Por una película y un diario

heroher

Virgen
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Jul 31, 2012
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Antes que nada les comento que este relato no me pertenece, ya que fue una de mis hermanas quien me lo contó asegurándome que es una historia totalmente real entre una hija, su padre y su hermano.
"Era una familia normal como cualquiera, integrada por Don Nelson de 43 años, su esposa Irene de 40 y sus hijos José Luis 19 años y la pequeña Jessica de tan sólo 14.
La vida de todos ellos transcurría de lo más común, hasta que un día José Luis vio una película pornográfica con unos amigos del colegio, que trataba sobre el incesto entre un padre y su hija, además ella también mantenía relaciones con dos de sus hermanos, quienes entre todos hacían orgías.
Desde ese día José Luis quedó marcado con la impresión del incesto, en su mente no se borraba esas imágenes, de ver a un padre manteniendo relaciones sexuales con su hija junto a sus hermanos.
Lo cierto es que José Luis comenzó a ver su hermana Jessica de otra manera. Ellos llevaban una excelente relación entre hermanos, a tal punto que dormían y se habían bañado juntos en algunas oportunidades anteriores.
José Luis un día llamó a su hermana para contarle sobre que opinaba del sexo; pero ella tímidamente le contestó, que sólo sabía que muchas de sus compañeras de clases, mantenían relaciones con sus novios, pero que ella todavía era pura y virginal.
Al oír estas palabras de su hermana, José Luis se llenó de morbo y le dijo a su hermana que le gustaría enseñarle todo lo que sabía sobre el sexo, ya que así de esta manera no se dejaría engañar por otros hombres cuando se lo propusieran.
Jessica apenada por la conversación, sólo atino a decir: "Y como lo piensas hacer hermano". Enseguida José Luis se fue al closet y buscó la película de incesto que había visto anteriormente y la colocó en el VHS, aprovechando la oportunidad que tenían porque sus padres estaban ausentes de casa.
La cara de Jessica era de impresión cuando vio a la joven, mantener relaciones con sus hermanos y su padre. José Luis sólo le decía que divino era todo y que le gustaría ser el protagonista junto a ella.
José Luis notó que Jessica estaba fijamente viendo la película, y decidió acercársele a su cuerpo para meter sus manos debajo de la blusa de su hermana y acariciarles sus senos.
Jessica estaba entre la impresión y el miedo, así que decidió salir corriendo hasta su cuarto y encerrarse.
José Luis notó que mientras le acariciaba los senos a su hermana, esta logró soltar varios gemidos de placer, cosa que lo excito mucho y decidió seguir con lo que ya había comenzado, que era cojerse a su hermana.
Enseguida se fue hasta el cuarto de su hermana, pero esta yacía encerrada con llaves en su habitación.
- Jessica por favor ábreme la puerta, necesito hablar contigo de lo que pasó - decía José Luis.
- No, déjame, quiero bañarme y dormir un poco - respondió Jessica.
- Por favor ábreme la puerta, insistió.
- Mañana hablamos, fue lo último que dijo Jessica.
Al rato José Luis oyó que Jessica se bañaba, por lo que decidió espiarla por la ventana del baño; pero su sorpresa fue cuando logró ver todo ese hermoso cuerpo de Jessica desnudo, que incluso se tocaba sus partes íntimas como haciéndose la masturbación.
José Luis comenzó hacerse lo mismo, pero ya no aguantaba más, quería cojerse a su hermana como diera lugar. Enseguida se fue hasta el cuarto de sus padres y encontró los duplicados de las llaves del cuarto de Jessica.
Se fue hasta el cuarto y lo abrió y se escondió en el closet, a esperar que su hermana saliera del baño. Al rato Jessica salió totalmente desnuda y José Luis por un pequeño espacio la miraba morbosamente.
No aguantó más y decidió salir de su escondite, lo que hizo que Jessica se sorprendiera soltando un grito de susto.
- Que haces aquí José Luis - dijo Jessica.
- Te quiero a ti hermana y no me voy a salir.
- Déjame en paz, por favor, soy tu hermana y eso está malo.
- No me voy, porque lo quiero hacer y no está malo si tú lo deseas tanto como yo.
Jessica intentó meterse al baño y encerrarse, pero fue alcanzada por José Luis quien no le permitió que lo hiciera, y con un poco de fuerza la acostó en la cama.
Como Jessica estaba desnuda, le fue fácil a José Luis besarle sus senos y tocarle la vagina. Jessica oponía cierta resistencia, pero todo era en vano, ya que su hermano poseía más fuerzas y la iba dominando poco a poco.
José Luis sólo cargaba un short que logró quitarse para quedar desnudo. Encima de ella y con su miembro erecto le coloco su miembro en la entrada de vagina, la cual estaba húmeda por la paja que Jessica se había hecho anteriormente en el baño.
Ella se resistía pero cada vez con menos fuerza, lo que le facilitó a José Luis todo el trabajo.
En tan sólo pocos segundos, José Luis logró meter todo su miembro en la vagina de su hermana, cosa que hizo que ella soltara un pequeño grito de dolor, producto de la ruptura de su himen.
José Luis no paraba su vaivén de afuera hacia adentro en la cuca de su hermana. Jessica lloraba pero soltaba gemidos.

