Abril era una niña muy discreta y tímida, aunque si había algo claro es que sabia que le gustaban mayores, así fue como me animé a tener mi primera experiencia con ella.
Los fines de semana la llevaba a la casa de la madre, 35 kilómetros por autopista hasta una ciudad pequeña. No daré detalles mayores, solo les diré que la autopista a esa hora de la tarde casi no tenía tráfico. Su padre me había encomendado que la llevara, ya que tenía plena confianza en mi, pues me conocía hace tiempo.
En nuestro primer viaje solos, abril me había confesado que le gustaba y ella a mi por supuesto, todo termino en una hermosa paja hecha con su mano, evidentemente iba por más, ella pidió ir tres veces por semana a lo de su mamá, pero el padre no estuvo de acuerdo, así que teníamos que esperar toda la semana hasta el viernes.
Esa tarde - noche llegué a recogerla.
Salimos y sabíamos que tardaría una algo así como una hora en llegar, es que había que atravesar gran parte de la ciudad antes de alcanzar la autopista. Ella viajaba atrás, y yo había programado una ruta que me hacía ahorrar unos 20 minutos, iba atento a la radio que entre canciones anunciaba como se encontraba el tránsito en distintos lugares.
-Puedo pasarme adelante?
-Claro Abril, claro, pasa entre los asientos y ponte a mi lado.
-Mucho mejor desde acá.
Llevaba puesto un pantalón deportivo y no tenia boxers, por lo que mi bulto se notaba mucho, lo hice a propósito, calculo que ella se vistió también con una doble intencionalidad, llevaba una falda que le llegaba a la mitad del muslo y una blusa suelta, la camperita ya se la había quitado y ese escote le quedaba hermoso. Su piel canela y el contraste con el blanco de su blusa la hacían más apetecible aún. Cada vez que mi mano debía hacer un cambio, le rozaba su muslo izquierdo, y ella sonreía, sé que quería tocar mi verga pero no se animaba, miraba hacia el costado por la ventana, entonces decidí dar el primer paso.
-Abril, dame tu mano.
Ella me la dio sin decir nada, entonces se la acaricie al tiempo que la llevaba hacia mi pierna, no ofreció resistencia, la deje apoyada en mi muslo, cerca de mi verga, mi mano se apoyo en su pierna y así empezamos a acariciarnos.
Sus manos siempre estaban muy calientes, y fue ese calor que hizo que mi verga reaccionara, al mismo tiempo que mi mano se empezaba a deslizar por debajo de su falda, cada vez más cerca de su vagina, mis dedos se metían entre sus piernas, veía como se inflaba su pecho y aumentaba su respiración. En una de las caricias llegué hasta la tela de su braga y la roce con mis dedos intencionalmente,mi mano quedo allí, y mi dedo suavemente rozaba su entrepierna de arriba a abajo. Sus piernas se empezaron a abrir y su manito estrujaba la tela de mi pantalón. No habían palabras de por medio, solo caricias mientras yo conducía ahora sí por la autopista.
Mis dedos empezaron a rozar los labios de su vagina, una hermosa vagina virgen que sentía por primera vez una mano extraña, sentí su humedad, sentí su calor intenso, sus jadeos empezaron a aparecer y a hacerse oír. Su mirada se dirigió a mi, me observaba ya más recostada contra la puerta, su manito se alejo de mi pierna para levantarse la falda. Ahora mis dedos calientes y húmedos se colaron por debajo de sus braguitas y empezaron a jugar con sus labios y su clitoris... no puedo describir el goce enorme que sentí al rozarlos con mis dedos, mi vega ya había dejado un gran manchon de liquido en mi pantalón y ahora palpitaba descaradamente, ella tenia las piernas completamente abiertas, su espalda se apoyaba entre el asiento y la puerta y su mirada estaba fija en mi verga aunque sus ojitos se daban vuelta y sus labios eran mojados por su lengua... sus jadeos eran más intensos y ya no eran discretos, me empezó a mirar con ojos devoradores, se mordía los labios, hasta que algo la sorprendió, fue un calor intenso que le bajó y un grito mezcla de sorpresa y placer sonó dentro del auto, mi mano empezó a mojarse con sus chorros de líquido caliente, sus piernas temblaron y sus brazos se movieron buscando con sus manos tomarse de algo, fue tan intenso que apenas podía respirar, sus chorros alcanzaron el tablero del auto...mis dedos siguieron rozándola, pero sus manos tomaron mi brazo para alejar mi mano de su vagina.
-Basta por favor, basta, no puedo más!!.
-Ese fue tu primer gran orgasmo, no sabes cuanto placer podría darte aún!
-Dios!, eres tan, tan no se, no se que decirte, me gustas muchísimo, dime que hago, quiero hacerte cosas.
Fue en ese momento que comprendí que estaba totalmente poseída por la pasión y la lujuria, e hice lo que cualquiera haría... aproveche.
