tele, pero que ella no hiciese nada que su hija iba a ser nuestra criada.

A los diez minutos bajo Raquel de su habitación, con su conjunto de bragas y sujetador negro de encaje, sus medias y otro par de zapatos de los que habíamos comprado esa tarde, comunicándome que ya lo tenia todo colocado y que de paso había metido todo lo que yo deseche en bolsas y que deseaba saber que tenia que hacer con toda esa ropa.

- Como es tu asistenta?

-Raquel.- Como yo de alta Señor, normalmente le doy ropa mía cuando hago limpieza de cosas que no me pongo, pero jamás le he dado ropa interior.

- Pues esta vez se la vas a dar, luego tiraremos las más viejas y le darás el resto a ver que dice. Ahora prepara café y algo de picar zorra.

-Raquel.- Si Señor ahora mismo.

La verdad es que estaba disfrutando de esta situación al ver lo bien que había asumido su rol.

Mientras me puse a ver la tele y a la vez acariciaba a Ana para tenerla a tono, la muy puta tenía los ojos cerrados y se dejaba llevar.

A los quince minutos apareció Raquel con tres tazas de café una jarra de leche y pastas, las dejo en la mesa e hizo intención de sentarse.

- Quien te ha dado permiso para sentarte perra, ve a la cocina y trae un plato hondo perra, desde cuando la criada se sienta o come con sus dueños?

Agacho la cabeza y se fue a la cocina, volviendo en seguida con un plato de consomé.

Yo cogi su café y lo eche en el plato, colocándolo a mis pies.

-Este es tu sitio, mientras seas nuestra criada comerás y beberás en el suelo, sin usar las manos puta.

En ese momento Ana abrió los ojos como esperando que su hija se negase o se revolviese, pero para asombro de ambos, pues yo también esperaba que se negase, se limito a asentir como la cabeza y contestar “lo que los Señores deseen”.

-Raquel.- Les sirvo yo el café o se lo van a servir los Señores?

-Sírvelo tú perra, a mi con leche hasta arriba y a tu Señora solo como a ella le gusta.

-Raquel.- Ahora mismo Señor.

Nos sirvió los cafés y nos acercó las pastas y rápidamente se puso de rodillas delante de su plato.

-Raquel.- Puede su sirvienta tomar ya su café Señor?

-Si perra puedes tomar tu café y cuando acabes te quiero de rodillas con el culo pegando a los talones y esperando a que nosotros acabemos.

Ana solo observaba y estaba alucinada al descubrir que su hija no solo era sumisa, también tenía mucho de esclava.

Con mucho trabajo pero con agilidad se tomo su café a sorbos y cuando termino se puso tal y como yo le dije, mientras Ana y yo nos lo tomamos con calma, sin prisa y comentando lo sucedido hasta ese momento, sobretodo la reacción de Raquel, pues Ana jamás se pudo imaginar el grado de sumisión de su hija, yo visto lo visto le dije que posiblemente siempre ha sido así, pero dentro de su relación, por lo que estaba totalmente entregada a su marido, y solo hizo falta un pequeño empujón para descubrirse como esclava, porque era como ella se sentía cómoda, y posiblemente las faltas de respeto y voces que le daba a veces, lo hacia inconscientemente buscando una respuesta como la que recibió, y si lo hacia con Ana era simplemente por miedo a la reacción de su marido, miedo a que la dejara, por eso se aprovechaba de Ana, porque sabia que era su madre y lo máximo que recibiría seria un castigo en forma de bofetada.

Ana aun incrédula le costaba ver y entender lo que yo le estaba diciendo, pues no entendía el porque, pues no le hacia falta el marido para vivir, pues todo era de ella y la empresa donde estaba Luis era del padre de Raquel. Pero no es la necesidad económica, es la necesidad de tener a alguien a quien servir, que la guié, que le diga que hacer, solo que la ignorancia y el miedo al que dirán no le permitía ir más allá, llegar a donde llego ayer. Y por eso ahora se siente feliz y realizada, sin querer y sin esperarlo ha encontrado lo que sin saber buscaba.

Una vez terminamos Ana y yo de tomar el café, le ordene a Raquel que retirara todo y que lo dejara todo limpio y una vez lo hubiese hecho que regresara a la salita.

-Raquel.- Si mí Señor lo que Ud., desee.

Mientras le pedí a Ana que me desnudara y empezara a lamerme el cuerpo, pues ver y lo más importante sentir la entrega de Raquel me tenia muy excitado, y no solo era yo, Ana también estaba encendida, sentía su respiración agitada y deseando continuar sometiendo a su hija.

Una vez me hubo desnudado empezó a lamer todo mi cuerpo, pero no hacia nada más que mirar a la entrada de la salita esperando la aparición de su hija, cosa que no tardo en suceder.

Raquel llego a nuestro lado y sin decir nada se puso en posición, de rodillas y con el culo pegando a los talones.

-Ponte a cuatro patas perra, entre mis piernas y empieza a lamer mis huevos y mi polla, mientras tu madre sigue con lo que esta haciendo.

Rápidamente se puso a ello, y se le notaba que iba aprendiendo pues esta vez me lo estaba haciendo bien, muy bien.

Como no quería correrme aun, le dije que parara y que le comiera el coño tal y como estaba a su madre. Ana se sentó a mi lado y abrió sus piernas, y Raquel se puso a comerle el coño a su madre, mientras yo contemplaba el rostro de ambas.

-Ana.-Que bien me comes el coño perra, no pares sigue, me vas hacer correr puta, Señor me puedo correr?.

-Si

-Ana.-Gracias Señor.

Y pegando un alarido empezó a correrse en la boca de su hija, y Raquel asumiendo su papel a pesar de la corrida de su madre siguió comiéndole el coño.

-Ana.-Si sigues así me voy a volver a correr y a mear.

-Quiero que te mees en su boca, quiero que sepa a que sabe el orín de su madre.

Dicho y hecho sin decir nada más empezó a mearse en la cara de su hija, que no daba abasto a tragar, poniendo el sofá chorreando, yo como no aguantaba más me levante y cogiendo a Raquel del pelo la puse a cuatro patas en el sofá y empecé a follarmela mientras le tiraba fuerte del pelo, y sin previo aviso y viendo que estaba haciendo mil esfuerzos por no correrse, se la saque del coño y se la metí en el culo si preparativos y de una sola vez, me costo pero más me gusto, ella empezó a chillar y a suplicar que se la sacara, cosa que no sucedió, y una vez se la metí del todo empecé a follarmela, aunque no tarde mucho en correrme, me salí de su culo y cogiendola de pelo la tire al suelo y le dije que me limpiara la polla y que si lo hacia bien la dejaría correrse. Rápidamente se puso a cuatro patas y empezó a limpiarme la polla sin hacerle ascos a que acabase de salir de su culo.

-Ana cómele el coño a la perra de tu hija, se lo ha ganado.

Ana lo estaba deseando pero para dejarle claro a Raquel que ella era superior, la cogio del pelo y la tiro bruscamente al suelo y le puso el coño en la boca, mientras ella también se lo comía, haciendo un 69 perfecto.

No tardaron en correrse, Ana se incorporo y cogiendo a su hija del pelo la arrastro hasta ponerla otra vez de rodillas y le volvió a poner el coño en la boca ordenándole que se lo dejara limpio, y esta obediente y feliz empezó a limpiarle el coño a su madre, pero sin querer o queriendo, eso no lo sabré nunca, le araño el muslo con sus uñas, y Ana actuando como jamás la había visto le soltó una bofetada llamándola puta, y cogiendola del pelo la arrastro por todo el salón hasta una silla que había a la entrada y la puso de rodillas con las palmas de las manos en le silla y el culo hacia fuera, ordenándole que no se moviera.

En ese momento Ana me miro como pidiéndome autorización para seguir, cosa que asentí con un moviento de cabeza, pues yo no sabia si estaba mas asombrado o excitado, así que Ana se dirigió a donde estaba mi ropa y cogiendo mi correa se fue a por su hija, y sin avisar le soltó un correazo en su culo, pero lo que más nos sorprendió nuevamente fue la respuesta de Raquel.

Raquel.-Gracias Señora por castigar a esta perra.

Ana.-Vas a aprender a tratar a tu Ama perra, vas a sentir el haber arañado el cuerpo de tu Ama, te voy a dar diez correazos.

En ese momento me levante y le dije a Ana que parara, y sacando de mi bolsa una regla de cuero se la cambie por la correa, ya que la correa deja más marcas y son peores de curar.

.-Conforme recibas los azotes perra los iras contando y diciendo gracias Amos por este castigo que me he merecido.

Raquel.-Si mi Amo, así será.

Ana volvió a azotar el culo de su hija, cumpliendo esta a rajatabla lo indicado por mí.

Al cuarto azote se le saltaron las lagrimas, pero en ningún momento dijo nada que no fuese lo estipulado. Cuando acabo Ana le dije que se acercara al baño y buscase una crema para que se la aplicara a su hija, pues era la primera vez y no estaba acostumbrada aun.

Mientras Ana iba a buscar la crema, me acerque a Raquel y acariciándola le dije que me tenia gratamente asombrado y que la iba a convertir en una buena esclava de su madre y mía, a lo que ella me respondió “que no deseaba otra cosa mas que pertenecernos y cumplir cualquier deseo nuestro y sobretodo mío”

Volví a mi bolsa y saque unas pinzas de presión con una cadena y acercándome a Raquel se las puse en los pezones que los tenia como una piedra, y esta solo hizo una mueca con la cara y se le saltaron dos lagrimas, pero aun así no dijo nada. Lleve mi mano a su coño y estaba empapado.

-Como estas perra, estas excitada?

Raquel.-Si mi Señor, las lagrimas no son de dolor, son por cumplir sus deseos de que no me corra sin su permiso, estoy intentando controlarme mi Amo, pero me esta costando.

No dejaba de sorprenderme, en los años que llevaba viviendo la vida como a mi me gusta, jamás había conocido un cambio tan grande, cierto es que ya había leído algo de perras como Raquel, pero siempre había dudado de su veracidad, pues me parecía irreal que alguien pudiese convertirse en una esclava perfecta en tan solo un día, pero ahora doy fe de ello, supongo que es algo que Raquel lo tendría a flor de piel a punto de explotar y sospechando sobre la vida que seguía su madre, lo provoco, pero vamos eso es solo una suposición mía pues jamás se lo he preguntado, lo mismo cuando lea este relato hablamos del tema.

Viendo los esfuerzos que estaba haciendo por contenerse, le autorice a correrse, cosa que hizo nada más terminar yo la frase, empezó a convulsionar todo el cuerpo y termino pegando un grito que se tuvo que oír en toda la urbanización.

Pero aun así no cambio de postura, seguía de rodillas con las palmas apoyadas en la silla.

Raquel.-Gracias Señor por permitir a esta perra correrse para su Amo.

En ese momento se acerco Ana, que se había quedado en la puerta observando la corrida de su hija.

Arrodillándose junto a ella, empezó a aplicarle la crema en su enrojecido culo, cuando acabo de aplicársela cogio a su hija y le dio un morreo prolongado fuerte y hasta violento.

Me volví a sentar, pero esta vez en un sillón, porque el sofá estaba lleno de los orines de Ana, en el momento de sentarme llame a Ana y le dije que se sentara en el sofá, sobre sus meados, tampoco quería que se me desmadrada y que supiese quien era allí el Amo, y a Raquel le dije que se acercara y se pusiese junto a mí, esta hizo intención de levantarse, pero le dije que no, que a partir de ahora su estado era el de una perra y como tal tenia que actuar y moverse, sin decir nada volvió a ponerse a cuatro patas y se acerco a mí, yo premiándola le acaricie la cabeza y le dije que se sentara en el suelo y dejase la cabeza apoyada en mis rodillas, ella se limito a sonreír y a decir “gracias Señor es Ud., muy bueno premiando a su perra”.

Mire el reloj y vi que eran las ocho de la tarde y yo estaba cansado así que le dije a Raquel que se tumbara a mis pies, que yo iba a descansar un rato, y a Ana le dije que hiciera lo que quisiera, pero que no me molestara y que si me quedaba dormido que me despertase a las nueve, así que me recline en el sillón y cerrando los ojos me quede dormido.

A las nueve en punto me despertó Ana, indicándome la hora que era, yo me espabile y mirando al suelo vi que Raquel seguía en la mismo posición que yo le había ordenado antes de dormirme, pero se le veía bien y sus ojos brillaban de felicidad.

-Raquel sube arriba y prepárame un baño, las escaleras por ahora las puedes subir de pie, y tu Ana mientras nuestra perra me prepara el baño sube y escoge la ropa para ti y para la perra de tu hija, vamos a salir a cenar.

Ana.-Si mi Señor, algo en especial o lo deja a mi elección.

-Lo dejo a tu elección perra.

Ana.-Gracias Señor

-Pues a funcionar perras.

Ambas se pusieron en marcha, Raquel andando a cuatro patas hasta que llego a las escaleras y Ana la seguía con una sonrisa de malicia en la boca.

A los cinco minutos sentí a Raquel llamarme, diciéndome que ya estaba el baño preparado, por lo que subí rápidamente y me metí directamente en la bañera, gran bañera por cierto, con el agua caliente pero sin quemar y con mucha espuma, la verdad es que me encanta ese tipo de baño. Le dije a Raquel que me bañase y enjabonase, cosa que hizo con delicadeza y mucho cuidado, tanto que me excite y me volví a empalmar, así que cogiendola del pelo le dije que se quitara los zapatos, y se metiera en la bañera y se metiera mi polla en su puto coño, sin replicar se metió en la bañera, con medias, bragas, su sujetador bajado y las pinzas colgando de sus tetas, y se metió despacio mi polla en su coño, así que cogiendola de la cadenita de las pinzas empecé a marcarle los movimientos de la follada. Ella no paraba de gemir y se le veía que estaba sobreexcitada, estaba disfrutando de su condición de perra, mientras me la follaba, o mejor dicho, mientras ella me follaba, mire a la puerta y allí estaba Ana masturbándose y mirándonos fijamente a los ojos, así que le indique que se acercara y se pegara a la bañera, cosa que hizo velozmente, y le indique a Raquel que mientras me follaba masturbara a la zorra de su madre con la mano, también cogi una pastilla de jabón que había en el filo de la bañera y se la di a Raquel para que se la metiera en el coño a su madre. Raquel se lo metió a su madre en el coño y empezó a masturbarla pero con suavidad, por lo que se ve no tenia mas ganas de azotes ese día, pero Ana esta a punto de correrse y no tardo en hacerlo, y yo al verlo me dio por reír, porque mientras gritaba que se corría, empezaron a salirle pompas del coño, efecto del jabón, pero no pompas pequeñas, sino bastante grandes, mientras Raquel me miraba un poco sorprendida y hasta desilusionada, porque ella no veía las pompas que salían del coño de su perra madre y se creía que me estaba riendo de ella por que no lo estaba haciendo nada bien, y al revés lo estaba haciendo muy pero que muy bien, tanto que me iba a correr.

-Perra me voy a correr, me voy a correr dentro de mi puta, quiero que sientas como se corre tu Amo dentro de ti perra, porque a partir de ahora solo yo me podré correr dentro de ti zorra, nadie más, ni el cornudo, ni nadie entendido?

-Raquel.-Si mi Señor yo soy suya, y si quiere Ud., me separo del cornudo y lo mando a la mierda.

-No puta para el tengo otros planes, pero si no los acata lo mandaras a la mierda.

Raquel.-Lo que mi Señor diga, en mi vida me he sentido tan feliz y realizada y quiero seguir andando y descubriendo todo lo puta que puedo ser para mi Amo.

Todo esto lo decía entre jadeos, así que le dije que se corriera que quería sentirla, mientras su madre aun estaba tirada en el suelo del baño recuperándose del orgasmo.

Raquel empezó a correrse, entre jadeos y gritos y convulsiones, me gustaba verla correrse por como convulsionaba, y esto hizo que yo empezara a correrme dentro de ella. Cuando termine le quite las pinzas, y mirando a su madre le dije que le curara los pezones, que los mimara primero con su lengua y luego con una crema, las pinzas tenían que haberle hecho daño, pero en ningún momento se quejo.

Ana se incorporo y cogiendola del pelo la saco de un tiron de la bañera, ordenándole que se pusiera de rodillas, Ana se puso a cuatro patas y se acerco a los pechos de su hija y empezó a lamerlos, con suavidad y hasta con cariño, parecía mas su madre que su Ama, por el mimo que ponía en cada lametón que le daba, pero al minuto Raquel ya estaba gimiendo, y Ana volvió a la realidad e incorporándose le pego un bofetón.