- Se que te gusta hermanita, lo sé - exclamaba José Luis, - Me duele, sácamelo por favor, hazlo ya - respondía Jessica.

- No puedo, ni quiero, y lo haré cuando acabe todo mi semen.

- José Luis todo está malo.

- Te dije que no, si tú lo deseas como yo.

José Luis ciego del deseo no paraba y cada vez iba en aumento sus movimientos, lo que hizo que Jessica ya no se quejara, sino que más bien movía sus caderas para ser más penetrada, soltando un grito de excitación cuando alcanzó su primer orgasmo.

José Luis estaba loco de placer y no se percató que inundaba todo su semen dentro de la vagina de su hermana.

Al rato se fue a su cuarto y Jessica quedó extasiada de placer y llena de semen, mezclado con rastros de sangre de la ruptura de su virgo.

Al cabo de dos horas llegaron Don Nelson y su esposa Irene, encontrando todo absolutamente normal.

Procedieron a comer y notaron que Jessica estaba muda y José Luis un poco esquivo, pero no pasó más nada.

Don Carlos le dio la noticia a sus hijos que mañana iban a salir muy temprano, y que llegarían por la noche, por lo que les agradecía a sus hijos que se portase bien.

Esta noticia fue muy grata para José Luis, quien ya imaginaba otra sesión de sexo con su pequeña hermana.

En la mañana cuando salieron temprano, José Luis se fue inmediatamente al cuarto de su hermana, y con las llaves que poseía vio que Jessica estaba aún dormida.

José Luis se metió desnudo a la cama y le fue acariciando sus partes íntimas a su hermana.

Jessica se despertó asustada y le preguntó: - Que haces aquí otra vez.

- Lo mismo de ayer hermanita, vas a ser mía nuevamente.

- Por favor lo que paso ayer entre tu y yo no volverá a pasar.

- Pero Jessica se que te gustó porque gozaste igual que yo.

- Si, es verdad, pero me da miedo todo, incluso puedo quedar embarazada.

- No quedarás embarazada, te lo aseguro, yo te voy a cuidar.

Con esas palabras José Luis convenció a Jessica y enseguida le comenzó a chupar sus senos y vagina, lo que hacía que Jessica se revolcara de placer, exclamando que la penetrara de una buena vez.

Pero José Luis esta vez no iba apresurado, sino que le metió todo su miembro en la boca de Jessica, cosa que aceptó con un poco de asco, pero que igual lo hizo.

Al poco rato estaba nuevamente clavada en su cuca por el miembro de su hermano. Esta vez Jessica llevaba la iniciativa, cambiaron de posiciones e incluso permitió que su hermano le introdujera un dedo su ano virginal.

Pasaron todo el día manteniendo sexo desenfrenado sin importarle nada ya, hasta que llegaron sus padres por la noche.

JESSICA ES PENETRADA POR SU PADRE Pasaron varios meses y Don Nelson y su esposa Irene notaban los cambios de sus hijos, pero no entendían a que se debía. Cada vez era más unidos. Cuando ambos padres salían a pasear, Jessica y José Luis preferían quedarse en casa para hacer el amor.

Un día Don Nelson aprovechando la oportunidad que ambos andaban para sus clases, entró a la habitación de su hija porque buscaba un libro que le había prestado, encontrando en una de las gavetas de la peinadora, una caja de pastillas anticonceptivas, por lo que se sorprendió mucho.

Después de allí siguió buscando y encontró el diario de Jessica, pero estaba con la incertidumbre y curiosidad de leerlo o no. Al final se decidió y comenzó a leer todo lo que su hija escribía.

Su sorpresa fue grande cuando en las primeras líneas aparece escrito: "Hoy por primera vez fui mujer, la mujer de mi hermano José Luis, al principio no me gustaba, pero poco a poco me ha llenado de placer y lo disfruto mucho. Amo a mi hermano con locura y no me importa si está mal". Otra cosa que leyó fue: "Aprovechando la ausencia de mis padres, José Luis entró a mi cuarto y me hizo suya nuevamente. Esta vez fuimos a más, ya que por primera vez nos chupamos mutuamente".

Don Nelson estaba sorprendido, quería ir a decírselo a su esposa, pero pensó que la mataría de un infarto con la noticia, así que prefirió callar hasta averiguar más.