Tomé su manito y la traje hasta mi pantalón elastizado, la deslice por debajo de el, hasta que ella sólita lo entendió, su mano se deslizó más aún hasta tocar mi verga venosa y dura, caliente y palpitante. Empezó suavemente a deslizar su mano por toda su longitud, me acariciaba suavemente con la punta de sus dedos mientras deslizaba la piel hacia atrás, yo bajé mi pantalón y ella pudo verla nuevamente, empapadisima, se acercó más hacia mi, y me empezó a besar la oreja, el cuello, yo no podía dejar de ver la ruta, así que pase mi brazo por su espalda y se la acaricie, subiendo hasta que mi mano tomó su nuca y empecé a empujar su cabeza hacia abajo. Ella no se resistió, solo fue deslizando su cabeza por mi pecho hasta que sentí su aliento cálido sobre mi verga la cual estaba pajeando con delicados movimientos, la observó por instantes mi mano empujó, ahora sí con un poco de resistencia, su cabeza hacia la punta húmeda, sentí sus labios apoyándose y dándole pequeños besos, su lengua salio a lamer ese jugo que emanaba desde dentro, sé que le gustó ya que su lengua empezó a acariciar y lamer toda la cabeza de mi verga.
-Es rico.
-Sigue lamiéndome y metetela en la boca.
-Que rica es, me encanta su sabor...
Ya a esa altura no bastaba mucho para acabar, al fin y al cabo, quien puede resistir semejante excitación!, estábamos cerca de llegar a la casa, así que aproveche al máximo.
-Abril, me va a salir me viene la leche!
- Que hago?
-Quiero que la pruebes
-No, noo...
Mientras decía esas palabras seguía metiéndose la cabeza dentro de su boca, su pequeña boca, su mano sobaba mi verga y ella sintió como empezó a bombear con más fuerza, su dedo meñique se apoyo en el tronco, y pudo sentir como subía la leche, tuvo tiempo de sacar su boca pero no lo hizo, sus gemidos la pidieron y se la dí... fueron seis o siete chorros intensos a medida que su boca se llenaba ella la dejaba escurrir por los costados, cuando se detuvo mi gran eyaculación, su lengua jugaba con mi leche, entonces sacó su boca y trago un poquito... me miro con cara de sorpresa, abrió la guantera donde sabía guardaba una toalla y se secó la boca, las manos y me secó a mi también. Luego sin más palabras se paso al asiento trasero.
-Quiero más, quiero todo contigo. Te amo.
-Yo también Abril eres lo más dulce del mundo.
Así se bajó y se metió en la casa...
Así pasó otro día de locura intensa con Abril.
Comenten y agradezcan si les gustó.
Los fines de semana la llevaba a la casa de la madre, 35 kilómetros por autopista hasta una ciudad pequeña. No daré detalles mayores, solo les diré que la autopista a esa hora de la tarde casi no tenía tráfico. Su padre me había encomendado que la llevara, ya que tenía plena confianza en mi, pues me conocía hace tiempo.
En nuestro primer viaje solos, abril me había confesado que le gustaba y ella a mi por supuesto, todo termino en una hermosa paja hecha con su mano, evidentemente iba por más, ella pidió ir tres veces por semana a lo de su mamá, pero el padre no estuvo de acuerdo, así que teníamos que esperar toda la semana hasta el viernes.
Esa tarde - noche llegué a recogerla.
Salimos y sabíamos que tardaría una algo así como una hora en llegar, es que había que atravesar gran parte de la ciudad antes de alcanzar la autopista. Ella viajaba atrás, y yo había programado una ruta que me hacía ahorrar unos 20 minutos, iba atento a la radio que entre canciones anunciaba como se encontraba el tránsito en distintos lugares.
-Puedo pasarme adelante?
-Claro Abril, claro, pasa entre los asientos y ponte a mi lado.
-Mucho mejor desde acá.
Llevaba puesto un pantalón deportivo y no tenia boxers, por lo que mi bulto se notaba mucho, lo hice a propósito, calculo que ella se vistió también con una doble intencionalidad, llevaba una falda que le llegaba a la mitad del muslo y una blusa suelta, la camperita ya se la había quitado y ese escote le quedaba hermoso. Su piel canela y el contraste con el blanco de su blusa la hacían más apetecible aún. Cada vez que mi mano debía hacer un cambio, le rozaba su muslo izquierdo, y ella sonreía, sé que quería tocar mi verga pero no se animaba, miraba hacia el costado por la ventana, entonces decidí dar el primer paso.
-Abril, dame tu mano.
Ella me la dio sin decir nada, entonces se la acaricie al tiempo que la llevaba hacia mi pierna, no ofreció resistencia, la deje apoyada en mi muslo, cerca de mi verga, mi mano se apoyo en su pierna y así empezamos a acariciarnos.