Ana.-Quien te ha dado permiso para excitarte zorra

Raquel.-Lo siento señora, perdone no era mi intención.

Ana.-Luego te volveré a azotar puta, vas aprender a base de palos.

-Ya vale, tu Ana ponte aquí a mi lado de rodillas, y tu Raquel termina de enjuagarme y empieza a secarme.

Ambos hicieron rápidamente lo que les pedí, así que Raquel termino de enjuagarme y yo me puse de pie para que me secara, pero también tenia otros planes, así que saliendo de la bañera le dije a Raquel que la vaciara, así que quito el tapón y regreso a secarme, cuando la bañera estaba ya vacía, le indique a Ana que entrara en ella, Ana me miro extrañada, pero no dijo nada se limito a obedecer, le dije que se tumbara.

-Raquel la puta de tu madre se ha corrido antes sin permiso, y yo no permito que una perra mía lo haga sin mi consentimiento, así que entra en la bañera y meate en la puta y zorra de tu madre.

-Raquel.-Ahora mismo Señor.

Se metió en la bañera, en su cara se le veía una sonrisa como de venganza, y abriéndose de piernas sobre la cara de su madre empezó a mearla. Cuando acabo me miro como esperando indicaciones, y yo se las di, le dije que se tumbara junto a su madre, y una vez las dos tumbadas en la bañera, me acerque yo al filo de la bañera y empecé a mearlas a las dos, indicándoles que tuviesen la boca abierta, cosa que ambas cumplieron.

-Ahora salid de la bañera, quitaros esa ropa y ducharos, os quiero listas en media hora perras, tu Ana dale la ropa que has escogido para ella. Os espero abajo perras.

C-----
Aunque existe un salto de quince años más o menos, como la relación con Raquel continuó, aunque ahora un poco más espaciada, además de que me sirvió para introducirme en el mundo de la sumisión de parejas, que es lo que quiero contaros en este capitulo, creo necesario retomarla para poder luego continuar relatándoos mis vivencias con Raquel, Cristina, Luis y Manolo, que aunque han sido un par de veces y la primera de forma casual, sin buscarla si que fueron muy satisfactorias por mi parte y por la suya visto el resultado.

-Ahora salid de la bañera, quitaros esa ropa y ducharos, os quiero listas en media hora perras, tu Ana dale la ropa que has escogido para ella. Os espero abajo perras.

A los veinte minutos aparecieron ambas vestidas muy parecidas, parecían más hermanas que madre e hija, solo que una rubia y otra morena, las dos se habían puesto faldas negras por encima de las rodillas y medias negras, con zapato de tacón de 10 cm., aunque a Raquel aun le costaba andar con ese tacón, ya se le veía más suelta, y ambas se habían puesto de blanco la parte de arriba, Raquel una blusa de botones, y Ana una camiseta de pico que le quedaba realmente fantástica, ya que al ser de su hija se le quedaba totalmente pegada dejando ver perfectamente lo tiesos que tenia los pezones, a pesar de llevar sujetador.

Salimos los tres hacia el coche, y Raquel en su papel de sirvienta se adelanto a su madre y a mí, y nos abrió la puerta trasera del coche, poniéndose ella al volante.

Le dije que nos llevara a algún sitio a cenar que estuviese tranquilo, que solo íbamos a charlar como amigos, pero donde no tuviéramos que tener cuidado de lo que habláramos, ya que quería saber más de su vida hasta ahora, pues lo poco que sabia era por medio de su madre y solo era sobre sus desplantes.

Una vez en el restaurante, en el cual yo no había estado nunca, Raquel se acerco al encargado y por el trato vi que le conocía, y le pidió una mesa en un lugar aparatado donde poder hablar sin que nos molestaran.

Nos pusieron en una especie de reservado que aunque no tenia puerta si que nos mantenía apartado del resto de la gente que allí cenaba.

-Raquel.- Espero que le guste Señor, mi marido, perdón, el cornudo y yo solemos traer a comer aquí a los delegados o clientes de la empresa de mi padre.

En eso se acercó el maître para traernos la carta y a preguntar si nos gustaba el sitio que nos habían dado, pues como no había avisado el reservado que normalmente les daba en la planta de arriba no estaba libre, a lo que Raquel le dijo que estaba bien, que no era una comida de negocios, el maître también saludo a Ana, alegrándose de verla pues ya hacia tiempo que ella no iba por allí.

Cuando se retiro el maître, le dije a Raquel que ella escogiera por los tres, que ella sabia mejor que nosotros lo que mejor ponían allí.

Ella pidió por los tres, y además también pidió una botella de Ribera del Duero, nada barata por cierto, y puntualizo que me gustaría, ya que sabia por lo poco que había hablado con su madre, cual era el tipo de vino que a mi me gusta.

-Háblame de ti perra, aunque se mucho, la mayoría es por lo que me ha contado tu madre.

-Raquel.- Pues la verdad señor es que mi vida es más bien aburrida o mejor dicho era más bien aburrida, porque la verdad es que aunque lo haya querido aparentar en ningún momento en sentido remordimientos o me he acordado del cornudo, y si lo he hecho es para maldecir todo lo que me ha hecho perder, aunque eso en parte es más culpa mía que suya por haberlo consentido. No se, si él estará con otra o no, pero creo que no, se que es difícil de creer pero jamás había tenido un orgasmo, hasta este viernes noche, con él solo lo hacia una vez al mes y a veces ni eso, y por supuesto con la luz apagada y sin desnudar, si he de ser sincera Señor, creo que jamás me ha visto desnuda.

-Y porque no trabajas, si antes de casarte trabajabas en la empresa de tu padre.

-Raquel.-Ya ha visto Ud., como funciona mi vida, la verdad es que me case con alguien que me eligieron mis padres, no directamente, pero como si lo hubiesen hecho, pues desde chicos ya nos hacían novios o pareja, no conozco a otro hombre, el siguiente ha sido Ud., Señor, llegue virgen al matrimonio, y la verdad, jajajaja, creo que hasta este fin de semana no he dejado de serlo, y cuando me case mi padre le cedió a él mi puesto y a mi me mando a casa, cosa que yo acepte de buen grado, pero más por como he dicho antes cosas de la educación, y me he dedicado a criar a mis dos hijos, solo acudiendo a actos sociales o a comidas de negocios con mi marido, perdón con mi cornudo, pero siempre como un objeto más, pues aunque entendía de todo lo que hablaban, solo era un objeto para que los clientes vieran que guapa era su mujer.

-Y en que situación o régimen os encontráis?

-Raquel.- Pues como él es hijo único y sus padres eran de mucho dinero, y la verdad un poco avaros, nos hicieron firmar separación de bienes, lo dibujaron muy bien, pues la empresa de mi padre como sabe Ud., funciona muy bien y esta extendida en todo el territorio nacional, pero en aquella época estaba iniciando su expansión, y lo teníamos todo invertido en la empresa, y dieron a entender que como nosotros también estábamos bien, así si no salía bien el matrimonio cada uno tendría lo suyo, y la verdad de todo esto es que se pensaban que mi padre iba a echar mano a los bienes de ellos.

-Y ahora como esta la cosa?

-Raquel.- Pues sus padres viven con lo justo, pues los estafaron, jajajaja, a ellos con lo cautos que eran. Perdone que me ría mi Señor, pero es que ahora tengo la mente tan clara que me estoy dando cuenta de que se han aprovechado de mí y hasta me han llegado a humillar, en fin pero supongo que eso es culpa mía por consentirlo, pero el cornudo no tiene nada, solo el sueldo, pues la casa y el piso de la playa esta puesto a mi nombre, pues nos lo compro mi padre, pero a mi nombre, a su nombre solo existe un coche, y tampoco estoy muy segura.

-Vamos que si te separas y lo echa tu padre se queda con una mano delante y otra detrás no?

-Ana.-Se quedarían en la miseria, porque lo que no sabe la tonta de mi hija es que les tiene puesto un sueldo a sus padres, con el consentimiento de mi marido claro.

En esto que sonó su móvil, y como se suele decir cuando se mienta al diablo… era el cornudo.

-Cornudo.- Hola Raquel donde estas, estoy en el aeropuerto de Málaga, no te he podido llamar antes, ven a recogerme ya que acabo de hablar con mi madre y me ha dicho que tenia a los niños, y me ha extrañado mucho.

A Raquel le brillaban los ojos como si fuese a estallar, se le noto indignada, seguramente antes del viernes, solo se hubiese limitado a asentir, pero se le veía otra muy distinta.

-Raquel.- Pues estoy cenando con mi madre y… (dudo un poco me miro y sonrió), mi Señor

-Cornudo.- No te he oído bien Raquel

-Raquel.- Que no voy a recogerte, coge un taxi y nos vemos en casa, o si no llamas a tu madre, que por lo visto para ella si tienes tiempo, ya veo tus preferencias.

Y colgó, el móvil volvió a sonar, pero simplemente lo apago

-Raquel.- Señor no se si será los orgasmos he tenido por primera vez, lo feliz que me han hecho Ud., y mi madre estos dos días o que de golpe se me han abierto los ojos, pero voy a separarme del maricón este, o el cornudo, como Ud., quiera llamarlo.

-No creo que tenga que llegar la sangre al rio perra, podemos estudiar la situación, yo jamás he sometido a un tío, porque soy hetero, pero podemos intentar someterlo si tu quieres, eso es algo que debes de decidir tú, en eso yo no entro perra.

Raquel me miro con cara de dudas, pero en los ojos se le veía que ya tenía la decisión tomada.

-Raquel.- Me gustaría que lo intentara Señor.

-Bien lo intentaremos ahora vamos a seguir cenando perra, que ya es tarde, mándale un mensaje al cornudo, de que os veis en la casa, que ya mañana iréis a por los niños.

Encendió en móvil y le saltaron como diez llamadas perdidas o más, le envió en mensaje y lo volvió a apagar.

Cenamos bien, y para como había sucedido todo, muy tranquilos.

Pedimos el postre, y cuando lo trajeron le dije a Raquel que se subiera la falda y se sentara sobre el culo. Como si fuese algo que llevaba haciendo de siempre se incorporo y se la subió, por su posición era imposible verla en esa pose.

-Ana metete debajo de la mesa y cómele el coño a la perra de tu hija, que se lo ha ganado, yo controlare que no venga nadie.

Ana se metió debajo y empezó a comerle el coño, y Raquel a suspirar y a gemir, agarrándose al mantel con fuerza para no chillar.

-Raquel.- Gracias Señor, aggggg, me corro señor, puedo?

-Si puta te lo has ganado.

Mirando que no nos veía nadie, me acerque a ella y la bese, para evitar que se enterase todo el mundo que se estaba corriendo.

-Raquel.- Gracias Señor, la verdad es que estaba encendida y excitadísima, creo que solo pensar en humillar al cornudo he estado a punto de correrme.

Ana se incorporo con la boca chorreando de los jugos de la zorra de su hija, y mirando hacia fuera y una vez que vio que no había nadie, se pego un morreo con su hija haciéndole que le limpiara la boca, con la lengua.

Se sentó Ana en su sitio, con una cara de perra y de excitación que yo que la conocía sabia que estaba a punto de correrse, pero no era eso lo que quería.

-Paga esto que nos vamos, te esperamos fuera que tengo que hablar con tu madre mientras pagas, y no te bajes la falda hasta que te pongas de pie perra.

Su madre y yo salimos del restaurante y en la puerta le dije que llamase a Rocío, y que nos prestara el dildo con correas doble que le regalo mi jefa en su momento.

-Dile a Rocío que lo meta en algo que no se vea lo que es, y que eche también las pulseras y las tobilleras con unas cuerdas, dile que ya se las devolveremos.

-Ana.-Señor yo también tengo más o menos lo mismo.

-Lo se perra quien crees que le dijo a mi jefa que os lo regalara, jejejeje, pero no me quiero entretener, dile que cuando estemos llegando le daremos un toque para que nos lo baje y no tengamos que parar, y a Raquel nada de nada, adviérteselo a Rocío para que no se le ocurra decir que es lo que nos da.

En eso salió Raquel muy roja, pero sonriente, el maître la pillo mientras se bajaba la falda.

Nos subimos en el coche y como ya era de lo más normal, Raquel abriéndonos la puerta y al volante.

Una vez dentro del coche le dije a Ana que se quitara la falda, cosa que hizo en menos de un segundo, y metiéndole la mano en el coño, estaba empapado, pero seguía sin querer que se corriera.

Le dije a Raquel que fuera para casa de su madre, pero que no fuese por la parte de la cochera sino del portal que teníamos que recoger algo.

Tardamos unos diez minutos en llegar a la casa de Ana, y a lo lejos divisamos la figura de Rocío, le dije a Raquel que se parara a la altura de Rocío.

Esta cuando llegamos y se asomo a la ventanilla y vio a la puta de Ana sin la falda y a Raquel al volante, se sorprendió pero sonrió.

Rocío.-Buenas noches Señor, ya veo que tiene una nueva puta, ya era hora que domara a esta perra que solo servía para hacer pasar malos ratos a la perra de su madre.

-Buenas noches Rocío, como te va con tu Amo, dile que cuando venga a Granada que me llame, que me debe una cerveza.

-Rocío.- Me va muy bien Señor, además de que ya sabe que Usted tiene permiso para usarme cuando quiera Señor, y le daré su recado.

-Muy bien perra, ahora nos tenemos que ir, va todo lo que te he pedido?

-Rocío.-Si Señor.

-Ok Rocío, gracias, Ana te lo traerá el lunes.

Mirando a Raquel, que ya no se extrañaba de nada, le dije que para su casa, que seguramente el cornudo estaría allí ya, o estaría a punto de llegar, pues habían pasado casi dos horas, y ya eran las doce de la noche largas.

Cuando entramos en el chalet, él aun no había llegado, así que entramos directamente al salón.

-Ana ponte la falda y siéntate, y tu Raquel prepáranos a mi un gin tonic, y a tu madre un ron con coca cola, y tú lo que desees perra.

-Raquel.- Ahora mismo Señor.

Y en eso estaba cuando sentimos llegar un coche a la entrada, y supusimos que era el cornudo en un taxi, y así era, a los dos minutos oímos abrir la puerta y pasos en el pasillo.

En eso momento llego Raquel con las copas y las puso en la mesita y volviéndose a su marido y antes de que este dijera nada.

-Raquel.- Tenemos que hablar

Esto lo desarmo por completo, pues venia en plan de montarle a ella el pollo, así que solo asintió y mirándonos a su suegra y a mí, solo dijo buenas noches.

-Cornudo.- Si tenemos que hablar, ahora cuando se vaya tu madre y este señor hablamos.

-Raquel.- este Señor no se va a ir, y mi madre creo que tampoco, a no ser que este Señor, como tu lo has llamado diga lo contrario.

-Cornudo.- Como?

-Raquel.- Lo que has oído, si tu te quieres ir, ahí esta la puerta, esta casa es mía, y en esta semana arreglaremos los papeles de la separación.

Hasta yo me sorprendí, pues eso en principio no es lo que habíamos hablado, pero ella sabia muy bien por donde iba.

-Raquel.- El lunes iremos a la oficina y recuperare mi antiguo puesto, y como no me hace falta el permiso de mi padre, pues como sabes yo tengo mas poderes que él, y tú, bueno tú según actúes, pasaras a MI servicio, escucha bien a MI servicio o iras a la puta calle, y por supuesto desde este momento la paga que se le pasaba a tus padres bajo cuerda queda suspendida.

-Cornudo.- (con la voz temblando y casi llorando), pero a que viene eso, que ha pasado, aunque supongo que te has enterado.

Estas últimas palabras nos dejo a todos desconcertados, y casi sin reacción, pues lo que menos esperábamos eran esas palabras.

Y la que antes reacciono fue Ana, pues yo tampoco supe reaccionar.

-Ana.- Desde cuando eres MARICÓN.

Estas palabras las dijo más fuertes y recalcándolas bien, pero fueron claves, pues sin más este se derrumbo y empezó a llorar.

-Cornudo.- Lo siento, lo siento Raquel, pero es superior a mis fuerzas, tengo relaciones esporádicas con hombres, pero siempre he sido muy discreto.

-Raquel.- (Aun con el desconcierto encima), y desde cuando eres tan maricón?

-Cornudo.-Desde siempre, desde los 16 años, pero te quiero Raquel, y creo que nadie se ha enterado, siempre he sido muy discreto y jamás he tenido relaciones en Granada.

Yo más repuesto de tanta confidencia y entendiendo ahora que casi no tacara a mi perra, simplemente era maricón, me dirigí a él.

-Vamos a ver maricón, la verdad es que la PUTA de tu mujer no sabia nada, pero se había cansado de ti de que no la satisficieses, aunque ahora ya sabemos el porqué.