Por la tarde cuando llegaron ambos de clases, Don Nelson, se decidió a espiar sus conductas, notando que había miradas de picardías entre ambos.

En la noche cuando todos aparentemente estaban acostados, decidió a buscar un vaso de agua a la cocina, pero al pasar por el cuarto de José Luis, vio que el no estaba acostado, y enseguida se fue hasta el cuarto de Jessica. Allí al acercarse a la puerta escuchaba gemidos de placer. La puerta estaba trancada pero no asegurada, lo que hizo que Don Nelson mirara todo el espectáculo porno que ofrecían sus hijos.

Jessica estaba montada encima de su hermano, quien la penetraba hasta el fondo.

También oyó cuando Jessica le decía, "métemelo hermanito que me muero de placer, soy toda tuya, soy tu amante, tu puta, tu mujer, dale más".

José Luis le decía "lo que nos estábamos perdiendo los dos, sino es por la película porno que tengo en mi closet, a lo mejor nada de esto estuviese pasando".

Increíble, pero Don Nelson no decidió actuar, cosa que ni el mismo se supo explicar, pero prefirió que sus hijos siguieran manteniendo relaciones sexuales.

Esa noche no pudo dormir, porque a su mente llegaban las imágenes de cuca de su hija siendo penetrada por su hermano. Una rara sensación recorría su cuerpo, y terminó follándose a su esposa Irene para satisfacer sus deseos, hasta por el culo como siempre lo hacían.

Era un viernes y sus hijos se levantaron temprano para ir a clases, Jessica estudiaba el tercer año de bachillerato y José Luis en la Universidad donde cursaba estudios de ingeniería mecánica. Irene se fue de compras, esta vez, su esposo quien siempre la acompañaba prefirió no hacerlo, porque supuestamente tenía algo que hacer de su empresa.

Tan sólo Irene salió al auto mercado, Don Nelson se fue hasta el cuarto de José Luis y encontró la famosa película que buscaba, la instaló en el VHS y comenzó a verla. Cuando vio que el padre penetraba a su hija, que a su vez también los hermanos intervenían, entendió de lo que hablaban sus hijos la noche anterior.

Don Nelson estaba entre la espada y la pared, quería castigarlos severamente, pero a la vez tenía la imagen de su hija follando. Se sentía confundido y a la vez lleno de placer. Su deseo sexual lo venció.

En la tarde cuando llegó sola Jessica, ya que José Luis tenía una practica de campo y llegaría de noche, Don Nelson se fue al cuarto de su hija para hablar.

Irene no pensaba nada, ya que era habitual esa unión entre ambos, pero decidió invitar a su marido a la empresa que ambos tenían, pero este le afirmó que tenía una horrible jaqueca, que se fuera sola esta vez.

Así pasó y Don Nelson en el cuarto sólo con su hija, empezó acariciarla tímidamente. Jessica no hacía nada, porque tal como se dijo antes, para ellos era muy normal.

Al rato no aguantó más Don Nelson y le dijo a su hija: "Jessica lo sé todo".

- Que sabes papi - preguntó ella.

- Se que tienes relaciones con tu hermano.

- Es mentira, de donde sacas eso papá - hablaba Jessica preocupada.

- Hija, lo sé porque leí sin querer tu diario, porque los vi anoche cuando hacían el amor.

Jessica estaba atrapada, no sabía que decir y que hacer.

- Papá perdóname por lo que hicimos - dijo Jessica quien lloraba al mismo tiempo.

- Hija, que puedo hacer o decir, ya todo está hecho, no puedo devolver el tiempo.

Con estas palabras Jessica se tranquilizó un poco y su padre salió momentáneamente del cuarto y regresó con el VHS y la película de incesto que guardaba José Luis en su closet.

- Jessica quiero que veamos esto tu y yo ahora mismo - le habló Don Nelson.

- Papá que deseas.

- Es una película, tú sabes de lo que te estoy hablando.

Enseguida la película comenzó a rodar y padre e hija estaban tumbados en la cama viéndola.

De repente Don Nelson se abrió la bragueta del pantalón y sacó su respetable miembro delante de su hija. Ella nerviosa miraba la película, pero de reojo veía como su padre se hacía una paja. Su padre la llamó y le dijo que lo viera masturbarse, ella así lo hizo, al rato le pidió que le hiciera ella con sus manos la paja, pero Jessica refutó diciéndole "eres mi papá". Don Nelson le dijo, "José Luis es tu hermano y como si lo hiciste con él". A Jessica no le quedó más remedio que masturbar a su padre, quien jadeaba de emoción. "Dale hija, que lo haces divino, no pares mami", eran sus palabras repetidamente.

Al poco rato Don Nelson se atrevió a más, le pidió a su hija que se quitara la ropa porque quería excitarse viendo su cuerpo. Jessica lo hizo pausadamente. Cuando estaba desnuda completamente Don Nelson no aguantó más y la arrojó a la cama violentamente y le dijo.