Sus manos siempre estaban muy calientes, y fue ese calor que hizo que mi verga reaccionara, al mismo tiempo que mi mano se empezaba a deslizar por debajo de su falda, cada vez más cerca de su vagina, mis dedos se metían entre sus piernas, veía como se inflaba su pecho y aumentaba su respiración. En una de las caricias llegué hasta la tela de su braga y la roce con mis dedos intencionalmente,mi mano quedo allí, y mi dedo suavemente rozaba su entrepierna de arriba a abajo. Sus piernas se empezaron a abrir y su manito estrujaba la tela de mi pantalón. No habían palabras de por medio, solo caricias mientras yo conducía ahora sí por la autopista.
Mis dedos empezaron a rozar los labios de su vagina, una hermosa vagina virgen que sentía por primera vez una mano extraña, sentí su humedad, sentí su calor intenso, sus jadeos empezaron a aparecer y a hacerse oír. Su mirada se dirigió a mi, me observaba ya más recostada contra la puerta, su manito se alejo de mi pierna para levantarse la falda. Ahora mis dedos calientes y húmedos se colaron por debajo de sus braguitas y empezaron a jugar con sus labios y su clitoris... no puedo describir el goce enorme que sentí al rozarlos con mis dedos, mi vega ya había dejado un gran manchon de liquido en mi pantalón y ahora palpitaba descaradamente, ella tenia las piernas completamente abiertas, su espalda se apoyaba entre el asiento y la puerta y su mirada estaba fija en mi verga aunque sus ojitos se daban vuelta y sus labios eran mojados por su lengua... sus jadeos eran más intensos y ya no eran discretos, me empezó a mirar con ojos devoradores, se mordía los labios, hasta que algo la sorprendió, fue un calor intenso que le bajó y un grito mezcla de sorpresa y placer sonó dentro del auto, mi mano empezó a mojarse con sus chorros de líquido caliente, sus piernas temblaron y sus brazos se movieron buscando con sus manos tomarse de algo, fue tan intenso que apenas podía respirar, sus chorros alcanzaron el tablero del auto...mis dedos siguieron rozándola, pero sus manos tomaron mi brazo para alejar mi mano de su vagina.
-Basta por favor, basta, no puedo más!!.
-Ese fue tu primer gran orgasmo, no sabes cuanto placer podría darte aún!
-Dios!, eres tan, tan no se, no se que decirte, me gustas muchísimo, dime que hago, quiero hacerte cosas.
Fue en ese momento que comprendí que estaba totalmente poseída por la pasión y la lujuria, e hice lo que cualquiera haría... aproveche.
Tomé su manito y la traje hasta mi pantalón elastizado, la deslice por debajo de el, hasta que ella sólita lo entendió, su mano se deslizó más aún hasta tocar mi verga venosa y dura, caliente y palpitante. Empezó suavemente a deslizar su mano por toda su longitud, me acariciaba suavemente con la punta de sus dedos mientras deslizaba la piel hacia atrás, yo bajé mi pantalón y ella pudo verla nuevamente, empapadisima, se acercó más hacia mi, y me empezó a besar la oreja, el cuello, yo no podía dejar de ver la ruta, así que pase mi brazo por su espalda y se la acaricie, subiendo hasta que mi mano tomó su nuca y empecé a empujar su cabeza hacia abajo. Ella no se resistió, solo fue deslizando su cabeza por mi pecho hasta que sentí su aliento cálido sobre mi verga la cual estaba pajeando con delicados movimientos, la observó por instantes mi mano empujó, ahora sí con un poco de resistencia, su cabeza hacia la punta húmeda, sentí sus labios apoyándose y dándole pequeños besos, su lengua salio a lamer ese jugo que emanaba desde dentro, sé que le gustó ya que su lengua empezó a acariciar y lamer toda la cabeza de mi verga.
-Es rico.
-Sigue lamiéndome y metetela en la boca.
-Que rica es, me encanta su sabor...
Ya a esa altura no bastaba mucho para acabar, al fin y al cabo, quien puede resistir semejante excitación!, estábamos cerca de llegar a la casa, así que aproveche al máximo.
-Abril, me va a salir me viene la leche!
- Que hago?
-Quiero que la pruebes
-No, noo...
Mientras decía esas palabras seguía metiéndose la cabeza dentro de su boca, su pequeña boca, su mano sobaba mi verga y ella sintió como empezó a bombear con más fuerza, su dedo meñique se apoyo en el tronco, y pudo sentir como subía la leche, tuvo tiempo de sacar su boca pero no lo hizo, sus gemidos la pidieron y se la dí... fueron seis o siete chorros intensos a medida que su boca se llenaba ella la dejaba escurrir por los costados, cuando se detuvo mi gran eyaculación, su lengua jugaba con mi leche, entonces sacó su boca y trago un poquito... me miro con cara de sorpresa, abrió la guantera donde sabía guardaba una toalla y se secó la boca, las manos y me secó a mi también. Luego sin más palabras se paso al asiento trasero.
-Quiero más, quiero todo contigo. Te amo.
-Yo también Abril eres lo más dulce del mundo.
Así se bajó y se metió en la casa...
Así pasó otro día de locura intensa con Abril.
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