-Cornudo.- Como que Puta, que coño dices

-Quítate la ropa puta, quédate como a tu Señor le gusta zorra.

Raquel se quito la falda y la blusa, quedándose solo en ropa interior y los zapatos de tacón.

-Ves MARICÓN, como es mi puta, y ahora los puntos sobre las ies, tu tienes dos opciones, la primera es salir por la puerta sin nada, porque no tienes nada, y quedarte en la ruina, no solo tú perro, sino también tus padres, pues como has visto sabemos lo de tus padres, y sabes que no hablo nada que no sea verdad, pues la separación de bienes que quisiste firmar en su día se te acaba de volver en tu contra

-Cornudo.- (gimoteando) y la segunda?

-Entrar a mi servicio, ser mi criada, oye bien, mi criada, y a la vez la criada de tu mujer y jejejeje, de tu suegra.

Ellas estaban expectantes de la respuesta, aunque yo ya me había dado cuenta de cual iba a ser, pues estaba empalmado.

-Raquel.- Que decides MARICÓN, no tenemos toda la noche

-Cornudo.- (Agachando la cabeza), me quedo Raquel.

En eso me acerque a él y le solté una bofetada con todas mis ganas.

-A partir de ahora es Ama o Señora, tanto a ella como a su madre, y a mi Amo o Señor, mis órdenes estarán siempre por encima de las suyas, porque ellas son también de mi propiedad. Ana desnúdate y ponte el dildo con correas perra, te vas a follar a este perro maricón, a partir de ahora tú te harás cargo de la casa y de los niños, cuando estén ellos, te vestirás normal, pero la ropa interior será siempre la que se quite tu mujer ese día, a la muchacha que tenéis la vais a enviar a casa de Ana a trabajar, ella tiene allí sitio y ella no es culpable de que tu seas un maricón. Y ahora desnúdate perro.

Empezó a desnudarse, le temblaba todo el cuerpo, pero cuando se quedo totalmente desnudo se vio que estaba empalmado.

-Ves eres un puto maricón y además cornudo, y ahora te va a follar tu suegra. Ana llévatelo al sofá, que hinque la cabeza donde están tus meados de esta tarde perra, y mientras te lo follas que lo lama.

El dildo es del tipo doble, Ana se metió una parte y se lo aseguro con las correas.

-A que esperas perro o eso o a la calle ahora mismo.

Bajando la cabeza se acercó al sofá e inclinándose apoyo la cabeza sobra la mancha y empezó a lamer la mancha, se lo ordene más por la humillación que porque aun estuviera húmedo.

Ana se le acerco por detrás y sin miramiento se la metió en el culo de golpe, y le dolió, y el chillido que dio se tuvo que escuchar en toda Granada, pero más por la sequedad que por el grosor, pues según Ana el culo lo tenía totalmente abierto.

Yo cogí a Raquel y la puse junto a su marido y en la misma postura, y bajándome el pantalón se la metí de golpe también en el culo, pero esta apretó los dientes y no chillo, solo aguanto el envite, y empezó a gemir como una perra.

-Que sepáis que los dos soy nuestros perros, tanto de Ana como mio, podremos usaros cuando, donde y como queramos.

-Raquel.-Si mi Señor, ya sabe que esta perra le pertenece y si este maricón no obedece o no cumple en dos minutos estará en la calle el y su familia, agggggggg, Señor me puedo correr?

-Si perra córrete, quiero que el maricón de tú marido vea como se corre la puta de su mujer, o mejor dicho de MI mujer, ufffffffff, yo también me voy a correr zorra.

Pero no me quería correr en ella, así que sacándosela del culo me subí al sofá y diciéndole al cornudo que levantara la mirada empecé a correrme en su cara, y cuando termine empecé a mearme, y el muy cabrón no era la primera vez, pues abrió la boca y empezó a correrse como un puto perro.

Cuando me baje Raquel le estaba comiendo el culo y el coño a su madre, mientras esta seguía follandose al cornudo de su yerno.

-Ana.-Señor me puedo correr, estoy a punto de explotar

-Si perra, córrete

-Ana.- Gracias señor, aggggggggg, como me gusta el culo de este maricón.

-Raquel.- Señor me puedo correr otra vez, uffff, estoy que me voy a morir de gusto solo con ver al puto este llorando y tirado en el sofá.

-Jajajaja, córrete perra.

-Raquel.- agggggg, me corro Señor.

-Ahora nos vamos a la cama, tú maricón dormirás en ese sofá, tal y como esta, por hoy esta va a ser tu cama, porque jamás volverás a pisar el dormitorio, ese solo es mio, y si ella te quiere usar lo hará en cualquier sitio menos en el dormitorio, entendido perros?

-Raquel.- Si Señor así será

Cornudo.- Como Ud., diga Señor

-Vámonos a la cama hoy vamos a dormir los tres juntos, la cama es lo suficientemente grande, y ya va siendo hora de acostarse, y tú perro mañana si a las once no nos hemos levantado, nos llamaras y nos tendrás preparado el desayuno.

-Cornudo.- Así será.

Nos metimos en la cama y nos quedamos fritos, por lo menos yo.

Y al día siguiente…

Continuara.
 

heranlu

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-Vámonos a la cama hoy vamos a dormir los tres juntos, la cama es lo suficientemente grande, y ya va siendo hora de acostarse, y tú perro mañana si a las once no nos hemos levantado, nos llamaras y nos tendrás preparado el desayuno.

-Cornudo.- Así será.

Nos metimos en la cama y nos quedamos fritos, por lo menos yo.

Y al día siguiente…

Al día siguiente a las once en punto sentimos tocar a la puerta del dormitorio, pidiendo permiso para pasar.

-Ana.- Adelante perro, que quieres

-Cornudo.- El Amo me dijo anoche que los despertara a las once, si a esta hora no se habían levantado Uds., y ya tienen el café preparado, pero no hay nada más Ama.

A mi izquierda esta Raquel totalmente frita, se había metido en la cama con las medias puestas, no sé si por complacerme o por lo cansados que estábamos, y a mi derecha Ana, totalmente desnuda,

-Está bien perro ahora bajamos a tomar café, y prepárate que nos vas a llevar a desayunar, ya que no tenéis nada que ofrecer a vuestros Amos.

Desperté a Raquel y le dije que me prepara la ducha que me la daría rápido y que nos iríamos a desayunar fuera. Esta salto de la cama y rápidamente se fue al baño a prepararme la ducha.

-Y tu Ana chupamela que mira como esta mi polla zorra, es lo mejor de las mañanas como se levanta uno.

-Ana.- Si mi Señor ahora mismo, sabe que es lo que más me gusta desayunar.

-Pues esta vez no perra, me quiero correr en la puta de tu hija.

-Ana.- Uhmmm Señor, lo que Ud., desee.

Me fui hacia la ducha y al ver a Raquel esperándome de rodillas, me hacía pensar como pudo estar tanto tiempo reprimida, pero claro nadie es perfecto y a ella le toco un marido maricón.

La cogí del pelo y poniéndola a cuatro patas la hice entrar en la ducha.

-Chupa mientras me ducho perra, quiero que me hagas correr antes de que termine de ducharme

-Raquel.- Si mi Señor.

La puta había aprendido rápido y mientras me chupaba la polla me acariciaba los huevos, y además compaginaba muy bien la mamada con la respiración para no ahogarse.

-Traga perra. agggggg, me corrí, se la saque de la boca y empecé a mear.

Además al ser la primera de la mañana olía fuerte, y era más cantidad, pero en ningún momento cerro la boca ni aparto la cara. Cuando termine llame a Ana para que me secara, y esta al entrar empezó a reír al ver a la perra de su hija, tirada en el plato de la ducha, con una mezcla de agua, leche y orines y las medias puestas.

-Perra duchate rápido que nos tenéis que llevar a desayunar a tu madre y a mí, y tú Ana duchate también y os espero abajo.

A los quince minutos ya estaban las dos abajo, Ana con lo mismo que la noche anterior, pero Raquel con un falda de vuelo por encima de las rodillas un jersey de cuello alto, pero muy pegado y sin sujetador!!!!!, se le notaba una barbaridad y sobretodo los pezones, pero me gusto, y unas medias color carne con costura trasera, la verdad que la gran mayoría de las que le compramos el sábado eran con costura, gustos que tiene uno, jejeje, y los mismos zapatos que la noche anterior, y Luis con vaqueros, camisa y náuticos.

-Supongo que llevaras las bragas de anoche de la perra de tú mujer no?

-Cornudo.- No Señor, no quería molestar y no las he pedido.

-Ahora cuando vengamos lo solucionaremos idiota, que eres un idiota además de un puto maricón, ahora prepara el coche, tu serás el chofer y la puta de tú mujer la criada.

Cuando salimos el coche ya lo había puesto en la puerta, y Raquel se adelanto y me abrió la puerta, pero el cornudo no se bajo del coche.

-Ana.- A que coño esperas maricón de mierda a que yo abra la puerta?

Este pego un salto salió del coche y le abrió la puerta.

-Vamos alguna cafetería por aquí cerca y mientras desayunamos os voy a dictar unas normas.

Fuimos a un centro comercial que no queda lejos de la urbanización, y esta vez si que estuvo rápido, se apeó y le abrió la puerta a Ana, mientras Raquel me la abría a mí. Nos sentamos en una mesa y pedimos los desayunos, y una vez puestos en la mesa y ya solos.

-Bueno ahora vamos a dejar las cosas claras, y espero que no tenga que repetirlas. Para empezar el orden de poder establecido es el siguiente, como es normal todos sois míos, me pertenecéis, después Ana tiene en mi ausencia poder absoluto sobre vosotros y todo lo vuestro, y luego Raquel tiene poder sobre Luis, o el cornudo, como lo llaméis me da igual. Como ya lo que diga este maricón como que no tiene valor, lo primero que harás Raquel, a llegar a la casa será tirar o darle a vuestra sirvienta todos los pantalones, jamás volverás a usarlos, y también cogerás la ropa interior del cornudo y la tiraras, y el resto de su ropa la pasaras a una de las habitaciones, jamás volverá a pisar el dormitorio de matrimonio, ese es mio o de Ana, Raquel puede dormir en el cuando no estemos nosotros o digamos lo contrario, pues ambos en nuestra presencia soy nuestros sirvientes, sin distinción, pero con el orden de poder que he dicho antes.

La ropa del cornudo será siempre en la calle cuando este con nosotros de traje, y en la casa solo con las braguitas del día anterior de la zorra de tu mujer, como los niños si no me equivoco de lunes a viernes salen de casa a las ocho de la mañana y no vuelven hasta las ocho de la tarde, no tendrás problema con el uniforme, cuando estén ellos podrás ponerte un chándal, pero conforme salgan por la puerta te quedaras con el uniforme de putita, si alguna vez Raquel por orden mía ese día no ha usado bragas, tu repetirás con las que lleves, como a la muchacha que trabaja aquí la vamos a mandar a casa de Ana, y además a partir de ahora, va a tener todos los fines de semana libre, esta casa será donde nos reunamos normalmente, siempre respetando a los niños, ojo pero solo a ellos. A partir de ahora hablaras con tú madre y le dirás, que en contraprestación del sueldo que reciben, tendrán que hacerse cargo de los niños siempre que se lo pidamos, SIEMPRE, a la primera excusa Raquel, le quitas el sueldo y que se busquen la vida. Si queréis guardar las apariencias con los niños y queréis dormir juntos lo podéis hacer, pero jamás en MI dormitorio.

-Raquel.- No pienso dormir jamás con esta maricona Señor a no ser que Ud., ordene lo contrario, y si alguna vez lo uso nunca se me ocurriría usarlo en su dormitorio MI Señor.

-Así me gusta perra, los niños aun son pequeños y es fácil que se acostumbren, además jamás le contareis a nadie nada de esto, para mí la discreción es muy importante, y para vosotros aun más, aunque sé que a ti (Raquel), no te importaría que todos supiesen que eres mía, pero por ahora solo yo y nada más que yo puedo dar a conocer vuestra condición. Esta semana la tomaremos como transición para que el puto este te ponga al día sobre el trabajo, a tú padre cuéntale lo que quieras, pero vamos no esta nunca y ya lleva tiempo, según me ha dicho tu madre que no lleva nada de la empresa.

-Cuando acabe de ponerte al día pasara a ocuparse de la casa y de su mantenimiento, limpiar, planchar, y hasta cocinar, si no sabe que aprenda, mientras tanto los fines de semana que los niños estén en la casa podréis salir fuera a comer, o ir a casa de tu madre cornudo.

En ese momento fije mi mirada en los tres, Raquel, atenta creo incluso que de más, Ana sonriente y sobretodo muy relajada, y el cornudo, no levantaba la cabeza, y tenia los ojos brillantes, como a punto de llorar.

Así que me dirigí a él.

-Algún problema, si estas aquí es porque lo deseas, eres libre de levantarte e irte, en casa de tú madre te acogerán.

-Ana.- Jajaja, el cabron este no ira a ningún lado Señor, se le va a salir la polla del pantalón, jajajajajaja, muy digno él, pero le esta gustando, este es más perro que la zorra de mi hija Amo.

-Es cierto eso Luis (creo que fue la primera vez que lo llame por su nombre, quería que respondiese con sinceridad y la mejor manera es tratándolo como si fuese normal), es cierto que estas empalmado?, que te esta gustando?

-Cornudo.- No lo se Señor, son muchas cosas de golpe es un cambio muy fuerte y difícil de asimilar y de creer, pero si es cierto que estoy empalmado, en mis relaciones siempre he buscado que me humillen, me gusta sentirme usado por otro hombre y hasta chuleado.

-Pues por lo pronto la única polla que te va a entrar va a ser la que se pongan la puta de tú mujer y Ana.

-Cornudo.-Si Señor.

-Ana.-Señor estoy con el coño chorreando, podría usar al maricón este?

Estábamos en un centro comercial y solo estaban abiertas las cafeterías, por lo que estaba casi vacío, ya que ni los cines estaban aun funcionando.

-Si perra, llévatelo pero no tardes, quiero terminar hoy pronto y antes quiero follarme a la zorra de tu hija.

-Ana.-Gracias Señor, y tú maricón sígueme

Se fueron ambos hacia los servicios del centro comercial, y yo me quede a solas con Raquel.

-Háblame con naturalidad Raquel, sin tratamiento, mientras vienen esos dos

-Raquel.-Pues que no se como te lo voy a agradecer, sé que lo hiciste por mi madre, y que a ella también se lo debo, pero me siento distinta, me siento feliz sirviéndote, no se si con otro también me pasaría, pero ahora mismo dejaría todo si tu me lo pidieras.

-Sé que lo harías, pero creo que es mejor así, por tus niños y por tu situación, sé que a él lo quieres, se te nota en como lo miras, pero también se te ve feliz en ser su dueña, ya iremos educándoos a los dos, y también es hora de que disfrutes, de que vuelvas a la vida laboral, veras como te sirve ser perra y ser dueña de Luis, para ver las cosas mejor.

En eso que vemos venir a Ana y detrás pero con las manos puestas delante del pantalón al cornudo.

-Ana.- Uffff, gracias señor, aunque al maricón este aun le queda aprender como se come un coño, pero al muy cabron le ha gustado, porque no me había bajado las bragas y ha empezado a correrse.

-Es cierto eso?

-Cornudo.-Si mi Amo, no he podido aguantar la humillación y me ha hecho explotar.

-Ya hemos visto la mancha guarro

-Cornudo.- Lo siento Señor.

-Vámonos para casa, Raquel paga tú que como vean al maricón este asi no va a poder pisar más esta cafetería.

-Raquel.- Ahora mismo Señor, pero aquí no venimos nunca es la primera vez.

-Pues si es así, que se levante y pague él, y no se te ocurra ponerte las manos delante del pantalón

-Cornudo.- Si Señor.

Mientras el pagaba nosotros nos salimos fuera y nos dirigimos al coche, el apareció enseguida, venia rojo como un tomate, y el muy cabron venia empalmado.

-Ana.- Mi Amo ha visto al idiota este?, ya esta otra vez empalmado, me parece a mí que hemos dado con dos putitas muy buenas, jajaja,

-Si parece que si, conduce tu Raquel y tu perro quítate los pantalones y lo que lleves puesto de ropa interior y al coche.

-Cornudo.- Como?

Y no había terminado de decir eso cuando Ana le cruzo la cara.

-Ana.- No has oído perro.

-Cornudo.- Pero…

Y otra hostia bien dada. Y para no recibir más miro a los lados y al ver que no había nadie, se saco lo que llevaba en los bolsillos y rápidamente se desnudo, iba a doblar la ropa y Ana en un gesto de rabia, la cogió y la tiro en medio de la calle.