- Ahora si es verdad que vas hacer mujer para que lo escribas en tu diario. Esta vez seré yo quien goce de tu cuerpo y no tu hermano. Yo te voy hacer gozar.

Don Nelson estaba loco de lujuria y lo primero que hizo fue meterle todo el miembro en la boca a su hija, diciéndole que lo chupara como una buena puta que era.

Jessica se lo metió hasta donde pudo, pero su padre buscaba metérselo hasta lo más hondo.

Cuando ya estaba a punto de eyacular lo sacó de la boca de la hija y se fue hasta su vagina para darle una mamada fenomenal, que hizo que Jessica destapara su silencio y comenzara a jadear continuamente.

- Eso es mi putita, así me gusta, complace a papi.

- Me gusta papá y lo haces mejor que José Luis - aseguró Jessica.

Su padre no aguantó más y se puso encima de ella y sin perder más tiempo se lo colocó en la entrada de su húmeda vagina y la penetró hasta el fondo, cosa que hizo que Jessica le arañara la espalda.

- Eso mi hija, no sabía que eras tan caliente. Eres toda una puta, mi puta a partir de hoy.

- Como tu digas papá, pero por favor no pares.

Al rato Jessica como su padre le vaciaba un torrente de semen dentro de su vagina, ya que ella tomaba las píldoras anticonceptivas.

Don Nelson salió del cuarto y regresó al instante con un pote de vaselina.

- Hija ahora te toca una sesión más para que te puedas convertir en mujer.

- Que es papá, que piensas hacerme.

- Tranquila, sólo tienes que colaborar conmigo y ser fuerte por un momento nada más.

Sin más preámbulos Don Nelson le introdujo un dedo en el ano virginal a Jessica y le untó mucha vaselina por dentro y por fuera. La colocó en cuatro patas y le puso su miembro erecto en el hueco del culo. Poco a poco fue penetrándola bajo unos gritos de dolor que daba Jessica, que hacía que se excitara más Don Nelson. Cuando estaba totalmente penetrada, comenzó a moverse fuertemente hasta que alcanzó su eyaculación dentro de ella.

Al despedirse le dijo a Jessica, que todo no terminaba acá, que de ahora en adelante el sería su hombre junto a su hermano como en la película. También le dijo que esta noche antes de acostarse tenía que dejarse coger por José Luis y debía ofrecerle el culo, que le dejara la puerta de su cuarto semiabierta porque quería verlos.

En la noche Don Carlos le pidió a su mujer que se acostara temprano porque seguía con la misma jaqueca.

Irene quien dormía placidamente no supo más, pero Don Nelson esperaba el momento indicado.

Así lo hizo se fue hasta el cuarto y vio a José Luis penetrando a Jessica por el culo. Don Nelson se sacó su polla y comenzó a menearse rápidamente.

No aguantó más y entró al cuarto. En ese momento José Luis quedó petrificado del susto con el miembro metido hasta el fondo del culo de Jessica.

- Hijos míos, no saben que placer me da verlos de esa manera, será que permiten intervenir en la sesión como en la película - dijo.

Ambos estaban mudos pero al ver la actitud de Don Nelson, sólo se dejaron llevar por sus instintos. Don Nelson se puso debajo de su hija, penetrándola por la vagina, mientras que le pidió a José Luis que penetrara a Jessica por el culo como lo venía haciendo, cosa que así hizo. Jessica estaba loca de placer, gritaba, jadeaba, pedía más, hasta que ambos casi de manera simultánea botaban sus leches dentro de sus orificios. Esa noche, todos se fueron a dormir feliz y contentos, no sin antes decirles Don Nelson que esto seguiría más a menudo, ya que su pasión era cojerse a su hija por el culo todas las veces que podía.