Nos subimos al coche y nos fuimos directamente a la casa, y nada más entrar, le dije a Ana que sacara la regla de la bolsa, y al maricón que se desnudara del todo.

-Ahora Raquel le darás diez reglazos, por no saber obedecer, otros diez, por no llevar la ropa adecuada, y tu Ana le darás los últimos diez porno saber contestar y por replicar y cinco más por correrse sin permiso.

Creo que no era la primera vez que los recibía, pues aguanto los treinta azotes, muy bien.

-Raquel saca la crema y cúrale el culo al maricón este, que veo que le gusta, esta el cabron más empalmado que antes. Y tu Ana fóllatelo o que te folle me da igual.

-Ana.- Me lo voy a follar, me da asco que el maricón este me la meta, Señor.

Y poniéndose de el arnés quito a Raquel de un empujón y sin más miramientos se lo metió de golpe, por suerte para él, al curarle Raquel le había dado crema también en el ano, por lo que no le dolió, pero nada más sentir entrar el dildo en su culo empezó a correrse como un cerdo. La verdad es que el sofá el pobre estaba para tirarlo de asqueroso.

-Desnúdate perra, quiero follarte, que me tengo que ir puta.

Rápidamente se quedo solo con la braga el sujetador, las medias y los zapatos, el conjunto que era blanco, en la parte del coño se le veía una mancha enorme.

-Estas, chorreando puta.

-Raquel, si lo siento mi Amo, pero me he corrido antes mientras azotaba a mi marido.

Me la lleve arriba y tirándola sobre la cama, se la metí de golpe, pues yo también estaba que iba a reventar de excitado, y mientras me la follaba le pellizcaba los pezones y le recordaba lo puta que era.

-Eres mi perra, eres mi puta perra y sumisa.

Raquel.- Soy todo lo que Ud., me diga Señor, soy lo que Ud., desee, me puedo correr?

-Agggg, me corro puta, agggggg, que placer correrme en tu coño de zorra. Ahora te puedes correr perra

-Raquel.- Ufff, gracias, muchas gra… aggggggg, me encanta ser su perra aggggg, como me gusta me corroooooo!!!!!!

Me salí de ella y esta vez me fui yo solo a la ducha y la mande para abajo, mientras yo me duchaba.

Me vestí y bajando al salón, vi a Ana follandose a Raquel por el culo y al maricón masturbándose de rodillas contemplando la escena, asi que me acerque a él y le solté un bofetón.

-Jamás te toques perro sin nuestro permiso.

-Cornudo.- Lo siento Amo, no volverá a ocurrir

Ana.- Me corro mi Amo, mi Señor, me corrooooo agggggggg

Raquel.- Puedo correrme mi Amo, ufff, lo necesito.

No perra, tú no, te quedas así, y ahora ponte la falda que me tienes que llevar.

Raquel.- Ahora mismo mi Señor.

Aquí te quedas Ana, quédate con los dos y mañana que Raquel una vez este en su trabajo que me envié un correo detallándome todo, que disfrutes puta.

Ana.- Así lo haré, y gracias por existir MI AMO.

Raquel me llevo a la casa y solo hablamos de lo bien que se encontraba, cuando llegue a casa me baje le di un beso y me despedí de ella, recordándole lo que ya había quedado con Ana, y que esperaba ansioso ese correo.
------
Con el paso de los años, entre Ana y yo solo existe amistad, una gran y profunda amistad, pues por su edad ya la había liberado, pero nos vemos todas las semanas para hablar de nuestras cosas como dos buenos amigos, aunque ella aun de vez en cuando usa a Luis para que le de placer.

Pues bien un viernes por la tarde que había quedado con ella para tomar café, en una cafetería del centro, me llamo y me dijo que no podía ir, que se le había metido visita y que no podía escaquearse, así que como tampoco tenía ganas de tomar café yo solo, llame por teléfono a Raquel, que tiene el despacho a escasos metros de la cafetería, que es por lo que quedamos allí Ana y yo, pues así, ella luego se va con su hija.

Raquel tardo cinco minutos en bajar, y como siempre elegante, ya que lleva como unos quince años sin usar pantalón, solo cuando va al gimnasio que usa mallas, pero siempre sin ropa interior, la verdad es que para nada aparenta la edad que tiene, traía una falda entallada y por encima de las rodillas, y unas medias azul marino, y sus zapatos de tacón de diez centímetros, pues pasó de no saber andar con ellos a no poder pasar sin ellos.

-Raquel.- Buenas tardes Señor, gracias por acordarse de mí, ya le echaba de menos.

-Hola perra, lo sé, pero ahora estoy liado en otras cosas, aunque hace poco que me acorde de ti y de Luis, pero aún no he tenido tiempo de poner en práctica lo que he pensado.

-Raquel.-Sabe UD., que haré lo que me pida, que solo estamos para servirle y que yo particularmente le echo de menos.

Y diciéndome esto, entro por la puerta Cristina, venía con otras dos mujeres y venían cargadas de bolsas, entraron en el salón donde estábamos Raquel y yo, y al principio no se dio cuenta de mi presencia, pero al soltar las bolsas y levantar la vista me vio, y al principio se puso algo nerviosa, pues no sabía que hacer, si saludarme o hacer como si no me conociera, pues lo de la discreción era algo que dejamos claro por ambas partes, y al estar yo con Raquel pues no sabía como actuar.

Yo solo la mire y le sonreí, y seguí hablando con Raquel

-Sabes perra?, ahora te iba a hablar de la pareja que conocí gracias a relatar vuestra vida de perros en cuentorelatos, y como se suele decir cuanto antes mientas al diablo antes aparece, pues ves esa mesa que hay tres mujeres sentadas?

-Raquel.-Si mi Señor, las tres que han entrado como un elefante en una cacharrería de todo lo que han liado para sentarse con tantas bolsas.

-Si así es, pues una de ellas es de la que te iba hablar, a ver si adivinas quien es de las tres?

-Raquel.-Jajajajaja, es fácil Señor, de las tres dos vienen con falda, y de las dos que vienen con falda solo una trae tacón, no es que sea muy alto, pero lo trae, así que esa es su nueva puta Señor, porque supongo que ya lo es no?

-Jajá jajá, si, esa es, se llama Cristina y es muy servicial, te gustara, pues pretendo que os conozcáis los cuatro.

-Raquel.-Los cuatro?

-Si perra los cuatro, pues ella está casada con un cornudo como Luis, pero este además es un esclavo, lo disfruta y además lo necesita, ha descubierto lo que es, y en parte gracias a ti jejejeje.

-Raquel.-A mi Señor? pues explíquemelo, porque yo es la primera vez que la veo.

-Jajajajaja, gracias a los relatos, son fieles seguidores nuestros, y se decidieron cuando publique que iba a narrar como sometimos al cornudo de tú marido.

-Raquel.-Ahora si lo entiendo Señor, y por cierto no hace nada más que mirar de reojo, está más pendiente de nosotros que de lo que hablan las amigas.

Cogí mi móvil y le mande un whatsApp, “Levántate y ve al servicio perra y no entres hasta que llegue mi acompañante”.

Cuando sonó su móvil, pego un repullo, levanto la cabeza y me miro, como si supiese que era yo el que le escribía. Lo saco del bolso y cuando lo leyó me volvió a mirar, y volviendo a guardarlo en el bolso se levantó y les dijo a sus compañeras que iba al servicio, estas se limitaron a asentir y a seguir con su cháchara. Cristina llevaba un vestido de una pieza que le quedaba como un guante de color crema, medias beige, y un zapato de tacón de unos tres centímetros.

Se dirigió al servicio y cuando paso por delante de nosotros ni siquiera miro, yo al ver que entraba por la puerta que daba a los servicios, me volví a Raquel

-Ve al servicio perra, que Cristina estará esperándote en la puerta, tienes cinco minutos para conocerla y hacer lo que quieras, pero tráeme sus bragas, quiero ver como están, quítaselas nada más entrar.

Raquel se levantó y con una sonrisa y un brillo en los ojos que delataban que estaba terriblemente excitada se dirigió al servicio.

Lo que paso allí, lo narro más o menos como Raquel me lo contó, cuando salió del servicio.

-Raquel.-Hola perra, eres Cristina no?

-Cristina.-(algo nerviosa), si lo soy y tú?

-Raquel.-Soy el motivo del que estés aquí perra, soy Raquel.

-Cristina.-Lo suponía, pero no quería meter la pata y no quería poner a nuestro Señor en un compromiso.

-Raquel.-Ya sé porque le gustas a mi Amo, tienes muy bien asumido lo que eres no?, pero no he venido aquí para perder el tiempo, así que dame tus bragas perra.

Toda esta conversación la estaban teniendo en la entradita que hay en los servicios.

-Cristina.-Entramos en el servicio y te las doy.

Y Raquel mirando hacia la puerta para ver que no entraba nadie, le soltó un bofetón.

-Raquel.-Si estoy aquí es por orden de mi Señor, pero para ti ahora soy Ama o Señora, y si te digo que te las quites es ahora mismo entiendes puta.

-Cristina.-Ahora mismo Señora, y perdone mi ignorancia aún estoy aprendiendo a servir y a conocer a nuestro Amo.

Así que metiendo la mano bajo la falda se bajó las bragas, rosas de encaje, y haciéndolas un lío se las dio a Raquel. Esta las cogió y llevándoselas a la nariz, las olio y aspiro el perfume de Cristina.

-Raquel.-Jajajajaja, que razón tenía nuestro Amo, solo con verlo te has mojado puta, anda entra al servicio.

Cristina entro en el servicio y Raquel detrás de ella, y una vez dentro cerró la puerta y subiéndose la falda se bajó sus bragas, y dándoselas a Cristina le pidió que las lamiera, que ella también estaba chorreando, y mientras lo hacía se sentó en el wáter y empezó a mear, mientras observaba como Cristina lamía con ansia sus bragas.

-Raquel.-Ahora póntelas perra, ya me las devolverás, yo me quedo con las tuyas para nuestro Amo, y ahora sécame el coño con tu lengua perra.

-Cristina.-Ahora mismo Señora, y perdone si soy torpe, pues será la primera vez que lo haga.

Raquel al ver como estaba el suelo, se puso de pie en la taza y le puso el coño en la boca para que Cristina se lo limpiara. Y al tercer lametazo, como veía que se iba a correr y no tenía instrucciones para eso, la paro y se bajó de la taza, recomponiéndose el vestido.

-Raquel.-Ufff, perra, para ser tu primera vez lo has hecho muy bien puta, pero no tengo permiso para correrme, pero me dejas encharcadísima.

-Cristina.-Yo también Señora, si me toca me corro, estoy en celo y no sé cómo voy a poder salir ahora con mis dos amigas.

Raquel se acercó a ella y le dio un beso muy suave y dulce, y dándole una palmada en el culo se despidió de ella.

Habían pasado unos diez minutos escasos, cuando vi salir a Raquel con una sonrisa de oreja a oreja, lo que me dio a entender que todo había salido muy bien.

Al sentarse a mi lado me dio las bragas de Cristina.

-Raquel.-Llevaba razón, como siempre Señor, estaba chorreando, solo con verle se ha excitado como una perra, aunque para ser sincera yo estoy igual o peor, y como no me ha dado permiso para correrme, estoy que me voy a correr aquí sentada Señor, si Ud., así lo desea.

Y a los cinco minutos salió del servicio Cristina, colorada, pero con una sonrisa que le pillaba toda la cara.

Las amigas la increparon un poco por la tardanza, pero nada más, se sentó en su silla y me escribió un whatsApp, “Gracias Señor, espero haber cumplido como Ud., esperaba de mí.”

Yo le conteste que si quería más que se deshiciera de las amigas y se quedara con nosotros, pero que no era una orden, solo una sugerencia.

Y al instante me devolvió el whatsApp, “En quince minutos se van, además ellas se van en el autobús en dirección contraria a la mía Señor”

Para pasar el tiempo nos pedimos otro café y fue cuando Raquel me relato todo lo sucedido en los servicios y la buena impresión que le causo.

-Raquel.-Aquí tiene sus bragas, todo jugo Señor, aunque las mías estaban o están igual o peor, porque seguro que Cristina aún sigue destilando jugos mí Señor.

-Guárdalas tú perra, y ahora cuando salgamos en cuanto puedas te las pones.

Entre tanto vimos como Cristina y sus amigas pagaban y se iban, y mientras salía recibí un whatsApp, “No tardo Señor, las acompaño a la parada y vuelvo”.

-Raquel.-A dónde vamos a ir Señor?, en mi casa hoy está mi suegra, pero si quiere ir allí ahora mismo llamo al cornudo de Luis y les digo que se vayan.

-No perra, nos vamos a ir a casa de Cristina, y así conoces también a Manolo.

-Raquel.-Como quiera Señor, ufff, no sabe cómo estoy, le estaba echando mucho de menos, y ya le estaba necesitando.

En esas vimos aparecer a Cristina, por la puerta, así que me levante y le indique a Raquel que pagara, y que le esperaba en la puerta con Cristina.

Cristina se acercó y como no sabía cómo actuar, pues era la primera vez que nos veíamos así, me acerque yo aún más a ella y le di dos besos en las mejillas, diciéndole a la vez al oído lo guapa que iba.

-Cristina.-Gracias Señor, no sabe las ganas que tenía que verle, hoy le iba a llamar.

-Me alegro perra, ahora vamos a tu casa, que quiero que Raquel conozca a mi perro.

-Cristina.-Lo siento Señor, pero eso no va a poder ser, Manolo se ha ido hoy de viaje, y no volverá hasta el lunes, está en Vigo en una feria de muestras, y si yo le echo de menos es aún más, porque se ha convertido en toda una perrita.

-No pasa nada perra, de todas formas nos vamos a tu casa, llevo más de una semana sin follar y hoy me voy a desquitar.

-Cristina.-Como desee mi Señor, yo también tenía ganas de volver a estar con Ud.

En eso llego Raquel de pagar y le pregunte si tenía que volver a su despacho, y al decirme que no, pues esperaba pasar la tarde conmigo, me volví a Cristina, que aun temblaba y no sabía como actuar, y le pregunte por su coche, diciéndome que estaba en el parking.

Y hacia el parking nos dirigimos, al entrar en el ascensor, Raquel saco las bragas de Cristina de su bolso y subiéndose la falda se las puso, mirando a Cristina y guiñándole un ojo.

-Bueno perras, como Raquel no sabe dónde vives, y vamos a ir en tu coche, tú conducirás y Raquel y yo iremos atrás.

-Cristina.-Como Ud., diga mi Señor, pero hoy he venido en el pequeño y es un tres puertas, y no muy cómodo para ir atrás.

Al ver el coche era cierto, pues es un deportivo.

-Bueno perra, tu conduce y la puta de Raquel que se suba atrás, yo iré de copiloto.

Nos dirigimos hacia el Carmen de Cristina, y en quince minutos estábamos en la casa.

Conforme entramos por la puerta Raquel se quedó en ropa interior, sujetador azul, medias azules, y bragas rosas, que le quedaban muy bien, y Cristina hizo lo mismo, sujetador rosa, bragas azules, muy bonitas, y medias beige, pero esta, además abrió una armario de la entrada y saco unos zapatos negros con un tacón de diez centímetros y se los cambio.

-Muy bien Cristina, me gusta que los tengas preparados, veo que eres buena alumna.

-Cristina.-Si Señor, los tengo ahí desde que salió Ud., el otro día por la puerta, son mis zapatos de estar en casa.

-Raquel.-Jajajajajaja, buena perra se ha buscado Señor, está encantada de servirle.

-Bueno perras, dejaros ya de chácharas y vamos para el salón, tengo ganas de usaros.

Las dos pasaron delante de mí y rápidamente se pusieron de rodillas con el culo pegando a los talones, frente al sofá.

-Muy bien perras, y tu Cristina has comprado lo que os deje encargado?

-Cristina.-Si, mi Señor, aunque mi marido no ha encontrado un cepo que le venga bien, pero el del sex-shop de Madrid se lo ha encargado, jajaja, según me dijo Manolo, Señor tuvo que enseñarle la polla al encargado, porque no se creía que tuviese esa polla y fuese sumiso.

-Jajajajajaja, es normal hasta a mí me cuesta creerlo.

-Raquel.-Ya me tiene intrigada, y ya tengo ganas de verla si Ud., lo desea Señor.

-Jajaja, la veras y la probaras perra, pero ahora no es el momento, y tu Cristina tráete el dildo con correas, que vamos a follarte Raquel y yo a la vez, porque vas a ser nuestra puta.

Cristina.-Ahora mismo Señor

Y levantándose subió a su dormitorio y bajo rápidamente con la correa y una caja con varios tamaño de dildo.