Así transcurrieron los días siguientes, ahora ya no era José Luis y Jessica quienes deseaban quedarse solos para hacer el amor, sino que Don Nelson se escapaba en algunos momentos de su empresa, y se iba a la casa o la llevaba a un hotel para hacerle el amor a su hija. A veces formaban nuevamente un trío, donde Jessica era penetrada tanto por el culo y la cuca por su padre y su hermano, bajo el más profundo silencio para que la señora Irene no se enterara, cosa que hasta hoy que les escribo este relato real no sé si ha sucedido, lo que si les puedo asegurar es que Jessica hoy pasó a otro rol, ahora no sólo es la amante de su propio padre y hermano, sino que ahora también les sirve de enlace de negocio de su padre, ya que de esta manera cierra los negocios con importantes clientes y proveedores de su empresa. Al igual, José Luis lo hace a cambió de dinero para suplir sus necesidades, e invita de vez en cuando a sus amigos de la Universidad, incluyendo un primo de ambos, para que se cojan a Jessica, pero eso se lo contare en una segunda parte, donde según me cuenta mi hermana Jessica le confesó, que por su cuerpo han pasado más de 30 hombres que ella recuerda, quienes la han puesto de muchas formas y maneras, hasta a veces ha atendido a cuatro hombres en una sola sesión de sexo, quienes tampoco les perdonan ninguno de sus orificios.
La señora Irene quien era su madre, no estaba al tanto de lo que ocurría entre ellos por la confianza aparentemente existente de todos.
Don Nelson e Irene quienes tenían una empresa Constructora, la cual era muy exitosa pero que debido a una situación económica momentánea se fue casi a la quiebra.
¿Pero como logra salvar Don Nelson su negocio de la quiebra?. Pues utiliza el cuerpo de su hija Jessica como carnada viva para atraer a sus clientes y proveedores.
Todo comenzó un día rutinario donde José Luis aprovechaba los momentos de ausencia de su madre, para hacerle el amor a su hermana. Asimismo lo hacía su padre, quien se escapaba de su compañía para irse a su casa donde le esperaba su hija ansiosamente para recibirlo y complacerlo en todo lo que le propusiese su propio padre.
Muchas veces le tocaba a Jessica atender a su padre y hermano por igual, donde entre los tres hacían una suculenta orgía, siendo ella penetrada sin contemplación por su vagina y su ano simultáneamente.
Un día Don Nelson recibe la noticia de su contador personal que tenía un déficit presupuestario en su empresa. Esto llenó de pena a Don Nelson, quien era un próspero hombre de negocios. Estaba como loco, no sabía que hacer. Le habló en una cena a toda la familia junta sobre la difícil situación por la cual atravesaban, pidiéndole apoyo a todos, lo que sin dudar aceptaron unidamente.
Esa noche la señora Irene debía atender a un importante cliente de la empresa, así que se vistió y se marcho al encuentro pautado. Don Nelson se fue a la oficina de su casa para buscarle soluciones positivas a su negocio, cuando de repente le llega su hija y se le sienta a un lado.
Papá, tranquilo que todo saldrá bien, dijo Jessica.
Gracias hija, pero creo que no será así, porque si no conseguimos en 15 días el dinero que nos pide el banco iremos a la quiebra total, respondió Don Nelson.
Su hija le dio un profundo beso y le bajó el short para comenzarle a mamar el miembro a su padre hasta acabar todo el semen dentro de su boca. Después se fue a dormir, al llegar al cuarto la esperaba su hermano desnudo en la cama quien nuevamente la penetró bastante rato por el culo.
Al día siguiente la señora Irene le dijo que había invitado a su cliente a cenar y que esperaba la colaboración de todos.
Por la noche llegó Don Paco, un hombre de 50 años que sería tal vez su salvación. Cuando la cena transcurría entre chistes y políticas de negocios, Don Nelson notó que Paco miraba mucho a su esposa e hija.
Al culminar la comida, Don Nelson se fue con su cliente a su pequeña oficina casera, donde Paco sin ningún tipo de escrúpulos le dijo que el tenía la salvación, pero que para eso debía pagar un precio muy caro.
Estoy dispuesto a llegar a un buen acuerdo contigo, todo sea por salvar la empresa, le dijo Don Nelson.
Estás seguro de lo que dices, respondió Paco.
Si, dime lo que deseas, volvió a preguntar Don Nelson.
A tu mujer Irene, quiero cojerme a tu mujer.
Don Nelson quedó impresionado ante tal petición, pero lo único que atinó a decir fue que eso quedaba de parte de ella, que se lo propusiera personalmente, pero que si el quería le daría algo mejor.
Que me ofreces a cambio, dijo Paco.
A mi pequeña hija, afirmó Don Nelson.
¡Qué!, a tu hija, estás seguro de eso, habló Paco asombrado.
Pero Don Nelson lo volvió a repetir sin ningún tipo de pena.