Cristina.-Aquí lo tiene Señor, cual quiere que ponga?

Viendo que había cuatro tamaños cogí el segundo más grueso y largo, y encajándolo en las correas, se lo di a Raquel.

-Póntelo perra

Raquel se ajustó las correas, se introdujo en el coño el dildo, que entro sin ningún tipo de problema, pues la muy zorra estaba chorreando, y sin que yo le dijera nada se acercó a Cristina y cogiéndola del pelo la hizo poner de rodillas.

-Raquel.-Chupa perra, chupa esta polla para que lubrique, aunque tu coño esta tan mojado que no haría falta puta.

Y metiéndole la polla de goma hasta el final de la garganta hizo como si se la follase, aunque la zorra de Cristina aguantaba bien, aunque de vez en cuando le daban arcadas.

-Raquel.-Agggggg, Señor, me puedo correr, uffff, estoy a punto Señor, esta polla me está matando de placer.

-Ni se te ocurra perra, espera a que yo te lo diga

Y cogiendo del pelo a Cristina la separe de Raquel y mirando a Raquel, le dije que se tumbara en el sofá, cosa que hizo rápidamente, y a Cristina le dije que se metiera el dildo en el coño de golpe y le comiera la boca a Raquel, y cuando se estaban ambas follando, me subí en el sofá y si decirle nada se la metí en el culo a Cristina, arrancándole un grito de dolor, pero no se movió, y yo empecé a follármela con ganas y mientras lo hacía le azotaba el culo.

-Raquel.-Aggggg, Señor no puedo más me voy a correr, por favor, no puedo, aggggggg.

-Bien puta córrete, pero quiero que lo hagáis a la vez o recibiréis un castigo por zorras.

-Cristina.-Gracias Señor, yo también estoy a punto uffff, y no voy a aguantar mucho.

Y las dos zorras empezaron a jadear a la vez y a correrse también a la vez como si estuvieran sincronizadas

Mientras yo seguía follándome el culo de Cristina.

-Uffff, perra no te muevas, que me voy a correr en tu puto culo de zorra.

-Cristina.-No señor, uffff, pero me voy a correr otra vez Señor puedo?

-Si perra puedes correrte otra vez

-Cristina.-Agggggg, me corro Señor, me corro otra vez, aggggggg, le deseo mi Amo, le necesito, ufffffff, me corro

-Agggggg, yo también me corro perra, agggggggg.

Cuando termine de correrme me salí del culo de mi perra y me senté en el sofá, diciéndoles a ambas que se pusieran en posición, así que Cristina se bajó del dildo y se puso de rodillas.

-Raquel.-Señor puedo quitarme ya el dildo, uffff, no paro de chorrear Señor.

-Si perra, y ponte en tu sitio.

Una vez estando las dos de rodillas y mirándome

-Vamos a ver perras, a partir de ahora Cristina serás la perra de Raquel cuando yo no este, respetando los límites que yo marcare, Raquel se ha ganado tener servicio por su buen comportamiento como mí perra durante todos estos años, así que tú y Manolo seréis también sus perros, siempre que yo no os necesite o no este, estando yo a veces será una perra más como tú o incluso tu perra, depende de su comportamiento, pero eso solo yo lo podre cambiar, entendido perras?

-Cristina.-Si mi Señor, ya le dije que seré y hare lo que Ud., quiera, sin quejarme, confío en Ud.

-Raquel.-Si mi Señor, y gracias por este regalo, no le defraudare.

-Pues para no tardar mucho ahora mismo es tuya perra.

Raquel se puso de pie y cogiendo a Cristina de los pelos la tumbo en el suelo y se sentó encima de ella poniéndole el coño en la boca.

-Raquel.-Cómemelo perra, quiero correrme en tu boca zorra, lo llevo deseando desde esta tarde en los servicios, uffffffff, como me pone la puta esta Señor.

Y Cristina tenia asumido muy bien su rol, porque no protestaba solo lamia y emitía pequeños gemidos y suspiros de placer

-Raquel.-Me puedo correr Señor, uffff, no veas como come el coño la guarra esta, para ser su primera vez como me dijo, parece que lo ha estado haciendo toda la vida, aggggggg, me puedo correr!!!

-Si perra córrete, es tuya no tienes que pedirme permiso cuando tú seas su Ama.

-Raquel.-Aggggg, me corro, me corro en la boca de esta perra, agggggg, señor me estoy meando también y la muy zorra se lo está tragando todo, menuda guarra ha encontrado Ud.

La muy puta de Raquel se meo en la boca de Cristina, y esta trago sin que saliese una sola queja.

-Cristina.-Me puedo correr Señor, uffffffff, agggg, no puedo más Señor.

-A mi no me lo pidas perra, pídeselo a tu Ama.

-Cristina.-Me puedo correr Señora?, uffff, uffff, no puedo aguantar más.

-Raquel.-Si perra pero córrete en mi boca, quiero saber cómo sabe el puto coño de la zorra que me ha regalado mi Señor.

Así que Raquel se bajó de la cara de Cristina y se bajó hasta el coño de Cristina.

-Raquel.-Córrete perra, córrete zorra.

Cristina.-Aggggggg, graciasssss, ufffffffff, es un placer ser su perra, agggggggg.

Yo estaba empalmado y me levante, me acerque a Raquel y cogiéndola del pelo se la metí en la boca y me la folle hasta que me corrí, y cuando termine de correrme se la saque y apuntando a Cristina que aún estaba en el suelo recuperándose, y empecé a mearme en su cuerpo.

-Ahora iros las dos a la ducha perras, y cambiaros, seguro que la ropa interior de Cristina te está bien a ti.

Ambas se fueron a la ducha, mientras yo me senté en el sillón a ver la tele, tardaron en bajar una media hora y…

Continuara
 

heranlu

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-Ahora iros las dos a la ducha perras, y cambiaros, seguro que la ropa interior de Cristina te está bien a ti.

Ambas se fueron a la ducha, mientras yo me senté en el sillón a ver la tele, tardaron en bajar una media hora y…

A la media hora ambas bajaron duchadas y con un conjunto de lencería negro, y medias negras, pero al bajar las escaleras Cristina rápidamente se puso a cuatro patas y me lleve una grata sorpresa, pues llevaba un collar de perra con su respectiva correa.

-Raquel.-Mire lo que he encontrado entre las cosas que han comprado Señor, han comprado dos, le gusta mi Amo?

-Si, me gusta, aunque eso no se lo había pedido yo.

-Cristina.-Lo se mi Señor, pero los compró Manolo pensando que le gustaría a Ud.

-Pues si perra me gusta, me gusta pasear a mis perros, y además me agrada que lo hayáis comprado, me demuestra que sois sinceros con lo que queréis.

-Raquel.-Sabia que le iba a gustar Señor, nada más verlo se lo he dicho a la zorra esta.

-Ahora poneros a preparar la cena perras, algo ligero o preferís que salgamos a picar algo a la calle.

-Raquel.-Nos quedamos Señor, quiero ver que tal cocina esta zorra, además de poder disfrutarla.

-Muy bien, pues preparad la cena zorras

-Cristina.-(aun a cuatro patas), que desean mis Señores, algo caliente o pongo cosas frías.

-Raquel.-Cosas frías puta, pero antes trae vino, dos copas y un cuenco perra.

Cristina se dirigió a la cocina a cuatro patas y no se levantó hasta que estuvo dentro de la misma, cogiendo una botella de vino, y dos copas y un cuenco de los de servir el consomé, y saliendo con todo eso al salón lo deposito todo en la mesa, por lo que Raquel se le acercó y le soltó un bofetón, que hasta a mí me dolió, me recordó a los que su madre le soltaba al principio de someterla.

-Raquel.-Que coño haces con el cuenco perra?, tu sitio es el suelo y ahí es donde debes de poner lo que sea para ti, o por lo menos preguntar zorra.

-Cristina.-Lo siento Señora, no volverá a ocurrir.

-Raquel.-Bien perra, sé que no se volverá a repetir, pero no olvido esta falta, y te castigare en su momento por ella. Ahora abre el vino y sírvenos y sírvete tú también perra.

-Cristina.-Si Señora, ahora mismo.

Nos sirvió el vino a los dos y se echó ella también en su cuenco.

-Cristina.-Puedo beber?

-Raquel.-Si perra sorbe un poco como una perra y vete a la cocina a preparar a cena, ahora voy yo a ayudarte.

Yo ya estaba bastante excitado, de ver como Cristina era todo y más de lo que yo esperaba, aunque no era esclava como su marido, si que era muy servicial y obediente.

Cuando bebió unos sorbos de vino, a cuatro patas como estaba se dirigió a la cocina, con su collar y su correa, que le arrastraba por el suelo, pero en ningún momento hizo intención de quitársela, se gustaba con ella puesta, y no se levantó hasta que entro en la cocina. Raquel hizo intención de irse tras ella para ayudarla, pero yo estaba que iba a reventar.

-No perra, déjala que ella haga la cena y ahora vamos arriba que te quiero follar en Mi cama, y tu Cristina, cuando este la cena lista sube a avisarnos.

-Cristina.-Así lo hare Señor.

Deje la copa y dándole un azote a Raquel, le dije vamos perra, tengo ganas de usarte, que llevo varios días sin follar como es debido.

Una vez en la habitación, vi que toda la cama estaba llena de todos los accesorios que Manolo había comprado, y al ver el otro collar, un poco mas amplio que el que llevaba Cristina puesto, lo cogí y ordenándole a Raquel que se pusiera en posición, se lo puse, así como la correa.

-Te gusta mi nueva perra, eh? Zorra

-Raquel.-Me encanta Señor, y además me ha hecho muy feliz con su regalo, pues pensaba que ya no quería cuentas conmigo

-De eso ya hablaremos perra, ahora ve a la cama

-Raquel.-Si mi Señor.

Se dirigió a cuatro patas hacia la cama y se tumbó, y yo que ya no aguantaba mucho más me subí tras de ella y se la metí de golpe, empezando a follármela mientras le pellizcaba los pezones.

-Uffff, perra, estoy excitadísimo de veros a las dos, aggggg, como me gustas puta, como me gusta humillaros, demostraros que no sois nada, solo mis perras, aggggg, me voy a correr zorra.

-Raquel.-Gracias Señor, como me gusta ser usada, vejada, humillada, o lo que Ud., desee, sabe que soy y siempre seré su zorra o su puta o su perra, lo que Ud., quiera que sea, uffff, me voy a correr mi Señor, puedo?

-Agggggg, no perra no quiero que te corras, te quiero caliente, pero no te corras puta o pasaras a ser la zorra de Cristina por hoy, el que se va a correr soy yo, agggggg, me corroooo perra, uffff, que ganas tenia puta, como me gusta tu puto coño, siempre tan estrecho.

Raquel.-No me correré si es lo que desea mi Señor, me gusta la perra de Cristina y la quiero para mí, Señor, mientras me deje usarla.

Cuando termine de correrme me salí de la zorra de Raquel y cogiéndola del collar tire de ella hasta sacarla de la cama y ponerla de rodillas.

-Límpiame la polla perra, y no te toques ni te corras conmigo, pero tienes libertad para hacer lo que quieras con Cristina.

Cuando Raquel estaba limpiándome con su boca mi polla y mis huevos, sentimos tocar la puerta.

Dándole permiso para entrar, Cristina, siempre sabiendo lo que hacia, entro andando a cuatro patas.

-Cristina.-Ya está preparada la cena para mis Señores, espero que sea de su agrado.

-Muy bien perra, gracias, ahora voy, antes me daré una ducha.

-Cristina.-Como quiera mi Señor, le preparo una toalla?

-No perra, se dónde están, vosotras iros para abajo, ahora iré yo.

Raquel se puso de pie y cogiendo a Cristina de la correa tiro de ella para sacarla de la habitación.

-Raquel.-Vamos perra que tienes trabajo mientras baja nuestro Señor.

Ambas se fueron y yo me metí en la ducha, y cuando baje me encontré a Raquel en el sofá con el culo casi fuera, y a Cristina entre sus piernas comiéndole el coño.

-Raquel.-Uffff, Señor no vea como come la perra esta, ya me ha arrancado dos orgasmos, y voy a correrme otra vez, aggggggg, que puta que es, agggggg, me corro!!!!!!!!.

-Déjala ya, y vamos a cenar que tengo hambre.

Mire hacia la mesa, y estaba muy bien presentada, para dos comensales, y mire para el suelo y vi junto al cuenco del vino un plato vacío.

-Cristina.-Solo lo he puesto para lo que Uds., me quieran dar.

-Muy bien perra, pero ponte en posición junto a mí, mientras ceno.

Nos sentamos a la mesa Raquel y yo, y empezamos a cenar, todo eran cosas frías, pero muy exquisitas.

Mientras comíamos Cristina estaba junto a mí de rodillas, solo observándonos, pero sin decir ni palabra.

En un momento dado Raquel cogió un trozo de jamón y levantándolo se lo ofreció a Cristina, pero manteniéndolo en alto.

-Raquel.-Toma perra, lo quieres?, pues salta como una perrita.

Cristina se acercó a cuatro patas hacia Raquel e incorporándose un poco salto y con la boca intentaba coger la comida, pero Raquel para humillarla aún más se lo ponía más alto, por lo que le era imposible alcanzarlo, a no ser que se pusiera de pie.

-Dale ya su trozo de comida, se lo ha ganado, la cena está muy buena.

Raquel separándose de la mesa se metió el trozo de jamón en el coño y tirándole del pelo a Cristina.

-Raquel.-Cómetelo perra, te lo has ganado, sácalo de mi coño y saboréalo, puta.

Cristina se tiro al coño de Raquel como si llevase días sin comer, y empezó a comerle el coño a la zorra de Raquel, que estaba totalmente abierta de patas y con medio culo fuera de la silla.

-Raquel.-Que bien puta, que bien comes, me voy a correr perra, te vas a comer el jamón aun salado, con los jugos de mi coño, aggggg, ufff, me corro no puedo más, que bien lo hace esta puta perra Señor, aggggggg, perraaaaaaa!!!!!!!!!.

Raquel se quedó respirando agitadamente, mientras Cristina se recreaba masticando el jamón, y con la boca llena de jugos de Raquel.

Yo con aquella escena me había puesto ardiendo, y estaba empalmado, así que me levante y cogiendo de una tarrina que había en la mesa crema de queso, me la unte en la polla y acercándome a Cristina la cogí del pelo y le dije que me la chupara, y mirando a Raquel que aún estaba recuperándose del orgasmo que había tenido, también le ordene que me la chupara, así que aun con fatiga se puso de rodillas junto a Cristina y ambas se iban turnando chupándome la polla y dejándomela limpia de queso, y entre mamada y mamada ellas se comían la boca.

-Que bien perras, seguir así, que me vais hacer correr, ufff, que buenas sois, vaya dos mamonas estáis hechas, ufff, putas como me voy a correr agggggg.

Me corrí en la cara de ambas, por lo que cuando termine ambas se pusieron a lamerse la una a la otra, cosa que no me gusto, porque antes me gusta que me dejen a mi la polla limpia, así que las cogí del pelo a ambas y le solté una bofetada a cada una.

Ellas al principio se quedaron paradas, porque no entendían bien el porque del bofetón, aunque Raquel reacciono pronto y pidiéndome perdón por el error se puso a limpiarme la polla con su lengua, mientras Cristina seguía de rodillas sin reaccionar.

-Bien perras, pero eso no os va a librar del castigo, aunque el de Cristina será menor, porque aún está empezando, pero tú Raquel, no tienes disculpa alguna.

-Raquel.-Lo siento Señor, me he dejado llevar, y aceptare el castigo que Ud., me imponga

-Bien perras al sofá las dos y poneros en posición para recibir mis azotes.

Raquel reacciono rápidamente, pero Cristina seguía de rodillas, así que cogiéndola del pelo a Cristina, Raquel la arrastro hasta el sofá.

-Raquel.-Vamos perra, que no lo hemos ganado, Él siempre antes que nosotras, y si no lo sabias debías de haberlo averiguado.

Yo me dirigí a la habitación y saque una pala de las que les había encargado comprar a Manolo y me dirigí nuevamente hacia el salón, donde ambas estaban en la misma postura y sin hablarse si quiera.

-Muy bien perras, mientras he ido a por la pala, he pensado cuantos azotes, y para ti Raquel por ser la que tiene más experiencia y debía de enseñar a mí otra perra, serán 25 azotes, y para ti Cristina 10 azotes.

-Cristina.-Puedo hablar Señor?

-Si perra puedes decir lo que quieras.

-Cristina.-Si sirve de algo, mi error ha sido tan grave como el de ella y si a ella le da 25 azotes, yo no quiero ser menos, me sentiría mal recibir menos castigo por la misma falta, yo también debería haber sabido que Ud., esta antes que nosotras.

-Muy bien perra, eso me gusta, así que lo dejaremos en 15 para cada una.

Empecé con Raquel, para que Cristina viese como debía contestar.

-Raquel.-Uno, por mala perra, dos, por mala perra, tres…

Así hasta los quince azotes, al terminar le caía una lagrima, pero no dijo nada solo se limitó a bajarse del sofá y ponerse en posición para ver como azotaba a Cristina.

A Cristina le hice exactamente igual, pero a la perra le gusta y se le veía feliz y no quitaba la sonrisa de la boca, y cuando termine se bajó de sofá y también se puso en la misma postura que Raquel.

-Cristina.-Gracias Señor por castigar a esta puta que no ha sabido servirle como Ud., se merece.

Eso me gusto, y hasta a Raquel, pues la cara seria se le cambio por una sonrisa.

-Tengo ganas de mear perras, así que vamos.

Eche a andar al servicio de la planta baja y ellas me siguieron a cuatro patas, la verdad que era para verlas, con su collar, su correa y su culo rojo.

-Entrar y poneros en el plato de ducha perras.

Rápidamente las dos se metieron en el plato de ducha, de rodillas, y yo que no podía aguantar más empecé a orinarme en ellas, Raquel con los ojos cerrados, pero Cristina los mantenía abiertos los ojos y la boca.

-Uffff, perras, iba a reventar, y ahora subir a limpiaros y cambiaros zorras, que por ahora ya está bien.

Raquel se levantó y cogiendo del collar a Cristina, tiro de ella.

-Raquel.-Vamos perra que aún me sigues perteneciendo y vas a limpiarme antes de irnos a ducharnos.

Y Cristina rápidamente empezó a lamer todo el cuerpo de Raquel, lamiendo todos los meados que a ella le habían caído, pero Raquel tampoco aguanto mucho pues enseguida la cogió de pelo y le llevo la boca a su coño.

-Raquel.-Chupa perra, comete mi coño, ufffff, que está ardiendo y necesito correrme zorra, agggggg, me corroooooo, como lo necesitaba, y ahora abre la boca perra y no se te ocurra cerrarla.

Y sin darle ni tiempo también se meo en la boca y en la cara de Cristina, y cuando esta termino de mearse, Cristina se puso a limpiarle el coño.

-Vamos perras dejar ya de jugar e ir a ducharos y de paso aplicaros crema en ese culo de perra que tenías las dos, os espero aquí viendo la tele, así que no tardéis.

Raquel echó a andar y tirando de la cadena del collar de Cristina, se la llevo hacia la escalera como su perra a cuatro patas.

Yo me dirigí a uno de los sillones y me senté en él, poniendo la tele y esperar a que bajaran nuevamente.

Al cabo de unos tres cuarto de hora, aparecieron las dos por las escaleras, poniéndose Cristina rápidamente de rodillas, Cristina venía con un conjunto de color chocolate, medias, sujetador y bragas, mientras que Raquel se había puesto un conjunto negro, pero las medias de color beige, con costura atrás y su collar, aunque se lo había cambiado con Cristina.

-Raquel.-Le he cambiado el collar, Señor, ella tiene el cuello más grande y le queda mejor, además de que ella es más perra y puta.

-Bien perra es tuya, y puedes usarla como quieras, yo estoy cansado.

-Raquel.-Estoy deseando follármela Señor, y romperle el culo con esa polla de goma.

-Es tuya perra

Y tirando de la cadena la llevo hasta el sofá.

-Raquel.-Ponte a cuatro patas perra que te voy a follar como lo perra y puta que eres.

-Cristina.-Si Señora

Raquel se sujetó el dildo metiéndose una parte en su coño, y se acercó a Cristina y sin decirle nada se la metió de golpe en el coño, dando Cristina un pequeño chillido de placer más que dolor, y empezó a follársela con dureza, y mientras se la follaba empezó a escupirle en el culo y a meterle los dedos, para ir abriéndoselo.

-Raquel.-Uffffff, Señor que perra es, tiene el coño que parece un pantano de como suena, y el culo muy bien preparado para…

Y sin terminar la frase se la saco del coño y se la metió en el culo de golpe.

-Cristina.-Aggggggggg, me corro Señora me corro.

-Raquel ni se te ocurra puta, ni se te ocurra hasta que no lo haga yo.

-Cristina.-Lo intentare, Señora pero no sé si podre, uffff, estoy que voy a reventar Señora.

-Yo aunque estaba cansado, estaba excitado, pero no empalmado, pero aun así me levante y me metí debajo de Cristina, no sin un gran esfuerzo y mientras Raquel le follaba el culo, yo le comía el coño.

Raquel.-Como te corras te muelo a azotes puta, aguanta como una buena puta como una buena perra.

-Cristina.-No puedo, aggggggg, lo siento pero mi Amo me está comiendo el coño y no puedo me voy a correr, aggggggg, aggggg, uffffff, lo siento no aguanto, no puedoooooo, agggggg, me corrooooooo.

-Raquel.-Puta ahora te daré tu merecido, pero no te muevas ahora puta, que me voy yo a correr, uffffffff.

-Espera perra, sal de la puta esta, que no sabe aguantarse, y quítate el dildo, que te quiero comer el coño a ti también perra

-Raquel.-Si Señor, gracias, como sabe Ud., que me gusta, sabe que me encanta sentir su lengua en mi coño.

Y de un tirón, tiro al suelo a Cristina y se quitó las correas y el dildo, tumbándose en el sofá, por lo que yo me puse de rodillas y empecé a comerle el coño a la muy perra.

-Raquel.-Uffffff, Señor, como lo come, aggggggg, estaba ya apunto, y con esto voy a explotar, gracias Señor por este premio, me puedo correr?

-Cuando desees perra, córrete en mi boca puta, quiero sentir tus jugos en mi boca.

-Raquel.-Gracias Señorrrrrrrr, aggggggggg, agggggg, me corroooo, Señor su puta y perra se corre en su boca aggggggg.

Y se corrió, uffffffff, que cantidad de jugos impregnaron mi boca.

-Perra, levanta y ven a limpiarme la boca con tu lengua (se lo decía a Cristina, que mientras le comía el coño a Raquel, ella se había puesto en posición).

Esta se levantó y acercándose a mí empezó a pasar su lengua por mis labios, pero lo hacía también la muy perra que me di un morreo con ella.

-Bueno perras y ahora nos vamos a la cama.

-Raquel.-Aun tengo que castigar a esta zorra por correrse sin mi permiso

-Y que vas hacer?

-Raquel.-Pues como nos vamos a la cama, su castigo será dormir en el suelo Señor, junto a su cama, si Ud., desea que yo duerma en ella.

-Si perra, vamos a la cama, que mañana ya será otro día, para que puedas seguir usando a la zorra de Cristina.

Y sin decir nada más me subí hacia mi cuarto, mientras veía como Raquel cogía a Cristina de la correa y la llevaba a cuatro patas hasta la escalera.

Ya en la habitación, yo me metí directamente en la cama, y Raquel se desnudó y se metió junto a mí, mientras Cristina usando un cojín se tumbó junto a la cama.

Nos quedamos dormidos en seguida, pero sobre las seis de la mañana me desperté con ganas de beber agua y de mear así que…

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en la habitación, yo me metí directamente en la cama, y Raquel se desnudó y se metió junto a mí, mientras Cristina usando un cojín se tumbó junto a la cama.

Nos quedamos dormidos en seguida, pero sobre las seis de la mañana me desperté con ganas de beber agua y de mear así que…

Así que bajándome de la cama vi a Cristina en el suelo tapada con un edredón y acurrucada.

-Despierta perra, tengo ganas de mear así que vamos.

Dio un repullo, pero al abrir los ojos y ver que era yo, rápidamente se incorporó y se puso a cuatro patas.

-Cristina.-Si Señor ahora mismo.

Se puso a mi altura y nos dirigimos al baño, allí ella directamente se fue al plato de ducha y se puso de rodillas y mirándome. Me quede mirándola un rato, pues estaba la verdad como para follarsela, con su conjunto color chocolate, su collar y su correa, pero ahora solo quería mear.

-Abre la boca perra, si no quieres mancharte, porque no voy a dejar que te limpies hasta que me vuelva a levantar.

Y apuntando a su boca, me orine en ella, la muy zorra no cerraba los ojos y me miraba con cara de perra, mientras se tragaba como si fueran agua mis orines.

-Ufff, perra iba a reventar, ahora me voy a la cama, ve a por agua que tengo sed, y no tengo ganas de bajar.

Pero al darme la vuelta estaba Raquel echada sobre el marco de la puerta, tocándose el coño y con cara de querer fiesta.

-Raquel.-Un momento mi Señor, puedo yo usarla primero me estoy meando y ya que está ahí?

-Vale perra, pero no la entretengas mucho que tengo sed.

-Raquel.-No Señor solo será un momento.

Y poniéndose junto a Cristina le puso el coño en la boca y empezó a mearle, pero como es más difícil que acertara en su boca, se estaba poniendo chorreando.

-Raquel.-Límpiame el coño perra, que no quede ni gota.

-Cristina.-Si mi Señora

Y empezó a comerle el coño a Raquel y esta que estaba caliente como lo perra que es, la agarraba de la cabeza y se la apretaba en su coño, por lo que hasta le costaba respirar.

-Raquel.-Uffff, perra como lo comes, que experta come coños, aggggg, me voy a correr puta, traga, perra traga mi corrida, agggg, parece que me meo más que me corro, que buena es la puta esta Señor, agggg.

-Baja tú (Raquel) a por el agua perra, y deja que se asee Cristina, y vamos a dormir perras.

Raquel se fue a por mi agua y yo me metí nuevamente en la cama, para seguir durmiendo.

A los dos minutos apareció Raquel con el agua, y rápidamente se metió en la cama a mi lado, y a los diez minutos apareció Cristina andando a cuatro patas, y se había cambiado después de ducharse, pues venía con un conjunto entero negro de medias, braga, y sujetador.

-Uhmmm, perra como sabes servir a tus Amos, metete en la cama a mi lado, pero así como estas zorra.

-Cristina.-Gracias Señor.

Y pegando un salto se metió en la cama junto a mí.

-No se os ocurra despertarme mañana, ya lo hare yo solo perras, estoy muy cansado y no tengo prisa por levantarme.

Ambas a la vez contestaron un si Señor, y también se quedaron dormidas al instante, había sido un día muy movido y aprovechado.

A la mañana siguiente me desperté sobre las doce de la mañana, y mirando hacia la ventana vi que hacia un día muy desagradable, estaba lloviendo y hacia aire, así que pensé que hoy iba a ser un día de estar en casa.

Salte de la cama y me fui a la ducha, sin pensar en que estarían haciendo las dos perras.

Sobre las doce y media aparecí por el salón y allí estaban las dos, Raquel sentada en el sillón viendo la tele y a Cristina frente a ella a cuatro patas, y con los pies de Raquel sobre su espalda.

-Buenos días o buenas tardes perras, ya veo que estáis cómodas, por lo menos una de vosotras.

-Raquel.-Buenas tardes Señor, uhmmm, si, la verdad es que estamos cómodas, a que si perrita?

-Cristina.-Si mi Ama, estoy muy cómoda sirviéndole de cojín.

-Y que habéis hecho mientras yo descansaba?

-Raquel.-Jugar y usar a esta puta Señor, me gusta y me encantaría quedármela.

-Cuéntame que has hecho perra?

Me senté a su lado, y Raquel sin cambiar de postura empezó a relatarme, todo lo que aconteció mientras yo dormía?

Esto lo voy a narrar tal y como me lo detallo Raquel.

Raquel.-Pues vera Señor, sobre las diez y media me desperté y me levante con mucho cuidado de no despertarle a Ud., y vi que Cristina no estaba, así que me baje al comedor y al ver que no estaba tampoco, me dirigí a la cocina y allí estaba sentada con una taza de café en la mano, con su uniforme de perra, todo su conjunto negro, y los zapatos de tacón, a la puta esta le gusta andar con ellos.

-Raquel.-Buenos días perra, que coño haces?

-Cristina.-Tomando café mi Ama, no quise despertarlos y me desperté temprano, he arreglado la casa y ahora me estaba tomando un café.

Raquel se acercó a ella y sin decir nada le soltó un bofetón, que le hizo soltar la taza y derramar el poco café que contenía.

-Raquel.-Y quien coño te ha dado permiso para sentarte a tomar café perra, si querías café te lo tomas como debes puta, como lo perra que eres zorra.

-Cristina.-Lo siento Señora, no sabía que sin su presencia también lo tenía que tomar así, pero le pido perdón, no volverá a suceder.

-Raquel.-Bien puta eso espero y ahora prepárame el desayuno, café con leche y si tienes pan y tomate, me preparas una tostada de tomate con aceite perra.

-Cristina.-Si mi Señora, el pan es de hoy, lo deja el panadero todas las mañanas, ahora mismo se lo preparo.

Raquel se fue para el sofá y se sentó, mientras que Cristina le ponía el desayuno, que no tardo más de diez minutos en servirle.

-Cristina.-Donde se lo sirvo Señora?

-Raquel.-Ponlo en esa mesita perra y tu ponte a cuatro patas delante del sillón, que voy a desayunar ahí.

Cristina dejo la bandeja donde le dijo Raquel y poniéndose a cuatro patas como le había indicado, espero a que Raquel se levantara. Se levantó y se sentó en el sillón, y cogiendo la bandeja donde iba su desayuno se la puso sobre la espalda a Cristina. Empezando a desayunar con toda tranquilidad y parsimonia, sin dirigirse ni una vez a Cristina.

Cuando termino de desayunar quito la bandeja de la espalda a Cristina.

-Raquel.-Muy bien perra, levántate coge la bandeja y llévala a la cocina, y sube al dormitorio sin hacer ruido y bájate un conjunto de ropa interior para mí y mis zapatos perra.

Rápidamente Cristina se incorporó y dejando la bandeja sobre la mesa de la cocina se dirigió al dormitorio para bajar lo que Raquel le había pedido.

A los cinco minutos apareció con un conjunto de ropa interior rosa palo, y unas medias beige, pero con costura negra atrás.

-Raquel.-Bien perra, buen gusto tienes, ahora desnúdate y vamos a la ducha, quiero que me laves a conciencia perra, para estar listas cuando se levante nuestro Señor.

Se metieron en el baño de abajo y Raquel se puso de pie delante de Cristina, y esta empezó a enjabonarla y lavarla tal y como le había pedido Raquel.

-Raquel.-Límpiame el coño puta, déjamelo bien limpio.

Cristina llevo sus manos al coño de Raquel, pero esta le soltó otro bofetón.

Raquel.-Mal has empezado el sábado perra, de rodillas, con la boca zorra.

-Cristina.-Lo siento Señora.

Y poniéndose de rodillas se puso a lamer el coño de Raquel.

-Raquel.-Uffff, perra que buena eres comiendo coños, te tendría así todo el día puta, agggggg, sigue no se te ocurra parar aunque te ahogues, agggggg, sigue, me voy a correr en tu cara de zorra, aggggg, me corro perraaaa!!!

-Cristina.-(como podía porque no paraba de lamer y tragar agua), Señora me puedo tocar?, me puedo correr?, por favor Señora lo necesito.

-Raquel.-Ponte de pie perra, que te voy a hacer que te corras como lo que eres una simple y vulgar perra.

Cristina se incorporó como pudo y Raquel una vez que esta ya estaba de pie, salió tal y como estaba de la ducha y cogiendo un cepillo del pelo se volvía a meter, y cogiendo a Cristina del pelo la puso de espaldas y pego sus tetas a la pared, y sin ningún miramiento le metió el mango del cepillo en el coño.

-Raquel.-Pero que puta que eres, tienes el coño chorreando y no es precisamente de agua perra.

-Cristina.-Si mi Señora, estoy ardiendo, agggg, me gustaría correrme, ufffff, me siento humillada, pero feliz muy feliz, Señora, aggggg, ufffff, me puedo correr, por favor lo necesito Señora.

-Raquel.-Si córrete perra, córrete como una puta, que se mete cualquier cosa para satisfacerse.

Cristina.-Agggg, gracias, ufff, me corro, me corro, soy una puta, una zorra, una guarra, soy lo que mi Señora quieraaaa.

Y dejándose caer de rodillas se tiro casi un minuto convulsionando.

Cuando se recuperó, terminaron de ducharse.

-Raquel.-Bien perra, ahora sécame, te secas tu te vistes y te espero en el comedor para que me vistas perra.

-Cristina.-Si mi Señora, ahora mismo y gracias por dejar a esta perra correrse.