Lo cierto es que cerraron el trato con un apretón de mano, quedando de acuerdo para el día siguiente en la casa de Don Paco.
Esa noche Don Nelson pensó como se lo iba a proponer a su hija, y no estaba seguro si ella aceptaría, por lo que decidió llevarla bajo engaño.
Esa tarde Don Nelson le pidió a su hija Jessica que le acompañara y esta pensaba que irían a un hotel como siempre sucedía cuando salía solas con su padre, pero esta vez Don Nelson cambió de rumbo para llegar a la casa de su cliente Don Paco.
Antes de tocar el timbre de la casa, Don Nelson le explicó a su hija en parte la situación, pidiéndole que colaborara en todo porque de ella dependía la quiebra o el éxito del negocio.
Jessica a pesar de no entender muy bien la orden que le daba su papá sólo dijo que estaba dispuesta a complacerlo.
Don Paco los recibió y sin mediar palabra le dijo que pasaran al cuarto.
Cuando estaban los tres juntos, Don Nelson le dijo a su hija que nuevamente todo estaba en sus manos, que fuera complaciente con Don Paco.
Don Nelson se despidió y les comentó que regresaría al cabo de dos horas.
Tras marcharse y quedar solos, Don Paco se le acercó a Jessica para acariciarla, pero ella no quería. Don Paco insistía pero ella lo rechazaba, hasta que él le dijo: Mira Jessica, tu papá está en mis manos, dime si vas a estar conmigo o no, acuérdate lo que te dijo tu padre antes de irse.
A Jessica no le quedó más remedio que complacer al cliente de su papá.
Al rato Don Paco después de besarle sus senos y tocarle su cuca, puso a Jessica que le chupara el miembro, cosa que Jessica hizo con asco pero muy bien.
Después la volteó para hacer un 69, cuando Don Paco notó que Jessica estaba húmeda se puso encima de ella y la penetró completamente.
A pesar que Jessica no decía ni una palabra, se dejaba hacer todo lo que Don Paco le hiciera, hasta por el culo la penetró. Era el tercer hombre que estaba dentro de su cuerpo. Primero su hermano, después su papa y ahora Don Paco. Al cabo de dos horas Don Nelson regresó y Don Paco lo recibió con una alegría diciéndole que el negocio estaba cerrado, que todo era un éxito.
Don Nelson abrazó a su hija y se marcharon juntos a su casa. Jessica no habló ni una sola palabra en el trayecto.
Al día siguiente a primera hora del día Don Nelson recibía de su cliente un cheque que lo salvaba de la quiebra momentáneamente.
Jessica le contó a su hermano lo sucedido con Don Paco, pero este sólo le contestó que entendiera la situación.
Días después Don Paco llamo ahora a su nuevo socio Don Nelson, solicitándole nuevamente los servicios de su hija, cosa que Don Nelson no lo pensó dos veces y la volvió a llevar a su casa.
Esta vez Don Nelson espero que Jessica se bajara del auto, para decirle que volvería en un par de horas, que fuera complaciente.
Lo que Don Nelson y Jessica no sabían es que Don Paco estaba acompañado por su hijo Gabriel y dos amigos; en total eran 4.
Jessica al llegar fue recibida por Don Paco con un beso, quien sin esperar un segundo más, la llevó hasta el dormitorio donde la esperaban los otros tres hombres. Cuando Jessica los vio se asustó y trato de salir del cuarto, pero ya Don Paco había asegurado la puerta con llaves.
Hija, no sé si tu papá te lo explicó bien, pero ahora eres mi pequeña puta, pago mucho dinero por ti y puedo hacer contigo lo que me plazca, aseguró Don Paco.
Esta bien pero no me hagan daño, respondió tímidamente Jessica.
No te preocupes, respondieron todo a unísona voz.
Enseguida todos al mismo tiempo le cayeron como hienas al cuerpo de Jessica, siendo penetrada primeramente por Don Paco, quien se aprovechó del culito abierto de Jessica para cojerla. Al mismo tiempo en fila Gabriel y sus dos amigos le ponían sus miembros en la boca de ella para que se los chupara. Primero Gabriel, después el segundo y después el otro. Al rato Jessica soltó un gemido cuando Don Paco le derramaba dentro de su culo todo su caliente semen, llenándoles sus intestinos.
Sin esperar más Gabriel acostó a Jessica encima de ella penetrándola por la vagina, mientras que su amigo la cojia por el culo y el otro seguía metiéndoselo por la boca. Tres palos incrustados en el cuerpo de Jessica al mismo tiempo. Así cada uno se iba intercambiando y por sus tres orificios Jessica fue penetrada hasta que le derramaron dentro de su cuerpo el semen. Después hicieron una segunda sesión y los cuatros hombres la volvieron a cojer.
Jessica se bañó y esperó ansiosamente la llegada de su padre, a quien le increpó que no quería seguir más en esto, por lo que su padre le contestó con una bofetada.
Estás loca, quieres llevarnos a la ruina a todos.
Con lágrimas en los ojos Jessica quedó enmudecida en el trayecto a su casa. Al llegar su padre se dio cuenta que estaban solos y la llevó hasta el cuarto, le quitó el vestido que cargaba y la cojió por todos lados. 5 tipos diferentes de semen corrían ese día en el cuerpo de Jessica.