Raquel se acercó y le beso, un beso tierno, profundo y largo.

-Raquel.-Este beso es por lo bien que lo has hecho perra, me gustas.

Y sin decir más se dejó secar por Cristina y una vez seca se fue al comedor sin dirigirle una sola palabra a Cristina.

A los quince minutos apareció Cristina en el comedor con la ropa que le iba a poner a Raquel.

-Cristina.-Me permite vestirla Señora?

-Raquel.-Si perra, nunca lo habían hecho antes y quiero ver que se siente.

Raquel se puso de pie para que Cristina le pusiera las bragas, y mientras se las ponía iba acariciando y besando sus piernas, luego se incorporó y le puso el sujetador, besando también cada parte de la piel de Raquel.

-Cristina.-Se quiere sentar mi Señora, para que esta perra le ponga las medias en sus bonitas piernas?

Raquel se sentó y estirando primero una pierna y después la otra, vio como Cristina se las ponía e iba besando cada milímetro de piel antes de que fuese cubierto por las medias. Raquel ya tenía otra vez el coño empapado, pero no quería más, necesitaba un pequeño descanso.

-Raquel.-Uffff, perra, que bien lo haces, me estas poniendo a tono, pero ahora no quiere volver a correrme, y ahora ponme los zapatos.

En esto Cristina se recreó, adoro los zapatos de Raquel así como sus pies.

-Cristina.-Ya está mi Señora.

-Raquel.-Muy bien perra, ahora vuelve a ponerte a cuatro patas para que descanse mis pies.

Y así es como me las encontré cuando baje, y tras escuchar todo lo que había pasado, se me ocurrió una idea.

-Bien perras, vestiros que vamos a comprar, y daros prisa antes de que cierren.

Al cabo de quince minutos bajaron las dos arregladas, Raquel con un traje rojo de una pieza, y Cristina con una falda entallada por encima de la rodilla de color crema y una blusa negra con un escote de infarto.

-Muy bien perras, vais muy guapas, ahora vamos que nos vamos de compras.

-Cristina.-Que coche cojo Señor?

-El grande, perra, me gusta ir cómodo, tú conducirás y Raquel y yo iremos detrás como tus Señores que somos.

-Cristina.-Si Señor ahora mismo lo saco.

A los cinco minutos, ya estábamos en la calle.

-Cristina.-A dónde vamos Señor?

-Al Violón perra a la tienda de uniformes laborales que hay allí, ve directa al parking.

-Cristina.-Si Señor.

-Raquel.-Que vamos a comprar Señor me tiene intrigada

-Pues visto lo servicial que es esta perra, vamos a comprarle un par de uniformes para que se los ponga cuando estemos en su casa o mejor dicho mi casa.

Raquel.-Ufff, como me va a gustar ver a esta perra vestida de sirviente.

Tardamos unos quince minutos en llegar a la tienda.

Una vez en la tienda nos atendió un Señor muy amable, al cual le pedí un par de uniformes de camarera, con cofia y delantal.

-Dependiente.-De que talla los quiere?

-Es para ella (le dije señalando a Cristina), pero necesita un par de ellos.

En ese momento sonó el teléfono de Cristina, y esta me miro como para pedirme permiso, y yo asentí con la cabeza, el dependiente miro extrañado pero no dijo nada.

-Cristina.-Es Manolo. Diga?

-Manolo.-Hola Cris, que haces?, yo estoy en Madrid para coger el AVE, no había nada interesante en la feria y me he venido en avión a Madrid y ahora voy a coger el AVE para Antequera, llego a las cinco me recoges?

Yo estaba pegado a Cristina por lo que oi la conversación, así que le quite el teléfono a Cristina y hable yo con él.

-Hola Manolo, sabes quién soy?

-Manolo.-Si claro que se quién es Ud., Ud., es mi Señor

-Pues me alegro de hablar contigo, ayer y hoy he estado con Cristina.

No le dije nada de Raquel quería que fuese una sorpresa

-Manolo.-Me alegro Señor, ya me dijo ella que lo iba a llamar, y no se preocupe yo cojo un taxi para que me lleve a casa.

-No Manolo no te preocupes iremos a recogerte no tenemos nada mejor que hacer ahora mismo, estamos comprando unos uniformes para tu mujer, y creo que llegaremos con tiempo, pero si no te esperas allí hasta que lleguemos.

-Manolo.-Si Señor así lo haré y gracias.

Sin más le colgué.

-Bueno tiene Ud., aquí uniformes de su talla?

-Dependiente.-Si claro que tengo lo que no sé es si tendré aquí o en el Almacén, pero voy a mirar ahora mismo.

A los dos minutos apareció con tres o cuatro uniformes, negros y un par de ellos grises marengo, todos ellos eran con los filos en blanco y los cuellos también blancos. Automáticamente yo descarte los grises y le dije que se probara los negros.

Cristina los cogió y se dirigió al probador, seguida de Raquel que entro con ella.

-Dependiente.-Los delantales y las cofias son de talla y modelo único,

-Está bien, vamos a ver cómo le quedan

A los cinco minutos aparecieron las dos, Cristina llevaba tres y Raquel uno.

Raquel.-Esta talla es la que nos quedamos.

El dependiente se quedó pensativo como viendo que esa no era su talla o no era el que le pegaba a Cristina, pero se limitó a asentir y volver a entrar en la trastienda para ver si tenía otro de esa misma talla. Volvió enseguida con otro uniforme.

-Dependiente.-Hemos tenido suerte, me quedan un par de ellos más.

-Pues nos llevamos los tres, con tres cofias y tres delantales.

-Dependiente.-Pues en total son 112 euros.

-Paga Cristina y vámonos que ya se nos va haciendo tarde.

Cristina pago y cogiendo los tres uniformes.

Mientras no dirigíamos al parking, Cristina se acercó a mí.

-Cristina.-Señor haría falta acercarnos al Corte Ingles a comprar lencería, pues en estos dos días entre los que me he puesto yo y los que se ha puesto Raquel, no sé si tendré para todo el fin de semana, jejejejeje.

-Bueno perra me parece bien, de todas formas si se tiene que esperar Manolo que se espere, bien vamos a comprar, y de paso lo que hacemos es comer tranquilamente y después nos vamos a por Manolo.

Dejamos los uniformes en el coche y nos fuimos dando un paseo hasta el Corte Ingles, que pillaba cerca y subimos a la planta donde está la ropa interior de mujer.

Una vez allí Raquel miro a ver si estaba la dependienta que siempre nos atiende, pero no estaba, pero si una compañera que nos conocía de vista, sobre todo a Raquel y vio el cielo abierto, pues rápidamente se acercó a Raquel.

-Dependienta.-Buenas tardes Señora, Mónica (que supongo que es como se llama la dependienta que siempre nos atiende) no está, pero si lo desea le puedo atender yo.

-Raquel.-Si está bien, no vengo a comprar nada para mí, es para esta amiga, quiero diez conjuntos de ropa interior de diversos colores, menos beige, y que sean elegantes y finos, como los que yo me llevo, y también queremos diez pares de medias, sobre todo negras con costura atrás, y unas cuantas transparentes con la costura negra.

-Dependienta.-Ahora mismo se los saco para que elijan.

Estuvimos como media hora viendo y eligiendo modelos.

-Dependienta.-Son 725 Euros., como los van abonar en efectivo o con tarjeta?

Cristina fue a sacar su tarjeta pero Raquel se le adelanto.

-Raquel.-Con tarjeta, yo los pago Cristina, después de lo bien que lo estoy pasando me apetece hacerte este regalo.

-Cristina.-Gracias Raquel, pero no tenías porque yo también lo estoy pasando como nunca,

Ambas se sonrieron y Raquel pago.

Cristina cogió todas las bolsas, porque ella sabía muy bien su papel y Raquel no hizo intención de coger ninguna.

-Bueno perras vamos camino del parking y antes de llegar nos metemos en algún sitio a comer.

Eran ya cerca de las tres de la tarde y yo ya tenía hambre.

Nos metimos en un Restaurante que hay cerca del Hotel San Antón a comer. La comida fue muy amena y tranquila, la verdad es que ellas habían hecho muy buenas migas, y se nos pasó una hora y media muy rápida, entre charla y risas, recordando todo lo acontecido hasta ese momento.

Una vez terminado de comer, nos fuimos al parking a recoger el coche y dirigirnos a Antequera a por Manolo.

Entre una cosas y otras cuando salimos del parking eran ya las cuatro y media, por lo que íbamos con el tiempo justo de llegar, pues se tarda entre media hora y cuarenta minutos en llegar a Antequera, y luego unos diez minutos en llegar a la estación del AVE.

Cuando llegamos a la estación, Manolo ya estaba esperando.

Solo me baje yo del coche.

-Hola maricon como estas.

-Manolo.-Muy bien Señor y contento, no esperaba que Ud., se dignara a venir a recogerme.

-Bien perro te tengo una sorpresa tu sube atrás, yo iré delante con Cristina.

-Manolo.-Ahora mismo Señor, meto la maleta en el maletero y me subo.

Yo me subí delante con Cristina y Manolo al abrir la puerta se quedó un poco parado al ver a Raquel.

-Raquel.-A qué esperas maricón, súbete al coche ahora mismo.

-Manolo te presento a Raquel, vuestra dueña cuando yo no este, y a la que tienes que obedecer como lo haces conmigo perro.

-Manolo.-Si Señor, pero me ha pillado de sorpresa.

-Cristina.-Vamos maricón sube ya que se nos va hacer de noche, o te subes o te vas andando.

Este al ver la determinación de su mujer se subió al coche junto a Raquel.

-Raquel.-Vamos a ver perro lo que calzas, la puta de tú mujer y mi Señor me han dicho que vas bien armado, así que quítate los pantalones pero ya perro, pero déjate la chaqueta y la corbata.

Manolo se bajó los pantalones y se los quito como pudo sin quitarse los zapatos.

-Raquel.-Jajajajaja, que maricona, ha visto mi Señor que braguitas lleva? y que pedazo de polla, el muy puto ya está empalmado, y yo tengo el coño chorreando con solo verle la polla.

Raquel se subió su vestido hasta la cintura y quitándose las bragas se las dio a Manolo.

-Raquel.-Chúpalas guarro, lame mis jugos.

Y mientras Manolo lamía hasta con desesperación las bragas de Raquel, esta se subió encima de Manolo y se metió su polla de golpe.

-Raquel.-Agggg, que polla, mi Señor, jamás me habían metido algo tan gordo y grande, y que el muy puto sea maricón, agggg, como la siento mí Señor como la siento, ufffffffff, agggg, me estoy meando, me estoy meando en su polla, aggggg que placer Señor me he meado y ahora me voy a correr.

Todo esto sucedía mientras Cristina conducía.

-Raquel.-Me corroooo, aggggg, me corro, cabron no pares, sigue aggggg, eres más puto que tu mujer, me corro!!! no se te ocurra correrte cabron, y tu puta para donde puedas, solo un momento, pero para.

Cristina, paro en la vía de servicio que hay antes de incorporarse a la autovía para volver a Granada.

Raquel se bajó de la polla de Manolo

-Raquel.-Perra sal del coche y abre la puerta de atrás y espera ahí de pie.

Yo aún no salía de mi asombro de cómo estaba actuando Raquel, pero me gustaba y estaba empalmado, aunque donde estábamos parados no era el mejor sitio, pero bueno la deje actuar, menos mal que por lo menos el todoterreno es muy amplio atrás y se podían mover con facilidad.

-Raquel.-Perro quiero que te corras en la zorra de tu mujer, quiero que le pongas la cara llena de leche maricón, se ha portado muy bien este fin de semana y se lo merece.

Y manolo que tenía que estar a punto, y sin descargar que llevaba ya mucho tiempo, no tardo ni un minuto en correrse.

-Manolo,-Aggggg, me corro Señor, me corro agggggg.

La corrida fue bestial, le puso toda la cara blanca, el pelo, y la blusa, pero Raquel pegándole un empujón a Manolo salió del coche así como estaba con el vestido en la cintura y se puso a lamer a Cristina a limpiarla con la lengua.

-Cristina.-Me puedo correr Señora, estoy que no aguanto, por favor me quiero correr.

-Raquel.-Si perra hazlo, (esto se lo decía entre lengüetazo y lengüetazo), córrete perra.

-Cristina.-Agggg, me corro gracias Señora me corrooo, uffff, agggg.

-Bueno perros, ya está bien, vamos para la casa que tengo ganas de llegar, tú maricón pásate delante, pero sin ponerte los pantalones, me gusta verte con las braguitas, y tu perra (por Cristina), quítate la falda y conduce solo con las bragas, y tu Raquel súbete atrás conmigo, y me la vas chupando mientras llegamos, pero no me quiero correr perra.

Antes de subir mire el asiento, pues como había oído a Raquel decir que se meaba, no me quería sentar encima de los meaos, pero o no se había meado, o lo había hecho encima de Manolo, así que me acomode, me baje un poco los pantalones y me saque la polla, para que Raquel me la fuera chupando.

-Vámonos ya, que es tarde y quiero llegar pronto a casa.

El resto del camino Raquel me la fue chupando y parando para que no me corriera, y sobre las siete estábamos entrando en el Carmen de Manolo y Cristina.

-Para en la puerta y vamos dentro y que el maricón guarde el coche y saque las bolsas.

Entramos los tres en la casa y…

Continuara…
 

heranlu

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El resto del camino Raquel me la fue chupando y parando para que no me corriera, y sobre las siete estábamos entrando en el Carmen de Manolo y Cristina.

-Para en la puerta y vamos dentro y que el maricón guarde el coche y saque las bolsas.

Entramos los tres en la casa y nada más entrar las dos se quedaron en ropa interior, y se dirigieron hacia el salón.

-Raquel.-Ya que esta aquí el maricón, sube arriba y bajate los collares perra, o mejor baja todo puta.

Cristina fue rápidamente al dormitorio y no tardo ni dos minutos en aparecer con dos bolsas que contenían todo lo que Manolo había comprado, en ese momento también entro Manolo con todo lo que habíamos comprado y su maleta.

-Raquel.-Y tú maricón, quitate los pantalones, pero quédate con la camisa y la corbata, me gustas así más.

Dejando las bolsas y la maleta en el suelo, Manolo, se descalzo, y se quito los pantalones y la chaqueta, quedándose con una camisa blanca con rayas azules, corbata azul y sus calcetines ejecutivos y por supuesto sus braguitas rosas.

-Manolo.-Así esta bien Señora?, le parece bien Señora o Ama.

-Así esta bien Manolo, llámala Señora por ahora, ya veremos luego, y ahora vete junto a la perra de tu mujer y poneros en posición perros.

-Manolo.-Si mi Señor.

Yo le seguí y entre en el comedor, y Cristina ya estaba de rodillas, Manolo la imito y se puso de rodillas junto a ella y ambos de cara a mí.

-Tú también perra (por Raquel), que te deje que seas su Ama no quita que tu seas MI perra.

Esta dándose cuenta de su error, rápidamente se acerco a ellos y también se puso en la misma postura.

-Raquel.-Lo siento Señor, me he dejado llevar, pero no volverá a suceder.

Yo estaba que iba a reventar, al ver a los tres de rodillas ante MÍ, aunque el contraste era grande al estar las dos junto a Manolo, una cada lado, y este tenía la polla totalmente tiesa y fuera de las bragas ya que estas no podían contener la tremenda erección.

-Raquel llama al maricón de tú marido y dile que a las diez lo quiero aquí con la cena, que la encargue y que se venga, va a pasar la noche aquí.

-Raquel.-Ahora mismo Señor, ufffffffff, que “alegría” le va a dar, y más cuando vea la polla de Manolo, jejejejeje, me tiene que dejar medírsela.

-Luego perra ahora ve a llamar al maricón.

A cuatro patas se dirigió a la entrada y sacando del bolso el móvil llamo al maricón.

-Raquel.-Hola Luisa, deja lo que estés haciendo, arreglate, con traje y corbata y venta a esta dirección, calle… número… es fácil porque es un carmen y no tiene perdida, y te quiero aquí a las diez en punto y trae comida para cinco, encargala ahora mientras te arreglas, ah, y no se te ocurra llegar tarde.

Colgó sin darle tiempo a decir nada y dejando el teléfono en la mesita por si llamaba Luis, se acerco otra vez hasta donde estaban Cristina y Manolo, poniéndose otra vez de rodillas.

-Bien perras, ahora tu Manolo sube todo arriba, y colócalo, y tu Raquel viste a Cristina con su nuevo uniforme, y deja otro fuera, vamos a vestir al maricón de tu marido de doncella también, así que te podías haber ahorrado lo del traje, pero de todas formas me gusta que se lo hayas dicho.

Rápidamente los tres se pusieron manos a la obra. Yo me tire en el sillón, porque estaba cansado, pero a la vez excitado, y nada más que de pensar lo que iba hacer, aun más excitado.

Al cabo de unos veinte minutos apareció Raquel por las escaleras muy sonriente, se había puesto un conjunto de los que habíamos comprado esa tarde en el Corte Ingles, negro de encaje, unas bragas también negras de encaje y unas medias claras con la raya negra atrás.

-Raquel.-He bajado antes que ellos mi Señor a coger los collares, si le parece bien, o prefiere ponérselos Ud.

-Bien perra, llévatelos y pónselos tú, eres su Ama, pero espero no tener que volver a recordarte que me perteneces, y la próxima vez te castigare severamente, porque tú tienes experiencia perra.

-Raquel.-Lo se Señor, y no volverá a ocurrir, pero es que lo estoy pasando tan bien como su Ama.

-Vale perra, no me pongas más excusas que sabes que no me gustan.

Rápidamente se subió para los dormitorios y a los cinco minutos bajaron los tres. Al ver a Cristina entendí porque se quedo extrañado el dependiente que nos los vendió, y es que le estaba súper estrecho, un poco largo, para mi gusto, cosa que más tarde se soluciono, pero para el momento no estaba mal, además con su cofia y su delantal, y sus medias negras de rejilla, y su collar de perra con su correa. Nada más bajar las escaleras se puso de rodillas esperando a que bajara Manolo y Raquel. Manolo iba igual que antes, su camisa su corbata sus calcetines de ejecutivo, sus braguitas y su collar, poniéndose también de rodillas junto a su mujer y detrás Raquel que poniéndose en medio de los dos, los cogio de las correas y tirando de ellos, se acerco hasta donde estaba yo.

El cuadro era para inmortalizarlo, ella en medio como toda una Ama y parecían un dogo y un caniche, lo grande que es Manolo con lo pequeña que es Cristina a su lado.

-Raquel-(poniéndose de rodillas al llegar a mi lado), aquí nos tiene Señor, tal y como Ud., no ha pedido.

-Ufff que bien estáis perros, pero vamos a esperar al maricón de Luis, que ya mismo estará aquí, mientras tanto ponte de pie Cristina que veamos el uniforme bien.

Rápidamente Cristina se puso de pie y se puso a girar despacio para que yo la contemplara.

Al ser una talla menos el escote era perfecto, porque las tetas parecían que se le iban a escapar, pero le quedaba solo una cuarta por encima de las rodillas.

-Tienes alfileres perra?

-Cristina.-Si mi Señor, se los traigo?

-Si perra

Se fue hacia uno de los muebles del comedor y sacando un costurero se acerco con el.

-Cristina.-Aquí están, pero si quiere mi Señor lo puedo hilvanar que tardo un segundo, mejor que los alfileres.

-Si sabes, si perra

Me acerque a la caja saque unos alfileres y subiéndole el vestido hasta donde se empezaba a ver la blonda, de las medias y se lo marque. Sin perder tiempo se lo quito y en menos de diez minutos ya estaba terminado y vuelto a poner, quedaba un poco destartalado pero para lo que era en ese momento estaba perfecto.

-Bien perra, te queda perfecto, pero el lunes lo quiero perfecto, o lo haces tú o lo llevas a alguien que te lo haga.

-Cristina.-Lo haré yo Mi Señor, se me da bien la costura.

-Se lo haces a los otros también perra, pero quiero que a uno le quede el culo libre, no le metas el falso, solo lo recortas por detrás, para que parezcas una sirvienta decente por delante y una puta por detrás, entendido?

-Cristina.-Si Mi Señor, así será.

En eso que llamaron al portero.

-Manolo ve a abrir la puerta, porque será Luis, aunque ha llegado antes de tiempo, estará necesitado, jajajajaja.

Manolo se fue a la puerta y por el video portero vio que era un hombre y al preguntar quien era, este contesto que era Luis, y que si allí estaba su mujer. Manolo le dijo que si y le abrió la puerta, diciéndole que entrara con el coche.

-Sal a recibirlo, y dile donde aparca, pero ponte algo que fuera esta cayendo una buena.

-Manolo.-Si Mi Señor.

Salio fuera a por Luis y a indicarle donde aparcar, y al cabo de cinco minutos entraron los dos cargados con las bolsas de la comida.

Nada más entrar y soltar las bolsas en la cocina Manolo se quito el abrigo, y se fue a su sitio y Luis se quedo en medio del salón sin saber ni que decir ni que hacer

-Raquel coge al maricón de tu marido y preséntaselo, y luego te lo llevas arriba y le pones su uniforme.

Se levanto y se acerco a su marido.

-Raquel.-Manolo, Cristina os presento a Luisa, mi maricón y mi marido, Luisa te presento al maricón de Manolo y a la perra de Cristina, y ahora acompáñame arriba.

Esta echo a andar hacia las escaleras y Luis bueno ahora Luisa, se fue detrás de ella, sin decir nada, pero el pantalón decía mucho, pues estaba empalmado.

-Bien Manolo te quiero junto a la mesa de rodillas, y tu perra, empieza a poner la mesa mientras bajan estos dos. Tú y Luisa nos serviréis a Raquel y a mí la cena, y esperareis a que terminemos.

A los diez minutos bajaron Raquel y Luisa, y jejejeje, que pinta, con el traje de camarera, zapatos y ejecutivos, lo único que no llevaba era la cofia, pues no había manera de cogérsela, pero el muy maricón seguía empalmado.

-Que bien le queda a Luisa el uniforme, y mira que guapo, si esta depilado, jejejeje

-Raquel-Si Mi Señor me molestaban sus pelos de maricona y ahora se depila todos los meses.

-Bueno vamos a cenar que ya va siendo hora, Luisa ayuda a Cristina a poner la mesa y tu Manolo trae una botella de vino, que vamos a celebrar este encuentro.

A los cinco minutos ya estábamos sentados Raquel y yo, Cristina me servia a mi y Luisa a su mujer, comimos tranquilos y casi en silencio, la verdad es que menos yo que tenia claro lo que iba hacer, ellos estaban bastante nerviosos.

Cuando terminamos de comer me levante y cogiendo el plato que tenia jamón, lo puse encima del respaldo del sofá.

-Raquel ponte el dildo y vete junto al sofá, y tu Luisa a cuatro patas en el sofá y la cara en el plato de jamón, y come como puedas pero sin la manos perro, y tu (Cristina), a cuatro patas junto a Luisa, y que te pase el jamón, pero solo con la boca, eso es lo que vais a comer, así que si se cae, lo perdéis perros, pero antes saca los antifaces de la bolsa y ponte tu uno y el otro se lo das a Luisa.

Luisa se puso a cuatro patas y cogio el plato con las manos para que no se cayera, pero intentaba cogerlo con la boca.

Yo me levante y haciéndole una seña a Manolo le dije que se acercara a Luisa.

-Rompele en culo a la maricona esta, (en voz baja para que no me oyeran) y tu Raquel a Cristina, sin contemplaciones.

Manolo fue el primero que se acerco a Luisa y levantándole el vestido cogio y le aparto la braga que llevaba puesta y sin contemplaciones se la metió de golpe.

-Luisa.-Aggggggg, nooooooo, agggggg, me quema, por favor.

-Raquel.-Aguanta maricón, que tienes el culo abierto, aunque como esta nunca eh perro.

Y terminando de decir este se acerco a Cristina y con un poco más de trabajo que Manolo, pues las alturas no coincidían se la metió también a Cristina de golpe.

-Cristina.-Aggggg, gracias Señora, ufffff como me gusta que mi Ama me folle el culo, uffffff, que ganas tenia, siiiiiii.

-Raquel.-Mira maricona, como aguanta mira como se porta una buena perra y no tu, maricon de mierda, ufffffffff, Señor, como me gusta, ufffffffff, como me pone, estoy chorreando y no voy a tardar en correrme Señor.

-Cristina.-Agggggg, y yo Señor, yo también me voy a correr como una perra como lo que soy, agggggg gracias.

-Aun no perras, aguantad a que yo os autorice.

Luisa estaba llorando, el plato en el suelo, pero nos sorprendió a todos

-Luisa.-Perdón Señor pero esta maricona se ha corrido, aggggggg, como duele, como quema, por favor que me la saque que me lo va a romper.

-Que te lo va a romper maricón, si te has corrido perro y sin mi permiso, Manolo no te corras dentro, sacala y se la metes en la boca cuando te vayas a correr.

-Manolo.-Ufffffffff Mi Señor me voy a correr si me da Ud., su permiso

-Adelante perro correte

Se la saco de golpe y la verdad es que salio con algo de sangre, pero nada más, ya que Raquel le obliga a ponerse un enema diario para tenerlo siempre limpio, Manolo lo tiro de golpe al suelo y se la metió en la boca, como pudo, porque le costo entrar casi más que en el culo.

-Manolo.-Aggggg me corro gracias Señor, gracias por hacer feliz a este perro.

Se corrió en abundancia, tanto que a Luisa se le salía por la boca además de dar varias arcadas.

-Ya podéis correros perras.

-Raquel.-Graciasssss, agggggg, me corro perra, me corro como me gusta aggggg.

-Cristina.-Ufffffffff, aggggggg, me corrooooo, casi no aguanto viendo a estos dos Señor, ufffffffff.

Raquel se salio de Cristina y cogiendola del pelo la tiro al suelo y le puso el coño en la boca.

-Raquel.-Chupa perra, límpialo, déjalo limpio perra, agggggg, me corro otra vez, ufffffffff, Mi Amo me da permiso?

-Si perra es toda tuya.

-Raquel.-Gracias Señor, aggggggg, otra vez, aggggggg, estas mariconas, me han encendido ufffffffff.

Luisa estaba hecho un ovillo en el suelo con las lágrimas saltadas.

-Luisa.-Gracias Señor, ufff, me ha roto el culo, pero no lo he podido evitar y me he corrido, si me tiene que castigar lo aceptare encantado.

Cristina aun convulsionando también en el suelo, y Raquel tirada junto a ella, y Manolo cuando se corrió volvió a su sitio y se puso de rodillas, sin decir nada, pero se le veía una cara de satisfacción.

Y yo estaba también a punto de reventar, así que me fui para Cristina y cogiendola de la correa la arrastre hasta la mesa y poniéndola de rodillas me puse frente a ella y me masturbe, aunque no tarde mucho, pues a los dos minutos me corrí, pues iba a reventar después del espectáculo, me corrí en su cara y en sus tetas.

-Ufff perra, casi me corro sin tocarme, ufffff, abre la boca zorra, que no he terminado aun.

Y apuntando a su boca empecé a mearme en ella, quedándome en la gloria, porque llevaba toda la tarde sin mear.

Me fui al sillón y me senté.

-Raquel levantate ahora mismo y desnúdame, perra que vamos a ducharnos, y mientras que Luisa y Manolo recojan todo esto.

Raquel se acerco a cuatro patas hacia mi y empezó a desnudarme, primero los zapatos y los calcetines, luego me incorpore un poco y me saco los pantalones, mientras los sacaba me iba besando, y para terminar me quito la camisa.

-Vamos a la ducha perra, pero vamos a la de arriba que es más grande, tu también Cristina, y que estos dos limpien todo esto, y mañana a las once quiero el desayuno en la mesa, ah, y los dos dormís en la misma cama, y nada de tocaros.

-Raquel.-Señor me gustaría follarme a Manolo delante del maricón, además mire como esta, el muy cabron esta otra vez empalmado, jejejejejeje.

-Vale perra, follatelo pero en el suelo, y tu perra (Cristina), mientras se lo folla ven aquí y chupamela, que luego te quiero follar el culo ahora que lo tienes abierto zorra.

Se fue a por Manolo y cogiéndolo del collar se lo llevo al lado de Luisa, y tumbándolo en el suelo se subió en lo alto, metiéndosela de golpe en el coño.

-Raquel.-Agggggg, como duele, y como me gusta, uffffff, mira perro, ufff, mira como me lo follo, y acostúmbrate, porque nos va a follar a las dos, maricón, esta puta nos va a follar a los dos, uffffff, jajáajá, mire Señor, la maricona de Luisa esta empalmada.

-Metesela en la boca a Manolo, te lo has ganado, correte en su boca.

-Luisa.-Gracias Señor, lo estaba deseando.

-Raquel.-Agggg, ufffffffff, como me llena el perro este, ufffffffff, me va a partir, pero no me importa, aggggggg, me corroooooo, ufffffffff, me corrooooo, y tu perro correte, quiero sentirte dentro, quiero tu leche dentro de mi perro, agggggg.

-Manolo.-Me corroooooo, gracias Señora, ufffffffff, como ufffffffff, (todo esto lo decía sacándose la polla de luisa de la boca).

-Luisa.-Me puedo correr Señor.

Y no había terminado de hablar cuando Raquel le soltó un bofetón.

-Raquel.-A mi perro me tienes que pedir permiso a mi, ahora soy yo quien decide, Mi Amo me ha dado ese poder.

-Luisa.-Perdón Señora, me puedo correr.

-Raquel.-Si perro correte.

-Luisa.-Gracias Señoraaaaa, ufffffffff, me corro, me corro Señora.

Raquel se levanto con trabajo de la polla de Manolo y poniéndole el coño en la boca a Luisa.

-Raquel.-Límpialo perro, limpia mi coño de la leche de Manolo, ufffffff, así perro, esto si que lo sabes hacer bien maricona, como lo comes ufffffff, eres un esplendido chupacoños y chupapollas, agggggggg, me corro otra vez, ufffffff, agggggg, como me corro, y me meo, no te retires maricona y bebete mis orines con la leche, ufffffff que bien se queda una.

-Satisfecha perra?, venga vamos para arriba.

Retirando a Cristina que seguía chupandomela, me levante y me subí a la ducha de mi habitación, seguido de Raquel, que le costaba andar y de Cristina.

-Y vosotros dos, recoger todo, limpiar y a la cama, y nada de tocaros eh.

Me metí directamente en la ducha, la necesitaba, y seguidamente se metieron Raquel y Cristina, esta última se había quitado el uniforme, pero se quedo en ropa interior y empezó a enjabonarme y lavarme, mientras Raquel me besaba la espalda y me acariciaba.

-Ufffffffff perras como me gusta, que bien, ufffffffff y como lo necesitaba. Ahora secadme y os espero en la cama.

A los quince minutos más o menos aparecieron las dos, las dos con dos conjuntos de lencería negros, y las medias transparentes con la costura negra, y arrodillándose delante de mí, empezaron a chuparmela y a besarse entre ellas, pero yo lo que quería era correrme en el culo de Cristina

-Ufff, perra parad, que me voy a correr y me quiero correr en el culo de Cristina.

Esta nada más oírme se subió en la cama a cuatro patas y yo sin más se la metí, solo para correrme, no me dio ni tiempo casi, de cómo estaba.

-Aggggg, ufffff me corro puta, me corro en el culo de MI PUTA.

Me salí de ella y me tire en la cama, pues estaba reventado, mientras miraba, como Raquel le metía la lengua para limpiarle la leche que se le salía de su culo.

-Cristina.-Ufffffffff, me puedo correr?, ufffffffff por favor Señor.

-Si correte puta, correte

-Cristina.-Agggggg me corroooo, gracias Señor, aggggggg.

-Venga a la cama perras, vamos a dormir.

Me quede frito al instante, y no me desperté hasta que al día siguiente a las once entro Manolo.

-Manolo.-Se puede Señor?, ya esta el desayuno en la mesa.

-Ufff, gracias perro, ahora vamos.

De un salto me levante y me fui para el baño, y nada más entrar me encontré a las dos de rodillas dentro de la ducha.

-Raquel.-Le estábamos esperando Señor.

-Ufff, bien perras ya me conocéis eh, eso me gusta.

Así que poniendo de cara a ellas las mee a las dos, y me masturbe hasta correrme en sus caras.

-Ufffffffff. Que buen despertar, y ahora saliros que voy a ducharme y vestirme, lo que tarde en desayunar me tengo que ir.

Me duche y baje a desayunar, Manolo estaba de rodillas esperándome y Luisa en la cocina.

-Luisa.-Le pongo ya el café Señor?

-Si perro y la tostada de aceite y tomate.

-Luis.-Ahora mismo.

Mientras terminaba de desayunar, bajaron Raquel y Cristina, esta ultima con su uniforme y Raquel en ropa interior.

-Bueno perros yo me voy, ya nos veremos otro día, mientras tanto Raquel es vuestra dueña, mientras yo no diga lo contrario.

Así que levantándome me fui para mi casa, había sido un fin de semana muy completo.
 
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