Otro día que Jessica fue utilizada sucedió cuando Don Nelson recibió una llamada de un cliente que lo visitaría en su casa esa tarde.
Esta vez se trataba de un hombre de 38 llamado Pedro. Don Nelson sin mediar más palabras sólo le dijo que si cerraba el negocio con él, le daría un buen premio. Todo transcurrió en minutos para cerrar el trato, cuando Don Nelson se fue al cuarto de su hija y la llamó. Jessica ya sabía de qué se trataba, sólo se marchó a su cuarto a esperar las órdenes de su padre. Don Nelson llevó a Pedro hasta el cuarto de su hija, quien ya estaba desnuda completamente acostada en su cama. Pedro al mirarla se desvistió la puso a mamar el miembro y la penetró como por 15 minutos.
Antes de irse Pedro le preguntó a Don Nelson que si podía hacérselo nuevamente al día siguiente, por lo que este aceptó.
- Ven mañana y la vienes a buscar, Jessica es una buena chica y hace el amor divino – señaló Don Nelson.
Pedro la llevó a un hotel y mientras la cojia por el culo, le metía un vibrador por la cuca de Jessica. Después la llevó a su empresa y la presentó a 5 trabajadores de su empresa a quienes les tenía mucha confianza.
- Muchachos, les traigo un regalo, es muy eficiente en la cama, se las prestó pero se apuran que debo entregarla a su padre temprano – subrayó Pedro.
Los 5 hombres sin pensar más nada se la llevaron a un pequeño cuartucho de la empresa y la desvistieron para comenzar la fiesta sexual. Uno tras otro, sin descanso, todos se cojieron a Jessica quien ya mostraba síntomas de sentir gusto cuando lo hacía.
La vistieron y Pedro la llevó a su casa. Pasaron varios días y Jessica tuvo un merecido descanso, hasta que un sábado aprovechando la ausencia de su padre, José Luis su hermano, llevó a un compañero de estudio a su casa, junto a su profesor.
José Luis tenía un grave problema con ese profesor por una materia, por lo que tomó el ejemplo de su padre y le puso en bandeja de plata a su hermana.
- Jessica tengo un grave problema con mi profesor y necesito tu ayuda, quiero que hagas lo mismo que papá te pone hacer con sus clientes – dijo José Luis.
Jessica sólo movió la cabeza aceptando su propuesta y José Luis se fue hasta la sala donde le esperaban su compañero y su profesor, quienes pasaron juntos al cuarto de Jessica. Ella quien ya sabía su trabajo se fue hasta ellos, les bajó el cierre del pantalón y les dio una mamada que ambos gritaban de placer. Al rato, el compañero de su hermano la cojia por la vagina, mientras que el profesor se acomodaba por atrás para cojerla por el culo.
El profesor tenía un enorme miembro según contó Jessica, y este se lo metió por el culo de manera violenta, por lo que Jessica comenzó a gritar que se lo sacara porque le hacía daño, pero este no le hizo caso y la siguió cojiendo hasta dejarle todo su ano con hilillos y rastros de sangre.
Así fue pasando la vida de Jessica, unas veces eran los amigos y clientes de su padre, y otras veces los compañeros y profesores de su hermano.
Jessica cuenta que hoy ha estado alrededor de 30, o más hombres, quienes no le perdonan ningún orificio de su cuerpo. Asimismo la cojían su padre y su hermano en algunas oportunidades.
Ya para Jessica era su trabajo, ya nada la sorprendía, pero siempre hay sorpresas que están al acecho.
Una vez un importante cliente de su padre pasó buscándola porque sabía todo. Este nunca había estado con ella, por lo que estaba ansioso por cogerla.
Se trataba de un negro corpulento que también tenía un respetable miembro. La pasó buscando por su casa para llevarla a un hotel, al abrir la puerta de la habitación los esperaban tres personas más. Dos mujeres y un hombre. Jessica sintió asco pero igual le tocó hacer su trabajo, las mujeres le chupaban su vagina y le metían sus dedos en la vagina de Jessica. Ambos hombres se turnaban para cojerla. Su mamá Irene aunque pareciera mentira no sabía nada de lo que su esposo e hijo hacían con el cuerpo de su hija.
Pasó el tiempo y Don Paco, quien fue el primer hombre de Jessica después de su hermano José Luis y su padre, llamó por teléfono a Don Nelson.
Alo, Nelson, te habla Paco, como estás.
- Dime, como está todo.
No muy bien, hay problemas, pienso retirarme del negocio, necesito mi dinero para esta semana.
- Pero que pasó Paco, porque tu decisión, acaso no te he cumplido con mi palabra.
No, sólo que ya me aburrí del culito de tu hija, esa putica ya no me gusta. La única solución es que me pongas a tu mujer para cojerla, tal como fue el trato inicial.
- Pero Paco, no puedo hacer nada sobre eso, mi mujer no aceptará jamás, dijo Don Nelson.
No sé como te la vas arreglar, pero si no me cojo a tu mujer Irene, me retiro del negocio y vas a la quiebra, y esta vez nadie te va a salvar de eso.
- OK, déjame ver que puedo hacer esta noche, mañana te doy la razón – culminó la llamada Don Nelson.
Esa noche cuando procedían a dormir Don Nelson le hizo el amor a su esposa, quien a pesar de la edad poseía un tremendo cuerpo juvenil.
Irene quiero confesarte algo, le dijo Don Nelson a su esposa.
- De qué se trata, respondió ella.
Es Don Paco, se quiere retirar del negocio y nos piensa dejar en la quiebra. Nosotros aún no recuperamos nuestra inversión, por eso es necesario que prosiga como socio en nuestra empresa.
- Y que vamos hacer con él, preguntó Irene.
Don Paco sólo desea una cosa para seguir apoyándonos con su dinero, de lo contrario no lo hará.
- Se trata de ti, el te desea y quiere acostarse contigo, no hay otra forma, por favor piénsalo bien y al amanecer me das la respuesta porque la está esperando.
Irene se quedó muda ante la propuesta de su esposo, a quien nunca le había puesto los cuernos, a pesar de los acosos que muchos hombres le habían hecho en diferentes oportunidades.
En la mañana cuando se despertaron ambos, Irene abordó a Don Nelson y le dio la respuesta: - Esta bien Nelson, lo hago por ti y por toda la familia, pero antes que opinas tu de esa propuesta de Don Paco.
- Sólo te pido que lo hagas, respondió Don Nelson, quien llamó a Don Paco para darle la respuesta afirmativa de su esposa, acordando el lugar y la hora donde se iban a encontrar, la cual por supuesto era la casa de Don Paco.
A las 3 p.m. estaba Irene muy bien vestida y perfumada en la casa de Don Paco, quien la esperaba ansiosamente.
- Pasa que te esperaba, la recibió en la puerta Don Paco; pero Irene apenada por la situación entró sin hablar.
Don Paco la llevó hasta su cuarto comenzó a besarle todo su cuerpo, le quito el vestido y comenzó a chuparle la vagina Irene, quien seguía enmudecida, pero colaborando con él. Al rato la puso a mamarle su verga, cosa que Irene sabía hacer muy bien por las enseñanzas de su esposo.
Después Don Paco penetraba a Irene, la cual a pesar de que estaba no muy de acuerdo con lo que hacía, no podía ocultar su humedad.
Don Paco la cambiaba de posición una y otra vez hasta que sintió que derramaba su semen dentro de Irene.
La invitó al baño para ducharse y la volvió a llevar a la cama, donde comenzaba una nueva sesión de sexo, pero esta vez con algo diferente. Se trataba de un juego interpuesto por Don Paco.
Quiero que te tapes con este pedazo de tela y no veas absolutamente nada, mientras yo te penetró, le pidió Paco.
Irene aceptó y se quedó en cuatro patas al borde de la cama.
Lo que no sabía Irene y jamás llegó a pensarlo es que Don Paco estaba acompañado de su hijo Gabriel, el mismo que una vez cojió a Jessica junto a sus dos amigos.
Eran los mismos personajes de esa vez. Irene apostada en la cama sólo esperaba órdenes de Don Paco, quien le dijo ahora te voy a penetrar y necesito que te quedes tranquila porque es por el bien de tu empresa y de la familia.
Su hijo Gabriel se acercó por atrás y se sacó su miembro y penetró a Irene sin que esta lo supiera al momento. A su lado estaba Paco hablando para disimular todo.
Su hijo Gabriel llamó a sus amigos, se sacó el miembro de la cuca de Irene y uno de sus amigos se puso en su lugar para cojerla.
- Irene quiero que te quites la tela de tu cara, es para que veas la sorpresa que te voy a dar, habló Paco, cosa que Irene hizo para ver sorprendida que a su lado estaba Gabriel y su amigo que aún la seguía cojiendo, mientras que el otro se hacía una paja.
- Qué es esto Paco, que me has hecho, exclamó Irene.
- Tranquila amiga, esto estaba planeado con tu esposo, no te preocupes, sólo deja que terminemos y el negocio seguirá en pie como lo desean ustedes.
No muy a gusto, Irene permitió que Gabriel y sus amigos la cojieran. Uno por el culo, el otro por la cuca intercambiando, mientras que Don Paco se lo metía por la boca, hasta que todos acabaron sus leches dentro de ella.
Se marchó a su casa tristemente y se lo contó a su esposo, quien sólo opinó que todo estaba bien.
A la semana era el turno de Jessica con Don Paco y su hijo Gabriel, había que pagar la cuota a cada rato. La otra semana era Irene, así iba todo en marcha.
Tanto como Jessica y su madre fueron cojidas por muchos hombres clientes de la empresa de su esposo, les tocó la misma suerte a ambas.
 

luisaho7

Virgen
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muy largo y da vueltas sobre el mismo tena, pero se agradece el aporte
 

cyrus666

Pajillero
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que excitante!!, un relato muy caliente!!
 
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